El tratamiento de la violencia…

El tratamiento de la violencia en las obras de losclásicos del Marxismo- Leninismo e importantespensadores cubanos
Iris Laureiro Ramírez
Universidad “Martha Abreu” Villa Clara.
Profesora de Historia de la Filosofía.irisl@sociales.uclv.cu

La problemática de la violencia cobra actualidad en este mundo de principios de siglo, en el cual las grandes potencias imponen desde su poder por la fuerza de las armas su cultura. Siendo la violencia aldecir de algunos autores el primer problema que enfrentará la humanidad en el siglo XXI, poniendo ala orden del día la necesidad de una cultura de paz. El concepto cultura de paz implica el conocimiento de su contrario: violencia y su manifestación en elplano socio – histórico, la guerra.Ideas esenciales:La violencia como medio, en dependencia del desarrollo social que implica el uso de la fuerza en lasrelaciones sociales en el nivel macrosocial.La necesidad de la paz como única forma de viabilizar el progreso social.La unidad marxista y martiana de la concepción de la guerra, tesis esenciales:La concepción leninista de guerras justas e injustas (connotación clasista del fenómeno de la guerra).

La concepción martiana de la guerra necesaria (condicionamiento histórico – concreto en Cuba).La concepción revolucionaria expresada en el pensamiento de Fidel Castro de que: “Preparándonospara la guerra, garantizamos la paz “y” la guerra de todo el pueblo”.La necesidad de una educación para la paz como educación para el conflicto, hecho inevitable ante elcual se requiere una regulación positiva.Engels, critica la concepción de Duhring acerca de la violencia como la maldad absoluta, sin tener encuenta el papel muy distinto que desempeña la violencia en la Historia, un papel revolucionario,retoma las palabras de Marx en “El Capital” (capítulo XXIV, 1973):“La violencia es la comadrona de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva”Y agrega “… de instrumento por medio del cual vence el movimiento social y saltan hechas añicos lasformas políticas” (Engels, 1978, pág. 189).Coincidiendo con el análisis que hacen ambos pensadores en su obra conjunta “La ideologíaAlemana” donde tratan la violencia como medio de lucha de los obreros contra la burguesía, comofuerza motriz de la historia. Coinciden en afirmar el condicionamiento de la violencia por la situacióneconómica, que es la que tiene que dotarlas de los medios necesarios, al respecto Engels (1978, pág.191) pregunta:1III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez
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“ ¿Dónde reside precisamente lo primario de la propia violencia? Reside en el poder económico, en laposibilidad de disponer de los recursos de poder de la gran industria.”Al respecto, Lenin en su artículo: “La victoria de los demócratas constitucionalistas y las tareas delpartido obrero” plantea:“ … Sin emplear la violencia contra quienes la ejercen y detentan los instrumentos y órganos de poder,no es posible liberar al pueblo de sus opresores”. (Tomo IX; Pág. 322).Lenin reconoce la necesidad de la violencia revolucionaria y reniega de quien habla de la violenciasin distinguir las condiciones que diferencian la violencia reaccionaria de la revolucionaria,condiciones que son expuestas en la política, las cuales permiten el reconocimiento de la aplicaciónde la violencia y sus manifestaciones, en la guerra, que para él “… es la continuación de la política porotros medios (violentos precisamente)” (Lenin, 1985, Tomo XVII, pág. 104).Esta tesis fundamental de la dialéctica aplicada a las guerras es la que permite, utilizando las palabrasde Lenin, determinar el carácter justo e injusto de las mismas. En sus tres tesis del “Informe sobre lademocracia burguesa y la dictadura del proletariado” planteó en cuanto al papel de la violencia en lahistoria:“La historia enseña que ninguna clase oprimida llegó ni pudo llegar a dominar sin un período dedictadura, es decir, sin conquistar el poder político y aplastar por la fuerza la resistencia másdesesperada y más rabiosa que, sin detenerse ante ningún crimen, siempre han opuesto losexplotadores”. (Lenin, 1985, Tomo X. Pág. 510).Considera que es imposible ponerse a salvo de las calamidades de la guerra sin derrocar a losgobiernos y a la burguesía de cada país beligerante.“Utilizar la guerra para precipitar el hundimiento del capitalismo” (Lenin, 1985, Tomo X. Pág. 194).Y llegaba a la conclusión de que las guerras no podrán suprimirse mientras exista la dominación declase:“Toda guerra reemplaza el derecho con la violencia” (Obra citada, pág. 73).En cuanto a su actitud ante la guerra, Lenin reflexiona en su obra “Los sudenkun rusos” acerca delmétodo de Marx en el análisis de este fenómeno:“ (…) Tener en cuenta el contenido objetivo del proceso histórico en el momento concreto dado y enla situación concreta dada a fin de comprender, ante todo el movimiento de qué clase es el principalresorte de un posible progreso en esa situación concreta”.Destaca su carácter inevitable en determinadas circunstancias; sin embargo advierte la existencia decondiciones que no permiten el uso de la violencia revolucionaria, tesis esta de gran actualidad,siendo la misma necesaria y útil en determinados momentos y en otras no puede dar ningún resultado.Alerta acerca de la necesidad de estudiar la política de aquellos grupos beligerantes para sólo asídeterminar el carácter justo o injusto de la guerra. Correspondió a Lenin demostrar la existencia de laguerra justa, cuando se desarrolla la Primera Guerra Mundial, lo cual daba al traste con sus propósitosdentro de la clase obrera, por lo que critica la violencia de forma general.Define las guerras injustas como aquellas que son emprendidas en beneficio de intereses de gruposprivilegiados, para satisfacer los apetitos de una banda de salteadores para alcanzar fines de lucrocapitalista, se libran por el interés egoísta de un puñado de gobernantes y explotadores, paraenriquecer a estas clases, exigen sacrificios, dilapidan recursos, arrastran a la población adesesperados levantamientos y a la muerte por hambre.2III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez
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Desde la Segunda Internacional Lenin critica la teoría burguesa de la guerra defensiva o la defensa dela patria por las grandes potencias en la lucha por conquistar el mundo, mercados y esferas deinfluencia por sojuzgar a otros pueblos.“La defensa de la patria es una mentira en la guerra imperialista, pero no es de ninguna manera unamentira en una guerra democrática y revolucionaria” (Lenin, Tomo XXX, Pág. 4).Las guerras justas, legítimas, son dirigidas contra los opresores y esclavizadores del pueblo.Considera la revolución una guerra, la única legítima, legal, justa y realmente grande, se llevan a caboen interés de las masas contra el abuso y la violencia:“A la guerra burguesa imperialista, a la guerra del capitalismo altamente desarrollado puedeobjetivamente contraponerse sólo una guerra civil, por el poder entre el proletariado y la burguesía”.(Lenin, obra citada, Tomo XXX, pág. 11)Las guerras justas son guerras defensivas. En su obra “El programa militar de la revoluciónproletaria”, Lenin plantea dos tipos de guerra: La insurrección y la guerra nacional revolucionaria.Para la clase revolucionaria las guerras civiles son legítimas, progresivas y necesarias, pese a quereconoce que ha habido en el curso de la historia muchas guerras que han provocado horrores,ferocidades, calamidades y sufrimientos y sin embargo fueron progresivas, es decir, favorecieron elprogreso del género humano, al respecto señala:“Las guerras nacionales contra las potencias imperialistas no sólo son posibles y probables, sinotambién inevitables y progresistas, revolucionarias, aunque claro está, para que tengan éxito esimprescindible aunar los esfuerzos de un inmenso número de habitantes de los países oprimidos o quese dé una conjugación especialmente favorable de los factores que caracterizan la situacióninternacional”. (Obra citada pág.329).Reconoce la importancia de un período de paz que permita organizar la revolución para después quela clase obrera conquiste el poder, sea la única capaz de aplicar una política de paz efectiva y no depalabra.“La violencia revolucionaria y la dictadura son cosas excelentes si se aplican cuando se debe y contraquien se debe. Pero no se pueden emplear en el terreno de la organización”. (Lenin, Obra citada, pág.158).Aunque con su enfoque dialéctico característico y en circunstancias diferentes califica el pacifismo yla prédica abstracta de la paz como una de las formas de embaucar a la clase obrera.La condición para la paz internacional es la eliminación de los roces nacionales, que cada pueblo seaindependiente, obtenga la libertad y la posibilidad de decidir por su cuenta si desea constituirse enestado independiente o formar parte de cualquier otro. Palabras proféticas en este mundo donde losconflictos locales se convierten en conflagraciones regionales y amenazan convertirse en mundialesamenazando la paz mundial.Para el desarrollo de esta temática se han tenido en cuenta cuatro tesis fundamentales queindependientemente de las diferencias desde el punto de vista contextual, así como de sus autoresdemuestran la necesidad del uso de la violencia en condiciones concretas, así como la distinción de laviolencia reaccionaria1 – La concepción leninista de guerras justas e injustas, ya analizadas y que expresan la profundaconnotación clasista del fenómeno de las guerras.2 – La concepción martiana de la guerra necesaria3 – La concepción revolucionaria expresada en el pensamiento de los líderes de la Revolución cubana.3III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez
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Una de las tesis que evidencia la unidad marxista y martiana en los temas tratados es su concepción dela guerra necesaria en las condiciones concretas de Cuba, a partir del dominio que tenía de la realidadcubana. Cinco factores condicionan su comprensión acerca de la necesidad de la lucha armada contrael coloniaje español como vía para lograr la independencia:1. – Influencia de los pensadores de la primera mitad del siglo XIX y sus concepcionesindependentistas.2. – El análisis de la experiencia de la guerra de los 10 años.3. – La lucha en el plano práctico y de las ideas contra el autonomismo.4. – Análisis de las condiciones concretas de Cuba.5. – Su propia formación académica y política con un profundo contenido ético.Martí se caracterizó como un hombre incapaz de odiar, amante de la paz, la libertad y de las formasmás sublimes de expresión del amor entre los hombres, el convencimiento. Sin embargo es el propioMartí quien nos revela al hombre como una fiera educada, allí donde el hombre es más animal, loremite a la incivilización y la barbarie.“El hombre, en verdad, no es más, cuanto más es, que una fiera educada. Eternamente igual a sípropio, ya siga desnudo a Caín, ya asista con casaca galoneada a la inauguración de la estatua de lalibertad, si en lo esencial suyo no cambia, cambia mejor y mejor con el conocimiento de los objetosde la vida y de sus relaciones” (Martí, 1983, pág. 74).Considera que el hombre es una fiera dormida que lleva en sí todo el mundo animal al cual esnecesario poner riendas, sólo que lo considera una fiera admirable pues le es dado llevar sus propiasriendas.En esta concepción del hombre como fiera se manifiesta su conocimiento acerca de la determinaciónbiológica del hombre en correspondencia con las concepciones biologicistas de su tiempo, sinreducirse a ellas, pues destaca su carácter bíosocial en franca coincidencia con las concepciones delMarxismo, como unidad de lo material, natural e innato con lo espiritual, superior y adquiridomediante las relaciones sociales y en este sentido se refiere a la educación, al trabajo y a las relacionessociales como medio para que cree y no destruya y reitera:“Todos los crímenes, todas las brutalidades, todas las vilezas están en germen en el hombre máshonrado. Lo más vil o bestial ha aparecido en algún instante posible o deseable al alma más limpia”(Martí, Obra citada, Tomo XI, Pág. 478).Para Martí la guerra es una de las semejanzas del hombre con la fiera y sin embargo en un momento laconsideró necesaria, justa e inevitable, Las condiciones concretas de Cuba hicieron que nuestroapóstol se propusiera preparar a los cubanos de “adentro y de afuera” a desatar esa agresividad,porque sólo de esta manera se establecerían después las condiciones de paz que permitieran elprogreso. Esta aparente contradicción entre su tendencia a la paz y al amor y su decisión por la guerraqueda muy bien aclarada en la siguiente cita:“Es criminal quien promueve en un país la guerra que se le puede evitar; y quien deja de promover laguerra inevitable. Es criminal quien ve ir al país a un conflicto que la provocación fomenta y ladesesperación favorece, y no prepara, o ayuda a preparar el país para el conflicto”. (Martí, Tomo I.Pág. 315).4III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez
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La necesidad de preparar para el conflicto ya había sido expuesta por nuestro héroe nacional en lascondiciones del conflicto con España. Las condiciones coloniales impuestas por España a Cuba, los10 años de guerra en que se había sumido al país, el riesgo contra la dignidad y la libertad que traíaaparejada el mantenimiento de la situación, no dejaban otro camino que la guerra necesaria y hacíavotosAunque consciente de los horrores de la propia guerra, la consideró necesaria, justa y enaltecedora delos sentimientos de los hombres y en este sentido no tiene ambigüedades de ningún tipo. Al decir deMiguel Limia(1998, Pág. 54) “…es profundamente humanista y dialéctica”“La guerra es allá en el fondo de los corazones, allá en las horas en que la vida pesa menos que laignominia en que se arrastra, la forma más bella y respetable del sacrificio humano”. (Martí, tomo I,pág. 316).En un análisis más profundo del carácter de las guerras se revelan elementos positivos siempre queesta sea justa y no se reduzca a hechos violentos entre dos bandos, sólo la necesaria en aras del biencomún.“La guerra no se puede desear, por su horror y desdicha, aunque un observador atento no puededesconocer que la guerra fomenta en vez de mermar, la bondad y justicia entre los hombres, y queestos adquieren, en los oficios diarios y sublimes del combate, tal conocimiento de las fuerzasnaturales y modo de servirse de ellas, tal práctica de unión, y tal poder de improvisación que en unpueblo nuevo y heterogéneo sobre todo, los beneficios de la guerra, por el desarrollo y unificación delcarácter del país y de los modos de emplearlo, son mayores que el desastre parcial, por la destrucciónde la riqueza reparable y la viudez de las familias”. (Martí. Tomo II, pág. 61).Resulta la guerra necesaria para su principal organizador y artífice una guerra en que la unidad y vigorindispensables la convertirían en una guerra culta, sana en el entusiasmo de los cubanos, la confianzade los españoles y la amistad del mundo, en unión con la mayor cantidad de elementos amigos,incluidos los propios españoles siempre y cuando respetaran nuestro derecho a la libertad, como unservicio al país, movida por el propósito de poner en manos del país agradecido de antemano laslibertades públicas. Se manifiesta asimismo contrario a convertir a la guerra en una aventura personalo en una empresa privada.Independientemente de su proyecto final de paz en la república, comprendió que los métodosutilizados por el movimiento autonomista en las condiciones concretas de nuestro país eran renunciara la violencia mediante una paz onerosa, que no traería definitivamente la verdadera paz con libertad,pues con la agitación que involuntariamente provocó resultan dos lecciones que tendrán que admitir yque es útil a la patria…” una es la prueba evidente de que el país conserva entera el alma heroica queprefiere los peligros del valor a las vergüenzas de la paz”. (Martí. Tomo I. Pág. 333).Esta concepción de la paz con dignidad, sin renunciar a los principios se reitera:“Cuba no puede satisfacerse ni vivir en paz hasta que su gobierno sea en realidad de los cubanos”.(Martí. Tomo III. Pág. 79).La continuación de la revolución no podía ser la continuación de los métodos y el espíritu de laautonomía, era necesario cambiar, era entonces, la guerra, al decir de Lenin, la continuación de lapolítica por otros medios, un nuevo procedimiento, como dijera Martí:“La guerra es un procedimiento político, y este procedimiento de la guerra es conveniente en Cuba,porque con ella se resolverá definitivamente una situación que mantiene y continuará manteniendoperturbado el temor de ella; ya pobres y desacreditados entre los suyos, con los hijos del país, amigosnaturales de la libertad, triunfará la libertad indispensable al logro y disfrute del bienestar legítimo…”Martí. Obra citada. Pág.333).5III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI
Unido a su reconocimiento de la guerra necesaria en contraposición a los métodos autonomistas estáexplícito un objetivo final de instaurar en la república la paz verdadera, haciéndose esta guerra paraevitar otras, “con todos y para el bien de todos”.”…en quien no quiere para su tierra remedos de tierra ajena ni república de antifaz, sino el ordenseguro y la paz equitativa, por el pleno respeto al ejercicio legítimo de toda el alma cubana” (Martí,obra citada, tomo IV, pág. 293).La guerra, lejos de ser sólo una semejanza del ser hombre con la fiera, un volver a la incivilización yla barbarie, una mera muestra de agresividad y violencia, sería entonces una vía para la libertad, la pazy el progreso social:“La guerra vendría a ser, en vez de un retardo de su civilización, un período nuevo de la amalgamaindispensable para juntar sus factores diversos en una república segura y útil”. (Martí. Obra citada.Pág. 317).Para Miguel Limia punto de vista con el que coincidimos: “La guerra popular no aparece como laopción preferida o libremente asumida por los patriotas, sino en tanto una imposición del sistemacolonial, como una muestra de la falta de libertad, de acceso a los medios de regulación política de lavida de la sociedad”. O sea, como una respuesta al fracaso de cualquier intento de solucionar elconflicto por medios políticos pacíficos.Esta concepción de la guerra no excluye, sino presupone el amor como principio en las relacionesentre los hombres, su fe en el hombre, en el mejoramiento humano, en la utilidad de la virtud, sucarácter pacífico, sin expresar sentimientos de odio, rencor, amante de la paz, y refiriéndose al pueblocubano dijo en su discurso: La oración de Tampa y Cayo Hueso:“ Fue que un pueblo en que el exceso de odio ha hecho más viva que en pueblo alguno la necesidaddel amor, entiende y proclama que por el amor, sincero y continuo, han de resolverse, y si no, no sehan de resolver, los problemas que ha anudado el odio”. (Martí. Ob. Citada. Tomo 4. Pág. 293).“El amor en Martí no es un medio para justificar la opresión, sino para luchar contra ella” (Limia,1998, pág. 54).Este autor valora a Martí de la siguiente forma:“No es un pacifista ni un cultor de la violencia, pero es partidario de emplear esta última en pro de laliberación y dignificación del hombre”.Estas ideas tuvieron continuidad y concreción en el período revolucionario iniciado en 1959.Concepciones marxistas y martianas de Fidel y Raúl Castro.Las condiciones en las cuales triunfó la revolución cubana del 59 le ha impuesto la necesidad deprepararse para su defensa independientemente del estado de paz que ha permitido el progreso social.“La necesidad de poseer una poderosa defensa no es un gusto un capricho de la revolución, es unanecesidad que nos impone el enemigo imperialista.”(Fidel, 1991, pág. 23). “Cuando un país como el nuestro hace una revolución a 90 millas de EE.UU, cuando un enemigopoderoso como el imperialismo yanqui le declara el propósito de aplastarlo, cuando un país como elnuestro ha recibido tantas lecciones acerca del carácter agresivo y criminal de ese imperialismo, tieneque ser verdaderamente un pueblo de todos trabajadores, de todos soldados, y de todos estudiantes,hombres y mujeres.”(Obra cit, pág. 42). Esta necesidad de prepararnos para la defensa impone ademásque sea de todo el pueblo, y no solo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, considera nuestromáximo líder que no tiene derecho a existir un país desarmado e inepto para defenderse.6III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez
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“… Cuando esos privilegios desaparecen, cuando las clases marchan hacia su desaparición entonces eldisponer de las armas, saberlas emplear, saberlas usar, debe ser un conocimiento común de todos losciudadanos.”(Obra citada pág. 43).Para los países socialistas armarse es una amarga necesidad, costosa necesidad que se realiza sinvacilación alguna, puesto que no tienen otra alternativa, la revolución cubana toma todas las medidasde orden nacional e internacional para defenderse, para resistir.“Porque cada día que ha pasado, cada semana, cada mes nos ha hecho más fuertes, las amenazascontra nuestro país han tenido la virtud de multiplicar mis fuerzas(…), se han profundizado lasconcepciones, se ha llegado a criterios muy avanzados relacionados con la defensa que han recogidolas mejores experiencias de las últimas décadas en el mundo y que, realmente ha permitido undesarrollo de nuestro potencial defensivo basado en la participación de todo el pueblo.” (Obra citada.Pág. 83)Fidel en su posición ante la guerra reconoce que en determinadas condiciones esta es ineluctable y ensus reflexiones sobre este tema retoma la clasificación de Lenin sobre las guerras justas e injustas,conocedor de la guerra comprende los sacrificios que la guerra impone, el luto que encierra y quenadie puede amarla, sin embargo en caso de una agresión imperialista ha planteado como Bolívardeclararle la guerra a muerte al enemigo.Independientemente de las calamidades que encierra la guerra, de las consecuencias que trae para elprogreso social, reconoce la defensa de la patria como elemento esencial así sea por la violencia comocontinuación de la política, porque siempre que sea una guerra justa sus resultados permitirán unainfluencia positiva:“Porque dígase lo que se diga, a partir de Girón todos los pueblos de América fueron un poco máslibres.”(Fidel, 1991, pág. 302)Esta actitud es asumida en cuanto la defensa de la patria en caso de ser agredida pero la políticacubana es diferente, donde se quiere preservar la paz y se asume con responsabilidad todo lo que sepueda hacer por el logro de una distensión en el ámbito internacional.“Nuestra política es de respeto a las normas internacionales de paz.”(Fidel, 1991, pág. 310) (…)”quiero decir con esto que lo que esté en nuestras manos para hacer contribuir a la distensióninternacional, a un clima de paz lo haremos…” (Obra cit, pág. 315)Pero la defensa no solo se desarrolla para enfrentar una agresión sino también para evitarla, y no seprueba solo en la guerra sino en la paz y preservar la paz siempre será una victoria.La actuación de la Revolución desde la Sierra Maestra y las primeras leyes revolucionarias ha sido:- La más estrecha solidaridad con los pueblos democráticos del continente y ofrecerles protección alos perseguidos por sangrientas tiranías.- Una actitud de rechazo a la crueldad presente en nuestra historia- Se reitera la idea martiana del rechazo en la guerra a los ejércitos que asesinan a sus prisioneros.Fidel Castro plantea que…”el militar de honor no asesina al prisionero indefenso después delcombate sino que lo respeta, no remata al herido sino que lo ayuda, impide el crimen”. (obracitada, pág. 12).En la actualidad, la guerra como continuación de la política, no constituye una opción, sino la opciónde las potencias imperialistas para resolver sus problemas internos y externos, es la forma explicita dela generación del ser humano y del capitalismo como sistema, por lo que se impone la necesidad dedesterrarla con una cultura de paz.
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