Reflexionan en IREES sobre comunismo en la Biblia

SAN SALVADOR, 27 de febrero de 2025 (SIEP) En el marco del programa de estudios bíblicos semanales, que realiza la Iglesia Reformada Ecuménica de El Salvador, IREES, fue invitado a  participar Roberto Pineda con el tema: comunismo en la Biblia.

Indicó el expositor que “para muchos esta  mezcla puede parecer contradictoria y hasta insultante, una blasfemia, pero en realidad existen muchos puntos en común.”

Se preguntó: ¿Qué es la Biblia? y respondió que la Biblia es la memoria de la historia del pueblo de Israel en su búsqueda de una tierra prometida donde mane leche y miel, así como la historia de un campesino judío que desafió al imperio romano. Los temas de la tierra, la comida, la salud y la felicidad de la gente humilde están en su corazón, en su espíritu más profundo, este es el significado del reino de Dios. 

 ¿Qué es el comunismo? El comunismo es una idea surgida en Europa en los siglos XVIII y XIX que reivindica la emancipación de los trabajadores y explica la historia  de la humanidad como la historia de la lucha entre poderosos y débiles, a lo que llama lucha de clases.

Expuso que a lo largo de la historia cada comunidad humana fue construyendo su propia fe a partir de una visión de crítica a la opresión y de anuncio de una utopía, de una sociedad mejor. En nuestro caso, esta visión nos fue arrebatada, destruida por la conquista española, quemaron nuestros libros sagrados, asesinaron a nuestros sacerdotes y sacerdotisas, se tuvo que sobrevivir en las catacumbas de las profundidades de las montañas o diluirse en la religión oficial.

Señaló que nos corresponde por lo tanto rescatar esa memoria  de fe y de lucha de nuestros abuelos y abuelas, y unirla con nuestras tradiciones de fe en un Jesús Liberador y con los análisis surgidos desde diversas tradiciones emancipadoras, como la anarquista, marxista, feminista, poscolonial, etc. Hasta aquí como marco general, hoy vayamos a la Biblia y sus vínculos comunistas, con diversos ejemplos.

Les pido que hablan sus Biblias en hechos 2:44-4, uso mi Reina-Valera 1960: “Todos los que habían creído (fe) estaban juntos,(unidad-organización)  y tenían en común (comunidad) todas las cosas; 45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.”

Veamos hoy Hechos 4:32-35:  “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. 33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. 34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.” Aquí nace el proyecto comunista.

Y en 1875, dieciocho siglos después, Marx en su Crítica del Programa de Gotha, retoma esta idea y plantea que el comunismo será una sociedad en la cual se exigirá  “de cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades.” Esto es lo fundamental, lo esencial. Esta es la utopía, el sueño, el ideal.

Pero ¿ y el materialismo, el ateísmo? Por dieciocho siglos existió la idea comunista sin materialismo. En Europa en el siglo XVIII y XIX hay una reacción contra una religión legitimadora del orden imperial, y se resume en la conocida frase de Marx: la religión es el opio de los pueblos.

Es válida esta afirmación?  Sí, la religión puede legitimar la opresión, existen múltiples  ejemplos, en nuestro país y el mundo de iglesias que viven de espaldas a la realidad. Pero la fe es siempre liberadora porque nace de la lucha, porque solo en la lucha hay esperanza. Y donde hay opresión, hay resistencia, pero también existe la resignación.

Nuestra fe es en un Jesús que vino a salvar al mundo  (transformarlo) y no a adaptarse al mundo (conservarlo). Y esto nos une con aquellos que luchan por transformar al mundo, aunque lo hagan desde una visión eurocentrica, que no reconoce el papel de la fe.

Para Jesús lo material es clave, sino veamos Mateo 25, 35s: Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis…” Mateo nos señala el criterio fundamental sobre nuestra fe. Esta es la esencia de nuestra espiritualidad, no las formalidades de los rezos o las procesiones.

Finalmente, Pineda agradeció a esta comunidad de fe  por este momento de reflexión, y mencionó a Porfirio Miranda, teólogo mexicano, por acercarle hace ya muchos años a estas ideas, d ela relación entre comunismo y Biblia.

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