CIUDAD UNIVERSITARIA, 23 de noviembre de 2017 (SIEP) “Es un gran honor para nuestra Universidad de El Salvador ser sede de este XV Encuentro Internacional de Cátedras Martianas, expresó el Lic. Vicente Cuchillas, Decano de la Facultad de Ciencias y Humanidades de la Universidad de El Salvador.
Por su parte el Lic. Guillermo Campos, Jefe del Departamento de Filosofía y uno de los organizadores de la actividad, indicó que “esta actividad forma parte del esfuerzo que como UES estamos realizando por promover un pensamiento emancipador latinoamericano, que ilumine la lucha por la transformación de nuestras sociedades.
La actividad contó con las Conferencias Magistrales impartidas por el catedrático mexicano de la UNAM, Dr. Adalberto Santana, que verso sobre “Francisco Morazán y José Martí: el pensamiento de la integración latinoamericana” y por el Dr. Ibrahim Ferrer, del Centro de estudios Martianos de La Habana, con el tema: “José martí: guerra sin odios.”
Por Nicaragua participan el Dr. Jorge Dimitrov Escalante, y la Maestra Tamara Iveth Pérez, ambos de la UNAN-Managua, con el tema “Descolonización y Segunda Independencia en Martí.”
Entre los ponentes salvadoreños se encuentran Jeimy Magaña, que tratará el tema “Martí y la emancipación de la mujer”; José Alfredo Pineda Dubón, con el tema “José Martí: Segundas Independencia y Soberanía de Nuestra América”; Raúl Martínez con el tema: “Legado histórico de José Martí en la Revolución Salvadoreña” y Roberto Pineda, con el tema: “Martí y la Revolución salvadoreña.”
Roberto Pineda indicó en su intervención que “es un gran privilegio participar en este XV Encuentro de Cátedras Martianas, para nosotros como salvadoreños hablar de Martí no es un tema académico, es un tema político, y es un tema hasta emocional, porque Martí es Cuba, Martí es Fidel, martí es el Che, Martí es el Granma; Martí es la Sierra Maestra; Martí es la dignidad latinoamericana y caribeña; Martí es el socialismo a 90 millas del imperialismo…”
“Las ideas emancipadoras de Martí –agregó- junto con las de miles de luchadores sociales, con sus sueños, con sus esfuerzos, con sus victorias y derrotas, se juntan para formar el ideario de los procesos revolucionarios latinoamericanos, y cada nueva generación va dando su aporte.”
“Martí sufrió cárcel y destierro como las han sufrido los luchadores sociales latinoamericanos y caribeños. Y estas experiencias lo marcaron y contribuyeron a la construcción de sus ideas básicas, de sus planteamientos fundamentales. Martí con su palabra, con su vida y su muerte nos convoca al compromiso político con los pobres de la tierra.“
“Hay tres grandes ideas fuerza del pensamiento martiano que nos han acompañado en nuestro proceso revolucionario salvadoreño. La primera es su latinoamericanismo. Martí nos ensueño a pensar y sentir como latinoamericanos, como hijos e hijas de Nuestra América. Y fue este espíritu lo que impulsó a Farabundo Martí a incorporarse al Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional, conducido por el General de Hombre Libres, Augusto Cesar Sandino, allá en las Segovias de ese hermano país.”
“Lo segundo es su antiimperialismo. Martí vivió en lo que él llamó las “entrañas del monstruo:” Y nos enseñó que únicamente podremos ser independientes en enfrentamiento constante y hasta derrotar al imperialismo yanqui, como el pueblo cubano lo hizo en Playa Girón. Y fue ese antiimperialismo el que guió al pueblo salvadoreño durante doce largos años de Guerra Popular Revolucionaria, enfrentado a la maquinaria y los planes elaborados en Washington.”
“Y lo tercero es su espíritu emancipador. Martí nos enseñó la necesidad de transformar nuestras sociedades. La necesidad de luchar por los intereses más sentidos de los sectores populares. La necesidad de acabar con las minorías que explotan y oprimen a nuestros pueblos…”
“Martí tuvo dos granes amistades salvadoreñas. El primero fue el general Carlos Ezeta, se conocieron en Nueva York en el exilio y ya cuando era presidente Carlos ayudó al movimiento independentista representado por el Partido Revolucionario Cubano, con armas y pertrechos militares. Carlos Ezeta fue presidente de 1890 a 1894.”
“Y hay una mujer, Ana Rosa Ochoa, que fue la secretaria de Alberto Masferrer, pensador de principios de siglo XX, y que tuvo una librería ubicada en el centro de San Salvador, llamada Claridad donde se vendía literatura subversiva, marxista y les estoy hablando de los años 40,50,60 del siglo pasado, en plena dictadura militar. Ella fue una gran Martiana, una admiradora del revolucionario cubano y vendía sus obras, las promovía….
“Deseo terminar con un verso de Martí que me sigue cautivando y convocando a la lucha: ¡Yo quiero cuando me muera, sin patria pero sin amo, tener en mi fosa un ramo, de flores y una bandera” finalizó Pineda.