Entrevista con Dr. Rolando Marroquín
6 de febrero de 2008
En 1932, mi padre, Alejandro Dagoberto Marroquín, junto con su amigo Ovidio Siliezar, ante el cierre de la Universidad por el general Martínez deciden irse a Montevideo, Uruguay, para continuar sus estudios de derecho, y regresó a finales de 1935 y se reincorporó a la UES.
En 1937, unos días después de su graduación como Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales, el general Maximiliano Hernández Martínez manda a decirle que “tiene quince días para abandonar el país.” Martínez supo que mi papá había escrito la primera tesis marxista del país, la cual se presentaba en aquella época ante la Corte Suprema de Justicia y naturalmente fue rechazada, lo que lo obligó a cambiarla y presentar una tesis sobre “el derecho del nombre.”En sus años de estudiante, fue asesor legal del sindicato Unión de Trabajadores Ferrocarrileros (UTF).A finales de 1937, inicia su primer exilio de siete años que dura hasta mayo de 1944.
Es precisamente ese mismo año 1937 cuando mi madre Amparo Casamalhuapa, pronuncia el 29 de agosto, un discurso público que a la vez le valió el exilio, primero en Honduras y luego en México. Mi mamá y mi papá ya se conocían de las reuniones que realizaban los jóvenes opuestos a la dictadura. Y se encuentran en México, se enamoran y se casan.
En 1941 nace en México mi hermano Alejandro, Lenin Alejandro, abogado y antropólogo ya fallecido. Yo nací dos años después en 1943, tengo 65 años. Y mi hermana Rosalba nace en el 44 y en El Salvador, mi mamá venía embarazada cuando regresamos en mayo de ese año a El Salvador.
En 1944 regresamos a El Salvador. Y mi padre se lanza a la construcción del movimiento social llamado Unión Nacional de Trabajadores (UNT) que llegó a aglutinar a cerca de 20,000 trabajadores, los cuales apoyaban la candidatura presidencial del dr. Arturo Romero. El 21 de octubre de ese año se produce el golpe de estado del Coronel Osmin Aguirre y Salinas y nos vemos forzados a abandonar el país. Mi padre vivió 19 años en el exilio y mi madre 17 años.
En 1948 mi madre viene de paseo a El Salvador y nos trae, tengo cinco años. Luego ella regresa en 1950 a los funerales de su suegra, mi abuela paterna, Hortensia Zavaleta. Mi abuela materna murió cuando mi madre tenía dos años.
A finales de 1948 mi padre conoce en México al conocido antropólogo norteamericano Oscar Lewis, autor d elabora clásica “Los hijos de Sánchez.”Oscar aprecia el talento de mi padre y lo invita por un semestre a trabajar a la Universidad de Illinois, en Chicago. Le mandan el contrato. Y hacemos maletas.
El se va primero para ubicarse. Cuando solicita del Partido Comunista, al cual pertenecía, autorización para viajar, el Partido se lo prohíbe. Le dicen: -y si te vas te expulsamos. Elles responde: -No me van a expulsar porque yo renunció…Y lo hace. Ya el venía teniendo contradicciones con el dogmatismo que caracterizaba a sus compañeros y le molestaba que no se le reconocieran sus méritos intelectuales. Se le decía: hace este escrito, hace esto otro. Y no aparecía su nombre en el texto, estaba desilusionado.
Fíjese que cuando fuimos a la Embajada de USA para solicitar visa, y vieron el nombre de mi hermano, Lenin Alejandro, le dijeron a mi mamá: ese niño no puede entrar con ese nombre. Y mi mamá se enojó mucho, tomo los papeles y se los tiró…Era una situación difícil, mi mamá con tres hijos y maletas y sin casa. Entonces le puso un cable aun primo hermano de mi papá que vivía en Guatemala y nos fuimos allá a vivir. Para esa época la revista Life en español publicó un artículo titulado “Los jefes rojos del mundo.”Y ahí por El Salvador salió una foto vieja de mi papá. Esto nos marcó…
En 1951 regresamos de Guatemala a México. Para esa época mi papá ya era más conocido y logra un trabajo en la Escuela de Antropología como investigador, luego pasa al Instituto Nacional Indigenista. Y esta ahí hasta 1954.
En 1957 regresamos a El salvador. Tenía 14 años y no me sentía mexicano, era mexicano. Allá había nacido y estudiado. Estaba imbuido del nacionalismo mexicano. A mí me dicen: mira, esta es tu abuela…para mí El Salvador era un pueblón. En la escuela me decían El Jarocho. Choque cultural…El único cine era El Apolo. En 1960 nos bachilleramos. Ese año mi papá consigue empleo como juez en La Unión. Y nos vamos en tren hacia La Unión. El que había vivido en México tuvo que enfrentarse a este calor.
En 1962 cuando publica Teoría de la historia lo acusan de plagiar el libro. El lo escribió porque sus alumnos se quejaban porque no contaban con textos de estudio. En 1964 asume el decanato de la facultad de Humanidades. Los estudiantes lo pusieron. Pero tuvo una oposición interna que fue terrible, en las elecciones hasta la luz quitaron. Como decano impulsó el 1er. Congreso Internacional de Sociología…Cuando publica Apreciación sociológica de la independencia los de la derecha lo califican de comunista mientras los de la izquierda de derechista. Luego de trabajar en Humanidades pasó a trabajar en la Facultad de Derecho, llevado por el entonces decano, Dr. Fortín Magaña. Imparte las asignaturas de Integración y Derecho Comparado.
En 1970 Tomás Chafoya se toma el decanato y sacan a todos los docentes, y se queda sin trabajo y de nuevo arregla maletas hacia México…lo nombran subdirector del Instituto Indigenista Interamericano, y se lanza a realizar un estudio sobre la situación indígena latinoamericana y visita a ecuador, Perú, Bolivia, Guatemala. El estudio se titula Balance del Indigenismo.
En 1971 fallece mi mamá y en 1977 muere mi padre en México.
Mi madre Amparo Casamalhuapa
Mi madre Amparo Casamalhuapa nunca perteneció al Partido Comunista. Ella era opositora a la dictadura de Martínez y en esa época el PC era la única organización opositora, y por eso ella asistió a reuniones de ese partido, pero nunca perteneció a sus filas. Mi madre era una mujer muy inquieta, de avanzada, discípula de Don Alberto Masferrer.
Ella era maestra y presenciaba como los niños se desmayaban en clases porque no habían desayunado. Y cuando ella mandaba a llamar a sus padres para regañarlos estos le respondían que no tenían nada para darles de comer. Y esto le indignaba. Y entonces inició una Campaña por el Vaso de Leche. Y es por esto que la acusaron de comunista, pero ella era masferreriana…Ella fue novia de Julio Fausto Fernández…Pero se separaron porque este tuvo un desliz y ella no se lo perdonó. Al irse al exilio ella ya no tenía ninguna relación con Julio Fausto.