SAN SALVADOR, 11 de mayo de 2009 (SIEP) “Faltaban solo dos años para concluir la guerra y conquistar los Acuerdos de Paz, la solución política negociada ya se vislumbraba en el horizonte, este es el contexto de este discurso de Schafik” indicó el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del centro de estudios marxistas “Sarbelio Navarrete.”
“Habían pasado sesenta años desde la fundación en 1930, a orillas del lago de Ilopango del Partido Comunista de El Salvador, PCS, vanguardia solitaria durante cuarenta años de las luchas del pueblo salvadoreño por la democracia y el socialismo, y que en 1995 decidió disolverse para fortalecer un esfuerzo mayor, el FMLN, que este año asume la presidencia de nuestro país…” agregó.
Este importante documento histórico reconoce que “en el crucial período de los años 70, cuando se fragmentó la izquierda. Se constituyeron las organizaciones revolucionarias político militares. Las primeras acciones armadas se realizaron en 1970 y nuestro Partido se quedó al margen de ese terreno de la lucha, se mantuvo exclusivamente en la lucha electoral y sindical. Se desarrolló un gran enfrentamiento ideológico entre la izquierda. Nosotros acusando a los hermanos de “ultraizquierdistas” y ellos acusándonos de “electoreros” y “revisionistas”; ese era el lenguaje de aquel tiempo.”
Subrayó Schafik Handal entonces secretario general del PCS que “ahora, parece que todos reconocemos, los que estuvimos en un lado y otro, que algo de verdad había en las mutuas acusaciones que nos hacíamos. Porque, ahora estamos claros, hemos ido madurando. El FMLN ha ido madurando y considera que fue útil la lucha electoral y podría serlo en el futuro. El problema no es que estuviéramos en la lucha electoral. El problema era que la veíamos como excluyente de la lucha armada. El problema era que los demás hermanos consideraron la lucha armada, en aquel tiempo, como excluyente, por principio, de esa otra forma de lucha.”
Dijo en ese discurso del 60 aniversario del PCS que “ya en los años 1974 y 1975 en adelante, empiezan a tomar cuerpo las organizaciones de masas impulsadas por las organizaciones hermanas político militares, que realizaron grandes luchas reivindicativas y una impresionante radicalización popular, sin entrar en la lucha electoral. Así, la lucha de masas reivindicativa, algunas modalidades de la lucha política y la lucha armada comenzaron a combinarse.”
Concluyó el dirigente comunista que “la verdad es que el proceso electoral también hizo un aporte considerable al movimiento revolucionario, porque fue creando una polarización política que desembocó en las elecciones presidenciales de 1977, en las que la UNO vuelve a ganar las elecciones, pero vuelve a sufrir el fraude y viene el enfrentamiento popular con el régimen.”