Dos Iglesias
Dos iglesias existen en la patria. La iglesia popular y la iglesia cartelera de los predicadores perfumados. La primera ha sido siempre la iglesia no solo amenazada sino la iglesia que ha visto a sus pastores asesinados aun en las mismas casas de Dios. La primera es la iglesia de San Romero de América y de San Juan Cortina, de Tilo Grande, de Alirio y Ernesto Barrera, de los jesuitas de la UCA y de las monjas Maricknoll, la segunda es la iglesia del lacayo Lacalle, de Toby López Batista, de todos los agentes de la CIA disfrazados de pastores fundamentalistas, de los D’abuisson y la Gloria Salguero Gross, de Jaime Saravia y el beduino Saca, de los Poma, Siman y Safie, de los Salaverría y de Sola en fin de todas las hienas del cartel de los 8 y sus perros falderos
Cuando tengamos que dar cuenta tendremos que decir a que iglesia seguiste. Yo soy de la iglesia Popular, de la iglesia del padre Cabello y de Elder Cámara.
de la iglesia de Camilo Torres, de la iglesia de Roberto Pineda y Ricardo Cornejo,
de la iglesia de Mariano Cabañas y del Chele Rodríguez y practico el cristianismo tal como me lo enseña Jesucristo en mis diarias conversaciones con él.
Pertenecer a una iglesia de este tipo es lo que nos hace distinguirnos de los Cruzados Carteleros. Da hasta risa el montón de viejas pécoras de la clase alta temblando ante los discursos diarreicos de Toby, dan risa los gerentes que las acompañan y da risa la justicia que permite a un exconvicto de tráfico de niños, drogas y de lavado de dinero ser el guía espiritual de esa sociedad corrupta y criminal que forma la oligarquía salvadoreña.
Mi iglesia es la del discurso alentador de Martin Luther y Martin Luther Kimg, la iglesia que encarna el pensamiento y el amor cristiano en la voz de Thomas Merton y Paulo Freire, la iglesia que proclama : “amaos los unos a los otros como yo os he amado” y no la iglesia de las bestias que proclama: “mataos los unos a los otros como yo os he matao”.
Esta es mi iglesia hermanos, la iglesia del amor por la humanidad y la del odio a la explotación, la iglesia protectora de los débiles, de los pobres sin casa, sin trabajo y sin comida, la iglesia de San Romero de América y si por ella muero no importa el que sigue a Cristo lo mas posible es que muera crucificado.