El sur visto desde el norte

EEUU, la Unin Europea y Japn controlan el 90% de la informacin de todo el planeta. En 1980 cuatro de cada cinco mensajes provenan de la Unin Europea. La situacin es similar ahora, pero con un mayor monopolio en las nuevas tecnologas. Se da relieve a lo que interesa destacar, aunque eso no corresponda con la realidad.

Si un peridico de Yaund (Camern) quiere saber quin ha ganado las elecciones en Banghi (en la vecina Repblica Centro africana) debe enterarse a travs de las agencias France Press o Reuters, ambas europeas. Una noticia sobre lo que sucede en Ghana viaja primero a Londres antes de llegar a los diarios de Nigeria. Los sucesos de la guerra de Vietnam eran recibidos por su vecina Malasia a travs de las agencias de Londres y Nueva York.

El Sur es modelado segn los intereses del Norte. Los conflictos que conviene resaltar se colocan en el punto de mira internacional. Mientras que las guerras que libra el Sur se presentan como irracionales y violentas, las del Norte siempre son guerras humanitarias, limpias, guerras sin muertos.

La fijacin del pensamiento nico impuesto desde el Norte redunda en la concepcin de un nico mundo posible, con un nico sistema econmico viable. Con l se distorsiona la realidad del Sur y se globalizan los valores de la sociedad de mercado, con la consiguiente pasividad social. Ya lo deca el escritor francs Paul Valery: ‘la poltica es el arte de evitar que la gente tome parte en los asuntos que le conciernen’.

Frente a la situacin que difunden los medios de comunicacin, la publicidad nos seduce con otra imagen del Sur: playas paradisacas, gente amable que harn disfrutar de unas vacaciones de ensueo. El Sur es vctima de estos dos extremos que convierten su realidad en una caricatura deformada por intereses polticos y sociales.

El actual orden mundial informativo defendido por las grandes multinacionales corresponde a la teora del free flow, formulada en 1942 por el director de la agencia Associated Press, Kent Cooper. La teora propone que la informacin est en manos de empresas privadas para garantizar la libertad de informacin frente al control estatal. Durante la Guerra Fra, la defensa del free flow afectaba directamente los intereses estratgicos de EEUU. En 1945, el secretario de Estado J. Foster Dulles confes: ‘Si me obligasen a escoger un nico principio de poltica exterior cogera la libre circulacin de informacin’.

En 1980 la UNESCO quiso variar ese imperialismo informativo. Elabor el Informe Mac Bride bajo el ttulo: ‘Un solo mundo, voces mltiples’. La informacin no era mercanca, sino un bien social. Se apostaba por una mayor participacin de las ONG, sindicatos y universidades de los medios de comunicacin. EEUU, junto a Gran Bretaa y Singapur, acusaron a la UNESCO de querer restringir la libertad de prensa y la iniciativa privada, y de predicar consignas prosoviticas. Era un aviso claro: estaban en juego no slo los beneficios comerciales, sino los intereses polticos de la superpotencia.

En estos veinte aos, despus de aquel intento de democratizar la informacin, las fusiones entre las empresas de comunicacin y el poder de las nuevas tecnologas ha incentivado la marginacin del Sur. Internet ha posibilitado la creacin de redes alternativas, pero tambin ha propiciado la desigualdad. El 20% ms rico de la poblacin acapara el 93% de los accesos a Internet, frente al 20% ms pobre, que accede al 0,20% de las lneas.

Los retos de informacin deben convertir a la sociedad civil en protagonista del proceso informativo para estimular el mestizaje y preservar la diversidad de las culturas. La informacin no debe ser un arma contra los pueblos del Sur, sino una proyeccin de las necesidades de sus pueblos. Todos ellos tienen derecho a ser escuchados.

Cifras

– Los pases pobres, donde vive el 75% de la humanidad, controlan slo el 30% de la produccin de peridicos.
EEUU, La Unin Europea y Japn controlan el 90% de la informacin de todo el planeta.
– De las primeras 300 empresas de informacin, 144 son de Estados Unos, 80 de la Unin Europea y 49 de Japn.

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