Fabio Rigoberto Aguilar, miembro de la Asamblea Estudiantil de la Universidad de El Salvador fue enfático al afirmar, que el movimiento de izquierda necesita de manera urgente una refundación, cuyos ideales estén en consonancia con las demandas de la población, así como la producción de pensamiento crítico para analizar las nuevas medidas del gobierno del presidente Nayib Bukele, y otros partidos políticos.
“Hemos evaluado que hay una reconstitución de la burguesía de nuevo en el país, para volver al poder y el otro es el declive de la izquierda, que son dos factores que nos dejan en un momento crucial y como estudiantes consecuentes sabemos que hay que trabajar para unirnos estudiantes, maestros, sindicatos comprometidos con la lucha social y volvamos a la resistencia revolucionaria”, argumentó.
Fue la tarde de un miércoles 30 de julio de 1975 que la población universitaria de la Universidad de El Salvador, decidió marchar por las principales calles de San Salvador, para protestar por el allanamiento del que había sido objeto el Centro Universitario de Occidente, en Santa Ana por miembros del ejército salvadoreño.
La marcha estudiantil fue reprimida alrededor de las cuatro de la tarde, cuando se encontraba en los entornos del hospital del Instituto del Seguro Social y el paso a desnivel de la 25 Avenida Norte, ahora denominada “Mártires del 30 de Julio”, que provocó un centenar de heridos, muertos y arrestos arbitrarios, así como desaparecidos por parte de las autoridades de la extinta Guardia Nacional, Policía Nacional y el ejército cuando fungía como ministro de la defensa, el general Humberto Romero durante la administración presidencial del coronel Arturo Armando Molina.
Aguilar resaltó la importancia de cohesionar las demandas de diversos sectores sociales, que pueden ser la base para luchar por los temas más sensibles como la seguridad, educación, medio ambiente, política y cultura entre otras temáticas. “Esta será una conmemoración alternativa, que se diferencia de la tradicional, porque vamos a rescatar el valor político que significó en ese momento histórico, esa marcha de estudiantes. Utilizaremos ese día histórico de conmemoración de nuestros caídos, pero las vamos honrar desde nuestras demandas actuales y los que nos compete hoy en día, que es contraponernos frente a todas esas políticas del nuevo gobierno de Nayib Bukele, que es la construcción de una nueva hegemonía de la burguesía nuevamente”, sostuvo.
Virginia Estefanía Roque del Movimiento Tacushcalco, Nahuilingo, Sonsonate dijo, que es importante que la población eleve su voz para evitar que los bienes naturales pasen a manos privadas para ser depredadas o comercializadas, que solo vendrá a imponer altos niveles de pobreza en la población más vulnerable en el área rural y suburbana.
“Debemos parar definitivamente esas aperturas a estos proyectos (urbanísticos) que contaminan ríos, que violan los derechos humanos de la población y los derechos patrimoniales haciendo pozos para sus residenciales. Aquí importa más lo comercial, que la herencia cultural, sin importarles que Tacushcalco fue designado bien cultural desde 1997, reconocido por la UNESCO. Es por esto que hacemos un llamado al nuevo gobierno, a respetar la ley y protocolos de protección al medio ambiente”, manifestó.
“Pasemos de la indignación que manifestamos en las redes de todos los problemas sociales, a la acción”, sugirió Julio Ernesto Grande, de la Asamblea General Estudiantil quien invitó a otras actividades culturales para este jueves y viernes, por la tarde en la Universidad de El Salvador (UES) previo a la conmemoración el martes 30 de julio. “Hacemos una invitación abierta a los estudiantes de secundaria, maestros y directores de centros educativos y aprovechemos esta fecha, para exigir al nuevo gobierno que garantice el libre acceso a la educación superior. No podemos aceptar que se invierta en armas y soldados, pero no invertir en un sistema educativo con una política de puertas abiertas, para todo un pueblo que históricamente no ha tenido acceso a la educación”, puntualizó Grande.