Jos humberto y dems compaers y compaeras, tengo una reflexin que
compartir y quisiera que la leyeran serenamente. Resulta que los franceses,
En su famosa revolucin, promova las premisas “libert, fraternit et
galt”; sin embargo, luego del triunfo de la revolucin la libertad,
igualdad y fraternidad fu slo para los machos, las mujeres quedaron por
fuera.
El Domingo de resurreccin dice el Evangelio “que los apstoles estaban
cagados del miedo encerrados en la casa” mientras que las mujeres no
acobardadas ni por la guardia imperial de la tumba, ni por la piedra pesada
que cubra el sarcfago ni por el rayo y temblor de tierra que nos narra el
Evangelio. Llenas de valor iban a ungir y mejor lavar y amortajar las
costras de sangre de su torturado y asesinado maestro. Oh dichosa ventura!
Se lo encuentran resucitado y ste les ordena ira predicar la resurreccin,
“id y decid a mis hermanos que he resucitado” Fueron corriendo a buscar a
los acobardados apstoles, Sorpresa! ellos dijeron que estaban locas.
En el camino de Emaus los dos deprimidos discpulos (no apstoles) denuncian
a Jess lo mismo “unas de nuestras mujeres vinieron con algazara a decir que
haban visto al maestro, pero nuestros lderes dijeron que estaban locas” y
se continu la tradicin machista, patriarcal y militar de dejar a las
mujeres “meando fuera del tiesto” y muy mal porque ellas no posen la
consabida “manguerita” que tenemos los varones para apuntarle al tiesto.
Hasta ahora muy pocas confesiones cristianan ordenan mujeres en el
sacerdocio y en el obispado.
Pues la MISA REVOLUCIONARIA, que masivamente nos envas adolece de lo mismo.
Se parece a los apstoles hebreos pero adems afrancesados. Es misa para
celebrar entre machos, ni siquiera andrginos caben. El la misa nos caben ni
mujeres ni nias torturadas, defaveladas, hambrientas, mineras,
explotadas,asesinadas, violadas, maquiladas, etc.
No puede haver radicalidad revolucionaria ni cristiana mientras excluyamos a
la mujer/nia.Y la inclusin empieza en el lenguaje. Donde quiera que hay
hambre la mujer pasa ms hambre, donde quiera que hay pobreza, la mujer es
la ms pobre, donde quiera que hay opresin ella es la ms oprimida junto
con los nios/as.
As que compadres y comadres, a estas alturas de tanto discurso cmo coo
seguimos hablando en macho, militar y patriarcal? Ser porque Dios es
macho? Puede ser, porque dice un refrn para ridiculizar a los engreidos
“fulano cree que tiene a Dios agarrado por los cojones!
El las marchas Chavista van miles de mujeres y nias, ellas tambien combaten
el fascimo, la opresin y la cuarta repblica. Ellas tambien construyen con
doble jornada el da a da. Cuando llegamos a casa del trabajo con nuestras
mujeres que tambin vienen de trabajar suele suceder lo siguiente,
nosotroslos compas revolucionarios nos sentamos a leer nuestros panfletos
revolucionarios y a ver nuestros programas favoritos, mientras ellas siguen
cocinanando, lavando, limpiando y despus exhaustas tendrn que calarse
posiblemente a un macho en celo que a lo mejor es ms un gallos que otra
cosa y se duerme dejando a la mujer a media asta.
La misa en latn o eucarista en griego (evxarista) significa fiesta de
celebracin y accin de gracias, celebracin de lo logrado. En latn tena
mas bien el sentido de compromissio (en romances italianos) es decir “carga
de bateras” para el compromiso de la lucha que est afuera, adems de
celebrar lo logrado en la jornada en base a ese compromiso. Mal podremos
celebrar cristianamente si dejamos a las compaeras por fuera.
Dirn que es mucha alaraca por tan slo el tema del lenguaje, pero el
lenguaje comdres y compadres consagra y codifica lo que todava no
entendemos. Que NOSOTROS Y NOSOTRAS, no slo somos la imagen de Dios sino
tambin los portadores y portadoras de los procesos de cambio.
As que a la tal Misa Revolucionaria hay que maquillarla para que de verdad
lo sea. Lo digo con responsabilidad.
Con amor cristiano y revolucionario, hasta la victoria siempres, junto con
las copmaeras!
Francisco Mendoza
Obispo de la Comunidad Cristiana Metodista de Venezuela