SAN SALVADOR; 1 de mayo de 2006 (SIEP) “Nuestra presencia este día ante la tumba de Schafik Handal es para manifestar nuestro compromiso de luchar siempre por los intereses populares” dijo el Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.
“Ese fue el testimonio de vida de Schafik y esa es nuestra herencia como pueblo salvadoreño y es el ejemplo que cada diputado, cada alcalde del FMLN debe de seguir, entregar nuestras vidas por los intereses de nuestro sufrido pueblo.”
“Schafik nos enseñó –añadió- a no vendernos, a no poder ser comprados, a defender con pasión nuestras ideas porque Schafik fue pilar, escudo, corazón de nuestras luchas, profeta del socialismo, insigne luchador social y combatiente revolucionario.”
Posteriormente, la delegación de las Comunidades de Fe y Vida (COFEVI) participó en la multitudinaria marcha del 1ro.de Mayo que salió del Salvador del Mundo, pasó por Metrocentro y concluyó con una concentración en la Plaza Cívica.
En la concentración en Plaza Cívica hicieron uso de la palabra
Sandra Zelaya, a nombre de las organizaciones de mujeres, Ricardo Calderòn, en representación de los sectores sindicales, Y Medardo González, Coordinador General del Frente Farabundo Martì para la Liberación Nacional, FMLN.
A nombre del Bloque Popular Social, una de las organizaciones convocante de la marcha, hablo el pastor bautista, Rev. Alex Orantes, quine saludó a “los millones de hispanos que en más de doscientas ciudades de Estados Unidos se encuentran marchando para exigir una vida digna, nadie es ilegal en este planeta.”
La concentración concluyó con una oración pronunciada pro el Rev. Ricardo Cornejo en la que expresó que “somos el pueblo de Monseñor Romero, de Schafik Handal, y con esta demostración comprobamos que somos miles los que rechazamos a este gobierno corrupto de Antonio Saca y los que luchamos por un nuevo El Salvador.”
En la semana anterior al 1 de mayo, pastores y feligresía de la Iglesia Luterana Popular acompañaron por cuatro días la protesta popular realizada frente a la Asamblea legislativa, para denunciar la maniobra arenera de aprobar un “combo legislativo” en provecho de los sectores dominantes, que incluyó la elección de cinco magistrados de la Corte Suprema de Justicia.