Toda utopia carrega em si a semente da sua própria negação. Ao projetar um futuro perfeito, esquece-se de que a história não é feita apenas de ideias, mas de homens — e os homens, frágeis e ambíguos, não podem habitar mundos sem contradição. A política, esse teatro de forças em perpétua tensão, nos ensina que toda ideia, ao se realizar, se converte também em seu contrário.
A Revolução Russa de 1917 prometeu a emancipação do proletariado, a sociedade sem classes, o triunfo da justiça. No entanto, à medida que a utopia tomava forma, surgiam os tribunais sumários, a censura e os expurgos. O mesmo ideal que almejava libertar acabou por aprisionar, revelando que a história não aceita atalhos. O paraíso planejado sempre engendra seus próprios monstros.
No Brasil, as Jornadas de Junho de 2013 começaram como um levante popular, espontâneo, rejeitando partidos e reivindicando mudanças. Mas a dialética política não perdoa os incautos: o que começou como um grito contra o sistema acabou por reforçá-lo, abrindo caminho para novos ciclos de autoritarismo e polarização. O desejo de ruptura levou ao endurecimento; a recusa aos antigos dogmas pariu mitologias ainda mais rígidas.
A história repete esse enigma sem cessar: a utopia, ao se concretizar, não apenas realiza seu ideal, mas também se vê devorada pelo seu oposto.
* * *
É esse o drama que exploraremos no curso «Utopias e Distopias: Os Fundamentos Ocultos da Política Moderna», com duração de quinze semanas. As inscrições serão abertas em breve.
Se você quer entender como os grandes sonhos políticos moldam, traem e transformam o mundo, prepare-se. O real é mais paradoxal do que costumamos supor.
Boa semana.
Las utopías. Gustavo Bertoche. Febrero 2025
Cada utopía lleva en ella la semilla de su propia negación. Al diseñar un futuro perfecto, olvida que la historia no está hecha sólo de ideas, sino de hombres—y los hombres, frágiles y ambiguos, no pueden habitar mundos sin contradicción. La política, este teatro de fuerzas en perpetua tensión, nos enseña que cada idea, cuando se da cuenta, también se convierte en lo contrario.
La Revolución Rusa de 1917 prometió la emancipación del proletariado, la sociedad sin clases, el triunfo de la justicia. Sin embargo, a medida que la utopía tomó forma, aparecieron tribunales sumarios, censura y purga. El mismo ideal que pretendía liberarlo terminó encarcelándolo, revelando que la historia no acepta atajos. El paraíso planeado siempre engendra sus propios monstruos.
En Brasil, las Jornadas de junio de 2013 comenzaron como un levantamiento espontáneo y popular rechazando partidos y pidiendo un cambio. Pero la dialéctica política no perdona a los incapaces: lo que comenzó como un grito contra el sistema finalmente lo reforzó, abriendo paso a nuevos ciclos de autoritarismo y polarización. El deseo de romperse ha llevado al endurecimiento; la negativa a los dogmas antiguos ha dado luz a mitologías aún más rígidas.
La historia repite este acertijo sin cesar: la utopía, cuando se da cuenta, no sólo cumple su ideal, sino que también es devorada por su opuesto.
* * *
Este es el drama que exploraremos en el curso «Utopías y distopías: los fundamentos ocultos de la política moderna», que durará quince semanas. Las inscripciones se abrirán pronto.
Si quieres entender cómo los grandes sueños políticos moldean, traicionan y transforman el mundo, prepárate. Lo real es más paradójico de lo que solemos asumir.
Que tengas una buena semana.