Y yo he dicho que el alma no vale más que el cuerpo, y que el cuerpo no vale más que el alma, y que nada, ni Dios, es más grande para uno que uno mismo. Walt Whitman, Hojas de hierba
Informaciones básicas
La verificación que el cuerpo es el espejo del alma, e.d. que las expresiones del cuerpo tienen que ver con la programación del interior, con la situación psíquica, con la disposición mental y emocional, no es nueva.
Ya en la edad antigua Sócrates y Platón escribieron mucho sobre este tema en sus obras y el poeta alemán J. W. von Goethe hace 200 años inventó un verso que refleja perfectamente la coherencia y la correlación entre cuerpo y alma. Él escribió: “Nichts ist drinnen, nichts ist draußen, denn was innen ist, ist außen.“ („Nada está dentro, nada está fuera, pues lo que está dentro, está fuera.“)
Estas conjeturas las retomó la ciencia moderna y en distintas disciplinas se creó un amplio fundamento científico. James Darwin (1809 – 1882), el padre de la etología, observó las actitudes de los seres humanos para hacer conclusiones sobre sus intencionalidades.
2. Definición
¿Qué significa “LENGUAJE CORPORAL”, qué se comprende bajo el concepto “LENGUAJE CORPORAL”? El LENGUAJE CORPORAL es un mensaje que entregamos o/y recibimos a través de manos, piernas, mímica y gestos. Distinguimos dos niveles de comunicación, ellos son: el canal verbal y el no-verbal.
Del canal verbal sacamos sólo (!) 7 % de todas las informaciones por Ej. de una conversación. Del canal no-verbal, nos enteramos del 93 %: 38 % del sonido o la sintonización de la voz y 55 % del LENGUAJE CORPORAL, es decir de postura, gestos y mímicas.
Pero siempre hay que observar la imagen universal, la expresión global de una persona y hay que tener cuidado con sobrevaloraciones e interpretaciones atomizadas y por esto posiblemente equivocadas.
La imagen corporal, el sello físico y fisonómico se constituye a través de informaciones en conjunto, determina la dignidad personal y representa eventuales irregularidades del equilibrio del narcicismo.
El LENGUAJE CORPORAL siempre da un feedback, una re-troalimentación, su comunicación resulta por el estímulo y la respuesta. Es una reacción del instinto, son gestos heredados y aprendidos, son gestos primitivos desde que el mundo es mundo y por esto no se convirtieron ni cambiaron, excepto la risa, que dentro del proceso diacrónico, se interpretó según distintas reglas socioculturales.
3. Características globales
Hay cuatro tipos básicos de caracteres que se diferencian evidente y notablemente y se pueden explicar a través de un ejemplo. Hay cuatro individuos cenando en un restaurante y encuentran un pelo en su sopa: el primero es el flemático que casi no hace caso, toma el pelo, lo pone en el borde de su plato y sigue comiendo. El segundo es el colérico; le corroe la ira dándole voces al camarero y exigiendo el libro de reclamaciones.
El tercero es el melancólico que al darse cuenta del pelo rompe a llorar a mares, balbuceando bajo lágrimas: “¿Por qué siempre me toca a mí?” El más pobre diablo del mundo soy yo.” El último de los cuatro caracteres básicos es el sanguíneo. Él se muestra lleno de profunda alegría, se pone a sonreír con ojos brillantes exclamando: “¡Oh, Andrea, la cocinera rubia me envió una señal!”
Así se ve que distintos caracteres reaccionan frente al mismo estímulo de distintas maneras, y ya se les ve desde fuera como van a reaccionar. Comparado con este ejemplo, el psicólogo William James intentó clasificar las actitudes y posturas corporales en cuatro tipos:
– Acercarse: Personalidad atenta y amable.
– Retirarse: Persona tímida, aburrida, desatenta.
– Extenderse: Persona segura de sí misma y dominante.
-Contraerse: Tipo de personaje desanimado, depresivo y frustrado.
Esa descripción de rasgos básicos coincide evidentemente con las actitudes del sanguíneo, flemático, colérico y melancólico.
4. Funciones corporales
El catedrático en psicología Ken Dychtwald identificó en el cuerpo humano cinco divisiones básicas:
4.1. División derecha – izquierda: Las dos mitades del cerebro humano se especializan de distinta manera. Todos los seres humanos están influidos un poco más por una de las dos mitades.
Mitad izquierda: Mitad derecha:
– verbal – no – verbal – analítico sintético – simbólico intuitivo – temporal – no – temporal – racional / lógico – irracional – digital espacial
Más tarde veremos que efecto rendirá la ponderación y acentuación de estas dos mitades cerebrales.
4.2. división arriba – abajo:
La parte superior, desde la cintura hacia arriba, es la parte extrovertida. Es la parte activa que posibilita y facilita el ser (o no ser), la esencia y la existencia. La parte inferior, desde la cintura hacia abajo, es la parte introvertida. Es la parte pasiva, que también simboliza la sexualidad, la fecundidad y el hogar.
4.3. División delante – detrás: La parte delantera encarna el ser individual, es integrante de la comunicación activa, la parte que nos es conocida y consciente y la parte que indica interés y la actitud ofensiva. La parte trasera, la espalda es la parte menos interesante y más desconocida de un cuerpo. Además indica simbólicamente la disposición de huir.
4.4. División cabeza – cuerpo:
La cabeza está orientada hacia el mundo y es la sede de la inteligencia, del espíritu, de la mente, del genio y del ingenio. La barbilla prominente puede señalar por un lado miedo y por otro lado tenacidad, firmeza y energía. Una barbilla encogida significa la falta de auto-confianza, confusión y consternación.
La cabeza inclinada expresa servilismo, tristeza y vergüenza mientras la cabeza lateralmente inclinada, siempre simboliza un gesto subalterno, como lo hace por Ej. un antílope frente al león que le da a entender visualizando: me puedes morder y me puedes matar.
El cuerpo es propiedad privada, la sede de los afectos y de la sensibilidad. Una postura agachada significa desconfianza y estar a la defensiva.
Una postura “rotunda” expresa hambre de informaciones y armonía, mientras posturas “abiertas” y “grandes“ expresan asombro y consciencia en sí mismo. A pesar de todo, cuando nosotros nos referimos a la expresión del cuerpo usando el concepto LENGUAJE CORPORAL, hay que tener en cuenta que el lenguaje que el cuerpo está pronunciando es el producto de un proceso que se está desarrollando a nivel psicológico y sociopsicológico en un fondo subconsciente.
4.5. División tronco – miembros/extremidades:
Simplificando un poco el rol del cuerpo usemos la siguiente metáfora: el cuerpo juega el papel del tronco de un árbol que no se mueve mucho, que presta su estabilidad y que los miembros/extremidades, los brazos y las piernas, que se mueven y gesticulan como ramos y ramas, disfrutan de aquella estabilidad.
5. Respiración y ritmo
5.1. Fases de la respiración:
La inspiración que procura la recepción de oxígeno simboliza fuerza, vitalidad y alegría. La espiración expresa el desmontaje de fuerza, la pérdida de vitalidad y la liberación de aire estancado, mientras que la contención la respiración caracteriza un bloqueo, pero también, a veces, concentración y un estado de calma interior.
5.2. El ritmo de la respiración:
Personas que se encuentran en una situación armónica siempre están respirando tranquila-, regular-, relajadamente y con gozo. Personas que están sufriendo depresiones suelen espirar larga- y entrecortadamente e inspiran cortamente. Personas agitadas, nerviosas, excitadas o irritadas siempre están inspirando y espirando fuerte- y vehementemente.
Generalizando se puede decir, que la energía de cada actividad nace en la región pectoral. Por eso la caja torácica encogida caracteriza una persona con problemas y cargas psicológicas y cuando una persona enseña la caja torácica retirada hacia atrás aumenta la distancia a su prójimo y él retiene sus sentimientos.
6. Distintas áreas del LENGUAJE CORPORAL
6.1. El LENGUAJE CORPORAL durante el sueño:
Hay distintas posiciones mientras las personas están durmiendo. Una se llama posición fetal y las personas se enrollan como un embrión en el claustro materno lo que simboliza que la persona hasta en el sueño aparece insegura y busca amparo. La posición mediofetal que es mucho más suelta, significa que la persona dormida está contenta, equilibrada y segura.
Otra posición se llama cabeza de Jano según el diós romano que tenía dos caras y podía mirar en dos direcciones; son personas que cambian constantemente de un lado al otro. Ellos conllevan un conflicto interno y se mueven entre un rol activo y un rol pasivo: parecen consciente de sí mismo y extravertidos, pero son tímidos. Se presentan con una cara inofensiva e ingenua, pero son bastante ambiciosos.
Personas que duermen en la posición boca abajo son dominantes, ordenados y puntuales. Los que asumen una posición boca arriba, tumbado y estirado tienen una gran autoestima, son decididos, están contentos consigo mismo y disponen de una gran confianza.
7. Lenguaje territorial
El entorno directo del ser humano se distingue en cuatro categorías de espacio: La zona íntima y cercana es de 0 a 45 centímetros y corresponde a parejas, padres, hermanos y amigos íntimos. La zona personal es una distancia entre 45 a 120 centímetros y se refiere a un trato con amigos y conocidos. La zona social se considera una distancia entre 120 y 360 centímetros y pertenece a personas de interacciones todavía no conocidas. La zona pública es de más de 360 centímetros y esa zona es ocupada por todas las personas de la vida cotidiana. El territorio del ser humano es el espacio alrededor de él.
Y cuando ocurren entradas o invasiones desacostumbradas, inusuales o ilícitas en ese espacio entonces es el cuerpo de la persona referente que se prepara a estar reaccionando de alguna forma, de una forma automática e inconsciente que no se puede impedir o evitar.
8. La postura
Una persona realista tiene sus pies en el suelo y se mantiene derecha y erguida. Cuando uno se presta inseguro sus dedos de pie se agarran en el suelo y no sólo su espalda sino toda su postura se presenta encorvada.
8.1. Posiciones al estar sin movimiento:
Personas que meten o mejor dicho esconden sus manos en los bolsillos aparentan ser poco comunicativas, retiradas, depresivas y a veces enfurecidas. Cuando una persona anda lenta y con cabeza agachada indica que no quiere ser molestada; también podrá significar que es pensativa.
Los brazos cruzados sugieren una carencia de autoestima, la disposición a defenderse o por otro lado, seguridad lo que depende de la situación referida. Las manos en la cadera permiten distintas formas de análisis: en la mujer es una alusión evidentemente sexual, porque esa señal la hace aparecer deseable.
Hay varones con el mismo gesto que aparentan ser homoeróticos u homosexuales, que se desean mostrar más femeninos. Si el pulgar está apoyado en el hueso de la cadera tiende a reaccionar en erupciones emocionales breves e intensivas.
8.2. Posiciones al caminar:
La forma normal de caminar se efectúa con una línea derecha del cuerpo entre la cabeza y la cadera. Las manos se mueven de manera relajada al lado del cuerpo, la mirada está orientada hacia adelante, cabeza y cuello se presentan libres en línea vertical. Todos las publicaciones científicas están acorde con la descripción de aquella postura básica que continúa hacia abajo con piernas derechas, pero no rígidas, abiertas en relación a los hombros.
8.3. Posiciones anómalas:
Cuando un persona lleva la cabeza empujada hacia atrás tiene una concepción del mundo muy firme; las convenciones juegan un papel predominante en esta persona. Cuando la cabeza siempre se está moviendo impulsiva y activamente eso expresa gran interés y riqueza de ideas.
Personas que suelen mirar al suelo no les gusta correr ningún riesgo. Personas que empujan su cabeza hacia adelante son muy cautelosas ante cada situación nueva, mientras aquellos que empujan su pecho/tórax hacia adelante siempre son muy ambiciosas. En cambio la caja torácica retirada da la impresión de una actitud pasiva.
La posición de piernas cruzadas es más relajada; las distintas nueve posturas de cruzar las piernas se puede observar en cada encuentro social. Representan una forma del LENGUAJE CORPORAL que transmite señales ambientales inconscientes de una persona a otra.
Cuando dos personas piensan igual sobre un tema van a cruzar las piernas de forma similar. Muy significativo también es la dirección de las rodillas de las piernas cruzadas. En el caso de acuerdo o de simpatía la pierna superior se dirigirá hacia su vecino. En el caso contrario, la pierna superior se aleja del vecino y contribuye a que el cuerpo gire hacia la dirección “negativa”.
Además es muy expresivo si se cruzan las piernas abierta o estrechamente. El estado de ánimo de alguien será más defensivo cuando tiene sus piernas estrechamente cruzadas, mientras personas con posturas de piernas abiertas en general señalizarán más confianza. Hay algunos gestos de las piernas que, según la región del mundo, se valoran distintamente; por Ej. golpear su propio muslo en Sudamérica expresa impaciencia o ira. Tanto en Europa del norte como en Europa central, significa lo mismo: sorpresa, vergüenza o pena; mientras en Europa del sur, pavor o tristeza.
El único factor común de este mensaje es una reacción repentina, fuerte y emocional. El arrodillarse como señal de sumisión, adoración, veneración, culto, admiración o saludo prácticamente desapareció del actual LENGUAJE CORPORAL y fue reemplazado por la simple inclinación.
9.1. Los pies
Los pies reflejan en forma más sincera las reacciones del cuerpo humano. Pequeños movimientos y modificaciones de la posición de los pies delatan la verdad sobre la situación psíquica de un ser, porque raras veces pensamos lo que están haciendo nuestros pies.
Cuando nos encontramos con otras personas nos concentramos en su cara y sabemos que ellos se concentran en la nuestra, y así con la sonrisa o el ceño nos convertimos en perfectos mentirosos. Nos vestimos con la careta que los demás quieren ver. Cuanto más bajamos nuestras miradas de la región facial hacia abajo tanto más sincero se hace el LENGUA-JE CORPORAL.
Nuestras manos se encuentran aproximadamente en la mitad del cuerpo y son más o menos sinceras. Sólo hasta un cierto punto estamos conscientes de sus movimientos y hasta un cierto grado sabemos mentir con ellas. Pero los pies al lado opuesto del cuerpo y lejos de la importante región facial actúan muy independientes y por eso vale la pena analizarlos detenidamente.
Una persona sentada puede aparecer tranquila y relajada, sonriente y controlada, pero los pies que se están “abrazando” como si uno se agarrara al otro buscando protección, indican lo contrario. Además cuando la persona pone los pies lado a lado y empieza – casi imperceptiblemente – a golpear el suelo o columpiar, señala que le gustaría huir. Este gesto, a veces, se reduce a levantar y bajar los dedos invisiblemente.
Frecuentemente es más interesante estudiar el lenguaje de los pies que el contenido de una conferencia. Sólo en ciertas formas de hacer la corte o de llamar la atención, la gente usa una comunicación consciente e intencional de los movimientos de los pies y de las piernas, como por Ej. columpiar y jugar con un zapato medioquitado, aunque en la gran mayoría de los casos estos gestos van acompañados por actitudes que ya no se pueden controlar.
9.2. El paso
Hay más de 36 formas de moverse con los pies y las piernas. Reduzcamos las posturas más importantes: Personas que caminan con la punta de los pies hacia adelante son resueltas y saben lo que quieren. Las que caminan con la punta de los pies hacia adentro son introvertidas, encerradas en sí mismas y reprimidas. Las que caminan con la punta de los pies hacia afuera intentan o pretenden aparecer resueltas, pero son de fácil distracción.
Gente que camina con pasos grandes suelen pensar en rasgos grandes y arriesgar mucho, mientras, personas que se mueven con pasos pequeños piensan mucho en la seguridad. Pasos anchos simbolizan un firme contacto con el suelo y pasos estrechos muestran inseguridad, incertidumbre e indecisión entre emoción y razón.
10. La posición sentada
10.1. La elección del lugar:
Posiciones marginadas de un grupo significan o distancia intencional o por lo menos neutralidad, mientras personas que están sentadas en forma de una línea o de un círculo documentan unidad o/y solidaridad ante los demás; esa posición está señalando confianza, comunicación y un cierto espacio libre.
La posición frente a frente, por un lado, podría expresar también una cierta distancia, porque no simboliza un diálogo cooperativo y demasiado contacto visual restringe los interactores; pero, por otro lado, expresa una actitud atenta, concentración afectiva o práctica.
Cuando personas se sientan en forma de una esquina aparecen en una situación o conversación flexible y relajada, al contrario si toman una posición diagonal demuestran una falta de interés o una insuficiencia de autoestima, pero de todas formas, este triángulo abierto permite una comunicación libre y un contacto de mirada natural e informal. Personas que se sientan al lado forman una alianza contra un posible adversario.
10.2. La elección de la mesa:
Una mesa redonda despierta asociaciones femeninas, baja las barreras territoriales, incentiva el diálogo de tal manera que nadie está dominando la interacción. Una mesa cuadrada disminuye el intercambio de informaciones y favorece partidos opuestos y las actitudes competitivas.
Cuando se imagina una mesa rectangular se puede marcar seis posiciones (vea transparencia): las dos posiciones de los lados cortos definidos con A y B, las dos posiciones de cada lado largo definidos con C y D y con E y F. Los sitios A-B son las posiciones más importantes. Las combinaciones C-E y D-F también son sitios de mayor importancia, pero igualmente posiciones agresivas y a la vez defensivas.
Las combinaciones C-D y E-F se consideran como lugares de equipo que pueden apoyarse. Las combinaciones A-E y A-C, B-F y B-D son posiciones de intercambio de informaciones, mientras las posiciones de C-F y D-E asumen el rol de sitios poco comunicativos.
10.3. Formas de sentarse:
Personas que están sentadas firmemente y ocupan toda la superficie de la silla muestran un punto de vista muy seguro, mientras los que solamente usan el borde de la silla actúan cautelosamente, son inseguros y prácticamente siempre a punto de salir o escapar.
Personas que ocupan sólo la mitad de la silla les falta autoconfianza y autoestima, pero están dispuestas a sacrificarse. Las que usan su silla con el respaldo hacia adelante también enseñan inseguridad ya que emplean el respaldo como protección, amparo, custodia y barrera.
Cuando una punta del pie en las piernas cruzadas se va orientando a la otra de su interactor o dialogizante, las personas señalan la búsqueda de contacto, afecto, simpatía y cariño. En el caso contrario, cuando las puntas del pie están apartadas eso significa diferencia y separación.
11. La cabeza y el cuello
El cuello guía y dirige la cabeza, físicamente está sin protección y por lo tanto es vulnerable. Por esta razón se desarrollan siempre automática e inconscientemente ciertos gestos de defensa e inseguridad como por Ej. encoger los hombros o inclinar la cabeza hacia adelante.
Hay más de veinte movimientos o gestos cuya única función consiste en transmitir señales visuales a nuestros interactores. Subrayando los más importantes un gesto notable de humildad o subordinación es ofrecer abiertamente un lado del cuello. Este comportamiento se puede observar también cuando animales – por Ej. un antílope ante un león – como entrega de su vida ofrece su sumisión.
Personas que durante una conversación inclinan su cabeza hacia al lado saben escuchar verdaderamente y prestan confianza al compañero de su diálogo. Apenas les disguste algo, la cabeza retrocede a la línea central. Estirando la barbilla y la cabeza hacia arriba la gente aparece encopetada, presumida y provocativa. Cuando la cabeza aparece empujada fuertemente hacia atrás el individuo tiene una concepción del mundo bastante rígida y convencional. Personas que suelen mover su cabeza vivazmente demuestran que están interesados en muchas cosas y tienen ideas espontáneas. Cuando empujan su cabeza hacia adelante son muy cautelosas y cuando la mirada se dirige al suelo están inseguras y evitan los riesgos. Es el gesto típico de la derrota o de la aflicción que se puede observar muchas veces en deportistas que perdieron un campeonato importante.
La inclinación de la cabeza no solamente reduce la altura del individuo sino también, puede abstenerle de estímulos de un mundo que de repente ya no vale nada más. Incluso la vergüenza y el luto son indiciadores típicos de una cabeza esporádicamente agachada, pero muchas veces se conserva un gesto como éste aunque el motivo previo ya no existe.
El cuello juega también un rol importante como zona erógena y en varias culturas la gente prefiere una manera especial de “mordiscos” eróticos. En muchos sentidos el cuello es la parte del cuerpo más firme y resistente, pues es un lugar agradable para abrazar tanto en momentos de amor como de agresión. Parejas que se están besando a menudo atraen el cuello de su amante para reforzar la presión de los labios y a la vez expresar el deseo de mantener el contacto corporal estrecho a través de un lapso de tiempo más largo.
Al exagerar este “clinch“ puede hacer que el otro se sienta atrapado. La cabeza es la región corporal que reacciona en forma más evidente a estímulos de afuera, porque es la sede de las orejas, de los ojos, de la nariz y la garganta con sus cuerdas vocales.
Aquellos órganos conducen las informaciones al cerebro que ordena a actuar y reaccionar. Es difícil pensar moviendo la cabeza, por Ej. es imposible resolver un crucigrama o un complicado ejemplo aritmético moviendo la cabeza de un lado al otro. La famosa escultura de Rodin “El Pensador“ es un excelente ejemplo que muestra como posturalmente debemos tener la cabeza: una o dos manos apoyan la barbilla para poder pensar tranquilamente.
11.1. La frente:
La función esencial de las cejas es señalar los sentimientos variables de su dueño. Las señales ópticas transmitidas a través de la posición de las cejas se refuerzan con las arrugas de la frente. Bajar las cejas es un gesto que data de los tiempos remotos y que sirvió para proteger los ojos en casos de peligro imaginario o real. Cuando sentimos que algo causa dolor nos estremecemos, apoyando espontáneamente los ojos con las cejas bajas y las mejillas levantadas.
Levantar las cejas es un hábito que compartimos con otros primates y originariamente sirvió para mejorar nuestra capacidad de ver y que hoy día se conserva en un sentido metafórico. Levantar la piel de la frente y subir las cejas está causando una ampliación inmediata de nuestro campo visual. Nos abre los ojos, como se suele decir, y facilita que los ojos vean más.
El juego de la mímica con la frente y el espacio interior de las cejas (glabellum) ofrece un abanico de expresiones: asombro, extrañeza, admiración, sorpresa, felicidad, escepticismo, negación, ignorancia, desconocimiento, arrogancia, esperanza, duda, incomprensión, temor, miedo etc.
Se crea una expresión asimétrica de la frente cuando una ceja, como fruncir la frente, se baja, mientras la otra se levanta sorprendidamente. A muchas personas les es difícil o prácticamente imposible crear esa mí-mica, pero para personas que dominan este gesto es un complemento enriquecedor del repertorio facial.
Esta expresión usada en momentos contradictorios remite a una actitud mental escéptica, burlona y los que se expresan de esa manera se encuentran en un ambiente simultáneamente no grato y sorpresivo. Este estado de “temor sin miedo” se presenta ópticamente a través del levantar de una ceja.
Levantar brevemente las cejas es un componente del complejo gesto del encogimiento de hombros. Este gesto que está expresando desamparo o que uno no siente que él mismo tiene la culpa o el enojo sobre la tontería de otra persona, está estrechamente vinculada con movimientos de boca, cabeza, hombros, brazos, manos y cejas. Pero un leve encogimiento de hombros se puede reducir a una o pocas partes del cuerpo.
En algunos casos solamente se mueven las cejas y esa versión suele ocurrir en distintas situaciones sociales. Cuando dos amigos se miran y un tercero comete o dice algo estúpido, uno de los amigos se podría dirigir al otro levantando brevemente las cejas y señalando así su crítica. Esa forma discreta del encogimiento de hombros tiene la ventaja que se puede intercambiar sin que el tercero se dé cuenta. Las cejas pueden funcionar simplemente como señales sexuales, un asunto que se complica por la moda y los costumbres populares.
11.2. Las sienes:
Las sienes en inglés se llaman “temples“, pero no porque esa parte del cuerpo humano es el templo en que reposan las fuerzas místicas de los grandes pensadores y artistas. La denominación inglesa proviene de la palabra latina “tempus”, el tiempo, porque aquí, en las sienes, se puede observar el ritmo del pulso en la superficie de la piel.
11.3. El cabello:
Desde los orígenes del ser humano, el aseo y el cuidado del cabello tuvo mucha importancia y como en los tiempos primitivos, cuando nuestros antepasados ocuparon una gran parte del día con el aseo de su pelo, también nosotros nos sometemos al dictado de la época y nos dejamos mimar por las manos de los peluqueros.
Tocar o acariciar el pelo, no sólo entre amantes, es un acto afectivo. En un tiempo pasado no tan lejano – y con efectos secundarios en nuestra época – mujeres de cabellos largos y suaves fueron un problema para las mentes de una sociedad conservadora, quienes las vieron como provocadoras sexuales.
Los puritanos odiaron la sensualidad carnal del cabello, pero no pudieron exigir que cortaran su pelo; pues eso les hubiera quitado su naturaleza femenina y hubiera contravenido la ley de Dios según la interpretación del apóstol Pablo. La solución era simple: el cabello permaneció largo, pero tuvo que ser escondido.
Llevar el cabello largo en eventos públicos era un hecho raro, sólo se soltaba en la intimidad de la pareja. Quitarse las agujas del nudo trenzado, convirtiendo el cabello en una cascada rizada, logró un sentido extremadamente erótico. En algunas épocas el cabello suelto se hizo un distintivo para una mujer frívola. Una muchacha frívola se castigó públicamente con el corte de su pelo robándole así su característica femenina.
Eso ocurrió hasta en el año 1944 cuando se cortó el pelo de chicas francesas que se involucraron con soldados alemanes. En general se puede decir que la atención que se dedica al peinado refleja la personalidad del que así se peina. Un peinado severo, meticulosamente ordenado indica una persona con mucho autocontrol y autodisciplina.
Pelo suelto, flotante caracteriza una mente vulnerable, pero más abierta. Es así como las mujeres de la era victoriana durante el día elevaron su pelo y lo soltaron solamente en la intimidad de su dormitorio.
11.4. La nariz:
Aparte de que la nariz olisquea funciona como nuestra instalación de acondicionamiento que calienta, limpia y humedece el aire que respiramos antes que llegue a los pulmones. Hay notables diferencias raciales en las formas de la nariz. Personas que viven en un clima seco y caliente tienen narices grandes y prominentes, mientras personas que viven en regiones calientes y húmedas tienen narices anchas y planas. La nariz del hombre en general es más grande que la nariz de la mujer. En ese aspecto la cara femenina es más parecida al rostro preinfantil.
Sabemos que una cara con una nariz respingona agrada más a los padres y despierta en los adultos fuertes sentimientos protectores, y parece que las mujeres adultas en el transcurso de la evolución aprovecharon esa ventaja, manteniendo un perfil infantil y despertando instintos protectores en sus compañeros. La nariz enana de un bebé por Ej. es tan atractiva que los adultos no pueden resistir no tocarla.
Por eso mujeres con narices grandes y destacadas parecen feas, y no sentimos el deseo de proteger a su dueña, porque esta forma no es la apropiada para provocar en nosotros sentimientos paternales. Por otro lado, consideramos que una modelo o actriz con una nariz muy pequeña es hermosa. Por lo tanto, muchas mujeres se someten a una intervención de cirugía plástica que disminuye el ángulo entre el dorso nasal y la cara (36 o- 40 o) y respectivamente el ángulo entre la punta nasal y el labio superior (90 o- 120 o).
También actores como por Ej. Mikel Jackson hicieron disminuir el perfil de su nariz para lograr más encanto y aceptación en sus aficionados. Como la nariz del hombre suele ser más grande se la estima a menudo como símbolo fálico. Un antiguo refrán dice que “cuanto más grande la nariz, tanto más grande su pene”. Por eso un hombre con una nariz descomunal – como Cyrano de Bergerac – tuvo que soportar interminables comentarios y chistes sucios.
Aunque no existe ninguna correlación entre el tamaño de la nariz y el pene, estos dos órganos tienen algo en común: durante la excitación sexual ambos se inyectan con sangre y se hinchan y reaccionan sensiblemente.
Además ambos suben su temperatura. Por lo tanto, en el acto carnal la temperatura de la nariz sube en dos hasta cuatro grados. La nariz es el órgano que indica muy expresivamente el cambio de los sentimientos. Como la cara entera, también la nariz, dispone de músculos para el juego mímico. La nariz no es tan expresiva como los ojos o la boca y no tiene muchas posibilidades de mostrar grandes variaciones fenotípicas, pero, sin embargo, ofrece algunas señales muy significativas.
Cuando se hinchan las alas nasales, y eso se puede observar mucho en el mundo animal, una persona está probando, estudiando, chequeando o sondeando una situación. Cuando una persona se siente incómoda o descontenta está arrugando la nariz; cuando siente desconfianza frunce la nariz, cuando tiene miedo la nariz está palpitando, cuando algo le provoca asco la nariz se contrae, cuando siente ira (o también temor) se dilata, cuando tiene aversiones, antipatía o enojo está bufando. Como reacción a olores la nariz está olisqueando.
Además tocamos la nariz de múltiples maneras. Tocamos o frotamos la nariz cuando abrigamos malas intenciones, empujamos el dorso nasal cuando reflexionamos intensamente sobre un conflicto o cuando estamos agotados; y nos hurgamos la nariz cuando estamos aburridos o frustrados. Todos estos gestos son señales para autocalmarse, y esas personas indican que necesitan un poco de ayuda e intentan ayudarse a sí mismas.
Cuando nos preguntan algo complicado y deseamos ocultar nuestro disturbio interior buscando la respuesta idónea, la mano se mueve brusca y automáticamente hacia la nariz, tocando, frotando, sujetando o empujándola. Parece que el momento de inseguridad produce una reacción de estrés en el tierno tejido nasal que provoca un picor casi imperceptible, y la mano acude en su ayuda, la acaricia para calmarla. Este gesto se observa sobre todo cuando mentirosos, inexpertos no dicen la verdad. Más tarde retomaremos este punto.
Sonarse también puede ser un acto de aburrimiento o frustración. Tocar, frotar o besar la nariz son gestos íntimos; hay culturas pacíficas donde el toque de las puntas de narices es un gesto social de saludo.
12. Los Ojos
12.1. Las pupilas:
Las pupilas reaccionan con el impulso de luz y oscuridad, el grado en que se abren o cierran funciona también metafóricamente porque se agrandan y dejan entrar más luz cuando el alma siente bienestar o comodidad, incluso cuando una persona está concentrada en algo interesante o necesario. Por otro lado las pupilas se estrechan y se contraen cuando a una persona le ocurre algo hostil o molesto. Por eso evitan que entre la luz que es símbolo de lo bello, hermoso y bueno.
12.2. La mirada:
La elocuencia de los ojos es incomparable. Las expresiones del lenguaje de los ojos tienen algo en común: cerramos los ojos hasta un cierto grado para protegernos o bien los abrimos más que lo normal para sí obtener un horizonte más amplio.
Contraemos los ojos frente a demasiada claridad, pero también la asumimos cuando enfrentamos una habitación oscura que nos produce desagrado. A veces un ojo se queda abierto mientras el otro se cierra, lo que parece un guiño. Pero en realidad se trata de un cerrar de ojo intencionado para dar a entender, que algo está escondido, hay un secreto que uno quiere compartir con otra persona. Cuando se usa este gesto ante un desconocido del sexo contrario se expresa cierta complicidad entre ambos que puede llegar hasta lo erótico. La mirada teatral de inocencia dirigiendo los ojos hacia arriba tiene un doble sentido. Los ojos fingen timidez desviando la mirada de la persona adorada y a la vez están buscando el cielo como si buscaran la indulgencia de Dios.
12.3. Las lágrimas:
Las lágrimas son un efecto muy expresivo de los ojos. Análisis químicos de lágrimas derramadas por preocupación y de lágrimas producidas por un estímulo de la superficie ocular, investigaron que estos líquidos que recorren la cara contienen distintas proteínas. Eso significa que el llorar en primer lugar libera el cuerpo de sustancias estresantes.
Por lo tanto, uno se encuentra mejor después de haber llorado, e. d. que el mejoramiento del sentimiento es una reacción bioquímica. Las mejillas mojadas señalan en la persona infeliz un consuelo, pues a través de las lágrimas se eliminan los productos residuales.
12.4. El parpadeo:
El parpadeo habitual que funciona en primer lugar como el limpiaparabrisas de los ojos, dura aproximadamente un cuatragésimo segundo. En una situación excitante, cuando el líquido en los ojos aumenta, se suele parpadear mucho más. Por lo tanto, se puede decir que la frecuencia del parpadeo funciona como un barómetro de los sentimientos. Cuanto más se parpadea, más se expresan los sentimientos. Pestañar se usa para diferentes situaciones melodramáticas, teatrales y hasta para coquetear. Hay un sinnúmero de formas de ver o mejor dicho mirar. Repitamos las formas más importantes y expresivas.
Una persona que mira intensamente pretende amenazar o advertir, mientras las que abren sus ojos de una forma muy ancha señalan asombro, extrañeza, miedo, terror o sorpresa. Ojos estrechos y contraídos simbolizan que no comprenden o piden más detalles. Cuando una persona cierra un ojo fuertemente expresa que está desconfiando y no cree lo que ve o lo que se comunica en forma verbal o no-verbal. Con una mirada hacia al lado uno no quiere tomar una posición, o por lo menos, las informaciones no le son suficientes.
Cuando una persona mira hacia arriba está buscando ayuda o apoyo de una instancia superior. En algunas situaciones, el tener las cejas levantadas, también puede significar que está molesto o aburrido. Personas que suelen mirar al suelo son vergonzosas y tímidas. Personas que miran hacia adelante, pero absortos reflejan estar alejados de la realidad y su entorno social. Cuando personas miran cabizbajos muestran humildad, sumisión o vergüenza.
13. La boca
13.1. Los labios:
Cuando nos envejecemos la posición inmóvil de los labios tiende a expresar el sentimiento predominante, depende de nuestra vida si fue feliz, triste, tensa etc. Investigaciones con niños ciegos de nacimiento resultaron que estamos genéticamente programados para mover los labios en cuanto a un cierto número de expresiones básicas.
Cuatro parejas contrarias – abierto y cerrado, empujado hacia adelante y retirado, levantado y bajo, tenso y relajado – posibilitan varias combinaciones, sobre todo cuando están acompañados por producciones de sonido. Cuando una persona abre bruscamente la boca expresa asombro, extrañeza o curiosidad, mientras los labios apretados simbolizan crítica o desestimación, repudio y rechazo.
Muy interesante y significativo para la situación psicológica es observar las comisuras de los labios, porque metafóricamente reflejan el gusto dulce o amargo. Comisuras tiradas hacia arriba expresan alegría, gozo, disfrutar la vida – una asociación con el sabor dulce -, mientras las comisuras hacia abajo, denotan ignorancia o disgusto lo que se asocia con un sabor amargo.
Durante la excitación sexual los labios se hinchan y asumen una tonalidad rojiza lo que imita el cambio que experimentan los labios de la vulva femenina. Cada persona cuyos labios por naturaleza o artificialmente se ven más llenos y/o más colorados transmitirá automáticamente un carisma sexual más fuerte. Eso explica porqué las mujeres desde miles de años se pintan los labios de carmín para parecer visualmente más atractivas.
13.2. Los dientes:
Los dientes que están detrás de los labios sirven casi exclusivamente para comer. Pero la herencia etológica, que se puede observar en la actitud de los bebés que examinan todo con sus dientes, indica que en el pasado de la historia humana, los dientes tuvieron la función del tacto.
Apretamos, rechinamos, molemos o castañeteamos los dientes, cuando tenemos frío, cuando nos esforzamos físicamente o cuando esperamos dolores. También es una reacción heredada que podríamos explicar a través del siguiente ejemplo: si un hombre es golpeado por otro teniendo su mandíbula suelta, ésta podría dañarse mucho más e incluso dislocarse fácilmente.
Las personas que rechinan o muelen los dientes cuando duermen expresan subconsientemente una ira reprimida, otra vez, una reacción primitiva. Personas frusradas simbólicamente aplastan sus enemigos bajo la protección del sueño.
13.3. La lengua:
Aparte del oficio del gusto, del comer y del pronunciar, la lengua humana también sirve para la transmisión de señales visuales. Estas provienen de dos gestos orales en los lactantes: la lengua rígidamente estirada, que rechaza los pezones cuando el bebé está satisfecho, y la lengua curva, tanteante cuando el bebé busca el pezón. En otras palabras, la lengua que rehusa y la lengua que busca el placer.
Eso refleja también la manera en que la gente enseña esa parte del cuerpo normalmente escondiéndola. Personas concentradas en cierto problema, que no quieren ser molestadas, estiran su lengua queriendo decir: “estoy ocupado, déjenme en paz”.
Sacarle a alguien la lengua significa un cierto rechazo; cuando uno se muerde su lengua está señalando involuntariamente que le hubiera gustado no haber dicho su último comentario. Cuando una persona lame sus labios, está disfrutando una comida o bebida o expresa una señal erótica.
Además hay un significativo símbolo corporal que reproduce en la lengua el pene masculino. La lengua simboliza el pene y los labios la vagina. Un gesto de una prostituta por Ej. consiste en estirar reiteradamente y lentamente la lengua a través de sus labios abiertos para simular la copulación. En Sudamérica hay una apelación sexual de parte del hombre a través del gesto de mover lentamente la lengua por los labios semiabiertos de un lado al otro.
13.4. Succión y chupeteo:
Según la opinión de Siegmund Freud, el fruto del placer oral (Lustgewinn) refleja en los adultos actitudes que provienen de la etapa preinfantil de la succión y el chupeteo. Eso significa que aquellos niños que se les impide la normal satisfacción oral por la madre intentarían compensar esta pérdida para el resto de su vida. En casos extremos puede ser así, pero Freud no tuvo en cuenta que también placeres que vivimos en distintas etapas de nuestra vida, nos conducen a ciertos patrones de comportamiento.
Una persona que como bebé disfrutó succionar en los senos maternos – que corresponde a la mayoría – probablemente no va a renunciar conseguir variantes adultos de ese placer, sólo porque no vivió aquella decepción de succionar cuando lactante.
Una forma habitual del contacto oral de los niños es la succión del dedo. Es el intento de volver a lograr el placer del contacto oral con los senos que significó amor y recogimiento a través del calor que entró por su boca.
Esa actitud de los niños normalmente desaparece después de ciertos años, pero reaparece cuando el niño o joven muerde las uñas, toma bebidas dulces, respira el humo de puros o cigarrillos y chupa la pipa.
En todos estos casos revivimos los momentos deliciosos de la infancia, como el haber succionado los pezones de nuestra madre o el placer del chupete de la mamadera. Muchas veces se ignora que tales “consolaciones orales” sirven para reducir la tensión en adultos estresados, aunque la medicina lo critique.
13.5. El beso:
La acción de besar tiene su origen en una actitud maternal, cuando la madre entregó comida premasticada a su bebé. Igual que el succionar en los senos, ese contacto boca a boca, está estrechamente considerado como placer infantil y seguridad.
Eso quiere decir, que besar igual que succionar y chupar sigue estando ligado a un acto asociado con relaciones gratas de un placentero contacto íntimo. Por lo tanto una pareja infeliz deja de besarse antes de mantener relaciones íntimas. Parece que besarse sale más difícil que intimar sexualmente.
Besar hace adicto. Amantes y poetas siempre lo supieron, pero mientras tanto científicos afirmaron que un proceso químico está en ello involucrado. Durante la pubertad, en el borde de los labios y en el interior de la boca, se forman sustancias semiquímicas que se transmiten cuando dos personas se tocan, estimulando e intensificando el deseo sexual.
Cuanto más se besa tanto más sustancias semiquímicas se producen, lo que por un lado, despierta el deseo de besar mucho más y por otro lado, refuerza la atracción del compañero que está besando. Al besar un 97 % de todas las mujeres cierran los ojos, y en los hombres sólo un 30 %.
Aparentemente la mujer siente más profundo y se olvida de sí misma en este momento, mientras el aspecto de la mujer amada estimula al hombre. En general quienes besan con los ojos abiertos son más prácticos y realistas. También es un indicador de alta fidelidad y de supuesta monogamia. Los románticos prefieren cerrar los ojos. Labios redondeados y cerrados simbolizan un bloqueo interior. Igual se caracterizan los ojos como ventana del alma, también la boca es una puerta.
Si esa puerta se cierra constantemente al mundo exterior, significa que una persona rechaza una parte de su ego. Ese miedo de la intimidad expresada por los labios cerrados radica posiblemente en la infancia y señala el temor de ser abandonado, la incapacidad de entregarse sin pedir nada a cambio.
Pero cuando una persona empieza a besar con una serie de besos breves, cerrada la boca, y continúa con besos más largos, persistentes es extremamente apasionada y sensual.
Una persona con esas características le toma tiempo decidirse, pero una vez decidida se entrega a esa relación con toda su alma y va a disfrutar, penetrando en la mente y el cuerpo de su pareja.
Los que se besan a la manera “francesa” o con la lengua, quieren construir una ligadura fuerte, íntima. Esto es, además, posiblemente la mejor manera de besar, porque combina el intercambio de sustancias químicas vinculado con la memoria profundamente arraigada en la época preinfantil.
Los que besan así, quieren compartir todo con su pareja y tienen rasgos generosos. Usando los dientes cuando se besa – o sea mordiscando amablemente o sea mordiendo de veras – relaciona otra vez la nutrición y el amor. Esa ecuación erótica se expresa en los mitos populares del vampiro de ambos sexos, cuyas víctimas se entregan casi voluntariamente, sin resistir.
Quienes al besarse se acurrucan suavemente muestran rasgos sensuales y cariñosos. Ellos aman sin impedimientos, son sexualmente autoconscientes y obtuvieron mucho cariño durante su época de lactante. Amantes que atraen su pareja muy fuertemente hacia su pecho, como el clásico héroe de las novelas, son en el fondo muy inseguros. Cuando un hombre por Ej. coge a su compañera, simboliza temor de mostrarse débil e intenta parecer dominante; al mismo tiempo internamente tiene miedo de no poder lograr aquella dominación.
13.6. El bostezo:
Bostezar es un fenómeno muy raro que nos hace estirar de una manera exagerada nuestros músculos mandibulares y pectorales. A veces está acompañado del estiramiento de otras partes del cuerpo y el resultado es un leve aumento de la frecuencia del latido del corazón y probablemente también, un leve mejoramiento circulatorio que aumenta el suministro de sangre en el cerebro.
El bostezo señala una actitud que sincroniza la relajación igual que distintas actividades que realizan pájaros antes de ponerse a dormir. Por lo tanto el bostezo es una señal visual, la persona que está bostezando se estira y quiere acostarse lo que lógicamente provoca un efecto contagioso. El cubrirse la boca con la mano, tiene su origen en la creencia tradicional que una persona podría perder su alma cuando abre la boca de par en par.
Colocar la mano delante de la boca impide también que demonios entren y a veces se interpreta como un gesto que señala susto. Otros gestos que cubren la boca tienen otras intenciones. Pueden expresar camuflaje, clandestinidad, engaño o esconder algo ante sus interactores, como si uno quisiera evitar que las palabras pasen a través de los labios. Interpretaciones más detalladas añadiremos en el capítulo sobre la mentira.
13.7. Escupir:
Escupir en tiempos antiguos correspondió a un acto sagrado para ofrecer un sacrificio a los dioses. La creencia en ese poder mágico era muy común y se conserva hasta hoy, por Ej. cuando boxeadores escupen sus manos antes de la lucha.
Durante la Edad Media, si una mujer era considerada por su mirada una “bruja” debía morir quemada. Los presentes para protegerse de esa mala mirada escupían el suelo. De esta manera, un acto simbólico se convirtió en un acto de rechazo e insulto.
13.8. La barba:
El gesto de pasar la mano sobre la barbilla es una herencia de esos tiempos cuando la barba era símbolo de la sabiduría y una mano que se movía por la barba tenía que advertir que uno estaba pensando. Una mano que toca la barba advierte que una persona está meditando. En muchos gestos observamos el simbolismo de la barba: algo crece lentamente y el tiempo pasa irremediablemente. Tocar la barbilla en otra persona – aparte del boxeo – es un gesto infrecuente y puede ser doblemente interpretado. Por Ej. si un hombre toca la barbilla de una mujer implica, por un lado el querer levantarle el ánimo, sin embargo, puede tener otra connotación negativa a pesar de ser un gesto cariñoso, en casos expresa desdén, hace que el interactor se sienta inferior.
A los hombres les indica la tersura de la piel femenina. Un rostro afeitado inconscientemente señala un hombre más joven, porque los niños son imberbes; incluso parece más comunicativo porque se puede ver mejor su cara. Una barba llena puede oscurecer una mímica agradable. El rostro rasurado se asocia automáticamente a un hombre cuidadoso y limpio.
El bigote a menudo es símbolo de sexualidad obsesiva, pero sin embargo reprimida. Hay investigaciones que afirman que un hombre con bigote y sin barba tiene problemas sexuales. La razón de esa observación es muy simple.
Quien lleva un bigote refleja la necesidad de subrayar el sexo masculino, pero la reducción a esta zona de la cara velluda, detenidamente cuidada, significa reserva y fuerte autocontrol. En esa interpretación hay una chispa de verdad, pero una generalización nunca coincidiría con la diversidad de formas de bigotes que a veces se adoptan no por una decisión personal, sino simplemente, por una reacción a seguir la moda reinante. – Retorcer las puntas del bigote muestra una actitud de conquista que tendría que transmitir sentimientos.
14. Las orejas
Aparte de que la orejas reciben los sonidos, señalan que una persona está psíquicamente excitada, que algo le es vergonzoso, penoso o muy íntimo. Además los lóbulos tienen una función erótica, porque al excitarse el hombre, se llenan con sangre y son muy sensuales para el tacto.
Acariciar, besar y chupar los lóbulos como zona erógena tiene un efecto sexualmente estimulante. El profesor Kinsey del Instituto de Investigación Sexual en Indiana escribe que, en casos extraordinarios una mujer o un hombre puede lograr un orgasmo a través de la estimulación de las orejas.
A las orejas en el transcurso de la evolución del hombre se le han asignado diferentes valores. Pensemos en la copulación de los animales; el rostro de ellos no juega un rol importante. Sí lo hace en la copulación de los humanos. En el sentido simbólico, la oreja desempeñó varios roles en la historia del ser humano. Como es un colgajo que rodea una apertura se hizo símbolo de los genitales femeninos.
En el lenguaje popular de Jugoslavia se llama a la vulva “orejas dentro de las piernas”. En Egipto, reemplazando el sentido mencionado, el castigo de una adúltera era cortarle las orejas. Aros se llevan desde 4000 años y el acto de decorar las orejas hasta hoy día es la forma más apreciada y usual de automutilación. El rol del aro como talismán desapareció y hoy día sirve como adorno, es símbolo de posición social y riqueza.
Como en el mundo occidental, los aros eran un adorno de las mujeres, se consideró a los hombres que los llevaron como homosexuales. Pero como pronto esa costumbre la asumieron también los heterosexuales vanguardistas y nadie sabía si el aro en la oreja izquierda significaba homosexualidad y en el derecho heterosexualidad vanguardista, el aro perdió su significado sexual y simplemente sirvió para cuestionar la forma tradicional de pensar.
Tocar el lóbulo con el pulgar y el índice tiene un abanico de interpretaciones dependiendo de las distintas culturas. Cubrimos las orejas para impedir ruido, ponemos la mano encorvada como un embudo detrás de la oreja para escuchar mejor. Frotamos o tiramos la oreja cuando estamos indecisos o para retar a otra persona o metemos el meñique en la oreja cuando estamos socialmente solos. Cuchichear o susurrar algo en el oído del otro y en presencia de los demás, es una de las afectaciones más preferidas de los presumidos y presuntuosos. Los que no participan del susurro se sienten excluidos o marginados de la situación social.
15. Las mejillas
Cuando el cuerpo humano siente calor, uno de los primeros indicadores es el rubor de las mejillas. Eso ocurre cuando la temperatura externa supera la temperatura interna, o cuando la temperatura interna sube repentinamente, sea por fiebre o excitación emocional.
Ese enrojecimiento es causado por la dilatación de los vasos sanguíneos que intentan disminuir y compensar el color corporal, dejando subir la cantidad de la sangre caliente debajo de la superficie de la piel. Para razas de piel clara estas modificaciones o cambios del color de las mejillas funcionan como señales importantes de la disposición anímica.
Se sustraen del control de la consciencia: cuando en un contexto social nos desconcertamos, nos enfurecemos o sentimos calor desagradable y queremos esconder esa circunstancia, nuestras mejillas se niegan a mentir por nosotros. Bajo estas condiciones nuestra única protección consiste en cubrir las mejillas de alguna manera. Eso es posible con un rápido movimiento de la mano, con cosmética o bronceado profundo.
16. Los hombros
Nuestros antepasados necesitaron para la caza hombros fuertes para llevar las armas y la presa. Eso significa que hombros anchos fueron la típica característica masculina, y por otro lado hombros estrechos y tiernos señalaron el fenómeno femenino.
Por esto, los militares llevan sus insignias en los hombros. El ancho de los hombros femeninos en promedio sólo mide siete octavos de los hombros masculinos, se diferencian más en su forma: en las mujeres éstos son más redondeados.
Cuando la moda femenina a partir de los años ochenta descubrió la nueva autoconsciencia de la mujer, acentuó esa parte. Encoger y mover los hombros refleja una actitud defensiva que significa ignorancia, indiferencia o resignación. El motivo porqué encogemos los hombros cuando reímos, está fundamentado en que cada forma de humor tiene un matiz de miedo.
Lo que nos causa la risa es algo que también nos asusta, pero es un susto que no nos afecta y por eso reímos para aliviarnos. Nuestros hombros todavía reaccionan en la forma primitiva y se encogen para protegernos de un golpe o ataque. Dar golpecitos en el hombro de una persona significa felicitarle y apreciarle. Si efectuamos este gesto en nuestro propio hombro imitamos aquella apreciación que desgraciadamente no habíamos recibido.
Ese orgullo puede llegar hasta ser irónico. Abrazar los hombros nos da la fuerte sensación de seguridad, porque nosotros como adultos vivimos otra vez el sentimiento infantil de arrimarnos al cuerpo de los padres. Careciendo de otra persona a veces nos abrazamos a nosotros mismos; nos convertimos por un momento en dos personas: los hombros son nuestros, pero los brazos son – simbólicamente – de otra persona que nos abraza en nuestra imaginación para darnos la sensación de recogimiento y seguridad.
17. La gesticulación
La literatura especial distingue cinco categorías de gestos: la primera son los símbolos que representan la mayoría de los gestos, por Ej. cuando uno se está rascando la oreja. La segunda son los gestos explicativos que disponen de lenguaje significativo convencional, por Ej. cuando una persona describe una escalera de caracol y acompaña esta descripción con la gesticulación del dedo índice hacia arriba.
La tercera son los reguladores o gestos emocionales, por Ej. cuando una persona está meneando la cabeza para negar algo. La cuarta son los adaptadores que permiten sacar conclusiones, por Ej. cuando alguien está fumando y esta acción indica a la vez que la persona tiene que esperar algo o a alguien.
La quinta corresponde a las acentuaciones o gestos rituales, por Ej. cuando una persona está apretando el puño para expresar amenaza.
17.1. Los brazos:
En el transcurso diacrónico de la evolución, los brazos del hombre se hicieron mucho más fuertes que los de la mujer debido a los roles entre los sexos, donde los hombres tuvieron que dedicarse a la caza y a todo lo que a ella le incumbe.
Ésto marcó la diferencia en el aspecto de los brazos masculinos y femeninos. Otra diferencia se da en los codos. En las mujeres los brazos por naturaleza se encuentran más cerca del cuerpo. Si un hombre encogiera sus brazos estrechamente a lo largo del cuerpo y estirara los antebrazos aparecería afeminado.
La axila (axilla) en los últimos años, tuvo que soportar mucho: se afeitó, se roció y se perfumó para evitar que emita olores. Pero estos olores sólo son desagradables cuando se hacen rancios por el efecto invernadero antinatural de la ropa moderna.
Cuando son frescos las secreciones de las axilas son fuertes estímulos sexuales, reflejados en costumbres y bailes populares donde los jóvenes metían un pañuelo en su axila transpirada moviéndolo bajo la nariz de las muchachas que querían seducir. Si consideramos que hoy día una completa industria vive de desodorantes esa historia suena muy rara.
Lo que emiten aquellas glándulas se llama secreto apocrino y es una señal del olor sexual muy fuerte. Los brazos tienen una doble función, por un lado es un arma ofensiva y por otro lado desempeñan un papel defensivo, porque ofrecen cierta protección y custodia, sobre todo cuando están cruzados delante del pecho. Pero también puede significar pasividad o concentración.
Además la forma como se cruzan los brazos es muy significativo, porque cuando la persona pone el antebrazo derecho encima, tiende a decisiones emocionales flexibles y cuando el antebrazo izquierdo está encima, la persona prefiere decidirse o expresarse en forma demasiado racional, rígida y esquemática.
El brazo puede moverse de muchas maneras: cuando por Ej. se mueve libremente y nunca apretado al cuerpo, una persona muestra confianza, franqueza y sinceridad. Cuando un individuo deja caer los brazos flácidamente señala resignación, debilidades con impulsos y estímulos, una actitud pasiva en general. Brazos cruzados detrás de la espalda delatan que una persona está dudando de su propia acción y quiere evadir actividades actuales o futuras.
Levantamos nuestros brazos para aparecer más grandes, cuando triunfamos u obtenemos el aplauso de la multitud, estiramos los brazos hacia el cielo cuando rezamos y expandemos los brazos cuando simulamos un abrazo. Todos estos gestos se encuentran en cada cultura.
El saludo comunista con el puño, el saludo romano, el “Heil“ de los Nazis y el saludo militar que simbólicamente abre la visera o quita el casco sublima señalizaciones hostiles. Se usa los brazos para dar señales a distancias que no se puede transmitir con los dedos o con la mímica. Así los brazos asumen el rol de banderas corporales.
En contactos interactivos e interpersonales el brazo es el “órgano“ de actividades amigables, por Ej. ayudando a un anciano a cruzar la calle o conduciendo alguien a través de una puerta.
Además los brazos son una vitrina de adorno: se los tatúa y casi siempre las mujeres llevaron pulseras para subrayar – como señal sexual – sus (ante)brazos delgados. La interpretación de las pulseras como herencia, que nos permite recordar la esclavitud no convence mucho.
17.2. El apretón de manos:
Intercambiar apretones de manos en el fondo es una lucha simbólica por el poder. Entre una persona dominante y una persona subalterna, la mano del hombre dominante siempre va hacia arriba, mientras la mano del otro está por debajo. Entre dos personas igualmente dominantes hay un apretón de manos vertical.
17.3. Los dedos: Ni de mellizos hay dos impresiones digitales idénticas. Por esto desde más de 2200 años se los usa como identificación. Estigmatizaciones – como las manos del Jesús crucificado – que sorprendieron hace siglos el mundo cristiano, son nada más que una infección viral que sigue apareciendo con intervalos de tiempo determinado.
Adivinar el futuro viendo la superficie de la mano hoy en día ya no posee un diagnóstico mágico, porque por Ej. personas que tienen el síndrome del mongolismo tienen una arruga más y personas con disposiciones de cáncer tienen una característica en la superficie de la palma muy marcada. El pulgar es el dedo del dominio y personas que usan y acentúan mucho el pulgar quieren destacar su propio rendimiento, esfuerzo, mérito, sus propias hazañas y potencias. El índice es el dedo más sensible, es el dedo que suele tocar y examinar la superficie de una materia.
También es el dedo – sabelotodo y cuando está estirado el movimiento del índice expresa amenaza o por lo menos está subrayando, fortificando o reemplazando argumentos. El dedo del corazón es el símbolo de la autoformación, de la autoestructuración y creación; incluso simboliza la forma de la autocontemplación y reflexión de un individuo. El anular es el dedo de los sentimientos y sensaciones y juega un rol más bien pasivo. El meñique es el dedo social y cuando una persona extiende el meñique demuestra un gesto noble y culto.
Hay gestos obscenos conocidos y usados prácticamente en todo el mundo. El gesto más conocido es la „pistola“: el pulgar se empuja a través de los dedos o el índice se empuja a través de los dedos de la otra mano o a través de un anillo del pulgar y el índice, como un pene penetrando la vagina. Otro gesto con el dedo del corazón ya lo usaron los romanos, que dijeron que este dedo toca los genitales; y por esto lo llamaron digitus impudicus o digitus obscenus: Todos los dedos se agachan y el dedo del corazón erigido se empuja hacia arriba.
Los dedos de al lado simbolizan los testículos y el dedo central el falo activo. Hoy en día se emplea este gesto para expresar un insulto grave. En varias épocas y culturas muchas mujeres dejaron crecer sus uñas para señalar que no tienen que trabajar.
Este signo externo de posición social se reforzó pintándolas en colores llamativos para que todo el mundo pudiera ver que estas manos no son para el trabajo.
17.4. Las manos:
La mano es una brillante obra pionera y tan compleja que ningún robot jamás podría imitar en sus movimientos. La mano es – como dice el filósofo alemán Immanuel Kant – „la parte visible del cerebro“. Comparada con la mano masculina, la mano de la mujer permanece más parecida al estado infantil: es más tierna, menos fuerte y más pequeña. Normalmente es un centímetro y medio más corta y más de un centímetro más estrecha que la mano masculina.