Buenos Aires (Argentina) – 9 de diciembre de 2004
I
En la maana del 9 de diciembre de 1824, en la Pampa de la Quinua, dos ejrcitos se preparan para la batalla. Dos ejrcitos frente a frente. Dos ejrcitos y tambin dos proyectos: uno cargado de futuro, justicia y ansias de libertad; el otro, slo con el peso infame de 300 aos de soberbia, rapia y ultraje. Son, de un lado, 5780 patriotas y una pieza de artillera, del otro, 9310 soldados con catorce caones. Desde las alturas del Condorcanqui el Estado Mayor realista observa las maniobras de los patriotas. All estn Jos de la Serna, Jos de Canterac, Alejandro Gonzlez Villalobos, Jernimo Valds, Juan Antonio Monet, Valentn Ferz, el Carnicero Jos Carratal, Andrs Garca Camba y otros. Cuenta este ltimo, en sus memorias, que al divisar a las tropas patriotas, con sus casacas oscuras y sin el brillo de los escuadrones realistas, algn generales espaol exclam: parecen monjes!, no podemos perder co ntra esas tropas. Caro se iba a pagar aquel comentario.
II
En la Sabaneta, a poca distancia del Condorcanqui, el general Antonio Jos de Sucre preparaba su estrategia: cuatro batallones en el ala derecha, el Bogot, Voltgeros, Pichincha y Caracas al mando de Crdoba. En el ala izquierda La Mar al frente de otros cuatro batallones, el Primero, Segundo, Tercero y la Legin Peruana. En el centro dos regimientos encabezados por Miller, los Granaderos y los Hsares de Colombia. La reserva, al mando de Lara, con tres batallones, Rifles, Vargas y Vencedores, y la nica pieza de artillera.
De los esfuerzos de hoy, depende la suerte de la Amrica del Sur. Otro da de gloria va a coronar vuestra admirable constancia, Soldados!, viva el Libertador!, Viva Bolvar, el Libertador de Per!, deca arengando a las fuerzas patriotas el General Sucre. La suerte estaba echada.
III
El Mariscal General de Campo Gernimo Valdz inici el ataque contra el ala izquierda de La Mar. Inmediatamente los generales Antonio Monet y Alejandro Gonzlez Villalobos arremetieron contra la divisiones del centro y derecha de Sucre. Los realistas confiados en su superioridad numrica. Pero all estaba Crdoba y la reserva de Lara. Divisin! De frente! Armas a discrecin y a paso de vencedores!, fue la famosa frase de Crdoba con que orden la carga victoriosa. Mucho menos homrica, pero propia de un hombre hijo de los llanos fue la arenga de Lara: Zambos del carajo! Al frente estn los godos pueteros! El que manda la batalla es Antonio Jos de Sucre, que como ustedes saben, no es ningn cabrn, Conque as, apretarse los cojones y… a ellos!. La victoria fue completa. La pampa de Ayacucho, en quechua Rincn de los Muertos hizo gala de su nombre para las tropas espaolas. Lo primero que hace Sucre, luego de concluida la batalla es pensar en su jefe Simn Bolvar y, apresurado, le escribe desde el mismo campo de combate: …los ltimos restos del poder espaol en Amrica han expirado en este campo afortunado…..
El Gran Mariscal de Ayacucho Antonio Jos de SucreEse da …los ltimos restos del poder espaol en Amrica han expirado en este campo afortunado….
IV
Deca el patriota puertorriqueo Pedro Eugenio de Hostos: Ayacucho no es el esfuerzo de un solo pueblo; es el esfuerzo de todos los pueblos meridionales del Continente; no es el resultado de una lucha parcial, es el resultado de una lucha general; no es la victoria de un solo ejrcito, es la victoria de todos los ejrcitos sudamericanos; no es el triunfo militar de un solo capitn, es el triunfo intelectual de todos los grandes capitanes, desde la fantasa fascinadora que se llam Bolvar hasta la conciencia impasible que se llam San Martn; no es el campo de batalla de peruanos y espaoles, es el campo de batalla de Amrica y Espaa; no es la colisin de dos contrarios, es la ltima colisin de un porvenir contra otro porvenir; no es la batalla de una guerra, es la batalla decisiva de una lucha secular.
V
Qu proyectos se enfrentaron en Ayacucho? Uno, el de la continuidad del antiguo rgimen, el proyecto del colonialismo; el otro, el proyecto bolivariano de la Patria Grande. Venezolanos, neogranadinos, ecuatorianos, rioplatenses, chilenos, guaranes, peruanos y altoperuanos combatiendo juntos contra el poder colonial ms temible de la poca. Y se alcanz la victoria. La frmula: una ideologa, el patriotismo revolucionario; un programa, la independencia y la repblica democrtica; y una organizacin, la unidad popular pueblo-ejrcito.
VI
Dos proyectos, decamos, se enfrentaron en la Pampa de la Quinua; uno colonialista, elitista y conservador, el otro patritico, popular y revolucionario. El Ejrcito Unido fue mucho ms que una simple fuerza militar, el Ejrcito Unido era la expresin ms acabada del instrumento de liberacin que contena en su seno el programa histrico de 300 aos de resistencia y rebelda. En Ayacucho el bando patriota no estaba compuesto por 5780 patriotas solamente, sino que eran muchos ms. All tambin se dieron cita Cuauhtemoc, Lautaro, Rumiahui, Guaicaipuro, Lempira, Santos Atahualpa, Tupac Amaru, Zumb, Mackandal, Tiradentes, Leonardo Chirinos, LOuverture, Dessalines, Tupac Katari, Pedro Murillo, los comuneros de Nueva Granada, Jos Mara Espaa, Pumacahua y tantos otros que haban dado su sangre por la independencia y la justicia.
VII
Cules eran entonces esos dos proyectos? En forma esquemtica podemos sostener que esos dos proyectos eran antagnicos al extremo, un simple repaso de los puntos centrales confirmarn lo dicho:
Proyecto Patritico: Independencia y Unidad. Confederacin. Democracia. Repblica. Ciudadana, pueblo. Moral y luces. Justicia social. Reparto de tierras. Ejrcito popular, pueblo en armas. Educacin universal. Proteccionismo y estmulo a la produccin nativa. Modelo endgeno. Libertad de expresin. Defensa de los recursos estratgicos. Igualdad ante la ley.
Proyecto Colonial: Dependencia y regionalismo. Localismos. Despotismo. Monarqua. Aristocracia, nobleza. Oscurantismo, inquisicin. Esclavitud, servidumbre. Latifundio. Ejrcito de ocupacin. Educacin elitista. Contrabando y monoproduccin. Modelo exgeno. Censura y represin. Entrega y depredacin de los recursos naturales. Privilegio, impunidad.
VIII
El gran proyecto bolivariano de aquellos tiempos no prosper; los egostas intereses de las oligarquas nativas ms la accin disgregadora de los imperialismos de turno hicieron imposible cristalizar los sueos del Libertador. Veintitantas repblicas nacieron as como consecuencia de los intereses de las minoras privilegiadas. La dependencia, la miseria, el hambre y dems calamidades que produce la pobreza y la opresin se abrieron paso con la Patria dividida. El Proyecto Colonial, bajo diferentes formatos, se impuso ante el Proyecto Patritico. La Batalla de Ayacucho entonces, aparece nuevamente como un ejemplo a seguir, como un lugar desde donde reflexionar, aprender y proyectarse.
IX
Pero los pueblos de Amrica Latina y el Caribe arremeten nuevamente. Los oprimidos han comenzado a caminar nuevamente A paso de vencedores! Los zambos del carajo! del General Jacinto Lara ya tienen su presidente llanero, patriota y revolucionario. Los brasileos y argentinos se aprestan dispuestos a los prximos combates. El pueblo boliviano est movilizado y ya le ha causado severas derrotas al proyecto colonial-neoliberal. Cuba siempre alumbrando con dignidad y resistencia. La propuesta anexionista del nuevo colonialismo, el ALCA, sufre la embestida de los pueblos que se niegan a quedar sujetos a mayor sometimiento. La propuesta integradora con soberana, el ALBA, irrumpe con la decisin de quien llega para quedarse. Vientos de unidad e independencia soplan por la Amrica meridional. Nuevos triunfos afloraron en Panam y el Frente Amplio del Uruguay lleg a ganar el gobierno. La espada de Bolvar camina por Amrica Latina.
X
Qu nos ensea puntualmente la Batalla de Ayacucho?
1. A los patriotas: Que la Patria es la Amrica, como sealaba el Libertador Simn Bolvar. Sin unidad no habr salida para ninguno de nuestros pases. O nos unimos o nos hundimos, ha dicho en varias oportunidades el Presidente venezolano Hugo Chvez. Hoy como ayer, no hay espacios para patrias chicas, ni para repblicas invertebradas. El patriotismo en la actualidad se debe entender a la luz de Ayacucho, como patriotismo latinoamericano caribeo.
2. A los revolucionarios: Slo en la unidad de las fuerzas sociales progresista est la clave de la victoria. El frente popular de aquella poca estaba constituido en el Ejrcito Libertador, y ste representaba los intereses de las grandes mayoras del pueblo. Hoy, el frente popular se presenta en los movimientos polticos y sociales que se oponen al neoliberalismo, en todos los sectores y las clases perjudicadas por el modelo de entrega y opresin que slo tendrn perspectiva de progreso en el marco de pases soberanos, con justicia social y democracia participativa. Es por eso que las fuerzas revolucionarias actuales debern bregar por un amplio frente nacional, patritico y democrtico que acumule las fuerzas necesarias para enfrentar con xito a las poderosas fuerzas de los sectores antipopulares y antinacionales.
3. A los jvenes: Que en ellos est la responsabilidad de las futuras victorias. El Estado Mayor del Ejrcito Unido de Ayacucho estaba constituido mayoritariamente por jvenes. Sucre tena 29 aos, Crdoba 25 aos, Miller 29 aos, Silva 32 aos, Surez, 34. En la juventud actual, sin compromisos con las viejas clases dirigentes, de cara a un futuro de paz y dignidad, est la reserva fundamental del proyecto libertador.
Coronela Manuela Senz La Capitana de Hsares Manuela Senz fue ascendida a Coronela del Ejrcito Libertador por el Mariscal Antonio Jos de Sucre en mrito a su destacada participacin en el combate contra los colonialistas.
4. A las mujeres: Que all hay un caudal inmenso de energa, inteligencia y voluntad revolucionaria. El infatigable mensaje de valor y herosmo de Manuela Senz, quien en Ayacucho gan su grado de Coronela por haber peleado de igual a igual contra el opresor, marca a las claras el rol insoslayable que tendr que cumplir la mujer en el proceso de liberacin.
5. A los pueblos: Que siempre en la unidad y nicamente en la unidad se podr derrotar a cualquier enemigo, por poderoso que sea, que pretenda sojuzgarlo. Ayacucho nos ensea que los mismos indios, criollos, negros, mulatos, hombres y mujeres, en igualdad de condiciones y con la firmeza en la decisin de ser libres, que derrotaron al ms poderoso imperio de su poca, podrn hoy hacer lo mismo con el imperialismo que nos somete. Luego de Dios, no hay nada en el mundo que tenga ms fuerza que un pueblo unido, reza una pintada popular en las calles de Caracas.
XI
Ayacucho es, pues, ms que una gloria de estos pueblos, ms que un servicio hecho al progreso, ms que un hecho resultante de otros hechos, ms que un derecho conquistado, ms que una promesa hecha a la historia y a los contemporneos de que los vencedores en el campo de batalla eran la civilizacin contra el quietismo, la justicia contra la fuerza, la libertad contra la tirana, la repblica contra la monarqua; Ayacucho es un compromiso contrado por toda la Amrica que dej de ser espaola en aquel da, deca el patriota puertorriqueo Eugenio de Hostos en 1870. Y creemos que ese compromiso asumido en Ayacucho merece hacerse realidad.
XII
Con mucho esfuerzo, pero con mucho entusiasmo tambin, comienza a configurarse en Amrica Latina y el Caribe el Congreso Bolivariano de los Pueblos. Este espacio, que nuclea a las fuerzas polticas y sociales de Nuestra Amrica pretende convertirse en un centro de unidad y coordinacin. Ideologa, programa y organizacin son los pilares de esta organizacin. Bolivarianismo, ALBA y movilizacin popular como elementos indispensables para avanzar en la insoslayable tarea de contribuir a la Confederacin de Repblicas Latinoamericanas Caribeas.
Altercom Fernando Bossi
Historiador, escritor y poltico argentino. Director de Cuadernos para la Emancipacin. Es uno de los gestores del Congreso Bolivariano de los Pueblos, que se rene estos das en Caracas.