CONTINÚA JUICIO CONTRA OBISPO LUTERANO SALVADOREÑO
SAN SALVADOR, 27 de junio de 2006 (SIEP) Esta mañana fueron presentados testigos tanto de la parte acusadora como de la parte defensora en el juicio que se sigue contra el Obispo Medardo Gómez, de la Iglesia Luterana de El Salvador.
El Obispo Gómez es acusado de despedir injustamente a los presbíteros Ricardo Cornejo y Roberto Pineda, así como de negarse a pagarles las prestaciones que les corresponden legalmente, incluyendo vacaciones, aguinaldos y salarios devengados.
Este juicio inicio en junio del año pasado, pero el jerarca luterano haciendo uso de leguleyadas como ponerle una doble t a su segundo apellido Soto ha logrado burlar la ley así como pretende influenciar el dictamen a través de contratar como abogado a un magistrado del Tribunal Supremo Electoral.
Asimismo se rumora que los honorarios de este abogado van a ser pagados con fondos procedentes de la Federación Luterana Mundial, institución influenciada por el Obispo Gómez por medio de su yerno, el Lic. Carlos Rauda, alto ejecutivo de la sede local de este organismo internacional.
El pastor luterano Efraín Cerna, dijo que “hemos venido a dar fe que a nuestros hermanos les deben sus salarios, y que fueron despedidos por el Obispo Gómez, nosotros estuvimos presentes cuando el lo manifestó públicamente, nos consta de vista y oído.”
“A los hermanos Cornejo y Pineda –agregó- les deben los salarios de enero a abril del año pasado, así como las vacaciones y aguinaldos de muchos años, y esto lo aseguramos porque también a nosotros nos los deben. La ayuda internacional llega pero la ocupan en otras cosas.”
“Es triste ver como una persona que se dice Obispo y que proclama públicamente su apoyo a la justicia, se comporta como un dueño de maquila, y se niega a reconocer derechos laborales, no quiere pagar salarios, la soberbia lo enceguece y no ve que se hace daño a si mismo y a la iglesia con esta actitud de prepotencia.”
Por su parte, el Rev. Roberto Pineda, señaló que “no nos extraña esta actitud, el obispo Gómez en su afán de acumular riquezas ha llegado al colmo de cobrarle el alquiler a gente pobre, por viviendas que fueron donadas a una comunidad al norte de Apopa. Y el donativo internacional fue luego del terremoto del 86. Y todavía les sigue cobrando.”
Agregó que “ un verdadero obispo no es un terrateniente, ni un prestamista sino una persona humilde, que vive para su pueblo, así era Monseñor Romero. No se puede acumular propiedades personales luego de cada desastre. Es un pecado, un gran pecado aprovecharse de la iglesia para enriquecerse.”
“Un obispo no puede ser un patrono maquilero, que niega el salario a sus trabajadores porque el dinero lo ha colocado en el banco para ganar intereses. Esto es triste pero sucede. Uno no puede ser candil de la calle y oscuridad de la casa como dice nuestro pueblo.”
Finalmente señaló que “no nos vamos a dar por vencido, puede con su dinero comprar conciencias, comprar a jueces y a magistrados, pero nosotros seguiremos luchando, luchar por la justicia fue el compromiso que asumimos cuando nos convertimos en pastores de Jesucristo. Esa es nuestra misión y no renunciaremos a cumplirla.”