Por Juan José Dalton
SAN SALVADOR – El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) está en un proceso de transformación política-ideológica, pero también se le avecina una transición, si es que gana las elecciones presidenciales en marzo del año próximo: de oposición histórica a partido gobernante.
Interesadamente los adversarios del FMLN tratan de establecer que no se han registrado cambios que visualicen la transformación, pero al ir a la profundidad, si existen elementos que pueden denotar el cambio.
Veamos: Antes de que el FMLN decidiera que Mauricio Funes fuera su candidato, en su seno existía un debate acerca de quién sería su figura presidenciable: entre los mencionados con más peso estaban: Salvador Sánchez Cerén, Medardo González y Salvador Arias.
Finalmente se decidieron por Funes, una persona que ha logrado un gran arrastre popular, pero aunque de izquierda, nunca militó en el partido durante ni después de la guerra civil. Nadie, ningún líder del FMLN, ni Joaquín Villalobos ni Facundo Guardado ni Schafik Handal, logró reunir tantas y tan diversas simpatías como Mauricio Funes, quien ha estado encabezando todas las encuestas, algunas con más y otras con menos credibilidad.
Si observamos al FMLN actual: Funes es el “líder”, a quien se le subordinan Sánchez Cerén y Medardo González; mientras Salvador Arias, supuestamente representante de las posiciones más “duras”, salió del juego.
Este mero hecho que ciertamente se da en el marco de una contienda electoral, es un síntoma de transformación en el seno del FMLN. Las simpatías hacia Funes se habrán de convertir en caudal político que él controlará como “líder real” y no como “líder nominal”, no sólo del FMLN, sino del movimiento creado a su alrededor, que por cierto, va más allá de “Los Amigos de Mauricio Funes”, un conglomerado de empresarios, religiosos, profesionales y ex militares, entre otros.
Esto último será otro elemento de la transformación del FMLN, por la sencilla razón de que el “líder”, que no ha sido un elemento tradicional podría demostrar –si triunfa, con mayor dimensión- que la razón, su ideología y su estrategia fueron las certeras y las que se impondrán. Ese proceso no estará ajeno a traumas entre los sectores que se queden como tradicionalistas y los que acompañen al nuevo liderazgo.
El otro elemento que sufre transformación es el ideológico. El FMLN ha estado escondiendo las palabras “revolucionarios” y “socialista”, el concepto de “marxismo-leninismo” o “comunismo”, pero en realidad la tendencia ideológica que ahora está abrazando es la de la “socialdemocracia”, en la práctica, porque su plataforma de gobierno no plantea bajo ninguna circunstancia algo que no sea el respeto al sistema vigente; lo que se propone es un cambio de modelo.
En una reciente charla con los corresponsales de medios extranjeros el candidato Funes rebatía la campaña en la cual medios derechistas aseguran que en El Salvador quien mandará será Chávez si gana el FMLN. “Me he entrevistado y he visitado a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno de España; con Lula en tres oportunidades; con Torrijos, de Panamá; y recientemente con Cristina Kirchner, de Argentina y Michelle Bachelet, presidenta de Chile… No he visitado a Hugo Chávez. En mi gobierno quiero que se pierda la desconfianza que se han tenido empresarios e izquierda, como ha sucedido en los países que he visitado”, aseveró Funes.
Por otra parte, en esa misma charla Funes consideró que entre el FMLN, en el gobierno, y el Partido Demócrata (PD), habrá mayor afinidad en políticas de interés mutuo, como por ejemplo, en temas de migración y combate a la pobreza.
Hemos estado observando continuamente viajes de Mauricio Funes, y de los principales jefes del FMLN a países gobernados por la socialdemocracia, y no así a países considerados “comunistas”, como Cuba, Corea del Norte y China. Los líderes que viajan a Venezuela están relacionados con los negocios del petróleo.
¿Pero quién no quiere petróleo? Recientemente hemos sabido del deseo de Costa Rica de incorporarse a “PetroCaribe”, una iniciativa de Venezuela. Y por si fuera poco, “sólo en 2008, las exportaciones de petroleras de Petróleos de Venezuela (PDVSA) hacia Estados Unidos han generado un ingreso de 42.517 millones de dólares para Venezuela”, según cifras oficiales.
Nueva política internacional
En este giro en el que el FMLN está inmerso, pretende también establecer, de llegar al gobierno, una nueva política internacional que, según Sigfrido Reyes, estará enfocada en los grandes objetivos de paz y desarrollo, a través de la cooperación y el respeto del derecho internacional. “Queremos contribuir en el fortalecimiento de los organismos internacionales bajo el principio de que las naciones son soberanas”, agregó a quien se le menciona como uno de los rectores de esa nueva política.
Reyes, tildado por los medios salvadoreños como uno de los “duros” dentro del FMLN y un acérrimo crítico del gobierno, es quien estuvo presente en la Convención Nacional del Partido Demócrata (PD) cuando Barack Obama fue proclamado oficialmente como candidato presidencial de esa agrupación política.
Recientemente Reyes participó en una trascendental reunión de la socialdemocracia en México, donde se analizó la actual crisis mundial. “Nuestras relaciones con la socialdemocracia no son nuevas, recordemos todo el papel que esta corriente jugó en el proceso por lograr la paz en El Salvador”, dijo.
“En la nueva etapa que estamos viviendo los vínculos con la socialdemocracia adquieren una naturaleza distinta; sin duda que es un movimiento con gran peso en la escena global, que gobierna decenas y decenas de países: España, Inglaterra, Holanda, cogobierno en Alemania y Chile, en Perú, en Nicaragua… En fin, un movimiento de amplia influencia en los asuntos globales”, explicó Reyes.
“La socialdemocracia internacional reconoce en el FMLN como su principal interlocutor en El Salvador para el impulso de una política progresista, basada en principios democráticos y en la búsqueda de la equidad y la justicia social; de un nuevo orden económico mundial, basado en el equilibrio de las naciones”, agregó.
Sigfrido Reyes explicó además que la afiliación del FMLN plenamente a la socialdemocracia será una decisión que tendrá que discutirse a nivel de los organismos de máxima dirección. “Lo que sí puedo subrayar es que hay una gran coincidencia de principios, valores y objetivos. Hay que reconocer también que dentro de la socialdemocracia internacional no todos los partidos son iguales; no podemos hablar de un estereotipo. Afiliaciones o inscripciones tiene su fase de discusión y maduración, lo que nos complace es que ese movimiento político global ve con mucha simpatía los esfuerzos que hace el FMLN por democratizar a El Salvador”, finalizó el también diputado del FMLN.