La personalidad es un concepto abstracto difícil de definir y delimitar, es algo que no podemos ver, que solo podemos deducir a través de la observación de las conductas, actitudes y formas de ser de las personas. Pero, lo cierto es que cuando alguien tiene una personalidad arrolladora, no pasa desapercibida. ¿Por qué, qué la define?
Personalidad: 5 rasgos que la definen
La personalidad ha sido estudiada desde épocas muy antiguas y desde diversas disciplinas como la psicología, la medicina, la antropología, la sociología, la psiquiatría, o la filosofía, siendo diferentes las teorías que han tratado de explicar este concepto. Entre ellas el modelo de los Cinco Grandes o Big Five, nos explica los cinco grandes factores de la personalidad.
La personalidad, ¿qué define a una persona con personalidad? La personalidad, puede definirse como el conjunto de características o rasgos psicológicos internos que describen la forma de ser de la persona y determinan la manera que tiene de comportarse en diferentes situaciones.
La personalidad es un constructo psicológico que engloba el conjunto de actitudes, pensamientos, sentimientos y conductas, que tiene cierta estabilidad, de modo que nos permite en cierto grado predecir la forma de ser y de reaccionar de las personas.
¿Cómo se forma la personalidad? Carácter y temperamento
Cada persona tiene su propia personalidad, es algo que nos hace únicos. Al nacer no tenemos una personalidad definida, tenemos cierta disposición genética a ser de una u otra manera que se irá configurando con la experiencia.
Podemos decir que la personalidad tiene una parte determinada por los genes, el temperamento, que se configura en función de las experiencias que vive cada persona y da lugar al carácter. El temperamento y el carácter delimitan la personalidad de cada persona.
–Temperamento. El temperamento es innato. Las personas nacemos con un tipo u otro de temperamento. El temperamento es la parte de la personalidad que viene determinada genéticamente y por lo tanto es inevitable y no se puede cambiar.
– Carácter. El carácter es la parte adquirida de la personalidad. El carácter hace referencia a los comportamientos y reacciones que se han desarrollado y se convierten en hábitos como resultado de las experiencias vitales. El carácter puede modificarse.
Aunque todos nacemos con una predisposición genética determinada, el temperamento, éste se va moldeando con las experiencias vitales que vivimos, dando lugar al carácter.
El modelo de los Cinco Grandes Rasgos de Personalidad
El Modelo de los Cinco grandes Rasgos, o Big Five, es un modelo que explica la personalidad como el resultado de la combinación de 5 grandes rasgos o factores. Para obtener los cinco grandes rasgos se hizo una investigación donde algunas personas tenían que definir la personalidad de otras (Golberg 1993).
Tras los datos obtenidos se delimitaron 5 grandes rasgos que al combinarse dan lugar a la personalidad de cada persona: extraversión (o sociabilidad), responsabilidad, apertura, amabilidad y neuroticismo.
Cada uno de los rasgos es un continuo con dos extremos, y según el lugar donde se situé la persona darán lugar a un tipo u otro de personalidad o manera de responder.
1. Apertura a nuevas experiencias.
Este rasgo indica si la persona tiende a buscar nuevas experiencias o no. Si le gusta hacer cosas nuevas o no. Las personas abiertas tienden a buscar nuevas experiencias continuamente, en cambio las menos abiertas son más convencionales en cuanto a sus intereses.
2. Extroversión o sociabilidad. Esta característica nos indica si la persona es más o menos sociable. Las personas extrovertidas serán muy sociables y buscarán la compañía de otras personas, en el lado opuesto están las personas introvertidas serán menos sociables, que tenderán a aislarse y disfrutaran de su soledad.
3. Responsabilidad. Esta característica nos indica si la persona está centrada o no con sus metas y objetivos personales. Es la capacidad de dirigir y controlar los propios impulsos y la propia conducta. Las personas responsables controlan sus impulsos y trazan planes para lograr sus metas, en cambio las personas irresponsables son más impulsivas y tienen dificultades para lograr sus objetivos.
4. Amabilidad. La amabilidad indica si la persona muestra simpatía, y buenas maneras con los demás o no. Las personas amables tienden a cooperar con los demás y a simpatizar con otros, en el polo opuesto están las personas menos amables, son personas críticas, que no saben cooperar con los demás y a menudo se muestran suspicaces.
5. Estabilidad emocional o neuroticismo. Este rasgo hace referencia a la manera de las personas de enfrentarse a los problemas de la vida. Las personas con estabilidad emocional se muestran sosegadas ante los problemas, mantienen un estado de ánimo estable, lo que les permite afrontar los problemas y buscar soluciones. En cambio las personas con poca estabilidad emocional, suelen variar sus estados de ánimo, tienen una tendencia a las emociones negativas (ira, miedo, vergüenza, culpa, etc.), en situaciones adversas.