Notas iniciales sobre el 18 de enero

Notas iniciales sobre el 18 de enero

Dagoberto Gutiérrez

El pueblo no concurrió masivamente a votar, lo que puede significar falta de confianza en el sistema político.

En el caso de Santa Ana, la conducta del alcalde Mena ante los pobladores de Cutumay Camones, determinó su aplastante derrota electoral y política.

Ciertamente, el FMLN ha crecido en su votación nacional, tanto en Alcaldes como en Diputados, puede considerarse, cuantitativamente, como la primera fuerza electoral; pero la pérdida de San Salvador es un hecho político gravitante que tiene inicialmente las siguientes repercusiones:
Es un factor altamente moralizante para las filas de las derechas y areneras y puede ser desmoralizante para las filas del FMLN.

San Salvador era el eslabón débil de la campaña electoral del Frente, pero no fue tratado como tal y se ignoró que se trata de una alcaldía que se había ganado con menos de 50 votos, la campaña del FMLN ignoró este dato de la realidad.

ARENA capturó este eslabón débil que, siendo la capital del país, no fue pensada políticamente por el FMLN en sus gobiernos, como corresponde a una capital. Es de presumir que ARENA, ante una eventual pérdida del ejecutivo, haga de San Salvador una verdadera trinchera política, y en todo caso, utilizará su victoria en la capital para impulsar la campaña de Rodrigo, ganar San Salvador es la mayor victoria política de ARENA y la mayor derrota del FMLN.

Aun está pendiente dilucidar suficientemente la naturaleza, el impacto y consecuencia del nexo entre San Salvador y las elecciones presidenciales.

De todas maneras, parece previsible e inevitable realizar ajustes en la estrategia electoral para superar las debilidades más notorias del FMLN y de su campaña electoral, por ejemplo los siguientes: – La omnipresente idea de que la campaña a de privilegiar las buenas relaciones con el capital y no la confianza y la comprensión con los sectores populares.

– La debilidad consabida para salir de las paredes partidarias hacia el mundo rumoroso de la realidad social.

– Una reiterada prepotencia y triunfalismo, percibidos ambos por el pueblo y que ha instalado en la cabeza política la idea equivocada, que una victoria electoral del FMLN está escrita en los cielos y es dictada por los dioses.

– Débil vocación para escuchar opiniones y pareceres de otros sectores a fines o no ideológicamente, cercanos o lejanos políticamente.

El resultado electoral del 18 de enero fortalece la posición del aparato del partido en ARENA frente a la clase dominante, este es el resultado político mas determinante del 18 de enero, porque es de esperar nuevos acuerdos entre los que dominan y los que gobiernan modificando, dando fuerza, a la campaña presidencial de ARENA.

El domingo 18 colisionaron tres políticas: la de la gente que votó con mucha sabiduría política; la de los partidos con un sentido de mercado y la de las clases dominantes con alma conservadora, pero usando sobre el alma de los seres humanos el arma de la ideología dominante.

El resultado de San Salvador es un tambor sonando para el Frente porque, muestra y demuestra que los resultados electorales nunca están escritos en piedra y, por el contrario, tienen una arqueología suficientemente volátil para ser determinada en los últimos instantes de un tramo electoral, al fin y al cabo la conducta de los seres humanos, incluida su conducta política, se construye en la subjetividad más protegida e imperceptible.

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