Cubanos en la vida política y marital de Jacobo Arbenz, ex presidente de Guatemala
2006-3-24
Por Carlos Manuel Estefanía.
Carlos Manuel Estefanía.
Director de CubaNuestra
Maria Cristina me quiere gobernar
y yo le sigo, le sigo la corriente.
Porque no quiero que diga la gente
que Maria Cristina me quiere gobernar.
Que vamos para el río, allá voy,
que súbete a la loma, y me subo,
que baja de la loma, y me bajo
y quítate la ropa , y me la quito
(Guaracha de Ñico Saquito)
Introducción
Se ha hablado mucho de la intervención norteamericana en el derrocamiento de Jacobo Guzmán Arbenz, Guatemala, año 1954. Poco se ha dicho de la presencia de Cuba en su vida pública y privada; mucho menos el impacto emocional y las consecuencias políticas que tuvo para el ex- presidente guatemalteco descubrir la seducción de su esposa, la bella deportista salvadoreña María Cristina Villanova Castro, por el cubano, Ennio de la Roca. La pista de tal historia me la dio la antropóloga venezolana Elizabeth Burgos, al recomendarme la lectura de un libro muy bien escrito; “Arbenz y Yo”*, de Carlos Manuel Pellecer (1920), sindicalista, periodista, colaborador, amigo y fiel confesor del coronel guatemalteco.
El joven Arbenz
Jacobo Arbenz nacido en Quezaltenango el 14 de septiembre de 1913, hijo de Jacobo un farmacéutico suizo inmigrado en 1901 y la maestra, Octavia, una mestiza guatemalteca. Siendo muy joven, Jacobo Arbenz sufrió el suicidio de su padre, quien intentando mitigar dolores físicos, se había vuelto adicto a la morfina. Ingresó en la Escuela Politécnica, como se denominaba la academia militar, graduándose de subteniente en 1935.
Es en 1936 cuando el humilde oficial conoce a María Cristina Vilanova, la mujer que le causaría la más grande felicidad y las mayores desdichas de su vida. Era la niña consentida de papá y la mayor de tres hermanos pertenecientes a una familia millonaria salvadoreña. La chica se había educado en un colegio de California cuando conoció aquel joven guapo, pero algo pedante. La bella salvadoreña, persuadida por sus éxitos en cambiar a los chicos con los que había andado,estaba dispuesta a sacar al que consideraba sumergido en una vida aburrida. Y así ocurrió, la culta María Cristina Vilanova, se convertirá con los años en una especie de Evita Perón en Guatemala. A pesar de sus orígenes de clase y la educación recibida de las monjas, María Cristina será atraída por las ideas socialistas, las que transmitirá a Jacobo. Influida por las comunistas Virginia Bravo Letelier (chilena) y Matilde Elena López (salvadoreña), Maria Cristina se convertirá en cierta medida la responsable del control que llegaron a tener los comunistas sobre la persona de su esposo, en un poder detrás del trono de su marido.
Arbenz y si amada María Cristina Vilanova
Pellecer conoce a Jacobo Arbenz en marzo de 1937. Entonces el futuro escritor pertenecía a la sección B, tercer semestre de la Compañía de Caballeros Cadetes, con grados de subteniente, y Arbenz le fue presentado como su profesor de Organización y Logística. Desde entonces habrá de cimentarse la amistad y el cariño que, a pesar de los avatares de la vida, perdurarían entre Carlos Manuel y Jacobo hasta la muerte del segundo en 1971.
La carrera política de Arbenz
Arbenz participa en la insurrección que en octubre de 1944 derrocó al general Federico Ponce Vaides. Pronto se convocan elecciones y estas son ganadas en diciembre por Juan José Arévalos. El nuevo presidente asume oficialmente el poder el 15 de marzo de 1945. Uno de los momentos mas complicados de este proceso tiene lugar durante el arresto y asesinato”por descuido” del jefe de las fuerzas armadas, Francisco Javier Arana, de quien se creía que conspiraba contra el gobierno. Jacobo Arbenz, quien se desempeñaba entonces como Ministro de Defensa del gabinete de Arévalos, se sentirá por años culpable de la muerte de Arana, cuyos seguidores participaran en la lucha por el derrocamiento del propio Arbenz convertido en presidente.
Apoyado por los partidos más radicales de la izquierda, Juan Jacobo Arbenz gana las elecciones guatemaltecas del 1951 asumiendo la presidencia el 15 de marzo. El gobierno de Arévalos nunca legalizó a los comunistas como partido. El mérito corresponde a Arbenz quien, respondiendo a una solicitud de su entrañable amigo José Manuel Fortuny, quien a su vez complacía a Severo Aguirre – quien en los setentas será embajador cubano en la URSS y posteriormente vice presidente de la Asamblea Nacional de Cuba – apoyó decididamente su legalización del Partido Comunista que tuvo lugar el 18 de diciembre de 1952.
Manuel Fortuny, lider de los comunistas guatemalteco se conviertió en el alter ego de Jacobo Arbenz, durante su mandato presidnecial, era además el redactor de sus discursos
Esto ocurre con el mundo en plena guerra fría: el estalinismo bajo el nombre de “comunismo” ha copado las llamadas “democracias populares” de Europa Oriental. En Asia la ideología se impone a fuerza de bayonetas empuñadas por la soldadesca de Mao en China y Kim Il-sung en Corea del norte, y busca la coartada de la lucha anticolonialista para hacer otro tanto en Indochina bajo la orientación de Hô Chí Minh. Todo se orientaba desde la Unión Soviética, a la que sirven mas que a sus pueblos aún cuando se valgan de sus demandas, los partidos comunistas, organizaciones que claman por la justicia y la libertad para cualquier lugar del mundo, que no esté dentro de los límites de la URSS infestada de campos de concentración. Latinoamérica nunca estuvo excluida del expansionismo soviético, para cuyos fines se crearon verdaderos ejércitos conformados por personas de buena fe, fascinadas por excelente propaganda en la que los comunistas sentaron cátedra. Así pues hubo varios intentos de establecer cabezas de playa en el nuevo mundo; recordemos Columna Prestes en el Brasil de los años veinte, la revuelta de Farabundo Martí en el Salvador, – la patria de Vilanova -, y el fugaz intento de crear soviets en centrales azucareros cubanos a principio de los treinta.
Ahora Guatemala, país ubicado estratégicamente como lazo entre las América, se ponía a tiro gracias a la reorientación política, que gracias a su esposa y el equipo del que se fue rodeando, sufrió el Coronel Arbenz desde los tiempos en que era Ministro de Defensa de Arévalos. Un fenómeno similar ocurrirá poco después y en el mismo país con otra pareja, la que conformaban la Hilda Gadea, no tan virtuosa en lo físico pero mucho mas en lo moral que Maria Cristina y el joven Ernesto Guevara, a quien por cierto, la falta de un carné del partido comunista le impidió trabajar de médico en el país centroamericano. Ya con Advenís de presidente, Guatemala se convirtió en un hervidero de izquierdistas, proveniente de todos los rincones de América Latina, incluida Cuba, cuyos comunistas se dijeron presente desde el primer día con la participación entre los invitados, a su toma de posesión, de Juan Marinello, por entonces candidato a la Presidencia de Cuba por el Partido Socialista Popular y con la presencia de Severo Aguirre del Cristo, cuyo mérito será el de haber fundado en el país, con todas las de la ley, un típico partido comunista, como fue el Partido Guatemalteco de los Trabajadores, y fiel a los soviéticos por encima de todas las cosas.
Hay que decir que los marxistas-leninistas operaban en Guatemala mucho antes de su presentación en sociedad con PGT. Fueron ellos quienes conformaron el grupo clandestino encargado de minar y controlar uno de las organizaciones más radicales del país; dentro del Partido de Acción Revolucionaria. La cabeza de ese grupo secreto será el propio secretario general de la organización, José Manuel Fortuny, quien llegará a convertirse con el tiempo en el alter ego de Arbenz, su consejero principal y el redactor de sus discursos. A esta fracción marxista con programa independiente, perteneció también Carlos Manuel Pellecer, quién se convertirá en director del periódico oficial del PAR, “El libertador”. Durante la administración de Arévalos, Pellecer y otros miembros de la fracción comunistoide de su partido se reunirán una vez por semana en la propia casa de Arbenz, encuentros que servirán para orientar la línea de “El Libertador “. Mas tarde, cuando los comunistas ya sean partido, con el respaldo del presidente, la ubicación y activismo de sus miembros alcanzará una fuerza desproporcional al tamaño de su membresía, que si bien no se equipara a lo que la propaganda norteamericana quiso dar a entender al mundo, fue mayor que los que afirman los defensores a ultranza de las medidas nacionalistas de Arbenz. En el año 1953, ahora con el nombre de Partido Guatemalteco de Trabajadores, los comunistas participan en las elecciones para el Congreso, formando parte de la coalición de partidos que apoyan a Arbenz.
De izquierda a derecha, Severo Aguirre del Cristo, Blas Roca, Lázaro Peña y Juan Marinello, figuras del comunismo cubano en tiempos de Arbenz. Severo Aguirre fué el diseñador del PGT, un tipico partido estalista de su tiempo.
Ha de reconocerse pues, que la ingerencia en la política guatemalteca no vino sólo de los Estados Unidos, la intromisión ya era patente en mayo de 1951 cuando se inauguró el Congreso de los Trabajadores del Transporte de América Latina. Justificados con el encuentro, ingresaron al país numerosos sindicalistas controlados por la URSS como era el caso de Luis Saillant, secretario de la organización comunista Federación Sindical Mundial, quien aprovechará la oportunidad para ofrecerle al presidente guatemalteco el respaldo militar de la URSS. Al evento acudieron también, entre otros delegados, los cubanos Rafael Àvila, líder de los camioneros de su país y el llamado Gordo Morena, delegado por Cuba de la Confederación de Trabajadores de América Latina CTAL, el presidente de esta organización, el mexicano Vicente Lombardo Toledano, estalinista destacado en la lucha contra la influencia trotskista en su país.
En el caso del Ernesto Guevara hay que decir que fue en Guatemala donde hizo sus primeras amistades cubanas, entre exiliados que allí estaban como Mario Dalmau, Darío López y Ñico López, el último había participado en el asalto al cuartel de Bayamo como respaldo al ataque al Moncada y será quien introduzca mas tarde a Guevara en el cerrado círculo de los seguidores de Fidel Castro.
Días después de la caída de Arbenz, Guevara se asila en la embajada Argentina, allí conocerá personas de diferentes países, muchas de ellas de orientación comunista, como Rolando Morán, futuro dirigente del Ejercito Guerrillero de los Pobres, Tula Alvarenga, compañera del Secretario General del partido Comunista del Salvador, Cayetano Carpio quien se conocería décadas después como Marcial en el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional y Víctor Manuel Rodríguez, segundo líder del PGT, de todos los asilados que allí habían, los comunistas fueron los mas afines al futuro Che.
La reforma agraria y los comunistas
La coyuntura política para realizar una reforma agraria en Guatemala era favorable. FAO había reconocido en 1950 que las estructuras agrarias inadecuadas impedían el avance económico de los subdesarrollados. No era necesario pues ser comunista para emprender una reforma de este tipo. A pesar de lo anterior, la tarea de elaborar este proyecto fue designada a cuadros vinculados con el comunismo, quienes trabajaron con todo sigilio. El protagonismo de los comunistas en esta reforma es confirmado por un intelectual de izquierda, el Dr. Piero Gleijeses, profesor de la Universidad Johns Hopkins (SAIS), Washington, DC autor del libro libro “Shattered Hope” (La Esperanza Destrozada): “The Guatemalan Revolution and the United Status”, 1944-1954:
En el caso de Guatemala, la Inteligencia de EE.UU. dijo que la influencia comunista en el gobierno de Arbenz era muy fuerte, que Arbenz era comunista o procomunista, que sus asesores más cercanos eran los comunistas y que ellos eran el cerebro detrás de la reforma agraria y el motor en su implementación. Mi investigación indica que esta evaluación es correcta. Al mismo tiempo, la Inteligencia de EE.UU. afirmaba tajantemente que no había infiltración comunista dentro de las fuerzas armadas guatemaltecas y que no había oficiales que fueran simpatizantes del Partido. Esta evaluación también es cierta. Por ende, la evaluación de los analistas de Inteligencia de EE.UU. resultaba matizada: había una muy fuerte influencia comunista dentro del gobierno, pero no había ninguna influencia comunista dentro de las fuerzas armadas.
Por fin, el día 17 de junio de 1952, es aprobado el texto definitivo del Decreto 900 por el que se decretaba la Ley de Reforma Agraria. La Corte Suprema se pronunció en contra, Arbenz respondió disolviéndola. El Decreto apareció en un folleto impreso por la Tipografía nacional, millares de ellos fueron repartidos a las organizaciones revolucionarías con el fin de que estas los distribuyeran entres sus miembros. Cual no sería la sorpresa de afiliados y campesinos al descubrir en la carátula, el sello del Partido Guatemalteco del Trabajo, con la hoz y el martillo, no hubo forma luego de quitarle la fama de comunista a la reforma. A pesar de que la reforma, mas que proponer una colectivización o estatalización de la tierra, fomentaba el minifundio. Una estrategia que por otra parte, ya había sido utilizada por los bolcheviques como recurso político para ganarse al campesinado ruso en los primeros años de la revolución. En el caso de Guatemala llegaron a expropiarse un total de 741.932 hectáreas de las que el 81, 8 por ciento procedían de fincas particulares, el 13, 9 por ciento de fincas estatales y el 4, 3 de fincas municipales, lo que equivalía al 20 porciento de la tierra cultivable del país. Se beneficiaban con ellas unos 138.067 campesinos sin tierra. En este proceso fueron expropiadas 153.171 hectáreas a la United Fruit Company (UFCO), lo que equivalía al 74 porciento del total de sus posesiones en Guatemala. La ley en general favoreció al trabajador agrícola, pero tenía algunas lagunas, referidas fundamentalmente a las garantías de los expropiados, así impedimentos prácticos en el aspecto del financiamiento de la actividad agrícola de los nuevos pequeños propietarios. Por supuesto sirvió además para granjearle al gobierno de Arbenz la enemistad de los “finqueros” y de los grandes plantadores, en partícular de la UFCO.
La implementación de esta reforma agraria, al margen de los beneficios populares que haya traído, sirvió para alertar a las fuerzas anticomunistas tanto fuera como dentro de Guatemala, impulsando la resistencia de estas en los momentos en los que Arbenz no tenía ni el control pleno de las fuerzas armadas, ni una milicia bajo su mando que pudiera reemplazarla.
La rebelión
Ser comunista en Estados Unidos no se consideraba un delito, sin embargo la legalización y el protagonismo que estos adquirían en Guatemala, puso en sobre aviso al gobierno norteamericano, la respuesta del Departamento de Estado de Estados Unidos, no se hace esperar. En 1953 es nombrado como embajador en Guatemala, un colaborador de la CIA, John Peurifoy. En agosto de ese año, se autoriza un plan encubierto para apoyar el derrocamiento de Arbenz. De la tarea se encargarían los hermanos Allan y John Foster Dulles, jefe de la CIA, y Secretario del Departamento de Estado. El estado mayor de estas operaciones radicará en la base aeronaval de Opa Loka en Miami y la misión fundamental será desarrollar la guerra psicológica y apoyar a los insurgentes del Ejército de Liberación. El caudillo de la oposición armada será el coronel Carlos Castillo; nacido en 1914, ingresó junto con Arbenz en la escuela Politécnica, de la que sería director en el año 1949. Al ser asesinado Arana, el jefe del ejército bajo la administración de Arévalos, Castillo, dimite del cargo e intenta un golpe de estado Fracasado en la intentona, Carlos Castillo es arrestado y condenado a muerte, mas logra escapar. Ahora reaparecía este viejo enemigo de Arbenz, convencido de que su misión era liberar a su país. Su lucha se verá respaldada por una poderosa campaña de prensa internacional dirigida a demostrarle al mundo occidental que el régimen de Guatemala atentaba contra sus valores democráticos.
En marzo de 1954 es celebrada en Caracas la Conferencia de la Organización de Estados Amerícanos, donde la delegación de Estados Unidos encabezada por John Foster Dulles consigue el apoyo de los gobiernos del continente, salvo los de México y Argentina, para condenar a Guatemala. En abril de ese mismo año, el Departamento de Estado de EE.UU asume la defensa de la UFCO presentando una reclamación al estado guatemalteco, donde se le pedía que se indemnizara a la empresa por mas de 15 millones de dólares por las expropiaciones. El gobierno arbenzista respondió que la indemnización alcanzaba solo poco más de 60.000 dólares según la declaración fiscal de la tierra hecha por la compañía en su momento.
El 15 de mayo de 1954, arriba el carguero sueco Alfhem al puerto Barrios con un cargamento fletado como material de equipo óptico y de laboratorio. En realidad se trataba de una parte de un alijo de armas compradas a Checoslovaquia por mas de un millón de dólares. Se trataba de morteros de 80 mm, ametralladoras MG-34, submetralladoras Schmeitzer, municiones, entre otras armas. Las armas fueron llevadas en secreto a los cuarteles. Arbenz había convenido en secreto, con el jefe de las Fuerzas Armadas, Coronel Carlos Enrique Díaz que parte de estas armas fueran guardadas fuera del alcance del ejército para armar una milicia popular en caso de necesidad, luego se comprobaría que las armas no funcionaban al provenir de desechos de la segunda guerra mundial. Por su parte, la Cía informada del hecho, puso al tanto al departamento de Estado, el cual denunció el 17 de mayo que un país del este enviaba armas a Guatemala, las que, según los norteamericanos, serían empleadas para fomentar la revolución en Honduras y Nicaragua, peligrando con ello el estratégico canal de Panamá.
Por su parte la Iglesia Católica también se enfrentó a Arbenz; Mariano Rossel Arellano, arzobispo de Guatemala, organizó una procesión que llevó por todo el país la réplica del Cristo de Esquipulas, movilizándose así la población católica contra el régimen. El 9 de abril de 1954, el episcopado guatemalteco publicará la carta pastoral Avance del Comunismo en Guatemala, donde se denunciaba el avance del comunismo ocultado bajo reivindicaciones sociales, la entrada de aventureros de la tercera internacional, la penetración en las cátedras, en la literatura, la multiplicación de células, como respuesta se proponía la doctrina social de la iglesia y el levantamiento del pueblo como un solo hombre contra el enemigo de Dios y el país que representaba el comunismo llamado directamente a la subversión.
En mayo aparece la emisora clandestina La Voz de la Liberación, que operada desde Nicaragua, incitaba a la población guatemalteca a revelarse contra Arbenz y aviones comienzan a lanzar volantes sobre el país asegurando la cercanía de la invasión terrestre. Los jefes militares se reúnen con Arbenz exponiéndole su preocupación por la colaboración con los comunistas y sobre las noticias de la formación de milicias populares. Arbenz intenta calmarlos pero no lo consigue.
Entre mayo y junio se inician los bombardeos, fundamentalmente contra objetivos civiles, Arbenz solicita infructuosamente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que detuviera la agresión armada desde el exterior.
El 8 de junio, el Estado Mayor del Ejército le presenta un pliego en el que se le solicita a Arbenz que aparte a los líderes comunistas de sus puestos, y cesen las movilizaciones campesinas, interpretadas por los militares como paso previo para organizar una milicia populares. Ante el empeoramiento de la situación y con permiso del Congreso, Arbenz decreta ese mismo día la suspensión de las garantías constitucionales, la policía arresta a mas de 100 sospechosos cometiendo varios asesinatos.
Las tropas de Castillo Armas, que estaban en Honduras, penetran en territorio guatemalteco el 19 de junio. Se suscitaron varios combates entre el Ejército Nacional y el Ejército Liberacionista. Las tropas gubernamentales se imponen en los primeros momentos dada su superioridad aplastante, cuentan con 50.000 hombres frente a los a no más de 400 del Ejército de Liberación, sin embargo luego apenas presentan batalla. Se aludirá como causa de esta vergonzosa actitud a las campañas de persuasión emprendida por la CIA, diseminando entre los militares guatemaltecos la idea de que se encontraban en el vórtice de una guerra entre dos superpotencias, una de las cuales, la Unión Soviética, no podría ayudarlos.
Rebeldes de Carlos Castillos, su fuerza frente al gobierno erá mas bién psicológica que material.
El 24 de junio, Castillo Armas ocupa Chiquimula y nombra un gobierno provisional. Al otro día, Arbenz ordena a Carlos Enrique Díaz que entregue armas a los 5.000 voluntarios que supuestamente acudirían de defender el proceso, según los comunistas. Ese día 25, Arbenz ofrece un combativo discurso, escrito por Fortuny, en el que llamaba al pueblo a resistir. Arbenz no tenía idea, mientras hablaba de las terribles traiciones que le aguardaban, y que le dejarían sin el ánimo necesario para liderar la defensa de su proyecto: Apenas acudieron acólitos a recoger las armas ofrecidas y los pocos aparecidos sólo recibieron fusiles de madera para entrenamiento, mas eso no fue lo peor desde el punto de vista del Coronel, lo que en realidad destruyó toda la capacidad de Arbenz para la lucha frente a un enemigo hasta el momento inferior militarmente, fue el hecho de enterarse aquella noche, que mientras él estaba llamado al pueblo a la lucha, y no obstante lo trágico de la situación, la esposa del presidente se refocilaba con un amante en la Pomona (la residencia de los Arbenz). Aquel día fatídico después de pronunciar su discurso, al volver a su casa, Arbenz supo por el capitán que hacía de edecán de María Cristina, que la señora del presidente había pasado toda la tarde con un amante. La dama reconoció cínicamente el hecho, limitándose a pedirle al marido que no se pegara un tiro y que resolvieran el caso de modo civilizado. El presidente cayo derrumbado, frente a un espejo el que le parecía ver a quien se había burlado de él. Arbenz pasó la noche llorando y maldiciendo, ya no le importaba nada, ni Guatemala, solo quería huir como le confesaría mas tarde a su amigo Carlos M. Pellecer.
Es bajo ese estado de animo que Arbenz renunciará el 27 de junio de 1954, lo hará con un discurso donde acusa a La United Fruit Company, los monopolios norteamericanos, en connivencia con los círculos gobernantes de Norteamérica, de ser los responsables de lo que estaba ocurriendo, de haber tomado de pretexto al comunismo. Explica Arbenz con sus últimas palabrar como presidente que ha decidido renunciar y dejar el poder ejecutivo de la nación a su amigo el Coronel Enrique Díaz, Jefe de las Fuerzas Armadas, seguro de que este garantizará la democracia y las conquistas sociales del pueblo, también reconoce que la situación del país en el plano militar está lejos de ser difícil. El enemigo es débil y carente de valor y no duda que las fuerzas armadas no tendrán mayores dificultades para derrotarlo.
El texto como siempre fue redactado por Fortuny, quien también alcanzará a redactarlá poco antes de exiliarse, el decreto por el que Carlos Enrique Díaz, jefe del ejercito que sustituye a Arbenz, deja fuera de la ley a su propio partido, el comunista. El discurso fue grabado y transmitido horas mas tarde por otro comunista, Carlos Alvarado Jerez, director de la Radio Nacional. Fortuny contraviniendo las instrucciones del cubano Severo Aguirre, que consideraba que los comunistas no debían abandonar voluntariamente a Guantemala, corrió a refugiarse a la Embajada Mexicana el 28 de junio, no sin traerse casi a empujones al pobre Arbenz, cuya mujer e hijos encontraba en la sede diplomática.
Sobre los errores políticos de Arbenz, Armando de la Torre, catedrático de Ciencias Sociales de la Universidad Francisco Marroquín opina:“Árbenz era un hombre bien intencionado, pero no tenía la formación humanística ni política que sí tuvo Juan José Arévalo, su predecesor. Y agrega, “Con sus buenas intenciones, Árbenz pavimentó el camino al infierno que vivió Guatemala”. El catedrático también considera que el primero en romper el orden constitucional, fue Arbenz al disolver la Corte tras esta dictaminar contra del Decreto 900 por el que se decretaba la Ley de Reforma Agraria. Asi mismo considera el estudioso, que al asumir Jacobo Arbenz un discurso abiertamente antinorteamericano, mas bien leer los que le escribía Fortuny fue como ponerse la soga al cuello..
El exilio
El 3 de julio de 1954, Castillo entra triunfante a la capital quedando como Presidente de la República el 1 de septiembre, el 10 de ese mes Arbenz, su familia, junto con el comunista José Manuel Fortuny parten a México, antes de partir el expresidente es desnudado y ultrajado por las nuevas autoridades de su país. Fernando González Davison en su novela Oscura transparencia: La Caída de Arbenz describe el infausto mometo con estas palabras:
“… le bajan los pantalones. Los flashes de las cámaras iluminan la humillación de un Presidente olvidado de Dios. Arbenz abre las pupilas ante quienes asesinan su alma. Los gritos de aquellos no tienen fin. Los tímpanos le estallan de la Vergüenza. Los fanáticos se carcajean. Un militar dispara su arma. La chusma corre y se dispersa. El ex presidente se arregla la ropa…”
“…quítate la ropa , y me la quito”: Arbenz humillado por los vencedores antes de partir de su país
El 19 de septiembre de 1954, El ex Presidente de Guatemala y su esposa deciden ir a Suiza como decíamos al principio, el padre era Suizo y la esposa había estudiado alemán (¿acaso con Ennio de la Roca?) en la Embajada mexicana en Guatemala, pero el gobierno de Suiza les informó que solo podrían permanecer en el país europeo bajo la condición de que Arbenz renunciara a su ciudadanía guatemalteca. Entonces Arbenz decide partir a París con su familia lo que hará el 17 de diciembre de 1954. En Paris, Arbenz estuvo bajo la vigilancia de la policía francesa hasta que recibe asilo dentro del bloque soviético, en Checoslovaquia, que le recibirá con resquemores, creyendo que venía a reclamar el dinero que al parecer había sobrado por las ventas de armas a su régimen, un millón de dólares que el PGT disputaba y del que Arbenz no tenía la menor idea. De Praga se trasladó a Moscú, de aquí se fue a China, de la que regresó a la URSA, pera luego solicitó asilo en Uruguay, viviendo en Montevideo desde 1957 a 1960, año en que Fidel Castro le invitó a que viviera en Cuba, algo que Arbenz aceptó inmediatamente.
Un cubano en la alcoba de Arbenz
Veamos en detalles el periplo de Arvens hacia el oriente y lo que tuvo que ver el amante de María Cristina Vilanova, un individuo del que Arbenz en confesión con Pellicer habría dicho lo siguiente
“ Es un cubano llamado Ennio de la Roca. Pasó años en la “Legión Extranjera” francesa, seguramente, con una brutal historia de represor colonialista en Argelia y Vietnam. No carece de cultura, habla varios idiomas, es bien parecido, y desde luego audaz y sin escrúpulos. Conoció a María en casa de Toño Vilanova, mi cuñado y así empezó el enredo. Se hace pasar por un exiliado cubano, político, perseguido por Batista. Deduzco que con esa careta llegó a Guatemala, aunque pueda ser un agente de la Cía, de esos especializados en seducir esposas de hombres importantes. Para mi no hubo tiempo de hacerle una investigación.¡Mirá cuando he venido a saber de su existencia y en qué condiciones! El tipo se metió asilado a la embajada de México. Para mí, desconocido hasta en las menores cosas, no me preocupé cuando María me dijo que para no aburrirse tomaría clases de alemán con un señor que lo hablaba muy bien. No tuve la menor sospecha de que fuese la misma persona. Hasta en México pude conocer todos los detalles que te cuento e identificarlo…Tarde, porque ya ellos tenían varios meses de tratarse, escribirse y quererse…”
(Arbenz y yo, página 277)
¿Era Ennio un agente de la Cía como supone Arbenz? Difícil es creerlo dado el corte comunista que rodeaba a su esposa, difícilmente la presencia de un amante habría escapado a la vigilancia de los estalinistas en los que tanto confiaba María Cristina Vilanova. Si la existencia de ese amante fue consentida, por los siempre vigilantes comunistas, si estos no alertaron al presidente y si este como suele ocurrir en estos casos, fue él ultimo en enterarse, esto bien pudo deberse a que Ennio era un hombre que trabajaba para el comunismo, en una técnica en la que la KGB siempre fue una experta, la de la alcoba.
Arbenz derrotado mas que por la Cía, por la traición de su esposa con un Cubano
Ahora bien, una vez desplazada del poder, la familia Arbenz no se escapará de la mirilla de Ennio de la Roca. Al cubano no le bastará con haber gozado de los favores de la primera dama, ahora se dedicará también a extorsionar a su marido. El suegro de Arbenz adoraba a sus nietos y no quería que nada les faltara. De la Roca lo sabía y explotando la situación, obligó mediante el chantaje a que Arbenz le pagara en México la cifra de 20,000 dólares (de la época). Luego el antiguo legionario siguió al matrimonio hasta Europa con el fin de continuar la extorsión. Se hallaba la pareja viviendo en Paris cuando Ennio de la Roca, llamó a Arbenz por teléfono quien inmediatamente reconoció su voz, el chantajista pidió verle con urgencia. Antes de dirigirse a la cita, el coronel tomó su pistola escuadra 45 mm, algo de lo que se percató la esposa. Arbenz se encontró con su contrincante amoroso en la avenida Cléber, no lejos de l´Etoile, el cubano, con sangre fría, le dijo al guatemalteco que sabía venía armado y dispuesto a matarle, Arbenz comprendió que una vez mas había sido traicionado por su esposa, la cual le fue recordada por Ennio, haciéndole tomar conciencia al ex presidente de lo que significaría, para ella, sus hijos, y sus partidarios políticos lo que una tragedia pasional en la que Arbenz mataba a un indefenso cubano. Jacobo Arbenz, que no era un asesino, vio sobre la mesa del saloncito donde se encontraron, una gran fotografía de su esposa con una dedicatoria sentimental que no era precisamente para él. Desesperado sacó la pistola y se la colocó en la sien pero Ennio la desplazó de un manotazo y apretándole la mano del coronel contra el brazo del sillón, le dijo al coronel que no le había llamado para verle matar o morir, sino para informarle que un amigo periodista, que vive en Brasil tenía copias fotostáticas de la correspondencia sentimental entre María y el, su amante, y que las instrucciones para aquel individuo eran las de publicar esos documentos si al cubano le pasaba algo grave. Lo que quería Ennio, era que Arbenz le diera ahora veinticinco mil dólares, pues ya se le habían acabado los veinte mil de México. Arbenz se defendió diciéndole que el no tenía dinero, que el dinero provenía de María Cristina y el cubano le refutó “Pues fue ella quien me indicó pedírselo a usted”.
Al otro día Jacobo tuvo una conversación que le devolvió la fe en aquella esposa, María Cristina Vilanova, que se fueran a Praga o Moscú, donde su “amigo” Ennio no podría seguirles. La proposición la interpretó Arbenz como un rechazo de la esposa al aventurero cubano y le volvió el hombre más feliz del mundo. Mas por supuesto, la decisión de cruzar el telón de acero e ir en dirección de la URSS bien podría ser el deseo de dejar atrás un romance degenerado en chantaje, pero también podría haber tenido una motivación política en la que el omnipresente Ennio servía solo de pretexto, con María Cristina Vilanova nunca se sabe.
Arbenz en Cuba
Es julio de 1960, la familia Arbenz-Vilanova, excluida de la díscola de Mirabella por supuesto, arriba a La Habana. El gobierno de Fidel Castro había condicionado la visa a la participación de Arbenz en la “Primera Conferencia de las Juventudes Latinoamericanas”, cuyos representantes le aclamaron al llegar a Cuba. En los actos públicos Fidel Castro sentaba a Arbenz en un lugar bien visible para luego zaherirle con el estribillo de que “Cuba no es Guatemala”, algo que entonces resultaba peyorativo pero que Pellecer encuentra hoy en día como “ fortuna para los guatemaltecos y maldición para los cubanos”. En realidad la comparación era cruel, no solo porque como dice Pellecer en su libro sobre Jacobo, mientras que el régimen arbenzista se vio solo y acosado con la indiferencia y o complicidad de los países vecinos, Castro había contado no solo con un apoyo mucho más comprometido de los Soviéticos y no pocos aliados dentro de los propios Estados Unidos, no hablemos ya del poder disuasorio de los cohetes soviéticos, que sin dudas, confiaban mas en Castro como un hombre de los suyos que en Arbenz, a quien controlaban de manera indirecta, sino también con los resultados del experimento Guatemala. La lección tomada entonces fue, que no se puede establecer un régimen comunista con fuerzas armadas heredadas de un régimen democrático, lo que se demostró en Cuba, es que para revertir un proceso democrático en Comunista, no bastaba colocar cuadros comunistas en puntos clave. Lo primero que hay que hacer es destruir al ejercito republicano y reemplazarlo por nuevas fuerzas armadas fieles al nuevo régimen. En el caso de Cuba el proceso fue facilitado por el descrédito en que Batista había dejado al ejército antes de la toma del poder por parte de Fidel Castro, no era lo que corría con el arribo de Arbenz, y de ahí que Cuba, mas que una revolución, pudiera completar la agenda totalitaria, contra la que no hay Cía, Carlos Castillo ni un Ennio de la Roca que valga.
Volviendo al amante de lady Vilanova y el cubano que la amó. La ultima vez que Carlos Manuel Pellecer escuchó hablar de este no fue precisamente en los círculos del exilio de Miami, o cosa por el estilo, sino en la Cuba “revolucionaria” donde el escritor trabajaba de periodista del periódico Hoy, órgano del Partido Socialista Popular. El hecho tuvo lugar nada mas y nada menos que en una de las de las grandes concentraciones organizadas por Fidel Castro:
Un individuo, muy cubano gritón y presumido, acercándose a mí dijo: “Oye Pellecer, ¿que haces aquí? ¿Cómo te va, muchacho?” Notando la extrañeza en mi semblante insistió: ”¡Coño! ¿No me recuerdas?” Estuvimos juntos en el Congreso de la república, organizando las brigadas para defender a este come-bolas de tu presidente Arbenz?” y continuó en ese tono grosero. La verdad es que no recordaba haber visto a tal tipo en la actividad de los días de la intervención extranjera, pero el hecho de que me llamara por mi nombre que nadie, sino muy escogidos, conocían en Cuba, dio indicios de veracidad.
Inmediatamente pasó a decirme de su salida para Brasil y de su amistad entrañable con Ennio de la Roca. Me alarmé cuando con odiosa petulancia, amenazó con que iba “a sacarle dinero al tal por cual de Arbenz y a la vieja esa que anduvo con Ennio.”
Arbernz y Yo, página 297
Pellecer le siguió la corriente al individuo obteniendo de este su tarjeta de visita. El cómplice del chantajista le pidió al viejo amigo de Arbenz, encontrarse nuevamente para hablar de las cartas y fotografías que Ennio le había dado a guardar. Pellecer se dirigió inmediatamente a la Redacción de Hoy y allí se entrevistó con Carlos Rafael Rodríguez, entonces director del Periódico de los comunistas cubanos y uno de los hombres más cercanos a Fidel Castro, contándole la truculenta historia de Arbenz, Ennio y las amenazas del periodista contra Jacobo. Carlos Rafael se quedó con la tarjeta del chantajista, del cual Pellecer nunca volvió a tener noticias. Tampoco se las dio a Arbenz, quien al parecer nunca supo que el custodio de aquellos documentos que tanto le preocupaban era otro de los “internacionalistas” cubanos y que estaba en su patria, la misma en la que recibió asilo.
Pellecer
Pellecer cuenta de los planes del Che y Castro de iniciar una guerrilla en Guatemala y la idea de enviar a ella a Arbenz, a quien primeramente había que liberar de la perniciosa influencia de José Manuel Fortuny. Se habló hasta de utilizar un comando de terroristas entrenados en Viet Nam para que liquidaran al pusilánime fundador del PGT, quien al enterarse salió volando para Moscú, Despegado de Arbenz Fortuny estuvo trabajando mas tarde en la Radio Checoslovaquia. En 1977, el viejo redactor de los discursos de Arbenz, participará en la fundación del diario mexicano, Unomás, donde se desempeñara por 19 años como editorialista, morirá el 18 de marzo del año 2005, había nacido el 22 del mismo mes pero en el año 1916
En septiembre de 1962 una delegación del Movimiento Revolucionario-13 de Noviembre, arribó a La Habana y se entrevista con el ex-presidente Árbenz, propniéndole que, una vez alcanzada cierta estabilidad, se pusiera al frente de la guerrilla, pero Arbenz, aún liberado de la influencia de Fortuny, resultará inservible, si no fue guerrillero en su juventud, menos lo será ahora cuando ya no estaba para tales trotes. Otros serán pues los encargados de exportar, sin mucho éxito que digamos, la revolución desde Cuba a Guatemala Ya desde enero de ese año el PGT había envíado a tres militantes suyos a Cuba a recibir entrenamiento militar, a los que se les sumará en la formación guerrillera una veintena de miembros de las JPT: Juventud Patriótica del Trabajo (ala juvenil del PGT) que ya estaben en la isla, becados por el gobierno cubano para estudiar carreras universitarias. Entre los guatemaltecon entrenados por Cuba tenemos a Edgar Ibarra, Alejandro Sancho, Ricardo Miranda y Judith, quienes desde enero del 62 habían sido enviados a recibir entrenamiento militar; Monterroso, Ricardo Ibarra, Julio César Macías, Rodolfo Payeras, Tristán Gómez, Carlos López, Luis Rivas, Mario Lemus, Plinio Castillo y José María Ortiz Vides, como parte de los becados universitarios que pasario la formación militar. Algunos de los jovenes entrenados en Cuba llegarían a ser dirigentes guerrilleros, como Julio César Macías, José María Ortiz Vides y Mario Lemus.
Los hijos
Arbenz quiso evitar en su hija Arabella aquello que consintió en su esposa, reprimiéndola en exceso y convirtiéndola sin querer en una rebelde nata. Por su parte, Leonora se transformó en un ser prepotente con todos los que le rodeaban, dificiel es seguirle la pista como a su herman. María Crisitna Vilanova recomendó pues que se les aplicara la disciplina soviética. Es el año 1956 cuando el matrimonio siguió viaje de Praga a Moscú y de allí a la China de Mao, países en los que Arbenz encontrará aún mayor pobreza de la que había dejado en Guatemala. En su paso por Moscú, el matrimonio dejará a las niñas internadas en una escuela de la cercada ciudadela de Inganov antes de partir a Pequín. Al regreso de China, Jacobo fue llamado por el departamento internacional del Partido Comunista de la Unión Soviética para discutir la revuelta causada por Arabella, quien harta de la disciplina soviética había intentado organizar una fuga masiva de alumnas soviéticas y extranjeras, la “insurrección” contaba con conexiones incluso en el exterior. Manipulado en sus sentimientos por los comunistas de su país, Arbenz expresó las disculpas más lastimeras ante los funcionarios del kremlin y repudió a su hija.
Será una hermana de María la que rescatará a las niñas ya casi locas por la enseñaza soviética.
Arabella se hará actriz, participando en México en la película “Un alma pura”: donde interpretara los personajes de Clara y Claudia. Desgraciadamente, la impulsiva joven terminó dándose un tiro el 5 de Octubre de 1965, en Bogotá tras una discusión con un novio, el t famoso torero y actor Jaime Bravo. Aquello destrozó completamente a Arbenz, perdiendo con ello el poco interés que le quedaba en política. Fue en el año 1965 durante el sepelio de la joven en México, Arbenz, en un respiro que le dan los comunistas, le confesará a Pellecer, quien desde 1962 ya había roto con el comunismo:” he fracasado como político, como esposo y como padre”.
Por su parte el hijo de la pareja; Jacobo Arbenz Vilanova, tras vivir fuera de su patria por casi 50 años, más de la mitad de ese tiempo en Costa Rica, regresó a Guatemala y volvió a inmiscuirse en la política. En el 2003 será proclamado como aspirante a la primera magistratura por la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG) y no dejará durante la campaña de hacer referencias a las reformas que medio siglo atrás, su padre impulsara en el terreno agrario.
A modo de Conclusión
A final de los sesenta Arbenz se marcha de Cuba para Suiza, estableciéndose en Lucerna, allí vivió sin su María y su Fortuny, solo y alcoholizado. Luego regresó a México intentando ingresar en su patria y vivir allí con María y a su hijo, mas el proyecto no se consumó, el coronel murió en México el 27 de enero de 1971. Dicen que fue de un ataque al corazón mientras tomaba uno de baño caliente como gustaba hacer, así perdió la vida, abandonado por su familia y de los comunistas que tanto le habían usado, fue la consecuencia definitiva de aquella puñalada moral que le diese, tal vez en nombre de la Cía. o sabe Dios si de la KGB el cubano llamado Ennio de la Roca. Por su parte Maria Cristina Vilanova volvió a El Salvador para hacer las paces con su familia, dedicándose a los negocios y alejándose definitivamente de la política. Cuando comenzó la guerra revolucionaria inspirada desde Nicaragua y Cuba, María Vilanova abandonó su país trasladándose a Francia
El caso de Maria Cristina Vilanova ha sido objeto de una ponencia presentada en el VII Congreso Centroamericano de Historia. Celebrado en Tegucigalpa, Honduras. Entre el 19 y el 23 de julio 2004. Bajo el título de “Oficios de su sexo:” Mujeres, familias, y el mito de la economía informal en Guatemala a mediados del siglo XX” John T. Way, Candidato de Doctorado en Historia John T. Way, de Yale University Escribe:
Lo de emascular a Arbenz y presentar a su esposa como una seductora del estalinismo satisfacía las necesidades tanto del estado anticomunista guatemalteco (lo que necesitaba explicar su traición a Arbenz y apropiarse de la legitimidad política y social de la Revolución) como del Washington (para lo que era preciso políticamente promocionar el “comunismo” guatemalteco). No importa para el análisis actual si fuesen verdaderas o falsas las varias acusaciones. Existía también la idea de que María participaba como fundadora de la Alianza Femenina Guatemalteca, un partido comunista; que se acercaba a Carlos Manuel Pellecer (secretario de la Confederación General de Trabajadores de Guatemala quién más tarde renunciará al comunismo) y a Manuel Fortuny (dirigente del Partido Guatemalteco del Trabajo) y que así convertía su casa en un “salón rojo.” Otros chismes decían que María dirigía a Jacobo para no luchar en contra de la invasión, que ella robaba diamantes y otros bienes del estado, y hasta que le ponía los cuernos a Jacobo, haciendo el amor con un doble agente cubano llamado Ennio de la Roca.
Que el investigador diga que tales imágenes favorecen al imperialismo norteamericano, no nos aporta nada, por supuesto que lo hacen, y no solo al imperialismo, sino también a todos los que se opongan al otro imperialismo, al del comunismo, del mismo modo en que favorecen al antinorteamericanismo y tapa los pecados de la intervención estalinista en Guatemala la las importantes omisiones que uno encuentra generalmente en los trabajos, de una izquierda que se niega a abordad en todas sus facetas, tanto al personalidad de Arbenz, como el complejo proceso que al Coronel le tocó encabezar, mucho mejor sería desmentir o confirmar los mencionados chismes. Lo que si nos aporta de utilidad el doctorarte de Yale University son datos fuentes interesantes para estudiar aquel proceso, en la siguiente referencia:
Es posible que la señora Arbenz participara en la AFG, pero tal información no aparece en Mujeres, Boletín de la Alianza Femenina Guatemalteca ni en el órgano del partido comunista, Octubre. Para más información, vea: Marco Antonio Flores, Fortuny: un comunista guatemalteco (Guatemala: Oscar de León Palacios, Palo de Hormigo y Universitaria, 1994), 187 y passim; Jesús M. García Añoveros, Jacobo Arbenz (Madrid: Historia 16, 1987), 40-41; Alcira Goicolea, “Los Diez Años de Primavera,” en Historia general de Guatemala, 6 tomos, (Guatemala: Asociación de Amigos del País, 1997), VI:25; Ronald M. Schneider, Communism in Guatemala, 1944-1954 (New York: Octagon, 1979 [1958]), 110; Carlos Manuel Pellecer, Arbenz y yo (Guatemala: Editorial Artemis & Edinter, 1997), 261-63, 277 (re Ennio de la Roca), y passim; Carlos Manuel Pellecer, Renuncia al comunismo (Mexico: Costa-Amic, 1963), passim; Stephen Schlesinger y Stephen Kinzer, Bitter Fruit: The Untold Story of the American Coup in Guatemala, 1984 ed. (New York: Anchor Press/Doubleday), 1984 [1982]), 51-52. La señora Arbenz dijo al autor Piero Gliejeses que ellos (la pareja) pensaban que el comunismo era inevitable. Piero Gleijeses, Shattered Hope: The Guatemalan Revolution and the United States, 1944-1954 (Princeton: Princeton University Press, 1991), 148. A pesar de eso, los historiadores están de acuerdo que la política de Jacobo Arbenz era capitalista.
El investigador destaca la historia de la imagen pública de la Vilanova de Arbenz como ejemplo el discurso político de género, en el que tanto la derecha como la izquierda, manipula las imágenes y retórica acerca de las mujeres, mas con piezas como María Cristina resulta imposible al escritor o al lector de su vida mantenerse imparcial o sereno ante ella. Se entra pues en valoraciones, que por ser tan subjetivas abren el espacio para las interpretaciones mas diversas y por tanto para las manipulaciones peor o mejor intencionadas.
María Cristina Vilanova y Jacobo Arbenz una relación atormentada
Fuentes:
*Carlos Manuel Pellece, Arbenz y yo, Artemios & Edinter, Guatemala, 1997Fernando González Davison, Oscura transparencia: La Caída de Arbenz, Editorial Artemis Edinter, Guatemala 1999
Jesús M. García Añoveros. Jacobo Arbenz, Serie Protagonistas de América, Historia 16 Quorum, Madrid, 1987
Francisco Mauricio Martinez, Románces Históricos, pagina 11; Grandes Amores de la Vida Real, Revista Domingo, prensa libre, 10 de febrero del 2002, pagina
Jorge G Castañeda, Compañero, Vida y Muerte del Che Guevara, Vintage Español, Nueva York, 1997
http://www.sigloxxi.org/pellecer.htm
http://www.lossless-audio.com/usa/index0.php?page=746640461.htm
http://www.wepa.com.gt/mln/h.html
http://www.alecobravo.com/JacoboArbenzBiography.htm
http://www.prensalibre.com/pl/domingo/archivo/domingo/2004/junio04/130604/central.html
http://www.tricontinental.cubaweb.cu/revista159/texto10.html
http://www.guatelinda.com/home/historia.php
http://www.memoria.com.mx/107/107mem08.htm
http://www.guatelinda.com/home/historia.php
http://indie.imdb.com/name/nm0033358/
http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=84&cat=biografiasuelta
http://cinemexicano.mty.itesm.mx/peliculas/bienamados.html
http://www.prensalibre.com/pl/2003/septiembre/01/65416.html
http://www.alecobravo.com/JaimeBravo.htm
http://www.odhag.org.gt/INFREMHI/TOMO3C2.HTM