SAN SALVADOR; 21 de diciembre de 2006 (SIEP) “En cumplimiento del compromiso que adquirimos cuando fundamos el Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete” publicamos con mucha alegría la Parte Política del Informe del Comité Central al V Congreso del Partido Comunista de El Salvador, celebrado en abril de 1964” indicó el Lic. Roberto Pineda.
“Han pasado más de cuarenta años desde que este informe circulara clandestinamente en sindicatos y gremios, y que iluminara el camino de la lucha contra la dictadura militar y el imperialismo yanqui de los revolucionarios salvadoreños de aquella época. Es un documento histórico de valor incalculable ya que nos permite penetrar en las valoraciones políticas que realizaban los comunistas salvadoreños” precisó.
“Esperamos que este valioso documento político pueda servir a las nuevas generaciones de revolucionarios y revolucionarias salvadoreños aglutinados en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional que hoy continua luchando para hacer realidad los sueños de miles de héroes y mártires de nuestro proceso revolucionario.”
Subrayó el docente universitario que “hacemos esta publicación como un homenaje a Schafik Jorge Handal, quien fue seguramente su autor principal. Así como también a Saúl Santiago Contreras, Oscar Gilberto Martínez, Fidelina Raimundo, Raúl Castellanos Figueroa, Rafael Aguiñada Carranza, Jorge Arias Gómez, Salvador Cayetano Carpio, Virgilio Guerra, Daniel Castaneda, Miguelito Mármol, Segundo Ramírez, Modesto Ramírez y tantos otros y otras comunistas salvadoreños.”
Finalmente Pineda hizo un llamado a “estudiar nuestra herencia teórica marxista, derivada de nuestra historia, para poder enfrentar con éxito los nuevos desafíos de esta época mundial de globalización y de nuevos retos para los revolucionarios salvadoreños aglutinados en el FMLN.”
INFORME DEL
COMITÉ CENTRAL AL QUINTO CONGRESO
DEL PCS
INTRODUCCION
La presente publicación es un resumen del informe del Comité Central saliente del Partido Comunista de El Salvador al Quinto Congreso del Partido, celebrado recientemente. El informe abarca los años trascurridos desde el anterior congreso hasta la fecha de la celebración del Quinto Congreso y consta de tres partes:
La primera comprende el trabajo del partido durante el periodo señalado, y hace un análisis de las experiencias más importantes. Se detiene de manera especial en el examen en los últimos cinco años y contiene un balance que pone de manifiesto los aciertos, los errores y las debilidades del partido en esos años, lo mismo que un enjuiciamiento autocrítico del Comité Central. Termina planteando las tareas que se desprenden del balance y trazando en sus rasgos generales la línea del Partido.
La segunda parte esta formada por un estudio del proceso económico desde mil novecientos cincuenta, que después de examinar la situación en las ramas más importantes de la economía de El Salvador se detiene en el análisis de la crisis cíclica de los precios internacionales del café a partir de 1955 .En esta parte, el informe llega a la conclusión que la fase crítica del ciclo puede fijarse en los años de 1961 -1962 y que ahora nos encontramos ,desde la mitad de 1963, en la fase de reanimación y en las vecindades de un nuevo auge económico que dará paso mas tarde a una nueva crisis cíclica. El informe, al señalar que la crisis económica ha sido la base material de la crisis política de los años 1960 -61-62 anota que la salida de la crisis económica sirve también de fundamento a la superación de la crisis política. Esta parte termina con una síntesis de las conclusiones generales del análisis político y económico del periodo, y planteando el rumbo principal y las tareas más importantes del Partido hasta el Sexto congreso
La tercera parte comprende el examen de la situación internacional y su proceso, deteniéndose en el examen de los aspectos más sobresalientes de la situación actual. Al referirse a las diferencias surgidas en el seno del Movimiento Comunista Internacional, reitera la posición de nuestro Partido favor de la unidad y contra las corrientes y actividades escisionistas; y defiende la línea elaborada en común por los Partidos Comunistas y Obreros, contenida en los documentos de las Conferencias celebradas en Moscú en 1957 y 1960.
La importancia del Quinto Congreso del Partido Comunista de El Salvador ha sido subrayada por el balance que la comisión política del comité central hiciera en su oportunidad y que fuera aprobado por el comité central del PCS en su Segundo Pleno. El referido balance señala que “el congreso ha sido un éxito más grande de lo que pudo esperarse en las circunstancias actuales, ha sido un triunfo apreciable sobre la reacción y el imperialismo, y ha ayudado a reforzar al Partido, a reforzar su unidad, su cohesión interna, la claridad en su enfoque político, la conciencia de la necesidad de poner en practica métodos correctos de trabajo, y la evidencia de que el trabajo entre las masas obreras en la base sobre la que debe descansar el trabajo futuro e inmediato del partido.”
El mismo balance puntualiza conclusiones de las cuales transcribimos las siguientes:
“El Quinto Congreso del partido ha señalado el rumbo en las direcciones fundamentales:
“1) Ha señalado la obligación de reforzar la labor y el funcionamiento interno del partido y muy especialmente la necesidad de elevar el nivel del trabajo ideológico del partido como eslabón central en esta etapa de su desarrollo”.
“2) señalado categóricamente la obligación de enfilar decididamente el trabajo del partido hacia las masas, con todos los medios a nuestro alcance; y emprender más decididamente nuestro trabajo de frente único.”
“3) Nos a mostrado claramente nuestra obligación de defender los principios sustentados por el Movimiento Comunista Internacional y de reforzar nuestros lazos de solidaridad internacional proletaria”.
Los resultados más importantes del Quinto Congreso del PCS están señalados en el mismo balance, en la siguiente forma:
1. El Quinto Congreso ha dotado de nuevos Estatutos al Partido, adecuados a su necesidad de desarrollo.
2. Por haberse realizado el congreso en momentos en que se cerraba un período durante el cual se había probado lo positivo y lo negativo, pudo trazar una línea justa, ideológica y políticamente fundamentada. Tal línea tendrá que profundizarse y enriquecerse en su aplicación practica. Todo esto ha reforzado la unidad ideológica interna del Partido.
3. Ha dotado al Partido de un comité central y de organismos de dirección que cuentan con el respaldo de todo el Partido. Los nuevos organismos de dirección están de mayor capacidad de dirigir el partido en todos sus aspectos.
4. El Quinto Congreso ha proveído al Partido de los importantísimos Proyectos de Programa General y de Programa Agrario, para ser discutidos, enriquecidos y completados por el pueblo. Tales proyectos están llamados a convertirse en banderas de lucha de las masas.
5. El Congreso ha esclarecido las bases materiales y el método para la formación del Frente Único de todas las fuerzas democráticas y antiimperialistas.
6. Ha puesto de relieve la necesidad de que nuestro pueblo desarrolle sus organizaciones en la lucha por sus reivindicaciones económicas, políticas y sociales.
7. Ha realzado la necesidad de luchar por la pureza de las ideas marxista-leninistas.
8. Ha reforzado los lazos de solidaridad de nuestro Partido y de nuestro pueblo con los Partidos Comunistas y Obreros que luchan por la liberación nacional, por la democracia, por la paz y el socialismo.
El Quinto Congreso del Partido Comunista de El Salvador se vio estimulado por la presencia e intervención de los delegados fraternales, así como por los saludos de los partidos hermanos. Estos hechos que nos habían ocurrido antes en los Congresos de nuestro Partido, le dieron una característica especial de reforzamiento de la solidaridad con el movimiento comunista internacional y puso en evidencia nuestra pertenencia a la gran familia de Partidos Comunistas y Obreros. Los textos de los saludos se encuentran al final de la presente publicación.
Como dijéramos en el comunicado del comité central del PCS dirigido al pueblo salvadoreño, dando conocer la celebración y resultados de nuestro congreso “el Partido Comunista de El Salvador reafirma su disposición inquebrantable de luchar con mayor ahínco por los intereses mediatos e inmediatos la clase obrera, del campesinado; de las capas medias y sectores progresistas de la población; y llama a todo el pueblo a cerrar filas en la lucha por sus demandas inmediatas, por la democracia y contra la tiranía militar , por la liberación nacional de las garras del imperialismo, por la paz mundial”.
San Salvador, abril de 1964
COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR
PARTE POLITICA
La creación del Partido Comunista de El Salvador ha sido un paso de trascendencia
histórica para la vida de nuestro país. El Partido Comunista, como partido marxista – leninista de la clase obrera, ha constituido desde el principio la organización llamada a dirigir a nuestro pueblo en la lucha por sus reivindicaciones inmediatas y por sus grandes objetivos revolucionarios de liberación nacional, por el socialismo y comunismo.
Desde los primeros años de su vida el PCS se ha visto enfrentado a las más crueles y aplastantes represiones. La represión de 1932 hecho hacia atrás durante varias décadas todo el desarrollo democrático y revolucionario del país, y tuvo un efecto profundamente destructor para el Partido y retardador de su desarrollo. A pesar de las represiones periódicas y de todos los obstáculos interpuestos por las fuerzas reaccionarias del imperialismo la oligarquía, EL PCS NO A PODIDO SER DESTRUIDO; sino que, al contrario, venciendo todos los obstáculos y dificultades ha ido gradualmente fortaleciéndose y desarrollándose en lo ideológico y orgánico, hasta comenzar en los últimos años (debido al ascenso revolucionario de nuestro pueblo y a la corrección de métodos estrechos) un rápido desarrollo que le esta llevando a alejarse de los marcos muy limitados en que se ha mantenido durante varias décadas.
Rasgo importante en nuestra vida política es que ninguna clase en El Salvador, ni siquiera la oligarquía interna, ha logrado mantener sus partidos políticos; pues estos, ya sean de la oligarquía, de la burguesía nacional o de la pequeña burguesía, han tenido una vida ocasional y muy transitoria. Solo la clase obrera ha sido capaz de mantener y consolidar su Partido, el Partido Comunista de El Salvador (PCS) , el cual es el único que a través de todas las dificultades y de todos los tiempos, a partir de su fundación, se ha mantenido ininterrumpidamente , ha funcionado, y ha salido avante . En este sentido, por paradójico que sea, en El Salvador sólo la clase obrera, a través de su Partido (con vida clandestina desde 1932) tiene verdadera tradición de lucha política. Nuestro partido ha tratado de orientar al pueblo durante 34 años, en lo político, sindical, etc. y con ello ha ido teniendo experiencia que gradualmente le elevan su capacidad para llegar a ser lo que tiene que ser EL AUTENTICO E INDISCUTIDO DIRIGENTE DEL PUEBLO EN LA CONQUISTA DEL PODER POLITICO Y EN LA CONSTRUCCION DE LA NUEVA SOCIEDAD EN NUESTRO PAIS.
El año de 1946 el Partido Comunista de El Salvador (PCS) celebró un congreso que se conoció como primer congreso de nuestro partido.
El comité central (CC.) considera que el primer congreso es, en propiedad, el de la fundación de nuestro partido, celebrado en marzo del año de 1930. Por lo que presenta ante este congreso la proposición formal de que sea reconocida la fundación de nuestro partido, como 1º congreso del PCS; debiendo cambiar de numeración los demás Congresos de nuestro partido. En tal virtud, el presente Congreso sería el V congreso del PCS.
El congreso de 1946 aglutinó orgánicamente las filas del Partido (que en efecto seguía siendo muy estrecho y poco consolidado), les dio una orientación política única al aprobar la línea política y eligió al comité central. El significado principal de este congreso fue haber aprobado los estatutos del Partido, incorporando en ellos en forma decidida e inequívoca los principios leninistas de organización: la organización celular, el centralismo democrático, las formas de ingreso al partido, los deberes y derechos de los miembros, el ordenamiento estructural de los organismos de dirección y base, etc.
Después del 1º Congreso, aunque en el Partido siguieron subsistiendo métodos muy estrechos de trabajo, que no favorecían el reclutamiento ni su ligazón a las masas populares, hubo ingresos de nuevos miembros en cantidad relativamente apreciable, lo que jugó un efecto saludable en su desarrollo en aquel momento.
En agosto de 1948 el Partido celebró su siguiente Congreso, el que se concretó a aprobar el informe de Balance del comité central, la línea política, a preparar planes para las tareas prácticas del partido y a elegir nuestro CC. Poco después, la camarilla militar de Osorio, Córdova, etc., aprovechan de el descontento popular contra el gobierno castanedista; dio el golpe militar del 14 de diciembre, que fue el principio de los gobiernos terroristas y demagógicos prudistas (Consejo de Gobierno Revolucionario, Osorio, Lemus) que tuvieron su término el 26 de octubre de 1960.
II – EL TERCER CONGRESO DEL PCS.
En agosto de 1950 se realizo el III Congreso del Partido (numerado así hasta ahora).
En tal época ,la situación nacional se caracterizado por estar en proceso de consolidación el régimen militar encabezado por el Coronel Osorio, cuyo rasgo sobresaliente era la combinación de la represión con un tipo de demagogia desconocida hasta entonces en el país . Eran los días en que el régimen hacia intensa demagogia alrededor de la aprobación de la nueva Constitución y el movimiento popular presionaba por incorporar en la misma los postulados democráticos esenciales.
Cuando se realizó el III Congreso, el partido se esforzaba por combatir la demagogia del régimen y por evitar que esta confundiera a las amplias masas trabajadores. Debido a ello, el régimen reaccionario había inferido ya algunos golpes represivos de consideración contra el partido lo que había afectado al comité central (CC).
En lo interno, el partido enfrentaba una situación difícil, ocasionada por la penetración en sus filas de un grupo de elementos escisionistas que trataban, desde dentro, de destruir las organizaciones del Partido a través de la paralización de sus actividades por el fomento de la corrupción y del fraccionalismo. Aprovechando el debilitamiento de los organismos de dirección, los fraccionalistas lograron llegar a ocupar puestos en el mismo CC, y desde ahí realizaban ampliamente su labor antipartido. Desde esos puestos trataron de separar del partido a cuadros valiosos y fieles. Esa lucha fraccionaria debilitó aún más al partido, perturbó su unidad política y su unidad de acción, llegándose al Congreso con dos proyectos diferentes de línea política.
El III congreso fue denominado “Congreso de Unidad” debido a que algunos camaradas, profundamente preocupados por la lucha interna que se desarrollaba, propusieron que el Congreso realizara para todos los esfuerzos para lograr la unidad interna del Partido; pero a pesar de tales esfuerzos el grupo fraccionalista demostró que sus objetivos eran diferentes, y en esa forma el Congreso no pudo alcanzar sus tareas principales y la labor fraccionalista continuo después del mismo.
En el III congreso no pudo ni siquiera aprobarse línea política. Por ello el Congreso no logro reflejar la realidad nacional, y en consecuencia tampoco logró armar al Partido de métodos políticos eficaces en la lucha contra el régimen oligárquico y pro imperialista. Sin embargo, no seria correcto decir que el Tercer Congreso no haya tenido trascendencias en la vida del Partido, pues a pesar de las frustraciones que tuvo en partes básicas, el mismo tuvo importancia para el desarrollo posterior del trabajo del Partido y para la lucha contraria los fraccionalistas. Además, el Congreso condenó las tesis oportunistas que trataban de presentar el golpe militar del 14 de diciembre de 1948 como en acontecimiento progresista, como un punto elevado en la lucha entre los señores feudales y los capitalistas industriales.
Como resultado de la elección del Consejo Supremo Nacional y comité central, que tuvieron lugar en el Congreso, siguieron dentro del CC los miembros del grupo fraccionalista. Poco tiempo después, ante la desplegada labor fraccionalista de ese grupo, el CC se vio obligado a expulsarlo del partido. Su conducta posterior política y personal demostró cuan justa fue esa medida.
III-EL PARTIDO DESDE EL III CONGRESO (1950), HASTA LA REPRESION DE SEPTIEMBRE DE 1952.
Después del III congreso y de la expulsión del grupo fraccionalista, en los distintos frentes se redobló la lucha del Partido. Especialmente en dos frentes el trabajo de masas cobro intensidad: en el sindical y en el estudiantil. También comenzó a desarrollarse la lucha por la paz mundial.
Se obtuvieron apreciables éxitos en la formación de los sindicatos y en la defensa de la independencia sindical, y en la lucha por determinadas conquistas en la legislación laboral.
El organismo que al frente del movimiento sindical encabezó todas estas luchas fue el Comité de Reorganización Obrera Sindical (CROS), que llegó a alcanzar gran prestigio y autoridad entre los trabajadores.
En el terreno político el Partido lograba pocos éxitos, pues no contaba con una línea política completa que le ayudara a aprovechar al máximo las posibilidades. Tampoco en cuanto a las alianzas el Partido lograba afinar una línea que le permitiera aglutinar acodas las fuerzas progresistas en la lucha contra el imperialismo y el régimen militar pro-imperialista.
El Partido hacía grandes esfuerzos por desacreditar la política demagógica del régimen, por desenmascarar su esencia entreguista, reaccionaria y pro-imperialista; por poner al desnudo las metas que se proponía con sus medidas de pretendido “beneficio social” por impedir que el pueblo fuera confundido por la palabrería reaccionaria, anticomunista y mendaz. El Partido defendía los intereses del país ante los intentos de creciente penetración del imperialismo.
Nuestro Partido no sabía todavía combinar acertadamente las luchas abiertas con su trabajo interno. Tiene ya una estructura celular y una estructura interna inspirada en los principios leninistas. Al entrar nuevos cuadros extraídos del trabajo sindical y estudiantil crecen los círculos de simpatizantes y candidatos. Pero en la dirección no hay todavía estabilidad debido a las frecuentes represiones y a no pocas deserciones; los cambios de cuadros en los organismos de dirección son casi continuos, lo que impide tener una dirección continuada y obtener la acumulación normal de experiencias.
En tal época se comienza a hacer serios esfuerzos por llevar la propaganda del partido hacia el pueblo. “LA VERDAD” órgano del comité central inicia su tiraje regular y su difusión en círculos de amigos y simpatizantes. Creció relativamente la influencia del Partido entre el pueblo. La Clase Obrera impulsa sus luchas en el terreno económico, crea sus organismos sindícales y defiende exitosamente la independencia sindical, estrellándose las pretensiones gubernamentales de apoderarse del movimiento sindical. En este sentido, los planes del imperialismo van fracasado uno tras otro. Se avecinaban nuevas batallas por su soberanía contra la penetración del imperialismo, y por sus derechos políticos.
En tales condiciones, el gobierna militar pro- yanqui de Osorio, descarga el golpe represivo de marzo de 1951 contra el Partido y contra todas las organizaciones democráticas y sindicales. El Partido sufrió duramente este golpe, quebrantó considerablemente al movimiento sindical, al movimiento por la paz y al movimiento estudiantil.
Para reorganizar su trabajo, el Partido celebró una reunión del Concejo Supremo Nacional el 26 de mayo de 1951 pocas semanas después de desatada la represión.
En marzo de 1952, al hacer el balance sobre el cumplimiento de los acuerdos del Concejo Supremo Nacional, el CC. tomó la resolución de realizar una reorganización de las células del partido.
La represión de 1951, no obstante su ferocidad no logro destruir al Partido ni aislarlo completamente de las masas sindicales y estudiantiles; aunque es evidente que el Partido queda debilitado con tal golpe que lanza al destierro a una proporción considerable de sus cuadros de dirección y de base. El movimiento sindical, aunque debilitado no logra todavía ser absorbido por el régimen. Y por el contrario, crecen en forma evidente la combatividad popular y se inician nuevas batallas contra la tiranía, en defensa de la soberanía nacional y contra los atropellos anticomunistas.
En tales condiciones, el imperialismo y el gobierno de Osorio urden una nueva represión general, la cual fue iniciada el 26 de septiembre de 1952.
DESPUES DE 1952.
El movimiento sindical, después de los golpes de 1952, entró en franca inactividad. Los divisionistas, sostenidos por el gobierno y el imperialismo realizaron en gran parte sus propósitos de dividir y paralizar al movimiento sindical.
En lo orgánico, el trabajo de los compañeros bajo las condiciones de dura represión era heroico. Asediados continuaban realizando trabajo diario al parecer árido y sin perspectivas de un triunfo inmediato decisivo, sentaban las bases y ayudaban a crear las condiciones para el nuevo ascenso revolucionario.
En tal periodo, la dirección hubo de tomar muchas medidas para salvaguardar la vida del Partido.
El Partido siguió publicando manifiestos. A finales de 1952 y en vísperas del 1ro. de mayo de 1953, el Partido lanzó manifiesto al pueblo, denunciando las atrocidades del gobierno, y luchando por la libertad de los reos políticos. El Partido encabezó dura campaña nacional por la libertad de los presos, y a través de dos años de lucha se logró salvarlos de las garras de la tiranía.
“La Verdad” continuó siendo editada y para los comunistas jugó un papel inspirador importante durante los meses más duros. A principios de 1954, dejó de editarse por razones de trabajo práctico que no pudieron superarse inmediatamente. Tal situación se prolongó varios años debido a una actitud no correcta respecto a propaganda, que después fue corrigiéndose.
PLENUM AMPLIADO DE SEPTIEMBRE DE 1954.
En septiembre de 1954, el Plenum ampliado del comité central hizo el balance de la situación de organización en que se encontraba el Partido y tomó medidas de redistribución de los miembros en las células.
En la segunda mitad de 1955 y a comienzos de 1956, el problema de la sucesión presidencial puso de manifiestos las numerosas y profundas grietas que existían en el seno del régimen del 14 de diciembre. Del gobierno de Osorio surgieron casi completamente todos los candidatos de la presidencia de la República, incluyendo al “candidato civil” Roberto Canessa. El apoyo de Osorio a Lemus como candidato oficial, ahondó mucho más las discrepancias y la campaña electoral fue tomado más y más el carácter de un conflicto sin solución, el carácter de una crisis política. A la hora de las elecciones se habían retirado todo los candidatos con la excepción de Lemus y con su solo nombre se verificaron. Aquello fue una burda imposición y un descarado fraude al pueblo.
PLENUM DE ENERO DE 1956
En enero de 1956, un Plenum de comité central tomó resoluciones importantes para el funcionamiento del Partido y para su participación en las próximas elecciones, en las cuales el gobierno prudista tenia el objetivo de imponer la candidatura del coronel Lemus. Alguna de las resoluciones tomadas en esa reunión fueron las siguientes:
“La gran tarea, la más importante y fundamental tarea que nuestro partido debe cumplir es la de desarrollarse y fortalecerse. Esto será posible mediante el esfuerzo constante por elevar el nivel ideológico del Partido, para lo cual el estudio debe ser organizado de una manera sistemática. El Partido debe también crecer numéricamente, en especial entre el proletariado, propósito que solo será realizado si trabaja cerca de las masas, si las organiza y orienta, atrayendo a sus filas a los elementos mas conscientes.
Solo en la medida en que las fuerzas democráticas se organicen y actúen, será posible desarrollar la formación del Frente Patriótico de unidad de las mismas fuerzas .Este frente luchara por el desarrollo progresivo del país por la liberación nacional respeto de la opresión imperialista y por la democratización de nuestro régimen de gobierno. Siendo de carácter democrático -.burgués la actual fase de nuestra revolución, su objetivo tiene que ser fundamentalmente anti-feudal y anti-imperialista. El programa del Frente Patriótico de Unidad de las fuerzas democráticas, tendrá que comprender los siguientes puntos:
a) vigencia de todas las libertades democráticas;
b) respeto al derecho del pueblo a elegir a sus propios gobernantes;
c) integración de un régimen de liberación nacional
d) realización de la Reforma Agraria;
e) desarrollo de la industrialización nacional;
f) defensa de los precios de nuestras materias primas;
g) nacionalización de las empresas monopolistas extranjeras que operan en el país;
h) libertad plena para comerciar con cualesquiera naciones del mundo, particularmente con la Unión Soviética y los países de Democracia Popular;
i) aceptación de la ayuda técnica que la Unión Soviética proporciona a nuestras naciones;
j) defensa de la causa de la paz y la amistad entre todas las naciones.
Tal es el programa por el que lucharan el sector anti-imperialista de la burguesía, la pequeña burguesía y los campesinos, en alianza con la clase trabajadora y bajo la dirección de esta.”
Al hacer el balance de las elecciones presidenciales de 1956, en las cuales, fue impuesto como Presidente el coronel José María Lemus, el comité central del partido en documento de septiembre de 1956 expone:
“… todas las promesas gubernamentales se vieron violadas en la práctica por la acción de la maquinaria oficial, echada a andar para imponer a toda costa a los candidatos del gobierno. Esta situación y la falta de respaldo popular, indujeron a las organizaciones supuestamente oposicionistas a retirarse de la contienda en el momento en que las elecciones presidenciales estaban por efectuarse, y el “triunfo” del gobierno se convirtió en un hecho rotundo; el coronel José Maria Lemus, candidato oficial, fue declarado presidente electo. De manera parecida sucedieron las cosas 2 meses más tarde al momento de elegirse la nueva Asamblea Legislativa. Esta quedó totalmente en manos del Partido del gobierno, y cuando en julio se efectuaron las elecciones municipales, organizaciones de oposición tomaron parte en la campaña electoral de 5 poblaciones, triunfando en una de estas, un pequeño pueblo del interior del país, las 259 municipalidades restantes, también han quedado en poder del partido oficial, el que de esta manera ha consolidado prácticamente el control absoluto del poder político…”
En diciembre de 1956 hubo un importante Plenum ampliado del Comité Central, en el cual se enjuició la situación política imperante después del la sustitución del gobierno de Osorio por el de Lemus. Algunas de las conclusiones más importantes con relación al panorama político nacional del momento son las siguientes:
“…1) Tres pasos positivos de primordial importancia han sido dados por el presente gobierno:
a) El retorno indiscriminado de los exiliados; b) la derogatoria de la Ley de Defensa del Orden Democrático y Constitucional c) las medidas tendientes a evitar el despilfarro y la malversación de los dineros públicos.
2) Los pasos puntualizados no indican, en forma, alguna que el régimen haya cambiado o que el gobierno actual sea democrático. Existe indudablemente un aflojamiento de las condiciones políticas, en cuanto se refiere a la vigencia de algunas libertades democráticas. Pero en lo esencial, la base real de la economía del país, es decir el régimen agrario, continua siendo el mismo, no atisbándose medidas que tratan de resolver las condiciones de miseria del campesinado.
3) En lo que concierne a la actitud antiimperialista que un gobierno democrático debe de poseer este no ha dado ninguna muestra
4) Las mismas fuerzas sociales y económicas que sostuvieron al gobierno anterior, son las que sirven de base al gobierno del coronel Lemus… ”
Una de las conclusiones básicas es la siguiente: “A pesar deque el gobierno actual no es democrático, debemos reconocer, apegados a la realidad, que hoy existen más posibilidades de organización política y sindical, que durante el periodo del Consejo de Gobierno Revolucionario y que durante la administración de Osorio. Existe un ambiente distinto al que hasta hace poco se respiraba. Se da el hecho de que los exiliados han retornado, incorporándose inmediatamente a sus respectivos sindicatos, sin que la policía actúe contra ellos. Es frente a estas posibilidades, y cambio de circunstancias, que el Comité Central se hace la siguiente reflexión básica: El Partido Comunista no puede salir a la luz pública brindando apoyo a los pasos positivos del gobierno y demandando mayores reivindicaciones democráticas. Pero, tampoco el Partido Comunista se puede cruzar de brazos frente a las oportunidades de desarrollar un movimiento democrático amplio, y lo suficientemente flexible e inteligente, para que el gobierno se dé cuenta de que sus medidas positivas son apoyadas por las fuerzas democráticas en forma organizada. Negar el apoyo popular organizado a los pasos democráticos del gobierno, es dar oportunidad para que la lucha por la democratización del régimen se haga ilusoria .Solamente con organizaciones de presión popular se pueden obtener grandes conquistas.
En marzo de 1958, en el análisis que el CC hizo de la situación nacional y de nuestro partido, del movimiento sindical y de la situación económica, refiriéndose a la situación del partido se hacen las siguientes importantes consideraciones que pueden al mismo tiempo considerarse como un balance de toda la actuación del partido desde 1952 hasta 1957; por ello se hace imprescindible para formarse un cuadro más completo de tal periodo incorporar al presente informe , parte de lo que corresponde al enjuiciamiento que ahí se hace sobre la situación del partido.
“…cabe decir que nuestro Partido, a pesar de los años que lleva de lucha, aun no ha llegado a adquirir la madurez necesaria para convertirse en el efectivo dirigente del pueblo salvadoreño. La política de las clases dominantes que han oprimido con crueldad al pueblo, ha descargado su mayor rudeza sobre nuestro Partido, impidiéndole crecer y desarrollarse.
No estaría completo el análisis de esta situación, si no reconociéramos así mismo, que a la par de los factores externos, nuestro propio Partido ha cometido durante su ya larga actuación, graves errores que han contribuido en medida apreciable a su raquitismo actual. Es preciso señalar que entre las grandes deficiencias del Partido esta el que no haya hasta hoy hecho un estudio serio, a fondo, de las experiencias obtenidas en las distintas etapas de su vida, de los aciertos obtenidos y de los errores cometidos, con el fin de reeducarnos sobre la base de su estudio auto critico. Esto plantea ante el Partido la necesidad de encarar seriamente esta tarea y se prepara a realizarla. A pesar de no haberse realizado aún ese estudio profundo de la historia de nuestro Partido, es evidente, como lo ha señalado los últimos plenos del comité central (1956-1957) , que la mayor parte de nuestros errores a tenido como base el sectarismo de “izquierda” , que ha tenido lugar tanto en nuestro trabajo de masas como en el trabajo interno del partido.
En nuestra política con los aliados no tenemos aún un programa claro y concreto de unidad nacional, que nos ayude a atraer, movilizar y organizar a las distintas fuerzas interesadas en la lucha contra el enemigo común: el imperialismo norteamericano y las fuerzas feudales y pro-imperialistas del interior del país. Además, en las relaciones con las fuerzas progresistas, hemos sido muy sectarios y no hemos hecho todos los esfuerzos necesarios para atraerlas. No tenemos aún un Programa Agrario y desde 1932 no nos hemos preocupado debidamente de los problemas de los campesinos ni de su organización. Con relación a las fuerzas reaccionarias del país, no hemos sido capaces de comprender con claridad sus contradicciones internas, los objetivos y motivos por los cuales luchan entre si distintos grupos de las clases dominantes, y por consiguiente, no hemos podido aprovechar sus contradicciones. Además, por no medir bien nuestra fuerza de masas y las fuerzas reaccionarias, a veces hemos efectuado acciones aventureras, que nos han expuesto a recibir golpes de represión.
En el frente interno del trabajo , junto con errores de izquierda , como los métodos administrativos de dirección , falta de persuasión y escasos esfuerzos de elevación del nivel ideológico de los miembros del Partido, se ha incurrido en errores de liberalismo , una de cuya manifestaciones ha sido la complacencia en cuanto a la disciplina exigida de los dirigentes , lo que ha acondicionado la progresiva corrupción de alguno de ellos , que finalmente terminaron defeccionando , prostituyéndose, vendiéndose a los enemigos del pueblo salvadoreño . Además, en ciertos momentos ha habido aflojamiento en la vigilancia revolucionaria, lo que permitió la infiltración de elementos nocivos en las filas del partido…
De esta manera nuestro Partido hasta hoy sigue siendo pequeño y débil. Las sucesivas represiones le han impedido madurar como debía. Su composición continúa siendo predominadamente pequeño – burguesa, por la extracción de la mayoría de sus militantes (artesanos, intelectuales y algunos núcleos de campesinos pobres) El nivel teórico y político que priva en las filas del Partido es igualmente bajo, siendo poco lo que se ha conseguido en cuanto a elevar la capacidad general de sus cuadros. Ahora bien, la misma debilidad orgánica, política e ideológica del Partido y las repetidas represiones, que el Comité Central sea inestable, sin continuidad en su composición y con un bajo nivel político, lo que a su vez ha repercutido en sentido negativo en el Partido.
¿Que es aquello por lo que por la dirección del Partido se ha preocupado en los últimos tiempos? En el aspecto interno, su preocupación fundamental ha sido la de elevar su nivel organizativo. Después de la represión de 1952 ese nivel era deplorable. Y eran muy pocas las células que habían logrado reorganizarse. A esta altura y como consecuencia de los esfuerzos desarrollados, las condiciones de la organización han mejorado sensiblemente, al menos en comparación con lo que antes teníamos.
Se decía finalmente: “En la mismas medida en que nuestro Partido consiga que los más amplios sectores populares se organicen , manifiesten y luchen , se irá creando la posibilidad de que nuestro propio Partido desarrolle una actividad mas abierta , dándose además las circunstancias necesarias para la formación del frente patriótico buscado.”
PERIODO DE NUEVO ASCENSO REVOLUCIONARIO.
En 1958 comienza a notarse en el país un nuevo ascenso revolucionario que se extendió hasta finales de 1962.
Tanto la victoria del pueblo venezolano en enero de 1958, como y de manera especial la victoria del pueblo cubano en enero de 1959, constituyeron poderosos estímulos que ayudaron a producir un despertar masivo en nuestro país. El éxito del pueblo de Venezuela dio gran impulso a la lucha anti-imperialista en toda la América Latina. La gira de Nixon en 1958 a Suramérica fue la gota que vino a desbordar el vaso repleto del descontento de los pueblos americanos hacia el imperio yanqui. El pueblo de Caracas propinó a Nixon el golpe mas contundente y eso elevó la combatividad anti –imperialista en todo el Continente, y desde luego, también entre nosotros. La derrota de batista por el ejército popular en Cuba, echó por tierra la pretendida omnipotencia de la tiranía militar y estimuló aún más a todos los pueblos, y desde luego, también al nuestro.
Por otra parte, en escala mundial asistíamos desde finales de 1957 a un proceso cada vez más vertiginoso de cambios radicales en la correlación de fuerzas entre el campo socialista y el capitalista. El cohete de alcance intercontinental probado con éxito por la URSS y luego el primer Sputnik, abrieron una era de golpes sucesivos al poderío del imperialismo yanqui y al prestigio de la ciencia del mundo capitalista en su conjunto. La visión de oscuridad, atraso y opresión creada a los pueblos acerca del mundo socialista por la programada imperialista, comenzó a derrumbarse.
La crisis de sobreproducción en los Estados Unidos, descargada sobre nuestros pueblos por la vía de la reducción de los precios de sus materiales primas, la crisis de la estructura semifeudal y semicolonial latinoamericana con su secuela de inflación, desempleo, estancamiento. etc., más los grandes cambios de la correlación mundial de fuerzas y más el desarrollo de la lucha de masas en nuestro país produjeron aquí un nueva situación ; masas cada vez más numerosas de trabajadores en San Salvador, principalmente, se incorporaban a la lucha política formando al lado del antiimperialismo y del anti gobiernismo resuelto; sectores cada vez mas amplios de la intelectualidad pequeño-burguesa y de la pequeña burguesía en general , principalmente también en San Salvador, se nucleaban en varios grupos que trabajaban para dar origen a movimientos políticos más o menos definidos. La necesidad de organizar partidos o agrupaciones políticas de otro género para realizar una lucha permanente había madurado ya a fines de 1958.
Del tal manera, en sus materiales y análisis, el Partido oportunamente comenzó a comprender y señalar e aparecimiento de un nuevo estado de ánimo de las masas populares. Así, como con el documento del Comité Central con motivo del primero de mayo de 1958, nuestro partido plantea:
“…Si en los últimos años hemos considerado que ha habido un descenso del espíritu de lucha y de las acciones de masas de la clase obrera y de los sectores populares es necesario prever ahora un ascenso gradual del espíritu combatido del pueblo. Todo nuestro trabajo debe estar dirigido a ganarnos a las masas del pueblo fundiéndonos con ellas, movilizándolas, organizándolas y elevando su nivel político.
Debemos enriquecer al Partido, realizar nuestro reclutamiento entre los elementos activos más honestos y abnegados que surjan de los movimientos de masas, etc.”
PLENUM DE ENERO DE 1959
Para la vida del partido ha sido especialmente importante el Plenum Ampliado del Comité Central llevado a cabo a principios de enero de 1959. Fue realizado en un momento en que se agudizaban todas las contradicciones en el país; cuando el espíritu revolucionario del pueblo entraba en gran ascenso; y en los días del entusiasmo por el triunfo de la REVOLUCION CUBANA. Supo poner al Partido en camino de impulsar el poderoso proceso de desarrollo de movimiento popular.
Este Plenum se realizó al inicio de un nueva época de ascenso revolucionario de las masas. En el informe de la línea política a aplicar en tales momentos, se subrayaba la necesidad de crear e impulsar un amplio movimiento político popular.
La justeza y oportunidad de esta línea fue sobradamente mostrada por la práctica.
En el informe acerca del Partido se hicieron recomendaciones sobre el trabajo de organización, sobre la dirección fundamental a seguir para la reorganización de las bases, sobre el Comité Central; sobre el trabajo de propaganda y agitación, sobre el trabajo de educación; sobre finanzas.
Sobre el desarrollo del partido se planeó realizar (en base a las experiencias obtenidas en el estudio del trabajo abierto y secreto) una campaña de CONSOLIDACION IDEOLOGICA, como paso previo para iniciar una campaña de reclutamiento.
Después del Plenum inspirado por las formidables hazañas de la Gran Revolución Cubana todo nuestro Partido entró en una febril actividad que le vinculó rápidamente, de manera más fuerte a las masas.
Dieciocho meses después del Plenum ampliado de 1959- en Julio de 1960-, se realizó otro importante Plenum Ampliado que tuvo como contenido histórico el haber preparado al Partido para las grandes luchas populares contra el gobierno de Lemus, y que señaló por primera vez, desde 1932, la necesidad de tener una perspectiva del Poder para el pueblo.
En los informes presentados se hizo un balance del trabajo realizado durante este lapso, el cual pudo sintetizarse así:
“…El redoblamiento del saqueo económico y la fascistizacion del régimen político es la fórmula que ha puesto a la orden del día el imperialismo norteamericano para América Latina. En nuestro país, esta embestida del imperialismo y de sus aliados criollos, se realiza en un momento en el que la estructura semifeudal de nuestra economía ha hecho crisis y ha pasado a ser un firme obstáculo para el desarrollo independiente de las fuerzas productivas. Pero la crisis de nuestra estructura semifeudal y dependiente, unida a la embestida presente para la colonización del país, ha agudizado todas las contradicciones, creando una situación explosiva, favorable al surgimiento y desarrollo rápido de extensos movimientos de masas y a una rápida radicalización de estas.
Si hace 17 meses constatamos un enorme retraso de las condiciones subjetivas de las masas respecto al desarrollo de las condiciones objetivas de las crisis, ahora tenemos que reconocer un importante avance en la conciencia revolucionaria del pueblo y en su grado de organización, aunque yendo la organización a la zaga del ascenso de la conciencia. Un periodo de crecientes luchas es el transcurrido entre la última sesión ampliada del CC, y la presente. Un rápido ahondamiento de todas las contradicciones, operadas por la acción de la puesta en práctica de los planes para la mayor colonización y saqueo de los monopolios yanquis y de su aliada burguesía intermediaria, la gran influencia de la Revolución Cubana en el espíritu combatido de las masas y la línea acertada de nuestro Partido , que fue capaz de dar un cauce fundamental adecuado al des contento popular y a los puntos de vista de distintos sectores , son los factores principales que han determinado el surgimiento y desarrollo de este proceso de ascenso revolucionario en medio del cual nos encontramos.
Un gran abismo se ha abierto entre el gobierno y el pueblo. El gobierno a perdido completamente su autoridad moral y todo prestigio ante la aplastante mayoría del pueblo, en la zona central del país y especialmente en San Salvador. El departamento de Santa Ana es el que sigue a San Salvador en la impopularidad del gobierno y la combatividad de las masas y después le siguen La Libertad, Ahuachapan, La Unión y Sonsonate. Sin embargo con todo lo importante que son los pasos avanzados en la elevación de la conciencia del pueblo, hay que tener claro que bastante camino queda por recorrer … aún es extremadamente raquítica la parte del pueblo que comprende que el mayor enemigo suyo es el imperialismo yanqui . Por otra parte las masas de trabajadores agrícolas y campesinos aún siguen intactas en lo fundamental y aún conserva influencia el gobierno y las clases dominantes sobre ellas. Pero su descontento crece, y se acumula, como se acumula el vapor en las calderas. Hay que registrar también como un gran avance la derrota sufrida por la tesis putchista a lo largo de estos 17 meses.”
Finalmente, el Plenum sacó la importancia conclusión – conclusión verdaderamente clave – de que “para miles de trabajadores y personas del pueblo en general que forman los destacamentos mas avanzados y aguerridos, el problema del poder a madurado. Se preguntan de que manera y mediante que procedimientos, cuándo y cómo ha de conquistarse el poder del pueblo, convencidos como están de que sólo el poder popular será capaz de sacar a las masas de la miseria y al país del atraso y la dependencia. La elaboración de una línea concreta hacia el poder se ha convertido en la piedra angular para nuestro trabajo de frente único. Esta línea debe ser elaborada por nuestro Partido dentro de un plazo breve , después de un análisis de toda la situación ….”
El Pleno constato que el problema de organización y educación se iba con retraso no obstante los acuerdos tomados anteriormente. La reunión tomó importantes resoluciones en el terreno de la organización interna del Partido, que preveía una gradual reorganización de las células.
De tal manera este Plenum preparó al Partido para las luchas intensas que se avecinaban. La vida mostró muy pronto, que importante y oportuna fue su realización.
LA LUCHA CONTRA LEMUS.
Durante los meses – agosto, septiembre, octubre de 1960 – , el pueblo salvadoreño y el Partido, desarrollaron una grandiosa lucha contra la tiranía abierta en que se despeño el gobierno de Lemus, representante de la oligarquía y del imperialismo.
Todas las contradicciones políticas y económicas llegaron a un punto álgido y en el transcurso de las grandes batallas diarias de masas , de los choques callejeros , del trabajo clandestino , el Partido se fundió con los sectores más avanzados del pueblo, forjó combativa alianza de los sectores de oposición, sobre todo, de las fuerzas revolucionarias; ayudó al aparecimiento de nuevos instrumentos y organizaciones de luchas del pueblo , y pasó, de la línea del aprovechamiento y utilización exclusiva de los medios pacíficos de lucha , al de la línea de la preparación de la insurrección armada del pueblo para el derrocamiento del régimen de Lemus por la vía violenta.
En este período de intensas luchas, al saber interpretar correctamente la situación política y las perspectivas, el Partido pudo orientar en gran medida las luchas contra la tiranía. Estos 3 meses significaron un verdadero salto del Partido en su vinculación con las masas, en su capacidad para dirigirlas hacia sus triunfos, y en el crecimiento de su influencia entre el pueblo y de su peso efectivo en el panorama político nacional. Todo esto, entendido naturalmente, en los límites de lo relativo a su fuerza específica.
Comenzó el mes de agosto con redoblados intentos de parte del gobierno de Lemus por arrebatarle al pueblo sus últimos derechos: El derecho de reunión. Pero las organizaciones populares respondieron con grandes movimientos callejeros por sus propios derechos pisoteados, y además, en defensa de la Revolución Cubana, amenazada de agresión imperialista. A mediados de agosto pasó el gobierno a la represión abierta; centenares de dirigentes y ciudadanos de todas las organizaciones fueron encarcelados y expulsados del país. Con esa represión creyó el gobierno que quedaría aplacado el movimiento, pero esto solo echó combustible en la hoguera; la lucha Pueblo – Gobierno entró en etapa decisiva, entablada en plenitud de intensidad, recurriendo el gobierno a las medidas más feroces para aplastar al movimiento popular. Después del incalificable asalto a la Universidad el apaleamiento masivo de ciudadanos, los asesinatos de manifestantes perpetrados el 2 de septiembre, la lucha popular adquirió una nueva calidad; su objetivo paso a ser el derrocamiento de la dictadura de Lemus.
Este importante cambio en la línea política del Partido se sintetiza en las tesis aprobadas por el Comité Central a principios de octubre de 1960.
Después de hacer un balance de las grandes luchas del pueblo y del papel del Partido en 1959 a Agosto de 1960, y la heroica batalla emprendida a agosto en adelante, las “Tesis” dicen…“Cual es el camino correcto para las fuerzas populares? Que perspectivas se presentan al avance y desarrollo de las luchas del pueblo salvadoreño? A principios del 1959 se tomó el camino de la lucha cívica, aprovechando las posibilidades legales que se presentaban. Ahora el gobierno ha ido cerrando una a una, hasta cerrarlas todas, esas posibilidades legales. Será correcto seguir pugnando por darle una salida por los cauces electorales a la actual situación? Dentro de la situación actual eso no es posible, porque no depende de la voluntad de las fuerzas democráticas, sino de la posición totalmente antidemocrática adoptada por el gobierno a este respecto.
Es evidente que el camino cívico (el de las acciones pacíficas de masas ) ha sido hasta estas ultimas semanas el único camino justo que condujo al pueblo a una grandiosa elevación de su nivel político y de su disposición a la lucha , a tal grado que el gobierno ha sentido tambalear su carcomidos cimientos ante el empuje de la lucha popular y ha recurrido a las medidas mas tiránicas en un desesperado intento de detenerlo; pero, cuando el gobierno ha pasado ya a una fase de tiranía que no quiere permitir al pueblo el ejercicio de ninguno de sus derechos esenciales , la lucha pacifica no basta , y es preciso, sin vacilaciones , pasar a completar la gran movilización del pueblo con acciones populares de otro tipo que permitan contrarrestar ventajosamente las crueles medidas tomadas por el gobierno para detener la avance popular .
De lo contrario el movimiento popular contra la tiranía corre el riesgo de caer en el estancamiento, sin que el pueblo vea las posibilidades de triunfo en su lucha, sin que alcance a ver la perspectiva. La consigna de llevar acabo una lucha por los medios estrictamente pacíficos, no es ya una línea completamente adecuada al momento y a las necesidades del movimiento popular. Para poder volver ala lucha estrictamente cívica (como consigna justa) se necesitaría que el gobierno volviera sobre sus pasos y satisficiera las demandas mínimas presentadas por las organizaciones democráticas. Pero como el gobierno no tiene disposición de satisfacer tales puntos, sino que, al contrario, arrecia aún más la tiranía y el crimen, entonces es imprescindible no estacionarse –como en un punto muerto- en las demandas y en los medios de lucha empleados, lo que crearía un circulo vicioso para el movimiento revolucionario; sino que es preciso marchar hacia delante, hacia medidas más radicales y combativas que den la perspectiva y ayuden a cambiar de cuajo la situación actual. Es imprescindible llevar adelante la revolución y no quedarse estacionado en demandas que ya están siendo rebasadas por las vehementes aspiraciones de cada ves mas amplias capas del pueblo.”
Luego, se analiza en el documento cual era la disposición del pueblo a la lucha, en las ciudades y en el campo; la situación en el campo enemigo, en donde crecen y se profundizan las contradicciones, la confusión y la inseguridad; luego, afirma que en un país agrario como el nuestro sin el campesinado es imposible que triunfe la revolución. Que esta es cuestión básica, pues es el problema de ganar al aliado principal de la clase obrera. En este sentido, saca la conclusión de que es necesario a la mayor brevedad posible levantar con toda claridad de bandera de la REFORMA AGRARIA DEMOCRATICA y levantar la cuestión agraria como punto central de la revolución (junto con la liberación nacional), pues esto pondrá al campesinado rápidamente al lado del movimiento democrático nacional. Luego concluye:
“Es preciso, pues, plantearle al pueblo con toda claridad la necesidad de lograr un cambio fundamental del régimen actual y su sustitución por un gobierno que interprete las aspiraciones del pueblo y realice cambios económicos y políticos profundos en el país, y es preciso señalarles la meta, llamarlo y organizarlo para esa lucha, haciendo uso de todas las armas que sea posible utilizar para cambiar el régimen actual de opresión y tiranía por un régimen de libertad y progreso.
“Es importante como primer paso , trazarle al pueblo el camino correcto, la perspectiva clara ; indicarle los medios de lucha , organizarlo y movilizarlo para la lucha contra la tiranía; puede ser que al movimiento popular no le alcancen todavía las fuerzas para derrumbarla al primer empujón; es posible que a la primera huelga general no caiga hecha polvo la dictadura pro yanqui ; y puede ser también que la lucha armada del pueblo no sea capaz de provocar la caída del régimen a las primeras de cambio y que tenga que prolongarse por un tiempo (la tiranía de Batista resistió mas de 3 años el embate popular) ; pero a la tiranía nada podrá salvarla y no podrá soportar demasiado tiempo esta lucha popular creciente en amplitud y profundidad; y el pueblo pronto alcanzará la victoria definitiva sobre la oligarquía interna y el imperialismo yanqui. Lo importante es que vea con claridad la perspectiva, tenga ante sí el caminito justo y lo emprenda con energía y decisión bajo la dirección justa que lo conduzca acertadamente, dirección que no puede ser otra que la de nuestro Partido.”
Pero el Comité Central no se concretó a tomar el trascendental acuerdo de pasar a la línea de la lucha por el derrocamiento de la tiranía lemusista, sino que, tuvo en ese momento, el acierto histórico de saber descubrir e impulsar en el transcurso de esa lucha a los organismos capaces de canalizar la energía revolucionaria de los patriotas que desean luchar hasta el fin contra la tiranía y prepararse para ello.
El Comité Central tomó también las disposiciones necesarias para en caso de un golpe de Estado. Los acuerdos sobre este punto permitieron que pocos días después al darse el golpe de estado del 26 de octubre, las organizaciones populares estuvieran bastante coordinadas y pudieran movilizar al pueblo rápidamente, con un programa de demandas mínimas definidas.
EL GOBIERNO DE LA JUNTA
El derrocamiento de Lemus a manos de un golpe militar, determinado por la enorme presión popular, creó diferente situación política en el país. Por un lado un golpe de estado tuvo como objetivo adelantarse al movimiento de insurrección popular que comenzaba a fermentar, y por otro, presionado por el movimiento popular se vio obligado a permitir un amplio juego de libertades públicas , que creaba condiciones favorables para el desarrollo de las fuerzas populares.
La movilización de presión democrática sobre el gobierno de la Junta Cívico-Militar alcanzó proporciones sin precedentes , las organizaciones populares realizaron movilizaciones de más de 50, 000 personas en la capital , alrededor de sus consignas democráticas encaminadas a fortalecer el proceso democrático y debilitar el poder de las fuerzas de la reacción – la oligarquía interna y el imperialismo- que desde posiciones claves del nuevo gobierno y desde todas las direcciones iniciaron un ataque creciente contra el nuevo gobierno pretendiendo hacerle cambiar de línea o de derrocarlo por otro contragolpe.
La nueva junta de gobierno adoptó desde un principio la inconsecuente línea política de “no hacer nada” ni para destruir a fondo la maquinaria política en que se apoya el poder de la oligarquía y el imperialismo, ni para realizar las modificaciones económicas que el país exigía, ni castigar a los complotistas; todo ello, bajo el pretexto de ser un gobierno de transición.
Por su parte el movimiento popular, que fundamentalmente estaba orientado por nuestro Partido, y esa es una característica importante de la situación política de este período a pesar de sus grandes éxitos en la movilización popular, en la organización rápida y tumultuosa de las masas y de su rápida penetración en masas del interior del país , disminuyó en gran medida la preparación de sus fuerzas armadas que pudieran enfrentarse a los intentos reaccionarios de reimponer la tiranía. El imperialismo arreció sus ataques, y en sus últimas semanas, la Junta Cívica Militar de este militar comenzaba a enfilarse abiertamente por el camino del anticomunismo, y de las amenazas de de represión antidemocrática. En tal situación, una camarilla de agentes abiertos del imperialismo asaltó el poder, derramando en las calles la sangre del pueblo que masivamente protestaba indignado y pedía armas para defender las libertades básicas y para terminar definitivamente con las tiranías.
Las características de este período y sus rasgos fundamentales los sintetizó en forma precisa el Partido en diversos documentos. En un documento publicado el 28 de noviembre de 1960 se destacaba los siguientes rasgos : “…Debe quedar claro que el golpe que derrocó al gobierno de Lemus el 26 de octubre, ha sido un golpe militar y no una revolución y que el gobierno surgido de ese golpe no es un gobierno revolucionario, pero si un gobierno que , desde un principio , se ha comprometido ante el pueblo a garantizar un amplio margen de libertades publicas , lo que crea condiciones bastantes favorables para el desarrollo de las fuerzas democráticas. El nuevo gobierno tiene una composición compleja, puesto que, sin haber sido separados de cargos claves muchos representantes de la oligarquía y del imperialismo, han ocupado posiciones de importancia dentro del aparato gubernamental numerosos representantes de la mediana producción industrial y agrícola que tienen intereses contra puestos a los de la oligarquía pro-imperialista.
Todo esto le imprime un carácter especial a la actual situación política. Por un lado las vacilaciones del gobierno en tomar medidas avanzadas; por el otro la agresividad de las fuerzas reaccionarias capitaneadas por el imperialismo yanqui que maquinan abiertamente para retornar a la tiranía a través de un nuevo golpe de estado, y, por otra parte la urgente necesidad de un rápido fortalecimiento de las fuerzas democráticas y su unidad para derrotar las maquinaciones reaccionarias, afianzar el proceso democrático y hacerlo avanzar hacía las posiciones revolucionarias…”
En el informe al Plenum de abril de 1961 se aprecia así ese período:
“Para el imperialismo yanqui y la oligarquía intermediaria, la caída de la tiranía de Lemus significó una derrota de grandes proporciones, no sólo por lo que un triunfo de esta naturaleza significaba en el plano nacional, sino también por haberse realizado en un momento en que en América Latina todo cruje bajo los pies del dominio imperialista, como resultado del ascenso de las luchas de liberación nacional y sobre todo del tremendo éxito de la Revolución Cubana y su contagioso ejemplo.
A la caída de la tiranía lemusista las fuerzas democráticas entraron en una intensa lucha por sacar a breve plazo a las inmensas masas populares del estado de desorganización y debilidad política en que durante tantos decenios han permanecido debido a las tremendas condiciones de represión política ejercidas por la dictadura militar. La organización de los sectores democráticos comenzó a cobrar amplitud no solo en las ciudades, sino, en lo que es más importante, en el campo, se elevaba la movilización y participación del pueblo en la lucha por sus intereses, crecía su nivel de conciencia política, su espíritu de lucha; se aclaraban sus objetivos democráticos; y crecía la confianza en sus propias fuerzas en lo económico y político.
Aunque la Junta de Gobierno se opuso a la realización de cambios profundos en el aparato del Estado y en el aparato económico, la fuerza de la lucha popular comenzó a minar en las localidades el poder que durante decenios había estado asentada la opresión local de la oligarquía; los gobernadores, los alcaldes, los comandantes locales, y todo el aparato represivo local se tambaleaba bajo la ofensiva de las fuerzas democráticas que por primera vez, después de muchos años, entraban a la lucha democrática con gran empuje. Este hecho significaba ni más ni menos que la marcha de la lucha democrática hacia los últimos rincones del país, la incorporación de grandes y poderosas masas en esa lucha, lo que de continuar, hubiera sido un triunfo de enorme trascendencia en la lucha del pueblo contra las fuerzas reaccionarias. En tales condiciones, cada día que pasaba contribuía a fortalecer el campo democrático en detrimento de las fuerzas de la oligarquía y en corto tiempo las fuerzas progresistas se hubieran puesto en condiciones de emprender grandes batallas revolucionarias.
El imperialismo y la oligarquía se alarmaron. La relativa libertad de acción y el ejercicio de las libertades democráticas que había conquistado el pueblo con su lucha contra la tiranía de Lemus podía conducir rápidamente a una amplia consolidación de las fuerzas revolucionarias en un país donde durante muchos años las clases dominantes han negado al pueblo su derecho de ejercer hasta las más insignificantes libertades, y lo han mantenido a raya con la bayoneta ensangrentada… Las fuerzas reaccionarias internas, bajo la batuta de la Embajada yanqui, comenzaron a reagruparse… después de repetidos intentos de golpes de estado, frustrados por la movilización popular, la oligarquía y el imperialismo reimpusieron la tiranía por medio del golpe militar que derrocó el 25 de enero a la Junta de Gobierno e instaló el llamado Directorio Cívico Militar abiertamente impuesto por el ejército bajo el signo de brutales masacres contra el pueblo que protestaba en las calles por la preinstalación del despotismo…”
CARACTERISTICAS DEL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR
Puede verse que, al través de su historia, nuestro Partido ha sabido orientarse correctamente en lo fundamental, frente a todos los momentos importantes del proceso político nacional. Esa virtud suya le ha valido un puesto en las luchas de nuestro pueblo, que se ha venido haciendo cada vez más importante. Pero al mismo tiempo, su sectarismo, su enconchamiento extremo heredado de la represión de 1932 y alimentado por las sucesivas represiones que ha sufrido, le han impedido crecer a tono con su influencia entre las masas y convertirse en la poderosa vanguardia de nuestro pueblo.
Ese enconchamiento del Partido comenzó a romperse en 1961 y, aunque todavía esta muy lejos de ser todo lo grande que necesita para cumplir con su misión histórica, ha hecho una valiosa experiencia en cuanto a sus posibilidades de crecimiento. Por eso, llegamos a esta parte, es bueno hacer el resumen de las características de nuestro Partido hasta enero de 1961, para comprender mejor los cambios que después se operaron en él:
—Un Partido que fue siempre un bastión del patriotismo y la honradez revolucionaria
—Un Partido sumamente golpeado por la represión, con más de 30 años de funcionamiento clandestino.
—Un Partido de extrema debilidad numérica.
—Un Partido con un bajo porcentaje proletario, y alto porcentaje pequeño-burgués por la extracción social de sus miembros.
—Un Partido de bajísimo nivel ideológico y teórico.
—Un Partido de débil funcionamiento celular
—Un Partido sin núcleo dirigente continuado y proletarizado, durante más de 20 años.
—Un Partido con métodos de trabajo y crecimiento fuertemente sectarios, dogmáticos y subjetivos; pero que, al mismo tiempo, y durante algunas épocas ha sufrido por la descomposición y oportunismo de cuadros dirigentes.
—Un Partido con un trabajo de masas desigual.
—Un Partido escasamente conocido por su clase, la clase obrera, y por el pueblo en general, durante 30 años.
—Un partido con un alto porcentaje de miembros pasivos y con poco espíritu de iniciativa.
—Un Partido que, sin embargo de todo esto, fue capaz de desarrollar vastos movimientos durante algunos breves periodos en los que pudo contarse con favorables condiciones políticas y desarrollar durante años una influencia de peso en el movimiento democrático, pero apoyándose fundamentalmente en el trabajo de algunos cuadros.
—El único Partido en El Salvador que ha podido tener continuidad durante años, y que ha logrado sostenerse y vivir a pesar de todas las dificultades y permanente persecución.
DESPUES DEL 25 DE ENERO
Golpe de Estado.
El 25 de enero de 1961, un grupo de militares incondicionales de los servicios secretos yanquis, dirigidos desde el propio cuartel San Carlos por la Misión Militar Norteamericana, dio el golpe de estado. La Junta de Gobierno no opuso resistencia armada, a pesar de haberlo podido hacer; pero el pueblo se lanzó masivamente a las calles a reclamar armas para pelear contra los golpistas. Imponente manifestación desarmada se dirigió al cuartel San Carlos para exigir a los golpistas el desistimiento de sus planes y fue parado en seco por las bayonetas, los fusiles y ametralladoras de la Guardia Nacional que fue enviada al encuentro de la manifestación con órdenes criminales de masacrar al pueblo. El número de patriotas muertos y heridos ese día en los diferentes choques callejeros entre el pueblo y los cuerpos armados es desconocido; pero las heroicas acciones de las masas en lucha violenta por conservar sus libertades fue una clamorosa demostración de la disposición de grandes masas del pueblo a luchar y morir por la revolución.
El ejército proclamó que tomara el poder en sus manos, y eligió en Asamblea de Oficiales, a dos de sus miembros para formar un Directorio Cívico Militar con poderes omnímodos para gobernar el país. La ley Marcial y el Estado de Sitio fueron impuestos para consolidar su dominio. Se desató la persecución y el terror contra las organizaciones y ciudadanos democráticos.
Trascendental acuerdo del Comité Central.
En tales condiciones de exacerbada lucha contra la consolidación de la tiranía, muchos ciudadanos y grupos de ciudadanos trataban de lanzarse a la lucha armada, a realizar inmediatamente actos de sabotaje, lucha de guerrillas sin ninguna preparación ni organización. Ardía el justo odio y el ansia de lanzarse a la pelea inmediata; pero no existía la mínima organización ni preparación necesaria para ello. El Comité Central celebró su primera reunión, dos días después del Golpe de Estado.
En esta reunión, verdaderamente trascendental, tomó en primer lugar las medidas urgentes de organización (Comité Departamental de Emergencia, etc.) necesarias para que el Partido pudiera resistiera la embestida de la tiranía; y orientar y dirigir al pueblo en su lucha. El Comité Central comprobó la alta disposición del pueblo a la lucha, la evidente impaciencia de algunos sectores que contrastaba con el nulo grado de organización y preparación militar.
El Comité Central consideró que la correlación de fuerzas en el terreno militar entre la reacción y las fuerzas populares era en ese momento abrumadoramente favorable a las fuerzas reaccionarias, que deseaban precisamente que en ese momento y en ese terreno se llevaran acabo acciones que les permitieran destruir a las futuras fuerzas de la revolución. Pero al mismo tiempo esta situación de agudísima disposición patriótica a las luchas decisivas, hacía necesario canalizarlas y encauzarlas hacia la organización y preparación de las fuerzas destinadas a destruir para siempre las bases en que se asienta el atraso económico, la opresión del imperialismo.
En tal virtud el Comité Central tomo el importante acuerdo de orientar al pueblo en ese sentido.
Las acciones contra la tiranía se intensificaron: los mítines y manifestaciones, pegas, repartos de manifiestos crecieron de manera casi sin precedentes. Mientras, por otro lado todas las contradicciones en el campo del la reacción habían llegado a un grado extremo de agudización: en lo económico entre sectores de la oligarquía y los planes del imperialismo, entre los partidos políticos electoreros y el gobierno, entre el mismo Directorio especialmente en el seno del mismo ejército, las contradicciones intestinas desgarraban de manera violenta las entrañas de las fuerzas reaccionarias. Los intentos de golpes y contra-golpes se incubaban y sucedían con ritmo vertiginoso.
El 18 de julio de 1961 el Directorio Cívico Militar recrudeció en gran escala la represión contra las fuerzas democráticas, habiendo capturado y enviado al exilio rumbo a Nicaragua a gran cantidad de elementos democráticos. Pero rasgo característico de este nuevo periodo y de la efectividad del trabajo revolucionario, fue el que a pesar de esta represión, las acciones masivas no sólo no disminuyeron sino que fueron cobrando creciente vigor.
Ya en septiembre y octubre las acciones masivas del pueblo en las calles estaban llegando a adquirir proporciones que comenzaban a recordar los días de la lucha contra la tiranía de Lemus. La capacidad del pueblo para el combate creció a ojos vistas.
La campaña electoral de diciembre de 1961
En un esfuerzo por sortear la crisis política de la tiranía fijo la fecha del 17 de diciembre para las elecciones de Asamblea. El Directorio creó un partido oficial (Conciliación Nacional) como su instrumento electoral y preparó todo el aparato de imposición y represión electoral con el fin de aplastar la voluntad popular.
Los partidos electoreros se sumaron también al juego eleccionario del Directorio, creando dos grupos electorales: PAR, PDC y PSD en la Unión de Partidos Democráticos (U.P.D.) y el PAC por otro lado participaron en las elecciones.
Cual fue la línea de las fuerzas democráticas frente a tales “elecciones”? Las fuerzas revolucionarias proclamaron sin vacilación la línea del BOYCOT ACTIVO como medio para desenmascarar la maniobra electorera del imperialismo y sus secuaces. Esta línea no tenia como objetivo el de hacer frustrar las elecciones, puesto que todavía las fuerzas democráticas no tenían las suficientes fuerzas para ello; pero si el de desarrollar su espíritu de lucha, elevar su nivel combativo y de organización; desarrollar en el fragor de lucha a las distintas organizaciones revolucionarias e indicar el camino de la solución integral de los problemas nacionales, la salida REVOLUCIONARIA.
El 7 de diciembre el gobierno realizo la maniobra electorera, y sus resultados confirmaron con creces la corrección de la línea del boicot activo realizado por las fuerzas democráticas.
Del balance que el CC realizó sobre el desarrollo y resultado de las elecciones se deduce lo siguiente: del total de electores inscritos solo el 43% votó.
De este 43% de votos, alrededor de 50 mil fueron anulados por estar tachadas las papeletas de votación, lo que indica un número sin precedentes de votantes que repudiaron en esa forma a la tiranía. El gobierno no alcanzo más que aproximadamente el 25% de electores. Esto constituyó un fracaso de la tiranía por mostrar su popularidad, y la evidente muestra del repudio de la ciudadanía contra el Directorio, unido a la indiferencia de grandes masas que han perdido la fe en los procedimientos electoreros utilizados por los gobiernos despóticos para mantenerse en el poder. Por otra parte el gobierno en la práctica obtuvo la totalidad de los puestos en la Asamblea Nacional Constituyente no habiendo quedando electo NI UN SOLO DIPUTADO DE OPOSICION. Los partidos que participaron en las elecciones obtuvieron un fracaso rotundo, y el número de votos a su favor fue una ridícula demostración de debilidad. Con motivo de ese desastre electoral de tales partidos, que fue la rúbrica de su incorrecta y oportunista línea electorera, el desaliento y la desmoralización cundieron en sus filas.
Las elecciones elevaron de manera vertical el prestigio de las organizaciones revolucionarias, las acercaron mas estrechamente al pueblo, mostraron a las bases de los partidos de oposición la justeza de la línea revolucionaria y las consecuencias del pernicioso juego oportunista de sus dirigentes facilitando de tal manera el acercamiento a ellas. De las ágiles y audaces acciones de boicot electoral, las organizaciones revolucionarias alcanzaron grandes experiencias, y elevaron su habilidad y su capacidad de combate. Las organizaciones revolucionarias crecieron y se desarrollaron sensiblemente como resultado de su actividad durante este proceso electoral. De tal manera que el balance para las fuerzas revolucionarias en cuanto a la campaña electoral fue muy favorable.
Sin embargo la tiranía alcanzó sus objetivos, y sentó una base jurídica para ampliar aun más sus maniobras políticas tendientes a su prolongación. Fue instalada la Asamblea Constituyente, fue derogada la constitución de 1950, fue aprobada en una sola reunión la Constitución de 1962, y fue nombrado como presidente provisional el Dr. Eusebio Cordón, servidor incondicional de todas las camarillas militares que han dominado al país durante los últimos años.
El 25 de enero de 1962 tomó posesión como Presidente Provisional, prometiendo en su discurso la más activa campaña de represiones contra las fuerzas revolucionarias. Desde ese momento, se puso en juego la maquinaria destinada a consolidar en el poder a la camarilla militar encabezada por el coronel Rivera (agente desembozado de los imperialistas yanquis) prolongación del régimen del Directorio, tomo posesión el 1º de julio de 1962
SOBRE EL PLENUM DE ABRIL DE 1961
Es indudable que para todo el desarrollo del trabajo del Partido ha tenido gran repercusión el Plenum Ampliado del Comité Central, en abril de 1961. Se celebró en un período de gran auge de los esfuerzos represivos de la maquinaria de la tiranía
Los documentos presentados por el CC, a consideración del Plenum ampliado fueron los más completos presentados en una reunión del Partido durante los último años. El informe del Comité Central contenía los siguientes documentos:
I-Situación económica del país
II-Situación política
III-Situación Internacional y su influencia sobre la situación nacional
IV-La salida revolucionaria a la situación actual
V-La actitud de las fuerzas democráticas ante la política de demagogia social de la dictadura militar
VI-Sobre la línea del Frente Único
VII-Apuntes para un programa revolucionario del Partido en la presente etapa histórica
VIII-Apuntes sobre Reforma Agraria.
En el análisis presentado por el CC a consideración del Plenum ampliado se sacó la conclusión de que en lo económico nuestro país es un país semifeudalel y semi-colonial, subdesarrollado y que se ha convertido en apéndice agrario de los imperialistas norteamericanos. Que la industria es muy escasa y tiene las características clásicas de la industria de un país subdesarrollado. Que la Economía de país esta dominada por un férreo circulo compuesto por un núcleo de familias poderosas de grandes productores y exportadores de café que forman la oligarquía intermedia (las llamadas “14 familias”) la cual liga cada vez más sus intereses y capitales con las demás compañías norteamericanas.
Que a su vez estas dominan en puntos claves de la economía nacional y hacen esfuerzos redoblados por penetrar más decisivamente en ella. Que todos los sectores y grupos de la población se encuentran despiadadamente explotados por la oligarquía y por el imperialismo yanqui, y que todos ellos tienen como interés vital, la liquidación de los restos feudales, la liquidación del poder económico y político de la oligarquía, la emancipación del país de la dependencia semi-colonial con respecto al EE.UU.; como los pasos indispensables para que El Salvador pueda entrar en la senda de un amplio desarrollo industrial nacional, del progreso en todos sus ordenes y de una decisiva elevación del bienestar del pueblo.
En cuanto a la situación nacional, la conclusión básica presentada fue que estaba objetivamente planteada en el país una situación revolucionaria, y las condiciones objetivas estaban maduras para la REVOLUCION.
Del análisis de la SITUACION INTERNACIONAL y su influencia en la política nacional, el informe extrajo las deducciones básicas siguientes: que la situación internacional es sumamente favorable para el desarrollo de las luchas de nuestro pueblo, y que ha tenido y seguirá teniendo gran influencia en la elevación de su nivel político y en el ascenso de su espíritu de lucha. Que en ningún momento de la historia, la situación internacional ha sido tan propicia como en el actual, para las luchas de nuestros pueblos por su liberación y por su independencia.
En cuanto a la SALIDA A LA SITUACION ACTUAL se sacaron conclusiones importantísimas, que vienen a ser una reafirmación y afinamiento de la línea política adoptada por el Partido en su último período. Se constata que el cierre de los caminos pacíficos fue realizado por la tiranía en un momento en que todas las contradicciones y problemas se habían agudizado, y tendían a agudizarse en escala mayor; había inestabilidad y confusión en las clases dominantes, en un momento de crisis económica y de ascenso de la lucha popular y cuando ha nacido y se extiende el animo insurreccional del pueblo salvadoreño.
Tomando en cuenta la correlación de fuerzas existentes en este período, el presente es de ACUMULACION DE FUERZAS en todos los frentes, que consiste en lograr nuestro gradual fortalecimiento y el debilitamiento de las fuerzas del enemigo hasta cambiar la correlación de fuerzas, que nos permita pasar a los asaltos decisivos contra el enemigo. No podemos esperar ese cambio de correlación de fuerzas de la noche a la mañana, y solo podrá realizarse de manera gradual, mediante un proceso de LUCHA PROLONGADA.
El enfoque y las actividades revolucionarias serían UNILATERALES, incompletos, sino se tomara en cuenta los cambios revolucionarios que empujan hacia la insurrección al pueblo, sin ello no se podría estar a la altura del momento histórico que vive nuestro país, ni se podrían conducir al pueblo a las victorias revolucionarias. Si por el contrario, las fuerzas revolucionarias más avanzadas se concentraran en una preparación interna desligándose la necesidad de la movilización cívica popular y de las luchas concretas inmediatas del pueblo, caerían en la sectarizacion, se desligarían del resto del pueblo y seria fácilmente aniquiladas por el enemigo.
Tales eran las conclusiones fundamentales y las perspectivas planteadas en el informe.
En cuanto a la actitud de las fuerzas democráticas ante la política de demagogia social de la dictadura militar, después de analizar las formas en que de manera intensa se estaba expresando esa política demagógica( como en la promulgación de la ley del 7º día en el campo, la rebaja en el pago de alquiler de los mesones, la ley de alimentación mínima en el campo, el Estatuto Campesino, etc. .. que corresponden a los planes de demagogia trazados por el imperialismo para pronunciar su penetración en nuestros países) y de mostrar el contenido de esos programas demagógicos y los resultados que hasta ese momento habían tenido en la aplicación del algunas leyes promulgadas, en el informe del Comité Central llegaba a la conclusión de que la lucha efectiva contra la demagogia del régimen solo puede realizarse impulsando consecuentemente y activamente a los diferentes sectores populares a una lucha diaria y concreta por sus intereses inmediatos, mostrándoles al mismo tiempo la salida revolucionaria y definitiva de su situación. En el informe se detallaban algunas necesidades que ya están claramente a la vista y por las cuales es preciso luchar tanto en el campo, entre la clase obrera, como entre los otros sectores laborales.
SOBRE LA LINEA DEL FRENTE UNICO
El informe después de analizar del desarrollo de las organizaciones de el frente único en el ultimo periodo, llego a la conclusión de que existen dos peligros principales para el éxito del movimiento popular: 1) El peligro del sectarismo, el menosprecio de las alianzas y de la unidad de distintas fuerzas contra los enemigos del pueblo; 2) El peligro de impulsar una política de unidad a la zaga de la burguesía, que nos aparte de la línea revolucionaria, y señala la línea y los principios a observarse en nuestra política de alianzas. Señaló que nuestra línea del unidad aparte de impulsar las acciones unitarias abiertamente antiimperialistas con las fuerzas mas avanzadas, que ya reconocen al imperialismo como su enemigo principal, debe organizar la más amplia unidad de acción, las alianzas mas extensas en la lucha contra la tiranía en su conjunto o en contra de la represión que ella sostiene; se señaló que sobre la base de un esclarecimiento profundo de la demagogia imperialista y de la verdad de las transformaciones revolucionarias que propugnamos, podemos sustraer de la confusión a importantes sectores de medianos y pequeños-burgueses, e impulsarlos a la acción unida con el resto del pueblo.
Se mostró que para poder enfrentar con éxito al imperialismo yanqui y realizar las tareas de la presente etapa histórica debemos contar con un PROGRAMA REVOLUCIONARIO. Se señaló que para nuestra política de unidad y de alianzas, hay que partir del punto de vista dialéctico de la existencia de contradicciones internas en toda organización o fuerza. Se indicó que en ese período existía un grave peligro para el éxito de la línea revolucionaria, que provenía de los esfuerzos que hacían los politiqueros y el gobierno por reducir el problema político a un problema constitucional y por presentar las elecciones como la salida correcta y única.
Se subrayó que parte básica de nuestra política de aliados la constituye el promover un gran despliegue del movimiento de masas y un importante crecimiento de las organizaciones revolucionarias, comenzando por nuestro propio Partido. Se indicó que la propaganda revolucionaria juega en este período una importancia enorme. Se señaló que en el seno de las organizaciones populares el enemigo introduce sus agentes divisionistas y que hay que realizar contra ellos una lucha ideológica sin cuartel, y se concluyó con la observación de que en estos momentos en que madura en el pueblo el sentimiento insurreccional otros grupos pueden aparecer espontáneamente con idénticos objetivos a los nuestros, lo que nos obliga a estar muy atentos y orientarnos a la rápida concertación de acuerdos y alianzas concretas con tales grupos. De tal manera, el Partido cuenta con una línea de unidad concreta y detallada.
Pero parte importante de los documentos presentados ante el Plenum fueron los anteproyectos para un programa revolucionario del Partido en la presente etapa histórica del país, y los apuntes sobre reforma agraria.
El informe presentado por el CC fue aprobado íntegramente, con leves modificaciones por el Plenum Ampliado del CC., habiéndose normado el Partido por ellos desde ese momento. Tales acuerdos han jugado un papel muy importante en el desarrollo de las luchas democráticas desde abril para acá.
En resolución del 18 de mayo de 1961, el Comité Central transmitió al Partido el resultado de detenidas deliberaciones sobre algunos puntos no del todo claros en la exposición de la línea política del Partido. Tales puntos se referían a la necesidad de combinar todas las formas de lucha en la aplicación de la línea.
En las siguientes semanas el Comité Central pasa a poner su atención en los problemas de organización, y especialmente en los métodos de dirección y en la necesidad del desarrollo y crecimiento del Partido y de la reorganización interna para poder aprovechar con más efectividad las favorables condiciones que se presentan para su rápido desarrollo como resultado de la elevación de su influencia en las masas populares. EL Comité Central llego a la conclusión de que era urgente entrar en una disposición a barrer con todos los métodos defectuosos y muy especialmente con las prácticas del sectarismo que en las diversas formas se manifiesta en el trabajo interno del Partido, en la política de cuadros, en el trabajo de unidad, en las relaciones con los simpatizantes y amigos, en la labor de reclutamiento y en la exageración de las medidas de clandestinidad en esta etapa. Sin ello no sería posible aprovechar las amplias perspectivas que se le abren a las fuerzas democráticas para desarrollarse, ni sacar al Partido del su debilidad orgánica y política. Al efecto, se acordó realizar una reunión especial del Comité Central sobre cuestiones de organización.
Esta reunión tomó algunas medidas que garantizaron la rápida organización del trabajo en las distintas comisiones del Comité Central. La elaboración de planes mínimos que hicieran posible enfrentar inmediatamente el problema del reclutamiento, de educación, de propaganda, de finanzas y los problemas del campo.
Gran importancia para el desarrollo del Partido tuvo el acuerdo de llevar al cabo una campaña de reclutamiento de 6 meses, y otra de finanzas y educación de 3 meses. En reclutamiento, el objetivo fue duplicar al número de miembros. En finanzas, una campaña por varios miles de colones y ponerse al día con las cuotas ordinarias; y en educación, el estudio de los materiales el Pleno de abril. Bajo el control de la secretaría de organización y de los Comité Departamentales, y en un ambiente de gran auge del espíritu revolucionario de nuestro Partido, se llevó a cabo esta campaña, elevando la iniciativa, la energía y el espíritu de emulación de las células a una altura que no había alcanzado antes.
El balance de la campaña se realizó en enero de 1962 y reveló que había significado un verdadero salto en el desarrollo del Partido, ya que logro duplicar el número de sus miembros. En finanzas se alcanzó un 75% del objetivo trazado. Esta campaña mejoró sensiblemente los métodos de reclutamiento habiendo sido un poderoso medio de educación en el abandono de las practicas estrechas y limitaciones sectarias en este terreno; mostró que las finanzas hay que ligarlas a la labor de proselitismo y al trabajo práctico entre las masas, y de tal manera se convierten en una poderosa ayuda para el trabajo de convencimiento entre los simpatizantes, y para la elevación de su conciencia política. En esta campaña se demostró que al llegar una tarea a ser comprendida por las bases del partido estas la hacen suya y le dan fervorosa aplicación. Esta campaña mostró también, la influencia que el socialismo y sobre todo la Revolución Cubana, esta teniendo en la maduración del espíritu revolucionario de grandes capas de nuestro pueblo. Fue indudablemente un buen éxito, que elevo aun mas la moral revolucionaria de todo el Partido.
El acto organizado para dar a conocer el resultado de la campaña y para otorgar los honores revolucionarios a las células que ganaron los primeros puestos, tuvo una elevada significación política para nuestro Partido.
Luego se desarrolla una campaña pro IV Congreso del Partido, la cual abarcó los aspectos de RECLUTAMIENTO, FINANZAS Y ESTUDIO. Sus resultados fueron ampliamente exitosos.
Después se realizó una campaña económica por varios miles de colones con muy buenos resultados
Ha habido reuniones especiales de balance en las que se han comprobado los apreciables éxitos en las labores del partido y en el desarrollo de las fuerzas revolucionarias; pero al mismo tiempo serio errores y debilidades que han puesto en peligro lo positivo logrado.
Este balance fue conocido y discutido por las bases del Partido como labor previa para la realización del Pleno Ampliado del Comité Central en junio de 1963, que aprobó las conclusiones básicas a que había llegado el CC durante sus reuniones de balance.
El documento que más concretamente sintetiza dichas conclusiones fue el guión que sirvió de base a dichos plenos cuyas conclusiones básicas fueron probadas por esta reunión.
En cuanto a la aplicación de la línea política durante este último período, en parte dice así este documento: “La aplicación de la línea del Partido: El Directorio Militar, desde su instalación, puso en juego su propio plan político que consistía en mantener la más dura represión contra las fuerzas democráticas avanzadas, al mismo tiempo que en plantear la preparación de unas elecciones generales. Para ese efecto constituyó un así llamado Consejo Consultivo, con la participación de casi todos los partidos y grupos políticos de la burguesía y la pequeña burguesía.
Mientras en la calle regía la “ley marcial”, en el cuartel San Carlos nacía ese organismo. Nosotros adoptamos la política de desenmascarar aquella maniobra favorable a la consolidación de la tiranía, al mismo tiempo que presionar por la salida del Consejo Consultivo de sus componentes. La presión popular logró dejar a este organismo reducido a los más insignificantes partidos políticos y la maniobra fracasó. Tras ese primer intento, el gobierno logró constituir un nuevo Consejo Consultivo para que elaborara un Proyecto de Ley Electoral. Esta vez tuvo mejor suerte la maniobra del Directorio Militar, pues casi todos los partidos de oposición participaron en él.
El Directorio Militar busca en realidad tiempo para zanjar sus divergencias internas y dar forma a su propia organización política electoral. Una vez que esto estuvo claro, lanzó por la borda todas sus promesas a los partidos participantes en el Consejo Consultivo y se dispuso a imponer su voluntad de cualquier modo. Esos partidos habían mostrado ante el pueblo su inconsistencia, su disposición a transar con el enemigo aun a costa del sacrificio de los intereses populares. Nosotros adoptamos frente a las elecciones de diciembre la línea del boicot activo, línea del coincidente con la de las organizaciones revolucionarias y que fue llevada a la práctica con éxito. El Comité Central consideró en su balance, que la línea frente a tales partidos burgueses y a las elecciones, fue justa.
Durante 1961, y sobre todo a partir del mes de septiembre, la actividad de masas fue la agitación y la propaganda, mediante la realización de frecuentes mítines y manifestaciones y el progresivo desarrollo en cantidad y forma de la propaganda escrita, mural y de volantes. Durante el boicot a las elecciones de diciembre la propaganda escrita adoptó un gran impulso. Esta actividad de agitación y propaganda se desarrolló mucho más en los meses siguientes. Con la segunda campaña de boicot a las elecciones (las elecciones abril de 1962), el volumen de la agitación y la propaganda tomo caracteres precedentes en nuestro país.
En la propaganda y agitación política se manejaba el tema de la insurrección armada con ligereza y dando la impresión errónea de que ella estaba muy próxima.
Con todo, al través de la enorme actividad de agitación y propaganda se impulsó notablemente el desarrollo de la conciencia revolucionaria de las masas, se derrotó en la cabeza de miles de personas el anticomunismo, profundamente enraizado en nuestro país desde 1932.
Durante el periodo iniciado el 25 de enero de 1961 se desarrolló grandemente la organización secreta y las formas clandestinas de lucha, pero se delito enormemente la organización abierta y las formas abiertas y legales de lucha. La lucha económica desapareció. En parte, este fenómeno fue el resultado de la represión iniciada por el gobierno surgido el 25 de enero, y de la falta de fe de las masas en la lucha legal y reivindicativa, burlada durante años por el gobierno en nuestro país; pero se debe también al descuido de nuestra parte para orientar a las masas y para impulsar la organización abierta, la lucha legal y económica, al lado de las formas secretas y políticas.
El enfoque erróneo acerca de la perspectiva de la insurrección armada, así como también el volumen de la agitación y la propaganda son los dos factores principales que nos llevaron a abandonar estas responsabilidades. El Comité Central en su balance puso de manifiesto estos errores y tomó algunas medidas para corregirlos reforzando las que ya se habían tomado con anterioridad en cada frente de trabajo como resultado de su propio balance.
El balance realizado por el Comité Central puso de manifiesto el daño que ha causado al partido y a todo el movimiento el aparecimiento y desarrollo de métodos de trabajo despreciativos de las normas de seguridad; que vinieron aparejados al positivo
rompimiento del viejo enconchamiento y timidez. Esto permitió al enemigo causarnos algunos golpes que repercutieron negativamente en la combatividad de las masas y de las propias organizaciones revolucionarias, incluyendo a nuestro Partido.
Al analizar la línea política aprobada por el Pleno Ampliado de abril de 1961, a la luz de su aplicación y resultados prácticos, el Comité Central concluyó que sigue siendo justa en lo fundamental. Pero al mismo tiempo puso de manifiesto en su examen que sus apreciaciones acerca de las perspectivas de la vía pacifica al poder, considerándolas como imposibles, adolecen de una rigidez mecánica que puede inducir al Partido a menospreciar las posibilidades que se presenten para el desarrollo de la revolución. Así mismo constato que los enfoques aparecidos posteriormente que consideran a la burguesía y a la pequeña burguesía como incapacitadas para instalar un gobierno bajo su dirección no toman en cuenta debidamente todas nuestras experiencias históricas.
Es cierto como lo demostró la experiencia de la Junta, que esas clases no son capaces de defender su gobierno frente al imperialismo y la oligarquía y que rehúsan a apoyarse en el pueblo trabajador para defenderlo, por miedo a la revolución. Pero también es cierto que, independientemente de cómo piensen y actúen esas clases si existe en el país un movimiento revolucionario dirigido por el Partido con el suficiente desarrollo y fuerza, puede este convertirse en el factor determinante de todo el proceso, al quedar planteada la lucha en defensa de las conquistas democráticas, una vez instalado un gobierno burgués democrático, ya sea en contra de la conspiración imperialista y oligárquica o en contra de las propias inconsecuencias del gobierno burgués o pequeño-burgués. Las conquistas democráticas pueden así consolidarse y las transformaciones económico sociales que necesita nuestro país abrirse paso en medio de las vacilaciones o inconsecuencias de un gobierno así.
Existiendo, como existe desde la crisis del gobierno de Lemus, una persistente conspiración militar y siendo ese el camino preferido de la burguesía de nuestro país para arribar al gobierno, es perfectamente posible que vuelva a presentarse una coyuntura como las de abril de 1944 y la de octubre de 1960, con el resultado de la instalación de un gobierno de democracia burguesa. Nuestro Partido no tiene como su objetivo estratégico la formación de un gobierno de esta clase, sino la de un gobierno de liberación nacional de todas las clases revolucionarias de esta etapa, bajo la hegemonía del proletariado y la alianza obrero-campesina como columna vertebral.
Pero eso no quiere decir que, de aquí a la conquista de ese objetivo estratégico, no puedan presentarse el camino coyunturas como las señaladas, para las cuales debemos estar debidamente preparados. Al mismo tiempo, el Comité Central llegó a la conclusión de que, frente a toda posibilidad de ese género que surja, es deber primordial el no ocultar, sino esclarecer mucho más a las masas, el objetivo del gobierno de Liberación Nacional y las diferencias de entre éste y cualquier gobierno burgués o pequeño-burgués. El Comité Central concluyó este análisis alertando en contra del peligro de ilusionar a las masas o llevarles confusión con los malos planteamientos que puedan hacerse de estas tesis frente a ellas.
Lo siguiente es parte del pliego de conclusiones acerca de los errores, de las debilidades y lo positivo, que aprobó el Comité Central en su reunión de balance:
A. ALGUNOS ASPECTOS P0SITIVOS:
-La formulación de una línea estratégica y táctica en lo fundamental correcta, que permitió el crecimiento de nuestro Partido, rompiendo su extremada debilidad de treinta años.
-El desarrollo de un gran trabajo político de masas, que ha logrado convertir en una línea apoyada por decenas de miles de trabajadores, estudiantes, empleados y otros elementos de las capas medias, la lucha contra el imperialismo y por la liberación nacional, la lucha contra el latifundio y la oligarquía, la lucha en contra de la tiranía militar y por un gobierno revolucionario; la solidaridad internacional con los pueblos de todas las latitudes y especialmente con el pueblo cubano, las simpatías hacia el socialismo y el Campo Socialista.
-Hemos creado así un importante movimiento político verdaderamente de masas y definido en las posiciones de izquierda, que tiene que ser tomado en cuenta necesariamente para los cálculos de todas las fuerzas políticas,
-En base de las experiencias do estos dos años estamos ahora en la realidad de comprender mejor el papel y las perspectivas de las distintas clases y capas de nuestra sociedad y de trazar una política de alianzas en la que nuestra fuerza de masas juegue, más y más, el papel de acercar a las posiciones de izquierda a otras fuerzas políticas opositoras.
-La formación de este movimiento popular de izquierda es un fenómeno de primera importancia histórico nacional, que está llamado a influir todo el proceso venidero.
-El gran desarrollo de la lucha ideológica contra las concepciones idealistas y reaccionarias en general, que ha sacado a la calle la defensa del marxismo-leninismo y en gran parte el nombre de nuestro Partido. Esto ha demostrado ser un arma de gran profundidad y alcance, a la cual debemos esforzarnos por dar planeamiento, sistema y perseverancia. Debemos tratar asimismo que la defensa que hagamos del marxismo sea concreta y referida a nuestra realidad nacional.
-La elaboración del proyecto de Programa del Partido, así como también el estudio en el Partido de los problemas económico-sociales y del proceso histórico nacional. Estos documentos nos han permitido darle claridad de perspectivas al movimiento revolucionario en general. No son, desde luego, estos documentos un pozo de sabiduría y habrá quo hacer mucho aún para acabarlos en diversos aspectos, pero constituyen, en lo fundamental, la expresión de la perspectiva de nuestra historia y su aparecimiento inició una nueva etapa en el desarrollo del movimiento revolucionario salvadoreño.
-El aparecimiento de métodos ágiles de trabajo y la ruptura de la vieja parsimonia, del centralismo extremo y del enconchamiento.
B. SEÑALAMIENTO DE ALGUNOS ERRORES;
-El haber permitido que se desarrollara un estilo de trabajo despreciativo las normas de clandestinidad.
-El no haber desarrollado los métodos para una rápida transmisión de los análisis, opiniones, orientaciones y acuerdos del Comité Central a toda la base y de ésta al Comité Central.
-El no haber tomado medidas para orientar correctamente el crecimiento del Partido.
-El no haber desarrollado esfuerzos sistemáticos para combatir el sectarismo y otras manifestaciones de izquierdismo.
-El no haber reducido el ritmo y el volumen exagerados de la agitación y propaganda política, para permitir el desarrollo de otras formas de lucha.
-El no haber trabajado en base de una planificación general del Partido y haber abandonado mucho de nuestra actividad al desarrollo espontáneo.
En todos estos errores existe una responsabilidad colectiva y una individual. La discusión en el Comité Central ha puesto de manifiesto ambas, con la ayuda de la crítica y la autocrítica.
C- SEÑALAMIENTO DE ALGUNAS DEBILIDADES:
-Tenemos un Comité Central que ya es muy estrecho para el Partido y para el movimiento que éste dirige.
-Somos aun débiles en el conocimiento de las clases de nuestra sociedad, de las contradicciones entre ellas y de su papel en el proceso histórico nacional.
-Somos aún débiles en el conocimiento de los problemas de la estructura económica y de la super-estructura política de nuestro país.
-Hacemos un muy insignificante trabajo en defensa de la Paz mundial.
-No hacemos aún gran cosa en cuanto a la lucha reivindicativa.
Una conclusión general del Balance
Podemos de todo este examen sacar la conclusión de que hay que cambiar toda trazada después del 25 de enero de 1961? Realmente no. Hacer eso sería como cerrar los ojos al enorme avance que hemos experimentado con la aplicación de esa línea. Puesto que ella nos ha permitido avanzar tanto, es correcta en lo fundamental. Es necesario, sin embargo profundizar científicamente en cada uno de sus problemas.
Siguen presentes los factores de la situación nacional e internacional que nos llevaron a trazar esa línea. Solamente algunos de estos factores han variado en su intensidad, pero evolucionan hacia nuevos momentos de agudeza. En general trazamos una correcta línea táctica, sobre todo en lo que se refiere a lo organizativo, pero a la luz de nuestra experiencia de dos años tendremos: que hacerle muchas correcciones, con el objeto de hacer del nuestro un. Partido ágil y emprendedor, flexible y diestro en el manejo de todas las formas de lucha. Tenemos que corregir con esmero los errores que se han puesto de manifiesto al aplicar la línea trazada después del 25 de enero.
ALGUNAS CONCLUSIONES
De la revisión de la vida del Partido y del país desde el último Congreso hasta el presente se pueden extraer algunas conclusiones importantes:
1) En la búsqueda del perfeccionamiento de su línea política y de la justa aplicación de las normas leninistas de organización, el Partido ha tenido debilidades sumamente grandes y ha cometido errores de diferente tipo a lo largo de su desarrollo. Durante algunas épocas y debido a su debilidad general orgánica y ideológica, a la dirección lograron llegar repetidamente y por la; período (1936-1950) algunos elementos no plenamente asimilados por la ideología proletaria, elementos malsanos y oportunistas.
Por otro lado, como reacción al oportunismo y a la corrupción fomentada por tales elementos, así como por métodos estrechos de trabajo introducidos del el propio aparecimiento de los Partidos Comunistas centroamericanos y por necesidad de adoptar estrictos métodos de trabajo interno para salvaguarda vida del Partido y de sus militantes de las brutales y prolongadas represiones; unido todo ello a la falta de síntesis y de análisis multilateral profundo de las experiencias del Partido en cada etapa determinada, en nuestro Partido fueron tomando raíces métodos de trabajo estrechos y sectarios que han limita! durante décadas sus posibilidades para ligarse a las masas del pueblo y las posibilidades de desarrollarse internamente.
En la Dirección del Partido Comunista de El Salvador (PCS) y cada vez en mayor grado en las bases del Partido, sobre todo al contacto con las grandes luchas del pueblo, se ha ido cobrando conciencia de que es preciso abandonar definitivamente todas las prácticas y métodos de dirección y de lucha sectarias y extremistas. Sin embargo, se necesita profundizar aún más en esta lucha.
La trayectoria del .Partido nos muestra que los dos grandes enemigos del desarrollo han sido en algunos períodos el abandono oportunista de sus normas leninistas de organización y el fomento de la tolerancia extrema, la falta acomodaticia de lucha interna y de crítica y en otras, el extremismo y el sectarismo agudo, que aunque mezclados íntimamente, han significado en una u otra época peligros principales para el desarrollo del Partido.
2) En diversas oportunidades en nuestro Partido se ha llegado a comprobar, que un factor que ha tenido negativos efectos para la correcta superación de los errores ha sido la falta de un profundo análisis de las causas de los mismos, y un enfoque superficial y unilateral que ha conducido inevitablemente a tomar medidas de corrección que en efecto han propiciado el caer en errores del tipo contrario al que se pretende corregir. Esto nos obliga, a que lucha contra el sectarismo o contra el oportunismo de derecha debemos alejarnos de la unilateralidad y superficialidad en el enfoque de los problemas, los errores y debilidades del Partido.
Solo así podremos llevar a cabo una lucha a fondo contra el sectarismo sin caer en otros errores del tipo derechista y viceversa.
3) En el múltiple y rico trabajo del Partido en este último período han ido apareciendo factores nuevos muy importantes, y toda una riquísima variedad de nuevas y valiosísimas experiencias que abren nuevas posibilidades en todos los terrenos. Son brotes nuevos que la vida hace aparecer y que nuestro Partido debe saber descubrir, fomentar, asimilar e impulsar, ligándolo al acervo valioso de experiencias que nuestro Partido ha ido acumulando a lo largo de valiosa existencia y de su variada actividad a través de los años. Apoyarse en lo nuevo utilizando todo lo positivo y valioso de la experiencia acumulada por el Partido es la plena sabiduría que nos llevará rápidamente a alcanzar la capacidad práctica e ideológica para conducir al pueblo en la lucha por sus objetivos.
No saberse apoyar en lo nuevo como eslabón básico y conformarse sólo con la experiencia acumulada del Partido sería perjudicial para al Partido y estancaría su desarrollo no pudiendo ponerse éste en capacidad de dirigir el proceso revolucionario presente y futuro, pero apoyarse sólo en lo nuevo menospreciando lo ya recorrido por el Partido y lo asimilado positivamente en su recorrido sería una errónea posición que deformaría todo su futuro desarrollo, y el de las fuerzas democráticas, y dañaría a la larga a la revolución. Hacer que todos los cuadros asimilemos lo nuevo y lo tomemos como básico eslabón en nuestra actividad práctica ligándolo a las experiencias obtenidas colectivamente por el Partido a lo largo de su historia, y por la teoría marxista-leninista, esa es la sabia política que nos puede evitar el caer en la unilateralidad y el menosprecio hacia una parte de nuestras experiencias.
4) El Partido, en esta etapa de la revolución, debe fortalecer su papel ideológico y práctico como dirigente y guía de todas las fuerzas revolucionarias del país. En lo ideológico, con la amplia divulgación que ha comenzado a realizar de las ideas del marxismo-leninismo y con la intensificación de las publicaciones y propaganda propias hacia las masas de simpatizantes y hacia el pueblo en general. Y en lo práctico, con su acelerado desarrollo orgánico-político y con medidas que le permitan ejercer ese papel.
5) La trayectoria de nuestro Partido y las luchas de nuestro pueblo han mostrado que sin el campesinado no será posible el triunfo de nuestra revolución.
6) Especialmente importante para las fuerzas revolucionarias es ganar a las fuerzas obreras fabriles e industriales que ahora están en gran parte sin organizar políticamente y con sus organismos sindicales mediatizados por agencias de la ORIT.
7) Rasgo importante del momento histórico que vive nuestro país es el enorme atractivo que en la población, y por consiguiente en las juventudes y en las masas pequeño-burguesas y aún en elementos de la burguesía nacional, comienzan a ejercer las ideas del socialismo. El atractivo ideológico que emana de la Revolución Cubana es inapreciable, y significa un acelerador de incalculable potencia para la maduración de nuestra propia revolución.
8) El rasgo dominante del momento en la lucha revolucionaria es que en los actores avanzados del pueblo ha nacido la conciencia de la necesidad de la transformación revolucionaria de nuestro país. Si el Partido y las fuerzas revolucionarias superan sus debilidades no habrá fuerza capaz de detener a nuestro, pueblo hacia la Revolución democrática, antifeudal y antiimperialista.
Estas son las conclusiones principales extraídas de la revisión de las actividades de nuestro Partido desde 1950 hasta el presente.