Los Olmecas (6)
Solo en 1955 pudieron recogerse en La Venta especímenes de madera carbonizada. Sometidos al tratamiento del carbono 14 en los laboratorios de la Universidad de Michigan, esas muestras revelaron fechas escalonadas entre 1154 y 604 antes de nuestra era. Los primeros Olmeca se instalaron en la isla de La Venta hace más de tres mil años.
San Lorenzo, una centena de kilómetros al sudoeste de La Venta, fue descubierto y excavado por Stirling y Drucker en 1945 y 1946. Primera revelación sorprendente: San Lorenzo fue un centro de civilización antes de La Venta. El carbono 14 atribuye a los primeros vestigios Olmecas de este sitio la fecha de 1200 a.C. Antes de esa fecha, la zona ya estaba habitada, la tierra cultivada, la cerámica en uso. Y fue hacia 1200 a.C. cuando un pueblo sumamente civilizado tomó posesión de la meseta de San Lorenzo y esculpió la piedra: no se cuentan menos de setenta y cinco monumentos, entre ellos admirables estatuas y siete cabezas colosales, todos del más puro estilo Olmeca. Aún debemos añadir que una rápida exploración por medio del magnetómetro, en 1968, llevó a Michael Coe a calcular que otros monumentos igualmente valiosos, al menos treinta y cinco, tal vez muchos más, aún permanecen enterrados.
Segunda verificación imprevista: la meseta de San Lorenzo, que se eleva aproximadamente 50 metros por encima de la sabana periódicamente inundada, es artificial. Fue construida por la mano del hombre, a costa de inmensos esfuerzos. Las profundas cañadas que la atraviesan al norte, al sur y al oeste, las veinte lagunas que tachonan su superficie, las largas terrazas que allí se encuentran, todo fue voluntariamente construido en tierra y en piedra volcánica, todo fue modelado. Resulta difícil saber por que. De las mesetas, una de norte a sur, de cerca de 1,200 metros, tiene varias centenas de túmulos que se encuentra repartidos a lo largo de un eje norte-sur, de manera tal que se agrupan en patios rectangulares rodeados de estructuras piramidales. Por último en 1967-1968 se descubrió un sistema de canales subterráneos, hechos de piedras en forma de U minuciosamente ajustadas. La parte descubierta mide cerca de 200 metros de longitud, y se utilizaron al menos 30 toneladas de basalto para construirla. ¿Se trata de canales de riego? Esos conductos, ¿daban a las lagunas o solamente a una de ellas? y, por otra parte, ¿de que servían esas lagunas? Preguntas a las que no podemos responder, dice Soustelle. Lo evidente es que una suma inaudita de ingenio y de trabajo humano entró en acción para fabricar, en todas sus piezas, ese sitio de San Lorenzo.
Por último, tercera sorpresa: después de florecer durante trescientos años, ese centro de civilización fue abandonado. Numerosos monumentos descubiertos por los arqueólogos fueron brutalmente destrozados, las estatuas decapitadas y enterradas, los altares fragmentados; los vándalos también atacaron las cabezas colosales, haciéndoles, con gran trabajo, muescas y agujeros circulares. Uno de los vestigios más asombrosos de lo que debió ser una revolución extraordinariamente violenta, es el monumento 34, muy bella estatua privada de cabeza y de brazos (que debían ser articulados y móviles), que representa a un hombre arrodillado y es testimonio de un excepcional virtuosismo escultural. Coe explica estas destrucciones como “una explosión ‘de odio y de furor contenidos’ contra los dirigentes Olmecas: los monumentos y las estatuas simbolizaban sin duda, a los ojos de un pueblo en rebelión, los amos que les habían impuesto inmensos esfuerzos”.