Maestrìa en Derechos Humanos UES celebra 10mo. aniversario

SAN SALVADOR; 28 de julio de 2006 (SIEP) “Es para nosotros motivo de honda satisfacción llegar a diez años de formar profesionales comprometidos con los derechos humanos, dijo el Maestro Guillermo Campos al inaugurar el Acto en Homenaje al 10 Aniversario de creación de la Maestría en Derechos Humanos y Educación para la Paz.

Agradeció el Maestro Campos “la visión de futuro de las autoridades de aquella época, del periodo 1995-1999, maestros Oscar Arévalo y Homero Yánez, aquí presentes, que se lanzaron contra viento y marea, a crear esta Maestría. Les decimos con mucha alegría que hemos cumplido y seguimos trabajando…”

“Agradecemos también la presencia de nuestro querido amigo guatemalteco y centroamericano Marco Antonio Sagastume que con su entusiasmo combativo siempre estuvo dispuesto a acompañar este esfuerzo académico, confiando en nosotros y dándonos mucho apoyo. Gracias.”

“Y es en este espíritu –enfatizó- que presentamos oficialmente nuestra propuesta para la creación de un Doctorado en Derechos Humanos y Educación para la Paz, para que sea revisado, discutido y esperamos en un futuro próximo, aprobado por nuestras autoridades académicas.”

En la Mesa de Honor del evento se encontraban presentes el Ing. Francisco Marroquín, Director de Postgrados de la UES, los doctores Adolfo Bonilla, Ramón Rivas, Marco Antonio Sagastume y el Maestro Guillermo Campos.

En su ponencia el Dr. Sagastume narró que “en 1970 fui invitado a la inauguración de una radio comunitaria en un pueblito de Guatemala que se llama Tecolitan. Iba a ser la primera radio de lugar. Y llegamos una noche antes y había una gran celebración, con comida y bebidas, y fuimos a ver la cabina con unas grandes grabadoras comos e usaban en aquel tiempo, y todo era alegría y fiesta.”

“Al día siguiente, se iba a prender una luz cuando saliera al aire. Y se iba a decir –estamos al aire. Pregunte sobre el alcance de la radio y me dijeron que un kilómetro. A las 5 y media de la mañana estábamos medio engomados temblando, por la noche anterior. ¿Están listos los micrófonos? prendió la luz y el locutor emocionado dijo: ¡Buenos días, Latinoamérica! Esas fueron las palabras que dijo esta Maestría en su época, el Lic. Arévalo fue un visionario así como lo fue el rector de esa época, un odontólogo de apellido López Guillen.”

“Y debemos de reconocer el esfuerzo realizado por nuestro amigo Guillermo Campos porque el merito principal no es de crear sino de mantener, han sido diez años de trabajo encomiable el realizado, de aporte a la democratización de este lindo país.”

“Les comparto dos palabras desde el corazón de Centro América: muchas gracias por invitarme, porque en esta tierra morena, con ojos de estrellas…recuerdo que mi abuela es de Ahuachapan, y estudie mi primaria en Santa Tecla…Soy un centroamericano nacido en Ahuachapan.”

“En 1950 se inicia en Europa el postmodernismo. Se plantea que tipo de educación necesitaba el mundo. Y me pongo a investigar cual era el planteamiento cincuenta años antes, al inicio de siglo. En 1900. Y resulta que en 1899 se consideraba que el máximo aporte de la educación era la razón, el conocimiento. Lo máximo era la razón. El conductismo. El aprender de memoria el mundo. La razón lo era todo. Y nos fuimos a los presocráticos. A Heraclito que decía que nadie se baña dos veces en un mismo río.”

“Cincuenta años después, en 1950, ya no es así…y es por el tema de los derechos humanos. Si los derechos humanos los maneja de memoria eso no sirve. Los derechos humanos no sirven sino se sirve a los demás. Y esto me lo enseño un indio que no sabía leer ni escribir. Podemos aprender mucho de la gente humilde que no entra a la Universidad y no tiene títulos académicos… Yo le pedí al pueblo maya que me diera la oportunidad de convertirme, de graduarme de ser humano…Y lo hice después de haber escrito más de cincuenta libros y tener dos doctorados…pero siento que todavía no me he graduado de ser humano…”

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