PNUD advierte sobre impacto del cambio climático en el desarrollo humano
El último índice de Desarrollo Humano mundial evalúa los costos del cambio climático para las sociedades que menos responsabilidad tienen sobre este problema. La cooperación internacional, pero también una mayor inversión local en lo social, son indispensables para enfrentarlo en los países en desarrollo. En el ranking mundial de desarrollo humano, El Salvador cayó al lugar 103.
Edith Portillo
cartas@elfaro.net
Actualizada el 27 de noviembre de 2007-06:15 pm – El Faro
La causa que mereció este año el Premio Nóbel de La Paz es compartida por el último Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD. Se trata de la lucha por mitigar los efectos del cambio climático, un fenómeno de aumento de la temperatura global del planeta provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidas por los humanos y que, de continuar al ritmo actual, podría tener efectos catastróficos para el planeta.
Aumento en el nivel del mar, períodos más prolongados de sequía o de fuertes lluvias, inundaciones, aumento de hasta unos cinco grados centígrados en la temperatura, daños en la producción agrícola mayores probabilidades de epidemias de dengue o paludismo son algunas de las posibles consecuencias durante este siglo.
Todo esto, principalmente como resultado de las altas emisiones de GEI (ver recuadro) de las principales potencias industrializadas del mundo y que, según el protocolo de Kyoto, están obligadas a reducir sus emisiones para el año 2012. Estados Unidos, siendo el país que más produce GEI en el mundo, se retiró del protocolo durante la administración de George W. Bush y por tanto abandonó ese compromiso.
Los primeros 15 emisores de CO2 en el mundo
País
Emisiones al 2004
(Mt de CO2)
Proporción del total mundial (%)
Estados Unidos
6,046
20.9
China
5,007
17.3
Rusia
1,524
5.3
India
1,342
4.6
Japón
1,257
4.3
Alemania
808
2.8
Canadá
639
2.2
Reino Unido
587
2.0
República de Corea
465
1.6
Italia
450
1.6
México
438
1.5
Sudáfrica
437
1.5
Irán
433
1.5
Indonesia
378
1.3
Francia
373
1.3
Fuente: Informe de Desarrollo Humano 2007-2008 del PNUD
- El Salvador, con un 0.9 de toneladas de CO2 per cápita (al año 2004), no representa ni un decimal de las emisiones a nivel mundial. El informe lo registra como 0.0%.
Paradójicamente no son estas potencias las que sufrirán los mayores efectos del cambio climático. “El desafío distributivo se hace particularmente difícil porque quienes han sido en gran parte causantes del problema no serán quienes sufran las perores consecuencias en el corto plazo. Los más vulnerables son los pobres y ellos ni contribuyen actualmente ni contribuyeron en el pasado de manera significativa a la emisión de gases de efecto invernadero”, dice el texto, titulado “La lucha contra el cambio climático: solidaridad frente a un mundo dividido”.
Según los cálculos del PNUD, en los países desarrollados apenas una de cada mil 500 personas han sido afectadas por efectos del cambio climático en los últimos años, mientras que en aquellos en vías de desarrollo los afectados son uno por cada 19.
El informe plantea que esos países desarrollados, como responsables primeros del problema, deben jugar un rol más importante en la mitigación de los efectos en los países en vías de desarrollo. Invertir desde ya en esa prevención, sostienen los autores del documento, resulta además mucho más barato: “un dólar invertido en prevención son siete dólares de ahorro en pérdidas” por desastres naturales asociados al fenómeno.
“Y el problema no es predominantemente de carácter técnico o económico, sino político, porque la humanidad sí está en la capacidad técnica y económica para hacer frente al problema”, dice William Pleitez, coordinador del Informe sobre Desarrollo Humano para El Salvador.
Para el PNUD, este es el momento de la cooperación internacional. “Para la parte más desarrollada del mundo, la adaptación implica levantar infraestructuras elaboradas de protección contra el clima y construir casas flotantes. Para la otra parte, significa que la propia gente debe aprender a flotar en caso de una inundación”.
El impacto en los Objetivos del Milenio
La principal preocupación que plantea el informe es cómo el cambio climático puede afectar al alcance de los ocho Objetivos del Milenio (ODM), que los 191 países miembros de las Naciones Unidas acordaron conseguir para el año 2015.
Las principales recomendaciones
* Desarrollar un marco multilateral para evitar el cambio climático peligroso en el contexto posterior a Kyoto 2012.
* Adoptar políticas de fijación de presupuestos sostenibles de carbono (el programa de mitigación).
* Fortalecer el marco de la cooperación internacional.
* Ubicar la adaptación al cambio climático en el centro del marco posterior a Kyoto 2012 y de las alianzas internacionales de reducción de la pobreza.
Estos son erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad ambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Si el ritmo de emisión de gases de las grandes naciones no se desacelera, dice el PNUD, estos objetivos tendrían más dificultades para lograrse. “A largo plazo, el cambio climático constituye una amenaza masiva para el desarrollo humano y en algunas partes ya está minando los esfuerzos de la comunidad internacional por reducir la extrema pobreza”, sostiene la organización.
El cambio climático, agrega, hará disminuir los ingresos de las familias más vulnerables y reducirá su seguridad alimentaria; puede hacer que los niños, en medio de un desastre natural, tengan menos disponibilidad de tiempo para atender sus estudios; que se ponga en riesgo la existencia de muchos ecosistemas en el planeta y que la niñez esté más propensa a adquirir enfermedades que se dan por los estragos de huracanes e inundaciones. Sólo en El Salvador, recuerda Pleitez, entre 2006 y lo que va de este año se ha registrado un aumento de ha habido un aumento de cerca de dos mil personas afectadas por el dengue.
Carolina Dreikorn, experta en cambio climático del PNUD El Salvador, agrega que “el aumento del nivel del mar, en los manglares, en todos los kilómetros de costa que tenemos, eso también significaría un impacto económico fuerte porque incidiría en la industria del turismo”.
Para contrarrestar estos efectos en un país como El Salvador, debe haber entonces también una mayor inversión social, valora William Pleitez. Actualmente El Salvador se encuentra en la posición 103 de 177 países en el Índice de Desarrollo Humano, un retroceso de dos plazas en el ranking mundial con respecto al año anterior.
“El IDH ha mejorado, pero hay una desaceleración en su crecimiento. Debe incrementar sustancialmente las inversiones en los sectores de salud, educación, aprovisionamiento de agua segura. Prácticamente la lectura de las cifras correspondientes a El Salvador señalan que el país tiene un nivel de ingreso per cápita que le permite hacer inversiones en desarrollo humano mayores que las que se están realizando (…) El Salvador podría avanzar hasta 15 ó 20 posiciones si hubiera una decisión de invertir más en lo social”, dice Pleitez.
La semana pasada trascendió que El Salvador, en la evaluación que anualmente hace la Corporación del Reto del Milenio (MCC) de Estados Unidos, reprueba en cuatro de los seis indicadores relacionados con inversión en la gente.
Para matizar estos datos, la vicepresidenta de la República, Ana Vilma de Escobar, habló entonces, durante la presentación del informe, sobre las razones del retroceso en el ranking. “El descenso se explica porque hay dos países que estaban antes detrás de nosotros, Cabo Verde y Jamaica, que han tenido mejores progresos, pero ajustando el índice al resultado del último censo (que indica que el país tiene una población de un millón menos de lo que se estimaba), entonces pondría al país en la posición 100”, justificó la funcionaria.
Luego, De Escobar defendió el presupuesto en inversión social para el año 2008, indicando que este ha experimentado un aumento de 246 millones respecto de 2007.
Los esfuerzos locales en camino
Aunque El Salvador no es un país con alta emisión de GEI, el PNUD ve algunos esfuerzos que desde el Ejecutivo, sobre todo desde el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), se están haciendo para comprender el fenómeno y sus implicaciones concretas para el país.
Documentos relacionados
* Resumen de Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008. “La lucha contra el cambio climático: solidaridad frente a un mundo dividido”.
* Índice de Desarrollo Humano El Salvador 2007-2008.
* Informe Stern: la Economía del Cambio Climático.
* Protocolo de Kyoto
Para constatarlo, el titular del MARN, Carlos Guerrero, aprovechó el acto de presentación del informe para hacer público que el Ministerio, en conjunto con el PNUD, se encuentra creando un grupo de consulta nacional sobre cambio climático. El grupo está conformado por distintos sectores, incluyendo organizaciones ambientalistas, rectores de universidades, representantes de la empresa privada e incluso el sector industrial.
Al grupo de consulta, comentó Juan Marco Álvarez, director ejecutivo de SalvaNATURA, fueron invitados hace un mes. “Hasta ahora se ha tenido solo esa reunión informativa y luego en diciembre, tengo entendido, se convocará ya a una primera reunión formal de trabajo”, dijo.
Uno de los primeros esfuerzos en el país fue también la Primera Comunicación sobre el Cambio Climático, un acercamiento inicial hacia un diagnóstico local y tener cifras nacionales sobre la producción de estos gases. Actualmente se está desarrollando la Segunda Comunicación, de la que resultará también un “Plan Nacional de Cambio Climático”.
Otra iniciativa en curso con el apoyo del MARN y la participación de la empresa privada es el ingreso del país al mercado mundial de la venta de certificados de carbono (CO2, uno de los principales GEI). Estos bonos son un mecanismo avalado por el protocolo de Kyoto, según el cual los países industrializados tienen la oportunidad de reducir sus emisiones no sólo en sus territorios, sino también comprando estos certificados a proyectos en naciones en vías de desarrollo y sumando las toneladas de CO2 que estos reducen como si fuesen suyas.
Actualmente El Salvador es, después de Nicaragua, el segundo país de Centroamérica con mayor participación en ese mercado, con un ingreso potencial por año de 26 millones 215 mil 216 dólares. Hace dos semanas, también tras un estudio del MARN, la Asamblea Legislativa aprobó una Ley de Incentivos Fiscales para el Fomento de las Energías Renovables en la Generación de Electricidad, precisamente para promover las fuentes de energía renovable.
Estos incentivos, valora Pleitez, son positivos, pero deben ir también acompañados del establecimiento de presupuestos nacionales de carbono e incorporarlos en la legislación. “El punto de partida es poner precio al carbono a través de impuestos de emisión o sistemas de emisiones de carbono negociables con fijación de límites máximos”, dice el informe.
Para Jessica Faieta, la representante del sistema de Naciones Unidas en El Salvador, el hecho de que el tema esté ya en la agenda pública y que exista ahora un “ambiente político favorable” en el mundo puede contribuir a que se empiecen a dar pasos más firmes.
¿Qué si en El Salvador ese ambiente político también es favorable? “Debo decir que hemos visto con mucho aprecio el compromiso del Ministerio de Medio Ambiente (…) El presidente Saca también en su último discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas aboga por el cambio climático, y yo creo que lo importante de este informe es que es una oportunidad para los políticos de ahora de ver más allá de sus tiempos electorales”, dice.