SAN SALVADOR, 19 de julio de 2005 (SIEP) Este da por la maana inici en el Juzgado 1ro. de lo Laboral el juicio contra el Obispo Medardo Gmez, por su negativa a cancelar las prestaciones laborales a dos pastores despedidos de su iglesia, debido a su compromiso con los sectores populares.
La demanda judicial contra el Obispo Medardo Gmez por parte de los presbteros Roberto Pineda y Ricardo Cornejo es la primera realizada por pastores, anteriormente haban sido maestros y abogados los que lo haban demandado por sus reiteradas actitudes y conductas ilegales.
Como abogado patronal en defensa del demandado Obispo Gmez se present el Lic. Jos Antonio Hernndez y como abogado de los demandantes pastores despedidos estuvo el Lic. Carlos Lobo.
Durante la audiencia el obispo Gmez de manera prepotente rechaz las justas demandas de los pastores despedidos, siguiendo las orientaciones de su yerno, el Lic. Carlos Rauda, alto funcionario de la Federacin Luterana Mundial, quien encabeza una campaa de despidos contra sectores progresistas al interior de la Iglesia Luterana.
Durante el mes de mayo pasado el Obispo despidi a los pastores Cornejo y Pineda acusndolos de pertenecer a organizaciones populares como el Bloque Popular Social. Este viraje a la derecha del obispo Gmez se hizo ms evidente luego de las elecciones presidenciales del ao 1994, llegando incluso a enviarle una carta al presidente saliente Flores felicitndolo por su gestin y otra al presidente electo Saca desendolo exitos y ponindose a la disposicin.
Por su parte, uno de los demandantes, el Rev. Roberto Pineda, explic que esta demanda judicial se hace con el propsito de exigir los justos derechos que nos corresponden luego de trabajar 15 aos en la Iglesia Luterana en la que no tuvimos ningun tipo de prestaciones.
Agreg que es triste que tengamos que recurrir a los tribunales para hacer efectivos derechos que nos corresponden como trabajadores, para poner en evidencia el descalabro, la decadencia moral de este seor que mediante el cargo de obispo se ha enriquecido y maneja la iglesia como si fuera una maquila.
Aadi que l confa con sus contactos y amistades evadir la ley, para eludir su responsabilidad patronal, pero contamos con las pruebas y los testigos, y con la conviccin de que luchar por la justicia es caminar en el sendero de nuestro Seor Jesucristo. Estamos seguros que la verdad nos har libres.
Concluy afirmando que como pastores nos mantenemos en pie de lucha, estamos firmes en nuestros principios y con la mirada en alto, alegres de seguir a ese rebelde subversivo que fue Jess de Nazaret. No nos hemos vendido ni nos vamos a vender como hacen otros.