Estructuras partidarias de la izquierda
Onofre Guevara López
Prevenidos de que no existe un título de izquierda para personas ni partidos ni se es de izquierda para siempre, veamos la situación del movimiento actual de izquierda según sus expresiones orgánicas. Tengamos en cuenta también que existen diversos tipos de izquierdistas, con sus particulares formas de sostener una posición como tal, fuera de las estructuras partidarias, especialmente entre intelectuales.
Hay personas con pensamiento de izquierda que no toman al pie de la letra la idea de Marx acerca de que el individuo piensa conforme vive; segura de que esta idea no es un dogma ni está pensada para una persona concreta, sino para la persona en general, parte de un conglomerado social. Conozco hombres ricos por su origen familiar que tienen un pensamiento progresista de izquierda, con lo cual contradicen de forma consciente su origen de clase, y conozco a trabajadores pobres de toda su vida y por su origen, que tienen concepciones y prácticas conservadoras y hasta reaccionarias.
Luego que ya tratamos de perfilar por qué y cómo se es de izquierda, creo que ha quedado explícitamente respondida la pregunta de que sí existe la izquierda en Nicaragua. La izquierda existe, pero con unas particularidades nicaragüenses que la relativizan en relación a la izquierda de otros países que, a su vez, tienen las suyas. Una persona de izquierda en Nicaragua quizás no se le considere como tal en otro país, y viceversa, o aquí mismo según las circunstancias.
Sólo falta hacer consideraciones acerca de cuáles partidos o grupos políticos forman la izquierda ahora, en qué condiciones lo son y cuáles son sus características y tendencias. Lo haré en el orden histórico en que estos movimientos han aparecido en el escenario político nacional. Es obvio que el primer lugar le corresponde al Partido Socialista Nicaragüense (1944), pero también tendremos que ver las diferentes ramificaciones desprendidas de esta raíz de la izquierda orgánica. De este partido ya he hablado, y sólo me restaría decir que, debido a las varias divisiones, ha sufrido algunas variaciones por las cuales ya no se conserva con la estructura original.
Después del PSN, surgió el Frente Sandinista de Liberación Nacional (1961), cuyas características ya quedaron expuestas a grandes rasgos. Algunos de sus principales cuadros forjadores o sus primeros dirigentes (Carlos Fonseca, Tomás Borge, Rodolfo Romero, Noel Guerrero Santiago y otros) pertenecieron al Partido Socialista, y antes de la formación del FSLN, trabajaron como Frente Unido Nicaragüense (en el exterior), Frente Revolucionario Sandino, Movimiento Nueva Nicaragua (MNN) y Frente de Liberación Nacional (FLN). La organización del FSLN abrió en nuestro país la época de las discrepancias y contracciones entre la izquierda fundadas en las concepciones opuestas respecto a la vía hacia la toma del poder político. Después de la superación de sus contradicciones internas, el FSLN hizo efectiva su tesis original de la toma del poder por medio de las armas en 1979. Actualmente, como ya quedó expresado, el Frente se debate en la contradicción de tener un colectivo aún revolucionario y una dirigencia tendiendo hacia la derecha.
Aunque la experiencia del FSLN de nuevo en el poder requiere de un análisis aparte, sabemos que su práctica autoritaria es vista desde la derecha como una expresión de izquierda radical; sin embargo, se trata de un proyecto personalista y grupal para cuya consolidación necesitan de las alteraciones antidemocráticas del orden institucional. Tal es el caso de los llamados Consejos del Poder Ciudadano, los cuales parecen ser similares a los organismos del poder popular y comunitarios de Cuba y Venezuela, pero en realidad son formados con la militancia del FSLN, con el fin de controlar el poder en manos del matrimonio Ortega-Murillo. Por esta vez, dejémoslo ahí.
Y continuemos. La primera división que el Partido Socialista Nicaragüense tuvo en 1967 fue causada por una contradicción política en torno a los sucesos del 22 de enero; pero, en el fondo, lo fue por la cuestión de la lucha armada; y como ha sido usual en toda división partidaria, se mezcló con rivalidades personales. De esta ruptura surgió el Partido Obrero Socialista Nicaragüense, el que tuvo una vida efímera de sólo tres años, pues en 1970 se transformó en el Partido Comunista de Nicaragua. Este partido, después de su alianza con la derecha en la UNO para las elecciones del 90, no se le conoce actividad.
En 1976 surgió una segunda división en el Partido Socialista, casi por el mismo motivo de la lucha armada y también mezclada con cuestiones de orden personal. Desde esa fecha hasta 1980 funcionaron dos partidos con el mismo nombre: uno conocido como “el Partido Socialista de los Sánchez” y el otro como “el Partido Socialista de Álvaro Ramírez”. Este último se disolvió en 1980, cuando la mayoría de sus dirigentes y membresía se integró al FSLN (un sector quedó fuera), en las estructuras del Ejército, de la Policía y la CST. El otro Partido Socialista, el “de los Sánchez”, se transformó en el actual Partido Socialista Nicaragüense, y está integrado en la Alianza MRS.
El Movimiento de Acción Popular Partido Marxista Leninista (MAP-ML), surgido en los años 70, así como otros grupos identificados como partidos revolucionarios forman parte de la izquierda. Algunos de los dirigentes del MAP-ML fueron miembros del PSN, y en el presente tienen poca actividad.
Por último surgió el Movimiento Renovador Sandinista en 1994 en el seno del Frente Sandinista, ahora integrado a la Alianza del Movimiento Renovador Sandinista. De esta alianza forma parte el Movimiento Rescate del Sandinismo; muchos de sus integrantes fueron miembros de la dirección histórica y de otras estructuras del FSLN. Su proyecto democratizador desde posiciones revolucionarias convierte a la Alianza MRS en un movimiento político de izquierda democrática. Viéndolo en términos nicaragüenses, podría considerarse expresión de una izquierda socialdemócrata avanzada, y hay en sus filas marxistas, sandinistas, socialistas y de otras corrientes de izquierda.
Quizás no sea éste un estudio exhaustivo, pero es lo más completo que he podido recopilar en los últimos cinco artículos, incluido el presente, sobre este fenómeno político conocido como izquierda, según los límites, las condiciones y la historia de Nicaragua.