Las FPL y la lucha contra el alto costo de la vida (mediados de 1974)
En el periódico El Rebelde con fecha enero de 1974, pero que circuló a mediados de ese año, las Fuerzas Populares de Liberación, FPL “Farabundo Martí” expresan su visión sobre la lucha reivindicativa de los sectores populares en esa época y su lectura nos permite comprender su pensamiento, en aguda polémica con otras expresiones de izquierda, en particular con el Partido Comunista, PCS. A continuación hacemos una reseña de este valioso texto histórico.
Evalúa el articulista de las FPL que “sectores populares se incorporan cada vez más de lleno a la lucha contra el alto costo de la vida. Y es que los monopolios imperialistas y oligarcas se han lanzado a una ofensiva irrefrenada contra la vida de grandes mayorías de la población. No hay artículo que no haya subido de precio entre el 200 y 300% en los últimos meses.”
Indica que “las FPL se encuentran empeñadas en impulsar y estimular la acción de las masas populares en defensa de sus intereses vitales y apoyan la lucha de los sectores avanzados de las masas contra el alto costo de la vida. Las FPL consideran que la lucha contra la rapaz explotación de los capitalistas en el terreno de los precios de las mercaderías de primera necesidad son parte de la lucha popular por las reivindicaciones económico-sociales inmediatas y por consiguiente se esforzaran en enmarcarla dentro de los requerimientos de la lucha reivindicativa inmediata para convertirse en un movimiento que ayude al proceso revolucionario del pueblo.”
Añade que “para lo cual consideramos que no debe encajonarse en el estrecho marco puramente economista, legalista, reformista o pacifista; ni debe caer en el burocratismo que sustituya la participación de las masas, sino que debe convertirse en un poderoso medio de elevación de la conciencia y disposición revolucionaria de las masas para incorporarlas al proceso general revolucionario.”
Subraya que “para ello, la lucha contra el alto costo de la vida debe ser ampliamente MASIVA, que participe el propio pueblo en las jornadas contra los capitalistas y el gobierno. Y debe imprimírsele un carácter COMBATIVO que eleve la disposición de las masas populares a la lucha activa contra sus explotadores.”
Evalúa que “sería grave que, dejándose llevar por el concepto dogmatico y tradicionalista de unidad con los oportunistas en la lucha popular contra el alto costo de la vida, se facilitara a éstos una plataforma orgánica que les permitiera su perniciosa labor encaminada a enfriar la lucha combativa de las masas y de entregar el movimiento a los intereses de los sectores de la burguesía a quienes ellos sirven.”
Considera que “el movimiento de masas no debe de tomar un carácter reformista-burgués que tenga como pivote un proyecto de ley que haga caer a las masas en suspenso respecto de la Asamblea Legislativa, haciéndola que se convierta en el centro de la movilización de las masas. Esta debe tener no solo un carácter nacional, en torno a las reivindicaciones generales de diversos sectores en este terreno, sino también una dinámica expresión local y regional, sobre las concretas manifestaciones de la carestía de la vida que se producen en cada lugar (por la tierra, contra el alto costo de los abonos, por salarios más altos, sueldos, contra los acaparadores y almacenadores de víveres, por el control popular de los precios, etc.)
Define que “en cada lugar concreto debe hacerse actuar a las masas en forma concreta y no con los ojos vueltos hacia una Asamblea en donde actúan los perros de la tiranía o los representes de una “oposición” electorera inconsecuentes.”
Insiste que “no debe crearse en la masa la ilusión hacia una intervención positiva de actual gobierno títere de los imperialistas y la oligarquía, sino que el gobierno de los capitalistas debe ser un objetivo de indignación y de protestas del pueblo. No debe ponerse como “arbitro” de la situación a este gobierno reaccionario no considerarlo como algo que está por encima de las clases.”
Analiza que “la creciente intervención estatal por parte de un gobierno como el presente, de creciente tendencia a la fascistización, se convierte en una política estatal favorable al gran capital, que a través de los aparatos de estado concentra enormes medios y recursos y termina por arruinar a grandes capas de pequeños y medianos productores y comerciantes, y a agravar aún más las condiciones de vida de las grandes masas.”
Advierte que “la creciente “representación obrera o popular” en los organismos de un Estado (autónomos y semiautónomos) con incrementados rasgos fascistoides, crea un espejismo favorable a la burguesía, fomenta la burocracia obrera estatal, y permite, a través de esa burocracia ampliar la influencia burguesa dentro de la clase obrera y de otros sectores populares ( o crear organismos con estructura corporativa-estatal que sirven de base al estado fascistoide para su intervención en los movimientos populares.”
Concluye que “la lucha de masas, a estas alturas, tiene que ser renovada con enfoques acordes con el desarrollo concreto del proceso revolucionario en el país. Los viejos esquemas y dogmas tienen que ser barridos, los puntos de vista inertes, perezosos o oportunistas, han de ser derrotados para abrirle paso a un movimiento de masas combativo, que vaya realmente en dirección de la Guerra Revolucionaria del Pueblo, único camino para la liberación definitiva.”
En otro artículo en este mismo número de El Rebelde, que lleva el número 19 (sic), trata sobre la muerte de un funcionario del gobierno Romero a manos de las FPL y su interpretación por parte del periódico OPINION ESTUDIANTIL de la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños, AGEUS, conducida por el Frente de Acción Universitaria, FAU, vinculado al PCS.
Informa que “en la edición de OPINION ESTUDIANTIL de fecha 29 de mayo, se comenta la muerte del Secretario Particular ( de la Presidencia) de la República, vale decir, de uno de los más elevados asesores de la criminal tiranía militar que sufre el país.”
Añade que “en el fono del artículo de OPINION ESTUDIANTIL se lamenta la muerte de este elemento fascistoide, artífice de muchas de las disposiciones antipopulares del régimen, lesivas a la clase obrera y al campesinado, maestros, estudiantes y resto del pueblo. Porque no se va a decir que los principales asesores del régimen no son responsables junto con éste, de la sangre, la muerte, las torturas, los atropellos, las persecuciones, contra el pueblo trabajador.”
Opina que “en este artículo y otros de la misma edición OPINION ESTUDIANTIL adopta la muy conocida posición de la corriente política de la izquierda “oportunista” en el país” la cual según El Rebelde se esfuerza por “1. Disminuir el impacto que las acciones revolucionarias armada producen en la mente del pueblo y, de tal manera, alejar a los sectores avanzados de su creciente disposición a incorporarse organizadamente a la Guerra Revolucionaria Prolongada.”
En segundo lugar, “al disuadir a las masas avanzadas a que tomen en sus propias manos con todos los medios a su alcance la lucha por su liberación: tratan de ilusionar al pueblo acerca del “ala de izquierda” en el seno del gobierno. Tales hombres “de izquierda” (a quienes también califican de “desarrollistas”) disque, encabezados por el gorila Molina que se apoya en Enrique Silva, Rogelio Sánchez y otros de la misma calaña, desarrollan, según los oportunistas, una denodada lucha contra el ala reaccionaria del gobierno, en la cual se mueve Mayorga Rivas, Sánchez Hernández, y otros.”
En tercer lugar “se trata de crear ilusiones en el pueblo acerca del ejército reaccionario (cuyo “sector progresista” según los oportunistas, abarca al “grueso de la oficialidad”) que va a realizar la liberación del pueblo sustituyendo a este en la histórica tarea de llevar a cabo su revolución.”
Considera que estos son “esfuerzos por desmovilizar la decisión combativa del pueblo, por crearle ilusiones en Molina y en un sector de su gobierno fascistoide, ilusiones en la criminal gorilada, y por uncirlo a sectores de la burguesía “reformista” tal es la línea oportunista de “izquierda.”
Por otra parte, en este mismo número 19 de El Rebelde se informa que “Grupos de Apoyo de las FPL han llevado a cabo algunas acciones armadas de quema de autobuses urbanos en San Salvador, concretamente al incendio de 2 buses en la terminal de la ruta # 5 en Monserrat en la mañana del 30 de mayo, y la quema de 4 buses de la ruta 8 en la terminal de la colonia Dina, el 18 de junio.