Todo lo sólido se desvanece en la calle

Todo lo sólido se desvanece en la calle

ALAI AMLATINA, 15/02/2011.- Las revueltas del hambre que sacuden al mundo árabe pueden ser apenas las primeras oleadas del gran tsunami social que se está engendrando en las profundidades de los pueblos más pobres del planeta. El fenomenal aumento de los alimentos (58% el maíz, 62 % el trigo en un año) se está convirtiendo en la espoleta que dinamiza los estallidos pero el combustible lo aporta la brutal especulación financiera que se está focalizando, nuevamente, en las materias primas. Algunos precios ya superaron los picos de 2008, aunque el Banco Mundial y el FMI se muestran incapaces de frenar la especulación con los alimentos, con la vida.

Dos hechos llaman la atención en la revuelta árabe: la velocidad con que las revueltas de hambre se convirtieron en revueltas políticas y el temor de las elites dominantes que no atinaron, durante décadas, a otra cosa que no fuera resolver problemas políticos y sociales con seguridad interna y represión. La primera habla de una nueva politización de los pobres del Medio Oriente. La segunda, de las dificultades de los de arriba para convivir con esa politización. El sistema está mostrando sobradamente que puede convivir con cualquier autoridad estatal, aún la más “radical” o “antisistema”, pero no puede tolerar la gente en la calle, la revuelta, la rebelión permanente. Digamos que la gente en la calle es el palo en la rueda de la acumulación de capital, por eso una de las primeras “medidas” que tomaron los militares luego que Mubarak se retirara a descansar, fue exigir a la población que abandonara la calle y retornara al trabajo.

Si los de arriba no pueden convivir con la calle y las plazas ocupadas, los de abajo que hemos aprendido a derribar faraones no aprendimos aún cómo trabar los flujos, los movimientos del capital. Algo mucho más complejo que bloquear tanques o dispersar policías antimotines, porque a diferencia de los aparatos estatales el capital fluye desterritorializado, siendo imposible darle caza. Más aún: nos atraviesa, modela nuestros cuerpos y comportamientos, se mete en nuestra vida cotidiana y, como señaló Foucault, comparte nuestras camas y sueños. Aunque existe un afuera del Estado y sus instituciones, es difícil imaginar un afuera del capital. Para combatirlo no son suficientes ni las barricadas ni las revueltas.

Pese a estas limitaciones, las revueltas del hambre devenidas en revueltas antidictatoriales son cargas de profundidad en los equilibrios más importantes del sistema-mundo, que no podrá atravesar indemne la desestabilización que se vive en Medio Oriente. La prensa de izquierda israelí acertó en señalar que lo que menos necesita la región es algún tipo de estabilidad. En palabras de Gideon Levy, estabilidad es que millones de árabes, entre ellos dos millones y medio de palestinos, vivan sin derechos o bajo regímenes criminales y terroríficas tiranías (Haaretz, 10 de febrero de 2011).

Cuando millones ganan las calles, todo es posible. Como suele suceder en los terremotos, primero caen las estructuras más pesadas y peor construidas, o sea los regímenes más vetustos y menos legítimos. Sin embargo, una vez pasado el temblor inicial, comienzan a hacerse visibles las grietas, los muros cuarteados y las vigas que, sobreexigidas, ya no pueden soportar las estructuras. A los grandes sacudones suceden cambios graduales pero de mayor profundidad. Algo de eso vivimos en Sudamérica entre el Caracazo venezolano de 1989 y la segunda Guerra del Gas de 2005 en Bolivia. Con los años, las fuerzas que apuntalaron el modelo neoliberal fueron forzadas a abandonar los gobiernos para instalarse una nueva relación de fuerzas en la región.

Estamos ingresando en un período de incertidumbre y creciente desorden. En Sudamérica existe una potencia emergente como Brasil que ha sido capaz de ir armando una arquitectura alternativa a la que comenzó a colapsar. La UNASUR es buen ejemplo de ello. En Medio Oriente todo indica que las cosas serán mucho más complejas, por la enorme polarización política y social, por la fuerte y feroz competencia interestatal y porque tanto Estados Unidos como Israel creen jugarse su futuro en sostener realidades que ya no es posible seguir apuntalando.

Medio Oriente conjuga algunas de las más brutales contradicciones del mundo actual. Primero, el empeño en sostener un unilateralismo trasnochado. Segundo, es la región donde más visible resulta la principal tendencia del mundo actual: la brutal concentración de poder y de riqueza. Nunca antes en la historia de la humanidad un solo país (Estados Unidos) gastó tanto en armas como el resto del mundo junto. Y es en Medio Oriente donde ese poder armado viene ejerciendo toda su potencia para apuntalar el sistema-mundo. Más: un pequeñísimo Estado de apenas siete millones de habitantes tiene el doble de armas nucleares que China, la segunda potencia mundial.

Es posible que la revuelta árabe abra una grieta en la descomunal concentración de poder que exhibe esa región desde el fin de la segunda guerra mundial. Sólo el tiempo dirá si se está cocinando un tsunami tan potente que ni el Pentágono será capaz de surfear sobre sus olas. No debemos olvidar, empero, que los tsunamis no hacen distinciones: arrastran derechas e izquierdas, justos y pecadores, rebeldes y conservadores. Es, no obstante, lo más parecido a una revolución: no deja nada en su lugar y provoca enormes sufrimientos antes de que las cosas vuelvan a algún tipo de normalidad que puede ser mejor o menos mala.

– Raúl Zibechi, periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios colectivos sociales.

Blas Escamilla: una vida dedicada a la patria, la revolución y el socialismo

SAN SALVADOR, 15 de febrero de 2011(SIEP) “Dentro de tres días, el 18 de febrero, Blas Escamilla cumplirá 100 años. Blas es indiscutiblemente uno de los más nobles, sacrificados y firmes luchadores por los intereses populares, y somos afortunados en poder celebrar su centenario…” expresó Roberto Pineda, amigo del veterano militante revolucionario.

Agregó que “como el mismo lo relata, Blas llegó a la revolución ya maduro, en el año 1945, cuando participó en una huelga de los trabajadores panificadores. Ahí ocurrió su primera captura, cárcel y exilio de los muchos que ha vivido. Llegó a Costa Rica, y ahí inicia su militancia revolucionaria en el partido Vanguardia Popular.”

“Participó como combatiente en 1948 en la Guerra Civil, bajo el mando de Carlos Luís Fallas. Luego fue organizador sindical de los trabajadores bananeros en Puerto Limón. Ahí fue capturado y estuvo preso por comunista. En 1953 regresa a El salvador para incorporarse a la lucha revolucionaria y es capturado en el aeropuerto. Pasa lagos meses en la cárcel hasta que es liberado con la amenaza del Chele Medrano que “no te vaya a encontrar en un sindicato porque te morís.”

“Al salir en 1954 de la cárcel busca el contacto con Raúl Castellanos Figueroa y se incorpora al PCS. Se dedica al trabajo sindical con el CROSS y luego en 1957 con la CGTS. Participa en los años 1958, 1959 en las jornadas de lucha contra el dictador Lemus. Y luego pasa a conducir la Columna Sindical del FUAR. En octubre de ese año representa al PCS en las celebraciones del 10 aniversario de la Republica Popular China.”

“Durante los años sesenta es un combativo militante comunista en los medios obreros, y responsable a finales de la década del Comité Departamental de San Salvador del PCS. A principios de los años ochenta “Crucito” es capturado como “guerrillero del FMLN” y enviado a la cárcel de Mariona. Luego sale al exilio a Nicaragua.”

“En 1992 al regresar a la patria, se instala en San Marcos, al sur de la capital, y es nombrado Coordinador Municipal del FMLN. Y bajo su conducción se conquista el primer gobierno municipal del FMLN en esa ciudad, 1994 a 1997. Blas sigue viviendo en San Marcos, como orgullo de los revolucionarios marquenses de contar entre sus filas a una persona de la trayectoria política de Blas. ¡Feliz cumpleaños Blas!”

Líder del BPR y FDR rememora gesta histórica

x líder del BPR y FDR rememora gesta histórica
DOMINGO, 13 FEBRERO 2011

En la primera parte de esta entrevista, Julio Flores habla de historia del movimiento de masa, de Monseñor Romero y del papel jugado por las vanguardias

Por Juan José Dalton

SAN SALVADOR – Julio Flores fue, en los años de mayor efervescencia del movimiento popular salvadoreño (1975-1980), uno de sus principales dirigentes. Hoy, con bajo perfil político, reside en las cercanías de Chicago, gracias a su estatus de refugiado político. Ahí hace lo que profesionalmente aprendió y sabe hacer: trabajar en el área de la enseñanza.

Es un sobreviviente de aquellas gestas inéditas: un día salía la manifestación; ese día la Guardia Nacional (GN) la masacraba; esa noche se velaban a los muertos y al siguiente día salía la manifestación al entierro, mismo que era masacrado nuevamente… De cómo se construyó todo aquellos nos habla Flores, en un recuento y análisis personal.

Flores habla imparablemente, tiene mucho que contar y sobre qué reflexionar. Su rostro refleja nostalgias, orgullos y sinsabores, como no puede ser de otra manera. La construcción de aquel andamiaje no tuvo parangones en aquella Latinoamérica de los 70s y 80s que hubiese querido ver más revoluciones que la que hicieron parir los muchachos sandinistas.

Larga entrevista con Flores y, en estos tiempos de incertidumbres y de cambios, vale la pena traer el pasado, analizar el presente y tratar de diseñar el futuro. Quizás de ésta surjan más dudas que conclusiones, pues, de eso se trata: provocar debates y reflexiones, especialmente de la orilla izquierda del espectro político, que en ocasiones parece huérfana de ideología y de pensamiento político, cuando su caudal y tradición indica lo contrario.

Julio Flores, ¿quién realmente sos y cuál ha sido tu participación política?

Bueno, de mi participación en el movimiento social de los años 70 puedo decir que fui parte del Consejo Ejecutivo de ANDES; representé a dicha asociación en los organismos unitarios del Bloque Popular Revolucionario (BPR), desde 1978, y fui parte de la Dirección Ejecutiva de la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM); participé en todo el proceso de creación y definición de la CRM, y luego fui parte de la dirección del Frente Democrático Revolucionario (FDR) y por ello firmante de la Plataforma del Gobierno Democrático Revolucionario.

¿En qué época fuiste el dirigente del Bloque Popular Revolucionario?

Yo ocupé la Secretaria General del BPR después de la muerte de Juan Chacón; yo tenía la Secretaria de Organización y por estatutos, después de su muerte, a mí me tocó asumir. Prácticamente conmigo se terminó la existencia del BPR. Pero, digamos, dentro de las características de mi participación quizás fui de la gente que duró más tiempo en los organismos de dirección del movimiento social. Porque normalmente los compañeros tenían pasos relativamente cortos por los organismos de masa.

¿Cómo fue aquella época como dirigente del BPR?

A principios de 1978, cuando se hizo el Segundo Congreso del Bloque y la segunda elección de su dirección, entré en ese momento al organismo con la Secretaria de Conflictos. Asumimos una coyuntura compleja de huelgas, por cierto, fue el momento cuando inicié una relación más cercana con Monseñor Oscar Romero, así como con otras personalidades del país. Después, a finales del año, recibí la Comisión de Relaciones del BPR para abrir el proceso de solidaridad o de conquista de la solidaridad y de la gestión diplomática.

A mediados del 79 después, especialmente en la coyuntura de mayo, que tuvimos una irrupción de las organizaciones sociales; asumí la Comisión Nacional de Organización para atender a todos los nuevos sectores que surgían y que desbordaban ya sea a nivel de comunidades, ministerios y centros de trabajo. En el tercer congreso del BPR fui reelecto en la segunda secretaría, después de la General, cuando se eligió a Juan Chacón, quien sustituyó a Facundo Guardado.

Y cuándo muere Juan Chacón…

Juan Chacón muere el 27 de noviembre, junto con los otros dirigentes del Frente Democrático Revolucionario (FDR), asesinados por los militares.

¿Qué recordás de aquella época? ¿Cómo fue el impacto personal de la muerto los líderes del movimiento social de El Salvador en esa época?

Impactante, realmente… Yo había salido del país cerca del 20 de noviembre rumbo a México en tareas de solidaridad. Supe la noticia allá; había pasado todo el año al frente de la dirección porque después de su elección Juan Chacón salió del país junto con parte de los miembros de la dirección del Frente Democrático Revolucionario (FDR) a hacer gestión también diplomática; aquella fue la primera gran gira de trabajo.

Cuando ellos regresaron traían nuevas tareas y otros miembros de la organización fuimos enviados para esas tareas internacionales. Prácticamente, nosotros, los que estábamos acá habíamos definido aquella reunión en el Externado San José. Así que de no haber sido por esa salida nosotros hubiéramos estado en esa reunión.

Impactante aquello porque estamos hablando de los dirigentes más significativos y más representativos de todas las estructuras sociales y políticas que en ese momento había.

Fueron asesinados Enrique Álvarez Córdoba y Juan Chacón…

Si, relevante el caso de Enrique Álvarez Córdova por su procedencia de clase; su participación en gobiernos anteriores, su nivel intelectual y el paso que había dado en el marco de la Junta Revolucionaria de salirse de esa estructura y venirse a parar al movimiento democrático revolucionario, una gran personalidad.

Mientras que Juan, era un hombre de ascendencia obrero-campesina y a su corta edad con bastante lucidez intelectual y organizativa.

¿Cómo es posible en El Salvador de aquella época que se juntara un Álvarez con un Chacón? ¿Un oligarca con un proletario?

Es compleja la pregunta porque responde a un proceso largo, creo que esa es una de las características esenciales de ese periodo: el haber hecho una inversión política profunda para darle empuje a un movimiento social. Tiene que ver con el esfuerzo hecho por las que en aquel entonces se conocían como organizaciones de vanguardia. A partir de 1975 hay como cierto quiebre, cierto avance del movimiento social. A partir del 30 de julio de 1975, con la masacre estudiantil se crea una coyuntura de gran impacto que dinamiza las fuerzas sociales alrededor de diferentes planteamientos revolucionarios de aquella época; digo diferentes porque eran diferentes estructuras…

¿En qué consistió aquello?

La inversión de estas estructuras de vanguardia sobre estos movimientos también fue grande, eso permitió el forjamiento del Bloque Popular Revolucionario (BPR); el desarrollo del Frente de Acción Popular Unificado (FAPU); de las Ligas Populares (LP-28); la reorientación del Unión Democrática Nacionalista (UDN), que era un partido de corte estrictamente electoral y que posteriormente asume un rol distinto; la creación de movimientos como el Movimiento Popular para la Liberación (MPL), del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC), así como de otras fuerzas.

Además de las creaciones nuevas están las organizaciones que en ese entonces se logran reorientar, por ejemplo, el caso de ANDES, el caso de FECCAS, que eran organizaciones ya existentes.

¿Qué fue lo más destacado del momento?

Aquel movimiento social tiene, para mí, tres años claves y consecutivos: 77, 78 y 79. Es posible que si nos fuéramos a una hemeroteca y medir el pulso por día, se apreciara cómo ese movimiento va llenando, va haciendo una presencia cada vez más constante en la calle, más permanente y una distribución a nivel territorial impresionante.

En el 79 es clave: son las coyunturas en las que los movimientos sociales desbordan en la capacidad de las organizaciones. La coyuntura de mayo la vivimos con gran dramatismo y realmente no fuimos capaces de captar todo lo que esa coyuntura nos dejó.

¿Cuáles fueron sus momentos esenciales?

A grandes rasgos ese movimiento social también fue como el caldo de cultivo para la reorientación de organizaciones existentes y para la creación de nuevas instituciones. Fueron claros los roles jugados, por ejemplo, colegios como el Externado San José, universidades como la UCA, la Universidad de El Salvador, sectores de la Iglesia, que no solo abarcaron a la Iglesia Católica sino también evangélicos y protestantes. Dentro de todo aquello, la gran institución de Monseñor Romero, es decir, Monseñor Romero se crea o se construye en ese contexto. Yo sé que mucha gente le quiere negar ese ascenso a Romero, pero recordemos que en la iglesia había una gran vertiente de reorientación: la Teología de la Liberación, pero la tendencia cobraba vida en ese gran movimiento social gestado.

Fue aquello una gran efervescencia: reunir a un Álvarez con un Chacón del pueblo, la presencia de Monseñor Romero, por un lado; la represión por el otro… El mundo tenía los ojos sobre El Salvador…

¿Cómo fue posible todo aquello? A grandes rasgos lo que puedo decir es que del otro lado del pueblo organizado te quedaba una oligarquía, una gestión estadounidense y gobiernos pecenistas (del Partido Conciliación Nacional –PCN) y militares que se habían venido desprestigiando paulatinamente a la par del desprestigio cada uno de sus planes que había sido derrotado en el terreno. Se trataba de planes sofisticados como, por el ejemplo, el de la Transformación Agraria y los proyectos represivos. Esos años 77, 78, 79 fueron cadenas de Estados de Sitio y Toques de Queda, que no detuvieron al movimiento social.

A partir del 78, la Ley de Defensa y Garantía del Orden Público que fue abolida en el 79 después de la coyuntura de mayo… Entonces, derrotamos no sólo los planes reformistas, sino también los planes represivos. Superábamos la capacidad de los Cuerpos de Seguridad… Fue un movimiento social que no sólo se confrontó con los Cuerpos de Seguridad, sino también confrontó en directo con el Ejército.

El carácter de guerra en El Salvador solo se reconoce a partir del 81, después del inicio de la ofensiva general, pero el pueblo ya tenía una guerra. Es decir, el movimiento social confrontaba al Ejército profesional de las clases dominantes.

¿No había forma de detener aquello?

Se estaba viendo aquella coyuntura cuando se da el Golpe de Estado de Octubre de 1979. Era un proyecto bastante agresivo, sólo fijémonos en sus tres elementos principales de gobierno: Nacionalización de la Banca y del Comercio Exterior y Reforma Agraria. Son elementos, incluso, que no los vemos ni en los programas del gobierno actual. Esa era la dimensión de aquella Junta Revolucionaria de Gobierno, que en un momento se nutrió de los militares jóvenes y progresistas y de fuerzas democráticas, e incluso, de ciertas fuerzas de izquierda.

Pero la realidad fue que si esa junta nació el 15 de octubre del 79 ya en diciembre tenía desmoronamientos profundos; en enero estaba desgastada; en abril, nosotros con el lanzamiento de la Plataforma Programática del Gobierno Democrático Revolucionario habíamos terminado de desgastarla: ministros, funcionarios de gobierno de todo rango y nivel renunciaron; hubo incorporaciones dramáticas como la de Salvador Samayoa, quien hizo su anuncio que se iba a la guerrilla… Aquello fue impactante.

Es decir, en las clases demandantes había un caos: la perspectiva de alternativa estaba en el movimiento democrático revolucionario; eso hizo posible que ciertos sectores, incluso, no sólo procedentes de la estructura política de poder sino del seno de las mismas clases dominantes, miraran con simpatía y se atrevieran a hacer inversiones profundas en el proceso de cambio; estamos hablando de un gran movimiento social.

Enrique Álvarez se integra, pero no fue un caso aislado. ¿Es así?

Gran parte de los intelectuales que formaron la Junta Revolucionaria de Gobierno y otros catedráticos universitarios, especialmente de la UCA y de la UES, le dan vida al Movimiento de Intelectuales, Profesionales y Técnicos de El Salvador (MIPTES), pero Enrique era reconocido como la figura principal de este movimiento de intelectuales. Fue de las primeras estructuras que se integró al Frente Democrático Revolucionario (FDR) y Quique (Álvarez) fue designado para ser el coordinador del FDR. En la práctica él representó la figura más importante.

Así como vimos a Quique con nosotros, sentados en la misma mesa, también vimos a los estudiantes de la UCA movilizándose y haciendo acciones junto con los pobladores de los tugurios. Nosotros vimos estudiantes de secundaria, de los colegios más reconocidos y caros, junto a sectores populares, pero en el marco no sólo del entusiasmo sino de la claridad política que el pueblo había alcanzado en el dinamismo de un proceso social amplio. Eso permitió juntar gente de diferentes procedencias, un movimiento de gran prestigio y el hecho de que habíamos dañado a muerte las estructuras de poder de las clases dominantes.

¿Cómo fue y cómo influyó la figura de monseñor Romero?

Monseñor Romero se convirtió, quizá, en la figura de orientación ideológica más grande en ese momento, por encima de los movimientos sociales, incluso, de las mismas organizaciones de vanguardia. Indiscutible el papel orientador y cohesionador que él jugó en ese período corto de su Arzobispado. ¿Cómo fue posible esto? Son varias causas: parte de la iglesia salvadoreña ya tenía años de experimentar en el marco de la Teología de la Liberación; el pueblo salvadoreño, insisto, estaba organizado en grandes estructuras como movimiento social; la proximidad, por ejemplo, de movimientos como los campesinos con los movimientos religiosos, especialmente de la iglesia católica, las comunidades eclesiales de base y la diseminación de la Teoría de la Liberación eran bien próximos. En nuestro país sectores fuertes de la iglesia católica, especialmente, los jesuitas, venían jugando un papel progresista y de orientación fuerte.

Monseñor Romero llega ante una perspectiva nueva y por otro lado, los desatinos y los desesperos de la derecha, con el lanzamiento de una línea represiva sobre los sectores de iglesia: mataban curas, mataban a Celebradores de la Palabra; la muerte de los campesinos que pedían reivindicaciones que no sobrepasaban la cucharadas de frijoles, huevos y tortillas. Esas demandas eran reprimidas y todo eso creaba un ambiente de sensibilización de diferentes sectores, que llegan a Monseñor Romero, aunque él tenía una ascendencia de derecha o conservadora.

¿Vos lo conociste, hablabas con él?

Sí claro hablé con él, lo conocí en el marco de las huelgas del 78. Nosotros lo fuimos a buscar para que nos ayudara a interceder ante las patronales. Recuerdo que había una huelga en la fábrica de pastas Fama, en el Plan de la Laguna. Pero había otras huelgas: INCA, Diana, La Cascada, y otras…

Alrededor de esta huelga fuimos a pedir intervenciones para conectar con las patronales y hacer una demanda a favor de las reivindicaciones de los trabajadores.

¿Qué tipo de reivindicaciones?

Eran salariales algunas, no todas; otras eran prestaciones sociales, de respeto al interior de la fábrica, o destitución de algunas gerencias y capataces que estaban maltratando a la fuerza laboral. También había reivindicaciones entorno al respeto de la estructura sindical al interior de las empresas. Esas huelgas fueron relativamente exitosas, recuerdo que la única que no se coronó en un éxito claro fue la de La Cascada, pero el resto de huelgas terminaron en un éxito.

La siguiente vez que nos aproximamos a Monseñor Romero y que me tocó a mí hacer la gestión fue cuando se dio la huelga de La Constancia y Tropical…

Ah! Pero antes de eso, en la coyuntura de mayo de 1979, nosotros estuvimos muy cerca con él, fue parte de los gestores para abrir el cerco militar que habían tendido alrededor de Catedral; él fue el primero en aproximarse a los cadáveres que estaban en las gradas, él se acercó, él nos acompañó en la misa por los compañeros.

¿Cómo lo viste en esas circunstancias? ¿Se ponía nervioso?

Él era muy ecuánime, muy justo; nosotros también soportamos críticas de él cuando tuvimos excesos y él fue también, recuerdo enfrentando a la patronal de La Constancia y Tropical, haciéndoles reflexiones de lo importante que era reconocer la justeza de esas demandas y de no equivocarse.

Yo lo recuerdo que al representante jurídico de la empresa, en ese entonces, haciéndole alusión a algo así: “mire no se vayan a equivocar, como cuando se equivocaron en el secuestro de Mauricio Borgonovo Pohl (canciller, secuestrado y asesinado por la guerrilla)” y eso se lo dijo así (al representante) que por no liberar a los presos políticos que tenían vivos (en cárceles clandestinas) y por no reconocer que ya habían matado a otros que tenían… “¿A qué se llegó? A un sacrifico más…” y trataba de hacer reflexionar con el representante de ese momento de la empresa, un miembro de la mera oligarquía.

Nosotros lo buscábamos a él cuando necesitábamos apoyos de orden social. Recuerdo que en esa coyuntura hubo veces que él nos dio espacio hasta para dormir en el Hospitalito, porque él sabía que nosotros nos movíamos en un ambiente de gran inseguridad y en condiciones de persecución bien fuerte.

La derecha intenta justificar el asesinato de Romero porque según dice, hacía una labor política y no una labor pastoral…

Es una visión simple. Si sectores de iglesia, incluyendo a Monseñor, habían hecho, dentro del marco de la Teología de la Liberación, una opción preferencial por los pobres. En El Salvador vivíamos en una coyuntura en la que la gestión imperialista y la oligarquía, a través de los gobiernos militares y pecenistas, no le ofrecían nada a ese pueblo pobre. ¿Cómo iba a apoyar aquellas gestiones en la que al pueblo sólo le ofrecían palo, opresión, represión y ninguna concesión? ¿Qué espacios tenía monseñor Romero para aliarse con ellos?

¿Habrá hecho intentos?

Claro, mMnseñor Romero, a mi juicio, vio con mucho respeto el Golpe de Estado y creo que en un momento dado dio credibilidad a la Junta Revolucionaria de Gobierno y al proyecto que encerraba. Yo lo vi sentarse con los militares. Varias veces estuve buscándolo a él y en ese momento iban para dentro de su oficina los militares de la Junta, es decir, les dio suficiente espacio.

Pero cuando vio que hasta la Junta Revolucionaria respondía a este movimiento con más represión, entonces les cuestionaba las reformas porque decía que iban manchadas con sangre.

También vio que había un movimiento revolucionario que fue abriendo sus planteamientos de la dictadura del proletariado, de gobierno de obreros campesinos, hacia un movimiento democrático revolucionario.

Él conoció en directo los movimientos campesinos; hay fotos de él en los tugurios, en las zonas de Chalatenango, Aguilares; está la proximidad con los curas, el tipo de lectura bíblica que emprendió en apego a esa realidad que tenía enfrente.

Eso produjo toda esa institución particular del momento que fue Monseñor Romero, de un profundo impacto ideológico.

¿Impacto ideológico?

Yo recuerdo en aquel entonces, todo el pueblo unido oyendo la homilía todos los domingos. Uno entraba en los pasajes de las ciudades y en las colonias, en San Salvador, en Soyapango y los radios encendidos. Todos escuchando ese mensaje.

Ibas a Santa Tecla, ibas a las zonas rurales y eso lo escuchaba el movimiento social organizado y no organizado, los politizados y los que todavía no alcanzaban a tener una visión política de lo que estaba pasando.

Fue todo un mensaje, una institución de orientación y radiación ideológica y que indiscutiblemente favorecía el proceso de cambio. Le pedía a las clases dominantes que se sensibilizaran, que acompañaran las transformaciones que el pueblo estaba demandando.

Claro, cuando la derecha se fue enclaustrando en más desesperación, en más aislamiento, en menos posibilidad para gobernar, inicia toda una estrategia de destrucción de las instituciones que se habían creado en ese contexto.

Monseñor Romero era la más grande y por ahí empezó. Bueno, ya habían golpeado periódicos, radios; hubo cierres en la Universidad Nacional y asedios a la UCA, porque los actos represivos en la UCA no solo llegaron en los ataques de los jesuitas en 1989, no, la UCA había sufrido de hechos represivos y de persecución.

Ubicados en los años 80 y 81 la derecha logra golpear esa institucionalidad, instituciones como la UES y otras; ahí viene ese quiebre, desde entonces la UES ya no puede jugar el rol que había tenido con lo cierres. La UCA, el Externado, la misma iglesia…, se tiran sobre la base con hechos represivos.

Ocurren otros fenómenos. Lo que nosotros observamos a mediados de los 80 es un declive del movimiento social. Se desmonta el andamiaje que sostenía esa institucionalidad. Eso llevó, poco a poco, a la destrucción de los movimientos sociales en El Salvador.

Nota del Editor:

Segunda parte (próximo lunes), el entrevistado habla del declive o reflujo del movimiento social, así como de las perspectivas del movimiento social actual y el cambio político ocurrido en El Salvador

CEM reproduce periódico Tribuna Popular de 1971-1972

SAN SALVADOR, 14 de febrero de 2011 (SIEP) “El semanario Tribuna Popular fue una publicación abierta realizada por el Partido Comunista de El Salvador, PCS, para denunciar las arbitrariedades del régimen militar así como informar sobre los avances de las luchas populares…” expresó Roberto Pineda, del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

Agregó que “Tribuna Popular es un testimonio de cómo la dictadura militar iba cerrando los espacios de participación política e iba imponiendo la represión contra el movimiento popular, en un proceso que iba a desembocar diez años después en un conflicto armado, en el que los sectores populares construyeron su propio ejército y al final lograron la derrota de la tiranía castrense.”

“Tribuna Popular aparecía semanalmente bajo la dirección de los dirigentes del PCS, Jorge Arias Gómez y Mario Agüinada Carranza, y sus oficinas estaban ubicadas en el Barrio San Miguelito.”
El primer ejemplar, que es el numero 32 de la segunda semana de diciembre de 1971, denuncia el desaparecimiento desde el mes de agosto de ese año de tres dirigentes políticos y uno magisterial. Uno de ellos es el agricultor JUAN PIO APARICIO, detenido el 5 de octubre por agentes delos cuerpos de seguridad.

El segundo número, que es el 33, de diciembre de 1971, trae una foto de familiares de reos y desaparecidos políticos que se presentaron ante el entonces arzobispo de San Salvador Monseñor Luis Chávez y González para pedir que intercediera ante las autoridades por su libertad. Estuvieron familiares de CARLOS RIVERA MENDOZA, JUAN PIO APARICIO, LUIS NAPOLEON MORENO Y JOSE BUEVAVENTURA ARIAS.”

El tercer numero, que es el 35, de la segunda semana de enero de 1972 hace la denuncia contra un juez de San Vicente que se negó a exhumar a cuatro cadáveres que aparecieron cerca de San Ildefonso, uno de los cuales coincide con los del agrónomo Carlos Humberto Rivera, secretario general del partido UDN.

Tribuna Popular se publico hasta el año 1973, posteriormente el PCS decidió cambiar el nombre del semanario por Voz Popular, que se publico hasta finales de 1980.

CEM reproduce números 7 y 8 de periódico Por la causa proletaria de 1973

SAN SALVADOR, 14 de febrero de 2011 (SIEP) “Como parte del esfuerzo por rescatar y divulgar la valiosa herencia teórica e ideológica del movimiento revolucionario salvadoreño, reproducimos los números 7 y 8 del periódico clandestino Por la Causa Proletaria, de los últimos meses de 1973, agradeciendo de nuevo al CIDAI de la UCA por su valiosísima colaboración…” indicó Roberto Pineda, del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

Agregó que “Por la Causa Proletaria fue el órgano teórico de un sector del Ejercito Revolucionario del Pueblo, ERP, que posteriormente en mayo de 1975 se separa y forma la Resistencia Nacional, RN, y tanto el ERP y RN años después en 1980, pasan a formar parte del ejercito popular aglutinado en el FMLN, al unirse a las FPL, PCS y PRTC.”

En el numero 7, del mes de septiembre de 1973 se realiza un interesante análisis sobre las fiestas patrias, considerando que “de nuevo la burguesía y sus lacayos han celebrado un año más de “la independencia”, de nuevo los periódicos de la burguesía, su televisión, su radio, nos hablaron de “independencia” mientras se oprime al pueblo y se vende a la patria. ¿Por qué las más altas autoridades civiles, militares, eclesiásticas, entonan abrazadas el himno nacional mientras el país cae cada vez más en las garras del imperialismo?

En el numero 8, de diciembre de 1973, se aborda el nivel de organización popular y las principales luchas estudiantiles y obreras para concluir que “se acercan días para una gran lucha de masas, una lucha que pude fácilmente adquirir carácter nacional, una gran lucha frente a las permanentes embestidas de los ricos contra las amplias capas populares que sufren el peso de la crisis económica y la constante persecución y represión política a que son sometidas las organizaciones populares a través de los esbirros del régimen fascista de molina…¡Frente a la dictadura militar de los ricos, la resistencia organizada del pueblo!

La revolución egipcia y los apuros del imperio

La revolución egipcia y los apuros del imperio

Dagoberto Gutiérrez
I Parte
En 18 días, del 25 de enero al 11 de febrero, el pueblo egipcio realizó una fulgurante revolución política que acabó con el gobierno que los Estados Unidos montaron, financiaron, sostuvieron, en contra del pueblo egipcio durante más de 30 años. Hosni Mubarak, el hombre de Washington, administró ese poder anti popular.

Desde el Acuerdo de Camp David, Egipto e Israel, bajo la égida estadounidense, se convirtieron en las dos piezas fundamentales de la política estadounidense en la región, y Mubarak en el beneficiario de millones en dinero y en armas. El ejército egipcio, poderosamente armado, no apuntó nunca sus armas hacia Israel sino hacia su propio pueblo y hacia los pueblos vecinos, sobre todo para asegurar el control sobre las aguas del Río Nilo.

Egipto fue un país totalmente controlado por Washington, que vivió siempre bajo el estado de sitio, con elecciones amañadas y parlamentos controlados, sin libertad de expresión y sin fuerzas políticas opositoras. Toda resistencia fue aplastada, mientras la corrupción invadió todas las esquinas del poder, y Mubarak, su familia y sus allegados, se enriquecían con los dineros del pueblo.

Esta revolución ocurre un poco más de 30 años después de la revolución iraní, cuando termina el otro régimen, el del Scha, creado a imagen y semejanza de Washington, como el de Mubarak. En el caso iraní, el líder, la voz y el rostro de la revolución popular fue el Ayatolla Khomeine y los líderes religiosos; en Egipto, el sujeto indiscutible de la revuelta ha sido el pueblo, y sobre todo, la clase media que, integrada por estudiantes, profesionales e intelectuales, fueron acumulando por décadas, un malestar, una oposición y una resistencia que, luego de los acontecimientos de Túnez, fueron capaces de hilvanar, en todo el país, el odio popular hacia el régimen.

Desde los primeros días, a fines de enero, apareció claramente la superación del miedo que largamente impuesto por la dictadura, se quebró en pedazos ante el ejemplo de la revolución tunecina.

El régimen, con Mubarak a la cabeza, resultó sorprendido y superado por la reacción del pueblo, y se inicia un proceso en el cual 4 días después de estallada la protesta, Mubarak toma una decisión insólita: nombra un vicepresidente, cargo que no existe en el régimen egipcio, pero no dimite como lo pide el pueblo. El vicepresidente nombrado resulta ser el menos indicado para calmar la rebelión, Omar Suleiman, odiado, jefe de la inteligencia y de la total confianza de Mubarak, enciende aun más los ánimos del pueblo que pide la cabeza del tirano.

En un segundo momento, el primero de febrero, un millón de personas se concentran en la Plaza Tahrir, en el centro del Cairo, para exigir la cabeza de Mubarak. Luego de esta demostración de fuerza, el hijo de Mubarak, Gamal, es retirado de toda posibilidad de suceder a su padre y de toda función política.

A estas alturas, los Estados Unidos han entendido que lo importante era salvar su régimen y no a Mubarak. Conviene no olvidar que si bien el dictador era el jefe del ejército egipcio, esta institución es controlada por la Casa Blanca de una manera total. Y, con mucha inteligencia, Washington dispone que el ejército no participe en actos abiertos de represión al pueblo. Y este trabajo sucio queda a cargo de la policía y otras bandas represivas. El ejercito aparece, aparentemente, al margen, custodiando las plazas y las calles, y hasta confraternizando con el pueblo en rebelión.
El mando del ejército se debate en dos grandes líneas: los que sostienen a Mubarak y los que sostienen al régimen, aun a costa de Mubarak. Y los acontecimientos anuncian que se puede estar a las puertas de una guerra civil y siendo intolerable esta posibilidad para la Casa Blanca, ésta presiona para que Mubarak se vaya del poder y del país.

Arribamos al tercer momento, cuando el 10 de febrero, estando comprometido Mubarak a renunciar y siendo esta la decisión de la Casa Blanca y del ejército, el dictador no solo no renuncia sino que transfiere el poder a Suleiman, su hombre de confianza, conserva el cargo, anuncia la organización de elecciones para septiembre, fecha en que terminará su periodo. Con este anuncio, Mubarak intentó desobedecer a la Casa Blanca, inyectó odio a la rebelión popular y preparó las condiciones para que el ejército pasara a enfrentarse con el pueblo en rebelión. Lo que vino a continuación fue un simple golpe de Estado en donde el ejército lo hace a un lado y toma el control de la situación.

Ahora bien, el poder real está en manos de Mohamed Tantawi, el General de absoluta confianza de Mubarak pero también de la Casa Blanca, en tanto que Suleiman que aparecía como sucesor del dictador, queda ocupando un cargo creado en ocasión de los acontecimientos y sin que se sepa cuáles son las funciones y poderes de un vicepresidente, que nunca ha existido en Egipto.

El fin de este gobierno rompe totalmente el equilibrio de fuerzas en la región y deja a Israel en la situación más comprometida que alguien pueda imaginarse porque ambos, Israel y Egipto, han sido, hasta ahora, y después de 30 años, los guardianes de la política estadounidense en la región, y cuando el pueblo acaba con uno de ellos, la casa queda con las ventanas rotas y las puertas abiertas.

Los aliados estadounidenses son dictaduras sangrientas y dictadores inclementes, y la derrota de Mubarak inicia el camino para el crecimiento de la resistencia en Jordania, Yemen, Argelia y Marruecos y Arabia Saudita.
Y aunque no ocurriera una revolución como la egipcia, resulta evidente que el mapa político de la región tiene que componerse de una manera diferente a la actual.

Examinaremos los probables cursos que los acontecimientos pueden tomar.

Sobre la educación

Ustedes saben mejor que nadie que en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer.

Dicen que la gente que trota por la rambla, llega un punto en el que entra en una especie de éxtasis donde ya no existe el cansancio y sólo le queda el placer.

Creo que con el conocimiento y la cultura pasa lo mismo. Llega un punto donde estudiar, o investigar, o aprender, ya no es un esfuerzo y es puro disfrute.

¡Qué bueno sería que estos manjares estuvieran a disposición de mucha gente!

Qué bueno sería, si en la canasta de la calidad de la vida que el Uruguay puede ofrecer a su gente, hubiera una buena cantidad de consumos intelectuales.

No porque sea elegante sino porque es placentero.

Porque se disfruta, con la misma intensidad con la que se puede disfrutar un plato de tallarines.

¡No hay una lista obligatoria de las cosas que nos hacen felices!

Algunos pueden pensar que el mundo ideal es un lugar repleto de shopping centers.

En ese mundo la gente es feliz porque todos pueden salir llenos de bolsas de ropa nueva y de cajas de electrodomésticos.

No tengo nada contra esa visión, sólo digo que no es la única posible.

Digo que también podemos pensar en un país donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas, elige un auto chico en lugar de un auto grande, elige abrigarse en lugar de subir la calefacción.

Despilfarrar no es lo que hacen las sociedades más maduras. Vayan a Holanda y vean las ciudades repletas de bicicletas. Allí se van a dar cuenta de que el consumismo no es la elección de la verdadera aristocracia de la humanidad. Es la elección de los noveleros y los frívolos.

Los holandeses andan en bicicleta, las usan para ir a trabajar pero también para ir a los conciertos o a los parques.

Porque han llegado a un nivel en el que su felicidad cotidiana se alimenta tanto de consumos materiales como intelectuales.

Así que amigos, vayan y contagien el placer por el conocimiento.

En paralelo, mi modesta contribución va a ser tratar de que los uruguayos anden de bicicleteada en bicicleteada.

LA EDUCACIÓN ES EL CAMINO

Y amigos, el puente entre este hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación.

Y miren que es un puente largo y difícil de cruzar.

Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo.

Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas.

Pero hay que hacerlo.

Se lo debemos a nuestros hijos y nietos.

Y hay que hacerlo ahora, cuando todavía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento.

Yo me crié con la radio, vi nacer la televisión, después la televisión en colores, después las transmisiones por satélite.

Después resultó que en mi televisor aparecían cuarenta canales, incluidos los que trasmitían en directo desde Estados Unidos, España e Italia.

Después los celulares y después la computadora, que al principio sólo servía para procesar números.

Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta.

Pero ahora con Internet se me agotó la capacidad de sorpresa.

Me siento como aquellos humanos que vieron una rueda por primera vez.

O como los que vieron el fuego por primera vez.

Uno siente que le tocó en suerte vivir un hito en la historia.

Se están abriendo las puertas de todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición, todas las revistas científicas y todos los libros del mundo.

Y probablemente todas las películas y todas las músicas del mundo.

Es abrumador.

Por eso necesitamos que todos los uruguayos y sobre todo los uruguayitos sepan nadar en ese torrente.

Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella como pez en el agua.

Lo conseguiremos si está sólida esa matriz intelectual de la que hablábamos antes.

Si nuestros chiquilines saben razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena.

Es como una carrera en dos pistas, allá arriba en el mundo el océano de información, acá abajo preparándonos para la navegación trasatlántica.

Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior, enseñanza terciaria masificada.

Y probablemente, inglés desde el preescolar en la enseñanza pública..

Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo. …..(Genial)

No podemos estar afuera. No podemos dejar afuera a nuestros chiquilines.

Esas son las herramientas que nos habilitan a interactuar con la explosión universal del conocimiento.

Este mundo nuevo no nos simplifica la vida, nos la complica..

Nos obliga a ir más lejos y más hondo en la educación.

No hay tarea más grande delante de nosotros.

Vendedoras y Alcalde de San Martin logran acuerdo

SAN SALVADOR, 9 de febrero de 2011 (SIEP) “Vamos a dar el beneficio de la duda, vamos a confiar, vamos a ingresar a la Galera a vender…” expresó esta tarde la Sra. Vilma Hernández, Presidente de la Asociación de Vendedores Tinecos, al firmar un acuerdo con el Alcalde de San Martín, Dr. Mario González, para trasladarse a este lugar a partir del miércoles 16 de febrero. El acuerdo fue firmado con la mediación del procurador Dr. Oscar Luna.

Desde el 3 de enero un grupo de vendedoras que se encontraban ubicadas en la 4ta. Avenida Sur de San Martín fueron desalojadas por la Alcaldía Municipal justificando que formaba parte de un plan de reordenamiento. Ante esto las vendedoras respondieron con diversas acciones de protesta, que contaron con el acompañamiento de la Iglesia Luterana Popular.

Por su parte, el Alcalde González manifestó que “como Gobierno Municipal nos comprometemos a garantizar condiciones de infraestructura y de seguridad que les permitan desarrollar sus ventas, así como realizaremos una campaña de publicidad para que la gente acuda a comprar a este lugar.”

El Dr. Luna, indicó que “como PDDH nos sentimos sumamente alegres que hayamos llegado a este final en el que por medio del dialogo y la negociación fuimos acercando posiciones y hoy vamos a darle seguimiento a este proceso para garantizar que se cumplan los acuerdos logrados.”

Finalmente el Rev. Ricardo Cornejo concluyó que “hemos acompañado a estas vendedoras humildes en la lucha por su derecho al comercio, a ganarse la vida, y hoy felicitamos al Dr. González y al Consejo Municipal de San Martin, por esta muestra de sensibilidad, de madurez y de escuchar el clamor de la gente pobre, y confiamos que seguiremos trabajando juntos.”

¿Es posible en El Salvador sellar una alianza estratégica con el imperialismo?

¡Que suave honor el andar del brazo,

brazo con brazo, del tío Sam!

Nicolás Guillen

Durante esta semana el canciller de la republica ha sostenido reuniones en Washington para preparar la vista del presidente Barack Obama a nuestro país, así como fortalecer lo que él califica en sus declaraciones como sellar una “alianza estratégica” con los Estados Unidos, en las áreas de seguridad regional, combate a la pobreza, comercio, migración y energía.

Frente a tales declaraciones y su múltiples significados una reflexión inicial sería la de clarificar la naturaleza de la relación A nivel internacional, hay relaciones entre aliados, pero hay también relaciones entre mandatorios y súbditos. El súbdito obedece instrucciones del superior, mientras que el aliado busca acuerdos con base a intereses comunes. ¿Qué somos nosotros?

Las lecciones de la historia

Históricamente, hemos sido y seguimos siendo un país dependiente, colonial. Desde tiempos inmemoriales nuestro destino como país ha estado sujeto a la voluntad de la potencia invasora o dominante. Tribus aztecas sometiendo y desplazando a los mayas y lencas; arcabuceros españoles masacrando a indígenas pipiles; filibusteros mexicanos de Iturbide, corsarios ingleses invadiendo nuestras costas, luego asesores militares estadounidenses garantizando el TLC, la ILEA y la Base Militar de Comalapa. Nos impusieron el idioma, la religión, la economía y el sistema político.

En relación con los Estados Unidos, en 1824 nuestros próceres intentaron anexarnos al “Norte revuelto y brutal.” (Martí). Luego ante el golpe del General Martínez de diciembre de 1931, optaron inicialmente por negarle el reconocimiento, y a partir del estallido de la Guerra Mundial en 1941, los Estados Unidos se establecieron como la potencia dominante. Han sido setenta años de dominación imperial aún vigente. Desde entonces, los Estados Unidos han respaldado a los diversos dictadores militares que han ensangrentado nuestra patria, desde Martínez hasta Romero en 1979.

Posteriormente ante el surgimiento de una poderosa insurgencia armada unificada en el FMLN, los Estados Unidos proporcionaron una colosal ayuda militar de contrainsurgencia para evitar el descalabro de regímenes títeres como lo fueron los de Magaña y Duarte, en los años ochenta del siglo pasado, e incluso estuvieron a punto de intervenir militarmente alegando el presidente Reagan que este era su “patio trasero.” Duarte llegó al colmo hasta de besar la bandera estadounidense, en un triste gesto de sumisión colonial.

Luego de doce años de guerra, los Estados Unidos se vieron obligados a permitir la firma de un acuerdo de paz, que modificó el sistema político pero a la vez fortaleció a la elite económica y le permitió transformarse en elite financiera. Y de nuevo, durante veinte años, de 1989 al 2009, los Estados Unidos dieron su respaldo a cuatro gobiernos de ARENA, que obedientemente impusieron un modelo neoliberal que ha hundido al país en su más grave crisis, porque desmontó diversos mecanismos históricos de compensación social y destruyó el eje agrícola, propiciando así una nueva fase de acumulación basada en la exportación esta vez de “mano de obra barata” hacia Estados Unidos. Hoy una tercera parte de nuestra población vive en el Norte y esto es un factor importantísimo y quizás determinante de nuestra realidad.

Hubo un presidente de ARENA que incluso para complacer a su “amigo en la Casa Blanca”, envió tropas a Irak.

Los contenidos de la “alianza”

El canciller ha mencionado cinco temas que atraviesan las relaciones con el vecino del Norte. El primero es el de la seguridad regional. Y efectivamente existe una clara amenaza desde la delincuencia y el crimen organizado. Pero también existe una estrategia orientada por una parte, a domesticar a los movimientos sociales y por la otra, a criminalizarlos y reprimirlos. La política represiva del régimen hondureño hacia el FNRP es ilustrativa de este esfuerzo imperial o imperialista. Otra es Haití. ¿Enviaremos tropas? Otra es México ¿es un estado fallido?

Otro tema es el vinculado a combatir la pobreza. Y muchos pensaran que deberíamos estar agradecidos por la ayuda que se recibe del MCC, o Corporación de la Cuenta del Milenio. Y hasta deberíamos ya estar pensando en preparar la solicitud para un segundo desembolso en el 2012. La historia nos enseña que este tipo de ayuda, similar a la de la Alianza para el Progreso de los años sesenta, únicamente sirve para perpetuar los sistemas de dominación. Únicamente avanzaremos mediante un cambio estructural que nos haga más productivos y menos dependientes.

También esta el tema del comercio. Es el tema central. Los Estados Unidos necesitan garantizar la continuidad del modelo neoliberal y del sistema capitalista. Esta es la esencia del asunto: ganancias para sus empresas. Y si no veamos Irak. Y para esto es que impusieron el TLC, la ILEA, la Base Militar de Comalapa, la dolarización, la construcción de carreteras en el norte del país, la ampliación del aeropuerto, etc. Somos un país que gira en la orbita comercial del Norte. Y nos aconsejan que cuidado con vincularse al ALBA, aunque este ofrezca mejores condiciones de intercambio comercial.

Esta el tema de la migración. La elite económica expulsó a una tercera parte de nuestra población para obtener remesas y enriquecerse aún más y los Estados Unidos lo permitieron. Mientras no se modifique el modelo neoliberal la gente seguirá yéndose a buscar empleo al Norte.

Y el último tema es el vinculado a energía renovable. Y esta vinculado a la crisis energética que atraviesan los países del mundo, dependientes de los hidrocarburos. Los Estados Unidos están impulsando estrategias orientadas a la producción de etanol, de caña de azúcar, como fuente alternativa. Y esto de nuevo nos conducirá a abandonar la producción de alimentos. Uno propone, pero el imperio dispone…

Una nueva realidad salvadoreña

A partir de la victorial electoral del FMLN de marzo de 2009 se modifica la realidad salvadoreña. Hay un nuevo escenario y nuevos actores. Y entiendo que se va tratar de cambiar el guión de la película. Es significativo que los Estados Unidos que ven esta película con sus sofisticados satélites, desde la poderosa embajada de Santa Elena, fueron muy beligerantes y acompañaron a Saca en contra de Handal en las elecciones presidenciales de l 2004, pero cambiaron discurso y actitudes frente a Ávila y Funes. Se volvieron de la noche a la mañana, “neutrales” y respetuosos de la “voluntad popular,” guardaron sus espadas y adoptaron la sabia política de “wait and see.”

Y no se equivocaron. A 18 meses de este gobierno democrático, diferente, electo con el respaldo de la mayoría ciudadana y comprometido con la realización de cambios, es claro a todas luces que –y esto lo reafirman las declaraciones del canciller- existe una continuidad en la política exterior así como existe una continuidad en la política económica de signo neoliberal. Y esta continuidad es del agrado del país del Norte, que le teme al ALBA. Y por eso la califican de “seria” y “responsable.” Es una política exterior que ve hacia el norte, un poco hacia el oeste pero evita ver hacia el sur, o hacia el oriente. Y puede ya registrar en su corta historia diplomática, el papel jugado para insertar a un régimen golpista como el de Lobo en los foros internacionales.

La visita de Obama

El representante principal de la primera potencia mundial visita nuestras tierras, luego de ir a Brasil y a Chile. Es además el presidente de una nación donde vive la tercera parte de nuestra población. Para algunos es la visita del siglo y ya preparan las carrozas y los disfraces. Para otros es una visita funesta. Es la visita del gobernante que mantiene el bloqueo sobre Cuba, agrede a Venezuela y ha sembrado de bases militares al continente, afectando incluso a la “pacifica” Costa Rica.

¿Quien es Obama? La elección de Obama fue el resultado de la derrota de sectores neo conservadores, republicanos, guerreristas, que hoy se aglutinan en el Partido del Te. Asimismo fue producto de una amplia coalición de fuerzas populares, en especial de sindicatos, mujeres y minorías étnicas. No fue fácil derrotar a la derecha que durante casi treinta años había desmontado importantes conquistas sociales. Pero se logró. El mismo hecho de su origen étnico afroamericano fue un histórico avance.

Esto explica el despiadado y permanente ataque hacia Obama desde la poderosa derecha mediática. Y la derecha se ha reagrupado y logró importantes éxitos en las elecciones de noviembre pasado así como ha logrado derrotar iniciativas legislativas vinculadas a temáticas de la salud y los derechos de las minorías étnicas. En este sentido Obama es diferente. El enfoque, el estilo, es diferente, y esto en política cuenta y en política del imperio, pesa mucho más.

Pero a la vez no podemos ser ingenuos. Obama forma parte de la maquinaria política del establishment imperial y responde ante estos intereses globales, estratégicos. Y su visión es la de reconstruir la deteriorada imagen internacional del imperio, afectada por sus posiciones guerreristas. Obama es el representante de un imperio en crisis. Y su política internacional responde a la defensa de sus intereses estratégicos. Obama esta debilitado políticamente. La derecha ha bloqueado su proyecto de reformas. Incluso su segundo mandato no esta asegurado. Hay que saber quien es el que nos visita.

Otro punto importante es la Comunidad Salvadoreña en el Exterior, nuestra diáspora. El núcleo principal de esta comunidad forma parte ya de la clase obrera multirracial y multinacional estadounidense, de sus sectores organizados, y también indocumentados. A nuestra comunidad le corresponde convertirse en una importante fuerza democrática dentro de los Estados Unidos que luche por sus propias reivindicaciones y además acompañe desde allá la lucha de nuestro pueblo por la democracia y el socialismo. Esto ya esta sucediendo. Somos una misma Patria en territorios diferentes.

Y finalmente unas palabras sobre la izquierda salvadoreña, que desde su nacimiento a mediados de los años veinte del siglo pasado se ha caracterizado por un alto nivel de firmeza en los principios acompañada de flexibilidad táctica. Esto es lo que permitido ir avanzando hasta derrotar las estrategias de los sectores dominantes y estar hoy en el gobierno.

Es una izquierda con una larga tradición de apoyo a las luchas reivindicativas de los trabajadores, a las luchas por la democracia y el socialismo, y a la solidaridad con los pueblos que luchan contra el imperialismo. Farabundo Martí estuvo en Las Segovias nicaragüenses combatiendo al lado de Sandino contra las tropas intervencionistas del gobierno USA. Hoy es otro momento. Estamos en el gobierno.

¿Recibiremos a Obama con los puños en alto como recibimos en 2002 a Bush hijo? ¿Somos súbditos o socios? ¿Protestamos o aplaudimos?

Roberto Pineda

San Salvador, 6 de febrero de 2011

COFEVI: ¡Viva la lucha combativa del pueblo egipcio contra Mubarak!

SAN SALVADOR, 4 de febrero de 2011 (SIEP) “Como Comunidades de Fe y Vida, seguidores del Dios de la Justicia que fue el Dios de Jesús de Nazaret, saludamos emocionados la lucha combativa, insurreccional, emprendida por los trabajadores y jóvenes egipcios contra la sanguinaria dictadura , financiada por USA, de Mubarak…”afirmó el pastor luterano Rev. Roberto Pineda.

Apuntó que “la plaza Tahrir (Liberación) en El Cairo se ha convertido en el nuevo referente de la resistencia antiimperialista, en la luz del mundo, que como huracán del desierto esta extendiéndose para derribar los oprobiosos sultanatos y califatos en Jordania, Yemen, Túnez, Marruecos. Saludamos también la heroica resistencia del pueblo palestino, que desde Gaza, desde Jerusalén, enseña con su Intifada el camino de la liberación de la opresión extranjera.”

“Los pueblos árabes –aseguró el religioso luterano- y en particular el pueblo del mítico Osiris, el valiente pueblo de Gammal Abdel Nasser, el milenario pueblo egipcio, ahora alzado en rebelión popular porque rechaza la dictadura pero también porque rechaza el modelo neoliberal impuesto por Mubarak y sus aliados, alcanzara –de eso estamos seguros- la victoria.”
“Mubarak se ha sostenido en el poder durante treinta años debido a la ayuda militar que reciba del gobierno norteamericano y de Israel. Estos dos gobiernos son también responsables de la sangre que se esta derramando en las calles. Y ahora pretenden instalar un “mubarakismo sin Mubarak” haciendo uso del títere Suleyman y asi garantizar la continuidad de la dictadura.”

“La victoria pertenece a los pueblos que luchan. Esa es nuestra experiencia. En 1944 en las gloriosas jornadas de abril y mayo el pueblo salvadoreño derribó la dictadura militar de trece años del general Martínez. Hubo un insurrección y luego una huelga general. Desde este rincón del mundo les decimos con el corazón lleno de optimismo: pueblo que lucha triunfa…El pueblo egipcio vencerá…”