SAN SALVADOR, 17 de noviembre de 2011 (SIEP) “Llegamos a los 21 años con la satisfacción de haber contribuido a la lucha por la defensa de los derechos de la juventud salvadoreña…” aseguró esta tarde el Rev. Roberto Pineda, Presidente de la Asociación Cristiana de Jóvenes, ACJ de El Salvador.
La ACJ de El Salvador nació el 17 de noviembre de 1990 como resultado de las gestiones realizadas por la Confederación Latinoamericana de ACJs, CLACJ y en particular de su entonces secretario general, el argentino Norberto Rodríguez, para que existiera esta institución juvenil en la región centroamericana.
Inicialmente surge como expresión ecuménica de las juventudes de las iglesias católica romana, luterana, episcopal, reformada y bautista. Su primer presidente fue el joven bautista Roberto Portillo. Y su primera secretaria general la joven católica Maybel López. En esa época surgen también las ACJs de Nicaragua y de Honduras.
“La ACJ nace al final de la guerra, un año después de la Ofensiva General del 89 del FMLN…muchos jóvenes todavía estaban combatiendo en las montañas pero ya se empezaba a respirar los vientos de la paz, era un momento de mucha esperanza en que la paz podía conquistarse, y lo logramos…” sostuvo el religioso luterano.
“Eran momentos cruciales, la historia avanzaba y los jóvenes estaban organizados de mil maneras. Algunos en la clandestinidad y otros abiertamente, reivindicaban su derecho a una nueva sociedad que desterrara el militarismo y la injusticia social, el sueño de una nueva patria democrática era un poderoso movilizador…”
“Y fue en esa realidad que nos insertamos, en nuestra primera época como ACJ impulsamos la formación de talleres artísticos, de teatro, música, artesanías, la defensa del medio ambiente y la promoción de la equidad de genero, como ejes de nuestro trabajo juvenil a la vez que luchábamos por el cumplimiento de los Acuerdos de Paz de 1992.”
“Hoy los desafíos han cambiado. Somos el país más violento de la tierra y diariamente mueren jóvenes estudiantes y de comunidades como resultado de la violencia social. La lucha por la vida pasa a ocupar el plano principal en las reivindicaciones de nuestra juventud. La lucha por una vida con dignidad. Y la tarea es más compleja…”
“En este marco aplaudimos la aprobación, precisamente este día en la Asamblea Legislativa, de la Ley de Juventud, que representa un paso de avance importante en el reconocimiento de los derechos de los jóvenes y ojala esta ley se convierte en un instrumento de movilización que permita enfrentar la brutal ofensiva neoliberal que expulsa a miles de jóvenes de nuestro país y condena al desempleo a los que se quedan.”
Finalmente el Rev. Pineda hizo un llamado a “no permitir que se militarice de nuevo a nuestro país, y a que vuelve a comenzar el ciclo de violaciones a los derechos humanos que en el pasado nos condujeron a una guerra. Nuestra experiencia de 21 años como ACJ nos enseña que es de la lucha que surge la esperanza.”