ILPES envía mensaje a estudiantes salvadoreños becados en Cuba

ILPES ENVIA MENSAJE A ESTUDIANTES BECADOS EN CUBA

SAN SALVADOR, 22 de enero de 2009 (SIEP) “Hace tres años desapareció físicamente nuestro querido dirigente Schafik Jorge Handal. Schafik es el símbolo de la resistencia de nuestro pueblo..” expresa el mensaje enviado por el Rev. Roberto Pineda a estudiantes salvadoreños becados en Cuba. A continuación el texto completo de este mensaje.

MENSAJE A LOS ESTUDIANTES SALVADOREÑOS BECADOS EN CUBA EN EL TERCER ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE SCHAFIK HANDAL

Estimados hermanos y hermanas:

Un fuerte abrazo desde la tierra de Monseñor Romero y Prudencia Ayala, que es su patria. Nos da una gran alegría poder dirigirnos a ustedes en esta ocasión.

Hace tres años desapareció físicamente nuestro querido dirigente Schafik Jorge Handal. Schafik es el símbolo de la resistencia de nuestro pueblo y de su lucha por la democracia, la justicia social y el socialismo. Y nosotros interpretamos su vida desde una óptica bíblica.

En el Evangelio de Marcos se relata como Jesús inicia su ministerio en Galilea, buscando a gente humilde, a pescadores, a cuatro trabajadores del
mar y los llama por su nombre, llama a Simón, a Andrés, a Jacobo y a Juan, para que lo acompañen en la misión de proclamar las buenas nuevas del Reino.

Jesús llama a la puerta de nuestra vida y nosotros decidimos responder o rechazar ese llamado. El llamado es para cada uno de nosotros. Es un llamado para luchar, para proclamar la verdad. NO es un llamado para una salvación egoísta, individualista.

Así sucedió con Schafik, muy joven aún, recibió el llamado de luchar por la justicia y el bienestar de su pueblo. En 1944 en las aulas de secundaria
escuchó el llamado de terminar con un tirano. Y en 1950 ya en la Universidad, escuchó el llamado de democratizar el país.

Y se integró a la única organización que en aquella época defendía los intereses de los sectores populares. El Partido Comunista, que era un pequeño grupo de soñadores, entre sindicalistas y universitarios, y que eran
muy perseguidos por el régimen militar.

Y empezó su camino, una vida clandestina, llena de cárceles, exilios, amenazas, una vida entregada a los demás, una opción por los humildes, por los pobres, por los humillados. Y entonces Schafik se puso a organizar sindicatos para exigir salarios justos, a movilizar a
estudiantes, a estudiar la realidad del país y del mundo. A trabajar para unir los cinco dedos de la izquierda y convertirlos en un puño llamado FMLN que desafiara a los ricos de este país.

Y Schafik tuvo que conducir una larga guerra de doce años, en Morazán, en Chalatenango, en Guazapa. Y luego buscar una solución negociada a esa guerra que se plasmó en los Acuerdos de Paz de 1992. Y finalmente construir un partido fuerte, de masas, y en el 2004 buscar la presidencia para desde el gobierno impulsar los cambios que el País necesitaba. La presidencia le fue arrebatada por el fraude de la derecha. Y dos años después, regresando de Bolivia, falleció.

Schafik decidió seguir a su pueblo en lucha, y renunció a una vida de privilegios para abrazar la causa revolucionaria. Y este es el corazón del
compromiso evangélico que también practicaron los seguidores de Jesús.

Y es por eso que afirmamos como Iglesia Luterana Popular, que Schafik fue un profeta del
socialismo en El Salvador. Una persona que denuncio las injusticias y anunció la llegada de una nueva sociedad.

Saludamos que ustedes viven y estudian en un país socialista, en la gloriosa Cuba revolucionaria, en la Cuba de Fidel y del Che, se preparan para servir a su pueblo y a los demás pueblos del mundo. Eso es muy evangélico. Y fue un sueño que tuvo Schafik, que nuestros jóvenes estudiaran en Cuba. Y ustedes
lo están realizando. Los felicitamos y vamos a estar orando para que avancen en el cumplimiento de sus metas.

Que nuestro Señor Jesucristo, el rebelde que desafió al imperio y fue crucificado, pero resucito al tercer día, los acompañe siempre, y les permita concluir sus estudios y regresar a esta Patria a ayudar a hacer realidad el sueño de Schafik: un nuevo El Salvador. Amén.

Rev. Roberto Pineda
San Salvador, 24 de enero de 2009

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