SAN SALVADOR, 15 de diciembre de 2007 (SIEP) “Ingrese al Partido Comunista en 1949 en plena dictadura del general Salvador Castaneda Castro” nos cuenta Tula Alvarenga, de 84 años, legendaria dirigente sindical y comunista salvadoreña.
Platicar con Tula Alvarenga es acercarse a la historia del movimiento sindical salvadoreño del siglo pasado y en su sonrisa alegre, franca, constante, se refleja la confianza en la victoria de la clase obrera y de las ideas del socialismo, a las que ha dedicado toda su vida. Las cárceles y los exilios no han quebrado su voluntad de luchar y de vencer.
Agrega que “en ese tiempo el secretario general del Partido, del PCS, era el Dr. Julio Fausto Fernández, que después traiciono la causa del pueblo salvadoreño. Antes había sido secretario general el también Doctor Alejandro Dagoberto Marroquín… He usado muchos pseudónimos, pero los que más me han gustado han sido Margarita y también Emma.”
“Las traiciones como la de Julio Fausto siempre suceden en los procesos revolucionarios. Cuando estuve desaparecida durante once meses en 1952, Julio Fausto era el presidente del Corte Suprema de Justicia y cuando nuestros familiares y camaradas nos buscaban en las cárceles, nos trasladaban de una prisión a otra. Y él lo sabía y no hacía nada, y había sido camarada nuestro…”
“También me entere estando presa en el 52 que el responsable de la primer célula donde milite, un profesor de nombre Gregorio Callejas, era informante de la policía. Eso pasa y no debe de desanimarnos…”
“Yo me inicie en la lucha social, en la lucha sindical, allá por los años 1947 o 1948, trabajando en la fábrica de gaseosas La Cascada, fui fundadora del Sindicato de Bebidas y Gaseosas, aunque en esa época eran sociedades mutuales, no estaban permitidos los sindicatos. Era la época del Comité de Reorganización Obrero Sindical, el CROS, organismo creado por el Partido para impulsar la organización de los obreros.”
“Fue precisamente un una de las reuniones del CROS que realizábamos, que tenía su local allá por el Cine Popular, cerquita de la Policía Nacional, que conocí a Salvador. ¿Qué cómo me enamore de él? –Esa pregunta esta difícil y sonríe largamente.. Me impresionó mucho su entrega a la causa proletaria, a la lucha de los obreros, era muy dedicado, totalmente entregado a organizar a los trabajadores, a divulgar las ideas del socialismo, a combatir a la dictadura militar…su disciplina, su firmeza, sus conocimientos, sus atenciones…Eso me hizo enamorarme de él. Y nos casamos dentro del Partido, nos casó el Partido y ya después por lo legal.”
Esta hablando de su esposo Salvador Cayetano Carpio, secretario general del Partido Comunista de 1964 a 1970, fundador de las Fuerzas Populares de Liberación, FPL y miembro de la Comandancia General del FMLN, hasta marzo de 1983.
“En 1948, luego del golpe de Osorio el gobierno organizó montón de actividades celebrando que la dictadura había finalizado pero era falso, la dictadura continuaba, un caso fue el de nuestro compañero sindicalista y comunista Eduardo Camporreales, que regresó de México y al siguiente día lo capturaron y lo regresaron, no dejaron que se quedara en el país…Y luego vino la represión contra el Partido, se inventaron lo del complot comunista y nos metieron presos, mejor dicho nos desaparecieron….porque no daban razón en la policía de nosotros aunque estábamos detenidos.”
“En 1957 estábamos con Salvador en la Unión Soviética, en Sochi, en la costa del Mar Negro, en el Caucaso, cuando nos enteramos que iba a celebrarse en Moscú el VI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes y que iba a participar una delegación salvadoreña. Y nos entusiasmamos. Queríamos saber que pasaba en el país, de nuestra familia…Nos fuimos para Moscú. Y llegó Roque Dalton, Otto René Castillo, Roberto Castellanos…Y hablamos y hablamos.”
“Antes, cada vez que se abría un espacio en la dictadura, los comunistas, los revolucionarios, lo aprovechábamos para organizar las luchas del pueblo y movilizar a la gente, así fue de mayo a octubre de 1944, en 1957 con Lemus o luego de la caída de este dictador, de octubre de 1960 a enero de 1961, se desplegaba la lucha popular, éramos poquitos pero hacíamos bastante…hoy me da tristeza ver que no aprovechamos todos los espacios que se han abierto con la lucha del pueblo. La lucha continua, y la causa del socialismo sigue vigente…hoy más que nunca.”