Estuve en 1970 en el VI Congreso del Partido Comunista de El Salvador…

Estuve en 1970 en el VI Congreso del Partido Comunista de El Salvador…
Entrevista con Víctor Gregorio Rivera (segunda parte)

SAN SALVADOR, 4 de octubre de 2006 (SIEP) El VI Congreso que fue en agosto de 1970 lo realizamos en la casa de Virgilio Guerra, de oficio carpintero, que era una venta de muebles, allá por el Cementerio de Los Ilustres…en este congreso pase a integrar el Comité Central del PCS. Y también estuve en abril de 1979 en el VII Congreso, que realizamos en Perulapìa, y fui reelecto como miembro del Comité Central…En dos ocasiones he sido miembro del CC.

El VI fue un congreso de un día, hubo muchas discusiones, estaba fresca la salida de Carpio. Fue en ese congreso que asumí la responsabilidad de conducir la Comisión Rural, luego del exitoso trabajo de organización campesina realizado en Sonsonate y la Zona Sur de Ahuachapan así como del trabajo en la Comisión Militar. El “Bache Campesino (Raúl Vargas) era nuestro asesor.

Schafik era el responsable de la Comisión Militar y en este VI Congreso es elegido como secretario general. Este VI Congreso analiza la realidad política del país, y enfatiza sobre todo en lo electoral, lo de promover una política de alianzas amplia, y fortalecer el trabajo del PAR y del UDN. Pero también decide acelerar la preparación militar de los cuadros políticos.

Personalmente lo electoral no me cuadraba mucho, pero Schafik hacía énfasis en la búsqueda de la victoria electoral. Fíjate, que como dato curioso, por este tiempo Nidia Díaz anduvo tratando de reclutarme. Sucede que habíamos metido a ATACES a FENASTRAS, federación que dirigía el ya fallecido Eleuterio de Jesús Carcamo. Entonces a FENASTRAS llegaba mucha gente a buscar contactos; a construir alianzas, a conocer la opinión sindical sobre la coyuntura, a orejear, a todo.

A Fenastras llegaba el cura Chencho Alas, el profesor Mario López de ANDES, Eliseo Ortiz y Carlos Arias de la RN. Incluso como ATACES hicimos una asamblea en Suchitoto con el apoyo de los curas Alas, Chencho e Higinio. Me acuerdo que cuando le contaba sobre todos estos esfuerzos unitarios al Chele Aguiñada, no le parecían, él me decía: “no andes pendejeando.”

Pero la jugada mía era construir puentes, forjar alianzas en lo social de la misma forma que se estaba haciendo en lo político, donde tuviera presencia el Partido. Y es en este marco que fui fundador y parte de la dirección del Frente de Acción Popular Unificado (FAPU) en 1974, junto con los curas Chencho Alas y Rutilio Sánchez, un cura que estaba en Chalate de nombre Gregorio y otro cura de nacionalidad francesa.

A nivel de Comisión Rural del PCS luego del Congreso nos trazamos la línea de levantar la bandera de la reforma agraria, organizar al proletariado agrícola y campesinado, así como construir la alianza obrero-campesina.

La famosa Valeria…

Valeria era una irlandesa que vino a vivir a El Salvador, revolucionaria, feminista, que me permitió vivir en su casa. Era revolucionaria y también feminista y se manejaba un vocabulario en español motivo de envidia en cárceles, mercados y bares. Ah y en sindicatos. Conocí a esta Valeria por medio de Napoleón Rodríguez, Edgar Núñez y Ramón Portillo. Valeria era lo mismo que ellos de un movimiento cristiano estudiantil, el MEC.

En ese tiempo yo estaba viviendo en Fenastras, allí me quedaba a dormir. FENASTRAS quedaba en la esquina de la 5ta. Calle oriente y 6ta. Ave. Norte. Abajo del Parque San José. Al enterarse ella me ofreció irme para su casa que era un apartamento que quedaba unas cuatro o cinco casas arriba, sobre la 6ta. Avenida norte.

En el primer piso estaba un bar llamado La Bota y en el segundo piso el apartamento de Valeria, donde había vivido antes Napito, y que era como un local del Partido porque allí algunas células del Partido celebraban sus reuniones, o para contactos de todo tipo. Ella me llamaba “El Compa” y nos ayudaba en el sindicato. Era cervecera y media.

Para un 10 de mayo ella se enteró que no podía ir a visitar a mi madre porque me perseguían y me dijo: te invitó a unas cervezas. Y Le respondí: vaya pués. Valeria era cervecera y vegetariana, como que era coneja la babosa. Me acuerdo que a la vuelta de su casa vivía un joyero de nombre Napoleón, a este lo secuestraron y lo mataron.
Bueno, fuimos a la cervecería California y nos echamos las cervezas. Y después me queda en su casa, aclaro que como amigo porque como mujer no me gustaba. Ella tenía un colchón en el suelo y dormía y se levantaba chulona, sin inhibición alguna, muy europea. En su apartamento después tuve viviendo a mi mujer y a mis hijos por quince días. A Valeria la llevaba a reuniones de Ataces y luego a bañarse a la playa. Era bien chele y el pelo gris. En diciembre de 1977 Migración le envió una carta informándole que era una persona non grata para el gobierno de nuestro país y se fue…no me acuerdo de su apellido.

El 28 de febrero de 1977

Este es el día de la vergueada en el Parque Libertad. Estaba junto con Alberto Carrillo cuando empezó la represión, y de repente vi a un cachimbo de masa confundida con la tendencia a refugiarse y entonces le digo al Tío Julio: “agarrá la dirección…dispersémonos, yo me llevo una parte y vos te llevas la otra” Pensaba que el se fuera para Ciudad Delgado y yo agarrar para Soyapango.

Eran como unas 10,000 gentes que estaban en la plaza y rodeada por efectivos de seguridad y ejército. Fuimos saliendo del parque grupos de 25 rumbo a la terminal de Oriente, por la calle Arce, al acercarnos a la terminal nos cercaron, me acuerdo de Ramón Portillo que me acompañaba, estaba también Nora mi mujer y mis hijos, estaba Edito Genovez y Caleb, conocido como El Guardión.

Les dije quedémonos por último. Observamos como se daban gusto los guardias quitándoles el pelo a los jóvenes con los machetes. También vimos cuando capturaban a Guevara Lacayo y lo agarraban a patadas, el lloraba como un niño de la gran penqueada. Al salir del cerco luego que nos penquearon nos encontramos con Jorge Acosta, que era un mediano terrateniente de Suchitoto.

Cuando íbamos por una gasolinera ya en la Avenida Independencia un guardia me quiso dar un culatazo y le arrebate el fusil y le pegue en el pecho. Pasamos la terminal y al llegar al puente les dije: tiremonos en medio. Lo hicimos y ya abajo nos encontramos con varios compañeros del UDN que habían pensado lo mismo que nosotros.

Ya para esta hora estaba amaneciendo y teníamos que decidir que hacer les aconseje a algunos que se fueran para Ciudad Delgado bordeando el Acelhuate. Yo seguí junto con mi grupo regresando hacia San Salvador por el sur, Ramón iba sangrando, golpeado de la frente con planazos de corvo. Fuimos a salir allá por la Ilopania, abajo del cuartel de la Policía Nacional. Allí salimos y nos fuimos hacia el centro, al llegar al Banco hipotecario, un Guardia Nacional nos detuvo para interrogarnos: me preguntaron por Ramón. Es mi ayudante le dije. Al final fuimos a salir cerca de la casa de Valeria y esta nos abrió la puerta y de entrada nos dijo: ¿los pijearon? Era malcriada y media. Le dije: mírame la espalda. Estaba con las huellas de los planazos.

Rápidamente se fue para La Bota a traer una botella de guaro para desinfectar las heridas y a la farmacia a comprar alcohol para echarnos unos tragos o al revés, ya no me acuerdo. Nos confeso para tranquilizarnos que era enfermera, cuando nos estaba curando. Bueno, allí nos quedamos de refugiados hasta que se calmó la situación. Luego se fue a comprar colchas nuevas para los nuevos huéspedes.

A todo esto el Partido no sabía donde estábamos, si habíamos caído presos o estábamos desaparecidos, o muertos. Habíamos presenciado una masacre cruel, vi cuando a un obrero lo asesinaban de un bayonetazo y cuando a una mujer para ultrajarla le metían la bayoneta en una nalga, eran salvajes… La entonces diputada democratacristiana Marianela García Villas estuvo a la altura de la situación, no se atemorizó y denuncio bajo la balas, desde la tribuna a los asesinos. Fue obligada a que se refugiara en la Iglesia El Rosario para que no la mataran.

Debemos de reconocer que como Comisión Militar no contábamos con un Plan de Contingencia y nos sorprendieron. Y es que como CM únicamente preparábamos gente, pero no planificábamos acciones, tuvieron que pasar dos años más para sintonizarnos con la realidad del país. Ese 28 de febrero, esa invasión militar no la esperábamos, hay que reconocerlo. Grave error de apreciación.

El plan era ir ampliando desde el parque Libertad nuestro territorio con las masas, ir copando hasta lograr rodear y tomarnos la Policía Nacional. El punto de partida era la movilización popular lo que era correcto pero no fue suficiente. Y el resultado fue esta masacre que no pudimos prever. Posteriormente logramos desarrollar acciones insurrecciónales aisladas en Ciudad Delgado, Soyapango y Mejicanos. Pero no tuvieron continuidad. No estábamos preparados.

Con esta masacre a nuestro juicio la vía pacífica se había agotado. Era una situación crítica. El Partido se quedaba sin línea. Es de aquí que surge la demanda de convocar a congreso. En especial esta demanda surge de la Juventud, de la misma CM a la que ya pertenecía el Chelito Aguiñada, y de las comisiones sindical y rural. Pedimos que el congreso se convocara en tres meses, pero duro más tiempo la convocatoria, dos años, hasta abril del 79.

El VII Congreso

La dirección del PC nombró una comisión para organizar el congreso que sería el VII, integrada por José Luis Merino, Rafael Aguiñada Deras, y Dagoberto Sosa. Ah y también el Viejo Vanzzeti. En este Congreso fui electo como miembro suplente de CP, suplente de Mario Aguiñada, pero nunca me convocaron a una reunión. Es aquí donde considero comienzan a aflorar diferencias y contradicciones que al final me condujeron a renunciar del Partido, porque yo renuncie, no fui expulsado, me di ese lujo y en plena guerra.

Ramiro era un cipote curioso. Como a veces me quedaba en la FUSS el aprovechaba para estar platicando, me preguntaba mucho, le interesaba mucho el trabajo en el campo, era muy preguntador. Una vez Schafik me pregunto: ¿Y cómo ve Usted el panorama en la FUSS? Le compartí mis valoraciones. Le dije que Merino despuntaba. Como organizador que era, lo pude detectar…Y no me equivoque. Bernabé Cárcamo era también bueno.

Mi rol en el FAPU

Cuando se evaluó en el Partido la segunda y tercera marcha del FAPU que habían sido espectaculares, en el marco de la política de alianzas se me critica fuertemente. Acordate que yo era de la dirección del FAPU. Esto creo una crisis. Schafik entendió mi posición. Los Aguiñada y el Bache hasta me acusan de revisionista. En realidad eran electoreros. Domingo siempre había mantenido una posición radical. Estábamos discutiendo sobre la política de alianzas y las formas de lucha y la necesidad de pasar a la lucha armada.

Al final no entendieron y se me ordena que abandone el esfuerzo del FAPU por ser un esfuerzo paralelo al del Partido. En ese preciso momento tuve la intención de renunciar al Partido. Consideraba que era el momento político para dar el salto de calidad y vincular el manejo de lo electoral con la lucha social, estamos hablando del periodo después del 28 de febrero de 1977.

Me alegraba que Ramón con quien trabajaba, fuera radical y me tenía bastante confianza y con él habíamos trabajado bastante la zona sur de Ahuachapan. En lo personal siempre he sido un firme partidario de la unidad popular y si bien acate la resolución por disciplina partidaria, no lograron convencerme y ellos mismos llegaron después a esta misma conclusión de carácter estratégico.

Construyendo las FAL…

Debo señalar que Schafik desde la Comisión Militar no hizo nada para crear las condiciones para construir el ejército popular. Fue hasta después que se acordó que en los puestos de mando, los miembros del Comité Central eran los jefes político-militares de todas las unidades del ejército o las Fuerzas Armadas de Liberación, FAL, tomando en cuenta la experiencia de Vietnam que por cierto el mismo Schafik fue el primero en ir allá a estudiar.

El criterio básico vietnamita es el de trabajar, comer, y dormir junto con el pueblo para así ampliar la fuerza partidaria y social. Se suponía que íbamos a ser los jefes del ejército y esto no se cumplió, al final los mandos militares se imponían sobre los mandos partidarios. El VII Congreso se realizó en abril del 79 y el 1ro. de mayo de ese año divulgamos públicamente la tesis del viraje del PCS a la lucha armada.

El viraje se definió y se empezaron a realizar acciones armadas. Desde la Comisión Militar organizamos a las FAL. Y luego la misma CM se convirtió en la Comandancia General de las FAL. En agosto del 79 el equipo militar se fue para Nicaragua. Yo me quede responsable del Frente Occidental que después se llamaría Feliciano Ama, ya cuando surge el FMLN. Me acuerdo que hicimos un intento guerrillero en el Bosque El Imposible y no nos cuajó.

Estos fueron los inicios de la construcción de las FAL. En agosto, septiembre y octubre del 79. A principios de 1980 creamos la FAL en Sonsonate, en Cara Sucia. Allí estaba, me acuerdo de Pedro, que viene de ser un obrero artesano, joven religioso de una iglesia católica. Yo lo reclute. Y después fue a la Escuela de Cuadros en la URSS. Estaba también Bartolo, que era un militante indígena que participó en la insurrección de 1932 y había sobrevivido a la represión y se incorporaba a este nuevo esfuerzo militar, vivía en una choza a la orilla del río de Caluco.

Estaba Ricardo Zelada, que después se fue para estados Unidos; el dirigente obrero Ricardo Erazo, que le decíamos El Zapatón y que murió combatiendo en Guazapa; Carlos Castro, que tenía un taller de muebles de mimbre y le decíamos El Quemado. Estaba Carmelo Jordán, que era de una célula que había en la hacienda Buenos Aires, del cantón de Metalío, que era bien apagada, casi inactiva. También penetramos en SIPES, en Acajutla. Teníamos allí una célula. También reclute a Adán Rosales de Cara Sucia.

La experiencia nos enseñó que era más fácil organizar en el sur de Ahuachapan que en el sector de pueblos indígenas de Sonsonate donde la huella de la represión de 1932 todavía pesaba fuertemente. Era también más fácil lo urbano y lo portuario (Acajutla) que lo rural. Después pusieron de responsable de Sonsonate a Cárcamo, de pseudónimo Rolando, que era del CC del V Congreso.

Siempre ha considerado la unidad popular y de la izquierda como fundamental. Fue `por eso que junto con Marcos Salazar constituimos ANTA. Y también he trabajado con Camacho, que tenía posiciones revolucionarias y fue del Partido en Santa Ana. Luego Mauricio García me busca para constituir otra organización. Y ya vez hoy sigo trabajando de manera unitaria con Carlos Rodríguez de ANTA.

(tercera sentada, 6 de diciembre de 2006)

Te habías perdido, te voy a poner falla…Acordate que tenemos que ir a visitar a Carlos Cuchilla, conocido como Carlos Marín, que era del CC del V Congreso, que esta allá por La Cima.

El VI Congreso del PCS fue en agosto, entramos a las 7 de la mañana, sin escondernos, tranquilamente, a mi me llevo un compañero de Santa Ana de quien ya te he hablado y esta todavía vivo, el Chino Mariano, y también Carlos Quijada. Schafik dirigió el Congreso. Fue en las vacaciones de agosto porque todo el mundo estaba enfiestado y el enemigo estaba más relajado…Fue en la mueblería de Virgilio Guerra, que era miembro de la CP del PCS.

Me acuerdo que al hijo de Virgilio Guerra, que tiene su mismo nombre en los años 60 lo iban a fusilar porque lo acusaban de haber puesto una bomba en el Palacio Nacional. Chema Méndez padre lo defendió y pudo probar que era una maniobra de la Guardia Nacional para afectar a su padre. El otro acusado era Miguel Ángel Martínez.

En el Congreso se discutió intensamente sobre la situación nacional. Sobre la situación sindical, agraria, sobre ATACES, la alianza obrero-campesina, sobre la unidad popular, sobre el concepto de revolución democrática, antiimperialista y antioligárquica. En las discusiones sobresalían Carcamo, Quijano, Castro Belloso, Edito Genovez.

También se revisó la renuncia de Saúl, de Carpio, que se había ido junto con Dimas Alas, Rafael Martínez y el Peche Castro Quezada para las FPL.

El VII Congreso del PCS fue en Perulapía. La entrada fue de noche. Allí dormimos y arrancamos el día siguiente. Fue un congreso de dos días. Lo clave fue la revisión de línea, reconocer que estábamos equivocados al oponernos al uso de la violencia. Fuimos los de las comisiones Sindical, Rural y Juventud los que impulsamos el viraje. Fue un viraje por presión. Los que estaban apoltronados en la Universidad tuvieron que irse del país o entrarle a la guerra. Fue notorio el acuerdo mayoritario hacia la lucha armada.

Fíjate que en este congreso Mario Aguiñada y Dagoberto Gutiérrez le disputaron la secretaría general a Schafik. Los universitarios apoyaban a Dago. Pero los del movimiento sindical y movimiento campesino nos inclinamos por Schafik. Y ganamos. No hubo confianza en los otros dos. Allí se creo una comisión para implementar los acuerdos relativos a la construcción del ejército, así se decía, que después se le puso FAL en 1980. Eran tres: Schafik, Dagoberto Sosa (Lucio) y Merino (Ramiro).

También se discutió el impulso de la unidad revolucionaria, nuestras divergencias serias con las FPL y el ERP. Se aprobó realizar una ofensiva política por la unidad de la izquierda. En la Comisión Militar quedamos Rafael Aguiñada Deras, José Luis Merino, Rafael Benavides y mi persona. Era prioridad impulsar la unidad de las organizaciones revolucionarias. Para formar el FMLN primero se comenzó con la Dirección Revolucionaria Unificada. Y luego en octubre de 1980 surge el FMLN.

La ofensiva general de enero de 1981

A mi me toco estar en santa Ana. En el recién creado Frente Feliciano Ama. En Sonsonate y en Ahuachapan no pudimos realizar ninguna acción. La guerrilla montada arriba de Atiquizaya, en El Imposible, apenas comenzaba. Nos concentramos en Santa Ana. Junto con Rona (Runita) y Ricardo, que era el secretario general del Sindicato de la Kimberly Clark y que después lo desaparecieron. A esta altura de la unidad, había mandos separados.

Nuestro partido todavía arrastraba las cargas de ser un partido electorero y sindicalista y no estaba preparado para la guerra. Un año me costó en Santa Ana que comprendieran el viraje pero sentía que no lograba avanzar, no estábamos preparados. Considero que el lanzamiento de esta ofensiva fue un error. La ofensiva la lanzamos a las 6 de la tarde del 10 de enero de 1981.

Y la guerrilla vino apareciendo a los tres días, el 13 de enero. Durante esos tres días fuimos únicamente las FAL y el ERP los que le dimos respuesta a las bandas de paramilitares que en alrededor de 15 jeeps asolaban la ciudad causando el terror y buscando a gente organizada para matarla. A nuestra militancia le aconsejamos irse para Guatemala para escapar de la represión.

Adán Chicas era el responsable de CP para Santa Ana. Yo era el responsable como CC. Pero Adán no se presentó. Yo hice una protesta a la dirección por esta irresponsabilidad. Pero Schafik salió en defensa de Abel. Alegó que hubo órdenes cruzadas. Notaba la conducta de Adán sospechosa contra mi persona.

Sobre el diálogo y la negociación

Personalmente no estaba de acuerdo con la estrategia del diálogo y la negociación. En esto me acompañaba el Oso Belloso. Esa era una estrategia que había pegado en el Vietnam que era una guerra antiimperialista, pero en nuestro caso le veía pocas posibilidades de éxito. En realidad simpatizábamos con al estrategia planteada por Carpio de Guerra Popular Prolongada. Teníamos serias dudas sobre donde iba a conducirnos la estrategia del diálogo y la negociación. Cuando se discutió esto a nivel CC Schafik nos acusó de ser ultra izquierdistas.

Fíjate que en este período surgió la oportunidad de ir a Vietnam a estudiar el Curso de Adiestramiento Militar y no la acepte. Alfredo Acosta (Milton) y Domingo Santacruz (Eduardo) me apoyaron para ir a Vietnam.

En 1983 estando en Santa Ana fui víctima de una maniobra que al final me llevó a renunciar al Partido. Fíjate que me encargaron de organizar un equipo de inteligencia y contrainteligencia, o sea chequear lo de afuera y también lo nuestro para detectar algún infiltre. Era algo delicado. Usaba gente que llegaba a vender lotería a los cuarteles y cuerpos de seguridad.

Y logre detectar que el Negro Mario, que era el comandante de la RN, responsable de la zona occidental era informante del ejército y de los cuerpos de seguridad. En las noches lo recogían y lo llevaban al cuartel para reuniones con oficiales. Y esto explicaba el montón de capturas que sufríamos periódicamente todas las organizaciones.

Era un asunto tenebroso. Yo tenía un sobrino que estaba de alta en el cuartel y simpatizaba con el ERP, y él me informó que el General Blandón que dirigía el G-2, tenía un listado de nombres de los integrantes en Santa Ana de las FPL, la RN y el PC. Esto lo informe inmediatamente a la dirección. Por esa época catearon el local de FENASTRAS y a los que capturaron el propio Blandón los mató con una sierra eléctrica, les cortó la cabeza, los mutiló, era bestial este militar, a lo Pinochet.

Y por eso me dio cólera cuando de la dirección me mandan a decir que tuviera cuidado que no hiciera señalamientos sin tener pruebas, que ponía en peligro las relaciones con la RN, que la unidad, etc. Y el enemigo nos estaba matando. Occidente era la retaguardia del enemigo. Era un área súper controlada por la inteligencia enemiga. Teníamos infiltrados policías. Y desde entonces empecé a caer en desgracia con la dirección. Y terminaron sacándome de Santa Ana y enviándome al campamento guerrillero que había en Cinquera, Cabañas.

Me mandaron al exilio, a hacerle compañía a Benito Lara. Allí conocí al compañero Locadio, originario del lugar. A los 4 meses me envían para Guazapa. En Guazapa cometí un error y lo reconozco, con El Zarco, que lo conocía de la época del PR, recibo la orden de irme para un curso militar en Vietnam y no quise ir, desobedecí en plena guerra.

La verdad es que me sentía ya con mis años y mejor que esos viajes los aprovechara la juventud. Entonces propusieron a Adán Rosales y el fue en lugar mío. A los dos meses de estar en Guazapa el mismo Zarco me contó que de mi hablaban babosadas por no haber ido a Vietnam. Entonces le dije a Arnulfo que necesitaba salir. Y me sacaron del cerro y me fui para Santa Ana. Hable con Américo, con Santa Cruz y con Acosta y observe frialdad.

Sentía un bloqueo. A los diez días les mande a decir que iba a entrar de nuevo. Quedamos de vernos enfrente a donde quedaba la Coca Cola en Soyapango, llevaba ropa, pistola y libros. Quedamos a las 7 de la noche y eran las 9 y no llegaban. Me dejaron tirado. Tuvo que alquilar dos taxis para llevarme las cosas de regreso.

Me puse a reflexionar. Le he dado al vida a este bolado y hoy me pagan con esto. Me puse a escribir mi carta de renuncia. La carta iba dirigida a Schafik. Le señalaba que era una gran irresponsabilidad que la CP estuviera fuera y que éramos los del CC los que ejercíamos el mando. En Guazapa los responsables eran Joel y Arnulfo. Mi renuncia era irrevocable, regresaba a la base a trabajar y me atenía a las consecuencias. Mi mujer me dijo que era un error el que estaba cometiendo. Luego de la renuncia supe que incluso algún desbocado hablo de ajusticiarme. Nunca me paso nada.

Renuncie al Partido a inicios de 1984, aunque m i mujer no quería porque decía que eran muchos años los que le había dedicado. Pero yo estaba claro que había que hacerlo y lo hice. Después que el Partido me aceptó la renuncia enviaron a Pedro y a Fidel Nieto para que me saliera del MAG, para que renunciara. No les hice caso. En 1984 inicio una nueva etapa de lucha, la que asumí con la organización ACOPAI, ya fuera del Partido.

En el 86 fui a la Unión Soviética sin ser ya del Partido

Fíjate que en el año 86, para ese entonces había establecido contactos con el ERP y estaba colaborando con ellos, pude darme cuenta de que el socialismo ya estaba agonizando. Me manda llamar Carmelo, Comandante del ERP ya fallecido y me dice: necesitamos que vayas a México para que nos lleves unos proyectos. Trato de zafarme pero me presiona que lo haga y al final acepto. Llevaba un proyecto millonario. Y aprovechas para ver el mundial me dice. Aunque a mi nunca me ha llamado la atención el fútbol.

Lo que me sorprendió fue que después me llega buscar alguien del Partido para decirme que Simón mandaba a decir que de México tenía que ir a Moscú. ¿y comos se enteraron? me preguntaba. Le digo que yo ya no era del Partido. Me responde: vos ya sabés como es Simón. Te esta enviando a una reunión sindical y dice que es orden. ¡Puta! No sabía si reírme o enojarme. Si yo ya estaba fuera.

Cuando llego a México y me instaló en el Hotel ya me estaba esperando en el Lobby el Bache, que se llamaba Alberto, y me dice: aquí te tengo una nota de Simón. Y le digo: nombre si yo vengo por un asunto del ERP y luego de turista para ver el Mundial. –No jodas, y que ¿tenes dinero? – Mas o menos, le digo. –déjate algo, me dice.

Al final me enseña la nota de Schafik, que la letra no era tan buena que digamos pero la reconozco, me enviaba como jefe de delegación a una conferencia de la Federación Sindical Mundial llamada “Las luchas sindicales por la conquista del desarme nuclear y la paz mundial.“¿Jefe de delegación? -si vas a ir con la camarada Liliam. No la conocía. Una compañera complicada.

Fuimos a la conferencia y después viajamos por tres meses en trenes por toda la URSS. Es más, estuvimos cerca de Chernobyl cuando estalló esa babosada y tuvieron que desalojarnos por la radiación. El 12 de mayo pronuncie un discurso a nombre del grupo sindical latinoamericano en Tadjikistan, era el aniversario de la gran Guerra Patria contra los nazis.
(Continuara…)

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