Las (pocas y vagas) propuestas culturales de los partidos políticos. Carlos Lara. Nexos. 6 de junio de 2021

En el actual proceso electoral, los diversos partidos políticos registraron sus plataformas para el periodo 2021-2024 ante el Instituto Nacional Electoral. De estas se desprenden sus propuestas: de ahí saldrán sus programas de gobierno, en el caso de las alcaldías, y sus agendas legislativas, en el caso de los diputados. Tras un análisis de las plataformas de cada partido, puedo afirmar que en materia de cultura tenemos dos propuestas: una muy pobre y otra robusta y coherente. A continuación presento un resumen de las plataformas de los diversos partidos, con la esperanza de que esta información sirva a los electores a la hora de decidir a quién darle su voto.

La alianza oficialista

Para decirlo sin miramientos: Morena no tiene propuesta cultural. La sección de su plataforma que en teoría se trata de la cultura consiste de un copy-paste del evangelio nacionalista de hace tres años. Habla de cultura para la paz y el bienestar; insiste en que somos poseedores y generadores de cultura, en que vivimos en sistemas culturales, en que nadie debe ser excluido de las actividades y circuitos culturales. Su única propuesta concreta es que los recintos consagrados a la difusión del arte dejen de estar centralizados y de monopolizar la actividad cultural.

La cultura, reza la plataforma morenista, “debe poblar los barrios y comunidades, hacerse presente allí en donde es más necesaria, porque [esos] son los entornos sociales más afectados por la pobreza, la desintegración social y familiar, las adicciones y la violencia delictiva”. Esto resulta incongruente, pues debemos recordar que el gobierno morenista ha destinado prácticamente la totalidad de los recursos del sector cultura al Proyecto Chapultepec — justo en el centro del país.

Las plataformas del resto de la coalición oficialista también dejan mucho que desear. El Partido del Trabajo no se molestó en presentar una sola propuesta en materia de cultura. Por su parte, el Partido Verde Ecologista de México planea entregar a los estudiantes universitarios tarjetas de descuento que podrán usarse para actividades culturales, pero también para comprar alimentos.

La alianza opositora

La plataforma de los partidos de la alianza Va Por México, compuesta del Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática, es un poco más sustancial.

En primer lugar, el PAN propone volver obligatoria la enseñanza de música y artes en la educación básica, así como establecer talleres de formación para el trabajo en las escuelas, propuesta que los partidos de la colación vienen arrastrando sin resultados desde hace tres legislaturas. En segundo lugar, el partido conservador propone destinar una partida del Presupuesto de Egresos de la Federación específicamente al rescate del patrimonio cultural de los estados y municipios que no aparece catalogado en la Ley Federal de Monumentos. En tercer lugar, el PAN propone garantizar, a través de medidas legislativas, el derecho de los mexicanos al acceso a la cultura y a la manifestación de sus expresiones culturales sin la intervención del Estado.

(Aquí cabe mencionar que algunos de los gobiernos de este partido han tomado decisiones que contradicen directamente el contenido de su plataforma. Tal fue el caso de Claudia Patricia Santa-Ana Zaldívar, exdirectora del Instituto de Cultura de Aguascalientes, a quien el gobernador panista Martín Orozco Sandoval destituyó hace unos meses por presiones de un grupo católico). Finalmente, el PAN prevé la creación de espacios de preservación y divulgación de las lenguas indígenas, así como la promoción de convenios entre gobiernos y universidades para el mismo propósito.

Por su parte, el PRD —cuya plataforma cultural es quizá la más completa— plantea favorecer la transversalidad de los derechos culturales para la construcción de una cultura para la paz, el fortalecimiento del vínculo educación-cultura y la consolidación de instituciones culturales. Por otro lado, el PRD propone la creación de observatorios ciudadanos que den seguimiento a los programas y proyectos culturales.

La plataforma del partido también recupera la vieja propuesta de asignar el 1 % del PIB a la cultura dentro de la planeación presupuestal. Este dinero se gastaría, entre otras cosas, en estímulos e incentivos para la producción cultural y en canales de cooperación internacional para la difusión de la cultura. Las propuestas del PRD también incluyen democratizar la cultura mediante el acceso gratuito a servicios culturales y mediante la creación de programas de educación artística, ya sea de forma presencial o en colaboración con medios de comunicación.

De forma similar, el partido propone firmar convenios con instituciones privadas para promover el acceso gratuito a la cultura de adultos mayores y personas vulnerables o con discapacidad. El PRD también propone que el Estado forme alianzas con instituciones académicas públicas y privadas para impulsar la investigación científica y favorecer el acceso a las escuelas de artes y oficios culturales.

El partido plantea además fortalecer el Fonca y el Fondo de Apoyo para Pueblos Mágicos. Finalmente, el PRD propone refrendar el compromiso del Estado mexicano como firmante de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, así como elaborar catálogos del patrimonio cultural mexicano, establecer programas que anticipen amenazas y garanticen la salvaguardia de dicho patrimonio y atender el llamado de la UNESCO a proteger a los artistas.

La contribución del PRI a la plataforma cultural de la alianza es bastante limitada. Luego de reconocer que México es una potencia cultural en el mundo, el tricolor se limita a proponer el fortalecimiento de la colaboración cultural con otros países.

Los partidos pequeños

Por su parte, el Movimiento Ciudadano plantea fortalecer los mecanismos de protección de los derechos culturales y ampliar las políticas de fomento y estímulo a la creación artística. MC también propone rescatar los fideicomisos destinados a la cultura que han sido eliminados por el gobierno actual. Adicionalmente, el partido busca impulsar reformas para garantizar los derechos laborales y de seguridad social para los trabajadores del sector cultural. Por otra parte, la plataforma de MC sugiere impulsar el reconocimiento constitucional del derecho a la personalidad jurídica de los pueblos indígenas, propuesta que cumpliría con una de las principales demandas planteadas en los Acuerdos de San Andrés que el gobierno federal firmó con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Asimismo, el partido quiere fortalecer el derecho a la consulta, propuesta que ya aparece en una recomendación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al Poder Legislativo. MC también propone fomentar la traducción de obras literarias en lenguas originarias y ofrecer estímulos fiscales a las radios indígenas. En general, el partido propone desarrollar un modelo de protección a las creaciones y al conocimiento de las culturas indígenas, así como la protección de la medicina tradicional.

Por último, las Redes Sociales Progresistas buscan defender el derecho a la cultura como política de Estado a través de fondos públicos y privados que impulsen las diferentes expresiones artísticas, así como ampliar la difusión de las actividades culturales organizadas por las instituciones públicas, colectivos de artistas y organizaciones de la sociedad civil. Suena bien, sin duda, pero no significa mucho.

Las opciones para el votante

Como vemos, hay en lo general dos agendas: la de Morena y sus aliados, que es vacía y contradictoria, y la de la oposición, que tiene un poco más de sustancia. El electorado tendrá que decidir entre ellas este domingo 6 de junio.

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