SAN SALVADOR, 23 de agosto de 2007 (SIEP) “Esta mañana regresaste al misterio de la poesía de donde habías venido una mañana brumosa de 1950 en Santa Tecla…” expreso con mucha tristeza el Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular.
“Me impresiono mucho la ultima vez que te vi ya enfermo, pero con una sonrisa de niño en el rostro que nunca podré olvidar, porque era la sonrisa del poeta que cumplió su misión en la tierra y solo espera el ritual del olvido profundo…”
“Fuiste camarada de los sueños prohibidos, y conociste el socialismo del pan y la sal compartidas, creíste que los pobres deben tener un techo donde vivir y una tortilla para comer y un poema para saludar la amistad y el amor entre hombres y mujeres de esta patria cincelada con fuego…”
“Fuiste militante, con mucho orgullo del Partido Comunista de El Salvador, PCS, estudiaste Historia en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú, cuando existía la URSS, Director en la Managua Sandinista de la Agencia de Prensa Noticias de El Salvador, NOTISAL, profesor de Historia en la Universidad de El Salvador y Poeta… un gran poeta.”
“Y un amigo de la Iglesia Luterana Popular, impresionado por la poesía de justicia de los profetas del Antiguo Testamento y por el mensaje subversivo de Jesús…Heriberto…Presente…Ahora y Siempre.”
La angustia es agujero disfrazado
Como algo que cortó tu mejor domingo
Que te hizo salir en lo mejor del baile
Y a lo mejor amabas profundamente
Y te amaban como a un hombre viril y entero
Y que sabían cuál sensación besarte con ternura
Pero hoy estás muerto y para siempre
Pero eso no quiere decir que uno se acostumbre:
Porque nadie se acostumbra a esa carga de negrura
Porque nadie es capaz de soportar tanto silencio
Ni de alimentar como aves negras
Congojas insondables
Hablaremos de tu lado más humano
Es decir de tu calor y de tu lado confortable
Muerto de la patria caído hace un momento