«Vengo porque soy de la Felipa…»

SAN SALVADOR, 23 de febrero de 2008 (SIEP) Con mucho orgullo y con una sonrisa en su rostro moreno, Mercedes Rodríguez nos dice “vengo porque soy de la Felipa…” se refiere a las Fuerzas Populares de Liberación, FPL Farabundo Martí, una de las organizaciones que integraron el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN.

Diversas generaciones de revolucionarios salvadoreños, en especial de las FPL, se dieron cita esta tarde en el Edificio Francisco Morazán de la Universidad Tecnológica, para la presentación del libro Huellas en la arena, de María Leticia Solano.

María Leticia Solano (78) falleció el 20 de mayo del 2006 en Canadá. Se integró a Fraternidad de Mujeres en 1958, luego al Partido Comunista de El Salvador. Fue una de las primeras militantes de las FPL, organización surgida el 1 de abril de 1970. Fue secretaria personal tanto de Salvador Cayetano Carpio como de Melida Anaya Montes.

Presentaron el libro autobiográfico el hijo de la autora, Carlos Valle, el editor Oscar Peñate, y las veteranas revolucionarias Tula Alvarenga y Rosario Luna. Como maestro de ceremonias estuvo Francisco Guzmán.

“Este es un libro histórico…que habla de las luchas del pueblo salvadoreño. Es un libro de testimonio, nos permite conocer la verdad…contada por una de sus protagonistas” indicó el Lic. Guzmán, presidente de AGEUS en 1965.

La primera participante fue Chayito Luna, quien expresó que “este es un momento muy emotivo. En 1957 abandone Santa Ana, con las maletas llenas de sueños, el cielo me parecía estrecho, buscaba algo que llenara mis esperanzas…en mayo de ese año conocí a Leticia Solano. Con Lety nos identificamos mucho, ya que los ideales nos unieron y nos encontramos al principio de un camino del cual recorrimos juntas un largo trecho, luego nos separamos pero mantuvimos la comunicación…”

“Con Lety fuimos de la directiva del Sindicato de Trabajadores de Radio, Teatro y Televisión. También fuimos de Fraternidad de Mujeres…conocí de primera mano la situación crítica de esta joven viuda, con cuatro hijos que alimentar, que era el sostén de su casa, con su madre enferma, habían días difíciles…y no se desanimo,sino que más participaba en la lucha popular…”

“Con Lety nos turnábamos para oradores en las concentraciones de la Plaza Libertad, para los primeros de mayo, y nuestros hijos formaban parte de la Alianza Infantil de la Amistad y hacíamos carrozas, como Fraternidad teníamos una academia de mecanografía, dábamos clases de corte y confección…El pseudónimo de Lety era Luz.”

“Nos acompañó en este esfuerzo Tulita Alvarenga, viuda de Salvador Cayetano Carpio, el Comandante Marcial (aplausos prolongados). Es importante publicar este libro en esta época en que la historia se esta tergiversando por los plumíferos a sueldo, es clave buscar estos testimonios que ya son parte de la historia de lucha del pueblo salvadoreño…”

Luego habla Tulita Alvarenga, la legendaria “Tía Tula” y los asistentes se ponen de pie y la reciben con un prolongado aplauso. Ella sonríe. Francisco la presenta diciendo: “una mujer que con su esposo, el Comandante Marcial cambió la historia de este país, la sigue cambiando y la cambiará por siempre…”

“Les agradezco a todos, gracias a Carlitos por la oportunidad de estar aquí…Conocí a Lety en la década de los sesenta, en las actividades de Fraternidad de Mujeres de El Salvador. Me ha emocionado leer su libro porque viene a mi mente tantas luchas del pueblo, compartimos tantos años de lucha…me ha impactado recordar con que gusto habíamos arreglado nuestro local de Fraternidad, con pinturas de camilo Minero, el logo que nos hizo con figuras de una obra, una campesina y una intelectual, y detrás un sol brillante que nos iluminaba…”

Lety siempre dedicaba tiempo para el trabajo de Fraternidad, era una mujer muy abnegada, con una gran experiencia como secretaria, la admiraba muchísimo. El libro me hizo recordar la organización infantil Alianza Infantil por la Amistad, y nuestro lema: “por los derechos de la mujer y del niño.” Mucho de esto no iba a llegar a ser contado, porque muchas de estas personas ya cayeron…y ella lo hace.”

Cuando la huelga de hambre de los panificadores, ella se instaló allí y a la par de mi compañero instaló su maquina portátil y él desde su camilla le dictaba sus mensajes, cartas, comunicados… Luz era una gran colaboradora. Ella fue después miembra del Partido (Comunista) una compañera de mucha confianza, durante el día dedicada a su empleo y por la noche transcribiendo documentos…

“Después de la guerra con Honduras ya nosotros no estábamos de acuerdo con la posición y decidimos renunciar al Partido y comenzar una nueva etapa de lucha y de nuevo Lety fue una gran colaboradora. El día de la tragedia de abril del 84 Lety estuvo todo el día con nosotros. Como a las 6 de la tarde él le dice: “quiero que me lleve estas cartas, las cuida bien, se las pueden quitar allá afuera. Usted las hace llegar a su destino por si a mi me sucede algo.” Fue la última tarea que le cumplía, pero no se nos imagino eso.”

“Después hubieron tantos cambios, y desplazamientos, pero ella siempre se mantuvo firme, mostrando tal vigor hasta el último día de su vida, firme, con un gran amor para su pueblo. El gran valor de este libro es que permite que la juventud se de cuenta de las luchas de nuestro pueblo…”

El Licdo. Francisco Guzmán también participó compartiendo que “por los años 60 el movimiento estudiantil de la UES era como el único partido de oposición, con la AGEUS al frente, y cuando hacíamos actividades públicas, Tulita y las compañeras de Fraternidad llegaban para darnos protección, seguridad en esa época…”

Por su parte, el Licdo. Oscar Martínez expresó que “desde que leí el manuscrito de este libro me trace la tarea de publicarlo.” Finalmente, el Licdo. Carlos Valle, hijo de Lety y que vive en Canadá vino para la presentación del libro de su madre y señaló que para él “es un gran honor estar en esta actividad, con muchas personas que conocieron y quisieron a mi madre…”

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