Reflexión sobre las celebraciones del Mes de la Patria

REFLEXION SOBRE LAS CELEBRACIONES DEL MES DE LA PATRIA

A los maestros y maestras
de los Centros Escolares de Nueva Granada
formadores de quienes serán el futuro de este municipio.

Alcides Ernesto Herrera Guevara
alcidesh@navegante.com.sv

En las homilías siempre han tenido los maestros un lugar muy importante, mayormente de crítica a la labor que desempeñan; mejor dicho, a la labor que muchos profesores dejan de hacer, como es la pérdida de clases, que en algunas escuelas es hasta de dos horas diarias.
El interés que tengo al dedicarles estas reflexiones a los maestros es por la importancia que tienen en la construcción de un país en paz, a través de una educación que promueva valores en los niños y niñas de nuestras comunidades que les lleve a construir una sociedad en justicia y equidad.
Esta preocupación me lleva a afirmar que en los meses de agosto y septiembre es cuando menos se promueven valores que lleven a la paz. Dicho de otra forma en estos días es cuando se promueven valores que pueden llevar a los niños y niñas a la violencia, pues se enaltecen acciones y actitudes ajenas a una educación que promuevan la paz. Concretamente me refiero a la preparación y celebración de la independencia patria. Casi todos los gestos, símbolos y acciones que se preparan para esta celebración son militares. Analizo alguno de ellos:

a) Formación de alumnos. En estos días se forma n a los estudiantes como militares, unos tras otros y firmes. Esta acción la hacen antes de cualquier “acto a la patria”, antes de entrar a las clases, cuando los van a adiestrar para marchar, es decir, para cualquier situación los forman. Les gusta tanto a los maestros que algunos lo practican durante todo el año y lo tienen en su reglamento interno: “formarse antes de clases”. Les quiero hacer ver que los niños y niñas no son militares, sino civiles, entonces ¿por qué inculcarles esa acción militar? Algunos dirán que por orden y disciplina. No confundamos el orden con el sometimiento. A los militares se les elimina su autoestima, el ser personas, para prepararlos al sometimiento jerárquico y adiestrarlos para matar. Por eso desde el principio se les rapa el cabello, se les exige traten de señor a sus superiores, se les maltrata, se les pone en formación, etc. Aunque parezca exagerado es esa la disciplina que padecen en estos días los niños y niñas de todo El Salvador, que los prepara para que en el futuro la policía los baje de los buses y no digan nada, que abusen de ellos en los autobuses, que abusen con las altas tarifas de los servicios y siempre digan “si, señor”… pues peor maltrato recibieron en la escuela.
b) Marchas. En algunas escuelas desde parvularia se pone a marchar como militares a los niños y niñas. Pasan días entrenándolos. En este asunto se muestran acciones que llegan hasta el ridículo, por ejemplo a las niñas que llevan banderas les toca marchar con zapatos de tacones altos, terminan con sus pies dañados y su cuerpo adolorido. Me hago una pregunta ¿por qué marchan nuestros niños y niñas si no los estamos preparando para la guerra y ni son militares, sino civiles? Algunos dirán que así lo manda el ministerio. Hay muchas otras cosas que manda el ministerio y no le hacen caso ¿por qué en esto si son tan obedientes? Además es falso que el ministerio lo mande, lo que el ministerio manda es que se celebre el 15 de septiembre, cómo se haga dependerá de la creatividad de los maestros. Aunque claro, las autoridades del ministerio se sienten complacidos con maestros que transmiten un patriotismo como lo concibe la clase hegemónica.
c) Tambores de guerra. Aunque hoy les llamen bandas de paz, el nombre no cambia el sentido de la acción militar, de sonar tambores para la guerra y para acompañar la marcha de los que se van a la guerra ¡la guerra de la independencia! Es una lástima que en muchas escuelas hay bandas de guerra y no biblioteca. Muchos maestros se preocupan por preparar bien a los músicos durante casi cuatro meses perdiendo muchísimas clases y después premian a los alumnos con buenas notas, aunque muchos de ellos no han aprendido ni lo elemental; a los niños y niñas que sus padres les inculcan no marchar les amenazan con quitarles notas. Hay alumnos que desde el tercer grado participan en las bandas, cuando llegan a bachillerato han perdido años de estudio y no aprendieron nada de historia, matemáticas o lenguaje.
d) Otros gestos: ponerse la mano en “el pecho” cuando se canta el himno nacional, pedir que se pongan firmes los alumnos, rezar el himno gritado, el vestuario de los integrantes de las bandas musicales y otros más son gestos y acciones militares, por lo tanto gestos llenos de autoritarismo y violencia que no se deben promover si queremos una cultura de paz. Se confunde el patriotismo con el militarismo.

Hay otras acciones que debemos reflexionar, pues se violenta la dignidad de los niños y niñas y el derecho a la educación. Estas son:
a) El desfile de cachiporras. Además del gasto económico de los padres de familia, se está violando derechos fundamentales de las niñas, pues se les expone sexualmente. Todos los hombres van a estos desfiles a ver las piernas y la ropa interior a las niñas que van desfilando, además de ser un uso sexual, hay una violación a la dignidad de las niñas como mujer ¿seguirán promoviendo esta acción desde las escuelas? Además quienes promueven estas cosas son los amantes de una moral conservadora que durante todo el año piden a las niñas que lleven faldas largas, pero en ese día se sienten orgullosas por la niña que mejor muestre sus piernas y su trasero.
b) Pérdida de clases. Además que todo el año en algunas escuelas pierden hasta dos horas diarias de clases, en estos días, con la excusa del mes de la patria, se pierden clases todos los días ¡cómo se violenta el derecho que tienen los niños a recibir clases en nombre de la patria!
c) Los niños y niñas los tratan como payasos. Me refiero a los de parvularia. Los sacan a marchar para que los demás se diviertan. Entre más hace el ridículo el niño o la niña más se divierten los que salen a ver el espectáculo. Además los maestros caen en la trampa del poder hegemónico que busca promover “el nacionalismo” y con ello el militarismo desde los niños más pequeños.

Hay otras reflexiones que deseo hacerles y tienen que ver con la palabra patria, la fiesta de la independencia y los próceres.
a) La patria. En nombre de la patria se asesinaron más de 75 mil salvadoreños en la guerra civil, por defenderla. Las dictaduras que ha habido en América Latina han justificado las masacres de la población civil en nombre de la patria. El actual Presidente de la República llamó “héroe de la patria” al Coronel Monterrosa, uno de los peores asesinos que ha tenido la fuerza armada, de quien deberían sentirse avergonzados, pero parece que en vez de avergonzarse se sienten orgullosos de haber defendido a “la patria”, asesinando a miles de campesinos. Por otro lado una patria que expulsa a más de 70 mil salvadoreños al año porque no les brinda salud, educación, trabajo y vivienda y deben salir fuera de ella para sobrevivir, además que la mayoría de compatriotas se quieren ir de ella ¿qué clase de madre patria es esta que expulsa a sus hijos? ¿merece que le celebremos y le dediquemos un mes? También deberíamos preguntarnos ¿qué clase de madre patria es esta que mantiene a un 43 por ciento en extrema pobreza, mientras 7 familias tienen activos arriba de los 5 mil millones de dólares?
b) Las fiestas de la independencia. Con ellas se pretende crear un sentimiento de nacionalismo con el que debemos tener mucho cuidado. Pues quienes nos mandan darle culto a la patria y a tener nacionalismo han vendido al país a empresas transnacionales. Aquí en el pueblo hay una casa que tiene dos rótulos, en uno dice “cien por ciento nacionalista” y en el otro “cien por ciento Barcelona”, algo parecido con “el banco local del mundo” ¿qué les parece este nacionalismo? Por otra parte tenemos que ser honrados con la historia. Lo que pasó el 15 de septiembre de 1821 no fue la independencia de El Salvador, sino la independencia de Guatemala. El Salvador como república independiente nace en febrero de 1841, cuando se redacta y aprueba la primera Constitución de la República. También debemos tomar en cuenta que la forma en que celebramos nuestra independencia es una burla a la realidad en que vivimos, que difícil es rezar con la oración a la bandera las partes que hablan de la naturaleza y dice “fértiles campiñas, ríos majestuosos, soberbios volcanes, cielos de púrpura y oro”, pero nuestros ríos están altamente contaminados, hemos destruido la flora y la fauna. Desde el inicio la oración a la bandera es una mentira, con ella decimos “Dios te Salve Patria Sagrada en tu seno hemos nacido y amado”, pero son miles de salvadoreños los que nacen en el extranjero, toda nuestra historia ha estado llena de emigración, destierros y guindas. Celebramos algo que no hemos tenido, ni tenemos ¡cómo engañamos a nuestros niños y niñas!
c) Los próceres. Se les da culto a estos llamados fundadores o padres de la patria, entre ellos varios curas, pero muy poco se habla de los intereses económicos, políticos y religiosos que tenían estos hombres y que en vez de crear una patria para todos fundaron una patria para unos pocos, en donde históricamente podemos encontrar el origen de tanta desigualdad y explotación que hay en el país. Todos ellos eran grandes propietarios de latifundios y eran exportadores de distintos productos a Europa. Alguno de ellos que quería una nueva patria con leyes que fomentaran la equidad y se anulara la esclavitud, terminó desterrado y murió en la extrema pobreza.

Por todas estas razones les solicito a ustedes lo siguiente:

a) Si se celebra la independencia, por mandato, seamos creativos y más discretos. Hay temas que pueden servir para “hacer patria” como es el cuido de la naturaleza, analizar la situación de la emigración, el desempleo, la pobreza, etc. También enseñar a vivir valores como la justicia, la equidad, la igualdad, la fraternidad, la tolerancia, el cuido, la hospitalidad, etc.
b) Debemos eliminar las acciones militares que tanto daño le causan a nuestros niños y niñas y promover valores que lleven a la paz.
c) Que no se pierda muchas clases. “Haríamos más patria” dando clases y haciendo que nuestros niños aprendan lenguaje, matemática, historia, ciencia, que marchando por las calles, con actos que celebran una historia que encubre el sufrimiento de las mayorías populares.
d) Reflexionen la historia. Hay muchos libros de historia que nos cuentan las consecuencias de la independencia para las mayorías populares, si no se quiere enseñar desde esos libros, hay textos aprobados por el Ministerio de Educación y Concultura que nos brindan una historia más cercana a lo que pasó. Desde allí podemos ir educando a los niños y niñas a crear un país diferente, un país en paz y equidad, en libertad, con vida digna.

Con todo lo dicho no pretendo descalificar la gran labor que hacen los maestros, ni estoy criticando a personas concretas, sino más bien critico el rol que ustedes desempeñan en las celebraciones del 15 de septiembre, además lo hago por la importancia que tiene vuestro trabajo. Que mi reflexión ayude a formar a nuestros niños en valores que lleven a la paz. Debemos dejar atrás un pasado centrado en valores autoritarios, militaristas. Lo vuelvo a decir: Debemos formar a nuestros niños y niñas con valores que nos lleven a construir un país en paz.
Créditos: las imágenes han sido tomadas de la edición digital de El Diario de Hoy en su sitio web: www.elsalvador.com

Nueva Granada, agosto de 2007.

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