En este momento, enero de 2021, hay un silencioso terremoto. Muchas personas ni siquiera lo han notado, pero un gigante de la tecnología está sintiendo los golpes. Las dimensiones del fenómeno son a escala planetaria. Estamos hablando de millones de personas, de millones de dólares, de geopolítica, de actores de poder de primera línea. De una batalla en una guerra entre gigantes: whatsapp vs telegram, ¿Usa vs Rusia?.
¿Qué está pasando?
Pasó un cambio, otro más, en las políticas de privacidad de whatsapp (que nos llegó a todos) porque Mark Zuckerberg quiere unificar nuestros datos en sus empresas facebook y whatsapp.
Acostumbrado a poner las reglas de juego en el planeta como se le antojan, lo hace sin demasiado cuidado. Sin querer, ha generado una reacción de los usuarios que se han empezado a pasar de a millones a otras plataformas de mensajería, sobre todo a Telegram (¡Que para colmos geopolíticos es una empresa Rusa!).
Protocolo de Crisis
No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas: En este momento en las oficinas de facebook (dueña de whatsapp) están despĺegando un protocolo de crisis. ¡Necesitan parar la sangría! Están sacando comunicados en todos los idiomas, haciendo encuestas, instruyendo a sus periodistas y sus influencers “amigos” para que transmitan un mensaje “correcto” (la nota de TN tecnología es un buen ejemplo). Están desplegando una política de control de daños. Sus usuarios se están instalando otras aplicaciones para chatear y hay que detenerlos.
En las oficinas de Telegram tampoco duermen hace días: De repente y sin aviso, cae maná del cielo. ¡millones de usuarios nuevos! Este David quiere asestar más golpes a Goliat: sus periodistas e influencers también se mueven, escriben, el equipo de traductores reproduce en todos los idiomas. David y Goliat contemplan todos los métodos: comunicados, notas “casuales”, trapos sucios y fake news. Es la guerra y vale todo.
La necesidad de rebelarse
Es un combate entre capitalistas, pero este terremoto se debe a otro fenómeno: Estamos ante una insurrección de los usuarios.
Y no, no es el mayo francés. Es una insurrección limitada a lo virtual donde nos cambiamos al servicio de un capitalista más chico. Pero la rebelión es salud y les recuerda a los monstruos que estamos vivos.
Los usuarios se sienten presos de las empresas y aprovecharon la oportunidad: Un cambio de políticas de Whatsapp, un poco más agresivas, dió la señal de largada.
La rebelión necesita la posibilidad del triunfo: nadie va a empezar una pelea que cree que va a perder: Y lo que empezó como un acto individual, funcionó y entonces se convirtió en un movimiento de millones.
Entonces Mark Zuckerberg, que parecía invencible, empezó a sentir los golpes. Y millones de usuarios sienten, de repente, que al monstruo le entran las balas. ¡Podemos hacerle daño!
Esta rebelión muestra nuestra fuerza pero también nuestra debilidad: ¿Empoderarnos consiste es que las reglas de juego las ponga una empresa más débil? De última sólo estamos cambiando de aplicación para comunicarnos pero seguimos sin tener control sobre nuestro principal canal de comunicación en nuestra vida ni sobre toda la tecnología que usamos cotidianamente.
Seguiremos presos de Whatsapp
Aunque muchos migremos a Telegram u otra app, lo que es muy bueno, igual seguiremos atrapados en Whatsapp y Mark Zuckerberg lo sabe. Es que muchas personas, amigos y familiares simplemente no se pueden cambiar(1) y si queremos seguir comunicados con ellos debemos mantener whatsapp en nuestros dispositivos, nos impongan las reglas que nos impongan. Son un monopolio y nuestra comunicación pasa por sus carriles y por sus reglas. En algunos países, España por ejemplo, los menores de 45 años usan telegram para el trabajo y amigos, y whatsapp para los padres, abuelos y la familia. No tenemos la posibilidad de desinstalar Whatsapp.
Si no podemos dejar Whatsapp, ¿por qué la preocupación de Mark?
Porque si whatsapp pasa a ser la red de los abuelos y padres, a largo plazo está muerta.
Cuando Mark Zuckerberg se dio cuenta de que Facebook se convirtió en la red social donde estamos con nuestros abuelos, decidió comprar Whatsapp e Instagram que son más juveniles.
Cada nueva generación quiere una red social donde no estén sus padres. La disputa con la red Tic Toc tiene que ver con la edad de sus usuarios. USA sabe que la red de sus adolescentes no puede ser china. La disputa es por los jóvenes de 12 a 17 años.
Pensar una política tecnológica revolucionaria
Esta Rebelión, distinta, hay que estudiarla. Facebook, google, el departamento de estado, el kremlin y todos ellos ya la están estudiando. Por ejemplo, es muy probable que el próximo cambio Whatsapp lo ensayé primero en algún mercado pequeño antes de pasarlo a escala planetaria.
Pero nosotros, los revolucionarios, tenemos que sacar nuestras conclusiones y no burlarnos de esta “lucha de clases en los dispositivos”. La Tecnología es cotidianamente importante para nuestro pueblo y necesitamos pensar una política tecnológica antisistemica, anticapitalista y revolucionaria. Fuente: Kaos en la red (20 Ene, 2021)