Testimonio de un dirigente comunista

Julio Gómez
Testimonio de un dirigente comunista

¿ Cuándo se inició el trabajo del PCM en Puebla entre los campesinos?

—El trabajo del Comité Local del PCM en el campo se inicia aproximadamente a fines de septiembre-principios de octubre de 1926.

Desde el principio mismo este trabajo lo estábamos realizando junto con la compañera Erminia Spíndola., Por lo pronto, el trabajo entre los campesinos se llevaba a cabo en las poblaciones más cercanas a la ciudad de Puebla, porque no hemos tenido ningún vehiculo a nuestra disposición.

Es necesario subrayar que más tarde algunos comunistas de entre los campesinos mismos participaban en el trabajo de penetración en las poblaciones lejanas y nos ayudaban en la formación de las celulas en el campo. Gracias a su ayuda y a la labor activa de la compañera Erminia hemos podido crear organizaciones comunistas (células territoriales) no solamente en distintos pueblos campesinos del estado de Puebla, sino también en algunas poblaciones del estado de Tlaxcala. Logramos fundar células en Acatepec, Tlapala, Tonanzintla, Acozautla, Cuautlancingo y muchas más del estado de Puebla. En lo que se refiere a las poblaciones de Tlaxcala, sus nombres ya no los recuerdo.

¿ Dónde más existian organizaciones locales en la región?

—Existían organizaciones del PCM en Puebla, Atlixco y Cholula. En éstas existían los comités locales del Partido. En lo que se refiere a Atlixco, existían principalmente las células en las fábricas textiles, las primeras se organizan en las fábricas Metepec y San Agustín, otras se forman más tarde. Además existia una célula territorial. En Cholula han sido organizadas células territoriales, de las de empresa no recuerdo.

Cuándo y cómo han sido electos los órganos dirigentes en Puebla?

—A principios de agosto de 1926, al tomarse la decisión unánime en el Grupo Cultural Proletario de Puebla, el precursor de la organización comunista poblana, de ingresar al PCM; en la reunión de todo el grupo, que constaba de 21 miembros, se elige el Comité Local de la ciudad de Puebla, integrado por cinco miembros, entre ellos Julio Gómez, el secretario general; Erminia Spíndola (que al principio debía realizar el trabajo de formación de las células territoriales); el compañero ferrocarrilero Velasco (o Velázquez), encargado del trabajo entre los ferroviarios. Otros cotnpañeros, cuyos nombres quiero destacar, son Concepción de la Rosa, Agapito López, asesinado en 1945; Valentín Cuayahuil y Rodolfo Villareido.

El Comité Estatal se forma más tarde, cuando hemos organizado las primeras células en Atlixco y en varias poblaciones campesinas del es tado. Si no me equivoco, el Comité Estatal se organiza a fines de 1926 en una reunión en la que participan dos representantes de Atlixco y algunos secretarios de las células campesinas del estado de Puebla.

En esa conferencia se forma el Comité Estatal del PCM en Puebla y algunos meses más tarde (aproximadamente en abril o mayo de 1927) se forma el Comité Regional del PCM, una vez organizadas las células en varias poblaciones del estado de Tlaxcala. El Comité Estatal de Puebla constaba de siete miembros y el Comité Regional, de nueve miembros. Además es electa la Comisión de Control del Comité Estatal y posteriormente la del Comité Regional, encabezada por el compañero Wenceslao Spíndola, zapatero, marido de Erminia. Como secretario general del Comité Estatal y posteriormente del Comité Regional me eligen a mi.

Cómo desarrollaba el Partido el espíritu antiimperialista de los trabajadores mexicanos?

—El sentimiento antiimperialista de los trabajadores mexicanos, y especialmente el antiyanqui, era muy profundo y bien desarrollado por el Partido en general y por la organización regional en particular. Como se sabe, en la segunda mitad de los años veinte ha sido fundada la Liga Antiimperialista de las Americas y también de México. La verdad es que tanto la una como la otra han sido fundadas por el PCM con la participación muy activa de Julio Antonio Mella. En Puebla también existía una sección de la Liga que sin grandes dificultades realizaba algunas acciones de frente único antiimperialista con las organizaciones sindicales y campesinas. Como ejemplo de tal frente único se puede mencionar la ya conocida demostración de protesta por el asesinato de Nicolas Sacco y Bartolomeo Vanzetti en los Estados Unidos, el dia 23 de agosto de 1927.

¿Cuáles fueron los motivos de tu salida de Puebla?

—Motivos personales para salir de Puebla yo no tenía. Al contrario, estaba muy entusiasmado con el trabajo que se realizaba en la región y tenía planes para un mayor desarrollo aún. Pero pasa lo que menos esperaba yo: en la V Conferencia Nacional del PCM, celebrada del 2 al 7 de abril 1928, donde hice el informe sobre el trabajo de la organización regional, soy electo miembro del Comité Central y a la vez secretario de organización del mismo. La V Conferencia Nacional del PCM ha escuchado con gran atención aquella parte del informe que se refería a la organización celular de la organización regional. A la Conferencia Nacional le ha llamado mucho la atención la organización y el funcionamiento de las células del Partido en las empresas porque tales células casi no existían en otras organizaciones locales y regionales del PCM, cuya organización era basada casi exclusivamente en las células territoriales. Y no es casual que la Conferencia Nacional insistía en que todas las organizaciones del Partido adopten la experiencia de la organización regional del PCM en los estados de Puebla y Tlaxcala, en lo que se refiere a la creación y el funcionamiento de las células de empresa.

Tal fue la causa única de mi salida de Puebla. Pero los primeros dos años de mi vida revolucionaria que pasé en Puebla se quedaron grabados en mi memoria y en mi corazón para siempre.

Para terminar el relato referente a mi estancia en Puebla, debo agregar solamente que durante el tiempo que he vivido ally he sido aprehendido tres veces por la policía, con la mayor estancia de tres días encarcelado cuando la demostración del 23 de agosto de 1927 de protesta contra el asesinato de Sacco y Vanzetti.

Al momento en que eres electo secretario de organización del Comité Central, ¿cuál era la amplitud del PCM? ¿Cuál era la composición social del Partido? ¿Y cómo tenía distribuído su trabajo el Comité Central?

—Para mediados del año 1928, es decir, para el mes de junio, el Partido contaba con 1 500 miembros, en su mayoría obreros (de Puebla, Veracruz, Tampico, Monterrey, Jalisco y el Distrito Federal, que eran los obreros panaderos, de la construcción, tranviarios, etcétera). Después, en segundo lugar, los campesinos (Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Coahuila, Chihuahua, Yucatan y norte de Tamaulipas). Y en tercer lugar, los intelectuales, que predominaban especialmente en el Distrito Federal.

En el Comité Central, propiamente, trabajaron los siguientes compañeros: secretario general, Rafael Carrillo; de Organización, Julio Gómez; director de El Machete, Rosendo Gómez Lorenzo; de Finanzas, Salvador de la Plaza (venezolano, que al regresar posteriormente a su país se pasa al Partido Socialista); la Comisión de Agitación y Propaganda, como su secretario, la encabezaba Julio Antonio Mella, quien durante algunos meses de ausencia de Rafael Carrillo (que se fue al VI Congreso de la Internacional Comunista, precisamente en los meses de junio-septiembre de 1928) ha desempeñado el puesto de secretario nacional provisional del CC del PCM. El secretario del Trabajo entre los Campesinos era Úrsulo Galván, pero la verdad es que casi no ha trabajado en el CC del Partido directamente, sino más bien en la Liga Nacional Campesina.

Realizaban trabajo en el Comité Central, además, Xavier Guerrero, algún tiempo secretario precisamente del Trabajo entre los Campesinos; Diego Rivera, como miembro del CC sin un puesto determinado; David Alfaro Siqueiros y, mas tarde, Valentín Campa, que se ocupaban del trabajo sindical; Siqueiros, durante un tiempo, desempeña el cargo de secretario general de la organizatión estatal del PCM en Jalisco con su residencia en Guadalajara. Ayudaban en nuestro trabajo algunos otros compañeros, como Gustavo Machado, Carlos Contreras (Vittorio Vidali) y Tina Modotti, encabezando la Sección Mexicana del Socorro Rojo Internacional; el peruano Jacobo Hurwitz, quien en los últimos años de su vida encabezaría en su país el Comité de la Paz; siempre nos ayudaba el camarada suizo, uno de los fundadores del PCM, Edgar Woog (Alfredo Stirner). En la Juventud Comunista realizaban trabajo Jorge Fernandez Anaya, Luz Ardizana, Dionisio Encina y otros compañeros.

Recientemente, en el Partido Comunista Mexicano, surgió un debate sobre la personalidad política de Diego Rivera. El nombre de Julio Ramírez ha sido mencionado en dos ocasiones. ¿Qué opinas de esto?

—Creo que levantar el problema de la exclusión de Diego Rivera del PCM hoy, 20 años después de su muerte, es un gran error. Creo también que el XII Congreso del PCM, al aceptar a Diego en el Partido después de su autocrítica, actúa correctamente. Estoy completamente de acuerdo con las apreciaciones y conclusiones publicadas al respecto por Arnoldo Martínez Verdugo en Oposición. Diego ha sido un artista de renombre mundial y el hecho de que casi al final de su vida regresara al Partido, reconociendo completamente sus errores, es un hecho a favor del PCM. Es una gloria del movimiento comunista internacional el que en sus filas militaran Pablo Neruda y Rafael Alberti, Nicolas Guillén y Henri Barbusse, Jorge Amado y el arquitecto brasileño de gran renombre Oscar Niemeyer, John Reed y Albert Ris Williams, como también David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, como muchos otros pintores, artistas, escritores y poetas de gran fama mundial. No comprender lo positivo de este hecho es hasta cierto grado sectarismo. Cierto es que algunos de estos hombres no siempre son comunistas consecuentes, es muy propio de la bohemia. Pero, ¿acaso los comunistas consecuentes no cometen a veces errores? Cometer errores puede cualquiera, lo importante es reconocer esos errores, corregirlos y no repetirlos más.

Ahora, en lo que se refiere concretamente a Julio Ramírez, es dificil decir quién haya delatado ante las autoridades mexicanas mi procedencia extranjera; el hecho es que a fines de agosto o principios de septiembre de 1929, en un periodiquito mimeografiado de los trotskistas, apareció la noticia de que Julio Ramírez no es Julio Ramírez sino fulano de tal, de procedencia soviética y que abastecía al PCM con “el oro de Moscú”. Provocación hasta policiaca, ciertamente. La responsabilidad de Diego Rivera en este asunto existe indudablemente, pero hasta qué grado es dificil decir. Lo cierto es que él financiaba ese periodiquito. También él conocía bien a Julio Ramírez, a veces platicaba con él algunas palabras en ruso. Pero decir afirmativamente que era precisamente Diego el autor de aquella noticia no es posible, porque también Blackwell, miembro del Secretariado de la Federación Juvenil Comunista y expulsado precisamente en julio de 1929 por ser trotskista, también podía ser el autor de aquella noticia; más aún porque JR, como representante del CC del PCM ante el CC de la FJCM, insistía en su expulsión, y por esto él estaba muy en contra de JR. De cualquier modo, en el caso de la delación sobre JR ante las autoridades mexicanas (y como resultado de esto, la deportación de JR de México) Diego Rivera tiene por lo menos una culpa indirecta.

¿ Cuál fue la participación del PCM en la formación de los partidos comunistas de Cuba, Guatemala, El Salvador?

—El primer Partido Comunista de Cuba ha sido formado con la participación del PCM, cuyo representante, Enrique Flores Magón, llega a Cuba algunos meses antes de la celebración del Congreso, que se efectúa el 16 y 17 de agosto de 1925, y participa en el mismo como delegado del partido hermano de México. En aquel entonces el PCM era aún bastante pequeño, contaba con cerca de 200 miembros apenas, pero su influencia en el país y su prestigio en América Latina ya han sido grandes. Es por esto que los comunistas cubanos acudieron al PCM para que les ayudara en la formación de su partido.

Lo mismo sucedía algunos años más tarde con la formación de algunos PPCC de América Central (Guatemala y El Salvador). Para aquel entonces el PCM tenía un prestigio aún mayor dentro y fuera de México; a mediados del año 1928 el PCM contaba con 1 500 miembros, es decir, con 20 por ciento de todos los comunistas de América Latina, y a mediados de 1929 (antes de que el Partido fuera metido en la ilegalidad) contaba ya con cerca de 3 mil miembros. No es de extrañarse, pues, que el PCM fuera uno de los partidos de mayor prestigio en el continente, más aún por su influencia entre las masas, por su dirección de grandes organizaciones obreras y campesinas, como también por la dirección de las luchas de los trabajadores de la ciudad y del campo. Por todo esto los comunistas de los países de Centroamérica se dirigian al PCM en busca de su ayuda para la formación de los PPCC. Es así que con la ayuda del PCM se forman el Partido Comunista de Guatemala primero, y después el PC de El Salvador.

¿Cuál fue la importancia de la solidaridad a Sandino y los revolucionarios nicaragüenses?

—La importancia ha sido muy grande: se forma el Comité Manos Fuera de Nicaragua y se realiza una campaña muy amplia de propaganda alrededor de los fines que se planteaban los revolucionarios antiimperialistas bajo la dirección de Sandino en Nicaragua, con reuniones y mítines en todo el país que tuvieron no solamente el carácter de la solidaridad con el movimiento de Sandino, sino también y sobre todo significaban una lucha antiimperialista contra la invasión yanqui en Nicaragua; la solidaridad se manifestaba no solamente en la realización de esos mítines, sino sobre todo en la ayuda con armas; algunos inclusive se incorporaban a las filas del ejército sandinista; uno de los que encabezaba al Comité Manos Fuera de Nicaragua era Gustavo Machado, quien estaba ligado personalmente con Sandino y le llevaba la ayuda de toda clase que se recaudaba en México.

Desgraciadamente, más tarde, cuando Sandino tuvo la necesidad de terminar su lucha (además, era engañado por los norteamericanos y sus lacayos nicaragüenses), los PPCC de América Latina y el PCM inclusive, como también la IC, lo califican de traidor, lo que no era justo. Sandino indudablemente ha sido un luchador honrado. Hay que agregar a esto que la campaña pro Sandino y su movimiento en México aumenta grandemente el prestigio del PCM.

¿Qué balance haces del Pleno de julio de 1929 del Comité Central, qué tanta repercusión tuvo para el futuro del PCM?

—Primero. Los materiales (resoluciones y, posiblemente, actas de las reuniones) del Pleno de julio de 1929 están en el archivo del CC del PCM, según me lo dijo el compañero Arnoldo Martínez Verdugo. No hay necesidad, por lo tanto, de referirme en detalles al Pleno. Lo fundamental es que nos es impuesta una línea sectaria del VI Congreso de la IC. Es indudable, también, que hemos admitido esa línea porque nosotros mismos éramos sectarios y por lo tanto se debe no solamente criticar a la IC por esa línea, sino también autocriticarnos, es decir, hacer la autocrítica a nosotros mismos por haber aceptado esa línea.

Segundo. La falsedad, confusión y sectarismo de la línea están en su formulación: la etapa próxima de la revolución (¡y esto se decía en 1929!) es socialista en las ciudades y democrático-burguesa en el cam-po. La mayoría de los miembros del CC aceptan esa línea, en contra estaba francamente sólo Stirner. No sé precisamente cual ha sido la posición de Rafael Carrillo, pero, según entiendo, era en favor de esa línea, lo mismo Hernán Laborde. En algunas sesiones del Pleno no estuve presente porque precisamente cuando se realiza el Pleno del CC del PCM se celebra también una reunión extraordinaria del CC de la FJCM para tratar sobre la fracción trotskista en el seno del mismo, encabezada por Blackwell, y yo tuve que asistir a esa reunión, por ser el representante del CC del Partido ante el CC de la FJCM.

Tercero. De hecho, las repercusiones del Pleno de julio terminan en 1934, cuando se celebra en Moscú la Conferencia de los PPCC de América del Sur y del Caribe, cuya línea en gran parte antecede a la línea del VII Congreso de la IC; línea que rompe con el sectarismo del VI Congreso (aunque después los PPCC de América Latina, como algunos de otros continentes, cometían a veces errores muy graves de caracter sectario). Puedo decir más aún: ya pasado un año y medio nadie en la IC tomaba en serio aquella línea confusa que hemos aceptado en el Pleno de julio.

¿En qué situación es nombrado secretario general Hernán Laborde y qué pasó con Rafael Carrillo?

—Rafael Carrillo presenta al CC su renuncia del cargo de secretario general motivándola por su estado de salud. Esto sucede no en el Pleno de julio, sino más tarde, en septiembre u octubre de 1929. Entonces andaba yo fuera del Distrito Federal con el candidato del Bloque Obrero y Campesino para presidente de la república en viaje por el interior del país. Al regresar al D.F. supe que fue admitida la renuncia de Carrillo en la reunión del CC y como secretario general es electo Hernán Laborde. La última vez que vi a Carrillo fue antes de salir al interior del país y desde entonces no lo he visto. Según me dijeron, a fines de diciembre de 1929 él sale con su mujer y su hijo a Cuba. Cierto o no, no lo sé.

Algunos piensan que Carrillo renuncia a su cargo de secretario general del CC por no estar de acuerdo con la línea adoptada en el Pleno de julio. No lo creo, porque él abandona las filas del PCM hasta 1942. Es decir, hasta aquel entonces estaba de acuerdo con la línea del Partido.

¿Cómo entró el PCM en la clandestinidad? ¿ Qué medidas se tomaron para ello? ¿ Cómo era el funcionamiento secreto del Partido?

—Era la primera vez que el Partido trabajaba en la clandestinidad. A pesar de que todo indicaba que esto se acercaba, ninguna medida se ha tomado de hecho. Nos educamos a trabajar en la clandestinidad en el proceso mismo de la ilegalidad. Nadie de nosotros sabía lo que se debía hacer. Más aún, al principio se han cometido errores imperdonables de subestimación de la gravedad de la situación. Y si no han caído en la carcel la mayoría de los dirigentes del CC y de los comités locales y estatales no es porque hemos tomado las medidas necesarias, sino porque simplemente la policía en aquel entonces era tan ingenua en lo que se refiere a la lucha contra los comunistas como los comunistas en lo que se refiere al trabajo en condiciones de clandestinidad.

Sin embargo, algo si hemos hecho. Y es ante todo en lo que se refiere al dinero en efectivo del Partido y a las cifras para la correspondencia con algunos PPCC de Europa y el de los Estados Unidos. Todo esto lo he guardado en un lugar que era conocido solamente por mi y por Hernán Laborde. Debo agregar que ya antes del Pleno de julio, inmediatamente después de la salida de Salvador de la Plaza de México, me encargaron la Secretaría de Finanzas del CC (además, se entiende, de la Secretaría de Organización del mismo). Ya después de mi deportación de México, Hernán Laborde recibe el dinero y las cifras que había yo guardado en un lugar seguro, y es trasladado a otro lugar.

El Comité Central en la ilegalidad casi no se reunía, me refiero a fines de 1929. Nos reuníamos dos o tres dirigentes del CC para tratar algunos asuntos de carácter operativo y para discutir y acordar respuestas a las cartas que recibíamos de los comités locales y estatales del PC. La correspondencia con los comités no se interrumpía, seguía como siempre, pero lo que se había cambiado era la dirección para la correspondencia al CC y algunas direcciones del interior del país. Yo había destruído todas las direcciones del interior, apellidos y números de teléfono; todo esto, que eran si no miles, por lo menos centenares de nombres, apellidos y direcciones los guardaba en mi memoria, y así estaba seguro de que no iban a caer en manos de la policía en el caso de cualquier asalto inesperado a cualquier habitación de los dirigentes del CC. Claro esta que este procedimiento también era erroneo, ya que no tomaba en cuenta la posibilidad de mi encarcelamiento, con lo que el CC del Partido podía quedarse sin ligazón alguna con las organizaciones del Partido en el interior del país. Y casi iba a suceder así, al caer preso el dia 10 de diciembre (¡precisamente al salir de la casa de Laborde, a donde fui para cerciorarme de que destruyera una carta descifrada del PCEUA que yo le había entregado días antes y que, en efecto, no había destruido!). Digo “casi” porque al fin de cuentas encontramos el modo de trasladar todos los nombres y direcciones, que guardaba en mi cabeza, al Comité Central desde mi celda. A realizar esto nos ayuda Tina Modotti, que en aquel tiempo encabezaba la Sección Mexicana del Socorro Rojo Internacional, organización que real y efectivamente prestaba su ayuda a los presos revolucionarios en todo el mundo.

Para el momento de la ilegalidad del PCM, ¿cuál era la amplitud del Partido? ¿Y dónde existían organizaciones importantes del Partido en el país?

—Para el momento de la ilegalidad contábamos con cerca de 3 mil miembros del PCM, no recuerdo con cuantos miembros contaba la FJCM.

Las organizaciones más importantes del PC en el país existían, segun recuerdo, para el momento de la ilegalización, en los siguientes lugares: Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Yucatan, Distrito Federal, Jalisco, Monterrey, Chiapas, Coahuila, Torreón, Tampico y Chihuahua. No estoy seguro, pero me parece que también tuvimos organizaciones en Oaxaca y Durango.

Muchas de esas organizaciones han desaparecido o en el mejor de los casos se han debilitado considerablemente con la ilegalización del PCM. Y no tanto por el encarcelamiento (que si tuvo lugar y no poco), cuanto sobre todo por el abandono del Partido por muchos de sus miembros a los que les ha faltado la educación marxista-leninista y la suficiente conciencia comunista.

¿Cómo fue la participación del PCM en las elecciones presidenciales de 1929?

—Una de las tareas más dificiles para el Partido es la campaña electoral de 1929, la de las elecciones para presidente de la república.

Ese año era un año de grandes éxitos para el Partido, pero también de grandes pérdidas.

Su comienzo ha sido muy triste tanto para nuestro Partido como para todo el movimiento comunista y las fuerzas progresivas de América Latina: el 10 de enero de 1929 es vilmente asesinado por los esbirros del titere yanqui en Cuba, Gerardo Machado, el gran luchador antiimperialista latinoamericano, organizador del primer Partido Comunista de Cuba y miembro del Comité Central del Partido Comunista Mexicano, el compañero Julio Antonio Mella. El asesinato de Mella no ha quebrado las filas del Partido, sino al contrario, las ha reforzado aún más. Los trabajadores del país responden al crimen cometido contra el movimiento comunista agrupando sus fuerzas alrededor del PCM, la vanguardia revolucionaria de la clase obrera y defensor consecuente de los intereses de todos los pobres y oprimidos. En muchos lugares del país, en centros industriales como también en el campo, se organizaban células del Partido y centenares de obreros y campesinos reforzaban sus filas.

Como muestra del crecimiento significativo de la influencia del Partido entre las masas trabajadoras esta la Asamblea Nacional de Unificación Obrera y Campesina, celebrada el mismo mes de enero de 1929 y en la que participan centenares de delegados en representación de muchas organizaciones, entre las cuales figura el Comité de Defensa Proletaria, algunos sindicatos nacionales independientes y la Liga Nacional Campesina.

Hay que subrayar, desde luego, que la celebración de la Asamblea y la organización del Bloque Obrero y Campesino Nacional, integrado por muchas organizaciones obreras y campesinas, ha sido un gran triunfo del Partido en lo que se refiere a sus esfuerzos por la unificación de la clase obrera y de los campesinos de México, y también abría la posibilidad de un trabajo activo entre amplias masas de los trabajadores de la ciudad y del campo para movilizarlas a la lucha revolucionaria.

El trabajo desplegado por el PCM y por el Bloque Obrero y Campesino en los meses posteriores a su creación ha sido grande y fructuoso. En muchos estados del país han sido creadas organizaciones locales del BOCN y la campaña por el candidato a la presidencia de la república, Pedro V. Rodríguez Triana, se ampliaba más y más por el país. Era tan intenso el trabajo desarrollado por el Partido a través del BOCN y otras organizaciones, tanto creció la influencia del PCM entre las capas pobres de la ciudad y del campo, que el gobierno del país, espantado de todo esto y encabezado por el presidente provisional Emilio Portes Gil, representante auténtico de las clases reaccionarias de México y apoyado por el imperialismo norteamericano, despliega una represión tremenda contra el Partido Comunista, represión nunca vista hasta entonces en México contra los comunistas. De hecho el Partido por primera vez ha sido metido en la semiilegalidad, primero, y poco más tarde, aproximadamente desde los meses de agosto o septiembre del mismo año, al acercarse más las elecciones, en la ilegalidad completa. Muchos de los activistas del PCM y de los sindicatos revolucionarios, así como del Bloque Obrero y Campesino, han sido encarcelados, algunos deportados a las Islas Marias. En marzo de 1929 es asesinado el miembro del Comité Central del PCM, un gran dirigente campesino, el vicepresidente del BOCN, el camarada J. Guadalupe Rodríguez.

Venciendo todas estas dificultades, el PCM prosigue su trabajo general, y particularmente el trabajo electoral. Miembros del Comité Central del Partido y sus activistas partían para distintas localidades del país, donde organizaban mítines electorales en favor del candidato del Bloque Obrero y Campesino y explicaban el programa electoral del mismo. Algunas veces íbamos sin nuestro candidato, como por ejemplo en ciertas poblaciones campesinas de Puebla, donde existian células del PCM y me conocían bien. En otros casos íbamos con Triana. Recuerdo especialmente nuestro viaje realizado con él, en octubre de 1929, a Guadalajara, donde el secretario general del Comité del PCM en Jalisco era David Alfaro Siqueiros, miembro del Comité Central. Bajo su dirección es organizado un gran mitin en un local de los sindicatos, al que asisten varios centenares de obreros que hacen un llamado a todos los trabajadores del estado de Jalisco a votar por el candidato del Bloque Obrero y Campesino. Con nuestra participación se realizan mítines también en varias poblaciones mineras del estado, donde Siqueiros goza de gran influencia personal como fundador y ex dirigente de la Federación de Sindicatos Mineros.

Claro esta que al fin y al cabo no eran muchas las ciudades y poblaciones visitadas por nosotros durante la campaña electoral, porque nuestras posibilidades pecuniarias han sido muy limitadas, lo que no se puede decir ni del candidato oficial de la gran burguesía y de los terratenientes que era Pascual Ortiz Rubio, ni del otro candidato liberal de la burguesía, el licenciado José Vasconcelos, ex ministro de Educación Pública en el gobierno de Obregón. También esta claro que mientras estos candidatos celebraban libremente distintas reuniones electorales, disponiendo a la vez de todos los medios de propaganda, nosotros teníamos que realizar los mítines en forma relampago antes de que la policía se diera cuenta de nuestra actividad, y ni siquiera disponiamos de nuestro Machete, ilegalizado ya entonces.

Mas a pesar de todo esto, a pesar de la clandestinidad del Partido, de sus recursos insuficientes, de la represión policiaca, de la campaña de calumnia desplegada por los trotskistas y los elementos gubernamentales contra el movimiento comunista, pese a todo esto, el Bloque Obrero y Campesino, dirigido por el Partido Comunista, ha obtenido un gran triunfo en las elecciones, lo que tuvo que reconocer inclusive la prensa burguesa: según sus cálculos, el candidato de los comunistas, candidato del Bloque Obrero, ha recibido aproximadamente de 130 a 150 mil votos. ¡Esto sí que ha sido un triunfo! Y lo reconoció también el gobierno de Portes Gil, pero lo reconoció a su manera: reforzando aún más la represión contra el Partido Comunista, expulsando del país y deportando a las Islas Marias a decenas de comunistas, llenando las cárceles con los activistas del partido.

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Resumen de las respuestas dadas por Julio Gómez o Ramírez (Rosovski) a un largo cuestionario que le formuló Arnoldo Martínez Verdugo, director del CEMOS, a fines de 1978. Hoy lo publicamos como postrer homenaje a nuestro compañero, fallecido en Moscú el 23 de enero de 1985. Versión completa en CEMOS, Fondo Julio Gómez, caja 1, expediente 1.

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