PNL nomina a Humberto Carrillo para Candidato a Alcalde de Ayutuxtepeque

AYUTUXTEPEQUE, 1 de octubre de 2011 (SIEP) La Directiva Municipal del Partido Liberal Nacional, PNL, luego de concluir una extensa consulta con las comunidades, decidió esta tarde nominar a Humberto Carrillo como Candidato a Alcalde para las elecciones de marzo del próximo año.

Humberto Carrillo, forma parte en la actualidad Concejo Municipal 2009-2012, y anteriormente fue Alcalde Municipal, 2006-2009 y Síndico 2003-2006 por el partido FMLN. El PNL es un partido de centro izquierda, legalmente constituido, que acompañó en el 2004 la candidatura de Schafik Handal y en el 2009 la de Mauricio Funes.

Explicó Carrillo que “cambiar de partido ha sido una de las decisiones más difíciles que he tomado. Pero al final pienso que defender los intereses populares y luchar por el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestro municipio han sido los principios que han marcado y siguen marcando mi pensamiento y acción en la política.”

Señaló que “a principios de año nos sometimos a una consulta interna como precandidato del FMLN, recogimos y presentamos ante la dirección nacional, departamental y municipal de ese partido, más de 800 firmas de simpatizantes y amigos que respaldaron mi candidatura. Y no escucharon la voz de nuestra gente. Duele…”

“Y al final impusieron y por segunda ocasión a una persona que no ha llenado las expectativas populares, y consideramos que no se respetó la voluntad popular, lo cual coloca a nuestro municipio en peligro de caer en manos de la derecha. Asumo la responsabilidad de propiciar un gobierno municipal que haga obras de beneficio para las comunidades, como lo hice durante mi gestión. El pueblo tiene la palabra…”

El gran capital y el nuevo mapa empresarial

El gran capital y el nuevo mapa empresarial

Escrito por Roberto Rubio-Fabián
Lunes, 03 octubre 2011 00:00

rubiofabian@telesal.net

Con frecuencia las declaraciones públicas y análisis referidos al empresario o al sector privado se hacen de forma genérica y estereotipada, sea como parte de una crítica o de una defensa: “los que de verdad mandan son los grandes empresarios”, “los empresarios no quieren pagar impuestos”, “los empresarios no invierten”, o bien, “gracias a los empresarios el país ha salido adelante”, “el gran capital es serio y responsable”, “el sector privado es creativo y emprendedor”, etcétera. Valga señalar que detrás del concepto o palabra empresario existe una amplia, variada y compleja realidad: grandes, medianos, pequeños y micro empresarios, formales e informales, formales con operaciones informales e informales con operaciones formales, empresas cooperativas y asociativas, empresas transnacionalizadas, regionalizadas o de estricto ámbito nacional o local, de exportación y/o importación, de bienes y/o servicios, rurales o urbanas, etcétera.

De la misma forma, detrás del concepto o palabra “gran empresario” o “gran capital”, existe también una diversidad y complejidad. Por tanto, debemos analizar a este sector con más detalle y precisión.

Antes de los años cincuenta era menos complejo identificar al gran capital. Aunque siempre había diversidades en su seno, el gran empresario era sinónimo del gran agroexportador. Con los procesos de urbanización e industrialización de los años cincuenta y sobre todo de los sesenta y setenta, gran parte del gran capital agroexportador se diversificó en torno a las grandes empresas industriales de sustitución de importaciones, siempre sin dejar sus raíces en la lucrativa actividad agroexportadora. Durante la guerra de los ochenta fue emergiendo otro segmento del gran capital, los grandes operadores del comercio y la importación, con menos raíces agroexportadoras, pero alimentados por el reciclaje de la ayuda norteamericana y un casi postrado aparato productivo nacional.

A principios de los noventa, el mapa se fue complejizando, entrando en escena los grandes capitales formados a partir de la privatización de los servicios bancarios, y posteriormente de comunicaciones, distribución de energía y pensiones. Al mismo tiempo se reforzaba el peso de los actores vinculados al gran comercio y la importación, así como de aquellos con importantes inversiones en el exterior. Dentro de este complejo entramado empresarial, los sectores vinculados a los servicios, especialmente financieros y comerciales, tuvieron una influencia determinante sobre el partido en el poder y el gobierno de turno durante buena parte de los noventa y los 2000.

A partir de mediados de los años 2000, con la venta de los bancos y otras importantes empresas nacionales a empresas extranjeras, estos sectores del capital pierden influencia política; mientras otros, más vinculados al capital nacional en comercio y comunicaciones, la aumentan. A esto se suma que el mismo presidente llega a ser parte del gran capital. En este período se potencia el poder e influencia de ciertos sectores importadores, en sintonía con nuestra dinámica consumista.

En ese contexto se desarrolla el creciente poder e influencia de los importadores-exportadores de ilícitos (drogas, personas, armas, vehículos usados/robados), en detrimento de los lícitos. A ello se añaden algunos nuevos funcionarios públicos corruptos que, siguiendo la tradición histórica, tratan de hacer fortuna lo más pronto posible durante su paso por el gobierno. El mapa de poder empresarial se complejiza aún más con la reciente irrupción de la “izquierda empresarial”, ahora con importante presencia e influencia en distintas esferas del Estado.

Se ha creado así un mapa de poder empresarial más complejo y multifacético, no fácil de descifrar. Por tanto, no es adecuado hablar en general de “grandes empresarios” o “gran capital”. Los hay honestos y constructivos, como los hay pícaros y destructivos de todos los colores y sabores. Si no se hace el esfuerzo de bajar al detalle y la precisión, los buenos seguirán pagando la factura del pecado de los malos. El mapa de poder e influencia ha cambiado. No podemos seguir con frases trilladas y vacías de contenido, sea para criticar o para defender el genérico “gran empresario”. De no hacerlo, estamos condenados a no entender lo que pasa en el Olimpo y alrededores.

El nuevo “sistema-mundo”

El nuevo “sistema-mundo”
Ignacio Ramonet
Le Monde Diplomatique

Cuando se acaban de cumplir diez años desde los atentados del 11 de septiembre y tres años desde la quiebra del banco Lehman Brothers ¿cuáles son las características del nuevo “sistema-mundo”?
La norma actual son los seísmos. Seísmos climáticos, seísmos financieros y bursátiles, seísmos energéticos y alimentarios, seísmos comunicacionales y tecnológicos, seísmos sociales, seísmos geopolíticos como los que causan las insurrecciones de la “Primavera árabe”…

Hay una falta de visibilidad general. Acontecimientos imprevistos irrumpen con fuerza sin que nadie, o casi nadie, los vea venir. Si gobernar es prever, vivimos una evidente crisis de gobernanza. Los dirigentes actuales no consiguen prever nada. La política se revela impotente. El Estado que protegía a los ciudadanos ha dejado de existir. Hay una crisis de la democracia representativa: “No nos representan”, dicen con razón los “indignados”.

La gente constata el derrumbe de la autoridad política y reclama que ésta vuelva a asumir su rol conductor de la sociedad por ser la única que dispone de la legitimidad democrática. Se insiste en la necesidad de que el poder político le ponga coto al poder económico y financiero. Otra constatación: una carencia de liderazgo político a escala internacional. Los líderes actuales no están a la altura de los desafios.
Los países ricos (América del Norte, Europa y Japón) padecen el mayor terremoto económico-financiero desde la crisis de 1929. Por primera vez, la Unión Europea ve amenazada su cohesión y su existencia. Y el riesgo de una gran recesión económica debilita el liderazgo internacional de Norteamérica, amenazado además por el surgimiento de nuevos polos de poderío (China, la India, Brasil) a escala internacional.

En un discurso reciente, el Presidente de Estados Unidos anunció que daba por terminadas “las guerras del 11 de septiembre”, o sea las de Irak, de Afganistán y contra el “terrorismo internacional” que marcaron militarmente esta década. Barack Obama recordó que “cinco millones de Americanos han vestido el uniforme en el curso de los últimos diez años”. A pesar de lo cual no resulta evidente que Washington haya salido vencedor de esos conflictos. Las “guerras del 11 de septiembre” le costaron al presupuesto estadounidense entre 1 billón (un millón de millones) y 2,5 billones de dólares. Carga financiera astronómica que ha tenido repercusiones en el endeudamiento de Estados Unidos y, en consecuencia, en la degradación de su situación económica.

Esas guerras han resultado pírricas. En cierta medida, finalmente, Al Qaeda se ha comportado con Washington de igual modo que Reagan lo hizo con respecto a Moscú cuando, en los años 1980, le impuso a la URSS una extenuante carrera armamentística que acabó agotando al imperio soviético y provocando su implosión. El “desclasamiento estratégico” de Estados Unidos ha empezado.

En la diplomacia internacional, la década ha confirmado la emergencia de nuevos actores y de nuevos polos de poder sobre todo en Asia y en América Latina. El mundo se “desoccidentaliza” y es cada vez más multipolar. Destaca el rol de China que aparece, en principio, como la gran potencia en ciernes del siglo XXI. Aunque la estabilidad del Imperio del Medio no está garantizada pues coexisten en su seno el capitalismo más salvaje y el comunismo más autoritario. La tensión entre esas dos fuerzas causarà, tarde o temprano, una fractura. Pero, por el momento, mientras declina el poderío de Estados Unidos, el ascenso de China se confirma. Ya es la segunda potencia economica del mundo (por delante de Japón y Alemania). Además, por la parte importante de la deuda estadouninese que posee, Pekín tiene en sus manos el destino del dólar…

El grupo de Estados gigantes reunidos en el BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) ya no obedece automáticamente a las consignas de las grandes potencias tradicionales occidentales (Estados Unidos, Reino Unido, Francia) aunque éstas se sigan autodesignando como “comunidad internacional”. Los BRICS lo han demostrado recientemente en las crisis de Libia y de Siria oponiéndose a las decisiones de las potencias de la OTAN y en el seno de la ONU.

Decimos que hay crisis cuando, en cualquier sector, algún mecanismo deja de pronto de funcionar, empieza a ceder y acaba por romperse. Esa ruptura impide que el conjunto de la maquinaria siga funcionando. Es lo que está ocurriendo en la economía desde que estalló la crisis de las sub-primes en 2007.

Las repercusiones sociales del cataclismo económico son de una brutalidad inédita: 23 millones de parados en la Unión Europea y más de 80 millones de pobres… Los jóvenes aparecen como las víctimas principales. Por eso, de Madrid a Tel Aviv, pasando por Santiago de Chile, Atenas y Londres, una ola de indignación levanta a la juventud del mundo.

Pero las clases medias también están asustadas porque el modelo neoliberal de crecimiento las abandona al borde del camino. En Israel, una parte de ellas se unió a los jóvenes para rechazar el integrismo ultraliberal del Gobierno de Benjamín Netanyahu.

El poder financiero (los “mercados”) se ha impuesto al poder político, y eso desconcierta a los ciudadanos. La democracia no funciona. Nadie entiende la inercia de los gobiernos frente a la crisis económica. La gente exige que la política asuma su función e intervenga para enderezar los entuertos. No resulta fácil; la velocidad de la economía es hoy la del relámpago, mientras que la velocidad de la política es la del caracol. Resulta cada vez más dificil conciliar tiempo económico y tiempo político. Y también crisis globales y gobiernos nacionales.

Los mercados financieros sobrerreaccionan ante cualquier información, mientras que los organismos financieros globales (FMI, OMC, Banco Mundial, etc.) son incapaces de determinar lo que va a ocurrir. Todo esto provoca, en los ciudadanos, frustración y angustia. La crisis global produce perdedores y ganadores. Los ganadores se encuentran, esencialmente, en Asia y en los países emergentes, que no tienen una visión tan pesimista de la situación como la de los europeos. También hay muchos ganadores en el interior mismo de los países occidentales cuyas sociedades se hallan fracturadas por las desigualdades entre ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres.

En realidad, no estamos soportando una crisis, sino un haz de crisis, una suma de crisis mezcladas tan intimamente unas con otras que no conseguimos distinguir entre causas y efectos. Porque los efectos de unas son las causas de otras, y asi hasta formar un verdadero sistema. O sea, nos enfrentamos a una crisis sistémica del mundo occidental que afecta a la tecnología, la economía, el comercio, la política, la democracia, la guerra, la geopolítica, el clima, el medio ambiente, la cultura, los valores, la familia, la educación, la juventud, etc.

Vivimos un tiempo de “rupturas estratégicas” cuyo significado no comprendemos. Hoy, Internet es el vector de la mayoría de los cambios.
Casi todas las crisis recientes tienen alguna relación con las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información. Los mercados financieros, por ejemplo, no serían tan poderosos si las órdenes de compra y venta no circulasen a la velocidad de la luz por las autopistas de la comunicación que Internet ha puesto a su disposición. Más que una tecnología, Internet es pues un actor de las crisis. Basta con recordar el rol de WikiLeaks, Facebook, Twitter en las recientes revoluciones democráticas en el mundo árabe.

Desde el punto de vista antropológico, estas crisis se están traduciendo por un aumento del miedo y del resentimiento. La gente vive en estado de ansiedad y de incertidumbre. Vuelven los grandes pánicos ante amenazas indeterminadas como pueden ser la pérdida del empleo, los choques tecnológicos, las biotecnologías, las catástrofes naturales, la inseguridad generalizada… Todo ello constituye un desafio para las democracias.

Porque ese terror se transforma a veces en odio y en repudio. En varios países europeos, ese odio se dirige hoy contra el extranjero, el inmigrante, el diferente. Está subiendo el rechazo hacia todos los “otros” (musulmanes, gitanos, subsaharianos, “sin papeles”, etc.) y crecen los partidos xenófobos.

Otra grave preocupación planetaria: la crisis climática. La conciencia del peligro que representa el calentamiento general se ha extendido. Los problemas ligados al medio ambiente se están volviendo altamente estratégicos. La próxima Cumbre mundial del clima, que tendrà lugar en Rio de Janeiro en 2012, constatarà que el número de grandes catástrofes naturales ha aumentado así como su carácter espectacular. El reciente accidente nuclear de Fukushima ha aterrorizado al mundo. Varios gobiernos ya han dado marcha atrás en materia de energía nuclear y apuestan ahora –en un contexto marcado por el fin próximo del petróleo– por las energías renovables.

El curso de la globalización parece como suspendido. Se habla cada vez más de desglobalización, de descrecimiento… El péndulo había ido demasiado lejos en la dirección neoliberal y ahora prodría ir en la dirección contraria. Ya no es tabú hablar de proteccionismo para limitar los excesos del libre comercio, y poner fin a las deslocalizaciones y a la desindustrialización de los Estados desarrollados. Ha llegado la hora de reinventar la política y de reencantar el mundo.

La democracia del Banco Mundial y del FMI

Lunes, 03 de Octubre de 2011 / 11:31 h
La democracia del Banco Mundial y del FMI

Dagoberto Gutiérrez
Sabemos que El Salvador tiene un gobierno democrático porque así los dice la Constitución, pero no siempre sabemos que actualmente las democracias, al ser las sustitutas de anteriores dictaduras en el continente, constituyen, en realidad, los instrumentos neoliberales para producir más neoliberalismo.

Se trata de un proceso de control, de apropiación y de compra, y más bien dicho, es un nuevo colonialismo, en donde no son los Estados ocupantes de los siglos anteriores que ocupaban los territorios a sangre y fuego, sino son poderosos compañías transnacionales que apoyadas por sus Estados compran a las democracias para construir poderosos mercados que sometan a los Estados de las sociedades convertidas en centros de consumo y de producción de consumidores.

El Salvador fue convertido después de la guerra de 20 años, en un laboratorio neoliberal democrático, con dos partidos políticos como pilares institucionales, con clausura de todo movimiento social que protestara o reclamara. Con dos edulcorantes en la realidad: la paz y el acceso al gobierno de la antigua insurgencia.

Este diseño supuso siempre una paz social prolongada y segura y un país controlado y sin estallidos. En definitiva, todo un laboratorio neoliberal, con reino total del mercado, con plena privatización y también con plena quietud social. En cierto modo, esto lo podemos comprobar cuando El Salvador resulta ser la sede más confiable y permanente de eventos internacionales que reúne a mandatarios de la región y del continente, y sede también de reuniones de la OEA y de ramificados organismos internacionales. Todo esto ocurre sin que se dé ninguna protesta ni reclamo.

El gobierno de Funes puede, así, ufanarse de gobernar un país estable, confiable para los organismos internacionales y con una economía que satisface a todos los sectores. Toda esta puesta en escena resulta contradictoria porque las piezas del tablero que han sido magistralmente diseñadas, en realidad chocan una y otra vez con la terca realidad real. Porque esta democracia comprada ha terminado con la buena fe y hasta la inocencia de millones de personas en un país que confió en la paz de celofán y papel de china, que esperó que el fin de la guerra fuera la paz, que celebró victorias electorales de lo que entendió que era la antigua insurgencia heroica y brillante, convertida en un partido político opositor, y finalmente, todo un pueblo que confió en mejorar su vida, en aquel momento en que un partido oficial es derrotado electoralmente, y el poder ejecutivo pasa a ser controlado, por primera vez en la historia de este país, y por vía electoral democrática, por fuerzas que no provenían de la derecha política tradicional.

Como vemos, se trata de todo un proceso objetivo y subjetivo en el que están empeñadas las estructuras políticas y económicas del país tradicional que conocemos, y la subjetividad poderosa de un pueblo que no renuncia a la esperanza, pero que está aprendiendo, a fuerza de desencanto y desengaños, que la única esperanza y garantía seguras es la que nace de las propias entrañas del propio pueblo, y no puede ni debe esperarse que los legítimos anhelos de cambio real, es decir, de cambio de la vida, vengan de arriba.

Puestas así las cosas, estamos asistiendo al agotamiento de un proyecto que, pensado y elaborado en las cabezas imperiales del Banco Mundial y el FMI, hicieron de la democracia una mercancía cara, en nombre de la cual la soberanía del Estado sería entregada, atada y vendada, a los mercados internacionales.

Este desafío al orden impuesto viene de abajo y no de arriba, nace del pueblo organizado y no de los partidos políticos, comprende alianzas políticas y no solo acuerdos electorales, es una lucha por el buen vivir y no por ningún desarrollo diseñado por el Banco Mundial, expresa una nueva visión de relación con la naturaleza, significa una nueva manera de hacer democracia, ya no solo referida al procedimiento democrático sino a la democratización de la vida, de la economía, y de la convivencia humana toda. También, supone una nueva forma de hacer política y de participar en ella, y desde luego, se trata de un desafío que intenta construir una nueva visión del mundo y del poder.

Todo este nuevo contenido presenta y representa a la nueva izquierda que se construye en el país. Este proceso combina la organización de fuerza social y la construcción de pensamiento político, la lucha por reivindicaciones económicas y sociales con la lucha por conquistar posiciones en el aparato estatal. Comprende la construcción de organizaciones de trabajadores dentro y fuera del aparato de Estado, pero sobre todo supone un nuevo sindicalismo a tono con las luchas políticas y reivindicativas que en todo el mundo se llevan a cabo por alcanzar una buen vivir.

En El Salvador, esta lucha comprende el rescate del Estado de las garras del mercado, la liberación de la persona humana de su condición enajenante de consumidor y la construcción de un poderoso y ramificado movimiento social que sea capaz de concertar con diferentes corrientes y diferentes comunidades, los acuerdos políticos fundamentales que permitan la sobrevivencia de nuestro país en la actual situación de crisis planetaria.

Este movimiento social, siendo popular, podrá convertirse en movimiento político, de acuerdo a las condiciones concretas que se presenten en este proceso.

COFEVI presente en II Encuentro Popular Salvadoreño

SAN SALVADOR, 1 de octubre de 2011 (SIEP) Centenares de luchadores sociales de todos los rincones del país se dieron cita esta mañana a la Feria Internacional, para sellar una alianza estratégica con el partido FMLN, para las elecciones de marzo del próximo año.

El pastor luterano Rev. Ricardo Cornejo, uno de los organizadores del evento por parte de las Comunidades de Fe y Vida, COFEVI, manifestó que “nos sentimos muy alegres por esta convocatoria, esta es una demostración de lo que somos, una fuerza social a favor del cambio, un movimiento popular diverso y combativo…”

Agregó que “estamos aquí con comunidades de Soyapango, San Martín, Cojutepeque y otras partes del país, y no sentimos orgullosos de unir nuestras fuerzas con los sindicatos, con los pescadores, con los cooperativistas, con los vendedores informales, en la búsqueda de un nuevo El Salvador.”

Por su parte, el Rev. Roberto Pineda, también de COFEVI apuntó que “esta gran asamblea, por su convocatoria y diversidad, marca un paso adelante en la ruta de construir un movimiento popular unificado y combativo, que impulse un proyecto popular de nación.”

“Y que a la vez enfrente de manera enérgica y organizada, los planes de la derecha de recuperar el gobierno y de lograr la mayoría legislativa; así como los esfuerzos por derechizar desde dentro la administración Funes y someterla a los dictador del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Es una batalla que tenemos que dar…”

Este masivo II Encuentro Popular fue convocado por las coordinaciones CONPHAS, FSNP y MPT; y contó con la presencia de Medardo González, secretario general del FMLN, quien recibió y se comprometió a impulsar las plataformas de lucha de estos sectores populares.

ILPES lamenta deceso de revolucionario salvadoreño Raúl Farfán

ILPES lamenta deceso de revolucionario salvadoreño Raúl Farfán

SAN SALVADOR, 28 de septiembre de 2011 (SIEP) Rodeado por la bandera roja del partido al que dedicó su vida revolucionaria, el PCS, fue velado esta noche Raúl Farfán, quien falleció luego de una enfermedad estomacal y recibió el homenaje de familiares y amigos que lo conocieron y admiraron por su consecuencia a la causa popular.
Raúl Farfán , 81, de oficio sastre, fue uno de los principales dirigentes sindicales comunistas en la década de los cincuenta y sesenta del siglo pasado, fundador de la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños, CGTS y de la Federación Unitaria Sindical, FUSS.
Y fue otro veterano comunista, el legendario y centenario Blas Escamilla, 101, quien pronunció las palabras de despedida afirmando que “muere un camarada y un amigo, y te decimos que seguiremos luchando por los sueños que definieron tu vida y la de muchos revolucionarios, un El Salvador Socialista.”
Por su parte, los pastores luteranos Ricardo Cornejo y Roberto Pineda se hicieron presentes para expresar su pésame a la esposa e hijos del fallecido. Expresó Pineda que “lamentamos su fallecimiento, fue una persona que dedicó su vida a luchar por los humildes, por los proletarios de este país.”

Incertidumbres y procesos contradictorios

Entrevista a Boaventura de Sousa Santos
Incertidumbres y procesos contradictorios

Osvaldo León

ALAI AMLATINA, 27/09/2011.- La crisis económica “nos debe hacer pensar seriamente porque no hay fuerzas políticas que, en la mayoría de los países, impongan una tributación progresiva, que fue la imagen política más importante de la socialdemocracia europea durante el siglo XX”. Así opinó Boaventura de Sousa Santos, Director del Centro de Estudios Sociales, Facultad de Economía, de la Universidad de Coimbra, Portugal, en entrevista con ALAI en días pasados. El investigador habló de las contradicciones de las respuestas a la crisis: “Hoy en el inicio del siglo XXI el señor Warren Buffet dice que es injusto que pague menos impuestos que sus empleados y cuantifica: ‘yo pago veintitanto por ciento y mis empleados están pagando 40 por ciento, yo soy el tercer hombre más rico del mundo. ¿Qué pasa?’ Estas son las contradicciones”. También habló de las contradicciones de los procesos de cambio en América Latina.

– Has dicho que el modelo neoliberal tuvo un gran marco orientador que intentó promover la democracia para apropiarse de ella ¿Nos puedes precisar este punto?

Desde los años 80, por todo el mundo, tuvimos a la democracia como una condicionalidad del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Ya no son las dictaduras las preferidas, son las democracias. Pero democracias sin redistribución de riqueza, sin derechos sociales, sin clase media, porque la democracia es el sistema de gobierno que con más legitimidad (y “paz social”) puede producir la debilidad del estado que el capitalismo financiero busca. El capitalismo financiero puede imponer más cosas a una democracia que a una dictadura nacionalista. Entonces esta fue la trampa, una promoción de la democracia para apropiarse mejor del Estado. En Estados Unidos el capitalismo financiero fue todavía más lejos: comprar las elecciones, pagando las campañas electorales. Está todo documentado con datos totalmente fiables. En las tres últimas décadas Wall Street ha pagado las campañas electorales de todos los presidentes, incluso de Obama, y por eso quiere un retorno. No es filantropía, paga las elecciones para que su gente sea la que manda y la que hace política. Por eso Obama ha nombrado en todo su equipo económico y financiero a los hombres que el día anterior eran los grandes de Wall Street y por los crímenes que Wall Street cometió es imposible lograr meterlos en la prisión. Fue posible meter en la prisión a Madoff, por ejemplo, que es realmente un especulador, porque es un outsider de Wall Street, no es un hombre de Wall Street, es un hombre que trabaja por fuera, por eso fue un blanco fácil. Entonces, el problema que vivimos es eso, un problema de que no estamos con fuerzas y con modelos suficientemente fuertes para poder combatir esta situación.

De modo que caminamos por un mundo de incertidumbre, no lo imagino totalmente catastrófico, porque veo muchas energías surgir en el Sur global. Veo un desplazamiento del capitalismo del Norte al Sur, veo como está emergiendo el diálogo Sur-Sur. Es una incógnita, pues países como China, Brasil, Sudáfrica, India y Turquía ¿en algún momento van a introducir algunas novedades en el modelo prevaleciente que dicen defender? ¿Qué novedades? Y tenemos a China con grandes entradas en África, con compras de tierras porque está la crisis de la que nadie habla, que es la crisis alimentaria. Pero, por lo mismo, también están otros países como Corea del Sur y Brasil y muchas multinacionales, estableciéndose así un acaparamiento de tierras que es una nueva forma de colonialismo. El colonialismo clásico se caracterizó por ser dominación territorial de un pueblo por parte de un Estado ocupante. Ahora se expresa en ocupación territorial por parte de multinacionales o Estados extranjeros, por vía de contratos que establecen con los Estados “ocupados”, contratos que nunca incluyen a los campesinos que más tarde o más temprano serán forzados a desplazarse.

Es decir, además de todas estas crisis hay innovaciones interesantes en el mundo, hay procesos en el Sur que se están impulsando, como en la India, Sudáfrica, Brasil, Bolivia, Ecuador, Venezuela. Procesos que han intentado producir una alternativa. Sobre todo los procesos de Ecuador y Bolivia son procesos contradictorios que acompaño de cerca, y que me dejan preocupado por la polarización política interna que se está produciendo entre fuerzas de izquierda. Son propuestas nuevas de una renovación del pensamiento político, del pensamiento económico, del pensamiento cultural como la interculturalidad, la plurinacionalidad, el Buen Vivir y los derechos de la naturaleza. Esta es una riqueza enorme que desde un punto de vista del Norte-global no se valora. Se considera ridículo, no entra en la cabeza de un intelectual o de un movimiento político del Norte entender esto que se está gestando.

– Cuando dices procesos contradictorios, ¿cuáles serían esos nudos?

Son muchos. El primer nudo es que tenemos una dualidad en estos países, sobre todo en países como Bolivia y Ecuador, que son países que pasaron por procesos constituyentes bastante novedosos en el continente, en la medida que son transformaciones que nacen de movilizaciones populares. Son procesos que emergen desde abajo y no desde arriba. Antes eran los abogados quienes escribían las constituciones, no fue así en Bolivia ni en Ecuador. Estas constituciones crean un proyecto de sociedad, como por ejemplo el proyecto de plurinacionalidad, el Buen Vivir, el Sumak Kawsay, el Suma Qamaña. Entonces, ¿dónde está la contradicción? En la dualidad entre un proyecto de Estado plurinacional y la realidad del Estado existente en estos países que es un Estado-nacional con toda la vejez normativa, institucional, los hábitos del cotidiano burócrata colonial del Estado moderno. Tienes, asimismo, las contradicciones de una economía extractivista, cuyo desarrollo dependiente siempre se basó en la explotación desregulada de los recursos naturales, que además en este momento tiene una coyuntura favorable por el precio de los commodities o los recursos naturales, y al mismo tiempo un proyecto constitucional que apunta al horizonte postcapitalista de Buen Vivir, de otro tipo de sociedad. La tensión es entre lo viejo que todavía vive y es fuerte frente al nuevo que todavía no existe y apenas está emergiendo.

Estas contradicciones repercuten en el campo social y en el campo político. En el campo político tenemos las viejas izquierdas del continente, que fueron siempre muy modeladas por las izquierdas europeas, con las siguientes características: Por un lado, eran izquierdas monoculturales o sea eurocéntricas: nada de lo que existe fuera del Norte o de Europa es importante. Por otro lado, eran izquierdas que se polarizaban muy fácilmente alrededor de la lucha por el poder, por divisiones ideológicas. En tercer lugar, eran izquierdas que tenían la misma concepción de desarrollo de fuerzas productivas, la misma concepción de explotación de la naturaleza.

Pero hay iniciativas que surgen de este continente, que de alguna manera empiezan con los zapatistas y después con el Foro Social Mundial, y que van a tener un impulso bastante grande en mostrar que hay otros lenguajes de izquierda, otros movimientos que hasta entonces estaban totalmente invisibles, otras maneras de concebir la relación con la naturaleza, otras concepciones de desarrollo; esa es una gran novedad y de alguna manera vamos a asistir a una dualidad entre izquierdas.

En Ecuador como en Bolivia encontramos grupos desde fuera es fácil ver que son dos facciones de izquierda. Pero que a sí mismas no se consideran las dos de izquierda, o sea cada cual considera que la otra es de derecha. Entonces, cuando tú transformas tu adversario dentro del campo de la izquierda en tu enemigo, no hay lugar a diálogo. Y, por tanto, viene la polarización política.

– ¿Y acaso un desgaste mutuo?

Un desgaste recíproco del cual se va a aprovechar la derecha. El riesgo en términos de izquierdas está demasiado fuerte, porque realmente la idea dominante de las izquierdas en América Latina es nacionalista y desarrollista, es muy difícil salir de esto. Sabemos que hay una transición de un modelo desarrollista dependiente hacia el Buen Vivir, pero eso no se hace en un año. Y aunque haya señales de que caminamos en esa dirección, eso no se ve. No se ve, cuando en Bolivia los indígenas están enfrentados con el hermano Evo por la construcción de una carretera en el Parque TIPNIS. Yo he estado muy involucrado en este conflicto, dialogando con los indígenas y con la vicepresidencia, para intentar un diálogo porque me parece que tienen mucho en común y a pesar de todo no dialogan. Hay alternativas a la carretera. Pero todo lo que parece que son contradicciones dentro del seno del pueblo, como decíamos, se polariza de inmediato, es un enfrentamiento que divide el campo popular en campesinos contra indígenas, indígenas contra indígenas.

En Ecuador veo lo mismo, un enfrentamiento y una incapacidad de diálogo. Para cualquier observador es extraño que en el proceso de una revolución ciudadana, de un Estado Plurinacional, haya 200 dirigentes indígenas y campesinos que están enjuiciados como terroristas o saboteadores. Eso lo comprendemos en Chile, pero es difícil comprender que se haga eso en Ecuador. Son contradicciones muy fuertes. A mí, como un intelectual comprometido con los movimientos y con los procesos de cambio de izquierda, me preocupa porque son procesos históricos, con oportunidades riquísimas que no se repiten en la historia fácilmente, y me parece que corremos el riesgo de desperdiciar oportunidades muy importantes de cambio en el continente.

– Pero lo que se ha puesto en duda, precisamente, es si se trata de procesos de cambio.

Mi posición es que son procesos de cambio, que quizá son muy contradictorios, que quizá necesitan alguna reorientación; pero son procesos donde hay muchas cosas novedosas y cruciales para el futuro de la humanidad. Con un ejercicio de imaginación política, que no es difícil, podemos prever que una división de las izquierdas en Ecuador o Bolivia, va a conducir a la victoria de la derecha en cualquiera de estos países. Entonces, una cosa que para mi es cierta, es que la derecha lo primero que va a hacer es eliminar las constituciones. Van a decir que la Constitución de Ecuador es tanto de Alberto Acosta como de Rafael Correa, no van a hacer distinciones, a pesar que ahora sí hacen muchas distinciones. Esta es la visión que nos falta para creer en lo que he llamado como las pluralidades despolarizadas. Seamos plurales, pero no polarizar al punto de que salgamos todos derrotados.

Por debajo de las polarizaciones, los procesos de cambio muy novedosos están ocurriendo sin que sean muy visibles. Mira, como sociólogo no dejo de ir a las comunidades. Ahora mismo estoy terminando un proyecto sobre la justicia indígena en Bolivia y en Ecuador con estudios muy fuertes en las comunidades. Es notable la riqueza de la diversidad cultural, la articulación entre lo tradicional y lo moderno, lo eurocéntrico y lo ancestral, cosas que se hacen en el terreno de manera sencilla sin grandes polarizaciones, la policía que recurre a las autoridades ancestrales, las autoridades ancestrales que hablan con el defensor del pueblo y se entienden. Después tenemos a nivel macro, desde arriba, polarizaciones enormes, donde los indígenas compañeros de lucha pasan rápidamente a ser considerados un obstáculo al cambio porque no quieren una carretera, porque quieren obviamente sus derechos colectivos que son una conquista, que es otra cosa que la izquierda europea o eurocéntrica nunca entendió.

– Pero cabe considerar que también entra en cuenta, en estos países como en otros de la región, el hecho de que se trata de procesos con un vértigo muy grande, con apasionamientos que dan poco margen al debate…

Tienes razón, han sido procesos muy rápidos y la novedad no vino de reflexiones teóricas de las izquierdas, conocidas como tales, las novedades surgieron de otros movimientos sociales, de otros agentes. Las viejas izquierdas de alguna manera buscaron aprender, pero de hecho lo que estoy mirando es que no aprendieron lo suficiente y además los movimientos se dejaron partidarizar demasiado. Tenemos una crisis de las izquierdas que no se dan cuenta de este vértigo, que no están en condiciones de entender las contradicciones y lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer. Quizá también tenemos una crisis de las dirigencias de los movimientos sociales, la incapacidad de entender como sus bases están manejando las contradicciones del proceso, como, por ejemplo, políticas que van en un sentido de inclusión, pero de una inclusión que al mismo tiempo es excluyente. Una cosa es crear otra economía donde la gente pueda prosperar en una economía popular solidaria, otra cosa es distribuir bonos. Porque los bonos te permiten salir de la pobreza, pero no te permiten salir de una sociedad en la que tú mismo puedas prosperar autónomamente con sustentabilidad; es decir, si te sacan los bonos caes de nuevo en la pobreza. Y prácticamente las políticas de los bonos son las únicas políticas sociales que vemos en el continente.

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Estuve en el 1999 en el UERS…Entrevista con Galileo Herrera

Estuve en el 1999 en el UERS…
Entrevista con Galileo Herrera

SAN SALVADOR, 27 de abril de 2011 (SIEP) “Hay que luchar siempre por los intereses del pueblo…”nos señala Galileo Herrera, joven dirigente salvadoreño del Partido Socialista Centroamericano, PSOCA, al reseñar los diversos movimientos de izquierda en los que ha participado.
Con el UERS…

“En 1999 al ingresar a la Universidad (UES) me sentí atraído por el movimiento estudiantil, por sus ideas, por sus luchas… ingrese a la Facultad de Medicina, y me incorpore a la Unión de Estudiantes Revolucionarios Salvadoreños, UERS; que tengo entendido surge de exmilitantes de lo que fue la Juventud Comunista, JCS, como Juan, la China, etc., y que es referente obligado del movimiento estudiantil, porque de ahí es que surgieron la BRES y luego los demás…“

Me acuerdo que me incorpore ese mismo año, recuerdo que fue un 31 de Julio, luego de la tradicional celebración del día anterior, a un Curso de Filosofía, era cerrado, selectivo, inició en la Casa del Maestro de ANDES y continuó en el local de la UERS. Era muy novedoso, se había logrado incorporar a gente nueva, valiosa, joven…Lo daba una profesora de filosofía graduada en la URSS de nombre Miriam. Ella misma llevó a otra maestra, de nombre Mirna y al final tuvieron contradicciones…porque solo terminamos la primera parte del curso. El planteamiento central del UERS era rechazo a la vía electoral y respaldo a la vía armada.

Me acuerdo que luego del famoso curso iniciamos una discusión muy intensa al interior de UES de un “documento” sobre las elecciones. Sobre las elecciones estudiantiles. ¿Debíamos como UERS participar o era hacerle el juego al sistema? ¿Se podía o no? Y se fueron perfilando dos posiciones. Los que consideraban que por principios no debíamos participar para no caer en el ganguerismo y los que sostenían que era un instrumento para agitar y atraer a nuevos estudiantes a la organización. Al final esta discusión nos llevo a nuestra primera ruptura.

Uno de los más activos y de más nivel político, el Chino William, estudiante de Economía y de Ciudad Delgado, se desprende. Se separa, crea un frente estudiantil y gana la ASECE. Forma la Federación de Estudiantes de Economía “Felipe Peña”, FES. René G. apoyó este esfuerzo. Y entonces surge un grupo de economía y de medicina con una posición y otro grupo, de CCHH y FIA con una posición diferente. El Chino William ya como presidente de la ASECE decide continuar con el Curso de Filosofía.
Con el MUR…

Ya estando en el UERS; un personaje de nombre Francisco V. y conocido como El Brujo me contactó con un nuevo movimiento político de izquierda, el Movimiento de Unidad Revolucionaria, MUR. Recibí luego una invitación individual porque este era una “organización de cuadros.” Y me convocaron a una reunión. Ahí me encontré con gente conocida y con nuevos rostros y personalidades, algunos usaban pseudónimos para ocultar su identidad “por motivos de seguridad.” La organización era conducida por un señor ya de edad de pseudónimo Ariel. Había profesionales, estudiantes, docentes y trabajadores más que todo de la UES. Estaba René, estudiante de CCHH, Oscar, exfuncionario de la UES que usaba el pseudónimo de Anastasio; Gardela, Bartolomé, el papá de Grande, Miriam, Max y otra gente de Ageus…

Al poco tiempo se desarrollo un interesante e intenso debate sobre el programa y la línea ideológica de la organización, en el que cada integrante expuso sus concepciones. Este pleito fue luego calificado como un enfrentamiento entre posiciones marxistas-leninistas versus posiciones socialdemócratas. Al final se realizo una asamblea de 15 miembros para decidir sobre el futuro de la organización. La mayoría rechazó las posiciones de la facción de Miriam, votaron y fuimos expulsados, ya que me había alineado con sus ideas…Nos fuimos y ellos en la actualidad continúan como estaban en ese entonces…pocos y correctos.
Con el MAPU…

Nos salimos del MUR, corría el año 2002, y formamos el Movimiento de Acción Popular Unificada, el MAPU. Miriam era la dirigente principal. Nos fuimos Bartolo, Gardela, Francisco, Henry y yo. Iniciamos un trabajo político estudiantil al que llamamos Movimiento Estudiantil Salvadoreño, MES. Y Miriam como MAPU tuvo la habilidad de negociar con el FMLN un cupo en el Consejo Municipal de San Salvador, el que presidió Carlos Zamora. El sorteado fue Henry, que poco tiempo después de asumir como concejal se separó del MAPU y se declaró independiente…como MAPU desarrollamos trabajo estudiantil y comunitario.

El año 2005 surgieron diferencias en el trabajo que no pudimos resolver. No estábamos de acuerdo con los métodos autoritarios de dirección. Y se abrió una crisis. Por esta misma época surgió la idea de crear la Universidad Dr. Fidel Castro en Mejicanos como una Universidad Popular, Libre y Democrática. Y como resultado de esta crisis algunos nos separamos…Gardela regresó al MUR, en mi caso iniciamos un nuevo esfuerzo.
Con el PRT…

El 7 de octubre de 2006, 25 personas que venían del MAPU, en su mayoría estudiantes universitarios y jóvenes de comunidades urbanas marginales, realizamos un Congreso y formamos el Partido Revolucionario de los Trabajadores, PRT, de orientación trotskista. Se eligió un Comité central y un Comité Ejecutivo. La identidad trotskista surge a través de lecturas y luego de un año de discusión sobre la experiencia del socialismo real en la ex Unión Soviética. Nos sirvió también la experiencia acumulada en el MUR sobre las características de un partido revolucionario, la organización en células, el centralismo, etc. Y no partimos de cero, lo del nombre no fue casual ya que como MAPU habíamos conocido la experiencia del PRT de Costa Rica. Y nos influye fuertemente. Leíamos los manuales soviéticos, y lo que pudimos de Marx, Lenin y claro Trotsky. Y finalmente, conocimos y respetamos mucho la vida y obra revolucionaria de Salvador Cayetano Carpio, no obstante valorar que representaba un planteamiento guerrillerista.

No obstante haber sido influenciados por el PRT tico, este no caminaba con nuestra visión y proyecto centroamericanista, lo que hizo que buscáramos otros referentes que nos llevaron en el 2009, hace dos años, a constituir el Partido Socialista Centro Americano, PSOCA, retomando una idea de revolucionarios de la década del veinte del siglo pasado. Y antes de su creación el debate se centró en si debíamos constituirnos en secciones o en un solo partido. Prevaleció la tesis de un solo partido.
Con el PSOCA…

Asumimos una visión centroamericanista del proceso revolucionario de la región. Claro la toma del poder se dará primero en un país y luego se expandirá a los otros países. Llevamos ya dos años con este proyecto en el que se une la visión trotskista y la visión centroamericanista. Belice y Panamá siguen siendo dos retos para nuestro proyecto político…

La protesta en el fin del ciclo histórico

Lunes, 19 de Septiembre de 2011 / 10:23 h
La protesta en el fin del ciclo histórico

Dagoberto Gutiérrez
La guerra de 20 años fue la tercera gran confrontación que después de 1821 experimentó la sociedad salvadoreña. Siguió a 1832 con Anastasio Aquino y a 1932 con Farabundo Martí. En los pliegues de esta guerra nació la alianza política más importante de la historia: el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Este fue precedido, a su vez, por la alianza clave de la Unión Nacional Opositora.

Una vez terminada la guerra, y firmados los acuerdos políticos, llamados acuerdos de paz, se diseñó un proyecto de elevada ambición política, que es necesario presentar de la forma más ordenada posible.

La negociación con la que se rubricó el fin de la guerra fue posible por el derrumbe de la Unión Soviética, la ofensiva militar de 1989, y la decisión de Estados Unidos de no involucrarse directamente en la confrontación militar. En realidad, los acuerdos políticos embellecieron al régimen y lo libraron de los componentes más grotescos que impedían presentarlo como medianamente democrático. Todos los contenidos apuntaron hacia una democracia burguesa como juego político, y hacia la conversión de la antigua insurgencia en partido político, para que junto a ARENA, el nuevo partido, también llamado FMLN, se convirtiera en pilar del régimen político remozado.

Este diseño calculaba que el pueblo, simpatizante de la insurgencia, sería controlado subjetivamente con dos recursos políticos: por un lado la bandera de la paz y por otro, la figura de un partido de izquierda en el gobierno. La paz era presentada como una conquista y como una simple negación de la guerra, que era necesario preservar mediante la moderación en el reclamo y la protesta. Se ocultó siempre que esta bandera de paz desechó a las post guerra, como el momento histórico que ineludiblemente debía seguir a la guerra, y durante la cual, se restauraría el tejido social. En tanto se atendía, de esta manera, la subjetividad del pueblo, el partido FMLN en el gobierno funcionaría como la victoria política buscada durante la guerra, y este partido, que no era el FMLN histórico, no constituía la continuidad del proceso político, sino que era una pieza del Estado oligárquico, debía actuar según las reglas del juego democrático, como el brazo de izquierda de la derecha gobernante.

Este diseño político permitiría la estabilidad necesaria para montar en el país un laboratorio neoliberal planetario. Mientras la economía debía construir una sociedad de mercado total, y una economía de servicios sustituiría a la planta productiva nacional, al mismo tiempo, se desmantelaba la agricultura, y se sustituía por el negocio de la importación de alimentos. La emigración paso a ser la política de este Estado y la remesa se hizo la piedra de toque de los ingresos mayoritarios del pueblo.

Este diseño se completó con el apoyo financiero estadounidense, con la negociación de las condiciones favorables de los emigrantes salvadoreños, y el aseguramiento de las remesas que se convirtieron en factor estratégico de la economía del país. Con este escenario construido, en la sociedad salvadoreña se construyo durante más de 20 años, una sociedad de MERCADO TOTAL, donde todo tiene precio, todo se compra y se vende, donde el ser humano es un simple consumidor y el Estado renuncia a su sentido publico y se convierte en siervo del mercado. El laboratorio incluyó, por supuesto, de prácticamente todos los bienes estatales. Y El Salvador se convirtió en el país modelo neoliberal, en el ejemplo de exitosas negociaciones de paz y en la mejor escuela para domesticar a antiguas insurgencias.

Todo este proceso encontró obstáculos en la ausencia de una burguesía y en la presencia de una oligarquía feroz pero incapaz de entender que los acuerdos de paz le favorecían, que en realidad los necesitaban y que no amenazaban sus intereses. Así las cosas, en ningún momento apoyaron la aplicación de estos acuerdos, y jamás entendieron que el Partido FMLN no era el FMLN, que no expresaban ninguna vía política diferente al capitalismo, que su participación en el gobierno no amenazaba al régimen político y podían ser considerados aliados.

El juego consistió siempre en dos partidos políticos clave: el FMLN y ARENA, jugando a la democracia como juego, y pese a que el partido FMLN renunció a la lucha política, adopto las elecciones como único camino, se desligó de la lucha política del movimiento social. Pese a que en los órganos de gobierno legitimaron y legalizaron el montaje del modelo neoliberal, las cúpulas oligárquicas del país, nunca dejaron de considerarlo como adalid del comunismo más peligroso.

Mientras esto transcurría, la crisis social y económica erosionaba la convicción de una clase media ensanchada y empobrecida sobre la presencia de la paz en el país. Y cuando la cresta de la delincuencia se convierte en la guerra social total y galopante que barre con las vidas en todo el país, aparece más claro que el país vive una paz con guerra y una guerra con paz, y así se agota en las oleadas de la realidad, el primer factor adormecedor. En tanto, el partido FMLN se parecía más y mucho más a los partidos de derecha en la manera de hacer política, en la conducta de sus funcionarios y en la política ejecutada.

Este proceso de esclarecimiento culmina precisamente cuando ARENA es derrotada electoralmente y, sin que la derecha fuera derrotada políticamente, el candidato del partido FMLN gana las últimas elecciones presidenciales. Aquí aparece diáfanamente que la cúpula de este partido ha aprendido a entenderse con el mercado, a convertirse en empresarios, a manejar un cierto discurso de una cierta izquierda, y a chocar con las luchas de los sectores sociales, y contradictoriamente, su mayor victoria electoral se transforma en su mayor derrota política.

Paralelamente, el capitalismo estadounidense entra en crisis profunda y esto amenaza la política de migración, amenaza letalmente a las remesas, y se cierra el ciclo histórico porque, de nuevo, las clases medias, ahora sindicalizadas, organizan el reclamo y la protesta frente, ante y en contra del Estado, sin contar con la salida migratoria como factor seguro y sin contar, además, con el respaldo financiero seguro de la Casa Blanca que angustiosamente trata de evitar el naufragio.

El ciclo histórico parece agotarse y las piezas fundamentales parecen estar de nuevo sobre el tablero, y nuevos sujetos surgirán, nuevas confrontaciones y nuevos actores actuarán. Y aunque sean nombres ya conocidos, el escenario histórico resulta ser nuevo, y esto es lo importante de la coyuntura.

Mi Opción Política, el Espacio Refundacional

Mi Opción Política, el Espacio Refundacional.
Salvador Zúniga.
Mi opción política es la es la Refundacional, entre otras cosas, por lo siguiente:
1. 1- Creo firmemente en que el poder no se toma, se construye, esto se demuestra en la creación del municipio indígena de San Francisco de Opalaca, único lugar de Honduras en donde la totalidad de las tierras son comunitarias, donde la lucha ha sido intensa y ha permitido la defensa del refugio de vida silvestre de Montaña Verde, la reserva Biológica de Opalaca, la defensa de los ríos que tiene a la oligarquía y las transnacionales chupándose los labios por entrar a construir 6 represas para hacer grandes negocios, o el caso del poder demostrado por el pueblo lenca organizado en el COPINH al detener una gran represa binacional como ha sido la represa de Tigre entre Honduras y El Salvador con financiamiento de las instituciones financieras internacionales, y qué decir de la fuerza de poder popular en el Bajo Aguan donde los y las campesinas han recuperado más de 10,000 hectáreas de tierras al todo poderoso palmero de la muerte Señor Miguel Facusse y otros de la misma especie. Se demuestra el poder popular en la puesta en marcha de una economía solidaria alternativa, expresada en la red de comercialización comunitaria, se demuestra el poder popular en el movimiento artístico de contracultura que desarrolla una agenda artística de resistencia, se demuestra el poder popular en la capacidad de las mujeres en articular la lucha contra el patriarcado y hacerse sentir a pesar de que hay quienes excluyen la lucha anti patriarcal de sus agendas políticas, se demuestra el poder popular en los y las pobladores y pobladoras de Zacate grande que sin ocupar partidos electorales defienden palmo a palmo, centímetro a centímetro su península en donde también los tentáculos del palmero de la muerte desarrollan la guerra contra el pueblo hondureño.
2. 2- No creo que para nuestro pueblo sea la prioridad el proceso electoral, por una parte porque se reconoce la institucionalidad golpista, una corte involucrada en el golpe de estado, un Tribunal Supremo Electoral que en todo momento estuvo involucrado en la asonada militar del 28 de junio del 2,009, un Ministerio Publico completamente golpista y por otra porque se participa en condiciones desiguales, condiciones de represión en donde se está asesinando a compañeros y compañeras de la resistencia, con compañeros presos políticos, lamentablemente el F.N.R.P. otrora un espacio diverso, aglutinador, incluyente se ha venido transformando en un partido político excluyente batiéndose en una lucha interna autodestructiva, sin programa político, sin programa de lucha, sin estrategia, tirando fuera lo doctrinario trabajado democráticamente, olvidando lo que ha motivado al pueblo hondureño como ha sido la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente Refundacional, democrática y plenipotenciaria, para imponer una línea electorera de cara a las elecciones del 2,013.
3. 3- En Centro América hemos visto partidos de izquierda ascender a lo que ellos llaman el poder, para el caso El Salvador o Nicaragua y que triste ver como la pobreza se expande y se profundiza, es triste ver como reinan las transnacionales y se apoderan de la minería, administran la electricidad, acaparan el agua y explotan a esos pueblos, reina la impunidad y más de alguno de esos gobiernos hasta a mandado tropas militares para acuerpar el plan de guerra del imperio, el poder se queda en dirigentes que antes se creían personas de carne y hueso y hoy se creen a la altura de Dios o más alto de Dios, juegan Golf y visitan los hipódromos, asumen las costumbres de la burguesía, mientras los lisiados de guerra y los ex militantes de base que apoyaron la Vanguardia en los días de feroces batallas son ignorados totalmente.
4. 4- Abrazo la línea refundacional como mi opción política personal porque, creo firmemente en que este país ha tocado fondo, esto se puede ver en la terrible crisis social, económica , política y en otros aspectos que nos tiene con: inseguridad alimentaria, 20 asesinatos diarios, represión sistematizada, privatización de los recursos naturales, privatización de los servicios públicos, impunidad, el pobre país es un narco estado, corrupción generalizada, partidos políticos corruptos y sin credibilidad, ocupación militar norteamericana, femicidios, solo en este año se han asesinado más de 300 mujeres hondureñas, grupos facticos que gobiernan a su antojo, medios de manipulación masiva que acaparan el espectro radial y de televisión y otras desagracias que a diario vivimos los hondureños y hondureñas. Frente a este terrible panorama el pueblo debe de jugar un papel protagónico articulando el poder constituyente, auto convocándonos como ya lo han hechos las mujeres indígenas y negras de Honduras, como ya lo hemos hechos los pueblos indígenas y negros de Honduras, como lo han hecho los lencas de Plan de Barrios en San Francisco de Opalaca para defenderse del ataque de FUNDASOL.
5. 5- Soy refundacional porque creo que la única manera de resolver la situación difícil que vivimos, es mediante un pacto social que sea el producto de una asamblea nacional constituyente Popular Democrática, refundacional, plenipotenciaria, representativo de todos los sectores sociales y que de paso a un proyecto de país con estructuras nuevas, con libre determinación, sin impunidad, sin grupos facticos, con economía solidaria, con pluriculturalidad y multilingüismo.
6. 6- Soy Refundacional porque en el espacio nadie se pelea por poder, por figurar, por ser directivo, porque creemos en la horizontalidad y creemos que en la lucha cotidiana se puede avanzar en la refundación, porque creemos que en muchas cosas hay que refundarnos en nuestro actuar y pensar siendo coherentes día a día.

Esta declaración personal la reitero porque no abrazo ningún partido o corriente electoral de ninguna naturaleza, aunque respeto la decisión de cada persona o grupo de personas, además, estoy seguro de que así como hay muchos que van en la línea del oportunismo electoral, hay muchas personas valiosísimas que participan de buena fe con buenos propósitos en la lucha electoral.
Final mente para que quede claro no soy del FARP ni del FAPER.
Soy refundacional.
La Esperanza, Intibucá, miércoles, 14 de septiembre del 2011.