La Rusia de Putin le impone 5 a 0 a Arabia Saudita
Roberto Pineda San Salvador, 15 de junio de 2018
En el primer partido de 64 de la Copa Mundial de Futbol 2018, realizado este 14 de junio en el antiguo estadio Lenin de Moscú, la habilidad del equipo ruso anfitrión logró imponerse sobre el entusiasmo del equipo de Arabia Saudita, con un abultado marcador de 5 a 0. El heredero al trono Mohamed bin Salman ha de estar llorando.
Arabia Saudita, con 27. 7 millones de habitantes, en su mayoría sunnita, además de ser el principal productor de petróleo a nivel mundial, es junto con Israel en el Medio Oriente uno de los más importantes aliados de Estados Unidos. Y antes de la revolución iraní de 1979, era uno de los principales aliados del Irán chiita. Hoy son adversarios a muerte. Asimismo la casa real saudí fue aliada del también sunnita Sadam Hussein, derrocado por Estados Unidos en 2003.
La monarquía saudí es la guardiana de los sitios sagrados de La Meca y Medina, a la vez que participa activamente en los actuales conflictos de Yemen, en el que desde 2015 lidera una coalición de estados árabes, con respaldo estadounidense en defensa del gobierno yemení desafiado por rebeldes hutíes; y Siria, en el que se enfrenta al presidente chiita Bashar al-Assad, que gobierna un país con un 80% de sunnitas y es apoyado por Rusia.
En 2011 los saudís intervinieron Bahrein para aplastar un levantamiento de la mayoría chiita. En el vecindario, Irán es de mayoría chiita. Palestina, Turquía, Pakistán y Egipto son de mayoría sunnita, lo mismo que Arabia Saudita.
Por su parte, Rusia es en la actualidad uno de los principales rivales de los Estados Unidos por la hegemonía mundial. Y el régimen de Vladimir Putin impulsa una agresiva política exterior basada en la alianza con la India y China, el llamado hoy RIC y que antes era el BRIC, cuando Brasil jugaba un papel independiente de los Estados Unidos.