¡¡No casen a las niñas con sus violadores!!
Indignación total genera cada vez que leemos que en los países del medio oriente se casan niñas de 9 años con hombres de 30, 40 y hasta 50 años, pero cuando revisamos el Código de Familia encontramos los artículos 12 y 14 que aquí en El Salvador permite que los padres autoricen que nuestras niñas sean sometidas a esta misma circunstancia y nadie se indigna.
La organizaciones conservadoras “pro-vida” ni las iglesias han dicho nada por años y ahora que la diputada Lorena Peña saca el tema y busca la reforma, guardan sepulcral silencio, más bien andan en función de no permitir que ancle en nuestras costas un barco.
Las prioridades en este país son risibles, hablan de lo importancia de los valores y no son los principales lideres religiosos quienes abanderan esta petición que está encaminada a proteger a nuestra niñez y adolescencia, así como dijo el Nazareno “hay de aquellos que le hagan daño a los más pequeños”.
Es ante estas peticiones cuando esperaba encontrar a la entrada de la iglesia una carta de apoyo y que sea el párroco o pastor el que le pida a la congregación que firmen porque es contra todo valor moral y principios religiosos permitir que se casen menores de edad.
Lo cierto es que la noticia no pasó con apoyo ni de medios y cero apoyos políticos, pareciera que la diputada Peña está como Juan Bautista, presentando piezas en el desierto y que los actores políticos no logran dimensionar lo importante que es esta reforma.
El Salvador, donde la cultura de la violación está tan arraigada, donde acosar niñas y adolescentes en las calles es una práctica que ejercen hasta los que debían protegerte –policía y ejército- donde en cualquier bar escuchas hombres pasados en los 30, 40 y 50 años hablando de las vecinas o compañeras de estudio de sus hijas con frases como “ya se cruza la calle sola” “ya pesa 100Lb” “ya no se muere” “ya alcanza el timbre” todas y cada una de ellas desatan tremendas risas y carcajadas entre hombre y mujeres, pero lo cierto es que nadie repara que se están refiriendo al cuerpo de una niña.
Hace unos días leía una noticia donde en cierto país se ha subido la edad para casar “niñas” ya no de 6 años sino de 12 porque ha habido muchos casos donde la niña muere en su noche de bodas porque el esposo “la parte en dos mitades” ¿asqueroso verdad? Bueno esa frase tiene su equivalente en El Salvador “ya no se muere” “ya pesa 100LB” “ya la aguanta” las tres se refieren exactamente a lo mismo y aquí lo dicen con total inmunidad e impunidad y no solo eso, se considera que no es acoso y que las que nos quejamos somos una mojigatas… ¿Qué les parece?
La petición de la diputada Peña debe ser acompañada no sólo por todas las organizaciones de mujeres en el país, debe recibir el respaldo de todas las mujeres, sean o no de la posición ideológica de la diputada, pues esto no es un tema ideológico y no debe discutirse en ese ámbito, esto se trata de proteger a nuestra niñez y adolescencia, principalmente y en segundo lugar armonizar nuestra legislación penal y de familia, no puede ser que el primero sea un delito tener relaciones sexuales con menores de 18 años y el segundo los padres legitimen esa agresión sexual y permitan que su hija se case con el agresor porque se encuentra embarazada.
Los diputados y diputadas principalmente de derecha que tanto hablan de defender a nuestra niñez, tienen una gran oportunidad ahora, apoyando la iniciativa de la diputada Peña y haciendo un aporte real dando su voto evitando los matrimonios donde uno de los integrantes es menor de 18 años y que según la ley deberíamos proteger y aquí le casamos con su agresor sexual con la venia de los padres.
Ojala todas y todos comprendamos que esta reforma vale la pena hacerse, quedarse indignados por los matrimonios de niñas en otros países y hablar mal de religiones, sabiendo que aquí sucede lo mismo, lo vuelve hipócrita, sépalo.