Lenguaje Corporal, Body Language, Körpersprache. Ulrich Ramer. 1997

Y  yo  he  dicho  que  el  alma  no  vale  más que el cuerpo, y  que  el  cuerpo  no  vale  más  que  el  alma, y que nada, ni Dios, es más grande para uno que uno mismo. Walt Whitman, Hojas de hierba

Informaciones básicas

La verificación que el cuerpo es el espejo del alma, e.d. que  las  expresiones  del  cuerpo  tienen  que  ver  con  la  programación  del  interior,  con  la  situación  psíquica,  con la disposición mental y emocional, no es nueva.

Ya  en  la  edad  antigua  Sócrates  y  Platón  escribieron  mucho sobre este tema en sus obras y el poeta alemán J.  W.  von  Goethe  hace  200  años  inventó  un  verso  que  refleja  perfectamente  la  coherencia  y  la  correlación  entre  cuerpo  y  alma.  Él  escribió:  “Nichts  ist  drinnen,  nichts  ist  draußen,  denn  was  innen  ist,  ist  außen.“  („Nada  está  dentro,  nada  está  fuera,  pues  lo  que  está  dentro,  está  fuera.“) 

Estas  conjeturas  las  retomó  la  ciencia  moderna  y  en  distintas  disciplinas  se  creó  un  amplio  fundamento  científico.  James  Darwin  (1809  –  1882),  el  padre  de  la  etología,  observó  las  actitudes  de  los  seres  humanos  para  hacer  conclusiones  sobre  sus  intencionalidades.

2. Definición

¿Qué  significa  “LENGUAJE  CORPORAL”,  qué  se  comprende  bajo  el  concepto  “LENGUAJE  CORPORAL”?  El  LENGUAJE CORPORAL es un mensaje que entregamos o/y  recibimos  a  través  de  manos,  piernas,  mímica  y  gestos. Distinguimos dos niveles de comunicación, ellos son: el canal  verbal  y  el  no-verbal

Del  canal  verbal  sacamos  sólo  (!)  7  %  de  todas  las  informaciones  por  Ej.  de  una  conversación.  Del  canal  no-verbal,  nos  enteramos  del  93 %: 38 % del sonido o la sintonización de la voz y 55 %  del  LENGUAJE  CORPORAL,  es  decir  de  postura,  gestos  y  mímicas. 

Pero  siempre  hay  que  observar  la  imagen universal, la expresión global de una persona y hay   que   tener   cuidado   con   sobrevaloraciones   e   interpretaciones atomizadas y por esto posiblemente equivocadas.

La  imagen  corporal,  el  sello  físico  y  fisonómico  se  constituye  a  través  de  informaciones  en  conjunto,  determina  la  dignidad  personal  y  representa  eventuales  irregularidades  del  equilibrio  del  narcicismo. 

El  LENGUAJE  CORPORAL  siempre  da  un  feedback,  una  re-troalimentación,  su  comunicación  resulta  por  el  estímulo y la respuesta. Es una reacción del instinto, son gestos  heredados  y  aprendidos,  son  gestos  primitivos  desde que el mundo es mundo y por esto no se convirtieron  ni  cambiaron,  excepto  la  risa,  que  dentro  del  proceso diacrónico, se interpretó según distintas reglas socioculturales.

3. Características globales

Hay  cuatro  tipos  básicos  de  caracteres  que  se  diferencian  evidente  y  notablemente  y  se  pueden  explicar  a  través  de  un  ejemplo.  Hay  cuatro  individuos  cenando  en un restaurante y encuentran un pelo en su sopa: el primero  es  el  flemático  que  casi  no  hace  caso,  toma  el  pelo, lo pone en el borde de su plato y sigue comiendo. El segundo es el colérico; le corroe la ira dándole voces al  camarero  y  exigiendo  el  libro  de  reclamaciones. 

El  tercero  es  el  melancólico  que  al  darse  cuenta  del  pelo  rompe  a  llorar  a  mares,  balbuceando  bajo  lágrimas:  “¿Por  qué  siempre  me  toca  a  mí?”  El  más  pobre  diablo  del  mundo  soy  yo.”  El  último  de  los  cuatro  caracteres  básicos es el sanguíneo. Él se muestra lleno de profunda  alegría,  se  pone  a  sonreír  con  ojos  brillantes  exclamando:  “¡Oh,  Andrea,  la  cocinera  rubia  me  envió  una  señal!” 

Así  se  ve  que  distintos  caracteres  reaccionan  frente al mismo estímulo de distintas maneras, y ya se les ve desde fuera como van a reaccionar. Comparado  con  este  ejemplo,  el  psicólogo  William  James intentó clasificar las actitudes y posturas corporales en cuatro tipos:

– Acercarse: Personalidad atenta y amable.

– Retirarse: Persona tímida, aburrida, desatenta.

– Extenderse: Persona segura de sí misma y dominante.

-Contraerse: Tipo de personaje desanimado, depresivo y frustrado.

Esa  descripción  de  rasgos  básicos  coincide  evidentemente con las actitudes del sanguíneo, flemático, colérico y melancólico.

4. Funciones corporales

El  catedrático  en  psicología  Ken  Dychtwald  identificó  en el cuerpo humano cinco divisiones básicas:

4.1. División derecha – izquierda:  Las dos mitades del cerebro humano se especializan de distinta manera. Todos los seres humanos están influidos un poco más por una de las dos mitades.

Mitad izquierda:                              Mitad  derecha:

– verbal –                                                          no – verbal –          analítico                                                       sintético          –          simbólico                                                     intuitivo                          – temporal                                                     – no – temporal                      – racional / lógico                                          – irracional –                         digital                                                            espacial         

Más tarde veremos que efecto rendirá la ponderación y acentuación de estas dos mitades cerebrales.

4.2. división arriba – abajo:

La parte superior, desde la cintura hacia arriba, es la parte extrovertida. Es la parte activa que posibilita y facilita el ser (o no ser), la esencia y la existencia. La  parte  inferior,  desde  la  cintura  hacia  abajo,  es  la  parte introvertida. Es la parte pasiva, que también simboliza la sexualidad, la fecundidad y el hogar.

4.3. División delante – detrás: La  parte  delantera  encarna  el  ser  individual,  es  integrante  de  la  comunicación  activa,  la  parte  que  nos  es  conocida y consciente y la parte que indica interés y la actitud ofensiva.  La  parte  trasera,  la  espalda  es  la  parte  menos  interesante y más desconocida de un cuerpo. Además indica simbólicamente la disposición de huir.

4.4. División cabeza – cuerpo:

La  cabeza  está  orientada  hacia  el  mundo  y  es  la  sede  de la inteligencia, del espíritu, de la mente, del genio y del  ingenio.  La  barbilla  prominente  puede  señalar  por  un  lado  miedo  y  por  otro  lado  tenacidad,  firmeza  y  energía. Una barbilla encogida significa la falta de auto-confianza,  confusión  y  consternación. 

La  cabeza  inclinada  expresa  servilismo,  tristeza  y  vergüenza  mientras  la cabeza lateralmente inclinada, siempre simboliza un gesto  subalterno,  como  lo  hace  por  Ej.  un  antílope  frente  al  león  que  le  da  a  entender  visualizando:  me  puedes morder y me puedes matar.

El cuerpo es propiedad privada, la sede de los afectos y de la sensibilidad. Una postura agachada significa desconfianza y estar a la defensiva.

Una postura “rotunda” expresa  hambre  de  informaciones  y  armonía,  mientras  posturas  “abiertas”  y  “grandes“  expresan  asombro  y  consciencia en sí mismo. A pesar de todo, cuando nosotros nos referimos a la expresión  del  cuerpo  usando  el  concepto  LENGUAJE  CORPORAL,  hay  que  tener  en  cuenta  que  el  lenguaje  que  el  cuerpo  está  pronunciando  es  el  producto  de  un  proceso  que  se  está  desarrollando  a  nivel  psicológico  y  sociopsicológico en un fondo subconsciente.

4.5. División tronco – miembros/extremidades:

Simplificando  un  poco  el  rol  del  cuerpo  usemos  la  siguiente metáfora: el cuerpo juega el papel del tronco de un  árbol  que  no  se  mueve  mucho,  que  presta  su  estabilidad  y  que  los  miembros/extremidades,  los  brazos  y las piernas, que se mueven y gesticulan como ramos y ramas, disfrutan de aquella estabilidad.

5. Respiración y ritmo

5.1. Fases de la respiración:

La inspiración que procura la recepción de oxígeno simboliza  fuerza,  vitalidad  y  alegría. La espiración expresa el  desmontaje  de  fuerza,  la  pérdida  de  vitalidad  y  la  liberación  de  aire  estancado,  mientras  que  la  contención  la  respiración  caracteriza  un  bloqueo,  pero  también,  a  veces,  concentración  y  un  estado  de  calma  interior.

5.2. El ritmo de la respiración:

Personas que se encuentran en una situación armónica siempre  están  respirando  tranquila-,  regular-,  relajadamente  y  con  gozo.  Personas  que  están  sufriendo  depresiones  suelen  espirar  larga-  y  entrecortadamente  e  inspiran  cortamente.  Personas  agitadas,  nerviosas,  excitadas  o  irritadas  siempre  están  inspirando  y  espirando   fuerte-   y   vehementemente.  

Generalizando   se   puede decir, que la energía de cada actividad nace en la región  pectoral.  Por  eso  la  caja  torácica  encogida  caracteriza  una  persona  con  problemas  y  cargas  psicológicas y cuando una persona enseña la caja torácica retirada hacia atrás aumenta la distancia a su prójimo y él retiene sus sentimientos.

6. Distintas áreas del LENGUAJE CORPORAL

6.1. El LENGUAJE CORPORAL durante el sueño:

Hay  distintas  posiciones  mientras  las  personas  están  durmiendo. Una se llama posición fetal y las personas se enrollan como un embrión en el claustro materno lo que simboliza que la persona hasta en el sueño aparece insegura y busca amparo. La posición mediofetal que es mucho más suelta, significa  que  la  persona  dormida  está  contenta,  equilibrada y segura.

Otra posición se llama cabeza de Jano según  el  diós  romano  que  tenía  dos  caras  y  podía  mirar  en  dos  direcciones;  son  personas  que  cambian  constantemente  de  un  lado  al  otro.  Ellos  conllevan  un  conflicto  interno  y  se  mueven  entre  un  rol  activo  y  un  rol pasivo: parecen consciente de sí mismo y extravertidos,  pero  son  tímidos.  Se  presentan  con  una  cara  inofensiva e ingenua, pero son bastante ambiciosos.

Personas  que  duermen  en  la  posición  boca  abajo  son  dominantes, ordenados y puntuales. Los que asumen una posición boca arriba, tumbado y estirado tienen una gran autoestima, son decididos, están  contentos  consigo  mismo  y  disponen  de  una  gran  confianza.

7. Lenguaje territorial

El entorno directo del ser humano se distingue en cuatro  categorías  de  espacio:  La  zona  íntima  y  cercana  es  de 0 a 45 centímetros y corresponde a parejas, padres, hermanos y amigos íntimos. La zona personal es una distancia entre 45 a 120 centímetros y se refiere a un trato con amigos y conocidos. La zona social se considera una distancia entre 120 y 360  centímetros  y  pertenece  a  personas  de  interacciones todavía no conocidas. La  zona  pública  es  de  más  de  360  centímetros  y  esa  zona  es  ocupada  por  todas  las  personas  de  la  vida  cotidiana. El  territorio  del  ser  humano  es  el  espacio  alrededor  de  él. 

Y  cuando  ocurren  entradas  o  invasiones  desacostumbradas, inusuales o ilícitas en ese espacio entonces es  el  cuerpo  de  la  persona  referente  que  se  prepara  a  estar  reaccionando  de  alguna  forma,  de  una  forma  automática  e  inconsciente  que  no  se  puede  impedir  o  evitar.

8. La postura

Una  persona  realista  tiene  sus  pies  en  el  suelo  y  se  mantiene derecha y erguida. Cuando uno se presta inseguro sus dedos de pie se agarran en el suelo y no sólo su espalda sino toda su postura se presenta encorvada.

8.1. Posiciones al estar sin movimiento:

Personas  que  meten  o  mejor  dicho  esconden  sus  manos en los bolsillos aparentan ser poco comunicativas, retiradas,  depresivas  y  a  veces  enfurecidas.  Cuando  una persona anda lenta y con cabeza agachada indica que  no  quiere  ser  molestada;  también  podrá  significar  que  es  pensativa. 

Los  brazos  cruzados  sugieren  una  carencia  de  autoestima,  la  disposición  a  defenderse  o  por otro lado, seguridad lo que depende de la situación referida.  Las  manos  en  la  cadera  permiten  distintas  formas   de   análisis:   en   la   mujer   es   una   alusión   evidentemente   sexual,   porque   esa   señal   la   hace   aparecer deseable.

Hay varones con el mismo gesto que aparentan  ser  homoeróticos  u  homosexuales,  que  se  desean   mostrar   más   femeninos.   Si   el   pulgar   está   apoyado en el hueso de la cadera tiende a reaccionar en erupciones emocionales breves e intensivas.

8.2. Posiciones al caminar:

La forma normal de caminar se efectúa con una línea derecha  del  cuerpo  entre  la  cabeza  y  la  cadera.  Las  manos se mueven de manera relajada al lado del cuerpo,  la  mirada  está  orientada  hacia  adelante,  cabeza  y  cuello  se  presentan  libres  en  línea  vertical.  Todos  las  publicaciones  científicas  están  acorde  con  la  descripción de aquella postura básica que continúa hacia abajo  con  piernas  derechas,  pero  no  rígidas,  abiertas  en  relación a los hombros.

8.3. Posiciones anómalas:

Cuando  un  persona  lleva  la  cabeza  empujada  hacia  atrás  tiene  una  concepción  del  mundo  muy  firme;  las  convenciones  juegan  un  papel  predominante  en  esta  persona.  Cuando  la  cabeza  siempre  se  está  moviendo  impulsiva  y  activamente  eso  expresa  gran  interés  y  riqueza  de  ideas

Personas  que  suelen  mirar  al  suelo  no  les  gusta  correr  ningún  riesgo.  Personas  que  empujan  su  cabeza  hacia  adelante  son  muy  cautelosas  ante  cada  situación  nueva,  mientras  aquellos  que  empujan  su  pecho/tórax  hacia  adelante  siempre  son  muy  ambiciosas. En cambio la caja torácica retirada da la impresión de una actitud pasiva.

La  posición  de  piernas  cruzadas  es  más  relajada;  las  distintas nueve posturas de cruzar las piernas se puede observar  en  cada  encuentro  social.  Representan  una  forma  del  LENGUAJE  CORPORAL  que  transmite  señales  ambientales  inconscientes  de  una  persona  a  otra. 

Cuando dos personas piensan igual sobre un tema van a cruzar las piernas de forma similar. Muy significativo también es la dirección de las rodillas de  las  piernas  cruzadas.  En  el  caso  de  acuerdo  o  de  simpatía la pierna superior se dirigirá hacia su vecino. En el caso contrario, la pierna superior se aleja del vecino y contribuye a que el cuerpo gire hacia la dirección “negativa”.

Además  es  muy  expresivo  si  se  cruzan  las  piernas  abierta o estrechamente. El estado de ánimo de alguien será  más  defensivo  cuando  tiene  sus  piernas  estrechamente  cruzadas,  mientras  personas  con  posturas  de  piernas  abiertas  en  general  señalizarán  más  confianza. Hay algunos gestos de las piernas que, según la región del mundo, se valoran distintamente; por Ej. golpear su propio muslo en Sudamérica expresa impaciencia o ira.  Tanto en Europa del norte como en Europa central, significa  lo  mismo:  sorpresa,  vergüenza  o  pena;  mientras  en  Europa  del  sur,  pavor  o  tristeza. 

El  único  factor  común de este mensaje es una reacción repentina, fuerte y emocional. El  arrodillarse  como  señal  de  sumisión,  adoración,  veneración,  culto,  admiración  o  saludo  prácticamente  desapareció del actual LENGUAJE CORPORAL y fue reemplazado por la simple inclinación.

9.1. Los pies

Los  pies  reflejan  en  forma  más  sincera  las  reacciones  del  cuerpo  humano.  Pequeños  movimientos  y  modificaciones  de  la  posición  de  los  pies  delatan  la  verdad  sobre la situación psíquica de un ser, porque raras veces  pensamos  lo  que  están  haciendo  nuestros  pies. 

Cuando  nos  encontramos  con  otras  personas  nos  concentramos  en  su  cara  y  sabemos  que  ellos  se  concentran  en  la  nuestra,  y  así  con  la  sonrisa  o  el  ceño  nos  convertimos en perfectos mentirosos. Nos vestimos con la careta que los demás quieren ver. Cuanto más bajamos nuestras miradas de la región facial hacia abajo tanto más sincero se hace el LENGUA-JE CORPORAL.

Nuestras manos se encuentran aproximadamente en la mitad del cuerpo y son más o menos sinceras. Sólo hasta un cierto punto estamos conscientes  de  sus  movimientos  y  hasta  un  cierto  grado  sabemos mentir con ellas.  Pero los pies al lado opuesto del cuerpo y lejos de la importante región facial actúan muy independientes y por eso   vale   la   pena   analizarlos   detenidamente.  

Una   persona  sentada  puede  aparecer  tranquila  y  relajada,  sonriente  y  controlada,  pero  los  pies  que  se  están  “abrazando”  como  si  uno  se  agarrara  al  otro  buscando  protección, indican lo contrario. Además cuando la persona  pone  los  pies  lado  a  lado  y  empieza  –  casi  imperceptiblemente  –  a  golpear  el  suelo  o  columpiar,  señala que le gustaría huir. Este gesto, a veces, se reduce a  levantar  y  bajar  los  dedos  invisiblemente. 

Frecuentemente  es  más  interesante  estudiar  el  lenguaje  de  los  pies que el contenido de una conferencia. Sólo  en  ciertas  formas  de  hacer  la  corte  o  de  llamar  la  atención,  la  gente  usa  una  comunicación  consciente  e  intencional de los movimientos de los pies y de las piernas,  como  por  Ej.  columpiar  y  jugar  con  un  zapato  medioquitado, aunque en la gran mayoría de los casos estos gestos van acompañados por actitudes que ya no se pueden controlar.

9.2. El paso

Hay  más  de  36  formas  de  moverse  con  los  pies  y  las  piernas.  Reduzcamos  las  posturas  más  importantes:  Personas  que  caminan  con  la  punta  de  los  pies  hacia  adelante son resueltas y saben lo que quieren. Las que caminan con la punta de los pies hacia adentro son introvertidas, encerradas en sí mismas y reprimidas. Las que  caminan  con  la  punta  de  los  pies  hacia  afuera  intentan  o  pretenden  aparecer  resueltas,  pero  son  de  fácil distracción.

Gente que camina con pasos grandes suelen pensar en rasgos  grandes  y  arriesgar  mucho,  mientras,  personas  que se mueven con pasos pequeños piensan mucho en la  seguridad.  Pasos  anchos  simbolizan  un  firme  contacto  con  el  suelo  y  pasos  estrechos  muestran  inseguridad,  incertidumbre  e  indecisión  entre  emoción  y  razón.

10. La posición sentada

10.1. La elección del lugar:

Posiciones  marginadas  de  un  grupo  significan  o  distancia intencional o por lo menos neutralidad, mientras personas que están sentadas en forma de una línea o de un círculo documentan unidad o/y solidaridad ante los   demás;   esa   posición   está   señalando   confianza,   comunicación  y  un  cierto  espacio  libre. 

La  posición  frente  a  frente,  por  un  lado,  podría  expresar  también  una  cierta  distancia,  porque  no  simboliza  un  diálogo  cooperativo  y  demasiado  contacto  visual  restringe  los  interactores;  pero,  por  otro  lado,  expresa  una  actitud  atenta,   concentración   afectiva   o   práctica.  

Cuando   personas   se   sientan   en   forma   de   una   esquina aparecen  en  una  situación  o  conversación  flexible  y  relajada,  al  contrario  si  toman  una  posición  diagonal demuestran una falta de interés o una insuficiencia de autoestima, pero de todas formas, este triángulo abierto  permite  una  comunicación  libre  y  un  contacto  de  mirada  natural  e  informal.  Personas  que  se  sientan  al lado forman una alianza contra un posible adversario.

10.2. La elección de la mesa:

Una mesa  redonda  despierta  asociaciones  femeninas,  baja las barreras territoriales, incentiva el diálogo de tal manera que nadie está dominando la interacción. Una  mesa  cuadrada  disminuye  el  intercambio  de  informaciones  y  favorece  partidos  opuestos  y  las  actitudes competitivas.

Cuando  se  imagina  una  mesa  rectangular  se  puede  marcar  seis  posiciones  (vea  transparencia):  las  dos  posiciones de los lados cortos definidos con A y B, las dos posiciones de cada lado largo definidos con C y D y con E   y   F.   Los   sitios   A-B   son   las   posiciones   más   importantes.  Las  combinaciones  C-E  y  D-F  también  son sitios de mayor importancia, pero igualmente posiciones agresivas y a la vez defensivas.

Las combinaciones  C-D  y  E-F  se  consideran  como  lugares  de  equipo  que pueden apoyarse. Las combinaciones A-E y A-C, B-F   y   B-D   son   posiciones   de   intercambio   de   informaciones,  mientras  las  posiciones  de  C-F  y  D-E  asumen el rol de sitios poco comunicativos.

10.3. Formas de sentarse:

Personas  que  están  sentadas  firmemente  y  ocupan  toda la superficie de la silla muestran un punto de vista  muy  seguro,  mientras  los  que  solamente  usan  el borde de la silla actúan cautelosamente, son inseguros y  prácticamente  siempre  a  punto  de  salir  o  escapar. 

Personas que ocupan sólo la mitad de la silla les falta autoconfianza  y  autoestima,  pero  están  dispuestas  a  sacrificarse.  Las  que  usan  su  silla  con  el  respaldo hacia  adelante  también  enseñan  inseguridad  ya  que  emplean el respaldo como protección, amparo, custodia y barrera.

Cuando  una  punta del pie en las piernas cruzadas se va orientando a la otra de su interactor o dialogizante, las  personas  señalan  la  búsqueda  de  contacto,  afecto,  simpatía  y  cariño.  En  el  caso  contrario,  cuando  las  puntas  del  pie  están  apartadas  eso  significa  diferencia  y separación.

11. La cabeza y el cuello

El  cuello  guía  y  dirige  la  cabeza,  físicamente  está  sin  protección  y  por  lo  tanto  es  vulnerable.  Por  esta  razón  se desarrollan siempre automática e inconscientemente ciertos  gestos  de  defensa  e  inseguridad  como  por  Ej.  encoger  los  hombros  o  inclinar  la  cabeza  hacia  adelante.

Hay  más  de  veinte  movimientos  o  gestos  cuya  única  función consiste en transmitir señales visuales a nuestros  interactores.  Subrayando  los  más  importantes  un  gesto  notable  de  humildad  o  subordinación  es  ofrecer  abiertamente  un  lado  del  cuello.  Este  comportamiento  se  puede  observar  también  cuando  animales  –  por  Ej.  un  antílope  ante  un  león  –  como  entrega  de  su  vida  ofrece su sumisión.

Personas  que  durante  una  conversación  inclinan  su  cabeza  hacia  al  lado  saben  escuchar  verdaderamente  y  prestan  confianza  al  compañero  de  su  diálogo.  Apenas  les  disguste  algo,  la  cabeza  retrocede  a  la  línea  central. Estirando la barbilla y la cabeza hacia arriba la gente aparece encopetada, presumida y provocativa. Cuando  la  cabeza aparece empujada  fuertemente  hacia atrás el individuo tiene una concepción del mundo bastante rígida y convencional. Personas que suelen mover  su  cabeza  vivazmente  demuestran  que  están  interesados    en    muchas    cosas    y    tienen    ideas    espontáneas.  Cuando  empujan  su  cabeza  hacia  adelante son muy cautelosas y cuando la mirada se dirige  al  suelo  están  inseguras  y  evitan  los  riesgos.  Es  el  gesto  típico  de  la  derrota  o  de  la  aflicción  que  se  puede   observar muchas veces en deportistas que perdieron un campeonato importante.

La inclinación de la cabeza no solamente reduce la altura del individuo sino también, puede abstenerle de estímulos de un mundo que de repente  ya  no  vale  nada  más.  Incluso  la  vergüenza  y  el  luto  son  indiciadores  típicos  de  una  cabeza  esporádicamente  agachada,  pero  muchas  veces  se  conserva  un  gesto como éste aunque el motivo previo ya no existe.

El  cuello  juega  también  un  rol  importante  como  zona  erógena  y  en  varias  culturas la gente prefiere una manera especial de “mordiscos” eróticos. En muchos sentidos el cuello es la parte del cuerpo más firme y resistente,  pues  es  un  lugar  agradable  para  abrazar  tanto  en momentos de amor como de agresión. Parejas que se están besando a menudo atraen el cuello de su amante para reforzar la presión de los labios y a la vez expresar el  deseo  de  mantener  el  contacto  corporal  estrecho  a  través  de  un  lapso  de  tiempo  más  largo. 

Al  exagerar  este  “clinch“  puede  hacer  que  el  otro  se  sienta  atrapado. La cabeza es la región corporal que reacciona en forma más  evidente  a  estímulos  de  afuera,  porque  es  la  sede  de las orejas, de los ojos, de la nariz y la garganta con sus cuerdas vocales.

Aquellos órganos conducen las informaciones  al  cerebro  que  ordena  a  actuar  y  reaccionar. Es  difícil  pensar  moviendo  la  cabeza,  por  Ej.  es  imposible  resolver  un  crucigrama  o  un  complicado  ejemplo  aritmético moviendo la cabeza de un lado al otro. La famosa escultura de Rodin “El Pensador“ es un excelente ejemplo  que  muestra  como  posturalmente  debemos  tener  la  cabeza:  una  o  dos  manos  apoyan  la  barbilla  para poder pensar tranquilamente.

11.1. La frente:

La  función  esencial  de  las  cejas  es  señalar  los  sentimientos  variables  de  su  dueño.  Las  señales  ópticas  transmitidas  a  través  de  la  posición  de  las  cejas  se  refuerzan con las arrugas de la frente.  Bajar las cejas es un gesto que data de los tiempos remotos  y  que  sirvió  para  proteger  los  ojos  en  casos  de  peligro  imaginario  o  real.  Cuando  sentimos  que  algo  causa  dolor  nos  estremecemos,  apoyando  espontáneamente  los  ojos  con  las  cejas  bajas  y  las  mejillas  levantadas.

Levantar  las  cejas  es  un  hábito  que  compartimos  con  otros  primates  y  originariamente  sirvió  para  mejorar  nuestra capacidad de ver y que hoy día se conserva en un  sentido  metafórico.  Levantar  la  piel  de  la  frente  y  subir las cejas está causando una ampliación inmediata de nuestro campo visual. Nos abre los ojos, como se suele decir, y facilita que los ojos vean más.

El juego de la mímica con la frente y el espacio interior de  las  cejas  (glabellum)  ofrece  un  abanico  de  expresiones:  asombro,  extrañeza,  admiración,  sorpresa,  felicidad,   escepticismo,   negación,   ignorancia,   desconocimiento,  arrogancia,  esperanza,  duda,  incomprensión,  temor, miedo etc.

Se  crea  una  expresión  asimétrica  de  la  frente  cuando  una ceja, como fruncir la frente, se baja, mientras la otra  se  levanta  sorprendidamente.  A  muchas  personas les  es  difícil  o  prácticamente  imposible  crear  esa  mí-mica, pero para personas que dominan este gesto es un complemento  enriquecedor  del  repertorio  facial. 

Esta  expresión usada en momentos contradictorios remite a una  actitud  mental  escéptica,  burlona  y  los  que  se  expresan de esa manera se encuentran en un ambiente simultáneamente no grato y sorpresivo. Este estado de “temor sin miedo” se presenta ópticamente a través del levantar de una ceja.

Levantar  brevemente  las  cejas  es  un  componente  del  complejo gesto del encogimiento de hombros. Este gesto que está expresando desamparo o que uno no siente que él mismo tiene la culpa o el enojo sobre la tontería de  otra  persona,  está  estrechamente  vinculada  con  movimientos de boca, cabeza, hombros, brazos, manos y cejas. Pero un leve encogimiento de hombros se puede reducir a una o pocas partes del cuerpo.

En algunos casos solamente se mueven las cejas y esa versión suele ocurrir en distintas situaciones sociales. Cuando dos amigos se miran y un tercero comete o dice algo estúpido,  uno  de  los  amigos  se  podría  dirigir  al  otro  levantando  brevemente  las  cejas  y  señalando  así  su  crítica.  Esa  forma  discreta  del  encogimiento  de  hombros  tiene  la ventaja que se puede intercambiar sin que el tercero se dé cuenta. Las cejas pueden funcionar simplemente como señales sexuales, un asunto que se complica por la moda y los costumbres populares.

11.2. Las sienes:

Las  sienes  en  inglés  se  llaman  “temples“,  pero  no  porque  esa  parte  del  cuerpo  humano  es  el  templo  en  que  reposan las fuerzas místicas de los grandes pensadores y  artistas.  La  denominación  inglesa  proviene  de  la  palabra  latina  “tempus”,  el  tiempo,  porque  aquí,  en  las  sienes,  se  puede  observar  el  ritmo  del  pulso  en  la  superficie de la piel.

11.3. El cabello:

Desde los orígenes del ser humano, el aseo y el cuidado del  cabello  tuvo  mucha  importancia  y  como  en  los  tiempos  primitivos,  cuando  nuestros  antepasados  ocuparon  una  gran  parte  del  día  con  el  aseo  de  su  pelo,  también nosotros nos sometemos al dictado de la época y nos dejamos mimar por las manos de los peluqueros.

Tocar o acariciar el pelo, no sólo entre amantes, es un acto afectivo. En  un  tiempo  pasado  no  tan  lejano  –  y  con  efectos  secundarios  en  nuestra  época  –  mujeres  de  cabellos  largos  y  suaves  fueron  un  problema  para  las  mentes  de  una  sociedad  conservadora,  quienes  las  vieron  como  provocadoras  sexuales. 

Los  puritanos  odiaron  la  sensualidad carnal del cabello, pero no pudieron exigir que cortaran  su  pelo;  pues  eso  les  hubiera  quitado  su  naturaleza  femenina  y  hubiera  contravenido  la  ley  de  Dios  según  la  interpretación  del  apóstol  Pablo.  La  solución  era  simple:  el  cabello  permaneció  largo,  pero  tuvo  que  ser  escondido

Llevar  el  cabello  largo  en  eventos públicos era un hecho raro, sólo se soltaba en la intimidad  de  la  pareja.  Quitarse  las  agujas  del  nudo  trenzado,  convirtiendo  el  cabello  en  una  cascada  rizada, logró un sentido extremadamente erótico. En algunas  épocas  el  cabello  suelto  se  hizo  un  distintivo  para  una mujer frívola. Una muchacha frívola se castigó públicamente  con  el  corte  de  su  pelo  robándole  así  su  característica  femenina. 

Eso  ocurrió  hasta  en  el  año  1944 cuando se cortó el pelo de chicas francesas que se involucraron con soldados alemanes. En general se puede decir que la atención que se dedica al  peinado  refleja  la  personalidad  del  que  así  se  peina.  Un  peinado  severo,  meticulosamente  ordenado  indica  una  persona  con  mucho  autocontrol  y  autodisciplina

Pelo  suelto,  flotante  caracteriza  una  mente  vulnerable,  pero  más  abierta.  Es  así  como  las  mujeres  de  la  era  victoriana durante el día elevaron su pelo y lo soltaron solamente en la intimidad de su dormitorio.

11.4. La nariz:

Aparte de que la nariz olisquea funciona como nuestra instalación de acondicionamiento que calienta, limpia y humedece el aire que respiramos antes que llegue a los pulmones. Hay  notables  diferencias  raciales  en  las  formas  de  la  nariz.  Personas  que  viven  en  un  clima  seco  y  caliente  tienen  narices  grandes  y  prominentes,  mientras  personas  que  viven  en  regiones  calientes  y  húmedas  tienen  narices anchas y planas. La  nariz  del  hombre  en  general  es  más  grande  que  la  nariz  de  la  mujer.  En  ese  aspecto  la  cara  femenina  es  más  parecida  al  rostro  preinfantil. 

Sabemos  que  una  cara con una nariz respingona agrada más a los padres y   despierta   en   los   adultos   fuertes   sentimientos   protectores,  y  parece  que  las  mujeres  adultas  en  el  transcurso  de  la  evolución  aprovecharon  esa  ventaja,  manteniendo  un  perfil  infantil  y  despertando  instintos  protectores  en  sus  compañeros.  La  nariz  enana  de  un  bebé por Ej. es tan atractiva que los adultos no pueden resistir no tocarla.

Por eso mujeres con narices grandes y  destacadas  parecen  feas,  y  no  sentimos  el  deseo  de  proteger  a  su  dueña,  porque  esta  forma  no  es  la  apropiada   para   provocar   en   nosotros   sentimientos   paternales. Por otro lado, consideramos que una modelo o actriz  con  una  nariz  muy  pequeña  es  hermosa.  Por  lo  tanto,  muchas  mujeres  se  someten  a  una  intervención  de  cirugía  plástica  que  disminuye  el  ángulo  entre  el  dorso  nasal  y  la  cara  (36  o-  40  o)  y  respectivamente  el  ángulo  entre  la  punta  nasal  y  el  labio  superior  (90  o- 120 o).

También actores como por Ej. Mikel Jackson hicieron  disminuir  el  perfil  de  su  nariz  para  lograr  más  encanto y aceptación en sus aficionados. Como  la  nariz  del  hombre  suele  ser  más  grande  se  la  estima  a  menudo  como  símbolo  fálico.  Un  antiguo  refrán  dice  que  “cuanto  más  grande  la  nariz,  tanto  más  grande su pene”. Por eso un hombre con una nariz descomunal  –  como  Cyrano  de  Bergerac  –  tuvo  que  soportar   interminables   comentarios   y   chistes   sucios.  

Aunque  no  existe  ninguna  correlación  entre  el  tamaño  de  la  nariz  y  el  pene,  estos  dos  órganos  tienen  algo  en  común: durante la excitación sexual ambos se inyectan con  sangre  y  se  hinchan  y  reaccionan  sensiblemente

Además ambos suben su temperatura. Por lo tanto, en el  acto  carnal  la  temperatura  de  la  nariz  sube  en  dos  hasta cuatro grados. La nariz es el órgano que indica muy expresivamente el cambio de los sentimientos. Como la cara entera, también  la  nariz,  dispone  de  músculos  para  el  juego  mímico.  La  nariz  no  es  tan  expresiva  como  los  ojos  o  la  boca y no tiene muchas posibilidades de mostrar grandes  variaciones  fenotípicas,  pero,  sin  embargo,  ofrece  algunas señales muy significativas.

Cuando se hinchan las  alas  nasales,  y  eso  se  puede  observar  mucho  en  el  mundo   animal,   una   persona   está   probando,   estudiando, chequeando o sondeando una situación. Cuando una persona se siente incómoda o descontenta está arrugando  la  nariz;  cuando  siente  desconfianza  frunce  la  nariz,  cuando  tiene  miedo  la  nariz  está  palpitando,  cuando algo le provoca asco la nariz se contrae, cuando siente  ira  (o  también  temor)  se  dilata,  cuando  tiene  aversiones,   antipatía   o   enojo   está   bufando.   Como   reacción a olores la nariz está olisqueando.

Además  tocamos  la  nariz  de  múltiples  maneras.  Tocamos o frotamos la nariz cuando abrigamos malas intenciones,  empujamos  el  dorso  nasal  cuando  reflexionamos  intensamente  sobre  un  conflicto  o  cuando  estamos agotados; y nos hurgamos la nariz cuando estamos aburridos o frustrados.  Todos  estos  gestos  son  señales  para  autocalmarse,  y  esas personas indican que necesitan un poco de ayuda e  intentan  ayudarse  a  sí  mismas. 

Cuando  nos  preguntan  algo  complicado  y  deseamos  ocultar  nuestro  disturbio interior buscando la respuesta idónea, la mano se mueve brusca y automáticamente hacia la nariz, tocando,  frotando,  sujetando  o  empujándola.  Parece  que  el  momento  de  inseguridad  produce  una  reacción  de estrés en el tierno tejido nasal que provoca un picor casi  imperceptible,  y  la  mano  acude  en  su  ayuda,  la  acaricia para calmarla. Este gesto se observa sobre todo  cuando  mentirosos,  inexpertos  no  dicen  la  verdad.  Más tarde retomaremos este punto.

Sonarse  también  puede  ser  un  acto  de  aburrimiento  o  frustración. Tocar, frotar o besar la nariz son gestos íntimos;  hay  culturas  pacíficas  donde  el  toque  de  las  puntas de narices es un gesto social de saludo.

12. Los Ojos

12.1. Las pupilas:

Las pupilas reaccionan con el impulso de luz y oscuridad,  el  grado  en  que  se  abren  o  cierran  funciona  también  metafóricamente  porque  se  agrandan  y  dejan  entrar más luz cuando el alma siente bienestar o comodidad,  incluso  cuando  una  persona  está  concentrada  en  algo  interesante  o  necesario.  Por  otro  lado  las  pupilas  se  estrechan  y  se  contraen  cuando  a  una  persona  le  ocurre algo hostil o molesto. Por eso evitan que entre la luz que es símbolo de lo bello, hermoso y bueno.

12.2. La mirada:

La  elocuencia  de  los  ojos  es  incomparable.  Las  expresiones  del  lenguaje  de  los  ojos  tienen  algo  en  común:  cerramos  los  ojos  hasta  un  cierto  grado  para  protegernos o bien los abrimos más que lo normal para sí obtener un horizonte más amplio.

Contraemos los ojos frente  a  demasiada  claridad,  pero  también  la  asumimos  cuando  enfrentamos  una  habitación  oscura  que  nos  produce desagrado. A veces un ojo se queda abierto mientras el otro se cierra, lo que parece un guiño. Pero en realidad se trata de un cerrar de ojo intencionado para dar a entender, que algo  está  escondido,  hay  un  secreto  que  uno  quiere  compartir  con  otra  persona.  Cuando  se  usa  este  gesto  ante  un  desconocido  del  sexo  contrario  se  expresa  cierta complicidad entre ambos que puede llegar hasta lo erótico. La mirada teatral de inocencia dirigiendo los ojos hacia arriba  tiene  un  doble  sentido.  Los  ojos  fingen  timidez  desviando  la  mirada  de  la  persona  adorada  y  a  la  vez  están  buscando  el  cielo  como  si  buscaran  la  indulgencia de Dios.

12.3. Las lágrimas:

Las  lágrimas  son  un  efecto  muy  expresivo  de  los  ojos.  Análisis  químicos  de  lágrimas  derramadas  por  preocupación y de lágrimas producidas por un estímulo de la superficie  ocular,  investigaron  que  estos  líquidos  que  recorren la cara contienen distintas proteínas.  Eso  significa  que  el  llorar  en  primer  lugar  libera  el  cuerpo de sustancias estresantes

Por lo tanto, uno se encuentra mejor después de haber llorado, e. d. que el mejoramiento del sentimiento es una  reacción  bioquímica.  Las  mejillas  mojadas  señalan  en la persona infeliz un consuelo, pues a través de las lágrimas se eliminan los productos residuales.

12.4. El parpadeo:

El  parpadeo  habitual  que  funciona  en  primer  lugar  como  el  limpiaparabrisas  de  los  ojos,  dura  aproximadamente  un  cuatragésimo  segundo.  En  una  situación  excitante,  cuando  el  líquido  en  los  ojos  aumenta,  se  suele  parpadear  mucho  más.  Por  lo  tanto,  se  puede  decir que la frecuencia del parpadeo funciona como un barómetro  de  los  sentimientos.  Cuanto  más  se  parpadea, más se expresan los sentimientos. Pestañar  se  usa  para  diferentes  situaciones  melodramáticas, teatrales y hasta para coquetear. Hay un sinnúmero de formas de ver o mejor dicho mirar.  Repitamos  las  formas  más  importantes  y  expresivas. 

Una  persona  que  mira  intensamente  pretende  amenazar  o  advertir,  mientras  las  que  abren  sus  ojos  de una forma muy ancha señalan asombro, extrañeza, miedo, terror o sorpresa. Ojos estrechos y contraídos simbolizan  que  no  comprenden  o  piden  más  detalles.  Cuando  una  persona  cierra  un  ojo  fuertemente  expresa  que  está  desconfiando  y  no  cree  lo  que  ve  o  lo  que se comunica en forma verbal o no-verbal. Con una mirada  hacia  al  lado  uno  no  quiere  tomar  una  posición,  o  por  lo  menos,  las  informaciones no le son suficientes. 

Cuando  una  persona  mira  hacia  arriba  está  buscando ayuda o apoyo de una instancia superior. En algunas   situaciones,   el   tener   las   cejas   levantadas,   también  puede  significar  que  está  molesto  o  aburrido.  Personas  que  suelen  mirar al suelo son vergonzosas y tímidas.  Personas  que  miran hacia adelante, pero absortos reflejan estar alejados de la realidad y su entorno  social.  Cuando  personas  miran  cabizbajos  muestran humildad, sumisión o vergüenza.

13. La boca

13.1. Los labios:

Cuando  nos  envejecemos  la  posición  inmóvil  de  los  labios tiende a expresar el sentimiento predominante, depende  de  nuestra  vida  si  fue  feliz,  triste,  tensa  etc.  Investigaciones con niños ciegos de nacimiento resultaron que estamos genéticamente programados para mover  los  labios  en  cuanto  a  un  cierto  número  de  expresiones  básicas. 

Cuatro  parejas  contrarias  –  abierto  y  cerrado, empujado hacia adelante y retirado, levantado y bajo, tenso y relajado – posibilitan varias combinaciones,  sobre  todo  cuando  están  acompañados  por  producciones de sonido. Cuando una persona abre bruscamente la boca expresa asombro, extrañeza o curiosidad, mientras los labios apretados  simbolizan  crítica  o  desestimación,  repudio  y   rechazo.  

Muy   interesante   y   significativo   para   la   situación psicológica es observar las comisuras de los labios,  porque  metafóricamente  reflejan  el  gusto  dulce  o  amargo.  Comisuras  tiradas  hacia  arriba  expresan  alegría,  gozo,  disfrutar  la  vida  –  una  asociación  con  el  sabor  dulce  -,  mientras  las  comisuras  hacia  abajo,  denotan  ignorancia  o  disgusto  lo  que  se  asocia  con  un  sabor amargo.

Durante  la  excitación  sexual  los  labios  se  hinchan  y  asumen una tonalidad rojiza lo que imita el cambio que experimentan  los  labios  de  la  vulva  femenina.  Cada  persona cuyos labios por naturaleza o artificialmente se ven  más  llenos  y/o  más  colorados  transmitirá  automáticamente un carisma sexual más fuerte. Eso explica porqué  las  mujeres  desde  miles  de  años  se  pintan  los  labios de carmín para parecer visualmente más atractivas.

13.2. Los dientes:

Los  dientes  que  están  detrás  de  los  labios  sirven  casi  exclusivamente  para  comer.  Pero  la  herencia  etológica,  que  se  puede  observar  en  la  actitud  de  los  bebés  que  examinan todo con sus dientes, indica que en el pasado de  la  historia  humana,  los  dientes  tuvieron  la  función  del tacto.

Apretamos,  rechinamos,  molemos  o  castañeteamos  los  dientes,  cuando  tenemos  frío,  cuando  nos  esforzamos  físicamente o cuando esperamos dolores.  También  es  una  reacción  heredada  que  podríamos  explicar  a  través  del  siguiente  ejemplo:  si  un  hombre  es  golpeado  por  otro  teniendo  su  mandíbula  suelta,  ésta  podría  dañarse  mucho  más  e  incluso  dislocarse  fácilmente.

Las personas que rechinan o muelen los dientes cuando duermen expresan subconsientemente una ira reprimida,  otra  vez,  una  reacción  primitiva.  Personas  frusradas  simbólicamente  aplastan  sus  enemigos  bajo  la  protección del sueño.

13.3. La lengua:

Aparte del oficio del gusto, del comer y del pronunciar, la lengua humana también sirve para la transmisión de señales  visuales.  Estas  provienen  de  dos  gestos  orales  en  los  lactantes:  la  lengua  rígidamente  estirada,  que  rechaza los pezones cuando el bebé está satisfecho, y la lengua curva, tanteante cuando el bebé busca el pezón. En  otras  palabras,  la  lengua  que  rehusa  y  la  lengua  que  busca  el  placer

Eso  refleja  también  la  manera  en  que la gente enseña esa parte del cuerpo normalmente escondiéndola.    Personas    concentradas    en    cierto    problema,  que  no  quieren  ser  molestadas,  estiran  su  lengua  queriendo  decir:  “estoy  ocupado,  déjenme  en  paz”. 

Sacarle  a  alguien  la  lengua  significa  un  cierto  rechazo;   cuando   uno   se   muerde   su   lengua   está   señalando  involuntariamente  que  le  hubiera  gustado  no haber dicho su último comentario. Cuando una persona lame sus labios, está disfrutando una  comida  o  bebida  o  expresa  una  señal  erótica. 

Además  hay  un  significativo  símbolo  corporal  que  reproduce  en  la  lengua  el  pene  masculinoLa  lengua  simboliza  el  pene  y  los  labios  la  vagina.  Un  gesto  de  una prostituta por Ej. consiste en estirar reiteradamente  y  lentamente  la  lengua  a  través  de  sus  labios  abiertos  para  simular  la  copulación.  En  Sudamérica  hay  una  apelación  sexual  de  parte  del  hombre  a  través  del  gesto  de  mover  lentamente  la  lengua  por  los  labios  semiabiertos de un lado al otro.

13.4. Succión y chupeteo:

Según  la  opinión  de  Siegmund  Freud,  el  fruto  del  placer  oral  (Lustgewinn)  refleja  en  los  adultos  actitudes  que provienen de la etapa preinfantil de la succión y el chupeteo.  Eso  significa  que  aquellos  niños  que  se  les  impide  la  normal  satisfacción  oral  por  la  madre  intentarían compensar esta pérdida para el resto de su vida. En  casos  extremos  puede  ser  así,  pero  Freud  no  tuvo  en cuenta que también placeres que vivimos en distintas etapas de nuestra vida, nos conducen a ciertos patrones de comportamiento.

Una persona que como bebé disfrutó succionar en los senos maternos – que corresponde a la mayoría – probablemente no va a renunciar conseguir  variantes  adultos  de  ese  placer,  sólo  porque  no   vivió   aquella   decepción   de   succionar   cuando   lactante.

Una forma habitual del contacto oral de los niños es la succión del dedo. Es el intento de volver a lograr el placer del contacto oral con los senos que significó amor y recogimiento  a  través  del  calor  que  entró  por  su  boca. 

Esa  actitud  de  los  niños  normalmente  desaparece  después  de  ciertos  años,  pero  reaparece  cuando  el  niño  o  joven muerde las uñas, toma bebidas dulces, respira el humo  de  puros  o  cigarrillos  y  chupa  la  pipa

En  todos  estos casos revivimos los momentos deliciosos de la infancia, como el haber succionado los pezones de nuestra madre o el placer del chupete de la mamadera. Muchas  veces  se  ignora  que  tales  “consolaciones  orales”  sirven  para  reducir  la  tensión  en  adultos  estresados,  aunque la medicina lo critique.

13.5. El beso:

La acción de besar tiene su origen en una actitud maternal, cuando la madre entregó comida premasticada a su  bebé.  Igual  que  el  succionar  en  los  senos,  ese  contacto  boca  a  boca,  está  estrechamente  considerado  como  placer  infantil  y  seguridad. 

Eso  quiere  decir,  que  besar igual que succionar y chupar sigue estando ligado a un acto asociado con relaciones gratas de un placentero contacto íntimo. Por lo tanto una pareja infeliz deja  de  besarse  antes  de  mantener  relaciones  íntimas.  Parece que besarse sale más difícil que intimar sexualmente.

Besar hace adicto. Amantes y poetas siempre lo supieron,  pero  mientras  tanto  científicos  afirmaron  que  un  proceso  químico  está  en  ello  involucrado.  Durante  la  pubertad, en el borde de los labios y en el interior de la boca, se forman sustancias semiquímicas que se transmiten cuando dos personas se tocan, estimulando e intensificando el deseo sexual.

Cuanto más se besa tanto más  sustancias  semiquímicas  se  producen,  lo  que  por  un  lado,  despierta  el  deseo  de  besar  mucho  más  y  por  otro lado, refuerza la atracción del compañero que está besando. Al besar un 97 % de todas las mujeres cierran los ojos, y en los hombres sólo un 30 %.

Aparentemente la mujer siente más profundo y se olvida de sí misma en este momento, mientras el aspecto de la mujer amada estimula al hombre. En general quienes besan con los ojos abiertos  son  más  prácticos  y  realistas.  También  es  un  indicador  de  alta  fidelidad  y  de  supuesta  monogamia.  Los románticos prefieren cerrar los ojos. Labios  redondeados  y  cerrados  simbolizan  un  bloqueo  interior. Igual se caracterizan los ojos como ventana del alma, también la boca es una puerta.

Si esa puerta se cierra  constantemente  al  mundo  exterior,  significa  que  una  persona  rechaza  una  parte  de  su  ego.  Ese  miedo  de la intimidad expresada por los labios cerrados radica posiblemente  en  la  infancia  y  señala  el  temor  de  ser  abandonado,  la  incapacidad  de  entregarse  sin  pedir  nada a cambio

Pero cuando una persona empieza a besar con una serie de besos breves, cerrada la boca, y continúa con besos  más  largos,  persistentes  es  extremamente  apasionada y sensual.

Una persona con esas características le toma tiempo decidirse, pero una vez decidida se entrega a esa relación con toda su alma y va a disfrutar, penetrando en la mente y el cuerpo de su pareja.

Los  que  se  besan  a  la  manera  “francesa”  o  con  la  lengua, quieren construir una ligadura fuerte, íntima. Esto es, además, posiblemente la mejor manera de besar, porque combina el intercambio de sustancias químicas vinculado con la memoria profundamente arraigada en la  época  preinfantil

Los  que  besan  así,  quieren  compartir todo con su pareja y tienen rasgos generosos. Usando los dientes cuando se besa – o sea mordiscando amablemente o sea mordiendo de veras – relaciona otra vez  la  nutrición  y  el  amor.  Esa  ecuación  erótica  se  expresa  en  los  mitos  populares  del  vampiro  de  ambos  sexos,  cuyas  víctimas  se  entregan  casi  voluntariamente, sin resistir.

Quienes al besarse se acurrucan suavemente muestran rasgos  sensuales  y  cariñosos.  Ellos  aman  sin  impedimientos,  son  sexualmente  autoconscientes  y  obtuvieron  mucho  cariño  durante  su  época  de  lactante.  Amantes que atraen su pareja muy fuertemente hacia su pecho,  como  el  clásico  héroe  de  las  novelas,  son  en  el  fondo  muy  inseguros.  Cuando  un  hombre  por  Ej.  coge  a  su  compañera,  simboliza  temor  de  mostrarse  débil  e  intenta  parecer  dominante;  al  mismo  tiempo  internamente  tiene  miedo  de  no  poder  lograr  aquella  dominación.

13.6. El bostezo:

Bostezar  es  un  fenómeno  muy  raro  que  nos  hace  estirar  de  una  manera  exagerada  nuestros  músculos  mandibulares  y  pectorales.  A  veces  está  acompañado  del  estiramiento  de  otras  partes  del  cuerpo  y  el  resultado es un leve aumento de la frecuencia del latido del corazón  y  probablemente  también,  un  leve  mejoramiento circulatorio que aumenta el suministro de sangre  en  el  cerebro. 

El  bostezo  señala  una  actitud  que  sincroniza  la  relajación  igual  que  distintas  actividades  que  realizan  pájaros  antes  de  ponerse  a  dormir.  Por  lo  tanto  el  bostezo  es  una  señal  visual,  la  persona  que  está bostezando se estira y quiere acostarse lo que lógicamente  provoca  un  efecto  contagioso.  El  cubrirse  la  boca con la mano, tiene su origen en la creencia tradicional  que  una  persona  podría  perder  su  alma  cuando  abre la boca de par en par.

Colocar la mano delante de la boca impide también que demonios entren y a veces se interpreta como un gesto que señala susto. Otros  gestos  que  cubren  la  boca  tienen  otras  intenciones.  Pueden  expresar  camuflaje,  clandestinidad,  engaño  o  esconder  algo  ante  sus  interactores,  como  si  uno  quisiera  evitar  que  las  palabras  pasen  a  través  de  los  labios.  Interpretaciones  más  detalladas  añadiremos  en  el capítulo sobre la mentira.

13.7. Escupir:

Escupir  en  tiempos  antiguos  correspondió  a  un  acto  sagrado  para  ofrecer  un  sacrificio  a  los  dioses.  La  creencia  en  ese  poder  mágico  era  muy  común  y  se  conserva  hasta  hoy,  por  Ej.  cuando  boxeadores  escupen  sus manos antes de la lucha. 

Durante  la  Edad  Media,  si  una  mujer  era  considerada  por  su  mirada  una  “bruja”  debía  morir  quemada.  Los  presentes para protegerse de esa mala mirada escupían el suelo. De esta manera, un acto simbólico se convirtió en un acto de rechazo e insulto.

13.8. La barba:

El gesto de pasar la mano sobre la barbilla es una herencia de esos tiempos cuando la barba era símbolo de la sabiduría y una mano que se movía por la barba tenía  que  advertir  que  uno  estaba  pensando.  Una  mano  que  toca  la  barba  advierte  que  una  persona  está  meditando.  En  muchos  gestos  observamos  el  simbolismo  de la barba: algo crece lentamente y el tiempo pasa irremediablemente. Tocar la barbilla en otra persona – aparte del boxeo – es un  gesto  infrecuente  y  puede  ser  doblemente  interpretado.  Por  Ej.  si  un  hombre  toca  la  barbilla  de  una  mujer  implica,  por  un  lado  el  querer  levantarle  el  ánimo, sin embargo, puede tener otra connotación negativa  a  pesar  de  ser  un  gesto  cariñoso,  en  casos  expresa  desdén,  hace  que  el  interactor  se  sienta  inferior. 

A  los  hombres les indica la tersura de la piel femenina. Un  rostro  afeitado  inconscientemente  señala  un  hombre  más  joven,  porque  los  niños  son  imberbes;  incluso  parece más comunicativo porque se puede ver mejor su cara.  Una  barba  llena  puede  oscurecer  una  mímica  agradable.  El  rostro  rasurado  se  asocia  automáticamente a un hombre cuidadoso y limpio.

El bigote a menudo es símbolo de sexualidad obsesiva, pero  sin  embargo  reprimida.  Hay  investigaciones  que  afirman  que  un  hombre  con  bigote  y  sin  barba  tiene  problemas  sexuales.  La  razón  de  esa  observación  es  muy  simple. 

Quien  lleva  un  bigote  refleja  la  necesidad  de subrayar el sexo masculino, pero la reducción a esta zona  de  la  cara  velluda,  detenidamente  cuidada,  significa reserva y fuerte autocontrol. En esa interpretación hay  una  chispa  de  verdad,  pero  una  generalización  nunca   coincidiría   con   la   diversidad   de   formas   de   bigotes que a veces se adoptan no por una decisión personal,  sino  simplemente,  por  una  reacción  a  seguir  la  moda  reinante.  –  Retorcer  las  puntas  del  bigote  muestra una actitud de conquista que tendría que transmitir sentimientos.

14. Las orejas

Aparte  de  que  la  orejas  reciben  los  sonidos,  señalan  que una persona está psíquicamente excitada, que algo le es vergonzoso, penoso o muy íntimo. Además  los  lóbulos  tienen  una  función  erótica,  porque  al excitarse el hombre, se llenan con sangre y son muy sensuales  para  el  tacto. 

Acariciar,  besar  y  chupar  los  lóbulos como zona erógena tiene un efecto sexualmente estimulante.   El   profesor   Kinsey   del   Instituto   de   Investigación  Sexual  en  Indiana  escribe  que,  en  casos  extraordinarios  una  mujer  o  un  hombre  puede  lograr  un orgasmo a través de la estimulación de las orejas.

A las  orejas  en  el  transcurso  de  la  evolución  del  hombre  se  le  han  asignado  diferentes  valores.  Pensemos  en  la  copulación  de  los  animales;  el  rostro  de  ellos  no  juega  un  rol  importante.  Sí  lo  hace  en  la  copulación  de  los  humanos. En el sentido simbólico, la oreja desempeñó varios roles en la historia del ser humano. Como es un colgajo que rodea  una  apertura  se  hizo  símbolo  de  los  genitales  femeninos.

En el lenguaje popular de Jugoslavia se llama a la vulva “orejas dentro de las piernas”. En Egipto, reemplazando el sentido mencionado, el castigo de una adúltera era cortarle las orejas. Aros se llevan desde 4000 años y el acto de decorar las orejas hasta hoy día es la forma más apreciada y usual de  automutilación.  El  rol  del  aro  como  talismán  desapareció y hoy día sirve como adorno, es símbolo de posición  social  y  riqueza. 

Como  en  el  mundo  occidental,  los aros eran un adorno de las mujeres, se consideró a los hombres que los llevaron como homosexuales. Pero como  pronto  esa  costumbre  la  asumieron  también  los  heterosexuales vanguardistas y nadie sabía si el aro en la  oreja  izquierda  significaba  homosexualidad  y  en  el  derecho  heterosexualidad  vanguardista,  el  aro  perdió  su significado sexual y simplemente sirvió para cuestionar la forma tradicional de pensar.

Tocar el lóbulo con el pulgar y el índice tiene un abanico de interpretaciones dependiendo de las distintas culturas. Cubrimos  las  orejas  para  impedir  ruido,  ponemos  la  mano  encorvada  como  un  embudo  detrás  de  la  oreja  para escuchar mejor. Frotamos o tiramos la oreja cuando  estamos  indecisos  o  para  retar  a  otra  persona  o  metemos el meñique en la oreja cuando estamos socialmente solos. Cuchichear o susurrar algo en el oído del otro y en presencia  de  los  demás,  es  una  de  las  afectaciones  más  preferidas  de  los  presumidos  y  presuntuosos.  Los  que  no participan del susurro se sienten excluidos o marginados de la situación social.

15. Las mejillas

Cuando el cuerpo humano siente calor, uno de los primeros indicadores es el rubor de las mejillas. Eso ocurre  cuando  la  temperatura  externa  supera  la  temperatura  interna,  o  cuando  la  temperatura  interna  sube  repentinamente,  sea  por  fiebre  o  excitación  emocional. 

Ese  enrojecimiento  es  causado  por  la  dilatación  de  los  vasos  sanguíneos  que  intentan  disminuir  y  compensar  el color corporal, dejando subir la cantidad de la sangre caliente debajo de la superficie de la piel. Para razas de piel  clara  estas  modificaciones  o  cambios  del  color  de  las  mejillas  funcionan  como  señales  importantes  de  la  disposición anímica.

Se sustraen del control de la consciencia:  cuando  en  un  contexto  social  nos  desconcertamos, nos enfurecemos o sentimos calor desagradable y queremos esconder esa circunstancia, nuestras mejillas se niegan a mentir por nosotros. Bajo estas condiciones  nuestra  única  protección  consiste  en  cubrir  las  mejillas de alguna manera. Eso es posible con un rápido movimiento de la mano, con cosmética o bronceado profundo.

16. Los hombros

Nuestros  antepasados  necesitaron  para  la  caza  hombros  fuertes  para  llevar  las  armas  y  la  presa.  Eso  significa  que  hombros  anchos  fueron  la  típica  característica masculina, y por otro lado hombros estrechos y tiernos  señalaron  el  fenómeno  femenino.  

Por  esto,  los  militares llevan sus insignias en los hombros. El ancho de los hombros femeninos en promedio sólo mide siete octavos de los hombros masculinos, se diferencian más en  su  forma:  en  las  mujeres  éstos  son  más  redondeados. 

Cuando  la  moda  femenina  a  partir  de  los  años  ochenta  descubrió  la  nueva  autoconsciencia  de  la  mujer, acentuó esa parte. Encoger y mover los hombros refleja una actitud defensiva que significa ignorancia, indiferencia o resignación. El   motivo   porqué   encogemos   los   hombros   cuando   reímos,  está  fundamentado  en  que  cada  forma  de  humor tiene un matiz de miedo.

Lo que nos causa la risa es  algo  que  también  nos  asusta,  pero  es  un  susto  que  no  nos  afecta  y  por  eso  reímos  para  aliviarnos.  Nuestros  hombros  todavía  reaccionan  en  la  forma  primitiva  y se encogen para protegernos de un golpe o ataque. Dar  golpecitos  en  el  hombro  de  una  persona  significa  felicitarle  y  apreciarle.  Si  efectuamos  este  gesto  en  nuestro  propio  hombro  imitamos  aquella  apreciación  que desgraciadamente no habíamos recibido.

Ese orgullo puede llegar hasta ser irónico. Abrazar  los  hombros  nos  da  la  fuerte  sensación  de  seguridad, porque nosotros como adultos vivimos otra vez el  sentimiento  infantil  de  arrimarnos  al  cuerpo  de  los  padres.  Careciendo  de  otra  persona  a  veces  nos  abrazamos  a  nosotros  mismos;  nos  convertimos  por  un  momento  en  dos  personas:  los  hombros  son  nuestros,  pero los brazos son – simbólicamente – de otra persona que nos abraza en nuestra imaginación para darnos la sensación de recogimiento y seguridad.

17. La gesticulación

La literatura especial distingue cinco categorías de gestos:  la  primera  son  los  símbolos  que  representan  la  mayoría de los gestos, por Ej. cuando uno se está rascando la oreja. La segunda son los gestos explicativos que  disponen  de  lenguaje  significativo  convencional,  por  Ej.  cuando  una  persona  describe  una  escalera  de  caracol   y   acompaña   esta   descripción   con   la   gesticulación  del  dedo  índice  hacia  arriba. 

La  tercera  son  los reguladores  o  gestos  emocionales,  por  Ej.  cuando  una persona está meneando la cabeza para negar algo. La cuarta son los adaptadores que permiten sacar conclusiones,  por  Ej.  cuando  alguien  está  fumando  y  esta  acción indica a la vez que la persona tiene que esperar algo   o   a   alguien.  

La   quinta   corresponde   a   las acentuaciones  o  gestos  rituales,  por  Ej.  cuando  una  persona  está  apretando  el  puño  para  expresar  amenaza.

17.1. Los brazos:

En el transcurso diacrónico de la evolución, los brazos del hombre se hicieron mucho más fuertes que los de la mujer  debido  a  los  roles  entre  los  sexos,  donde  los  hombres  tuvieron  que  dedicarse  a  la  caza  y  a  todo  lo  que  a  ella  le  incumbe. 

Ésto  marcó  la  diferencia  en  el  aspecto de los brazos masculinos y femeninos. Otra diferencia  se  da  en  los  codos.  En  las  mujeres  los  brazos  por naturaleza se encuentran más cerca del cuerpo. Si un  hombre  encogiera  sus  brazos  estrechamente  a  lo  largo del cuerpo y estirara los antebrazos aparecería afeminado.

La  axila  (axilla) en  los  últimos  años,  tuvo  que  soportar  mucho: se afeitó, se roció y se perfumó para evitar que emita  olores.  Pero  estos  olores  sólo  son  desagradables  cuando  se  hacen  rancios  por  el  efecto  invernadero  antinatural  de  la  ropa  moderna. 

Cuando  son  frescos  las  secreciones  de  las  axilas  son  fuertes  estímulos  sexuales,  reflejados  en  costumbres  y  bailes  populares  donde  los  jóvenes  metían  un  pañuelo  en  su  axila  transpirada  moviéndolo bajo la nariz de las muchachas que querían seducir. Si consideramos que hoy día una completa industria  vive  de  desodorantes  esa  historia  suena  muy  rara.

Lo que emiten aquellas glándulas se llama secreto apocrino y es una señal del olor sexual muy fuerte.  Los brazos tienen una doble función, por un lado es un arma  ofensiva  y  por  otro  lado  desempeñan  un  papel defensivo, porque ofrecen cierta protección y custodia, sobre  todo  cuando  están  cruzados  delante  del  pecho.  Pero  también  puede  significar  pasividad  o  concentración. 

Además  la  forma  como  se cruzan  los  brazos  es  muy  significativo,  porque  cuando  la  persona  pone  el  antebrazo derecho encima, tiende a decisiones emocionales flexibles  y  cuando  el  antebrazo  izquierdo  está  encima,  la  persona  prefiere  decidirse  o  expresarse  en  forma  demasiado  racional,  rígida  y  esquemática. 

El  brazo  puede moverse de muchas maneras: cuando por Ej. se mueve  libremente  y  nunca  apretado  al  cuerpo,  una  persona  muestra  confianza,  franqueza  y  sinceridad.  Cuando  un  individuo  deja  caer  los  brazos  flácidamente  señala  resignación,  debilidades  con  impulsos  y  estímulos,  una  actitud  pasiva  en  general.  Brazos  cruzados  detrás  de  la  espalda  delatan  que  una  persona  está dudando de su propia acción y quiere evadir actividades actuales o futuras.

Levantamos  nuestros  brazos  para  aparecer  más  grandes,  cuando  triunfamos  u  obtenemos  el  aplauso  de  la  multitud, estiramos los brazos hacia el cielo cuando rezamos y expandemos los brazos cuando simulamos un abrazo.  Todos  estos  gestos  se  encuentran  en  cada  cultura. 

El  saludo  comunista  con  el  puño,  el  saludo  romano, el “Heil“ de los Nazis y el saludo militar que simbólicamente abre la visera o quita el casco sublima señalizaciones hostiles. Se usa los brazos para dar señales a distancias que no se puede transmitir con los dedos  o  con  la  mímica.  Así  los  brazos  asumen  el  rol  de  banderas corporales.

En  contactos  interactivos  e  interpersonales  el  brazo  es  el “órgano“ de actividades amigables, por Ej. ayudando a un anciano a cruzar la calle o conduciendo alguien a través de una puerta.

Además los brazos son una vitrina de adorno: se los tatúa  y  casi  siempre  las  mujeres  llevaron  pulseras  para  subrayar – como señal sexual – sus (ante)brazos delgados.  La  interpretación  de  las  pulseras  como  herencia,  que  nos  permite  recordar  la  esclavitud  no  convence  mucho.

17.2. El apretón de manos:

Intercambiar  apretones  de  manos  en  el  fondo  es  una  lucha simbólica por el poder. Entre una persona dominante  y  una  persona  subalterna,  la  mano  del  hombre  dominante  siempre  va  hacia  arriba,  mientras  la  mano  del otro está por debajo. Entre dos personas igualmente dominantes hay un apretón de manos vertical.

17.3. Los dedos: Ni  de  mellizos  hay  dos  impresiones  digitales  idénticas.  Por esto desde más de 2200 años se los usa como identificación. Estigmatizaciones  –  como  las  manos  del  Jesús  crucificado  –  que  sorprendieron  hace  siglos  el  mundo  cristiano, son nada más que una infección viral que sigue apareciendo con intervalos de tiempo determinado.

Adivinar  el  futuro  viendo  la  superficie  de  la  mano  hoy  en  día  ya  no  posee  un  diagnóstico  mágico,  porque  por  Ej.  personas  que  tienen  el  síndrome  del  mongolismo  tienen una arruga más y personas con disposiciones de cáncer  tienen  una  característica  en  la  superficie  de  la  palma muy marcada. El pulgar es el dedo del dominio y personas que usan y acentúan  mucho  el  pulgar  quieren  destacar  su  propio  rendimiento,  esfuerzo,  mérito,  sus  propias  hazañas  y  potencias. El índice es el dedo más sensible, es el dedo que  suele  tocar  y  examinar  la  superficie  de  una  materia.

También es el dedo – sabelotodo y cuando está estirado el movimiento del índice expresa amenaza o por lo menos  está  subrayando,  fortificando  o  reemplazando  argumentos.  El  dedo  del  corazón  es  el  símbolo  de  la  autoformación,  de  la  autoestructuración  y  creación;  incluso  simboliza  la  forma  de  la  autocontemplación  y  reflexión  de  un  individuo.  El  anular  es  el  dedo  de  los  sentimientos  y  sensaciones  y  juega  un  rol  más  bien  pasivo.  El  meñique  es  el  dedo  social  y  cuando  una  persona extiende el meñique demuestra un gesto noble y culto.

Hay gestos obscenos conocidos y usados prácticamente en todo el mundo. El gesto más conocido es la „pistola“: el pulgar se empuja a través de los dedos o el índice se empuja a través de los dedos de la otra mano o a través de  un  anillo  del  pulgar  y  el  índice,  como  un  pene  penetrando   la   vagina.   Otro   gesto   con   el   dedo   del   corazón ya lo usaron los romanos, que dijeron que este dedo  toca  los  genitales;  y  por  esto  lo  llamaron  digitus impudicus  o  digitus  obscenus:  Todos  los  dedos  se  agachan y el dedo del corazón erigido se empuja hacia arriba. 

Los  dedos  de  al  lado  simbolizan  los  testículos  y  el  dedo  central  el  falo  activo.  Hoy  en  día  se  emplea  este  gesto para expresar un insulto grave. En  varias  épocas  y  culturas  muchas  mujeres  dejaron  crecer sus uñas para señalar que no tienen que trabajar.

Este signo externo de posición social se reforzó pintándolas en colores llamativos para que todo el mundo pudiera ver que estas manos no son para el trabajo.

17.4. Las manos:

La  mano  es  una  brillante  obra  pionera  y  tan  compleja  que  ningún  robot  jamás  podría  imitar  en  sus  movimientos. La mano es – como dice el filósofo alemán Immanuel Kant – „la parte visible del cerebro“. Comparada con  la  mano  masculina,  la  mano  de  la  mujer  permanece  más  parecida  al  estado  infantil:  es  más  tierna,  menos fuerte y más pequeña. Normalmente es un centímetro y medio más corta y más de un centímetro más estrecha que la mano masculina.

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