Unidad Universitaria logra primera victoria electoral en Santa Ana

SANTA ANA, 12 de septiembre de 2011 (SIEP) “Estamos avanzando, hemos recibido el respaldo de nuestros compañeros docentes de esta Facultad Multidisciplinaria, les agradecemos el apoyo…” expresó el Ing. Rufino Quezada, candidato para la reelección como Rector de la UES por la Unidad Universitaria.

Esta tarde los docentes de este campus occidental de la UES dieron el triunfo al actual Rector sobre su contrincante, Ing. Mario Nieto Lobo, por 14 votos. La votación cerró con un resultado de 62 sobre 48. El mínimo requerido era de 76 por lo que tendrá que realizarse una segunda vuelta.

Con respecto a la elección del Vice-rector Académico, el triunfador fue el Lic. Douglas Alfaro, que derrotó por 27 votos a su adversaria Lic. Ana María Glower. La votación concluyó con un resultado de 77 sobre 50. Los docentes del campus felicitaron al Lic. Alfaro por esta importante victoria.

En relación a las votaciones para Vice-rector Administrativo, el ganador fue el Lic. Salvador Castillo, de la agrupación MiUes, que se impuso sobre su adversario de Unidad Universitaria, por 11 votos. La reñida votación cerró con un total de 60 sobre 49.

“Esto empieza, falta mucho camino por recorrer y estamos seguros del apoyo de la Comunidad Universitaria por los avances logados durante mi administración y la necesidad de darles continuidad…” concluyó el candidato para la reelección como Rector, Ing. Rufino Quezada.

Repudian a Alcaldesa Flor Bonilla por usar al CAM para reprimir a jóvenes en Ayutuxtepeque

AYUTUXTEPEQUE, 10 de septiembre de 2011 (SIEP) “Respeten nuestros derechos humanos, esto que está haciendo la Alcaldesa Flor Bonilla es ilegal…” expresaban angustiados, esta mañana un grupo de jóvenes que fueron fuertemente golpeados y rociados con gas pimienta, por elementos del CAM de esta ciudad.

Un grupo de jóvenes fueron reprimidos esta mañana cuando se encontraban construyendo un muro de contención con llantas usadas, en una cárcava de la Colonia Santísima Trinidad, al norponiente, alegando que tal acción no había sido consultada previamente con las autoridades edilicias. La orden de reprimir supuestamente emanó de la Alcaldesa.

Los jóvenes, pertenecientes al partido GANA, denunciaron que este tipo de acciones represivas sientan un precedente nefasto para la campaña electoral que esta por comenzar e hicieron un llamado a la Alcaldesa Blanca Flor Bonilla a no promover políticas de odio y violencia contra la juventud y la niñez.

Al buscar a la Alcaldesa para conocer su opinión, se supo que este mismo día inició otro de sus largos viajes fuera del país, que han caracterizado su gestión, para el cual le fue aprobado por el Consejo Municipal viáticos por 2,400 dólares, no obstante que el COAMSS aseguró que este viaje a Uruguay y Argentina esta “cubierto en su totalidad por la Unión Europea.”

Por otra parte se supo que en la última reunión del Consejo Municipal, dos concejales le exigieron a la Alcaldesa Flor Bonilla que firme una declaración en la que se responsabilice de la estafa que fue victima la Municipalidad por un panameño “que ella trajo” al que se le entregaron 13,000 dólares por “casas prefabricadas” que nunca llegaron al municipio. “Usted nos embaucó…” le dijeron a la Alcaldesa.

Giovanni Mejía, profesor de la Col. Santísima Trinidad, expresó que “esta represión contra estos jóvenes es la gota que ha rebasado el vaso de nuestra paciencia, queremos que se vaya, y en marzo del próximo año vamos a asegurarnos de esto, pero antes que pague lo que se ha llevado, con tanto viatico fraudulento y con tanta corrupción.”

COFEVI participa en IV Foro Nacional de Poder Popular

SAN SALVADOR, 10 de septiembre de 2011 (SIEP) “Es importante reunirnos para construir una visión común que fortalezca nuestra estrategia de lucha contra el neoliberalismo, que sigue golpeando a nuestras comunidades…” expresó esta mañana el Rev. Ricardo Cornejo de la Iglesia Luterana Popular.

El religioso luterano participó junto con líderes comunales de todo el país en esta actividad, que estuvo convocada por las centrales comunales CODESAL, CIS y COFEVI, y auspiciada por la Fundación Salvadoreña para la Paz, FUNDASPAD y la Acción Popular Noruega.

Estuvieron representantes de comunidades de Soyapango, Mejicanos, Apopa, Quezaltepeque, Isla Tasajera, CODECO, CORDECOM, Movimiento Comunal de Ayutuxtepeque, CCM, CCCC, entre otras. La actividad estuvo coordinada por Efrén Mejía.

En su intervención el líder comunal Mario Chávez, expresó que “únicamente con un movimiento comunal fuerte, diversificado, en pie de lucha podremos hacerle frente a los desafíos que se nos presentan y exigir una vivienda digna, servicios públicos adecuados y seguridad en nuestros vecindarios…”

Momento especial del evento fue la presentación de Jorge Schafik Handal, candidato a Alcalde para San Salvador por el FMLN, quien expresó que “las autoridades municipales deben de respetar la voluntad de las comunidades y estas por su parte, deben de aprender a priorizar sus necesidades y para eso se necesita organización y conciencia…”

Los resultados de este IV Foro Nacional serán presentados públicamente por CIS, CODESAL y COFEVI, el próximo lunes 12 en la Plaza Cívica, como posicionamiento del sector comunal ante las Plataformas Legislativas y Municipales de los partidos políticos que participaran en las elecciones de marzo del 2012.

Cuerpo, sexualidad y poder

Extractos de: Marcela Lagarde, Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas, México, UNAM, 1997

Cuerpo, sexualidad y poder

El más profundo de los secretos es el que se desarrolla en el interior del cuerpo. Elías Canetti,[11]

Las mujeres poseen el poder del subalterno, del dominado. Desde la especialización en un pequeño ámbito de la vida y del mundo, descubren y despliegan su fuerza. Las mujeres consagradas poseen el poder positivo emanado del espíritu, y las madresposas desarrollan el poder derivado de la maternidad, las prostitutas tienen el poder negativo que emana de su cuerpo erótico y del mal, y las locas desde el delirio y la sinrazón enfrentan con su poder desestructurante, al poder de la norma.

El poder femenino pertenece al género, al grupo social de las mujeres. Cada mujer desarrolla de manera diferencial, como todos los oprimidos, el potencial de poder surgido de lo que da al opresor . Así, bajo la dominación, los oprimidos son poderosos porque tienen aquello de lo cual carece, a la vez que necesita, quien tiene atributos considerados esencia del poder.

El poder de las mujeres emana de la valoración social y cultural de su cuerpo y de su sexualidad. Foucault (1980:32) analiza el poder en y desde el cuerpo:

… el cuerpo está inmerso en un campo político; las relaciones sobre de poder operan sobre él una presa inmediata, lo cercan, lo marcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos. Este cerco político del cuerpo va unido, de acuerdo con unas relaciones complejas y recíprocas, a la utilización económica del cuerpo; el cuerpo, en una buena parte, está imbuido de relaciones de poder y de dominación, como fuerza de producción; pero en cambio su constitución como fuerza de trabajo sólo es posible si se halla prendido en un sistema de sujeción (en el que la necesidad es también un instrumento político cuidadosamente dispuesto, calculado y utilizado). El cuerpo sólo se convierte en fuerza útil cuando es cuerpo productivo y cuerpo sometido.

El cuerpo y la sexualidad de las mujeres son, en efecto, un campo político definido, disciplinado para la producción y para la reproducción, construidos ambos campos como disposiciones sentidas, necesidades femeninas, irrenunciables. El cuerpo de las mujeres es un cuerpo sujeto y, ellas encuentran fundamento a su sometimiento en sus cuerpos, pero también su cuerpo y su sexualidad son el núcleo de sus poderes.

Así, considero con Foucault (1980:11-37) al cuerpo como un espacio político privilegiado. Más aún, las mujeres, a diferencia de los hombres, son su cuerpo. Para Franca Basaglia (1983:35), el cuerpo femenino es la base para definir la condición de la mujer y la apreciación patriarcal dominante que la considera un don natural: “El ser considerada cuerpo-para-otros, para entregarse al hombre o procrear, ha impedido a la mujer ser considerada como sujeto histórico-social, ya que su subjetividad ha sido reducida y aprisionada dentro de una sexualidad esencialmente para otros, con la función específica de la: reproducción”.

Cuerpo y sexualidad sobrevalorados son ejes sobre los que se estructura su condición genérica y la opresión. Son los principios que las mantienen en la dependencia y son también los espacios en los cuales se funda y se desarrolla la opresión que totaliza sus vidas, como grupo social y como particulares. Por esto, al mismo tiempo cuerpo y sexualidad son sus instrumentos y sus espacios de poder, porque están a disposición de la sociedad y de la historia, en la forma en que cada sociedad ha necesitado y decidido que sea.

Son los elementos que tienen las mujeres para dar a los hombres y a los otros, y así relacionarse con ellos.

A pesar de la sujeción, de la disciplina de su cuerpo, de su subjetividad y de su ser todo, las experiencias vitales que experimentan las mujeres en su cuerpo son tan extraordinarias que desbordan el destino de la anestesia pecaminosa. Aun en esas condiciones la búsqueda del placer y el despliegue del erotismo rebasan los cautiverios mutilantes y el mundo es muy especial y diferente de la óptica masculina, desde un cuerpo que se transforma, desde un cuerpo de mariposa.

La mujer percibe un cuerpo de recovecos y cálidas oquedades que segrega y vibra en su interior. Un cuerpo al que siempre le ocurre algo directamente sexual y ocasionalmente erótico, además de un sinfín de cosas que le ocurren. La sensibilidad extendida por toda la piel, ligada a la afectividad, permite, a pesar de todo, experiencias de plenitud profundamente ligadas a la vida.

La mujer vive el mundo desde su cuerpo. El hombre también, pero para el hombre su vida no es su cuerpo y para la mujer la vida se despliega en torno a un ciclo de vida profundamente corporal. Por eso su sensibilidad, y por eso su cuerpo grita y le duele cuando .está inconforme, tanto como puede desplegar goces si logra vencer algunas chambras, algunos corsés, algunas camisas de fuerza y algunas mortajas.

Si la mujer elabora la fuerza del monopolio del ser-para-otros, impuesto por la hegemonía patriarcal, no vive desarmada. En la opresión tiene las armas de su cuerpo, de su sexualidad y de su subjetividad para intercambiar y negociar, con los hombres y con las otras mujeres en la sociedad. Con ese poder logra, aun en condiciones de sujeción desfavorables, la sobrevivencia, un lugar en el Estado y en la cultura, y una muy particular concepción del mundo y de sí misma.

La esencia política de la mujer se estructura sobre los mismos aspectos: tanto la identidad y la enemistad entre las mujeres, como la rivalidad de quienes compiten entre sí.

Sobre la historicidad del cuerpo, de la sexualidad y de la subjetividad, se desenvuelven contradicciones que confluyen de manera simultánea en un proceso liberador. Concepciones del mundo, como la ideología de la feminidad y el feminismo se organizan en torno a esos ejes históricos, vitales de las mujeres:

i) el cuerpo, como síntesis histórica de su condición;

ii) la subjetividad: consciente e inconsciente, individual y colectiva;

iii) la integración de cuerpo y subjetividad;

iv) la redefinición de su ser histórico;

v) las relaciones con los otros;

vi) el conocimiento, la fe y las creencias: la sabiduría;

vii) la individualidad, el género y la historia.

La sexualidad femenina escindida

Las mujeres constituyen su humanidad en primer término en torno a la sexualidad. A diferencia de los hombres que parten de ella y de su cuerpo para existir, la existencia de las mujeres está dominada por la sexualidad. Esto ocurre a tal punto que la historicidad de las mujeres radica en su sexualidad y, en ese sentido, en su cuerpo vivido.

El cuerpo y la sexualidad femeninos no son paradigma de la humanidad, son inferiorizados y su característica ES además, ser para los otros.

La sexualidad femenina tiene dos espacios vitales: uno es el de la procreación y otro es el erotismo. Estos ámbitos de la sexualidad son la base de la especialización sociocultural de las mujeres. En torno a la procreación se construye la maternidad como experiencia vital básica, “natural”, como contenido de vida de todas las mujeres, como centro positivo de su feminidad, de su “naturaleza”.

Se reconoce la procreación femenina como un deber ser y por su carácter natural es irrenunciable, debe ser realizada: todas las mujeres son madres de manera independiente de la procreación y de la edad.

El erotismo es el espacio vital reservado a un grupo menor de mujeres ubicadas en el lado negativo del cosmos, en el mal, y son consideradas por su definición esencial erótica como malas mujeres, se trata de las putas. Sin embargo, el erotismo está presente en la vida de todas las mujeres pero salvo el caso de las putas, en el resto está asociado de manera subordinada y al servicio de la procreación.

Así, es característica básica de la sexualidad de las mujeres la relación orgánica entre erotismo y procreación, la cual a nivel de los sujetos aparece escindida. Socialmente y como parte de una cultura binaria, la sexualidad femenina escindida produce grupos de mujeres especializadas en aspectos de la sexualidad desintegrada: las madres y las putas.

El cuerpo de las mujeres procreadoras es entonces cuerpo procreador, cuerpo vital para los otros, cuerpo útero, claustro. Espacio para ser ocupado material y subjetivamente, para dar vida a los otros. El cuerpo de las mujeres eróticas es un cuerpo erótico para el placer de los otros, espacio y mecanismo para la obtención de placer por otro.

El cuerpo escindido y el mito

En la ideología dominante de contenido católico, el cuerpo de la mujer es un espacio sagrado y, por ende, objeto del tabú: en él se verifica la creación de cada ser humano, una y otra vez, como un ritual. Es también, por la extensión de sus cualidades a todos los espacios de vida de las mujeres, de la sociedad y del universo, una matriz cultural cosmogónica. La mujer es, en este sentido, por la centralidad de su cuerpo, una matriz para cumplir la encomienda de la sociedad en atención a los designios de la naturaleza o de la divinidad engendrar a los hijos, ser su recipiente, su envoltura, su placenta, su leche. El hombre participa en el hecho, se trata de sus hijos y él es su padre. Lo que queda oculto en la mitología, es cómo llega el elemento creador del hombre a la matriz de la mujer. Este problema en torno a la antropogénesis está planteado en el mito de la Virgen María.

María concibe sin hombre, en una cultura que da múltiples testimonios de conocer el papel biológico del varón en la concepción. María no es espacio del eros, representado en la fragmentación de su cuerpo y de su subjetividad, en la vagina, en la vulva. María es sólo vientre, sólo matriz “…de tu vientre, Jesús”. La mujer simbolizada en María concibe sin hombre, pero no lo hace sola sino “por obra y gracia del Espíritu Santo”. Se realiza la unión deserotizada y asexuada, de la deidad con una mortal cuya pureza queda resaltada en que no se aproxima al erotismo, y tampoco al sexo, es virgen, núbil.

El mito recoge y consagra el tabú: el cuerpo embarazado de la mujer es signo y símbolo de la negación del erotismo humano, en particular del erotismo femenino. Se trata de su valoración negativa, con el fin de constreñirlo, de normarlo con una finalidad determinada: afirmar la castidad como esencia erótica de las mujeres y su cuerpo como espacio consagrado a la gestación. María no vive el coito. Su matriz es el espacio sagrado de la creación humana y por ende, de la divina. Es sagrado separado diferente, sobrecargado de poder y de significados porque el pecado no está presente, como lo está en la concepción de los seres humanos. Se elimina el erotismo de María, aquella marca negativa que la develaría esencialmente humana en su aspecto negativo: el pecado.

Uno de los significados implícitos de este mito, la humanidad de María, símbolo de la mujer y de las mujeres, queda centrado en su sexualidad erótica, la cual le es conculcada de manera simbólica, como había sido conculcada en la historia a las mujeres. El mito no miente, ni propone algo increíble, sólo purifica a María y la convierte en este estereotipo de identidad femenina. Al negar el hecho divino, el mito minimiza el hecho humano y casi lo oculta. ¿Es que acaso en la realidad las mujeres son eróticas, son sujetos del goce, existe su cuerpo como espacio del placer? No, la respuesta es no. Las mujeres no gozan, las mujeres buenas son como María.

En este marco, las mujeres son vírgenes, aunque cojan: no gozan su cuerpo ni el del otro, participan del coito de otro, no en el coito; lo sufren, obedecen y cumplen como un deber que, por otra parte el matrimonio santifica, pero con la finalidad implícita de tener hijos, de procrear. Eso sí, “los hijos que Dios quiera”. Las partes del cuerpo femenino que intervienen en la procreación, según la cultura genital como la vulva o los senos, no existen. La mujer sólo es vientre y sus senos son fuentes de alimento, son senos nutricios para el hijo, dejan de ser parte de su eros. Su vulva no es florida, es negada, ocultada, tabuada hasta lograr su inexistencia. La vulva es sobrevalorada, por negación, como el centro fetiche del cuerpo y del universo femenino.

De esta forma, el erotismo genitalizado de las mujeres se consagra: por palabra de Dios, al negarlo se le magnifica, se le constriñe a las partes del cuerpo no dichas implícitamente reconocidas como sexuales y como eróticas, ocultas, silenciadas: la vagina, el clítoris, la vulva. Lo que destaca en María es el vientre florido, el vientre cuna. La sacralidad del cuerpo de la mujer se debe así a la eternidad del hijo de Dios y de los hombres, y a la exclusión del pecado mediante el interdicto de su capacidad erótica, sensual, cognoscitiva, y de goce.

El mito relata simbólicamente la mutilación de la Virgen y en ella, la de todas. En su nombre está el signo, virgen mujer que no ha conocido varón, mujer íntegra que pertenece así a la divinidad. ¿Y cómo podría ser propiedad de otro hombre, si está destinada a concebir y engendrar al hijo divino? La divinidad es quien la posee. Si hubiera conocido hombre, ya no sería plenamente de Dios, se habría entregado mediante su erotismo y sólo debe ser de Dios.

María tiene que ser virgen porque así se asegura que el hijo es verdaderamente de Dios, de manera directa, sin mediaciones, por eso es divino. Debe ser virgen porque al serlo asegura que no es de otro ya que la mujer sólo puede ser de alguien, no puede ser autónoma, su virginidad es signo de que no tiene dueño, su alma pertenece íntegra a la divinidad y la prueba de la pureza de su alma es su cuerpo intocado. El cuerpo de la mujer es su calca, por eso su cuerpo virgen es signo de la virginidad total de su ser.

El cuerpo virginal vivido así es símbolo y testimonio tanto de su completud como de su entrega a Dios. El himen es el sello de esa entrega absoluta.

Como sabiduría ligada al placer, la sexualidad erótica es concebida como mala. Es negada, porque puede subvertir la relación de dependencia que articula la sujeción y la obediencia al poder supremo. Subvierte a la vez un saber: el conocimiento de sí misma y de los otros.

La sexualidad erótica es un espacio en el cual la divinidad pierde su omnipotencia. Por su mediación y por su vivencia los seres humanos se humanizan, se afirman como los reales-concretos, como creadores frente al mito. Con el reconocimiento en acto de su diferencia frente al poder aunque sí son del mismo sexo, afirman sus identidades humanas, establecen pactos, se vuelven cómplices, se asocian por el placer compartido, y eso está prohibido. El dios de Occidente requiere la adoración de pueblos enteros, pero sólo a partir de la individualidad de cada quien en la soledad, en el extrañamiento, frente a la muerte.

Si se rompe la esencia de esa relación dios-ser humano, se subvierte el poder en que están fincadas ambas, esencia y relación. Si se unen hombre y mujer no sólo mediante el eras y otros saberes, se verifica el gran atentado, el deicidio. El mal se manifiesta pleno, total: los seres humanos sin el dios tutelar “no comerán del árbol del bien y del mal y del conocimiento”.

El ser humano debe estar solo. Sólo debe existir para su dueño y no debe conocer.

Si se alían hombre y mujer, a través de sus cuerpos eróticos, de sus trascendencias, entonces reconocen su humanidad y transgreden los límites de la soledad. Dejan de vivir uno en el otro, al borde de la muerte (no como conciencia), no como muerte profundamente humana, sino como amenaza divina, como castigo al pecado. Si los seres humanos viven y construyen con los otros, trascienden su soledad y su sometimiento al gran poder. La cercanía los humaniza y se separan del mundo de lo sagrado.

Si mujer y hombre conocen por sí mismos, si representan la realidad y además la crean y la recrean, la creación les pertenece. Entonces, no hay más espacio para la divinidad.

Para evitar el deicidio, en el mito se simboliza el extrañamiento, el desencuentro, el desconocimiento entre hombre y mujer. Cada cual desobedeció, subvirtió y perdió. La mujer, sin embargo es más culpable, encarna el mal, es “la tentación” (para los hombres y para sí misma). La mujer es culpable de la seducción, de la autonomía de la iniciativa erótica, de la desobediencia, doblemente responsable porque ella debía esperar sumisa, obediente.

Al hombre y a la mujer del mito, los enemista la culpa de haber pecado. Extienden la acusación mutua y en esa circunstancia deben vivir eternamente juntos, enajenados de sus posibles encuentros…

El erotismo [12]

El erotismo consiste en la exaltación o inhibición de los impulsos libidinales. Tiene como base el ansia o excitación libidinal puesta de manifiesto en el sistema nervioso, en las membranas mucosas, en la piel y en los mas diversos órganos. El erotismo tiene por protagonistas a los sujetos particulares y a los grupos sociales; tiene como espacio al cuerpo vivido, y consiste en acciones y experiencias físicas,[13] intelectuales y emocionales, subjetivas y simbólicas, conscientes e inconscientes, así como formas de percibir y de sentir, tales como la excitación, la necesidad, y el deseo, que pueden conducir o significar por sí mismas goce, alegría, dolor, agresión, horror y, finalmente, pueden generar placer, frustración, o malestar de manera directa o indirecta.

Circunscribo lo erótico y el erotismo a la libido y a la libidinal.[14] Me parece más acertada esta designación, que la más generalizada de sexual (energía sexual, atracción sexual, prácticas sexuales, etcétera), ya que el contenido libidinal permite delimitar el campo específico erótico que es parte de la sexualidad, pero no la agota. Es necesario diferenciar lo sexual erótico delimitado por lo libidinal, del resto de la sexualidad.[15]

Así, es posible definir y distinguir el campo erótico las relaciones, las prácticas, los conocimientos, las creencias, etcétera, de otros campos de la sexualidad como la reproducción social, la procreación, las relaciones de parentesco, etcétera. En nuestra cultura lo erótico está indisolublemente ligado a la reproducción y, en el caso de las mujeres subordinado a ésta.

El principio erótico, Eros, simboliza para Freud el principio único que teniendo por energía la libido16 (narcisista u objetal), somete todo al principio del placer y al impulso de conservación del individuo y de la especie.

Eros es concebido como el contrario de Tánatos, destrucción. Freud llegó a usar como homónimos eros y libido y más tarde a plantear una continuidad o contemporaneidad entre ambos principios. Una concepción binaria de la vida y del psiquismo se encuentra claramente expresada en su concepción sobre la vida como una lucha permanente entre los principios vitales del placer y los impulsos de destrucción y de muerte, ambos constitutivos de la existencia humana. La contradicción entre ellos marca la experiencia de los sujetos.

Erotismo genérico

El erotismo esta constituido por las más diversas experiencias de acuerdo con las épocas históricas y con las culturas. Cada cultura incluye una cultura erótica específica conformada por relaciones sociales, normas (prescripciones y prohibiciones ), códigos, preferencias, prácticas, conocimientos, sabiduría, concepciones, lenguajes y tabúes. A pesar de la división de las sociedades en grupos sociales (clases, castas, sectas), el bloque político cultural dominante impone por medio de sus instituciones, una cultura erótica dominante. En general, aunque se crea que es homogénea, que los mismos principios son válidos para todos, el erotismo en nuestro mundo, es patriarcal, clasista, genérico,[17] racista, específico y distintivo para los grupos de edad, y para los sujetos, de acuerdo con el tipo de conyugalidad y con sus particulares tradiciones. Las definiciones esenciales de la sociedad, de la cultura, y de los sujetos particulares, lo constituyen.

Es importante señalar la dificultad para analizar el erotismo femenino desde concepciones como la freudiana18 en que el paradigma humano (lo erótico) no sólo está encarnado por el hombre, sino que además los intereses patriarcales han marcado las reglas que lo contienen. Finalmente, la problemática se complica porque trata del erotismo de las mujeres, realmente sujetas social y culturalmente a los hombres, con quienes deben relacionarse eróticamente, de manera positiva.

Una contradicción básica para las mujeres consiste en que deben orientar y definir su erotismo de acuerdo con las normas dominantes y simultáneamente, con las específicas de su género. Las mujeres tienen así una doble asignación erótica. Están definidas en función de un erotismo pretendidamente neutro, que abarca a todos, y de un erotismo asignado a su género. Es decir, las mujeres tienen deberes, límites, y prohibiciones, eróticos, generales y específicos.

Kollontai19 detectó este hecho y lo llamó doble moral sexual. Aunque no es sólo un problema ubicado en la dimensión ética o moral. Se trata de relaciones, prácticas, normas, creencias y tabúes que conforman un erotismo que, a más de diferente al paradigma, es ubicado en la naturaleza (animalidad femenina),[20] y es valorado como inferior. El erotismo dominante recrea en su asimetría, la discriminación, la subalternidad, la dependencia y la sujeción de las mujeres. Es un erotismo de la opresión.

El erotismo puede satisfacerse o verse frustrado en su propia dimensión erótica, sin embargo, también puede desembocar en otros fenómenos a través de mecanismos como la compensación o la sublimación. La compensación actúa a partir de la frustración y consiste en que se compensa la pérdida o la insatisfacción a través de otros objetos o actividades. Los mecanismos de compensación son los que prevalecen en el erotismo femenino. La sublimación consiste en que el impulso erótico moviliza para la realización de actividades diversas y en ellas encuentra el placer: el trabajo, la mística, creación artística, y cualquier otra actividad erotizada. La búsqueda erótica inconsciente de un objeto, la pulsión básica, compartida por hombres y mujeres, encuentra una explicación en el hecho señalado por Bataille (1980:29) en cuanto a que somos seres que morimos de manera aislada y tenemos la nostalgia de la continuidad perdida: “lo que está siempre en cuestión es sustituir el aislamiento del ser, su discontinuidad, por un sentimiento de continuidad profunda”.

Así, el erotismo como creación de la continuidad del sujeto consigo mismo o en relación con otros, involucra aspectos de la experiencia únicos, que tienen que ver con la integridad de los sujetos. La experiencia erótica acontece en la intimidad más interior y está normada desde la sociedad y la cultura, por un saber hecho conciencia por el sujeto y está determinada por necesidades inconscientes ignoradas. Ambos principios, conscientes e inconscientes actúan a la vez aleatoria y contradictoriamente, en toda experiencia erótica.

El erotismo es entonces, un espacio político privilegiado porque toca la intimidad más profunda de cada cual y porque por su mediación, el sujeto queda totalmente involucrado: desnudo, más o menos marcado por sus pulsiones.

En el caso de relaciones eróticas, se trata de una dimensión privilegiada para el establecimiento de pactos que obligan compulsivamente, y para la acción directa sobre el otro ya sea constructiva y satisfactoria, o aniquilante, dada la vulnerabilidad de los sujetos que tienen a la vez una experiencia interior y otra experiencia con lo externo.

Pies de página

En la línea de considerar la sexualidad como un hecho histórico de carácter social y cultural fundado en la norma y no en una supuesta animalidad humana. Agnes Heller (19800:92) plantea que “El surgimiento de la sexualidad coincide con el surgimiento del tabú del incesto, y es por lo tanto, contemporáneo de la regulación social y no de la regulación instintiva”.
Mead (1975:694) señala el horror como característica común a todas las prohibiciones: “tabú nos parece más adecuada que prohibición, ya que lo que pesa sobre el incesto, que con frecuencia carece de sanción legal va siempre acompañado de un sentimiento de intenso horror”. Para un resumen sobre incesto, psicoanálisis y antropología, véase Vázquez, 1986.
Y, de acuerdo con Canetti (1981:286), “el secreto ocupa la misma médula del poder”.
La palabra erotismo “…fue acuñada en el siglo XIX a partir del adjetivo erótico, empleado hasta entonces sólo en medicina (locura erótica) o en crítica literaria (poesía erótica, referente al amor) y copiado del griego eros, dios del deseo sexual en el sentido más vago” (Léxico sucinto del erotismo, 1974:37). El concepto erotismo viene de “Eros Dios griego del amor, hijo de Marte y de Venus. Mensajero y servidor de Venus, era el confidente y sostén de los enamorados. Los antiguos le atribuían además, una función cosmogónica. Eros y Tánatos forman los dos polos de la vida y de la muerte respectivamente en la existencia humana.
El erotismo tiene bases físicas. La excitación se produce en ocasiones por la acción de las hormonas sexuales, en especial las andróginas. sobre el sistema nervioso. La erotización perdura aún cuando desaparezcan o se reduzcan dichas hormonas del organismo como ocurre en la andropausia y la menopausia (del griego meno=mes, mensual y pausis=cesación)= “fin de los meses”. El erotismo está ligado a la lujuria, según la Enciclopedia Ilustrada de Sexología y Erotismo. Es el apetito desordenado de los deleites carnales. Se trata, desde luego, de una concepción ligada a una valoración moral y ética del pecado. Kinsey definió al comportamiento sexual erótico como el comportamiento que conduce al orgasmo, con seis salidas principales: masturbación, sueños sexuales. caricias. coito. Las actividades homosexuales y los contactos animales” (citado en Katchadourian, 1984:19).
El concepto libido (libido-inis, deseo) se deriva del latín (desiderium) y significa deseo, que significó en un principio “puesta de un astro”, luego “pesar”, y tardíamente “deseo”, En el Léxico sucinto del erotismo {1974:32) se le define como “la tendencia profunda, invencible y muchas veces espontánea, que empuja a un ser a apropiarse de la manera que sea de un elemento del mundo exterior, o de otro ser, Esta tendencia cuhnina y se desarrolla en la sexualidad… define al individuo humano. Para algunos tiene valor por sí mismo, y es un medio de conocimiento”. La libido es la energía que emana de la búsqueda del placer en general; Freud le dio el sentido de energía sexual e impulso de la sexualidad humana, mismo que por sublimación podrá convertirse en otras formas de la experiencia humana.
Bataille (1980:23) afirma que sólo los seres humanos “han hecho de la actividad sexual una actividad erótica, y que la diferencia entre el erotismo y la actividad sexual simple es una investigación o búsqueda psicológica independiente del fin natural dado en la reproducción y en el ansia por tener niños”.
Freud (1905) impregnó de valores patriarcales sus categorías; de ahí que la libido sea para él un principio masculino: “La libido es de naturaleza masculina, aparezca en el varón o en la mujer e independientemente de su objeto, sea éste el hombre o la mujer”, Juliet Mitchel (1977a) fue precursora en la crítica feminista positiva a las teorías freudianas, y se encargó de limpiar categorías como la libido de ese contenido.
Alberoni (1986:9) reconoce la diferencia como un hecho definitorio del erotismo: “El erotismo se presenta bajo el signo de la diferencia. Una diferencia dramática. violenta. exagerada y misteriosa. Por cierto establece una diferencia cultural entre hombres y mujeres a partir de preferencias, lecturas, actitudes, manejo del cuerpo, del maquillaje…
La dificultad de hacer una traducción femenina del complejo de Edipo, sobre todo por lo que se refiere al cambio de objeto que deben realizar las mujeres al desplazar su interés libidinal de la madre (otra, igual) al padre (otro, diferente), manteniendo una identidad de género con la madre. El psicoanálisis contemporáneo desarrollado entre otros por Karen Horney, Melanie Klein. Nancy Chodorow y Christiane Olivier han contribuido a develar esta problemática y a señalar su importancia en la conformación de la identidad de las mujeres. Por el contrario, psicoanalistas como Marie Bonaparte (1977) y Marie Langer (1980 y 1983) tradujeron para el análisis de la sexualidad femenina los esquemas freudianos.
“La moral sexual actual, como moral que sirve únicamente a los intereses de la propiedad… asida en el matrimonio monógamo indisoluble que rara vez está basado en el amor y la institución de la prostitución tan extendida y organizada, no sólo no contribuye al saneamiento y mejoramiento, sino que conduce a la degeneración” (Kollontai. 1918:66).
“El erotismo es un aspecto ‘inmediato’ de la experiencia interior que se opone a la sexualidad animal” (Bataille 1980). En relación con la sexualidad erótica, Germaine Greer (1985:226) considera que “el sexo es realmente una idea mágica, sugestiva y altamente indefinible. Incluye género, erotismo, genitalidad, misterio, lujuria, fecundidad, virilidad, estremecimiento, neurología, psicopatología, higiene, pornografía y pecado, suspendido todo ello en experiencias reales de la más intratable subjetividad”.
Bibliografía

Lagarde, Marcela, Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas, México, UNAM, 1997.

Marcela Lagarde es autora del libro «Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas», Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1990, y de múltiples trabajos de investigación sobre la condición de la mujer y la situación de las mujeres, así como sobre política y género.

El Salvador: ¿podemos avanzar sin luchar?

El Salvador: ¿podemos avanzar sin luchar?
Por Roberto Pineda 9 de septiembre de 2011 25 ctvs.

La complejidad del proceso iniciado el 15 de marzo de 2009 con la derrota de ARENA y la victoria del FMLN en las elecciones presidenciales, nos exige un análisis permanente de las modificaciones de la correlación de clases y de fuerzas políticas y sociales, de sus desplazamientos y fusiones, de sus rupturas y reacomodamientos. Debemos de aprender a leer la realidad con la mente fría y el corazón ardiente. Hacer un esfuerzo por evitar reduccionismos y generalizaciones. Intentar el análisis concreto de la situación concreta, desde una óptica de lucha.

Diversas visiones de la realidad

Recientemente conversaba con un funcionario gubernamental sobre la situación del país y me sorprendió la visión completamente ilusoria, idílica, sobre el proceso. Mi amigo vive en una burbuja de izquierda. Su conclusión básica era que la gente evidentemente nos apoya, vamos avanzando y que hemos derrotado ya a la derecha y el próximo presidente será seguramente “alguien de nuestro Partido.”

Por otra parte, un joven universitario me manifestaba que este gobierno de Mauricio Funes y el FMLN no se diferencia en nada de cualquier gobierno de la derecha y que con sus promesas a la gente lo que va producir es una gran decepción. Su conclusión era que hemos retrocedido y lo que corresponde es terminar con este peligroso ensayo y luchar por un gobierno “verdaderamente revolucionario.” Y de ser posible “proletario.”

Ambas visiones desde la izquierda son unilaterales, reduccionistas y solo leen una parte de la realidad. Los arboles les impiden ver el bosque. En política los deseos no son realidades. Y la lucha de clases se fundamenta en una situación de dominación de sectores hegemónicos que se enfrentan a sectores subalternos.

Transformar esta realidad requiere de mucha imaginación y de mucha fuerza social, de la participación de la gente. Y puede lograrse. Marzo del 2009 fue el resultado de un largo proceso de acumulación política en visión estratégica, fuerza electoral, alianzas, programa, candidato, etc. Es un nuevo punto de partida. Nunca antes se había logrado llegar al gobierno por tanto tiempo. Y con perspectivas de mantenerse y avanzar.

Acomodarse al nuevo momento político abierto en el 2009 no ha sido fácil. Ha habido cansancio y confusión. Ya el movimiento popular venía golpeado en su pensamiento y accionar desde 1992 y el 2009 ha terminado de noquearlo. No ha podido superar su estado de inamovilidad. La fuerza política de izquierda aplasta a la fuerza social. Un poderoso partido de izquierda, y un movimiento popular raquítico.

Y esto debilita el enfrentamiento social. Fortalece la visión posibilista, pragmática, electorera. Algunos piensan que hay que bañarse en aguas tranquilas y evitar los sobresaltos. Hay que evitar la fatiga de la lucha. Promueven la defensa de la gobernabilidad que se convierte al final de cuentas en defensa del sistema. Lo importante pasa a ser la próxima elección y el próximo candidato. El programa no importa y mucho menos la lucha. No hay proyecto político. Hay proyecto electoral. Y lucha electoral. Ya estamos inmersos en ese terreno resbaloso pero necesario.

Pronto, en marzo de 2012 mediremos el impacto electoral, sea de los programas sociales o de los programas económicos de este gobierno. Porque ha sido un gobierno que destruye con la mano derecha lo que se construye con la mano izquierda. En otras palabras, la continuidad del modelo neoliberal provoca la pobreza que es mitigada por los programas de asistencia social.

Y la derecha, aunque derrotada, debilitada y dividida, sigue teniendo un fuerte peso en nuestra sociedad. Y la sigue apostando a bloquear este gobierno para facilitar la restauración oligárquica. Y cuenta con poderosos aliados y recursos, incluido el recurso de reinventarse y asumir un discurso de izquierda. No podemos ser ingenuos pero tampoco derrotistas.

Es claro que la agenda estratégica de la derecha, de toda la derecha, es regresar al gobierno, a la seguridad de tener las llaves de la hacienda. En la actualidad siguen siendo los dueños del país, ellos lo saben, pero han perdido las llaves. Y el que pierde las llaves puede perder la casa. También lo saben.

Funes gobernando desde la derecha

Las expectativas de la mayoría de la gente no corresponden claramente a las realidades de la gestión de este gobierno. La gente esperaba cambios. La gente esperaba el desmontaje de los aspectos principales del modelo neoliberal. Y el castigo de los corruptos como mínimo. El gobierno responde con promesas. Y ya no estamos en época electoral. La gente espera rectificaciones, soluciones, resultados. La gente puede cansarse de la larga espera y buscar otro doctor que cure sus dolencias.

La gente padece de inseguridad y la medicina parece ser la misma de la derecha, mano dura. Y la enfermedad se extiende y se agrava. La gente padece de desempleo y la medicina no aparece. La gente padece del alto costo de la vida y la medicina sigue subiendo de precio. Lo que la gente si logra percibir es que la empresa privada es la única que logra imponer su agenda.

Dicen abiertamente que no van a pagar impuestos para la seguridad y no pagan impuestos. Y sus niveles de rentabilidad siguen creciendo. Y este gobierno les teme y prefiere gobernar para estos sectores y defender sus intereses que cumplir con su mandato de cambio. Prefiere gobernar para los patricios que lo desprecian que para los plebeyos que lo aman. No se pone a la altura del cónsul romano Lucio Sextio.

Y el presidente Funes puede tranquilamente beneficiar a empresas transnacionales así como respaldar a políticas de agresión internacional, a partir de su convencimiento que no existe un movimiento social unificado y asertivo, que le pase la factura por sus reprobables acciones. No podemos seguir soportando un presidente con un discurso de izquierda y una práctica de derecha.

Y es precisamente esta situación: la incapacidad del movimiento popular de obligarlo a bailar a la izquierda, la que permite este vergonzoso desplazamiento hacia la derecha. Es un presidente que baila con los empresarios y amenaza a los sindicatos. Y la crisis que se avecina, la del capitalismo mundial, la va a trasladar a la gente, si lo permitimos. Si no recuperamos la iniciativa política desde las calles.

Por lo que la tarea estratégica consiste en desplegar la lucha de los sectores populares por un programa de cambios, por un nuevo modelo de país, que rebase el papel asistencialista del gobierno y que plantee con claridad la necesidad de una reforma impositiva; una reforma política que modifique la Constitución, y una reforma económica que rompa con el modelo neoliberal y abra paso a una economía al servicio de la sociedad y no de las empresas.

¿Podemos avanzar sin lucha social?

A partir de junio del 2009, con la toma de posesión del presidente Funes, se estableció como premisa del movimiento popular y social, que había que avanzar sin luchar, y esperar que desde el gabinete y los ministerios, surgieran las líneas maestras para los cambios esperados. Habíamos derrotado a la derecha y la izquierda llegaba al gobierno. Había que esperar. Los cambios serían graduales. Estábamos equivocados.

Hoy, dos años y medio después, evaluamos que los cambios han sido mínimos, limitados, y la lucha social también. Hemos avanzado muy poco. Con muchas dificultades –endeudamientos, compromisos con los organismos financieros, acciones entreguistas- hemos sostenido los niveles existentes y la ruptura con el modelo anterior ha sido estrecha. La derecha sigue controlando amplias esferas del poder político, como es la CSJ y la Asamblea Legislativa. Aunque en esta ultima el presidente sea del FMLN.

Pero aun así, ¿da lo mismo votar por ARENA que votar por el FMLN? Absolutamente no. Pensemos que hubiera pasado si Ávila hubiera ganado en el 2009, lo más seguro es que estaríamos a la defensiva. Luchando siempre, pero desde la resistencia. Estuviéramos lamentándonos que no supimos unirnos. Pero no, estamos en otro momento, complejo, novedoso, pero disputando la iniciativa política.
La ruptura del modelo solo será posible mediante la combinación de lucha electoral con lucha popular. Solo la lucha electoral a lo que va conducir es a reproducir el modelo y garantizar su continuidad. Solo la lucha popular a lo que va conducir es a reproducir espacios de división, sectarismo y aislamiento.

¿Es el presidente Funes el culpable de nuestras debilidades?

La falta de capacidad de respuesta del movimiento popular frente a diversas medidas del presidente Funes puede –según algunos- originarse en que la gente confía en “los cambios desde arriba” y teme a los “cambios desde abajo.” La gente le apostó a un “cambio seguro.” Y aún así la victoria no fue aplastante. Estas son realidades.

Este fue un eje básico del discurso que utilizamos para llegar a la presidencia. Y mientras esta tesis, esta idea, se sostenga en las mentes de la gente, las llaves que abren la puerta de la movilización popular se encuentran guardadas. La gente esta a la expectativa. Han pasado a ser espectadores, cuando se necesita que sean actores, jugadores, participantes. Los puños en alto fueron sustituidos por los aplausos. Y últimamente por los lamentos. Alguna gente dice: ustedes nos engañaron…El engaño fue mutuo.

Algunos piensan que el enemigo a derrotar es el presidente Funes. Mayúsculo error. El presidente Funes va llegar hasta donde lo empujemos. Y si lo abandonamos, va correr a refugiarse en los brazos de la oligarquía. Este gobierno es una carreta que camina empujada, por una cuesta empedrada. La dejamos de empujar y se viene de regreso. Es una carreta que necesita impulso y rumbo. Y la derecha nos grita: ustedes no pueden conducir esa carreta, permitan que regrese a nuestras manos. Pero lo conquistado con lucha, no se entrega. Y no fue fácil conseguir esta carreta.
Otros en el gobierno piensan que ya no existen enemigos. Y que vivimos en el reino del pájaro y la nube. Y que lo pertinente es buscar la “unidad nacional.” Y que no hay que perseguir a los corruptos. Y no hay que exigir que los empresarios paguen sus impuestos. Y hay que mantener el dólar.
Y que los trabajadores no deben de hacer huelgas y ya no deben de darse manifestaciones. Nos gritan desde los sabios editoriales de sus periódicos: sean civilizados, pasen de la protesta a la propuesta. Sean inteligentes.

La construcción de poder popular
No es sencillo construir un movimiento popular que rompa con la postración existente y construya poder popular. Y que en vez de fragmentar como es ya tradicional, se dedique a complementar, a unificar pensamientos y acciones. La UNTS de 1986-1992 fue la última experiencia de movimiento popular unificado. Luego se impuso la dispersión ideológica y orgánica.

Existen factores que bloquean su desarrollo, objetivos y subjetivos. Debemos de reconocer que la derecha artística, educativa, religiosa y mediática han avanzado considerablemente. Han logrado violentar, paralizar y dividir a los sectores juveniles, neutralizar a amplios sectores populares rurales y urbanos, imponer su hegemonía cultural. Y la cosecha de estos esfuerzos la trasladan al terreno electoral. Han fortalecido su hegemonía cultural.

Mientras los sectores populares organizados a principios de los años ochenta abandonaban las ciudades y se trasladaban a los frentes guerrilleros, la derecha incursionaba y pasaba a tomar posesión de estos espacios. A la par del esfuerzo militar represivo, la dictadura militar de derecha desplegó una intensa contraofensiva ideológica, orientada a capturar las mentes de nuestro pueblo. Se abrieron nuevas universidades e iglesias. Fue un fino y bien financiado esfuerzo contra insurgente.

Y fue un esfuerzo que empalmó con una cultura autoritaria profundamente internalizada en amplios sectores populares, la cual a partir de criterios patriarcales impone conductas individualistas, de uso tanto de la violencia como de la resignación, de matriz profundamente conservadora, homofóbico, racista, militarista, colonizado, de rechazo a proyectos democráticos alternativos de sociedad, de educación, de iglesia y de familia.
A esto hay que sumar los cambios en la esfera de la economía que redujeron drásticamente el sector industrial y agrícola, afectando así a los sectores organizados en sindicatos. A esto hay que sumar las privatizaciones y la emigración como factores que modificaron la composición de la clase trabajadora. Hoy contamos con una clase trabajadora en la que los sectores de maquila, informales y de desempleados son la mayoría.

El sector formal industrial es minoritario. La reciente proletarización de estos nuevos sectores debilita la construcción de una conciencia de clase que les permita avanzar en el diseño organizativo, de unidad y de movilización, para enfrentar la crisis del sistema existente y salir de este prolongado letargo. Pero a la vez esto lanza a las filas de la revolución a nuevos sectores, que reaccionan ante la crisis del capitalismo y pasan a la lucha…

Respaldan en Facultad Paracentral de UES formula electoral de Unidad Universitaria

SAN VICENTE, 7 de septiembre de 2011 (SIEP) Estudiantes y docentes de la Facultad Multidisciplinaria Paracentral expresaron este día su respaldo a la fórmula electoral de Unidad Universitaria, encabezada por el actual Rector de la UES, Ing. Rufino Quezada y sus acompañantes Lic. Douglas Alfaro y Lic. Carlos Alvarenga.

La formula electoral de Unidad Universitaria, visitó este recinto universitario en el marco de su campaña para lograr gobernar por un segundo periodo la Universidad de El Salvador, en la cual se desarrolla este mes un proceso electoral que incluye el cambio de las autoridades centrales y de facultades.

El Ing. Quezada junto con los licenciados Alfaro y Alvarenga visitaron diversas aulas y compartieron con los estudiantes su plataforma de gobierno, encontrando una entusiasta recepción a su propuesta así como también realizaron una reunión con el sector docente, en el que expusieron sus proyecciones para esta unidad académica de la UES.

“Estoy comprometido a seguir impulsando el proceso de cambios que iniciamos en el 2007, y que ha beneficiado a nuestra Comunidad Universitaria, les aseguro que hoy la UES esta mejor que como me fue entregada en el año 2007…hemos avanzado…” expresó el Ing. Rufino Quezada ante un grupo de docentes de este recinto.

Agregó que “uno de los logros principales es que hemos recuperado la institucionalidad universitaria, el respeto a la ley, hemos combatido la corrupción y el nepotismo, y hacemos esfuerzos orientados a impulsar una reforma académica, que nos permita posicionarnos como una Universidad Científica, Autónoma, Democrática, Equitativa y Popular.”

El Ing. Quezada fue presidente de la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños, AGEUS, a mediados de los años ochenta, se graduó de Ingeniero Agrónomo, fue presidente en dos ocasiones de la Asamblea General Universitaria, AGU y preside la Alma Mater desde el año 2007.

ILPES repudia ocupación militar imperialista de Libia

SAN SALVADOR, 6 de septiembre de 2011 (SIEP) “Es un crimen de lesa humanidad, el cometido por la OTAN contra un pueblo y gobierno que como el de Libia, representaba un peligro para sus intereses petroleros…” expresó el Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

Añadió que “los imperios de la tierra aglutinados en la OTAN, hoy demuestran que tienen la fuerza para mediante bombardeos destruir descaradamente a un pueblo, aplastar a un gobierno que no es de su agrado, financiar a mercenarios e imponer una feroz dictadura, esto es lo que ha pasado…”

“Confiamos y oramos porque –agregó- las reservas de dignidad del pueblo libio fortalezcan sus resistencia, y que los agresores se encuentren con un pueblo que va convertir cada rincón del desierto en una barricada de patriotismo en contra de los invasores, en contra de la intervención.”

Informó que “ya sabemos lo que pasó: la toma de Trípoli fue hecha por la OTAN, y la señal fue dada desde altoparlantes de mezquitas fundamentalistas para que grupos de mercenarios iniciaran disturbios, mientras los aviones de la OTAN lanzaban bombas en puntos estratégicos. Pero el orden fue restablecido. Al día siguiente, vinieron los helicópteros a mataron ala gente que andaba por las calles. Fue en ese momento que entró el ejército de Qatar. Y fue derrotado por el ejército libio.
Pero eventualmente, mediante bombardeos tomaron control dela ciudad. Y fue hasta entonces que llegaron “los rebeldes” y la ciudad destruida les fue entregada por la OTAN. Esto fue lo que pasó…”

“Hacemos un llamado al gobierno de nuestro país a condenar esta flagrante violación de la independencia de este pueblo hermano, lejano en la geografía pero cercano en el corazón, unido en la lucha por la paz y la justicia. Y ojala no vengan a decirnos que van a mandar soldados a Libia como lo han hecho a Afganistán, sería una nueva vergüenza.”

Finalmente el religioso luterano exhortó a “los sectores populares salvadoreños a pronunciarse denunciando esta ilegal ocupación militar de Libia, y exigiendo que se acate la resolución de la Unión Africana que hace un llamado al dialogo entre las partes en conflicto.

Pillku, amantes de la libertad: la nueva revista digital

Pillku, amantes de la libertad: la nueva revista digital para debatir sobre la Cultura Libre

Hoy parimos Pillku, que en Aymara quiere decir amante de la libertad. Porque creemos que es necesario y porque queremos hacerlo. Porque sentimos que hace falta un espacio para debatir la cultura libre desde los movimientos sociales. No vino una agencia de cooperación ni un sponsor a decirnos lo que vamos a decir. No nacemos para complacer tampoco a las grandes figuras internacionales de la “Cultura Libre”.

Por Santiago Hoerth
Nacemos para dar lugar a nuestras voces, la de movimientos sociales que aspiran a otro mundo posible, para hacer un proyecto colectivo de información y comunicación que nos permita desde esta “Nuestra América” pensar y redefinir los conceptos de la nueva ola de cultura que viene de la mano de la tecnología y que se propone nada más ni nada menos ser un camino por el cual todos y todas podamos transitar hacia el futuro.

En esta década de caminar por la América Morena hemos observado y sido parte de un movimiento que vino para quedarse: el de la Cultura Libre. Sin embargo, creemos que aunque ha habido intentos por crear convergencias de movimientos, todavía no se ha logrado del todo que estas articulaciones entre diferentes organizaciones y personas con luchas aparentemente disímiles se plasmen realmente, aunque sí es posible ver los primeros frutos de este camino, todavía queda mucho por recorrer.

Asumimos el desafío de aportar a esta convergencia para que entre muchos grupos diversos en América Latina podamos generar pensamiento y propuestas para el cambio de paradigma en la cultura. Una cultura libre, para todos y todas, sin restricciones ni discriminaciones, una cultura donde podamos tomar y dar. Una cultura solidaria para un mundo que busca su emancipación.

Cuando hablamos de Cultura Libre, salvo para quienes están activamente militando dentro de este “mundillo”, a cualquier otra persona de un movimiento social le puede sonar algo totalmente ajeno y difuso. Nos toca día a día trabajar con organizaciones y movimientos sociales de todo el continente, y si bien hoy son muchas las que están usando software libre o licencias Creative Commons, son pocas las personas que comprenden las dimensiones de este cambio cultural y su importancia política.

Entonces vale la pregunta, ¿qué es Cultura Libre? Por este punto proponemos comenzar el debate. Un debate franco sobre los posicionamientos que el movimiento latinoamericano hace sobre la Cultura Libre. ¿Estás de acuerdo con Lessig en su ensayo sobre la Cultura Libre? Seguramente si pasaste una buena cantidad de tiempo participando en Foros Sociales Mundiales y otros encuentros similares, leer a Lessig te resultará contradictorio. De seguro estarás de acuerdo con muchas cosas que dice, pero habrá otras con las que discreparás.

El tono anarco-liberal de Lessig puede hacer que – muchos y muchas militantes sociales comprometidos con los cambios políticos de América Latina – dudemos de sus intenciones políticas a priori. Pero si vemos el contexto y podemos observar la importancia de ponerle nombre y estructura jurídica a la “Cultura Libre” podemos también tomar los elementos que creamos que nos son útiles y usarlos para transformar la realidad.

Es común que en los ámbitos de software y cultura libre se hable de derivados. Alguien hace un software que es libre y un día viene otra persona que lo modifica para sus necesidades y hace un software derivado. Con las ideas pasa lo mismo. Lo que nadie nos enseñó a pensar justamente es que las ideas son libres desde que existe la humanidad. Al margen de la dominación, una idea lanzada al mundo nadie la puede detener y puede suceder que en una época futura esa idea alguien más la encuentre, la lea, la vea en internet, etc., y haga de esa idea una realidad. Esto sería también un derivado. Un derivado intelectual.

En el caso de las luchas sociales debemos reconocer que todo es un derivado de luchas que nos precedieron. Porque el tiempo construye la historia; y la historia es la memoria. Por ejemplo, la Revolución Cubana no ha sido más que la continuación de la obra y el pensamiento de José Martí. Y la Revolución Sandinista no fue sino la continuación del proceso que inició Sandino cuatro décadas antes. O cuando el COPINH hace sus acciones invoca y se inspira en la fuerza Ancestral de Lempira siguiendo su ejemplo o asume que continúan la lucha de Visitación Padilla.

Las luchas sociales son uno de los principales ejemplos de Cultura Libre que datan de tiempos inmemoriales. Y en el corto proceso de nuestra civilización moderna una vez surgido el capitalismo en el mundo, éstas fueron un valor que se ha ido extendiendo de pueblo en pueblo, de generación en generación.

Ahora que la Cultura Libre está en boga nos toca a todos y todas pensar cómo es esa cultura libre. Qué cosas incluye y de qué forma opera. Si habláramos por ejemplo con algunas de las Feministas en Resistencia nos podrían decir que una cultura libre es el fin del patriarcado y que mientras no podamos poner eso sobre la mesa, es imposible que una cultura sea libre.

Si hablamos con grupos campesinos nos dirán que con semillas transgénicas no se puede crear una verdadera cultura libre. Los y las indígenas nos dirán que su cultura era libre antes de la conquista, que eso que se habla ahora como novedad en realidad no es nuevo y que hace siglos que su cultura lo viene desarrollando. Podríamos seguir enumerando ejemplos, muchos ejemplos de cómo los pueblos del mundo vienen hace siglos trabajando por la liberación de la cultura.

Son tantos los temas que urgen debatir en cuanto a construcción de Cultura Libre que sentimos casi como una obligación abrir este espacio de reflexión y debate. Los temas iniciales que trataremos son los mismos que tenemos en nuestro sitio www.codigosur.net en la sección Temas y seguramente agregaremos más en base a las sugerencias y la experiencia que vayamos teniendo, juntos y juntas, con la revista Pillku.

Para este primer número hacemos honor a un aspecto poco nombrado que forma parte de esa construcción de Cultura Libre: la economía. Pillku, que sale al mundo sin contar con recursos económicos, puede dar fe de que es posible hacer muchas cosas cuando se tienen la voluntad y la disposición para hacerlo. La economía controla nuestras vidas y son pocos los momentos en los que nos animamos a dudar del sistema monetario y del valor real del dinero y de las monedas nacionales.

Pillku será un ensayo permanente donde esperamos contar cada vez con más personas que colaboran, donde realmente pueda estar manifestada la diversidad que existe en torno a la Cultura Libre. Un desafío para hacer juntos, juntas, enredándonos y reconociéndonos como transformadores de la sociedad y la cultura.

Llegó Pillku, amantes de la libertad.

Los alumnos del Insa

Lunes, 05 de Septiembre de 2011 / 11:02 h
Los alumnos del Insa

Dagoberto Gutiérrez

Hace 50 años, cuando recién empezaba la década de los años 60, Santa Ana era un pueblo tranquilo, y nosotros los estudiantes de bachillerato de entonces, teníamos la cabeza y el corazón llenos de pájaros, de nidos y de mariposas. Veníamos de Chalchuapa, de Atiquizaya, de Candelaria La Frontera, Texistepeque, Metapán, y por supuesto, de la ciudad de Santa Ana. Éramos inmensamente jóvenes e inmensamente estudiantes, y el Instituto Nacional de Santa Ana lucía nuevo y refrescante.

Había sido construido en la década de los 50, cuando el capital acumulado en la actividad cafetalera pasaba a la actividad industrial, y se iniciaba la formación de una mano de obra calificada, enfatizando en la educación. Es el periodo que siguió al golpe de Estado de los Mayores de 1948, que le dio continuidad al proceso abierto tras el derrocamiento de Maximiliano Hernández Martínez. Los centros escolares eran grandes, cómodos, acogedores, y sus estudiantes éramos dueños de sueños irrenunciables.

El grupo nuestro era como todos, unos eran taciturnos y otros francamente parlanchines, unos abiertamente tímidos y otros tremendamente dedicados. Unos con una gran creatividad para la broma y el humor. En fin, un grupo profundamente humano e intensamente joven.

Los profesores eran muy dedicados a su trabajo y a su estudio y nos trataban con bastante rigor académico, entregándose en sus clases y enseñándonos que el conocimiento requiere disciplina. Esperábamos las clases de Don Víctor Polanco, las del Doctor Jiménez, las de Don Cayo Fuentes, las de Yolanda Martínez de Denneri, las Matemáticas de Dora Calderón y Roberto Moreno, la Filosofía de Don Alberto Corado, la Literatura de Don Chepe Alas, y la disciplinada dirección del Director del Instituto, Migdonio Díaz Orellana.

En realidad, eran tiempos agitados, como casi todos, y adentro de los sueños estudiantiles, algunos cultivábamos otros sueños, y pensábamos otras cosas que iban más allá del estudio y llegaban al diseño de la sociedad en que vivíamos. Para ese momento, yo estaba plenamente convencido que era necesario, sobre todas las cosas, entender cómo funcionaba el mundo en que vivíamos y como se ejercía el poder de los fuertes sobre los débiles. Por eso éramos fervientes seguidores de la Revolución Cubana que recién acababa de triunfar. Hay que recordar que esa década de los años 60 se inicia la democratización de la Universidad de El Salvador, y sus puertas se abren a los estudiantes, con vocación de estudio, y se termina con la elite de los años anteriores. Es en estos años en que se sientan las bases de la radicalización posterior que definirán los acontecimientos de la década siguiente, en los años 70.

El INSA vibraba de vida y se inundaba de risas, de sueños y aspiraciones, era un centro de estudios y los que estudiábamos bachillerato éramos algo así como la cabeza estudiantil.

Nuestro grupo tomó distintos caminos en la vida, tal como ocurre siempre, con diferentes profesiones y quehaceres. Unos y unas nos hicimos profesionales, médicos, abogados, arquitectos, economistas, ingenieros, otros y otras, comerciantes, agricultores, pero todos hombres y mujeres de bien. De nuestro grupo han salido profesores universitarios, y también han caminado algunos hacia la luz mortecina del atardecer de la vida. Acompañamos en su pesar a las familias de Mario Duarte y de Miriam Sánchez. Todos, sin excepción, sabemos con la única certeza que vamos al mismo punto al que estos dos chinitos se nos adelantaron. Han pasado 50 años, muy veloces pero muy largos, densos y pesados años, hemos vivido guerra y una paz con guerra.

Los estudiantes de bachillerato de esa promoción nos preparamos para celebrar nuestros 50 años de graduados. Esperamos involucrar a las actuales autoridades del Instituto, a sus profesores, estudiantes y padres y madres de familia, porque los estudiantes de ayer luchamos por seguir siendo los estudiantes de hoy. Y, si algo nos enseñó el INSA, es que siempre los seres humanos debemos y podemos y tenemos que mantenernos en una actitud de ser siempre estudiantes, atentos y sensibles ante la realidad, aprendiendo de ella, y aprehendiéndola a ella. Dispuestos siempre a transformarla y a ser transformados en el proceso. Nosotros y nosotras, los alumnos de ayer, llevamos al INSA en nuestros corazones porque somos consientes que en el proceso de conocimiento es necesario pensar y sentir, porque la sensibilidad es la puerta de entrada al conocimiento.

Estamos ante los 50 años de nuestra graduación, se dice rápido pero es toda una vida, y de repente más de una vida. Nosotros, los estudiantes de entonces, ya no somos los mismos pero seguimos siendo los mismos, somos muy conscientes que los cambios que la vida nos ha impuesto son simplemente acentos para seguir siendo lo que siempre hemos sido, y acudimos a los 50 años de nuestra graduación como los de entonces, jóvenes y soñadores, llenos de entusiasmo y llenos de vida, con voluntad de vivir y de luchar por construir una vida mejor para todos y todas.

Nos veremos de nuevo en los corredores de nuestro instituto, honraremos la memoria de los que ya no están, y saludaremos el empeño, el esfuerzo y la determinación por una vida nueva. 

Pronunciamiento ante avance del Caso Jesuitas en la Audiencia Nacional de España

Jueves, 01 de Septiembre de 2011 / 11:56 h
Pronunciamiento ante los acontecimientos nacionales derivados del avance del Caso Jesuitas en la Audiencia Nacional de España

Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”
El 30 de mayo fue girado por el juez Eloy Velasco, de la Audiencia Nacional de España, el auto de procesamiento contra veinte militares de la Fuerza Armada de El Salvador, acusados de ser los responsables de la masacre perpetrada en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, en la que murieron 6 sacerdotes jesuitas y dos mujeres laicas. Esta acción del juez español y la posterior difusión de la nota roja girada por la Interpol han desatado una multitud de comentarios y posiciones que hacen necesario que la UCA se pronuncie ante este acontecimiento y su impacto en la realidad salvadoreña.

La sociedad salvadoreña ha recibido una información muy sesgada sobre el caso; los grandes medios de comunicación social han favorecido en su cobertura las opiniones y argumentos que afirman que el hecho ya ha sido juzgado, que ya prescribió, que la ley de amnistía impide cualquier juicio, que la Audiencia Nacional no tiene competencia, que el caso supone abrir las heridas del pasado y que la paz está por encima de la justicia. La mayor parte de estas opiniones no responden a la realidad, sino a la defensa de intereses particulares, en especial de los intereses de los que en los años de la guerra decidieron y planificaron masacres contra el pueblo salvadoreño —cuando su deber era defenderlo— y que hasta la fecha han sido protegidos por el Estado. Estas posiciones están contribuyendo a mantener la impunidad por encima de la verdad y de la justicia.

La principal objeción que se le hace al juicio es que la Audiencia Nacional no tiene jurisdicción internacional y que con sus acciones está atentando contra la soberanía jurídica nacional. Los que esto afirman desconocen la existencia del principio de justicia universal, el cual ha sido aceptado por El Salvador. La legislación salvadoreña reconoce este principio de universalidad en el artículo 10 del Código Penal. Según dicho artículo, El Salvador puede promover un juicio contra los responsables de graves violaciones a los derechos humanos, incluso si los crímenes sucedieron fuera de nuestras fronteras y con independencia de la nacionalidad de los autores. De igual manera, amparada en dicho principio, la Audiencia Nacional de España ha promovido un juicio contra aquellas personas que cometieron un crimen de lesa humanidad fuera del territorio español. Es importante tener en cuenta que la Audiencia no hubiera podido abrir el juicio si el caso se hubiera resuelto en El Salvador.

La UCA ni ha promovido ni es parte del proceso que sigue la Audiencia Nacional de España, pues nuestro principal interés es que el sistema judicial salvadoreño funcione y sea capaz de impartir verdadera justicia. Respetamos profundamente el derecho de las víctimas a buscar justicia donde se les escuche y puedan obtenerla. Derecho por el cual las instituciones de El Salvador tienen la obligación de actuar de acuerdo a los tratados internacionales suscritos, apegándose al derecho internacional y no protegiendo a los acusados. En el auto de procesamiento, el juez Velasco confirma la teoría de que se conspiró e instigó para asesinar a ocho personas no combatientes e indefensas, y las razonables sospechas de que esas ejecuciones fueron parte de una operación militar ordenada y dirigida desde el más alto nivel castrense, junto con la colaboración civil para su encubrimiento. Esto no puede ser obviado por las autoridades salvadoreñas si quieren ser respetuosas del Estado de derecho.

Tampoco es verdadero que el caso ya ha sido juzgado. Solo fueron juzgados los hechores materiales de la masacre, y en condiciones nada favorables para establecer justicia, producto de lo cual varios de ellos fueron absueltos y los que fueron declarados culpables recibieron una condena que no se correspondía con la gravedad del crimen. A pesar de ello, en aquel momento, la UCA y la Compañía de Jesús, como un acto de buena voluntad, aceptaron dicho juicio. Sin embargo, el juez Eloy Velasco considera que el proceso fue fraudulento y que, en consecuencia, no es válido. Además, los autores intelectuales, las más altas autoridades de las Fuerza Armada de aquel momento, los que planificaron y ordenaron la masacre, los que en su momento fueron señalados por la Comisión de la verdad como responsables de aquel horrendo crimen, nunca han sido sentados en el banquillo de los acusados. Ciertamente, hubo un intento de iniciar un juicio contra ellos, pero la jueza del Tercer Juzgado de Paz decidió que no era procedente bajo el argumento de que el crimen ya había prescrito, contraviniendo así el artículo 37 del Código Procesal Penal, que afirma que este tipo de crímenes no prescriben si no han existido las condiciones para promover la acción penal.

Otro de los argumentos esgrimidos para evitar la justicia ha sido que la ley de amnistía libra a los hechores de toda responsabilidad. Esta afirmación es falsa, pues ya la Sala de lo Constitucional sentenció, el 26 de septiembre de 2000, que dicha ley no cubre crímenes cometidos por funcionarios del mismo Gobierno que la emitió. De acuerdo al artículo 244 de la Constitución, “la violación, la infracción o la alteración de las disposiciones constitucionales serán especialmente penadas por la ley, y las responsabilidades civiles o penales en que incurran los funcionarios públicos, civiles o militares, con tal motivo, no admitirán amnistía, conmutación o indulto, durante el período presidencial dentro del cual se cometieron”.

Por otra parte, se ha dicho que el juicio a los autores intelectuales de la masacre en la UCA implica reabrir las heridas del pasado. Es lamentable y absurdo que quienes afirman esto no sean las víctimas del conflicto armado, sino sus principales actores, los que impulsaron la guerra y la defendieron como la única solución posible al conflicto nacional. No se puede olvidar que el partido Arena, el entonces presidente Cristiani y el Ejército solo aceptaron el diálogo y la negociación como la solución al conflicto hasta que la presión internacional —especialmente, el cese de la ayuda militar de Estados Unidos— les obligó a ello. Contrariamente, el P. Ellacuría fue uno de los principales promotores del diálogo por la paz y de la necesidad de buscar una solución no militar al conflicto.

Las heridas de las víctimas y sus familiares siguen abiertas porque la sociedad salvadoreña no ha hecho nada para curarlas y cerrarlas. No se han pensado ni buscado caminos de reconciliación. La amnistía, que fue precipitada en el tiempo y en su enfoque, no hizo desaparecer la cultura de la impunidad, sino que la reforzó. Durante siglos, esta perniciosa cultura ha hecho intocables a los poderosos y les ha facilitado seguir acumulando riqueza y poder. El Nuevo Testamento dice que “la raíz de todos los males es la ambición del dinero” (1 Tim 6,10). Junto a la codicia, la impunidad es hoy raíz muy principal de la violencia, la injusticia, la mentira y la corrupción que el país padece.

Es preciso reconocer sin ambages que la guerra fue provocada por la búsqueda popular de un país más justo y la represión despiadada por parte de la oligarquía, el Gobierno, los cuerpos de seguridad y los escuadrones de la muerte. Que los principales responsables reconozcan con humildad sus delitos y pidan perdón por ellos a las víctimas y a la sociedad entera serían pasos trascendentales para iniciar el proceso de cerrar las heridas que siguen sangrando en miles de salvadoreños y salvadoreñas. Sin reconocer la verdad sobre hechos tan bárbaros, no es posible avanzar hacia una reconciliación profunda y verdadera.

Por ello, es del todo falso también que la verdad y la justicia puedan conducir al caos. Por el contrario, al tratarse este de un caso símbolo de los innumerables asesinatos de los años ochenta y noventa, con el que se identifican además muchas de las víctimas, su esclarecimiento y la aplicación de justicia ayudarían a cerrar heridas y encontrar caminos de reconciliación. Muchas víctimas y familiares de víctimas se han manifestado en este sentido. Conocer la verdad y que al menos una vez sean tenidos por culpables los que desde el Estado impusieron el terror y la violencia, puede ser auténticamente reparador para una sociedad en la que ha prevalecido la impunidad.

La UCA está plenamente dispuesta al perdón. Pero siguiendo la tradición cristiana y católica, el proceso de reconciliación implica tres fases sin las cuales no es posible el perdón. Se requiere, en primer lugar, la verdad; en segundo lugar, la justicia; y posteriormente viene el perdón. Es decir, es necesario saber no solo qué, sino también a quién se está perdonando. Por ello, en el caso de que se reconozca el crimen ante la justicia, estamos dispuestos, en nombre de la reconciliación, a solicitar un inmediato indulto de cualquier pena que fuera aplicada.

Queremos dejar bien claro que el llamado Caso Jesuitas, en el que siempre han estado presentes e incluidas Julia Elba y su hija Celina, no es para nosotros una cuestión de honor. Mucho menos asumimos que tenga más importancia y/o prioridad que otros casos de violaciones a los derechos humanos cometidas por las autoridades del Estado salvadoreño. La UCA quiere que se conozca la verdad y se haga justicia en todos los casos en que sea posible, independientemente de la ideología y el color político de sus hechores. El caso de los jesuitas, Julia Elba y Celina es solamente el que está a nuestro alcance, el que nos corresponde como parte doliente, aunque cierto es que de esclarecerse allanaría el camino para la solución de otros muchos.

Nos preocupa que en este debate algunas voces hayan opuesto la justicia y la paz, o la verdad y la paz. No compartimos esta posición, porque ambas realidades van estrechamente unidas: no puede haber paz sin justicia y la justicia conduce a la paz. La sagrada escritura lo confirma plenamente. Hablando de la restauración después de una catástrofe (como catástrofe fue la guerra y restauración la que seguimos necesitando luego del cese del conflicto armado), el profeta Isaías dijo: “Sobre nosotros se derramará el espíritu desde arriba. Entonces el desierto se transformará en vergel, y lo que ahora es llamado vergel será tenido por terreno baldío. En el desierto acampará el derecho, en el jardín descansará la justicia. La obra de la justicia será la paz y los frutos de la justicia serán tranquilidad y seguridad para siempre. Mi pueblo vivirá en habitaciones buenas, en barrios seguros, en lugares tranquilos” (Is 32, 15-18). Para el pueblo de Dios, nunca ha existido contradicción entre justicia y paz, ni entre verdad y paz.

En la misma dirección, el Concilio Vaticano II afirma en Gaudium et Spes: “La paz no es la mera ausencia de la guerra, ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge de una hegemonía despótica, sino que con toda exactitud y propiedad se llama ‘obra de la justicia’” (GS 78). También la doctrina social de la Iglesia recoge la misma posición: Pablo VI, en su encíclica Populorum Progressio, retomando el Concilio afirma: “La paz se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta una justicia más perfecta entre los hombres” (PP 76).

Estamos convencidos, pues, de que la paz solo se puede construir desde la justicia y el amor. La UCA no puede aceptar moralmente la resolución del pleno de la Corte Suprema de Justicia que obliga a dejar libres a los militares inculpados en el caso. Y no puede hacerlo porque es una decisión política que no está apegada a derecho. Es una decisión que irrespeta el derecho vigente en El Salvador y el derecho internacional. Es una decisión que está fundamentada en la mentira. No podemos aceptar de ningún modo que se manipule la ley y que en la aplicación de la misma se hagan acepción de personas. Esta resolución del pleno de la Corte Suprema de Justicia no solo ha desacreditado al más alto tribunal del país; ha dado patente de corso a la impunidad y ha puesto en tela de juicio su capacidad para impartir justicia. Que el Presidente de la República se sienta satisfecho por esta resolución del pleno de la Corte nos produce mucha tristeza, pues con esa posición se pone del lado de aquellos que están dispuestos a impedir que resplandezca la verdad y la justicia, frustrando las esperanzas de cambio que prometió al país

Si buscar justicia es un problema en una sociedad, algo anda mal en la misma, pues son los tribunales el lugar apropiado para ventilar las injusticias. Si presentar una demanda resulta inadmisible porque abre heridas en la parte acusada, entonces habría que prescindir del sistema judicial, puesto que todo proceso es doloroso para las partes enfrentadas. La justicia se administra en los tribunales, no en las calles, ni a gritos, ni con balas. Por eso, toda aquella persona que se considere víctima de una injusticia debiera poder presentar su demanda ante un juez. La administración de justicia independiente no representa ninguna amenaza, excepto para sus transgresores y para quienes todavía están dispuestos a utilizar la fuerza para imponer su ley. Los que en estos días han alertado del peligro de volver a una guerra desconocen la voluntad de paz de la mayoría del pueblo salvadoreño e insisten neciamente en vivir fuera de época.

En este marco, es oportuno recordar a Monseñor Romero, cuyo asesinato también debe ser esclarecido. En pleno conflicto, nuestro arzobispo mártir invitaba a toda la sociedad salvadoreña a ser constructora de la paz, “una paz que se construye en la justicia, en el amor y en la bondad” (homilía del 31 de diciembre de 1977).