EN MEMORIA DE NORMAN BETHUNE

EN MEMORIA DE NORMAN BETHUNE

21 de diciembre de 1939

El camarada Bethune1 era miembro del Partido Comunista del Canadá. Tenía unos cincuenta años cuando, enviado por los Partidos Comunistas del Canadá y los Estados Unidos, vino a China, recorriendo miles de kilómetros, para ayudarnos en nuestra Guerra de Resistencia contra el Japón. Llegó a Yenán en la primavera del año pasado; luego fue a trabajar en las montañas Wutai y, para aflicción nuestra, ofrendó la vida en su puesto de trabajo. ¿Qué espíritu impulsa a un extranjero a entregarse sin ningún móvil personal a la causa de la liberación del pueblo chino como a la suya propia? El espíritu del internacionalismo, el espíritu del comunismo, que todos los comunistas chinos debemos asimilar. El leninismo enseña que la revolución mundial sólo puede triunfar si el proletariado de los países capitalistas apoya la lucha liberadora de los pueblos coloniales y semicoloniales, y si el proletariado de las colonias y semicolonias apoya la lucha liberadora del proletariado de los países capitalistas2. El camarada Bethune puso en práctica esta línea leninista. Los comunistas chinos también debemos atenernos a ella en nuestra práctica. Debemos unirnos con el proletariado de todos los países capitalistas, con el proletariado del Japón, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Italia y demás países capitalistas; sólo así se podrá derrocar al imperialismo y alcanzar la liberación de nuestra nación y nuestro pueblo y de las otras naciones y pueblos del mundo. Este es nuestro internacionalismo, el internacionalismo que oponemos al nacionalismo y al patriotismo estrechos.

El espíritu del camarada Bethune de total dedicación a los demás sin la menor preocupación por sí mismo, se expresaba en su infinito sentido de responsabilidad en el trabajo y en su infinito cariño por los camaradas y el pueblo. Todo comunista debe seguir su ejemplo. No pocas personas se muestran irresponsables en su trabajo, prefieren lo liviano a lo pesado, dejan las cargas pesadas a otros y escogen para sí las livianas. En cada ocasión, piensan en sí mismas antes que en los demás. Cuando hacen alguna pequeña contribución, se hinchan de orgullo y la pregonan temiendo que alguien quede sin saberlo. No sienten cariño por los camaradas y el pueblo, y los tratan con frialdad, indiferencia y apatía. En realidad, esas personas no son comunistas o, al menos, no pueden ser consideradas como verdaderos comunistas. De todos aquellos que regresaban del frente, no había ninguno que, al hablar de Bethune, dejara de expresar su admiración por él y de mostrarse conmovido por su espíritu. En la Región Fronteriza de Shansí-Chajar-Jopei, todos los militares o civiles que fueron atendidos por el Dr. Bethune o que lo vieron trabajar, se sentían conmovidos. Todos los comunistas deben aprender de este auténtico espíritu comunista del camarada Bethune.

El camarada Bethune era médico. Dedicado al arte de curar, perfeccionaba constantemente su técnica; se distinguía por su maestría en el servicio médico del VIII Ejército. Esto constituye una excelente lección para aquellos que quieren cambiar de trabajo apenas ven otro nuevo, y para quienes menosprecian el trabajo técnico considerándolo sin importancia ni futuro.

El camarada Bethune y yo nos vimos una sola vez. Posteriormente, me escribió muchas veces. Pero como yo estaba muy ocupado, sólo le escribí una carta y no sé si la recibió. Me siento profundamente apenado por su desaparición. El homenaje que todos rendimos a su memoria demuestra cuán hondamente su espíritu inspira a cada uno de nosotros. Todos debemos aprender de su desinterés absoluto. Quien posea este espíritu puede ser muy útil al pueblo. La capacidad de un hombre puede ser grande o pequeña, pero basta con que tenga este espíritu para que sea hombre de elevados sentimientos, hombre íntegro y virtuoso, hombre exento de intereses triviales, hombre de provecho para el pueblo.

SIGET responde a demandas de comunidades de Soyapango

SAN SALVADOR, 20 de octubre de 2011 (SIEP) “Agradecemos a la SIGET por esta valiosa información que permite que nuestras comunidades puedan resolver sus problemas de conexión eléctrica…” sostuvo Rubén Ramírez, dirigente comunal del municipio de Soyapango.

Una delegación de comunidades de Soyapango, organizadas en las Comunidades de Fe y Vida, COFEVI, sostuvo esta mañana una reunión informativa con funcionarios de la Superintendencia de Energía y Telecomunicaciones, SIGET. Por parte de SIGET estuvieron los ingenieros Carlos Montes y Lázaro Villegas, y por COFEVI los pastores Ricardo Cornejo y Roberto Pineda, acompañados por las directivas de Las Victorias, Gerardo Barrios y Viuda de Alas.

Explicó el Ing. Montes que la SIGET ha elaborado el Acuerdo 494, el cual fue ya informado a las compañías distribuidoras de electricidad, y que dispone que no se solicitara escrituras de propiedad para la instalación del servicio eléctrico, lo que permitirá la realización de contratos individuales. En la actualidad, las comunidades poseen medidores colectivos, y este crea múltiples dificultades.

El Rev. Ricardo Cornejo, a nombre de COFEVI agradeció al director de esta institución, Lic. Luís Méndez Méndez, “por esta importante iniciativa de la SIGET que viene a beneficiar a miles de familias a lo largo del país, y es una demostración del compromiso político de este gobierno con los sectores populares.”

Denuncian a Alcalde de Santiago Texacuango por cierre de Albergue

SANTIAGO TEXACUANGO, 21 de octubre de 2011 (SIEP) “Es una grosería lo que este hombre ha hecho con nosotros, si nos había prometido que nos iba a ayudar…”dijo esta mañana Lourdes Pérez, de 72 años, al abandonar el Albergue ubicado en la Escuela José María Calderón, de esta ciudad al sur de San Salvador.

Esta mañana los 158 personas que ocupaban este Albergue debido a los deslaves provocados por la tormenta recién pasada, fueron informadas que el Alcalde Alberto Estupinian, alegando que el lunes 24 se reanudaban las clases, había tomado la decisión de clausurar este refugio y que cada quien debía marcharse a sus lugares de origen.

Carla Álvarez, residente del lugar opinó que “esta no es una forma adecuada de proceder, ya que primero se debería de haber hecho un estudio si es seguro que esta gente regrese a sus casas y segundo, lo mínimo hubiera sido proporcionarles transporte…”

“Esto pone en evidencia la prepotencia de este señor que se cree el dueño del pueblo y trata con desprecio a esta gente humilde, que son en su mayoría familias campesinas, del cantón Joya Grande, pero queda en su conciencia lo que esta haciendo…”• concluyó.

El país más vulnerable

El país más vulnerable

El riesgo es la relación de la amenaza y la vulnerabilidad. La primera es el factor externo e independiente de la voluntad de las personas, como decir: un volcán, una depresión tropical o un huracán. Y la vulnerabilidad es el factor interno que se refiere a la mayor o menor capacidad de reacción ante un evento físico de la naturaleza. Resulta que vulnerable es siempre el ser humano, y nunca será vulnerable un cerro o una barranca, sino aquel ser humano que viva sin condiciones adecuadas en esos lugares. Cuando un país o una región, como es el caso de El Salvador y Centroamérica, son considerados los más vulnerables del mundo, se está diciendo que los seres humanos que habitan estos territorios, carecen de capacidad de defensa y de reacción ante las amenazas ambientales.

Por supuesto que esta vulnerabilidad, siendo social, desvirtúa toda referencia a la figura del desastre natural. En realidad, resulta que la naturaleza (todo aquello que no es producido por el ser humano) no produce desastres; simplemente funciona a través de eventos físicos, y como siempre está funcionando en diferentes formas, asegura, de esa manera, la vida en el planeta.

El desastre resulta ser siempre un hecho social y no natural porque está determinado por la forma en que los seres humanos están organizados en sociedad, por la clase de sociedad en que se vive, por la forma en que la política y la economía se relacionan con la naturaleza, por la armonía o conflicto entre los recursos naturales y las ganancias de las empresas capitalistas.

Cuando todos estos factores atacan y agreden a la naturaleza, como ocurre en nuestro país, el desastre social resulta inevitable.

La naturaleza no nos ama, tampoco nos odia, mucho menos nos estima, y además, tampoco tiene compromiso con la vida. Todas estas consideraciones éticas solamente funcionan, en una primera mirada, entre los seres humanos. Pero, bien vistas las cosas del mundo actual, en la relación ser humano – naturaleza, parece actuar una línea moral, en donde el ser humano es agente moral, es decir, responsable de su vida y de la vida de los otros seres o cosas que tienen vida. Aquí estamos en una relación entre un sujeto moral que sería el ser humano y un paciente moral, que serian las otras formas vivas que actúan, nos influyen y hasta nos determinan.

Nada de esto funciona en El Salvador. Nada de esto se piensa ni se considera. Y tratándose de un país, que es un pedazo de costa, de apenas 20 mil kilómetros, con 7 millones de habitantes, el peso geopolítico de tamaña situación, hace que los seres humanos que habitamos este suelo, merezcamos ser considerados los más vulnerables del mundo.

En esta situación, hay una inmensa miopía e ignorancia de las clases dominantes y los sectores gobernantes, porque las cúpulas empresariales parecen ignorar que ningún inversionista llega a un país que carece de agua, o cuyo único río se muere lenta pero inexorablemente. Y los sectores gobernantes ignoran el carácter trans-sectorial que el tema ambiental tiene sobre todas las áreas de la gestión de gobierno.

El hecho de que cada invierno y cada verano juegue como amenaza, cada vez más letal, sobre la vida de los más débiles de la sociedad: los que viven en los barrancos y en las costas, abandonados y excluidos de la economía, la educación y la salud, expresa en realidad el quiebre de la factibilidad del país como sociedad y, desde luego, expresa también la crisis del Estado salvadoreño como garante de un interés general y de un bienestar público.

En estos momentos, una depresión tropical, mordiente y tenaz, ha anegado al país: sus calles, poblaciones, cultivos, ríos y lagos, costas y barrancas, destruyendo bienes materiales, vidas y esperanzas. Después de una semana, el pueblo salvadoreño es más pobre que antes del diluvio, tiene menos comida que antes, menos ropa, menos abrigo, y crece abismalmente la distancia entre los ricos y los pobres, en la misma medida en que crece la distancia entre la economía y la naturaleza, o lo que es lo mismo, la distancia entre el mercado y los seres humanos.

Todo el dolor y el llanto, la angustia y la desesperación, vienen de abajo, del mismo lugar, de las mismas manos, del mismo cerebro y del mismo ánimo de donde vendrán las decisiones y acciones políticas necesarias para revertir esta situación. Y se trata, por eso, de que la esperanza florezca como rosa fragante en medio de la desolación, y que las acciones necesarias para salvar la vida sean parte de las acciones necesarias para salvar al país de las garras de los mercaderes que han llevado a la sociedad a esta situación de vulnerabilidad.

Del dolor debe surgir la justa reivindicación. De la desesperanza debe florecer la luz radiante de la esperanza. De la debilidad debe surgir la fuerza política organizada, y del desastre social ha de surgir un pueblo en armonía con su naturaleza, sin conflictos con los recursos naturales, sabio para aprovechar su medio ambiente, para conservarlo, defenderlo, restaurarlo y repararlo.
Así será.

Dagoberto Gutiérrez.
Tendencia Revolucionaria

CONTRA EL LIBERALISMO

CONTRA EL LIBERALISMO

7 de septiembre de 1937

Estamos por la lucha ideológica activa, pues ella es el arma con que se logra la unidad interna del Partido y demás colectividades revolucionarias en beneficio del combate. Todos los comunistas y revolucionarios deben empuñar esta arma.

Pero el liberalismo rechaza la lucha ideológica y propugna una paz sin principios, dando origen a un estilo decadente y vulgar, que conduce a la degeneración política a algunas organizaciones y miembros del Partido y demás colectividades revolucionarias.

El liberalismo se manifiesta en diferentes formas:

A sabiendas de que una persona está en un error, no sostener una discusión de principio con ella y dejar pasar las cosas para preservar la paz y la amistad, porque se trata de un conocido, paisano, condiscípulo, amigo íntimo, ser querido, viejo colega o viejo subordinado. O bien buscando mantenerse en buenos términos con esa persona, rozar apenas! el asunto en lugar de ir hasta el fondo. Así, tanto la colectividad como el individuo resultan perjudicados. Este es el primer tipo de liberalismo.

Hacer críticas irresponsables en privado en vez de plantear activamente sugerencias a la organización. No decir nada a los demás en su presencia, sino andar con chismes a sus espaldas; o callarse en las reuniones, pero murmurar después. No considerar para nada los principios de la vida colectiva, sino dejarse llevar por las inclinaciones personales. Este es el segundo tipo.

Dejar pasar cuanto no le afecte a uno personalmente; decir lo menos posible aunque se tenga perfecta conciencia de que algo es incorrecto; ser hábil en mantenerse a cubierto y preocuparse únicamente de evitar reproches. Este es el tercer tipo.

Desobedecer las órdenes y colocar las opiniones personales en primer lugar; exigir consideraciones especiales de la organización, pero rechazar su disciplina. Este es el cuarto tipo.

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Entregarse a ataques personales, armar líos, desahogar rencores personales o buscar venganza, en vez de debatir los puntos de vista erróneos y luchar contra ellos en bien de la unidad, el progreso y el buen cumplimiento del trabajo. Este es el quinto tipo. Escuchar opiniones incorrectas y no refutarlas, e incluso escuchar expresiones contrarrevolucionarias y no informar sobre ellas, tomándolas tranquilamente como si nada hubiera pasado. Este es el sexto tipo.

Al hallarse entre las masas, no hacer propaganda ni agitación, no hablar en sus reuniones, no investigar ni hacerles preguntas, sino permanecer indiferente a ellas, sin mostrar la menor preocupación por su bienestar, olvidando que se es comunista y comportándose como una persona cualquiera. Este es el séptimo tipo.

No indignarse al ver que alguien perjudica los intereses de las masas, ni disuadirlo, ni impedir su acción, ni razonar con él, sino dejarle hacer. Este es el octavo tipo.

Trabajar descuidadamente, sin plan ni orientación definidos; cumplir sólo con las formalidades y pasar los días vegetando: “mientras sea monje, tocaré la campana”. Este es el noveno tipo.

Considerar que se ha rendido grandes servicios a la revolución y darse aires de veterano; desdeñar las tareas pequeñas pero no estar a la altura de las grandes; ser negligente en el trabajo y flojo en el estudio. Este es el décimo tipo.

Tener conciencia de los propios errores pero no intentar corregirlos, tomando una actitud liberal para consigo mismo. Este es el undécimo tipo.

Podrían citarse otros tipos más, pero los once descritos son los principales.

Todas éstas son manifestaciones de liberalismo.

En una colectividad revolucionaria, el liberalismo es extremadamente perjudicial. Es una especie de corrosivo, que deshace la unidad, debilita la cohesión, causa apatía y crea disensiones. Priva a las filas revolucionarias de su organización compacta y de su estricta disciplina, impide la aplicación cabal de su política y aleja a las organizaciones del Partido de las masas que éste dirige. Se trata de una tendencia sumamente perniciosa.

El liberalismo proviene del egoísmo de la pequeña burguesía; éste coloca los intereses personales en primer plano y relega los intereses de la revolución al segundo, engendrando así el liberalismo en los terrenos ideológico, político y organizativo.
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Los adictos al liberalismo consideran los principios del marxismo como dogmas abstractos. Aprueban el marxismo, pero no están dispuestos a practicarlo o a practicarlo cabalmente; no están dispuestos a sustituir su liberalismo por el marxismo Tienen su marxismo y también su liberalismo hablan del marxismo pero practican el liberalismo el marxismo es para los demás y el liberalismo para ellos, mismos. Llevan ambos en su bagaje y encuentran aplicación para uno y otro. Así es como funciona el cerebro de cierta gente.

El liberalismo constituye una manifestación de oportunismo y es radicalmente opuesto al marxismo. Es negativo y, objetivamente, hace el juego al enemigo. De ahí que éste se alegre si en nuestras filas persiste el liberalismo. Por ser tal su naturaleza, no debe haber lugar para el liberalismo en las filas revolucionarias.

Debemos emplear el espíritu marxista, que es positivo, para superar el liberalismo, que es negativo. El comunista debe ser sincero y franco leal y activo, poner los intereses de la revolución por encima de su propia vida y subordinar sus intereses personales a los de 1a revolución; en todo momento y lugar ha de adherirse a los principios justos y luchar infatigablemente contra todas las ideas y acciones incorrectas, a fin de consolidar la vida colectiva del Partido y la ligazón de éste con las masas ha de preocuparse más por el Partido y las masas que por ningún individuo, y más por los demás que por sí mismo. Sólo una persona así es digna de llamarse comunista.

Todos los comunistas leales, francos, activos y honrados deben unirse para combatir las tendencias liberales, que cierta gente tiene, y encauzar a ésta por el camino correcto. He aquí una de nuestras tareas en el frente ideológico.

La crisis de la derecha latinoamericana

La crisis de la derecha latinoamericana

Emir Sader

La derecha latinoamericana pasa por el peor momento de su historia. Se trata de una situación que va en paralelo con la expansión –no habida hasta ahora– de una mayoría de gobiernos progresistas en la región y de aislamiento de Estados Unidos en el continente.

El momento de mayor fuerza derechista se dio con el auge de los regímenes neoliberales, porque en ese tiempo las corrientes de distintos orígenes que se le habían opuesto también adoptaron el recetario del FMI y el Banco Mundial, confluyendo en un consenso continental –inédito hasta ese momento– en torno a las políticas predominantes en el campo de la derecha a escala internacional. Poder disponer en la derecha de partidos conservadores, así como también del PRI y el PAN en México, el Partido Socialista y el Partido Demócrata Cristiano en Chile, el Copei (socialcristiano) y Acción Democrática en Venezuela, el peronismo en Argentina –para poner algunos ejemplos elocuentes– revelaron la capacidad hegemónica de su proyecto, que no habían tenido antes.

Fue un periodo relativamente breve pero significativo. Permitió la cooptación de expresiones hasta entonces situadas en el campo progresista –nacionalistas, socialdemócratas– y la presentación de una propuesta de espectro continental para las políticas y las áreas de libre comercio expresadas en el TLCAN y en el ALCA que articulaban a Estados Unidos con el conjunto del continente. Además, reinsertaba a América Latina en el modelo mundial dominante –a través de la derecha– reagrupando fuerzas de distintos orígenes en el campo político e ideológico.

Bastó que se agotara ese modelo hegemónico en nuestra región para que el castillo de naipes se desmoronara y promoviese una inmensa crisis de identidad entre los partidos que habían participado en el bloque neoliberal, incluidos los tradicionales de la derecha y los que se sumaron de otras tendencias.

Al transcurrir una década de existencia de gobiernos progresistas en un gran número de países del continente –Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Nicaragua, El Salvador, Perú–, el panorama cambió radicalmente.

Las fuerzas que pusieron en práctica políticas neoliberales pagaron el precio por el carácter antisocial de esas tesis y de su agotamiento precoz. Menem, Fujimori, Fernando Henrique Cardoso, Carlos Andrés Pérez, Carlos Salinas de Gortari, salieron de sus presidencias repudiados y derrotados políticamente; se volvieron símbolos de ex mandatarios antipopulares. (Menem, Fujimori, Pérez llegaron a ir a prisión; Salinas huyó para escapar de ese destino.) Sus organizaciones y fuerzas aliadas pagaron caro el precio de la aventura: el peronismo debió ser rescatado por los Kirchner con acciones radicalmente opuestas a las de Menem. Acción Democrática y Copei prácticamente desaparecieron como partidos en Venezuela. El PRI fue derrotado, perdiendo por primera vez en 70 años la Presidencia; después de dos mandatos continuos con políticas neoliberales, debe suceder lo mismo con el PAN. Fujimori no consiguió elegir sucesor ni construir una fuerza política propia. El Partido de la Social Democracia Brasileña resultó derrotado en las tres elecciones presidenciales siguientes a los dos mandatos de su líder, Fernando Henrique Cardoso.

Frente a gobiernos que pusieron en práctica políticas de remedio y ruptura con el neoliberalismo, las fuerzas que habían encarnado ese modelo quedaron descolocadas. El espectro político fue ampliamente ocupado por coaliciones en países como Argentina, Brasil, Uruguay, con políticas y alianzas de centroizquierda, no dejando espacio a las fuerzas neoliberales. Éstas enfrentaron el dilema de seguir defendiendo las opciones que habían fracasado o intentar argumentar que sus gobiernos prepararon las condiciones para el protagonismo de las políticas sociales de quienes los sucedieron, lo que –además de ser una tesis muy discutible– no impide poner en práctica acciones populares con las que se derrota y escenifica la democratización social.

En Venezuela, Bolivia, Ecuador, las transformaciones radicales que los nuevos gobiernos ejecutaron conquistaron gran apoyo popular, aislando y derrotando a las fuerzas que las antecedieron en el gobierno. Como resultado, la derecha o la neoderecha fueron derrotadas sucesivamente a lo largo de toda esta década, desde el inicial triunfo de Hugo Chávez. Los presidentes posneoliberales se religieron y, en los casos de Argentina, Uruguay y Brasil, escogieron a sus sucesores, mientras la oposición, desorientada, o se dividió –como en Argentina y Venezuela– o no consiguió alcanzar apoyo.

Al mismo tiempo, la intención estadunidense del ALCA fue derrotada al iniciar el decenio, cuando desde la presidencia del proyecto, correspondiente a Estados Unidos y Brasil, fue combatida por este último, que se apoyó en las grandes movilizaciones populares de la década anterior y en el sentimiento, que se convirtió en mayoritario, en favor de los procesos de integración regional opuestos a los tratados de libre comercio con la potencia norteña.

Estados Unidos mantuvo a México y Colombia como aliados privilegiados, además de los gobiernos centroamericanos. Sin embargo, recientemente, perdió los apoyos de Nicaragua y El Salvador, además de Perú y del cambio gradual de posición de Colombia. Aún con la victoria de la derecha en Chile, ésta se ve neutralizada por la pérdida de popularidad del presidente Sebastián Piñera.

En tanto, se ocuparon espacios conquistados y se constituyeron la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), el Consejo Suramericano de Defensa y el Banco del Sur, consolidando la hegemonía de los planes de integración regionales –y de alianzas con el sur del mundo- y el aislamiento de los tratados del libre comercio con Estados Unidos. La crisis de 2008 y su presente regreso confirman las ventajas de dicha inclinación política y las alianzas con China, a la inversa de aquellas priviligiadas con la hoy estancada economía estadunidense.

Ante las derrotas y el aislamiento, la derecha busca un nuevo perfil. Los pasados fracasos en Uruguay, Brasil, Perú y El Salvador –a los que se deben agregar los casi seguros de Argentina, Nicaragua y Venezuela– hacen que se prolongue esta situación en la segunda década del siglo XXI. Corresponde a los gobiernos progresistas valerse de esos reveses para profundizar los proyectos de izquierda, teniendo conciencia de que la derecha conserva sus órganos de comunicación masiva y las estructuras que le son propias –capital financiero, empresas de agronegocios, medios privados, que ejemplarizan la dictadura del dinero, de la tierra y de la palabra–, que sigue teniendo mucho poder, y que sus pilares son blancos principales para cambios profundos que se requieren en la lucha por la superación del neoliberalismo y la construcción de sociedades democráticas, igualitarias y humanistas.

Traducción: Ruben Montedónico

¡IMPORTANCIA Y NECESIDAD DEL FRENTE NACIONAL DE RESISTENCIA POPULAR!

IMPORTANCIA Y NECESIDAD DEL FRENTE NACIONAL DE RESISTENCIA POPULAR!

Llamado del Partido Comunista de Honduras (PCH)

519 años de resistencia en Latinoamérica

Después de un siglo de bipartidismo político el pueblo hondureño continúa heredando sufrimiento, hambre y exclusión. Son las mismas familias que heredan pobreza y miseria; abuelos y abuelas, padres y madres, hijos e hijas de los mismos apellidos son cada vez más pobres y sufren humillación, destierro y muerte por la falta de condiciones sociales y económicas en un país que también ha sido gobernado por las mismas pocas familias que cada vez se enriquecen más a costa del trabajo de obreros (as), campesinos (as) y profesionales que aspiran diariamente a un digno nivel de vida.
Quienes administran el Estado han colocado su institucionalidad al servicio de sus grupos económicos, militares, políticos y religiosos. Aliados con el imperio norteamericano, con la complicidad europea, los países asiáticos del primer mundo y coludidos con los cárteles del narcotráfico han condenado a la mayor parte de la población hondureña a vivir hambrienta, humillada, insegura y al filo de la muerte inminente. Ya los hondureños y hondureñas sentimos que esta patria es ajena, el 15 % de la población ha emigrado y continúa el éxodo a pesar de la incertidumbre en los países receptores. A muchos nos asalta la tentación de responder con violencia ante tanta desesperanza.
Aunque los grupos del sector dominante han salido fortalecidos después de más de dos años del Golpe de Estado de junio de 2009, hoy han retornado a su eterna división, misma que se caracteriza por la disputa de los recursos estatales y/o por hacer prevalecer el control del Estado por parte de los distintos grupos de poder. En estos momentos los grupos económicos, que históricamente han saqueado nuestro país, se disputan el uso y el abuso de los recursos naturales de Honduras. Los ríos, los minerales, las tierras, los lagos y lagunas, las playas, las islas y los bosques son los nuevos objetivos de la clase dominante. El territorio nacional continúa siendo saqueado sin que les importen el deterioro de vida de los habitantes de este país.
Las empresas transnacionales y los bancos y organismos internacionales avalan con sus estrategias o son testigos cómplices de este holocausto que pretende exterminar en el menor tiempo posible a la reserva de dignidad que queda entre la población hondureña.
La inconformidad de la población con los resultados del modelo neoliberal y del sistema capitalista, único conocido Honduras en los 100 años de mandato oligárquico, ha quedado demostrada con la espontánea adhesión al proyecto refundacional del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Un proyecto que aun no logra suficiente claridad pero que ofrece ser distinto a lo que hasta hoy ha vivido el pueblo hondureño.
El PCH considera que no existe manera de realizar acciones de transformación económica y social en Honduras sin tener el poder político de la república. Ese poder político solamente es posible obtenerlo mediante la debida articulación del pueblo, que se resiste a fallecer sin dar la lucha por una sociedad más justa y equitativa. En los actuales momentos esa articulación que deberá conducir al pueblo a la toma del poder político es el FNRP, mismo que ha definido la creación de un brazo político, el Partido por la Libertad y la Refundación (P-LIBRE).
El FNRP se ha convertido en el legítimo conductor de las aspiraciones del pueblo hondureño, en el FNRP residen las esperanzas y los anhelos de las mayorías, siempre excluidas por los grupos de poder. Por esta encomienda recibida es que el FNRP y su conducción tienen algunas responsabilidades que no es posible eludir sin afectar fuertemente la legitimidad del mismo FNRP. Señalamos lo que a juicio del PCH son las principales responsabilidades de la conducción nacional del FNRP:

FORTALECECIMIENTO DEL FNRP
El pueblo, organizado o no, solamente reconoce y legitima al Frente Nacional de Resistencia Popular como la fuerza social y política capaz de realizar transformaciones sociales, económicas y culturales capaces de crear bienestar para las mayorías empobrecidas en Honduras. Intentar desconocer esta realidad sería tan miope como desconocer el liderazgo del coordinador actual del FNRP.
Existen varias vías, complementarias entre sí, que deben contribuir al fortalecimiento del FNRP, la democratización interna, la tolerancia de ideas y accionar ajeno, la consolidación de una propuesta de desarrollo de Honduras y la definición de un programa político hasta la consecución de una nueva sociedad hondureña, son entre otros los elementos fundamentales para el fortalecimiento del FNRP.
La democratización interna debe ser una aspiración constante, no solo de los grupos o tendencias opositoras a la actual conducción del FNRP sino también de la misma conducción nacional, debe entenderse que los tiempos actuales reclaman la democracia como práctica de cualquier articulación, especialmente la política, en el mundo entero. Recurrir a prácticas autoritarias solamente creará como producto algunas medidas dictatoriales que más temprano que tarde establecerán un divorcio entre dirigentes y dirigidos.
Una manera de contribuir a la democratización del FNRP puede ser la realización de un inventario de todas las fuerzas que se han declarado en resistencia durante estos dos años atrás, y aun mas, habría que reconocer las fuerzas emergentes que luchan contra el modelo y el sistema que retarda la liberación y la refundación de Honduras. Debe aceptarse que algunas de las agrupaciones disidentes del FNRP no han tenido cabida en el juego democrático interno.
Necesitamos tolerar las ideas contrarias para lograr crecer en conocimiento, pero también para aprender a involucrar y a no excluir a las personas y a las agrupaciones. Sobre todas las cosas es importante escuchar nuevas propuestas, aunque no sean las nuestras, para aprender a dar soluciones pertinentes a las personas, familias y comunidades que se encuentran desesperadas por su situación social y económica, solo de esta manera estaremos creando una escuela de la tolerancia, la escucha, el conocimiento y la sabiduría, elementos que nos harán gobernar de forma distinta a como lo hacen los lacayos del imperio en este instante.
Desde la necesidad de enriquecer al FNRP debería crearse un Consejo Consultivo (CC-FNRP) que asesorara a la conducción y la asamblea sobre aspectos de estrategia política y ejerciera vigilancia sobre los elementos fundamentales para la refundación de Honduras, este consejo podría crearse con la participación de todas las fuerzas organizadas durante el periodo de la resistencia. El mismo CC-FNRP debería elaborar el Programa Político del FNRP para que sea aprobado por la Asamblea y ejecutado por la conducción nacional del FNRP.

PARTICIPACIÓN REAL DE LAS Y LOS RESISTENTES
Sin lugar a dudas la esencia del parto denominado Partido Liberación y Refundación (P-Libre) es parte de acuerdos internacionales que satisfacen las necesidades e intereses de múltiples partes en el entramado político que tiene lugar en Honduras. Todos los actores y actrices se han movido por distintos tipos de intereses y necesidades, no necesariamente los mismos, y eso es parte del juego político que suelen jugar quienes detentan y quienes aspiran a detentar el poder.
En este orden de cosas para el PCH la importancia reside en no anteponer las acciones o estrategias a los principios. Es por eso que nuestra organización política ha reconocido que somos de principios sólidos y de accionar flexible.
Es muy probable que varias organizaciones del FNRP sospechen de la estrategia política electoral por algunas experiencias políticas pasadas que terminaron legitimando a la clase dominante y porque para nadie es un secreto que la decisión de la creación del brazo político del FNRP no ha sido tomada solamente por la conducción nacional de manera autónoma.
Con todo lo anterior, la sola sospecha no es suficiente para intentar deslegitimar la creación del P-LIBRE como estrategia político electoral. Lo que sí podría afectar negativamente el P-LIBRE y aun más al FNRP sería que se utilicen los absolutismos, la falta de democracia y otras mañas de los partidos tradicionales para imponer candidaturas a cargos de elección popular. El pueblo en resistencia no solo anhela bienestar y un nuevo país, también espera que sus más legítimos líderes participen en la toma de decisiones y en los cargos de elección popular.

EL PRINCIPIO DE DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS
Así como el pueblo y el gobierno cubano no olvida a sus 5 héroes después de 13 años de prisión, las y los resistentes hondureños no podemos olvidar la sangre derramada de más de un centenar de compañeras y compañeros caídos por tener ideas distintas al neoliberalismo y su sistema capitalista y por soñar con una Honduras mejor.
En tal sentido es necesario que continuemos re-viviendo el pensamiento de quienes cayeron en la lucha pero también URGE que el FNRP produzca herramientas y estrategias de defensa de los Derechos Humanos. Esos derechos: civiles, políticos, sociales, económicos y culturales deben ser ejercidos efectivamente porque los grupos de poder oligárquico los seguirán violando y no descansarán hasta imponer su voluntad a todo un pueblo en resistencia, aun a costa de su prestigio internacional tal y como lo han demostrado en los últimos 27 meses.
Alejarnos de la defensa de los derechos, alejarnos de la protesta permanente, alejarnos de los espacios de defensa de la vida, de la alimentación, del trabajo, del territorio, de nuestros pueblos originarios, de la diversidad…sería como renunciar al pueblo. Solamente la defensa del pueblo puede mantener al pueblo en resistencia.

519 años de resistencia

Tegucigalpa, 12 de octubre de 2011

Por la Libertad de Honduras
Por la Fundación de un nuevo País
Hasta la Victoria Siempre

Partido Comunista de Honduras
PCH

El Salvador: apuestas electorales y agenda del movimiento popular

El Salvador: apuestas electorales y agenda del movimiento popular
Por Roberto Pineda

Faltan seis meses para el próximo evento electoral y ya las dinámicas políticas giran alrededor de candidatos y promesas, de alianzas y coaliciones, de votantes y lucha social. A continuación se comparten algunas valoraciones sobre estos escenarios y sus actores principales.
Cruce entre apuestas electorales y agenda del movimiento popular

La sociedad salvadoreña se prepara para un nuevo evento electoral en marzo de 2012 que definirá el balance de fuerzas entre la izquierda y la derecha, afectando naturalmente al bloque de poder y a los sectores populares. El desenlace de este próximo duelo definirá hacia donde se inclinará el país.

Hacia un fortalecimiento del proyecto reformista socialdemócrata encarnado en la Administración Funes o hacia su debilitamiento, derechización y el aumento de las posibilidades de una restauración oligárquica en el 2014. E incluso hacia la profundización del proceso, lo cual no puede descartarse, aunque no es la tendencia principal.

Para utilizar una imagen gráfica, podríamos decir que en marzo de 2012 se comprobara si la fuerza de los vientos del cambio han logrado derribar la torre de la derecha y la esperanza descansa en los corazones de la gente o si por el contrario, es la fuerza de los vientos de la restauración la que logra desplegar sus banderas y tumbar los sueños de los sectores de izquierda. Cada una de las fuerzas políticas y sociales prepara sus estrategias para lograr hacer avanzar y fortalecer sus proyectos.

El presidente Funes, a mitad de su camino, y desde la envidiable posición de presidente por un solo periodo, necesita que sus aliados le permitan seguir gobernando cómodamente, sin sobresaltos. Y para esto necesita que sus aliados principales, GANA y el FMLN, salgan bien librados de esta batalla. La reciente baja en el precio del frijol y del maíz, como resultado de las políticas de reactivación del agro favorece este propósito.

Por su parte, el FMLN necesita separarse de los aspectos más desgastantes del gobierno (seguridad, costo de la vida, desempleo) y abrazarse a los aspectos más atractivos como son la salud y la educación. Y esperar que la gente comprenda las dificultades de un gobierno de coalición. Y presentarse como un partido responsable, moderado, serio, para mantener el voto de los indecisos que son altamente conservadores.

ARENA necesita derrotar políticamente al gobierno Funes y luego derrotar electoralmente al FMLN en marzo del 2012. Y la batalla política es ahora. Hic et nunc. Y es por esto que los bartenders de la propaganda arenera se esmeran en preparar un coctel publicitario que parta de dos premisas: un gobierno colapsado, derrotado, incapaz, endeudado y una población desesperada por la crisis.

El cálculo político es llegar a marzo 2012 con un país fallido, desahuciado, ahogado en la criminalidad, fracturado en sus sueños, ansioso de una salida que solo podrá ofrecérsela la restauración oligárquica. ARENA confía que la crisis misma le conceda la victoria. Si se gana la batalla política, esta asegurada la batalla electoral.

GANA confía en evadir su responsabilidad en la gestión gubernamental y presentarse como depositarios de una derecha modernizante. Y es del resultado de esta estrategia que depende el mantenimiento de la mayoría legislativa favorable al gobierno Funes.

Por su parte, el movimiento popular todavía no encuentra la formula que le permita superar su dispersión y potenciar su diversidad y fuerza. La mayoría de luchas aparecen todavía dispersas y no logran cuajar en un movimiento que adquiera una estatura nacional con un claro proyecto popular de país. Lo cotidiano y hoy hasta lo electoral nos bloquea la visión estratégica.

El estado de ánimo de los sectores populares: de la euforia a la incertidumbre

Marzo de 2009 marca la cúspide de una poderosa y diversa movilización popular conducida por el FMLN que derrotó a ARENA en las urnas. Fueron quince años de esfuerzos políticos de la izquierda que se cristalizaron ese día. El FMLN se convirtió en una poderosa maquinaria electoral que junto con una estrategia de amplias alianzas logró derrotar a la derecha en su propia cancha. Fue un momento de triunfo y euforia.

Pero a partir de ahí el panorama se fue enrareciendo. Y la movilización popular se detuvo, se congeló. Las banderas se plegaron y la gente se desmovilizo y pasó a ser espectadora de una extraña película. Y parecía como que si nos habíamos equivocado de cine. Y en esta nueva película observamos como el nombramiento de funcionarios empezó a despertar dudas sobre el rumbo del proceso. Más por los que se quedaban que por los que llegaban. Le gente esperaba que todas las caras fueran nuevas. Pero no fue así. Y no era cuestión de caras, era cuestión de fuerzas e intereses.

El 1 de junio de 2009 la atmosfera era ya de preocupación. La mención de Monseñor Romero daba mucha confianza…pero las alabanzas a Obama y Lula despertaban sospechas. ¿Hacia donde nos dirigíamos? Luego vino la abierta disputa de Funes con el FMLN. Le siguió la certeza de la presencia de Saca en Casa Presidencial. Y para colmo conocimos rápidamente de la ya proverbial irritabilidad del presidente. Y de su gusto por los carros lujosos y los parques de diversiones.

Y todo este proceso ha sido un importante aprendizaje para los sectores populares. El estado de ánimo de la gente ha pasado de la situación inicial de euforia, a dos años sostenidos de descontento y de protesta. La seguridad en el cambio se ha convertido en incertidumbre de futuro. Y en esto ha contribuido la derecha con sus campañas, pero a la vez obedece a la situación objetiva y a la incapacidad del gobierno Funes de proyectar un rumbo definido y concreto. Y estas son facturas que pueden ser cobradas.

Es un barco que avanza con dificultad. Si lo presiona la derecha, cede. Si lo presiona el movimiento popular, se resiste, y al final cede. Le interesa más mantenerse a flote que puerto de llegada. Y no confía en la gente, y la gente puede dejar de confiar en el gobierno. Y la derecha tratara de aprovechar esta situación. Y esto es peligroso, porque al final lo que tendremos será un retroceso que nos colocara de nuevo a la defensiva.

Las fuerzas sociales y sus conflictos

La sociedad salvadoreña se ha modificado profundamente. Hoy tanto los sectores poderosos como los populares son más diversos y responden a intereses y necesidades que hay que identificar y conocer, para definir una estrategia de construcción de poder popular. No podemos repetir los esquemas del manual. Mejor dicho no debemos hacerlo porque como movimiento popular nos vamos a aislar.

A nivel de clases dominantes observamos un proceso acelerado de internacionalización del aparato productivo y de su diversificación. Hay capitales colombianos, venezolanos, brasileños, suizos, españoles, sudcoreanos, estadounidenses, sudafricanos, etc., compitiendo. Algunos de estos capitales extranjeros han desplazado ya al capital nacional. Hay presencia del narcotráfico. Hay sectores emergentes, surgidos en el ultimo gobierno arenero e incluso en este nuevo periodo. Se habla hasta de una izquierda empresarial.

Hay un país del primer mundo que tiene su rostro en la Gran Vía, Las Cascadas, Multiplaza. Y este rostro de los Poma, Siman, Murray Meza, observa sorprendido y angustiado a los oscuros habitantes de La Cuchilla. O mejor dicho prefiere no verlos. Así ha sido siempre como lo retrata Escobar Velado en su Patria Exacta.

A nivel popular hay una significativa reducción de la clase obrera industrial, y agrícola. La clase obrera hoy se concentra en la maquila y en la construcción. El sector artesanal casi ha desaparecido. Y existe un crecimiento de los sectores de vendedores ambulantes así como una emigración masiva hacia Estados Unidos. Los sectores más avanzados políticamente son los empleados estatales, particularmente maestros y trabajadores de la salud. Y el sistema dominante ha logrado mediatizar a los sectores universitarios y eclesiales, que jugaron un papel destacado en el período de la Guerra Popular Revolucionaria (1980-1992).

Una derecha debilitada, dividida, pero poderosa

La derrota de marzo de 2009 modificó profundamente el sistema político salvadoreño, ya que permitió no solo la llegada al gobierno central de un partido de izquierda, el FMLN, sino la ruptura del principal partido del sistema, ARENA. Y las clases dominantes tuvieron que digerir, procesar la derrota.

Y lo primero que se propusieron fue recuperar a su propio partido, lo que lograron en noviembre del 2009 con la expulsión del expresidente Saca.

Luego pasaron a un delicado proceso de saneamiento interno que les permitiera contar con un instrumento confiable. Parece que ese proceso ha concluido. Cristiani lo condujo. Y parece que las diversas fracciones que integran ARENA han logrado un acuerdo básico de concentrar fuerzas y esfuerzos para recuperar su presencia legislativa y mantener San Salvador. El kernel de la situación radica en si tendrán la capacidad para influenciar la mente y tocar los corazones de los votantes.

El principal recurso de la derecha es la tradición histórica, ellos siempre han gobernado. Y la gente considera como “natural” que así sea. Son siglos de adoctrinamiento que deben de ser superados para adquirir la conciencia de la desobediencia al patrón. Y estos son procesos culturales y políticos que comprenden periodos de avances y de retroceso. Nuestra tarea es romper los patrones ideológicos.

La derecha en una recia ofensiva ha logrado revertir los avances realizados por la izquierda en el plano ideológico durante la década de los sesentas y setentas del siglo pasado. Hoy cuentan con think tanks, universidades e iglesias, así como con poetas, dramaturgos, historiadores e incluso antropólogos. Están revisando la historia desde una óptica de derecha para negar o debilitar el papel de la izquierda. La izquierda por su parte, construye monumentos al pasado pero ha cesado de realizar investigaciones. Y necesita urgentemente refrescar su teoría. Sistematizar su rica experiencia.

Una izquierda fortalecida y triunfalista

La experiencia acumulada por el FMLN en estos dos años de gobierno ha venido a potenciar su capacidad para conducir el país y convertirse en una fuerza nacional alternativa. Políticamente es una experimentada maquinaria electoral con un fuerte arraigo en la población. A esto se suma el impacto de su fracción legislativa y de su amplia y ya establecida presencia municipal en el Gran San Salvador y otras ciudades importantes. La XXVIII Convención recién concluida es muy significativa.

No obstante estos desarrollos positivos, existen dos grandes debilidades en la izquierda: la primera es que no se ha logrado construir un movimiento popular amplio y diversificado que acompañe y complemente los esfuerzos que se realizan desde el ejecutivo y el legislativo. Esto hace que la labor en las alturas no tenga una correspondencia en la base y la gente juegue el papel de espectadores de una disputa, en la que deberían de ser protagonistas. Romper el papel de espectador es tarea clave.
La segunda es que se ha abandonado el trabajo de elaboración teórica sobre la realidad salvadoreña, la cual se continúa analizando muchas veces con los mismos criterios y categorías del pasado. Necesitamos realizar un análisis de los nuevos desarrollos de la sociedad salvadoreña que nos permita la construcción del programa de un nuevo proyecto popular. Necesitamos disputarle a la derecha la hegemonía cultural.

Y necesitamos cuidarnos del triunfalismo y del engreimiento, que nos va alejar de la gente. El FMLN se ganó el respeto de la población porque eran los “muchachos” que sacrificaban sus vidas en la montaña para desafiar a la dictadura. Y lo hacían desde una ética de la lucha y del sacrificio.
Si la gente identifica ahora a la dirección del FMLN con privilegios de vehículos, dinero, guardaespaldas, hoteles lujosos, viajes, la gente va pensar que al final de cuentas se luchaba por obtener privilegios y no por principios. Hay que regresar a nuestras raíces de vivir con nuestro pueblo, acompañarlo en sus sufrimientos y alegrías. Ser humildes, practicar la crítica y la autocritica. Ser modestos.

Y cuidarnos del triunfalismo. La victoria contra ARENA no esta garantizada. Es un desafío. Es una victoria que hay que soñar, construir. Necesitamos arrebatarle a ARENA a esos miles de personas pobres, que votan por la derecha. Y eso requiere de mucho trabajo, de mucho esfuerzo.
Un movimiento popular con fuerza pero sin rumbo

El 1 de octubre el movimiento popular salvadoreño llenó el Pabellón Centroamericano de la Feria Internacional. Fue un gran logro. Una demostración de la vitalidad y diversidad de las organizaciones populares. Estuvieron presentes básicamente organizaciones sindicales, campesinas, y comunales de todo el país. La reunión fue un encuentro entre el movimiento popular y el FMLN. Asimismo hubo representantes de los movimientos populares de Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Este era el segundo encuentro de esta naturaleza, el primero se realizó en octubre del año pasado, y en el INSFRAMEN. Y reunirse es excelente, nos da una idea de la fuerza que representamos, pero a este encuentro popular hay que agregar la necesidad de construir una plataforma común de lucha, que nos permita identificar los escenarios, obstáculos y el sentido de victoria.

Y de nuevo combinar acertadamente la protesta con el apoyo. Respaldar las medidas progresistas del gobierno y condenar las medidas reaccionarias. Evitar convertirse en caja de resonancia de la derecha pero tampoco firmarle un cheque en blanco al presidente Funes. Evitar el activismo irracional y enfermizo así como la teorización desligada de la lucha.

Un gobierno sui generis

La realidad de nuestro desarrollo social y político ha dado lugar a contar con un gobierno de coalición, sometido a las presiones de diversas fuerzas, incluyendo claro esta, a la potencia del norte, que de manera silenciosa, diplomática, a lo Obama, impulsa su proyecto de convertir y mantener el país en una base de apoyo político y militar.

Es un gobierno con presencia del FMLN pero conducido por el presidente Funes. Inicialmente la derecha y la misma Embajada USA confiaron en romper esta alianza Funes-FMLN pero la madurez de ambas partes logró evitar este desenlace. El presidente Funes necesita al FMLN así como el FMLN necesita al presidente Funes. Parece ser que la tendencia dominante al interior de esta alianza son sectores empresariales emergentes.

El principal éxito que podrán mostrar es la capacidad para reactivar la producción agrícola, que es un factor clave para recuperar nuestra soberanía alimentaria. Y es un elemento clave ya que beneficia a miles de campesinos que fueron beneficiados con donativos de semillas y créditos blandos.

La batalla electoral

Marzo de 2012 será un termómetro para medir la viabilidad del proyecto iniciado en marzo de 2009. Sera un enfrentamiento en el que la derecha volcara todos sus recursos para garantizar mediatizar o de ser posible bloquear este proceso de cambios. La izquierda necesita mantener la ofensiva y evitar que la correlación de fuerzas favorezca a la derecha. La derecha volverá a insistir en recurrir al pánico, confiando en que este recurso basado en sentimientos primitivos, les permitirá recuperar el cetro.

El panorama internacional

La invasión y ocupación de Libia por los poderes imperiales modifica el escenario internacional a favor de los sectores guerreristas europeos y estadounidenses, que lograron imponer la guerra y salieron hasta ahora victoriosos, no obstante, la heroica y solitaria guerra de resistencia que todavía libran las fuerzas de Gadafi. El siguiente paso del plan imperial que era la invasión y ocupación de Siria se ha complicado por la firme posición de Rusia y de China. En esa misma región, la Autoridad Palestina por medio de su presidente Maumud Amas hace un esfuerzo diplomático por lograr su aceptación como país en las Naciones Unidas, esfuerzo que el gobierno salvadoreño respalda.

Los escenarios posibles

Puede avizorarse tres escenarios: el de una derrota aceptable/humillante de la derecha, el de la coexistencia de fuerzas y el de una derrota aceptable/humillante de la izquierda.

En el primer escenario ARENA no logra reponerse de la derrota del 2008 y el diseño electoral de Cristiani basado en el aprovechamiento de la crisis generalizada no da resultado, y la fracción de ARENA no recupera su acumulación histórica. Esta es una posibilidad real dado que este partido no termina de recuperarse. El FMLN sueña con este desenlace, que puede ser aceptable o humillante.

El segundo escenario es el de una distribución popular salomónica de los votos, que obligue tanto al Ejecutivo como al FMLN a cabildear y buscar alianzas temporales para impulsar sus proyectos. El presidente Funes sueña con este desenlace. Este es el resultado más probable.

El tercer escenario es el de una derrota aceptable o humillante de la izquierda, que sea el resultado no solo de la crisis que vive la población y el incumplimiento de promesas electorales sino también de peligrosas y controversiales decisiones en el nombramiento de alcaldes y diputados. O en actitudes y acciones de alcaldes, ministros o diputados.-

Roberto Pineda San Salvador, 10 de octubre de 2011

Palabras de Salvador Sanchez Ceren en XXVIII Convención de FMLN

Salvador Sánchez Cerén: Palabras Acto de Juramentación de candidatos a Alcaldes, Alcaldesas, Diputados y Diputadas FMLN. XXVIII Convención FMLN

Un fuerte abrazo a todos los hermanos y hermanas militantes que vienen desde el interior del país, ¡este partido los quiere, los ama!

Quiero saludar a todos nuestros candidatos y candidatas a diputados, diputadas, alcaldes y alcaldesas.

Antes de proceder a la juramentación quiero compartir con ustedes, con todos y todas, algunas reflexiones de lo que implica en este momento histórico, esta responsabilidad que tenemos no solo con el Partido, sino esa responsabilidad que tiene el FMLN con el pueblo salvadoreño. No debemos permitir que regrese ARENA, no debemos permitir regresar al pasado, esa es la gran tarea histórica que tenemos por delante.

Estas reflexiones que comparto con ustedes son producto de esa larga lucha del pueblo salvadoreño, son producto de ese sacrificio y de la vida de miles y miles de salvadoreños y salvadoreñas que han creído en este país, que este país puede alcanzar bienestar para la familia, para el niño, para la niña; son producto de más de 80 años de luchas.

Compañeros delegados y delegadas de esta vigésima octava convención nacional ordinaria, permítame compartir con ustedes mis consideraciones de lo que significa para mí esta juramentación.

El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional FMLN, en su trigésimo primer aniversario, es parte de la historia de nuestro pueblo trabajador, es el conductor de cambios y transformaciones en El Salvador en la construcción de una nueva sociedad que proporcione bienestar a nuestra población.

Desde el año de 1930 a 1980 lideró cincuenta años de resistencia y lucha contra la dictadura militar, resistencia histórica conducida por el Partido Comunista de El Salvador.

Dirigentes nacidos del pueblo emprendieron una larga lucha de resistencia contra la dictadura y por la democracia.

Solicito que rindamos homenaje a todos ellos y ellas, que les brindemos un fuerte aplauso porque le dieron continuidad a la lucha del pueblo salvadoreño.

Especialmente nuestro reconocimiento a Agustín Farabundo Martí y a nuestro recordado y querido dirigente Schafik Jorge Hándal.

En 1970 surgieron las organizaciones políticos militares y las organizaciones revolucionarias de masas, que le impregnaron un giro fundamental a la lucha del pueblo salvadoreño, éste pueblo pasó a la ofensiva estratégica y la dictadura militar a la defensiva estratégica.

Desde 1980 hasta 1992 se desplegó la Guerra Revolucionaria, se abrieron nuevos frentes de lucha, se continuó con la lucha organizada del pueblo, se abrió el frente diplomático e internacional, y concluyó con la firma de los Acuerdos de Paz, que pusieron fin a la dictadura militar y se inició el período histórico de de la Revolución Democrática en El Salvador.

A partir de 1992, se desplegó la lucha político electoral por la democracia, perfeccionarla y como liderarla fue su objetivo y se trabajó por su consolidación, impulsando una estrategia con cambios graduales con miras a realizar las transformaciones revolucionarias, cuyo propósito estratégico es la construcción de una nueva sociedad, que tiene como fin la felicidad y el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas y de la familia salvadoreña.

En el año 2009 el pueblo salvadoreño dio la victoria electoral al FMLN ganamos la presidencia del país, en alianza con sectores sociales y fuerzas democráticas de El Salvador.

En estos dos años podemos afirmar que se inició una nueva etapa caracterizada por mas democracia que se ha fortalecido, con un mayor mejoramiento de las instituciones, que pusieron en marcha gradual las soluciones de los problemas históricos de la población, como la marginación, la desigualdad, el combate a la pobreza, mejorando los servicios de salud, educación, gobernando y administrando de forma transparente y honesta los recursos del pueblo.

Desde 1994 nos convertirnos en la segunda fuerza política del país, logramos un proceso sostenido de victorias municipales y legislativas. El ejercicio del poder municipal y legislativo nos permitió acumular experiencia político – electoral y capacidad para gobernar, el FMLN fortaleció su unidad, su cohesión con el pueblo salvadoreño, sus ideales y principios, convertidos en soluciones a sus problemas, fueron la fuerza capaz de penetrar en la conciencia y corazón del pueblo, toda esta fuerza popular política, electoral, lograda a partir del sacrificio, la conducción inteligente, ejemplar, honesta y de identidad con los más necesitados permitió unir a la base del partido con sectores empresariales, intelectuales golpeados por las políticas de ARENA.

La confianza de pueblo nos permitió ganar la presidencia del país, derrotar y terminar con 20 años de gobiernos del partido ARENA, y pasamos a convertirnos en la primera fuerza política del país e iniciamos la acumulación de experiencia de cómo gobernar desde el ejecutivo, lo que ha permitido demostrarle al pueblo salvadoreño nuestra capacidad de gobernar, desarrollada desde 1994.

Es de suma importancia para nuestros candidatos a alcaldes y alcaldesas, para nuestros diputados y diputadas, recordar y hacer compromiso consciente, hoy que serán juramentados, deben poner su liderazgo en función del pueblo, aplicar sus capacidades para construir alianzas, entendimientos, evidenciar sus valores de solidaridad, humanismo, justicia, honestidad y su capacidad de sacrificio por el pueblo.

Yo les pido a aquellos candidatos y candidatas que tienen alguna duda de que el proceso de cambio se ha iniciado que reflexionen, la victoria electoral va a depender de si tenemos la capacidad de demostrarle al pueblo que la continuidad del cambio solo es posible con el FMLN, esta es la clave para depositar la llama de la esperanza en nuestro pueblo.

De eso dependerá movilizar a toda la base del partido, ganar al pueblo salvadoreño, concientizarlo sobre la necesidad de continuar el cambio y transformaciones iniciadas a partir del 1 de junio de 2009. Debemos llevar la esperanza de que el cambio sólo es posible con el FMLN.

Mantener las alcaldías ganadas y a ganar aquellas gobernadas por la derecha, nuevas cabeceras departamentales y reconquistar la capital San Salvador esa es nuestra apuesta estratégica, y ese es el compromiso que ustedes han asumido aquí delante de todas las bases del partido y delante del pueblo salvadoreño.

Mantener la actual mayoría de diputados en la asamblea legislativa y ganar nuevos diputados, son metas posibles y la garantía de la victoria electoral del 2014.

El 2014 debe ser la continuidad del cambio y las transformaciones, y eso solo es posible con el triunfo del FMLN.

El liderazgo, óigase bien, el liderazgo que hoy formalmente les entregan las bases del partido, lo deben poner en función de ser agentes de cohesión y unidad del partido, esto es de importancia estratégica, trabajar por la unidad y cohesión, no significa anular la crítica del pueblo; entender la importancia de la permanente autocritica al interior del partido, pues nuestro partido perdería su capacidad de ser un sujeto cambiante a partir de las demandas del pueblo, perderíamos nuestro dinamismo interno, esto es la garantía para liderar las ideas y planteamientos que surgen de las principales necesidades del pueblo por alcanzar su bienestar y consolidar la democracia salvadoreña.

La cohesión y unidad del partido significa fortalecer nuestra formación política e ideológica, para desarrollar nuestra conciencia, practicar la crítica y la autocrítica, elevar la capacidad de adecuar nuestros principios a la realidad, todo ello es determinante para que nuestras ideas penetren en la conciencia del pueblo y nos convirtamos en un partido con capacidad de seguir conduciendo al pueblo.

Los valores de la ética y la moral son fortalezas del partido que el pueblo ve a través de sus militantes y dirigentes, y sus candidatos, por ello la superación personal de nuestras debilidades como seres humanos, nos permiten una mejor comunicación con el pueblo y ser respetados y queridos por el pueblo.

Nuestro partido se debe al pueblo salvadoreño, la campaña que se avecina nos permitirá una comunicación más sistemática con él y esto fortalecerá la unidad y cohesión del partido.

Yo quiero felicitar a todo el partido, su base, militancia, dirigencia, a nuestra Comisión Política y a nuestro Secretario General Medardo González por conducir con mucha sabiduría la etapa previa a la Convención que ha dado como resultado la elección de los candidatos a alcaldes y diputados, que este día se juramentarán.

Es de reconocer la capacidad de nuestra dirección de escuchar a las bases y tomar decisiones que pudieron incomodar a algunos dirigentes en un primer momento y también reconocer la capacidad para cambiar decisiones donde se ameritaba, y sostener aquellas decisiones que era necesario mantener, por ello los felicito y pido un fuerte aplauso para esta Dirección que ha conducido de forma sabia este proceso.

En toda nuestra historia de lucha, el pueblo de forma organizada ha sido el actor principal, y siempre ha estado en nuestro partido presente la capacidad de unir a las fuerzas progresistas de la sociedad. Al inicio de nuestra lucha logramos la alianza FMLN-FDR, aglutinador social y político que nos acompañó, durante la Guerra Revolucionaria, el diálogo y la negociación que hicieron posible los Acuerdos de Paz.

En la lucha político electoral, construimos, entendimientos y alianzas con todas aquellas fuerzas que fueron golpeadas por las políticas económicas areneras, alcanzamos la victoria electoral, llegamos al poder ejecutivo y hoy gobernamos al país.

Hoy debemos unir a todas aquellas fuerzas político- sociales, empresariales que estén dispuestas a continuar con el proceso de cambio iniciado y que no quieren el regreso de ARENA.

Para conducir la construcción de nuevas alianzas debemos despojarnos de toda posición sectárea y dogmática, comprender que junto al FMLN existan otras fuerzas capaces para liderar juntos este proceso de cambio y juntos hacer realidad la continuidad del cambio y la transformación.

Hoy nuestra acción y lucha se desarrolla en nuevos escenarios totalmente diferentes al de los años 1980s. A la coyuntura electoral que hizo posible el triunfo del 2009, ahora es más evidente el fracaso total del neoliberalismo y la profunda crisis del sistema capitalista, pero también debemos asumir muy responsablemente que el cambio y las transformaciones no son palpables y evidentes para algunos sectores de la población y que existe un pujante movimiento de capas medias y sectores populares que alzan su voz en medio de la incertidumbre que muchas veces es aprovechada y liderada, por las fuerzas de la derecha.

Hoy más que nunca, debemos ser acuciosos en nuestro análisis, investigar sus causas, actualizar nuestro conocimiento y la nueva forma de relacionarnos con la población, con la sociedad.

La pasividad y la inercia es mala consejera y vuelve al FMLN y a su fuerza revolucionaria pasiva y pierde su capacidad de liderar y conducir al pueblo en cada coyuntura, en la cual debemos estar juntos al pueblo.

Tener la certeza que los cambios se generan y se producen en el pueblo, que solo estando en él, junto a él, se es capaz de conducir al pueblo y no sólo en la campaña electoral, cuando se gana o se pierde electoralmente, debemos estar más junto al pueblo, ahí se encuentran las respuestas, en todo momento, aún en las coyunturas más difíciles, hoy tenemos motivos para estar con él, para convencerlos y ganarlos a que voten por el FMLN, por ello debemos ganar su mente y su corazón y no despegarnos nunca de él.

Solamente la vinculación al pueblo y nuestro profundo amor a él, así como la capacidad de mantener actualizado nuestros conocimientos, sabiendo además liberarnos de nuestras debilidades ideológicas, serán condiciones para no caer en la tentación del dogmatismo ni de análisis simplistas y superficiales, no debemos perder nuestra convicción y compromisos con nuestros ideales, tenemos que fortalecer nuestra capacidad de ubicarnos conscientemente en cada momento histórico sobre todo en una época tan compleja y tan contradictoria que requiere mucha sabiduría, inteligencia y capacidad de conducción.

No olvidemos que en esta coyuntura la derecha no está en capacidad de liderar ni conducir las transformaciones necesarias para alcanzar el tan anhelado bienestar del pueblo, sus ideas están en crisis y han sido derrotadas a lo largo de nuestra historia. El FMLN se ha mantenido a la ofensiva estratégica desde los años 1980s, por lo tanto, son nuestras ideas de cambio y la transformación las que hacen posible conducir al pueblo en esta coyuntura, que debe ser de continuidad.

Como FMLN estamos en la obligación de deliberarlas, ponerlas en nuestros programas y saberlas difundir y tener la capacidad que el pueblo las convierta en suyas y convencerlos de votar y acompañar al FMLN en su lucha.

Desde el surgimiento del Partido Comunista de El Salvador en 1930, el surgimiento de las organizaciones político militar entre 1972 a 1975 y la decisión de cinco organizaciones revolucionarias en 1980 para formar el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional FMLN.

Durante estos más de treinta y un años de existencia ha sido una cualidad de nuestra dirigencia, base y militancia el mantener la lealtad al partido, a su dirigencia y al pueblo, a 31 años de existencia sigue siendo para nuestro partido una condición fundamental para alcanzar el triunfo electoral.

El FMLN sin duda alguna ha sido el gran gestor de la continuidad de lucha por el bienestar de nuestra patria, esto nos ha permitido un profundo reconocimiento internacional, ganar el respeto de la izquierda en el mundo y principalmente, querido por la mayoría del pueblo pobre y marginado.

No debemos olvidar que todos pertenecemos a este partido que representa al pueblo pobre y excluido, porque este es un partido político pero también es un sujeto social basado en principios y normas, pero principalmente fortalecido por nuestros compromisos de lealtad al FMLN, a su dirigencia, a su Secretario General y por lo tanto al pueblo salvadoreño.

Este partido, llamado FMLN, es un partido de una larga historia, arraigado en la conciencia y el corazón del pueblo, con una profunda capacidad de adecuarse a los cambios históricos de nuestra sociedad, que mantiene sus principios, debe seguir poniendo en alto su legítima aspiración revolucionaria de construir una nueva sociedad que proporcione desarrollo y bienestar a la mayoría del pueblo salvadoreño, sin debilitar sus libertades, sin comprometer nuestra independencia y soberanía que emana del pueblo y respetar su legitimo derecho de aspirar a una vida en libertad, progresos, bienestar y justicia social.

En ningún momento debe olvidarse a nuestros héroes y heroínas, en especial a nuestros combatientes y en general a todos aquellos que murieron levantando en alto la causa de la revolución.

No solo debemos respetarlos, sino también debemos conocerlos, estudiar y dominar su pensamiento en especial de aquellos hombres y mujeres que trascendieron nuestras fronteras y son referentes de la causa revolucionaria a nivel mundial. Por ello rendimos un homenaje con un fuerte aplauso a Agustín Farabundo Martí, a Schafik Jorge Hándal y a Mélida Anaya Montes, comandante Ana María.

Esta juramentación de nuestros candidatos a alcaldes, alcaldesas, diputados y diputadas, a pocas horas de un nuevo aniversario del FMLN, en el segundo año de participación en el gobierno y en el marco de esta nueva etapa histórica caracterizada por la complejidad y a veces contradictoria, pero en un contexto nacional propio, salvadoreño, de cambios, debe significar para nosotros el profundo compromiso en la continuidad por alcanzar el bienestar de nuestro pueblo.

También es un compromiso poner en juego nuestros mejores valores y capacidades, y no fallarle a la confianza de miles y miles de militantes de este partido y su dirección, a comprometernos a realizar una campaña innovadora con modalidades nuevas y creativas, en la comunicación y movilización de nuestros ciudadanos y ciudadanas, salirse del marco tradicional de los procesos electorales que no comprometen al pueblo en mecanismos de participación, base de la construcción del poder popular.

La meta, ya se dijo acá, debe ser alcanzada: mayor número de diputados y gobiernos locales, para ello se requiere de un permanente monitoreo y evaluación de las propuestas y plataformas presentadas que nos permita irlas perfeccionando, y que contribuyan a la concertación con todos las fuerzas políticas y sociales comprometidas con el proceso de cambio y transformaciones.

Estas son mis reflexiones que les quería trasladar, y que muchas de ellas ustedes las practican, muchas de ellas ustedes las hacen realidad, pero yo he tratado de recordarles, recordarles que la movilización del pueblo, que la movilización del partido va a depender del sacrificio de cada uno de nosotros los dirigentes, los candidatos y candidatas, y los hombres y mujeres, que van más allá de nuestro partido, comprometidas con el cambio en este país.

Finalmente permítame proceder a juramentación.

Les pido a los candidatos a alcaldes, alcaldesas, diputados y diputadas, levantar su mano izquierda:

¿Juran bajo vuestra palabra de honor cumplir nuestra constitución y demás leyes de la República, nuestros estatutos y su carta de principios?

¡Si juramos!

Si así lo hicieren que la patria y nuestro partido los premien, sino lo hiciereis que la patria, nuestro partido y el pueblo os lo demanden.”

¡Un fuerte aplauso para todos estos hombres y mujeres que van a luchar una nueva gesta histórica, y vamos a ganar más alcaldes y diputados!

Viva el FMLN

Viva El Salvador

Viva nuestro pueblo trabajador

Iglesia Luterana Popular presente en XXVIII Convención del FMLN

SAN SALVADOR, 9 de octubre de 2011 (SIEP) “Esta Convención del FMLN es una extraordinaria demostración de fuerza política y refleja la voluntad de seguir impulsando el actual proceso de cambios iniciado en marzo de 2009…” opinó el Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

Desde su surgimiento en marzo de 2005 la Iglesia Luterana Popular, ILPES ha acompañado las diversas jornadas de lucha que ha impulsado el FMLN, en especial estuvo presente durante las campañas presidenciales de Schafik Handal y de Mauricio Funes.

Pineda agregó que “felicitamos ala dirección del FMLN por este esfuerzo y reiteramos nuestra decisión d seguir acompañando los esfuerzos por transformar esta realidad de injusticia que sigue prevaleciendo en nuestro país, por medio de la organización, concientización y movilización de los sectores populares.”

Por su parte, el Rev. Ricardo Cornejo enfatizo que “nos hemos hecho presentes con nuestras comunidades de fe y de vida de todo el país, estamos aquí porque somos conscientes de la necesidad de unir fuerzas para seguir derrotando a la derecha,. Par seguir haciendo los cambios que el país necesita.”

Concluyo que “sentimos el espíritu de Schafik Handal presente en esta reunión, en la alegría de encontrarnos entre revolucionarios, en el compromiso de luchar por los más humildes, y en la convicción que vamos hacia la victoria, este pueblo se merece seguir cosechando triunfos y avances.”