Entrevista con Dr. Fabio Castillo Figueroa

SAN SALVADOR, 10 de junio de 2005 (SIEP) El Dr. Fabio Castillo Figueroa es en El Salvador una persona símbolo de rebeldía y resistencia, de compromiso con la justicia y la verdad, con la ciencia y la democracia. La entrevista la realizamos en su casa en la Colonia Flor Blanca, de hablar pausado y firme, grabados de El Tikal adornan el comedor. 84 años al servicio de los intereses populares, inclaudicable, con la dignidad en su semblante de intelectual de izquierda.

La entrevista la inicia Juanita Martínez Moran: Farid Handal siempre llevaba un burro a las demostraciones del PAR y lo ponía en el parque y llamaba a que fueramos a sobarle el lomo a la bestia.

Por correo nos contaron que cuando estaba (Julio Adalberto) Rivera de presidente, en repudio contra los militares, nadie aceptaba participar en sus elecciones, y es cuando los estudiantes universitarios con mucho ingenio acordaron participar y el gobierno sorprendido los felicito, les agradeció el gesto y se comprometió a darles facilidades. Los estudiantes anunciaron que ya tenan candidato y que era el mejor y se creo una gran expectativa sobre su identidad.

Se anunció el día de la presentación y mucha gente llegó al Parque Libertad a verlo. La gente aplauda esperando ver al candidato. Y los estudiantes llevaron al candidato en un furgón cerrado. Y lo abren…y resulta que el candidato es un burro vestido de uniforme militar, hasta con quepis. Y el burro rebuznó y los estudiantes explicaron: nuestro candidato ha hablado.

Yo viva en la calle Arce y contiguo a la casa nuestra vivan los Alcaine. Un día Nena Wright estaba visitando a sus tías y mientras Juan Wright y yo estabamos jugando de saltar, ya grandes jugábamos de saltar cuando entró Fabio y Nena me lo presentó y nos conocimos, él era estudiantes de Medicina, vivía en la 9na. Avenida, cerca del Hospital Rosales. En ese entonces la Calle Arce estaba dividida en dos carriles y en medio habían árboles. San salvador era tranquilo.

Tuvimos una amistad muy larga. Siempre hemos sido amigos y lo seguimos siendo aún despus de 57 años de casados. Somos muy amigos. Antes de ser mi novio, él llegaba y salíamos, platicábamos como amigos. Somos seis: tres hermanos y tres hermanas. Sobrevive la mayor, ya tiene 96 años, vive aquí cerca. En 1948 nos casamos y salimos del país. Estuvimos en Nueva York, Paris, Ginebra, después en Galveston, USA. Luego en Guatemala, otra vez en Nueva York, después Filadelfia.

Nos confiesa sobre la militancia del Dr. Castillo. Al conocerlo, ya tenía esas inquietudes.

Habla el Dr. Castillo:

El hermano Anacleto Kurtz

Hubo un hermano de origen aleman, de nombre Anacleto Kurtz que era el director del Liceo salvadoreo, muy sensible, con muchas cualidades, incluida la de inducirnos a viajar por el país para dar charlas y conferencias de carácter científico. Yo conoci mucho el país. Este hermano marista tuvo esa cualidad de inducirnos a hablar con la gente, a compartir…Hablábamos sobre diversos temas de carácter científico popular. El compraba proyecciones sobre temas científicos y a la gente le interesaba. Puedo decir que allí aprend a conocer la miseria del pueblo. Cuando dabamos las charlas científicas siempre teníamos un público numeroso de mujeres, ancianos, personas religiosas que llegaban a escuchar sobre el firmamento y otros temas. El nos indujo a la lectura, a leer poesía, a disfrutar de la lectura…

El papel del deporte

Otra poderosa influencia fue el carácter popular y cientçifico del deporte. El equipo nuestro de basquetbol fue muy buen equipo y ganabamos torneos en Guatemala y Costa Rica. Nos dedicabamos al deporte. Nuestro equipo se formó en secundaria y continuamos en la UES. Fue un equipo con mentalidad popular. Combinabamos el deporte con el estudio. Y siempre el equipo era excelente, ganabamos. Y además dabamos charlas de carácter social y poltico.

En Costa Rica nos relacionamos con la sociedad costarricense. Explicábamos la situación política de El Salvador. No obstante que unos amigos de funcionarios diplomáticos nos habían advertido que llegbamos en un mal momento porque había estado antes un equipo de ftbol que se portó mal, todo nos resultó bien. Nos hicimos amigos de nuestros adversarios, aunque les ganabamos en plan de juego. Tuvimos un principio de juego: jamás protestar contra decisiones del arbitro. Costa Rica era un país muy democrático y la sociedad se hizo muy amiga de nosotros. Dimos conferencias políticas a Costa Rica democrática sobre la dictadura del general Maximiliano Hernndez Martínez.

En Costa Rica nuestro grupo generó interés porque además de jugar visitabamos a personajes públicos. Eramos un equipo de bsquetbol interesado en lo social. Visitamos a Don Joaquin Garca Monje, que publicaba el periódico La Tribuna Centroamericana. A Costa Rica nos invitaron por tres años consecutivos.

La entrevista con Martínez

Una vez fue a pedirle cita al presidente Martínez para solicitarle un donativo al equipo, para un gimnasio, y Martínez me da la cita, ibamos a pedirle un terreno para una cancha de basquet, y le informó y me pregunta como se llama el equipo y le digo: Universitario Independiente y me dice: por qué independiente? Y le respondo: porque la U perdió la autonomía cuando el gobierno la ocupó militarmente. Al oir esto me dice: termina la visita. Y no nos dio nada. Fue la única vez que lo vi.

En esa poca AGEUS estaba cancelada y a nosotros el prestigio deportivo nos permitía hablar. En nuestro grupo habían basketbolistas y otros que no lo eran pero también participaban. Era un equipo de estudiantes de distintas facultades y de gente que no jugaba. El grupo deportivo se fue uniendo y transformando en un equipo político-deportivo. Entre sus integrantes estaba Reynaldo Galindo Pohl, que estudiaba derecho y Manuel Antonio Ramírez. El grupo nuestro se ocupó de estar haciendo análisis polticos durante varios años…

Esto creo una base política para que el equipo participara en política seria. Y se concibió la idea de la huelga, del uso de un movimiento no armado de carácter popular, le permitió concebir un movimiento pacífico no armado, en el momento más oportuno del 44 a partir de una base deportiva. El grupo se fue formando y adquiriendo experiencia. Se discutía mucho lo que había pasado en el 32, en el año 40 y 41.

El equipo fue capaz de formarse un criterio en relación con la dictadura salvadoreña. El grupo fue capaz de analizar el discurso que Maximiliano Hernández Martínez dirigido a la nación cuando inauguró el puente sobre el río Lempa y mencionó que el país iba a tener que entrar a examinar la cuestión política y social. E hizo referencia a la necesidad de cambios económicos y sociales. Y la oligarquía le puso mucha atención a este discurso, entendieron que Martínez estaba pensando en reformas sociales, se preocuparon. Este discurso le causó daño a Martínez. La oligarquía se puso alerta, advirtió que el dictador podía estar pensando en reformas sociales.

El 2 de abril de 1944

Nosotros como equipo no estabamos vinculados a partidos polticos. Estaba El Salvador sumergido en un bao de sangre. Otros sectores nos buscaron y tambin nosotros buscamos la participacin. Esto hizo que al empezar el movimiento la oligarqua se acerc a darnos dinero y lo aceptamos. El mentor de la oligarqua cafetalera, Agustn Alfaro Mora, financiaba al partido del Dr. Arturo Romero. Hice el contacto debido a que era estudiante de medicina y el Dr. Romero, mdico de formacin europea, nos incorporo a su grupo. Agustn Alfaro era el nexo con la organizacin poltica de Arturo Romero, quien organiz el 2 de abril.

El 2 de abril participe en la toma de la radiodifusora YSP. El grupo nuestro no participo. Tenamos un plan independiente para capturar a Maximiliano Hernndez Martnez cuando viajara en su vehculo, una camioneta de madera, a Los Planes de Renderos. Ya le habamos dado seguimiento por algun tiempo. Lamentablemente el plan para capturarlo no se pudo hacer. Fue otro grupo el que hizo la toma de la radio el 2 de abril. Anunci que haba un levantamiento y mencion los cuarteles insurreccionados. As como que la Guardia Nacional y Polica Nacional seguan fieles al dictador.

El padre Mario Casariego estaba en La Libertad y oy la informacin por la radio, la capt y fue a buscar a su rancho a Maximiliano Hernndez Martnez y le entreg esta valiosa informacin. El pudo planificar su regreso y como retomar el gobierno. Monseor Casariego se fue adelante y logr apoderarse de la voluntad de los cuarteles levantados en contra del dictador. El dictador prometi respetar la vida de quienes se rindieran y no cumpli su palabra. Todos fueron fusilados.

Hay que sealar sobre Monseor Casariego que l reciba a los estudiantes en la Correccional de Menores, y luego les ayudaba a entrar en la Escuela Militar, y as consegua apoyo para el dictador. Casariego logr infiltrar al grupo que iba a detener al dictador cuando este regresara de la Libertad. Me invente el nombre de la persona que estaba al mando, le puse Marroqun, y este despus me busco y me corrigi sobre su verdadero nombre.

Mario Casariego fue al encuentro de este pelotn y se encontr con que este era comandado por un estudiante de la Correccional de Menores, Casariego lo abordo: qu estas haciendo? padre..estoy cumpliendo con mi deber. Realmente debera darte vergenza, eres un traidor, le estas fallando a quine te dio educacin, a quien te permiti entrar a la escuela Militar y graduarte! Lo convenci y esto permiti que Martnez siguiera su camino y entrara a San Salvador y se dirigiera a la Guardia Nacional y luego a la Polica Nacional. Martnez a los alzados, no los perdon, los fusil a todos.

El Comit secreto de lucha contra el dictador

Luego que concluy la Semana Santa del 44 los del grupo estudiantil nos reunimos en La Rotonda, eramos unos cuarenta o cincuenta, y tomamos importantes acuerdos: el primero que los estudiantes declarbamos una huelga indefinida, y el segundo, nombrar lo que se llam el Comit Secretoque era un grupo de estudiantes encargados de nombrar a otro grupo conservando el secreto de sus nombres y luego desaparecer. Formamos parte del designado Comit Secreto los estudiantes Jorge Bustamante (Medicina), Reynaldo Galindo Pohl (derecho) y este servidor.

Fuimos designados como los responsables de dirigir la lucha contra la dictadura, y no tenamos la menor idea de que hacer. Empezaron los fusilamientos y no sabamos que hacer. La primera medida que tomamos fue nombrarme para ir a buscar al Dr. Arturo Romero, que ya estaba capturado y se encontraba en el Hospital de San Miguel, gravemente herido, con un machetazo en plena cara. Ya antes haba trabajado con el Dr. Romero, el nos hizo participes de sus planes. Con una gabacha de mdico viajo en tren desde San Salvador hacia San Miguel. En el tren me fui pensando en lo que iba a hacer. Y logre entender una verdad: reconocer que la actitud contra el dictador era uniforme en todo el pas. Me preguntaba: cmo podamos usar esta unidad nacional?

Lleg al Hospital de San Miguel, solo, con gabacha de mdico, no tuve dificultades para encontrarlo y le habl en francs. (Mi familia, mi pap y mi mam viaj a Francia para salvar a mi hermana que tuvo un accidente con la corriente elctrica y esto me permiti aprender francs.) Pudimos conversar en francs. El haba estudiado en Francia. Le explique la idea que tenamos para rescatarlo. Romero acept. Estaba enjuiciado y condenado a muerte. Acept el plan, no tena otra alternativa. De haber realizado este plan no solo el hubiera muerto fusilado sino todos nosotros, ya que el plan consista en doblegar a los 3 o 4 guardias que lo cuidaban y escapar. Segu meditando. El plan era absurdo. Regrese a San Salvador a informar al Comit Secreto que Romero haba aceptado. De haber realizado este rescate de seguro no estara contndole esta historia.

En realidad no sabamos que hacer. Sabamos que todo el pas estaba en contra del dictador, haba unidad nacional. Pro cmo usarla? Seguimos hablando, meditando. Qu podamos hacer? Un da, mientras discutamos , reflexionando en como utilizar la unidad de todo el pas contra el dictador, propongo la organizacin de paralizar el pas, todo el pas paralizado. Reflexionando llegue a la conclusin siguiente: paralizar el pas mediante una huelga de toda la poblacin.

Al proponerlo, Reynaldo me dice: ests loco, Fabio! Ese hombre nos mata a todos. Le respondo: no va a poder matarnos porque no nos va a encontrar! No andamos haciendo nada. Aceptaron la idea. Y se acord la organizacin nacional de la huelga. Ya antes habamos visitado al Sr. Palacios de la Imprenta Palacios. Cuando llegamos el despidi a todos sus empleados y nos asegur que l poda imprimir lo que quisiramos con tal le pagramos. Aceptamos y empezamos a publicar. No cobraba ni mucho para el riesgo que corra.

En ese momento, el Comit Secreto tena fondos. Empez a correr el dinero de la oligarqua contra el dictador. Orlando de Sola, el mdico, el pap del actual, me busc. Y me entregaba dinero y en la primera entrega le di un recibo y me lo devolvi dicindome : no, nada de recibos y ni se le ocurra mencionar mi nombre. Eran cantidades grandes de dinero, billetes de 100 colones de aquel tiempo.

El Comit Secreto tuvo fondos. Hicimos propaganda, lanzamos hojas sueltas. El Comit Secreto las firmaba. La gente era muy cuidadosa, imprimamos 40 0 50 ejemplares y en cuanto empezaban a salir las secretarias en los bancos y oficinas reproducan las hojas sueltas y las ordenes eran atendidas inmediatamente. Haba un apoyo popular generalizado.

No tenamos idea de que hacer y surgan los caminos. Nos reunamos en una casa de dos plantas propiedad de la familia Wright, de Doa teresa Wright, esposa del viejo Juan Wright, dueo de la hacienda La Carrera y desde all nos movilizbamos con toda tranquilidad. Al tercer o cuarto da de huelga estabamos preocupados porque habamos logrado paralizar los ferrocarriles. Les adelantbamos semanas de salarios y a los fogoneros, les pagbamos para que subsistieran escondidos. Consideremos que no existan sindicatos. Les pagbamos un mes por adelantado.

Al cuarto o quinto da de huelga, el polica que custodiaba la casa del ministro Morales, que quedaba a la vuelta de la de la familia Wright, donde sesionbamos. por accidente mata a Chepe Wright, de 14 aos, hijo de Juan Wright y Teresa Alcaine de Wright. La noticia se divulga y con la muerte de Chepe Wright la huelga toma ms fuerza. La muerte del muchacho fue por imprudencia, un accidente, l era muy apreciado, todos lo queran. Y dio base para convocar para asistir al sepelio y llegan cantidades enormes de gente, se convoca despus del entierro a una misa y ya la gente no iba a dormir a sus casas sin que nos quedbamos en los alrededores intercambiando noticias, esperando el desarrollo d acontecimientos.

El problema nuestro era: y despus de esto que hacemos? El pas estaba paralizado, a los ferrocarrileros, a los buseros les pagbamos. qu vamos a hacer? La idea de la huelga haba sido producto de mis reflexiones, pero no tenamos una formacin poltica seria. Pero de repente el gobierno empez a sentir que se lograba mantener el pas paralizado.

El 9 de mayo estabamos Reynaldo Galindo Pohl, Jorge Bustamante y yo en la esquina entre el Palacio Nacional y la Catedral cuando escuchamos que a las 9 de la noche el presidente iba a dirigirse a la nacin. A las 9 lo escuchamos que dice: he cumplido con lo que me compromet a hacer por este pas. Ante la actual situacin no puedo hacer otra cosa que renunciar. La historia me juzgar, pro yo n creo en la historia porque la escriben los hombres.Debi decir la hacen los hombres pienso.

Hemos triunfado! Hemos derrocado al dictador Hernndez Martnez! Gritamos llenos de alegra. Tontos, all empez nuestro error! Tomamos una decisin poltica equivocada al decidir: ahora les corresponde a los adultos mayores organizar a sucesin presidencial. Fue un gravsimo error y nosotros fuimos culpables de no darle continuidad al esfuerzo de lucha popular que tanto nos haba costado. Y al final no solucionamos nada, la situacin contino lo mismo. Los adultos mayores eran ignorantes. No tuvimos la capacidad de reflexionar sobre la pregunta: quin derroc al dictador? El pueblo, el pueblo, los sectores populares.

Los adultos mayores consultaron a los jurisconsultos honestamente, como al Dr. Emeterio Oscar Salazar. Pero entregamos una victoria popular ingenuamente. Y ese error que cometimos le ha costado al pueblo salvadoreo mucha sangre. Le ha costado al pas muchos sacrificios. Nuestra inexperiencia nos llev a regresar a las aulas sin haber cumplido la tarea en su totalidad, dijimos: regresamos a nuestras aulas para continuar nuestros estudios…y en el pas se fue el tirano pero nada cambi. Muy pronto vino el golpe militar para recuperar el poder.

Aos ms tarde me encontre con un periodista al que no conoca. El entrevist al dictador Martnez un da despus que sali al exilio a Guatemala. Y me cuenta que le dijo: General, como es posible que Usted hace treinta das logr derrotar a un fuerte movimiento insurreccional armado y 30 das despus lo ha derrotado un movimiento popular organizado por estudiantes sin armas? Y Martnez respondi: me derrotaron porque no tena contra quien disparar… La idea de una huelga pacfica, desarmada, masiva fue muy adecuada. Estuvimos aplicando un concepto poltico muy importante. Sin conocer la experiencia de Gandhi, de Nehru.

Me preocupa que se repitan los errores….

Me preocupa mucho que se repitan estos mismos errores y sus trgicas consecuencias con relacin a los Acuerdos de Paz. Considero que con los Acuerdos de Paz de 1992 se repitan los mismos errores que en el 1944 y no se garantizan los cambios verdaderos. Debemos de saber con claridad que vamos a exigir para que se establezca la paz.

A m Ernesto Oyarbide, del PAR me invit para asistir al acto en Mxico de la firma de los Acuerdos de Paz. Cuando lleg encuentro que todos estaban muy felices, muy contentos, muy entusiasmados. Al final de a regin me dan un ejemplar delos Acuerdos de Paz y empiezo a leer y descubro que a nadie se le ocurri el tema de la educacin en el documento, no se menciona, no aparece. Y la educacin es la clave del desarrollo.

Y cuando leo el documento en su conjunto observo que hay otros elementos bsicos que no se encuentran. Hago el sealamiento y se burlan. No comprenden la necesidad de incluir elementos de naturaleza social tan importantes como la educacin, la vivienda, el empleo y la salud. Se repiten los errores…

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