Nueva agenda para Aparecida
Leonardo Boff
ALAI AMLATINA, 09/05/2007, Río de Janeiro.- La agenda establecida para
la V Conferencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en
Aparecida (Brasil) gira alrededor del seguimiento de Jesús para que
todos tengan vida. La presencia solemne del Papa viene a avalarla en el
más alto grado. Sin embargo, en los últimos meses, ocurrieron nuevos
hecho, no previstos en los textos preparatorios del evento, hechos que
están modificando la consciencia colectiva de la humanidad. Ellos
representan un desafío para toda la humanidad y no dejarán de afectar
también a la Iglesia universal y continental. Estos hechos son de tal
gravedad que deberían cambiar la agenda de los obispos en Aparecida.
A partir de febrero, conocimos con un 90% de certeza que el
calentamiento global es consecuencia del modo de producción y de consumo
humano y representa un hecho irreversible. Hasta ese momento la
estrategia mundial era de preservar y cuidar la Tierra con comprensión,
compasión y amor. Y que no deberíamos sobrepasar el límite irrebasable
que significaría modificar todo el estado de la Tierra. Ese límite ha
sido excedido: estamos ya dentro del calentamiento global que puede
variar entre 1,4 y 6 grados Celsius, estabilizándose posiblemente en 3
grados. Las consecuencias de esta ruptura serán desastrosas: habrá un
gran deshielo y el mar subirá significativamente, inundando ciudades
marítimas donde vive el 60% de la humanidad; los climas serán
dramáticamente afectados, provocando grandes sequías en ciertas regiones
e inundaciones descomunales en otras. En ambos casos, las cosechas
necesarias para la alimentación humana y animal quedarán diezmadas. La
biodiversidad será catastróficamente disminuida, ocasionando la
desaparición de miles de especies, rompiendo el siempre frágil
equilibrio de los ecosistemas; millones de personas correrán el riesgo
de desaparecer y regiones enteras de la faz de la Tierra se volverán
inhóspitas para la vida humana (incluyendo gran parte de Brasil).
Estos datos no son fantasiosos sino empíricos, recogidos por los miles
de científicos esparcidos en 130 países que componen el organismo de la
ONU llamado Panel Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC en
inglés). Han presentado dos estrategias urgentes: adaptarse a la nueva
situación y menguar los efectos maléficos.
Este hecho cambia las prioridades: la cuestión ahora no es tanto el
desarrollo sostenible, sino la continuidad de la Tierra y de la
Humanidad. El nuevo punto central ya no podrá ser: cómo será la
evangelización de la Iglesia en América Latina y cómo parar la deserción
de católicos hacia otras iglesias de corte pentecostal y popular, sino:
en qué medida todas las iglesias, con el capital espiritual que poseen,
puedan ayudar a la Tierra a ser benevolente con toda la vida y en qué
medida pueden garantizar un futuro común para toda la Humanidad.
Los obispos, en tanto pastores, deben tomar conciencia de esta nueva
responsabilidad que deberán asumir: de concientizar a los fieles y
reeducarlos para la nueva situación de la humanidad. Estarán presentes
obispos de toda la Amazonia que cubre parte de los nueve países
latinoamericanos. Sabemos que estos bosques unidos son el factor
principal de equilibrio de todo el sistema climático de la Tierra, del
régimen de los vientos y de las lluvias. La Iglesia, heredera de la
frase:“vine a traer vida y vida en abundancia”, deberá anticiparse
asumiendo acciones responsables. La Iglesia tiene la vocación de ser la
guardiana de la vida y salvaguardia de todo el rebaño. Aparecida no
podrá quedar por debajo de este desafío, so pena de no cumplir su misión
sagrada. Yeso será exigido por toda la humanidad. (Traducción: ALAI).
– Leonardo Boff es Teólogo.