Sobre los Comentarios de Joaquín Villalobos. (Primera parte)
Hay que reconocer que Joaquín Villalobos es uno de los comentaristas más inteligentes, formados e ingeniosos con que cuenta la derecha salvadoreña. Hasta hoy no he leído en ningún medio de comunicación alternativo un comentario o análisis que refute seriamente sus argumentos. Todo lo leído son ataques personales, acusándolo que es vendido a la derecha, se le acusa de traidor, de acomodado, etc. Es decir, se recurre a combatir la persona ante la incapacidad de combatir sus ideas.
Nos dicen que como Villalobos es traidor, vendido y asesino de Roque Dalton, entonces, todo lo que dice es mentira, sin refutar las ideas. La calidad moral o intelectual, así como la hoja de vida del que hace un comentario tiene incidencia en el lector, pero también es importante sopesar los argumentos que expone y no solo ver el lado personal.
Joaquín Villalobos ha comenzado a escribir una serie de comentarios en El Diario de Hoy donde intenta demostrar que si votamos por Funes en realidad votaremos por el FMLN. Que el FMLN es el partido de izquierda más radical de América Latina, incluso a la izquierda de Hugo Chávez. Por tanto, el país corre un grave riesgo si llegara al gobierno. Para Joaquín votar por el FMLN es tirar al país al despeñadero. Especialmente en estos momentos de crisis económica mundial. Además un gobierno del FMLN podría ser un grave riesgo para la seguridad de los EUA.
Para comenzar un pequeño detallito. En El Salvador se vota por partidos y no por personas (desgraciadamente). Por ello técnicamente la premisa que “el que vota por Funes vota por el FMLN” es falsa. La cosa es al revés “el que vota en la presidencial por el FMLN, vota por Funes”. Si Joaquín tiene alguna duda de lo anterior le puedo proporcionar un ejemplar de la Constitución de La República y un Código Electoral.
Pero entrando al fondo de su argumentación:
Considero que un problema del FMLN es que el sector moderado, representado por los principales dirigentes del ERP y RN, que estaban destinados a buscar la moderación de ese partido y su modernización simplemente lo abandonaron y dejaron el partido en manos de los que Joaquín califica como ortodoxos. Ese fue el primer error que han cometido los que en diferentes momentos se han salido del FMLN, simplemente se fueron para evitar dar la pelea interna y dejaron el partido en manos de sus adversarios.
Además cometieron un segundo error. Por diversas razones estos grupos que se salieron del FMLN y que conformaron diferentes expresiones políticas, no fueron capaces de construir opciones de izquierda democrática, pues con rapidez se plegaron a los intereses de la derecha y se volvieron funcionales a esta. Por tanto el FMLN nunca tuvo que enfrentar una verdadera competencia de expresiones políticas organizadas de izquierda democrática provenientes de estos sectores que abandonaban sus filas.
Es decir, que de ser cierto el argumento de que el FMLN es el partido político más radical de América Latina, también es necesario señalar la responsabilidad histórica de los que lo abandonaron para no dar la pelea por su moderación. En este listado debe incluirse a Joaquín Villalobos.
Pero es necesario señalar que en El Salvador tenemos uno de los sectores oligárquicos más retrógrados de América latina. Por ello somos uno de los países más atrasados políticamente en la sub región. Esta derecha con visión social y económica cavernaria ortodoxa, con pensamiento anterior a las reformas liberales del siglo XIX, es la que nos ha gobernado a lo largo de nuestra historia. En los últimos veinte años lo ha hecho a través del instrumento político llamado ARENA, pero los orígenes de su control sobre el Estado salvadoreño datan de muchos años atrás. Este sector derechista dominante no tiene cultura de negociación. Esto lo reconoce el mismo Joaquín cuando comenta como les fue de mal cuando firmaron el pacto de San Andrés, que según su tesis, fracasó pues el gobierno no cumplió lo pactado, como consecuencia el Partido Demócrata pagó los platos rotos por esa firma en las siguientes elecciones.
Por ello no se puede acusar tan fácilmente al FMLN de ser un partido radical que no negocia, pues en realidad hay una contraparte que no tiene cultura de negociación. En todo caso habría que señalar que los dos partidos no tienen historial reciente de acuerdos, que ambos son incapaces de llegar a acuerdos. No podemos cargar la responsabilidad únicamente del lado del FMLN. Si somos objetivos tenemos que acusar a ambos. Incluso deberíamos de cargar mayor responsabilidad en el gobierno pues es quien tiene, a través del Estado, instrumentos para la solución de conflictos utilizando procesos de negociación.
La polarización de la política salvadoreña, ha llevado los partidos que se encuentran en los extremos del espectro, a posiciones que son mutuamente excluyentes. Esto es negativo para el conjunto de la sociedad, por ello no podemos cargar la responsabilidad en uno solo de los polos.
Los argumentos del temor ante una victoria electoral de la izquierda comunista han sido esgrimidos por la derecha a lo largo de la historia electoral moderna. En los años setenta, del milenio pasado, cuándo surgió la Unión Nacional Opositora (UNO) se esgrimió este mismo argumento contra el entonces candidato presidencial José Napoleón Duarte, que fue acusado de comunista. Durante la guerra que sufrimos en los años ochenta todas las organizaciones del FMLN y sus dirigentes fueron acusados de comunistas y terroristas, incluyendo a Joaquín Villalobos. En las elecciones presidenciales de 1994, cuando el FMLN participó por primera vez, el mismo argumento fue utilizado a pesar de que Joaquín Villalobos y otros que luego abandonaron esa institución eran dirigentes del partido FMLN.
Es por ello, que este argumento tiene escasa credibilidad, pues se ha convertido en un recurso psicológico que al volverse recurrente, ha perdido su efectividad para ganar elecciones a base del miedo. Basta recordar la famosa frase de la fábula “Hay Viene el Lobo”. Además en estos momentos de recesión económica mundial, el debate político serio y de fondo es entre un capitalismo voraz que nos ha llevado al abismo como consecuencia de la mal entendida libertad económica, por una parte, y por otra, la necesidad de regular los mercados fortaleciendo el papel del Estado para intervenir en la economía. No tiene sentido el debate entre comunismo y capitalismo.
Por otra parte, es necesario preguntarnos ¿Qué tan radical es en realidad el FMLN? Para empezar quiero señalar que la palabra radical es usada en un sentido diferente en el debate político. Ser radical es llegar a la raíz de los problemas, los hechos y en general los fenómenos sociales. Por tanto la radicalidad en el plano teórico debería ser una característica fundamental del pensamiento científico, que busca encontrar el origen y la explicación de los fenómenos de la naturaleza y la sociedad. Pero en el léxico político la palabra radical es sinónimo de extremismo. Por ello vale la pena reformular la pregunta ¿Qué tan extremista es en realidad el FMLN?
Por otra parte, es necesario preguntarnos ¿Qué tan radical es en realidad el FMLN? Para empezar quiero señalar que la palabra radical es usada en un sentido diferente en el debate político. Ser radical es llegar a la raíz de los problemas, los hechos y en general los fenómenos sociales. Por tanto la radicalidad en el plano teórico debería ser una característica fundamental del pensamiento científico, que busca encontrar el origen y la explicación de los fenómenos de la naturaleza y la sociedad. Pero en el léxico político la palabra radical es sinónimo de extremismo. Por ello vale la pena reformular la pregunta ¿Qué tan extremista es en realidad el FMLN?
Contestar esta pregunta con objetividad no es fácil, pues si bien en el FMLN hay claras expresiones de posiciones extremistas (En el plano teórico se pueden encontrar en sus estatutos y varios documentos oficiales), es necesario tomar en cuenta los siguientes factores. En primer lugar, las posiciones similares de extremismo político de su contraparte de derecha. Por lo cual ambos partidos terminan auto alimentándose en posiciones extremas.
Por otra parte hay muchas posiciones políticas del FMLN que no pueden ser consideradas de extremas. Por el contrario en algunos casos refuerzan posiciones reformistas. Pero estas son deformadas por los medios de comunicación y por un debate estéril y polarizado con una derecha cavernaria. El extremismo con que la derecha aborda el tema del aborto es un claro ejemplo y la actitud de los diputados del FMLN de firmar el documento antiaborto de la Iglesia Católica Hondureña, es un ejemplo de posición moderada.
El problema real del FMLN no es el extremismo político, mas bien pareciera ser la incoherencia política que expresa en muchos temas importantes de la vida nacional. Incoherencia que la derecha explota al máximo cuando se expresa en las contradicciones entre las posiciones del partido y las declaraciones del candidato Mauricio Funes.
Incoherencia que se manifiesta cuando contrastamos los documentos del FMLN con su praxis política. Incoherencia ante diversos temas de la coyuntura nacional, como el caso de las reformas al sector salud, que su actitud de oposición total los llevó a posiciones que pueden considerarse a la derecha de la misma ARENA.
El otro argumento de Villalobos está vinculado a la relación con los EUA.
Las elecciones presidenciales en EUA han provocado un importante viraje en la política norteamericana. El triunfo de Barack Obama ha generado muchas expectativas. Hay en la población norteamericana un deseo de cambio como consecuencia que han comenzado a sufrir los impactos económicos de la crisis mundial, que su mismo sistema de vida ha ocasionado.
Esta situación rompe los esquemas tradicionales con los que la derecha salvadoreña y su partido habían venido operando.
La derecha salvadoreña se queda sin argumentos ante la derrota de su aliado, el Partido Republicano; mientras que para la izquierda, se crea la ilusión de que Obama y los Demócratas les serán más favorables. Ambos elementos no son realmente ciertos, pero por la forma en que habían venido manejando la propaganda de medios, especialmente la derecha, esto es lo que queda grabado en el imaginario popular. Con la Derrota de Mc. Cain, ARENA cae en su propia trampa.
Pero tampoco las cosas son tan fáciles o sencillas para el FMLN. Creer que Obama hará un gobierno favorable al FMLN es un grave error. Los demócratas son tan anticomunistas como los republicanos. Hay demócratas de derecha que son más conservadores que ciertos republicanos más liberales.
Para el Presidente electo de los EUA el tema central y casi único es la crisis económica, la perdida de millones de empleos, el gran hoyo financiero que todavía no logran tapar, la caída del consumo que es la base que ha mantenido la economía norteamericana. Enfrentar esto es una tarea gigantesca que amerita que le dedique todo su tiempo y el de su futuro gabinete.
En el campo internacional lo más importante para Obama es la relación con Europa, con las potencias de oriente y Asia, con los países productores de petróleo. Allí esta parte de la clave para resolver la grave crisis económica mundial. Me atrevería a decir que hasta las guerras de Irak y Afganistán pasarán momentáneamente a segundo plano.
Para el nuevo gobierno norteamericano lo fundamental es salir de atolladero económico. Estas serán las grandes prioridades donde centrarán su atención, al menos, en los primeros dos años de su mandato. Si Obama, no saca a los EUA de la crisis, no tiene ninguna posibilidad de reelección dentro de cuatro años. Y de esta crisis no salen solos, tienen que salir junto con todos los países desarrollados y los de desarrollo medio.
En este contexto, el tema del terrorismo como factor central de la política estadounidense pierde peso. No significa que lo harán de lado, siempre será un elemento importante, Estados Unidos no puede dejar de lado el punto de su seguridad. Las relaciones con Irán se complican, ataques terroristas en distintos lugares del mundo les recuerdan que el tema está allí latente y presente. Pero ya no será el eje central de la política como lo fue con el actual Presidente Bush.
Lo mejor que podemos hacer es reconocer con humildad nuestra mísera posición como país. No tenemos ninguna importancia para los Estados Unidos, ni como aliados, ni como potencial enemigo por anidar terroristas. No somos importantes como aliados por nuestra insignificancia como país. Por otra parte, nadie se cree la historia de que por la relación del FMLN con las FARC, vendrán terroristas islámicos a poner bases para atacar los EUA. Los gringos tienen monitoreado cada kilómetro cuadrado de El Salvador, no nos olvidemos que tienen una base aérea para el control del narcotráfico que opera en nuestro país.
El nuevo gobierno salvadoreño que tomará posesión de junio, sea de ARENA o del FMLN, tiene la oportunidad de replantearse las relaciones con los EUA. El primer paso debería de ser es establecimiento de una política basada en el reconocimiento del bipartidismo en EUA. De reconocer que las relaciones con esta gran potencia no pueden estar basadas en la amistad con un partido político. Este fue un gran error de Napoleón Duarte (¿se recuerdan del beso a la bandera?) en sus relaciones con los EUA, que lo siguieron cometiendo los gobiernos areneros.
El otro gran norte de nuestra relación con los EUA debe ser la defensa de nuestros emigrantes. Obtener condiciones de dignidad para que puedan trabajar es fundamental. Nuestros hermanos lejanos pueden contribuir con su trabajo y su esfuerzo al desarrollo de ambos países. Estos beneficios deben ser parte de acuerdos institucionales y serios entre ambas naciones. Debe abandonarse la idea que se consiguen porque el Presidente salvadoreño (sea del signo que sea) es amigo del Presidente gringo.
Los salvadoreños deberíamos exigir a ambos candidatos que nos expliquen esto. No estar hablando de terrorismos trasnochados o de que por la llegada de un negrito demócrata, entonces será chero del otro candidato.
Ayutuxtepeque, lunes, 08 de diciembre de 2008