La persecución a la Iglesia en El Salvador de 1979
El asesinato del sacerdote Octavio Ortiz y de cuatro jóvenes, en San Antonio Abad el 20 de enero, conmovió al país y marcó el inicio de este año 1979, durante el cual continuaría el enfrentamiento entre el represivo régimen del General Romero y los combativos sectores populares organizados que posteriormente, en su gran mayoría se unificarían en septiembre en el Foro Popular y luego en la Coordinadora Político-Militar (RN, FPL y PCS) en diciembre de este año. Así se ponía fin a casi diez años de dispersión orgánica de las fuerzas revolucionarias salvadoreñas.
Por otra parte, el 15 de octubre diversos sectores militares realizan un golpe de estado, y establecen una Junta de Gobierno con la participación del Foro Popular, el cual es antesala de un largo conflicto armado que cubre toda la década de los ochenta del siglo pasado. A continuación exploramos los primeros meses de este año 1979 desde el prisma de los comunistas salvadoreños.
La matanza de “El Despertar”: un crimen contra todo el pueblo. Manifiesto del PCS. 29 de enero de 1979
La dirección del PCS divulgó el 29 de enero un manifiesto condenando el asesinato del sacerdote Octavio Ortiz en el que expresa que: “el sábado 20 de enero en las primeras horas de la mañana, contingentes de la Guardia Nacional fuertemente armados asaltaron el centro religioso católico “El Despertar” ubicado en el cantón San Antonio Abad, al oeste de la ciudad capital. En esa acción alevosa fueron asesinadas cinco personas, incluyendo al sacerdote Octavio Ortiz Luna y capturados numerosos menores de edad, jóvenes, adultos y religiosas, siendo conducidos estos al Cuartel General de la Guardia Nacional, en donde fueron torturados para obligarles a firmar declaraciones en las que se vincula a la Iglesia con las organizaciones armadas que existen en el país.”
Considera que “este hecho posee connotaciones particulares que lo revisten de especial gravedad: se trata de un ataque contra la Iglesia Católica realizado de manera precisa y directa, ya no solo es el ataque contra tal o cual sacerdote, sino el ataque sangriento contra un local de la Iglesia, contra fieles y sacerdotes, en una clara manifestación del empeño represivo por acallar la que en estos momentos constituye una de las voces más importantes con que cuenta nuestro pueblo en sus reclamos de justicia, de libertad y respeto a sus derechos legítimos.”
Subraya que “a la luz de estos hechos sangrientos, adquiere una urgencia más apremiante la necesidad de una mayor concertación de fuerzas democráticas, revolucionarias, patrióticas y antifascistas. Es necesario que esa concertación de fuerzas alcance pronto su debida expresión política y manifieste, en las formas más diversas y posibles, l posición de malísimos sectores, deseosos todos –aunque movidos por intereses distintos-de darle una salida democrática la crisis nacional, cerrar el paso a los fascistas, hora de nuevo en escalada, y abrir las posibilidades de una convivencia democrática real en el país.”
“El Partido Comunista de El Salvador, al condenar el crimen cometido por los esbirros del régimen, servidor incondicional de los capitalistas nacionales y extranjeros más poderosos y reaccionarios, se solidariza con la posición altamente patriótica y humana asumida por l Iglesia Católica encabezada por el Arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero y se une al clamor nacional e internacional que exige: ¡MANOS FUERA DE LA IGLESIA Y ALTO A LA REPRESION!” concluye el comunicado del PCS.
Plataforma de Demandas Democráticas de la C.U.T.S.
La CUTS somete a la consideración de todas estas fuerzas organizadas y sectores sociales, la siguiente plataforma de demandas democráticas, como base del diálogo en busca de esa amplia convergencia.
I. Vigencia real de las libertades derechos democráticos
-Derogatoria de la “ley de Defensa y Garantía del Orden Público.” Cese de la tortura a los presos
-Amnistía General: libertad de todos los presos políticos (sentenciados, encausados y “desaparecidos”) retorno de todos los exiliados
-Cese de a represión por motivos políticos, ideológicos o por causa de la lucha social, en todo el país (en las ciudades y campo),
-Cese de la persecución y el hostigamiento a la Iglesia católica y otras Iglesias que ahora la sufren
-Respeto pleno a los derechos de reunión y expresión del pensamiento, hablado y escrito
-Respeto pleno al derecho de asociación, legalidad para todas las actuales organizaciones de campesinos ya asalariados agropecuarios
-Respeto pleno a la actividad de los sindicatos y demás organizaciones sociales, de lo partidos políticos y demás organizaciones cívicas
-Respeto pleno a todos los derechos humanos consignados en la Constitución y la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas
-depuración de los cuerpos de seguridad y reformas legales que garanticen la absoluta sumisión de estos cuerpos a los preceptos constitucionales y el mantenimiento del Ejército al margen de las actividades políticas y represivas
II. Constitucionalidad de la vida política institucional
-Reforma a la legislación electoral y medidas prácticas que saneen el procedimiento de las elecciones
-Reformas legales que garanticen la real independencia del Poder Judicial, la vigencia efectiva de los recursos de Exhibición Personal, Amparo e Inconstitucionalidad
III. Vigencia real de los derechos sociales consignados en la Constitución
-Reformas a la legislación laboral con el fin de: garantizar plenamente el derecho de asociación en sindicatos y la existencia de estos;
-garantizar el ejercicio efectivo del derecho a huelga;
-reconocer el derecho de los trabajadores agropecuarios a sindicalizarse y de los campesinos en general a constituir legalmente sus organizaciones diversas, conforme a las normas constitucionales y,
-garantizar el derecho ala estabilidad en el trabajo y poner fin a los despidos masivos
-derogar a discriminatoria Ley Agraria y poner fin a los desalojos de campesinos
IV. Constitucionalidad de la Universidad y garantía para el desarrollo de la cultura y la ciencia
-Restitución plena de la autonomía constitucional e la Universidad de El Salvador, derogando toda legislación o disposición violatoria de la misma, emitiendo las regulaciones legales necesarias para garantizarla
-Respeto pleno al derecho de los estudiantes, docentes y profesionales universitarios a organizarse y desenvolver sus actividades libremente
-Fin a toda discriminación ideológica y política en la Universidad , tanto la que s ejerce contra alumnos, docentes y profesionales, como la que coarta al libre difusión y consideración de las ideas en el contenido de la educación y de todas las actividades propias de la Universidad.
A unir fuerzas y arreciar ofensiva anti-fascista
En el número 113 de Voz Popular de la primera semana de febrero de 1979 se analiza la situación nacional y en particular el brutal asalto y matanza realizado por la Guardia Nacional en “El Despertar.” Advierte el articulista que “los móviles y objetivos determinantes de este operativo dantesco únicamente pueden describirse si se sitúa lo ocurrido en el contexto de la situación de los últimos meses, durante los cuales la crisis nacional ha sufrido un fuerte agravamiento.”
A continuación se hace un sumario de los sucesos más influyentes, que incluye el hecho que “tras seis años y medio desde la intervención militar en la Universidad y del sangriento rebalse del dominio que los fascistas le impusieron, éste se derrumbo bajo el impacto de las contradicciones interna en el gobierno y de los golpes de la lucha de los docentes y estudiantes.”
Además “los secuestros por la RN-FARN de cuatro ejecutivos de monopolios extranjeros ( un holandés, dos ingleses y un japonés) y de un multimillonario agro-exportador , trajeron por consecuencia el abandono del país de decenas de técnicos y ejecutivos extranjeros; las amenazas de los capitalistas japoneses ( que son los principales clientes) de no comprar algodón salvadoreño y retirar de aquí sus inversiones.”
Así como “el movimiento huelguístico de la clase obrera ha experimentado un notable ascenso durante los últimos meses, con la característica de que las huelgas se desarrollan rodeadas de una mayor y más militante solidaridad de las demás organizaciones obreras.”
A la vez “se ha formado un influyente grupo de empresarios capitalistas, con peso importante en la ANEP, que se manifiesta favor de una salida a la crisis política basada en medidas tales como una amnistía, la reforma de la Ley de Orden Publico para suavizarla y otras parecidas, que se concertarían entre distintas fuerzas sociales y políticas con el gobierno, mediante negociaciones directas con éste.”
Agrega que “frente a este grupo de empresarios, cuyas figuras más destacadas son el Sr. Francisco de Sola y el Sr. Francisco Callejas (Presidente actual de ANEP) se ha nucleado otro, que abandera una posición reaccionaria recalcitrante exige a gobierno una represión más sangrienta y arrasante, acusa al otro grupo de “traición” y se prepara para dar la batalla por recapturar la dirección de ANEP. Entre las más destacadas figuras de este otro grupo se destacan el Sr. Roberto Hill, el expresidente de ANEP, Sr. Lemus Obyrne, el Dr. “Chachi” Guerrero (recordado no solo por su trayectoria en el PCN, sino también como miembro del archireaccionario equipo dirigente de FARO).”
Además que “el gobierno de Carter ha retoñado mecer presiones sobre el gobierno del General Romero, a favor d medidas de liberalización parecidas alas que apoya el grupo de empresarios ya mencionado (amnistía, reforma ala Ley de Orden Público, etc.) El Embajador de los EE.UU. Frank J. Devine incluso a salido a “recomendar” en público esta fórmula.”
Incluye también “el enfrentamiento entre pueblo y gobierno, pero sobre todo las contradicciones aparecidas dentro de la burguesía y entre Washington y el gobierno de Romero, tienen su reflejo en las filas militares. Cada día trascienden más noticias acerca del descontento entre los uniformados. Con este descontento están vinculados algunos cambios en los mandos y las sanciones impuestas a algunos militares al comenzar el año.”
Por otra parte “el reciente viaje del Gral. Romero México, pesar de la ruidosa propaganda acerca de supuestos “grandes logros” alcanzados, fue en realidad un fracaso político y un muy relativo éxito en algunos de sus objetivos económicos. Los principales periódicos mexicanos hicieron pasto del General Romero y su gobierno, desnudaron su origen y su carácter represivo.”
A esto se suma que “el ascenso del movimiento huelguístico obrero, el ascenso del movimiento universitario (estudiantil y docente) junto con las masivas expresiones de apoyo a la Iglesia Católica golpeada por la represión y a los primeros síntomas de que el movimiento de masas en el campo se recupera de los golpes sufridos el año pasado y vuelve a la acción, están poniendo final al breve y poco profundo bajón de la lucha popular iniciado en marzo-mayo de 1978. Un nuevo flujo de lucha de masas ha comenzado a levantarse.”
“Es en medio de este cuadro político, fuertemente adverso a los fascistas, que se produjo el brutal asalto y la matanza contra El Despertar. Con esta agresión los fascistas han buscado cortar en seco cualquier proyecto de diálogo y negociación “aperturista” , imponer la pauta de los hechos consumados a cualquier elemento “vacilante” o “blando” dentro del gobierno, incluso si fuera necesario al mismo General Romero.”
Añade que “los fascistas salvadoreños ven su propia defensa ligada a l defensa de Somoza. En esto han demostrado mucha claridad de conciencia. Por eso enviaron tropa a ayudar a Somoza en septiembre pasado; y por eso mismo, han vuelto a enviarle tropa para que lo ayude ahora. El apoyo militante a Somoza forma parte de las medidas de los fascistas salvadoreños para enfrentar los factores que se conjugan en su contra, nacional e internacionalmente, forma parte del mismo esquema en que se inscribe el crimen de San Antonio Abad.”
“Otra conclusión que surge clara del análisis de l situación nacional actual, es la de que la hora demanda d las fuerzas populares un prono entendimiento que les permita unir y coordinar sus luchas, propiciar la unidad de acción con todas las demás fuerza democráticas y patrióticas, contra los fascistas y sus brutales métodos.”
Concluye que “la Confederación Unitaria de Trabajadores Salvadoreños (CUTS) se ha adelantado a poner en el centro la plataforma de exigencias democráticas inmediatas, tras la cual puede forjarse una enorme y poderosa movilización ¡ACUDAMOS AL LLAMADO UNITARIO Y DE COMBATE DE LA CUTS!
Sobre agresión de China a Vietnam. Declaración del PCS. 20 de febrero de 1979
La CP del PCS declara que “el sábado 17 de febrero la Republica Popular China invadió en forma masiva el territorio de la República Socialista de Viet Nam. La camarilla dirigente de Pekín se ha desenmascarado completamente, ha quedado al desnudo ante el mundo su traición a la causa del socialismo, de la paz y de la libertad de lo pueblos. Ela fortaleza del pueblo chino ha sido puesta por sus gobernantes al servicio de la contrarrevolución y la guerra.”
Agrega que “hace ya mucho tiempo que la camarilla dirigente de China no tiene nada en común con la causa de los pueblos del mundo; por lo contrario, cada vez ha venido desarrollando con más descaro sus más estrechos contactos, su más activa cooperación con los militaristas yanqui, europeos y nipones, con los fascistas latinoamericanos, los racistas africanos, los contrarrevolucionarios y mercenarios de todo el mundo.”
Concluye el PCS que “condena enérgicamente la agresión aventurera y criminal de China contra Viet Nam y une sus voces al clamor mundial que exige: ¡Fuera manos de la heroica tierra vietnamita!”
Acerca de los sucesos del 28 de febrero de 1977. Entrevista con Schafik Handal, Srio. General del PCS
Opina Handal que la “campaña electoral presidencial de la Unión Nacional Opositora, fue al culminación de once años de una utilización intensa y creciente de esta forma de lucha por parte de fuerzas democráticas y revolucionarias de nuestro país, que participaron en tres elecciones presidenciales y seis de diputados y alcaldes. Las elecciones de 1977 fueron también el punto culminante e la corrupción del procedimiento electoral por la vieja dictadura militar derechista que tomó el camino del fascismo, acorralada por la ofensiva popular, especialmente desde las anteriores elecciones presidenciales de 1972.”
“La lucha electoral culminada el 20 de febrero de 1977, lo mismo que la enorme y combativa movilización de la semana siguiente, estuvieron vinculadas en la conciencia de las masas, a los contenidos y objetivos siguientes: las grandes masa del pueblo estaban convencidas de que era necesario y urgente atajar a los fascistas e instaurar un gobierno democrático que, abriese y asegurara las libertades a las mayorías.”
Además “la mayoría del pueblo veía en la UNO la cabeza política (unificadora) capaz de conducirle a la victoria y veía como un acierto suyo la decisión de lanzar un candidato militar, como parte del esfuerzo por atraer a lo mejor del Ejército a un pacto contra la dictadura fascistizante y por la democracia.”
Así como que “una parte de las masas, principalmente de las masas trabajadoras y sectores de la intelectualidad, habían ya tomado conciencia de que es necesario alcanzar el poder como requisito indispensable para la realización de las hondas transformaciones democráticas antiimperialistas, en ruta hacia el socialismo, como vía única de solución a los graves problemas nacionales.”
Reconoce que “el hecho de que la UNO no se demostrara capaz de continuar promoviendo, organizando y conduciendo la lucha popular contra la dictadura después del 28 de febrero de 1977, creo condiciones que favorecieron el ahondamiento de la división e incluso nuevos fraccionamientos en las filas del movimiento democrático y revolucionario; aquella incapacidad de la UNO originó un vacío que favoreció el surgimiento de nuevos liderazgos ideológicos y políticos que, aunque con innegable heroísmo y brillantez, han complicado la gran tarea reunificadora de la cual depende decisivamente la proximidad o la lejanía de la victoria democrática revolucionaria.”
Lamenta que “los trabajadores del campo habrían dado una contribución 10 veces mayor, sino se los hubiera impedido la división de las filas revolucionarias, la confusión y el sectarismo difundido entre ellos.”
La socialdemocracia en América Latina
En la revista soviética AMERICA LATINA editada en Moscú, aparece un artículo de Schafik Handal, secretario general del PCS, acerca de la socialdemocracia en América Latina. Plantea que “desde 1976 ha comenzado una nueva dimensión de la política latinoamericana de la Internacional Socialista (IS); se trata de una especie de salto en la actividad y relaciones prácticas en nuestro continente, aunque pienso que el contenido y tamaño de este fenómeno se harán más claros al pasar algún tiempo y todo dependerá hasta cierto punto de cómo se desarrolle la política de la Administración Carter en América Latina – en alguna medida- en el “tercer mundo” en su conjunto.”
Sostiene que “es en los marcos de esta búsqueda por los EE. UU., de una estrategia más eficiente (y en menor medid fuera de estos marcos) que se despliega la actual ofensiva de la Internacional Socialista en el “tercer mundo.”
Por otra parte, insiste “en la presentación de aquellos factores emanentes de la situación latinoamericana actual, que tienden a favorecer la irrupción de la socialdemocracia europea en nuestro continente. Y menciona “el reflujo temporal del movimiento revolucionario, como consecuencia del revés sufrido por la “segunda ola” de la revolución en nuestro continente, abrió un espacio aprovechable por el reformismo. El fascismo asestó golpes que alejaron el peligro de revolución en gran parte de América Latina, creándose objetivamente un vacío que el reformismo intenta llenar ahora.”
Así como que “la misma ofensiva del fascismo (1971-1976) tanto en los países donde triunfó como en aquellos donde surgió como una amenaza real, resultó favorable en otro plano –por paradójico que pueda parecer- par la operación de “transplante” de la socialdemocracia a nuestro continente: la instauración del fascismo ( su peligro) puso ala orden del día al defensa de los derechos humanos, la lucha por las libertades democráticas, y estas consignas precisamente fueron proclamada siempre por l socialdemocracia como su artículo de fe.”
Agrega que “en el seno de la socialdemocracia europea, y mucho más en las corrientes y organizaciones latinoamericanas afines, existen diferencias importantes, incluso radicales contradicciones capaces de agudizarse. En América Latina se vinculan hoy, con la Internacional Socialista, inclusive partidos que sustentan una real posición anti-imperialista y son aliados políticos que podemos considerar estratégicos en la lucha por los finales objetivos socialistas.”
Pero “no cabe duda que la dirigencia europea de la Internacional Socialista es, en general, una fuerza hostil a la revolución y al socialismo., pero al analizar su política y elaborar nuestra línea con relaciona ella , nosotros debemos de tener en cuenta también el carácter positivo que tiene para nuestra lucha actual su posición de condena contra los regimenes fascistas, fascistizantes o fascistoides de América Latina.”
“Los comunistas salvadoreños pensamos que debemos de sacar provecho el actual giro de la socialdemocracia europea en beneficio de la lucha contra el fascismo, que es el enemigo actual más peligroso de la revolución en nuestro continente y que, respecto a los partidos latinoamericanos inclinados hacia la Internacional socialista debemos adoptar en cada caso la línea de conducta más adecuada a su actitud concreta.”
Subraya que “esta posición arranca de la premisa siguiente: mientras la fronteras decisivas de la crisis estructural no hayan suido sobrepasadas, la unidad de acción con otras fuerzas en torno de los objetivos populares democráticos ante todo, de los objetivos anti-imperialistas, constituye de hecho una fuente de confrontación real contra el sistema de la dependencia y ella, más temprano que tarde, si tal orientación se sostiene, obliga a adoptar una posición revolucionaria y romper con el reformismo.”
A la vez “para garantizar hoy la relación orgánica entre la lucha por los objetivos inmediatos y mediatos de la revolución, nosotros los comunistas debemos hacer todo lo que este a nuestro alcance, para ser siempre los más firmes, activos y consecuentes luchadores contra el fascismo y la reacción, los principales defensores de los derechos humanos y las libertades democráticas pisoteadas. En caso contrario, otros monopolizaran estas luchas y seremos reducidos al papel de simple “fuerza de apoyo” y lanzados en fin de cuentas contra los intereses de nuestra causa.”
Sobre el contenido de la derogatoria de la Ley del Orden Público
En el número 115 de Voz Popular de la quinta semana de marzo se analiza la derogatoria de la Ley del Orden Público. Entre los aspectos nacionales se considera “el evidente fracaso de los sangrientos esfuerzos del gobierno por imponer a garrotazos el sometimiento del movimiento popular y de la Iglesia.; grave deterioro de la economía nacional; creciente descontento popular, no sólo por la represión, sino también por el aumento de los precios, la congelación de los sueldos de los empleados del estado, etc.”
Además el “fraccionamiento político de la burguesía (incluidos los grandes capitalistas); y descontento de diverso matiz y contradicciones en las filas militares a todo nivel y entre los funcionarios civiles del Estado, como un reflejo de las contradicciones entre pueblo y gobierno, de las que hay dentro de la burguesía y de las presiones internacionales.”
A nivel internacional “presión de la solidaridad popular y democrática internacional; presión de algunos gobiernos latinoamericanos; vuelta las presiones del gobierno de los EE.UU., a favor de una “apertura democrática limitada”; y dudas y temores que originan en los círculos superiores del gobierno de Romero, los avances y victorias revolucionarias de otros pueblos y los reveses que están sufriendo otros regímenes fascistas o fascistizantes en nuestro continente y de otras regiones del mundo.”
Se considera que “esta medida tiene el propósito de mejorar las posibilidades de estabilidad del gobierno del General Romero, aliviarle las presiones nacionales e internacionales, al menos en parte.” Y con esta decisión el régimen espera “facilitar la liberación de los rehenes que están en poder de las FARN y quitarse las presiones de sus respectivos países de origen.”
Así como “mejorar sus posibilidades de obtener préstamos en los EE.UU., y otros países que les son tan necesarios hoy para paliar el grave momento económico; conciliar las contradicciones que hay en la burguesía y en el aparato militar y civil del estado, entre los sectores que abogan por una “apertura limitada” y los que exigen una represión total.”
Parece ser “que la intención del gobierno consiste en moverse hacia un nuevo intento de combinar las concesiones con le garrote, como una fórmula para equilibrar las presiones que soporta.”
Considera que “lo que el momento reclama es el redoblamiento de la lucha, de manera de lograr una salida democrática real de la trampa fascista, una salida que entregue al pueblo salvadoreño la posibilidad d e ejercer lo más completamente que sea posible los derechos y libertades constitucionales, en beneficio de su lucha histórica por la profunda transformación política y estructural que nuestro país necesita para darse una sociedad más justa.”
Y finaliza el artículo de Voz Popular insistiendo que “una vez más repetimos: es hora de unidad popular, no es hora de enfrentamientos hegemonistas y sectarios entre los distintos destacamentos del pueblo. La derogatoria de la ley que dio origen al CAPUES y la derogatoria de la Ley del Orden Público son logros populares antifascistas; ellos muestran que es posible avanzar. Entonces, pues, ¡unámonos para avanzar!”