En 1991 con la desaparición de la URSS se cerraba el capitulo histórico iniciado en 1917 con la revolución de octubre en Rusia y daba comienzo un nuevo periodo caracterizado por el poder de las corporaciones transnacionales y la hegemonía indisputada de Estados Unidos en el plano militar, económico, tecnológico y cultural.
Un poco de treinta años después esa hegemonía estadounidense que fue calificada con el término de globalización se encuentra en una profunda crisis, ante el surgimiento de inmensos desafíos como el del poderío económico y comercial de China, y parece que el tiro de gracia ha sido dado pro el actual conflicto en Ucrania, en pleno corazón de la Europa.
A continuación hacemos un recorrido por diversos elementos que explican esta nueva situación geopolítica de multipolaridad, la cual impacta fuertemente a todos los países y determina a la vez nuevos cauces de resistencia antiimperialista de las naciones y pueblos globalizados.
Es muy interesante que esta nueva situación geopolítica internacional fue confirmada por las conclusiones del Foro Económico de Davos, de este año en el cual economistas, grandes empresarios así como jefes de Estado concluyeron que la globalización terminó y nos encontramos frente a un mundo “económicamente fragmentado.”
Barreras proteccionistas
Entre uno de los factores que determinan esta nueva situación se encuentran el crecimiento acelerado de nuevas barreras proteccionistas que afectan seriamente el comercio de bienes, servicios y capitales, y que el FMI calcula que su número rebasa los 2,5000 en comparación con las menos de 500 que existían en el 2009, un año después de la grave crisis financiera del capitalismo.
Es significativo que los dos países que se disputan actualmente la hegemonía económica y comercial del planeta han adoptado sendos mecanismos proteccionistas, en el caso de China su estrategia de control tecnológico “Made in China 2025” y en el caso de EE.UU. su legislación de promoción de tecnologías verdes. Pero a la vez la Unión Europea se una a esta tendencia global con su “Chip Act” que beneficia a sus países productores de semiconductores.
El Covid y la relocalización
La pandemia del COVID-19 puso en evidencia una serie de mecanismos que afectan fuertemente las tendencias globalizadores, entre los que se destacan los del “near-shoring” o sea la relocalización en un país vecino ( en el caso de EE.UU. sea Cánada o México); esta también el “on-shoring” (externalización de una actividad en su propio país), así como el “friendshoring” la relocalización en países aliados, como el caso de empresas estadounidenses en suelo europeo, pero no en China.
Todos estos movimientos tendrán un fuerte impacto en la producción mundial ya que colocaran los intereses de la seguridad nacional por encima de las ventajas derivadas del comercio y la inversión.
El conflicto en Ucrania
El conflicto que se desarrolla en Ucrania desde al año pasado ha venido a modificar sustancialmente el panorama geopolítico internacional, y a dar un fuerte golpe a la llamada globalización, al crear una situación en la cual si bien no se regresa al periodo de la guerra fría, si determina que la comunidad internacional tome bandos. Y en esta contexto, es una situación muy peligrosa que de no resolverse a corto plazo, su estancamiento puede derivar a futuro en un irreparable conflicto nuclear.