Elecciones en que nadie ganó ni perdió
Última actualización: 05 DE FEBRERO DE 2014 17:39 | por Juan José Martel
No es una posición eclética, es simplemente un razonamiento que pretende ser desapasionado del resultado de las elecciones presidenciales. Un enfoque, a lo mejor diferente que quisiera dejar planteado en este comentario.
El FMLN definió un concepto de victoria para las pasadas elecciones. Su objetivo era ganar en primera vuelta. Es decir, sacar más votos que todos los demás partidos juntos. Este objetivo es claro que no lo logró, por ello no se puede considerar que venció. Pero tampoco ha sido derrotado, ha quedado posesionado de manera indiscutible como la primera fuerza política del país y estuvo a un solo punto porcentual de ganar la elección. Pero en las elecciones el “casi” no se vale, no se puede argumentar “casi gané”.
En el caso de ARENA, al igual que el FMLN se plantearon ganar en primera vuelta, luego reconsideraron su objetivo en el sentido de quedar como la primera fuerza política para ir a una segunda vuelta. Este objetivo tampoco lo lograron, los resultados los ubican en un segundo lugar a casi diez puntos porcentuales del primer lugar. Pero tampoco pueden considerarse derrotados, obligaron al FMLN a medirse con ellos en una segunda vuelta. A pesar de los múltiples desaciertos en su campaña, han conservado el segundo lugar y no quedaron fuera de la segunda oportunidad. Aunque no será nada fácil remontar la diferencia que le separa de la primera fuerza política.
UNIDAD por su parte, definió como concepto de victoria, ser parte de una posible segunda vuelta, es decir, convertirse en la segunda fuerza política. Es claro que no lograron ese objetivo, pero no pueden sentirse derrotados. Han obtenido un número respetable de votos. La segunda vuelta les abre múltiples posibilidades de alianzas que si saben usar con inteligencia, pueden sentar las bases para su desarrollo en el futuro. En este caso, a pesar de las declaraciones de los partidos componentes de la coalición en el sentido de negociar por separado, UNIDAD es un nuevo concepto que surgió bajo un fuerte liderazgo individual, que tiene una fuerza de sinergia como tal. La voz o el silencio de su candidato serán de un enorme poder en la segunda ronda electoral.
Los dos partidos pequeños (FPS y PSP) si bien no alcanzaron juntos el uno por ciento de la votación, han logrado dar a conocer su existencia. Por lo cual tienen una ganancia mínima que esgrimir.
Por lo tanto, el resultado electoral, no solo reconfigura el mapa político del país, también abre posibilidades y retos para todos.
Para una segunda vuelta es necesario tomar en cuenta que los enfoques centrales de los partidos cambian. Por una parte el FMLN y ARENA tiene sus ojos puestos en la elección del 09 de marzo, pero el resto de los partidos comienzan a posar sus miradas en las elecciones de alcaldes y diputados del 2015. Las posibilidades de acuerdos en los próximos días, entre los unos y los otros estarán en buena medida determinados por estos dos enfoques un tanto diferentes. Los partidos que han quedado fuera de la segunda vuelta, y esto incluye a Cambio Democrático que no participó, muy difícil llegarán a acuerdos que les afecten negativamente en sus expectativas sobre las elecciones del 2015. En esta ruta, el ser dos veces derrotado (en primera y segunda vuelta) puede ser un factor clave a considerar.
Por otra parte, en la segunda vuelta, los dos partidos contendientes pueden seguir pagando los errores cometidos en la primera elección. Los dos candidatos “pura sangre” del FMLN podrían continuar siendo un valladar que limite las posibilidades de ampliar alianzas. En el caso de ARENA, el duro y casi cruel ataque que emprendieron contra UNIDAD y su candidato será otro valladar, especialmente que las heridas aún están abiertas.
A estas alturas los dos partidos principales deben estar digiriendo los resultados y haciendo un exhaustivo análisis de los números electorales. Todavía no se puede decir con certeza que ya tienen estrategias definidas para esta nueva jornada. Aunque ya algunas pinceladas comienzan a esbozarse.
Ambos tienen que desplegar un esfuerzo grande en la ampliación de las alianzas. Si bien los votos de oro parecieran ser los de UNIDAD, no es seguro que se puedan mover en masa hacia un solo candidato. Unos se moverán con el FMLN, otros con ARENA y otros se abstendrán de votar. Los “cuantos” dependerán de la habilidad con que se manejen los acuerdos de apoyos o alianzas.
Por ello, el elemento programático será de mucha importancia. Los votantes de UNIDAD no se identificaron solo con su candidato, también lo hicieron con las múltiples ofertas y promesas que este hizo a la población. La fuerza política que logre integrar mejor estas propuestas en su programa de gobierno tendrá mejores resultados.
Los dos partidos contendientes deberán explicar mejor a la población como implementarán sus principales promesas. No basta decir que la economía crecerá al ritmo de 4% anual, hay que decir cómo se logrará. Igual en el caso de la delincuencia, no basta con hablar de combatirla, es necesario que explique los pilares fundamentales de su plan. Otros temas como el déficit fiscal, el financiamiento de los programas sociales, las pensiones, etc. Tendrán que ser abordados con seriedad.
Por todo ello es que no podemos hablar de vencedores ni vencidos todavía. El pueblo salvadoreño en una especie de sabiduría colectiva ha abierto espacios de oportunidad para todos, es como una segunda oportunidad que ojalá nuestra clase política sepa entender y aprovechar.