Invitan a V Festival de Comida Nicaragüense

SAN SALVADOR, 11 de septiembre de 2008 (SIEP) La Asociación de Nicaragüenses residentes en El Salvador realizaran este próximo sábado 13 el V Festival Gastronómico Nicaragüense en el centro comercial Galerías, a partir de las 10 a. m.

Expresaron que los asistentes podrán disfrutar de comidas y bebidas típicas nicaragüenses como son los nacatamales, el baho, el vigorón, quesillos, pinolillos, y frescos de chía, chicha, cacao, etc. Asimismo durante la tarde se contará con la participación artística del Ballet Folklórico de Jinotepe y del cantautor Lázaro Romero.

Indicaron los nicaragüenses que con esta actividad se contribuye a fortalecer las relaciones culturales entre nuestros dos pueblos hermanos, unidos por una misma historia de sufrimiento y de esperanza.

El largo camino hacia el voto femenino

El largo camino hacia el voto femenino

Carlos Cañas Dinarte

Durante los siglos de gobierno español, las vidas de las mujeres criollas, mestizas, indígenas y negras esclavas se desarrollaron entre el hogar, la iglesia, el hospital y la labranza.

Privadas de asistencia médica ginecológica y de acceso masivo a la educación elemental, salvo que se educaran mediante el sacrificio de su libertad al ingresar a alguno de los conventos de monjas de la región centroamericana, muchas de esas mujeres dependían de los hombres de su casa —padres, hermanos, esposos, cuñados— para escribir o leer documentos personales y judiciales.

Los hombres eran los únicos que poseían los rudimentos necesarios para leer, escribir y hablar “en Castilla”, el lenguaje importado por las tropas europeas de conquista y colonización.

Pese a ello, las leyes imperiales ibéricas cobraban tributo a las mujeres, por lo que les permitían realizar transacciones de fuertes sumas monetarias por tierras o por hatos de ganado, a la vez que les negaban derechos políticos como participar en las elecciones periódicas de autoridades municipales o de la intendencia.

Por estas y otras razones, no resulta extraño que las mujeres hayan tomado parte en muchos de los más importantes motines y alzamientos populares que hubo en la provincia sansalvadoreña y sonsonateca entre los siglos XVI y XVIII. Abrigaban la esperanza de que los cambios radicales les legaran una nueva sociedad que reconociera sus aspiraciones femeninas y les abrieran, de lleno, las puertas de la política, la educación y de la historia.

Aunque la participación política directa de las mujeres era casi nula en la Intendencia de San Salvador y en la Alcaldía Mayor de Sonsonate, la población femenina no se mantenía indiferente a los afanes por separarse de la corona española.
Influidas por un fuerte sentido libertario, algunas “exaltadas mujeres” —como las definieron los informes judiciales de la época— tomaron parte en las acciones independentistas de noviembre y diciembre de 1811, realizadas en San Salvador, Metapán y Sensuntepeque.

Entre aquellas olvidadas mujeres destacan las metapanecas Juana de Dios Arriaga, Úrsula Guzmán, Gertrudis Lemus, Micaela Arbizú, Sebastiana Martínez, Manuela Marroquín, Patricia Recinos, Rosa Ruiz, María Isabel Fajardo, Luciana Vásquez, Juana Vásquez, Juliana Posada, Feliciana Ramírez, Petrona Miranda, Teresa Sánchez, Eusebia Josefa Molina y María Teresa Escobar, al igual que las santanecas Juana Ascencio, Dominga Fabia Juárez de Reina, Juana Evangelista, Inés Anselma Ascencio de Román, Cirila Regalado, Irene Aragón, Romana Abad Carranza, María Nieves Solórzano y Teodora Martín Quezada.

Estos grupos estuvieron encabezados por la viuda María Madrid y la joven Francisca de la Cruz López, quienes, tras ser capturadas y sometidas a largos interrogatorios y acusaciones de alta traición contra el imperio ibérico, fueron liberadas gracias al indulto promulgado el 3 de marzo de 1812.

Pero también hubo bajas en el sector libertario femenino. Así, María Feliciana de los Ángeles Miranda fue procesada y ejecutada, en público, en la plaza central de la ciudad de San Vicente de Austria y Lorenzana, a inicios de 1812. Hasta la fecha, es la única independentista salvadoreña que ha sido reconocida como prócer, mediante un decreto legislativo de noviembre de 1976.

Hace un siglo este contraste de imágenes sólo habría existido en sueños.
Aparte de estas mujeres a las que la historia tradicional salvadoreña ha alejado del sitial de promotoras de la independencia centroamericana y fundadoras del Estado salvadoreño, a partir de 1814 otras mujeres sirvieron como defensoras judiciales de sus esposos, padres o hermanos, encarcelados en las ciudades de Guatemala y San Salvador, de las que los liberaron con éxito.

Este fue el caso de María Teresa Escobar, María Felipa de Aranzamendi y Aguilar, Ana Andrade Cañas y Manuela Antonia de Arce y Fagoaga.

Mujeres y feminismo

Durante buena parte del Siglo XIX, las salvadoreñas sólo tuvieron presencia en tres terrenos sociales.

El magisterio, la poesía y los campos de batalla fueron esos escenarios. Por esto, no es raro encontrar vagas referencias a mujeres connacionales que, en compañía de los soldados regulares, defendieron al país y a la ciudad de San Salvador en acciones bélicas contra el Imperio Mexicano del Septentrión (1822-1823) o contra las tropas guatemaltecas que invadieron y sitiaron a San Salvador, en 1863, para derrocar al general Gerardo Barrios.

Como el Siglo XIX estuvo marcado por las guerras centroamericanas y las revoluciones nacionales, tampoco resulta extraño que una de las primeras organizaciones de notable presencia femenina fuera la de la Cruz Roja Salvadoreña, fundada en 1885 y una de cuyas primeras acciones fue la de auxiliar a los heridos en la batalla de Chalchuapa de inicios de abril de ese año, librada contra las fuerzas invasoras guatemaltecas.

Después, los intereses organizativos femeninos se volcarán hacia la organización y edición de revistas literarias, como “Ramo de violetas”, publicada en 1890 en San Salvador, bajo la dirección de Rafaela Contreras (1869-1893), escritora que hizo suyo el nuevo lenguaje “azulino” propuesto por Rubén Darío, al grado tal que escribió muchos cuentos modernistas que, por décadas, fueron confundidos con los del escritor nicaragüense. En junio de 1889 se convirtió en la primera esposa del bardo.

Hacia el fin de esa centuria e inicios del Siglo XX, El Salvador contaba ya con algunos de los primeros clubes o asociaciones femeninas que trabajaban por la regeneración social de las mujeres y por obtener el derecho al voto.
Una de estas organizaciones fue el club feminista “Adela de Barrios”, establecido en la ciudad de Ahuachapán en momentos en que comenzaba a estremecerse la sociedad salvadoreña con la llegada de ideas femeninas sufragistas, las faldas cortas y los reducidos cortes de pelo. Eran corrientes que provenían de Europa y Norteamérica que pronto fueron condenadas por los sacerdotes desde sus púlpitos, que no tuvieron mucho éxito con las amenazas de excomunión.

¡A las calles!

De 1950 a 2004, las mujeres han hecho de su voto el más determinante en elecciones
En 1890, algunas salvadoreñas de espíritu combativo iniciaron un proceso que estaba llamado a causar una verdadera revolución legal en el país.

Se trataba de alcanzar el que fue denominado por la revista “La juventud salvadoreña”, como “el más importante y elemental de los derechos del ciudadano en la democracia moderna”: el sufragio o derecho al voto para todas las salvadoreñas, hasta entonces excluidas de las decisiones políticas del país.

Influidos por las ideas modernas vigentes en otras latitudes, esas mujeres y algunos intelectuales alabaron los inicios del proceso, que contaba con fuertes apoyos en la recepción de socias en la Academia de Ciencias y Bellas Artes de
San Salvador (mayo de 1888) y en la graduación de la primera universitaria centroamericana, con el doctorado obtenido en septiembre de 1889 por la salvadoreña Antonia Navarro Huezo (1870-1891).

Para muchos de sus contemporáneos masculinos, esos esfuerzos fueron atrevidos, pioneros, abanderados o locos, según quien los interpretara.

Incluso, algunos llegaron a tildarlos de descabellados, cuando los diputados de tres países centroamericanos, reunidos en la capital hondureña, promulgaron la última Constitución Federal del Istmo, en septiembre de 1921. Allí, en letra muerta desde el inicio mismo de su redacción, quedó consignado el derecho al voto para las guatemaltecas, salvadoreñas y hondureñas.

Ciudadanía y sufragio
En San Salvador este logro fue celebrado con repique de campanas, misas solemnes de acción de gracias y otros eventos sociales.

Después de eso, el silencio electoral fue evidente.

María García Herrera fue una de las primeras mujeres privilegiadas en lograr una profesión universitaria en 1943.
Estimulada por aquella acción legal, el 19 de abril de 1922, una salvadoreña de ascendencia colombiana, María Solano Álvarez de Guillén Rivas, fundó la Sociedad Confraternidad de Señoras de la República de El Salvador,

la que contó con el apoyo de la Liga de Mujeres Neoyorquinas. En una de sus primeras marchas por el centro capitalino, realizada el día de Navidad para apoyar al candidato presidencial de la oposición, doctor Miguel Tomás Molina, la respuesta gubernamental fue de fuego y sangre: uniformadas de azul, veintidós de las participantes murieron acribilladas a tiros.

Sin embargo, el baño de sangre no detuvo los ímpetus y afanes de las organizaciones de mujeres sufragistas, pues el fin era lograr apoyo político para alcanzar el derecho al voto y el reconocimiento a su ciudadanía. Por entonces toda mujer nacida en suelo salvadoreño estaba privada de nacionalidad propia, por lo que al casarse con un extranjero adoptaba, de inmediato, la nacionalidad de su esposo. Así lo denunció la escritora Alice Lardé de Venturino en una carta dirigida a su cuñado Salarrué, la cual le remitió desde Buenos Aires, en enero de 1928: “Amo a mi patria hasta el dolor. Amo a esta patria mía que me niega —por sus leyes arbitrarias y crueles—, a esta patria mía que me ha visto crecer, y que ha presenciado los terribles sacudimientos de amor y dolor con que me abrió los ojos a la Verdad, el Destino, y que, a pesar de todo esto, por sus leyes antipatrióticas, me niega el derecho de llamarme suya, de llamarme salvadoreña, que al casarme, por una cláusula que deben abolir cuanto antes, perdí o quieren que pierda y que yo, a pesar de todo esto, grito con más amor que nunca: ¡Soy salvadoreña! ¡Soy salvadoreña! Que mi grito tremendo llegue hasta el corazón de mi patria y al ser conmovido por él, griten los salvadoreños en mi nombre para que reformen la ley, aboliendo esta cláusula que hace perder a la mujer su derecho de nacionalidad patria”.

El sufragismo femenino internacional había cobrado presencia en países anglosajones y europeos, al grado tal que España había ya consignado el voto femenino en su legislación, a partir del primer día de octubre de 1931, gracias a las encendidas intervenciones hechas por la activista y diputada Clara Campoamor (1888-1972).

Cuatro años más tarde, en enero de 1935, las capitalinas Emma Aguilar, Nelly Hernández, Irene Chicas, Amanda Rodríguez, Paula Alvarenga, Juana Araujo, Dominga López y Elvira Vidal se convirtieron en las primeras salvadoreñas en ejercer el voto, aunque, por decisión del Dr. José Casimiro Chica, presidente de la junta electoral de San Salvador, sus papeletas les fueron tomadas en forma honoraria, pero sin que contaran para el escrutinio final, en franca violación al Artículo 180 de la Constitución de 1886 y a las listas de personas electoras del municipio capitalino.

Por la creciente presión social, el 5 de diciembre de 1938 la Asamblea Legislativa emitió una ley en la que reconoció que tenían derecho al voto las casadas mayores de 25 años, que presentaran su cédula de vecindad y su acta matrimonial, mientras que las solteras debían tener más de 21 años de edad y un título profesional o ser mayores de 30 años y poseedoras, al menos, del certificado de sexto grado de escolaridad. Así quedó consignado en la Constitución Política de 1939, aunque tuvo poca aplicación práctica.

El aporte Prudencia Ayala ayudó a allanar
el camino hacia el voto femenino.
Frente a la dictadura

Durante el régimen dictatorial de 1931 a 1944, algunas salvadoreñas se dedicaron al periodismo como profesión.
Asimismo cultivaron las letras, las artes y las ciencias; algunas veces a través de medios de moda, como la radiodifusión.

Allí se consolidaron nombres de escritoras y sufragistas, como Lydia Valiente, María Loucel, Ana Rosa Ochoa, Claudia Lars,
Lilian Serpas, Lavinia de Flores, Margarita de Nieva, Rosa América Herrera, Laura de Paz, Mercedes Maití de Luarca, Rosa Amelia Guzmán, Clara Luz Montalvo, Tránsito Huezo Córdova de Ramírez y Mercedes de Altamirano.

En sus programas de radio, estas mujeres abarcaban temas propios de su momento: discusiones en torno al sufragio femenino parcial, los derechos ciudadanos de las mujeres, la prostitución, la violencia intrafamiliar, la educación femenina formal e informal, el alcoholismo, la mortalidad infantil, la maternidad y paternidad irresponsables, la delincuencia organizada, el trabajo femenino y otros más.

Estas escritoras y periodistas, en su mayoría jóvenes, contaban con el apoyo del semanario capitalino “Azogue”, editado en febrero de 1938 con la misión de contribuir al mejoramiento social de la mujer salvadoreña, entendida “no sólo como mantenedora del hogar, sino como opinante y como fuerza social”, que se puso de manifiesto en las acciones cívico-militares de abril y mayo de 1944, cuando varios sectores del pueblo salvadoreño se organizaron y derrocaron la dictadura del general Maximiliano Hernández Martínez.

Mujeres en la Independencia

Mujeres en el período de la Independencia
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Las mujeres salvadoreñas siempre han tenido participación en los procesos sociales y políticos de los países, sin embargo sus aportes han sido invisibilizados a favor del protagonismo masculino. Así tenemos entonces, que los principales gestores de la Independencia de El Salvador y Centroamérica, siempre han sido los hombres. Pero, en todos los procesos sociales y políticos, hombres y mujeres han participado desde los distintos espacios que se les asignaban. Así el papel de las mujeres en la Independencia ha sido como: mensajeras, defensoras, organizadoras.

Durante la época colonial las mujeres desarrollaban funciones y labores exclusivamente del hogar. Sus vidas se repartían entre la familia, la iglesia, el hospital y el campo de labranza, pues el aprendizaje de las letras y los números estaba reservado para los hombres y para aquellas que ingresaban a los conventos de monjas. Este era el panorama que vivían las mujeres en la primera década del siglo XIX, período en el cual dieron inicio los movimientos de independencia. A continuación se presenta la historia de la participación de algunas mujeres en la independencia:
Hermanas Miranda
María Feliciana de los Ángeles Miranda y su hermana Manuela Miranda, oriunda de Sensuntepeque, propagaron en esta misma campiña noticias independentistas. Esta zona se alzó en insurrección el 29 de diciembre de 1811, en el punto conocido como la Piedra Bruja.
Por estos actos fueron capturadas por las autoridades españolas, y recluidas como castigo en un convento de la localidad de San Vicente de Austria y Lorenzana, como parte de la servidumbre del cura párroco del convento. Antes fueron condenadas a recibir cien latigazos en la plaza central de San Vicente.
María Feliciana de los Ángeles murió al recibir la septuagésima descarga del látigo (1812). Al momento de su muerto su edad rondaba los 22 años.
María Feliciana de los Ángeles Miranda fue declarada Heroína de la Patria mediante decreto legislativo No. 101 de fecha 30 de septiembre de 1976.
Manuela Antonia Arce de Lara
Manuela Antonia Arce y Fagoaga nació el 23 de junio de 1783 en la ciudad de San Salvador, hermana del prócer Manuel José Arce. Contrae matrimonio con Domingo Antonio de Lara el 4 de mayo de 1811.
Se resalta el papel de Manuela Antonia Arce como “abogada defensora”, quien haciendo uso de sus limitados conocimientos de letras y leyes, denuncia a través de una carta enviada a las autoridades españolas, el maltrato que sufren en la cárcel su hermano y su esposo.
Gracias a estas gestiones su esposo fue indultado y excarcelado en 1819, pudiendo continuar activo en la lucha por la emancipación de Centroamérica.
María Felipa Aranzamendi
Esposa de Manuel José Arce, con quien procreó once hijos. Durante el período de cárcel de su esposo, tuvo que administrar los bienes familiares y cuidar de sus hijos e hijas. Además se hizo cargo de la defensa judicial de su cónyuge.
María Felipa acompañó a su esposo durante toda la gesta independentista, en la guerra para impedir la anexión a México, como Primer Presidente Federal de C.A. y en su exilio en México.
Otras mujeres que participaron en la gesta independentista y de la cual la historia recoge sus nombres son: Juana de Dios Arriaga, María Madrid, Francisca de la Cruz López, María Bedoya de Molina (guatemalteca), etc.
Otras gestas libertarias.
En El Salvador se han dado otras gestas libertarias en las cuales las mujeres han tenido una participación relevante. Podemos mencionar la “Gesta de los 44” desarrollada el 29 de abril de 1894 en la ciudad de Santa Ana, para derrocar a los hermanos Ezeta, tiranos apoderados por la fuerza en el gobierno desde el 22 de junio de 1890.
En este proceso histórico se destacó Doña Carmen González, encargada de llevar los mensajes a los hombres desterrados por el gobierno de los Ezeta, quienes se escondían en pueblos fronterizos de Guatemala. Esos mensajes eran verbales, pues si eran escritos podían caer en manos de los militares fieles a los Ezeta, demás esta decir lo peligrosa que esta misión significaba para una mujer.
Doña Agustina Linares, fue otra mensajera de absoluta confianza, quien además fue la encargada de detonar 3 cohetes de vara para dar la señal de asalto la noche del 28 de abril de 1894, en la cual hicieron su entrada los exiliados.
Doña Agustina también contribuyó con dinero, producto de la venta de su cosecha de café, para el servicio de la gesta.
Otra mujer, Doña Aurelia Portillo, esposa del Gral. Lisandro Arévalo disidente y enemigo de los Ezeta, fue llevada a la cárcel al no tener como pagar los 10,000.00 pesos que le exigía el tirano gobierno. En 1892, fue llevada presa a una cárcel de mujeres bajo condiciones infrahumanas y mientras permanecía en la cárcel, sus propiedades fueron saqueadas.
La “Gesta de los 44” no reconoce la participación de éstas y otras mujeres que permanecieron anónimas, resaltándose solamente, el heroísmo de los hombres.
Mujeres en la Independencia. Fascículo de El Diario de Hoy. Septiembre 2004

ILPES convoca a Culto en Homenaje a Rafael Aguiñada Carranza

SAN SALVADOR, 10 de septiembre de 2008 (SIEP) Los invitamos a que nos acompañen este próximo domingo 28 de septiembre a un Culto ecuménico en homenaje a la vida de mi esposo, Rafael Aguiñada Carranza, asesinado por la dictadura militar hace 33 años” expresó Berta Deras.

“El Culto Ecuménico será a las 10 a. m. en el Cementerio General. Estaremos esperando a quines nos acompañen en la entrada principal. Hemos solicitado a la Iglesia Luterana Popular la realización de este servicio religioso” puntualizó.

Agregó que “Rafael Aguiñada Carranza, mi esposo, fue una persona siempre preocupada por los demás, que desde muy joven se incorporo alas luchas populares, por la justicia y la democracia en este país…”

Señaló que “al momento de su muerte era el secretario general de la Federación Unitaria Sindical (FUSS) y un digno representante de los trabajadores en la Asamblea legislativa, por el partido Unión Democrática Nacionalista (UDN).

“Eran tiempos de clandestinidad y el también pertenecía a la dirección del Partido Comunista de El salvador (PCS) junto con Schafik Handal, Raúl Castellanos Figueroa, Roberto castellanos Calvo y otros compañeros…”

“El fue asesinado saliendo de una reunión sindical en la que se discutía la creación de una central única de trabajadores. Su memoria sigue viva en las luchas de nuestro pueblo, en las miles de banderas rojas que ondean en nuestra patria anunciando la futura liberación…”concluyó la también militante revolucionaria.

ILPES condena agresiones contra Rev. Hernan Astudillo de Toronto

SAN SALVADOR, 7 de septiembre de 2008 (SIEP) “Condenamos enérgicamente el atropello del cual fue víctima nuestro hermano Hernán Astudillo por parte de sectores derechistas, que penetraron en su oficina para golpearlo…” expreso el Rev. Roberto Pineda, a nombre de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

El padre Hernán Astudillo, de nacionalidad ecuatoriana, sacerdote de la Iglesia Episcopal, es uno de los principales organizadores de la solidaridad en Canadá, con las luchas de los pueblos latinoamericanos y caribeños por su liberación.

Explicó el Rev. Pineda que “en la pasada Semana Santa estuve en Toronto, Canadá y pude conocer de primera mano los esfuerzos que este hermano nuestro, realiza para mantener encendida la llama de la solidaridad, es una labor de la que estamos profundamente agradecidos y por eso no nos extraña que sufra ataques y calumnias…”

Agregó que “el Padre Astudillo es el iniciador de la Caravana de la Esperanza, que año tras año realiza la travesía desde Canadá hasta El salvado trayendo medicinas, computadoras, ayuda para nuestro pueblo, al que conoció luego de los terremotos de enero y febrero del 2001 y con el cual esta muy identificado…”

“Asimismo Voces Latinas es un referente obligado para la comunidad hispana en Toronto y pronto lo será para toda el área oriental de Canadá. Es un espacio abierto al pensamiento democrático y progresista de nuestros pueblos latinoamericanos, caribeños e incluso canadiense.”

“Como Iglesia Luterana Popular nos encontramos en oración para que cesen estas agresiones y se permita que el padre Astudillo siga con su obra misionera de nuevo tipo, sembrando la semilla de la amistad y la cooperación entre nuestros pueblos y dando testimonio que el Crucificado que resucito sigue vivo en nuestros corazones…”concluyó el religioso luterano.

CEM publicara Album de Viaje de Liliam Jiménez por países socialistas

SAN SALVADOR, 2 de agosto de 2008 (SIEP) “Hace cincuenta años, una mujer salvadoreña desafió a la dictadura militar y viajó a Austria, a un congreso de mujeres de izquierda para denunciar las injusticias que sufría nuestro pueblo” informó el Lic. Roberto Pineda, coordinador del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

“Esa mujer fue Liliam Jiménez, militante comunista, poeta, luchadora social, madre, que viajó representando a Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas, al IV Congreso de la federación Internacional de Mujeres democráticas (FDIM), realizado en Viena, Austria.

“Liliam Jiménez falleció el año pasado en México, país donde vivió por mucho tiempo exiliada. Era esposa del poeta guatemalteco, también comunista, Raúl Leiva. En este Álbum de Viajes aparecen fotografías de este congreso en Viena, así como de su posterior viaje a la URSS, republica Popular China, reuniones en El Salvador y México.”

Concluyó el Lic. Pineda que “agradecemos al hijo de Liliam, Raúl, por permitirnos publicar este Álbum de Viajes, de esta mujer de izquierda, que con su vida, con su voz, con su dignidad, con su poesía enriqueció la cultura de nuestra patria y mantuvo erguida la bandera del socialismo y de la igualdad de la mujer. Su memoria vive en las luchas y los sueños de este pueblo…”

UN 30 DE JULIO DE 1975.

UN 30 DE JULIO DE 1975.
ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS UN EJEMPLO INMORTAL DE LUCHA.
El 30 de Julio de 1975 constituye para los Universitarios una fecha importante debido a la magnitud de los hechos acontecidos, los cuales marcaron la historia de El salvador y de la Universidad misma.

Durante la década de los 70 la represión gubernamental se agudizaba, la formación de frentes políticos –militares de izquierda eran un hecho real en el país.

El Salvador entraba a una etapa de contradicción entre los opresores y oprimidos, que años mas adelante desembocaría en una guerra civil, dejando como resultado más de 75 mil muertos.

La década de los 70 marca una período oscuro para Universidad de El Salvador , la cual ya, el 19 de Julio de 1972 había sufrido su segunda intervención militar por parte del ejercito Salvadoreño; dejando grandes perdidas humana y de recurso material, en un acto seguido el 25 de Julio de 1975 el gobierno en turno atenta contra el Centro Universitario de Occidente (Santa Ana), lo cual generaría el repudio de los Estudiantes de la sede central de la Universidad , por lo que se solidarizan ante la represión consumada por el ejercito y deciden marchar el 30 de Julio de ese mismo año sin tener idea del genocidio planificado por la dictadura militar de la época.

SOBRE LOS HECHOS.

Aprovechando las fiestas Julias, los estudiantes de la Universidad de El Salvador realizaron una manifestación para condenar al régimen de Molina y la intervención militar al campus. Voces de libertad se escucharon en Santa Ana, un 25 de julio de1975.

En horas de la madrugada del 25, tropas de la segunda brigada del ejercito, guardias nacionales y policías de hacienda, penetraron en el recinto Universitario, ejecutando algunas capturas y decomisando los implementos de los preparativos del desfile. El despliegue de tropas fue de tal magnitud, que cercaron las colonias aledañas, aislándolas completamente, sin dejar entrar ni salir a nadie de dicha zona.

La respuesta estudiantil a estos hechos fue la marcha en plena mañana en el centro de la ciudad, manifestación que fue reprimida con brutalidad…

Mientras tanto la solidaridad no se hizo esperar en San salvador y de esta forma el día 28 de Julio, La Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS) junto con la Comunidad Universitaria en general decide realizar una manifestación pacifica en repudio y denuncia por la intervención exigiendo el respeto a la Autonomía Universitaria, el día elegido fue el día miércoles 30 de julio por la tarde.

Para esos días el gobierno y los empresarios se habían preparado para celebrar el concurso de mis universo, en el cual los empresarios habían invertido mucho dinero para promocionar la industria turística en El Salvador, también representaba un caudal en la política exterior para el coronel Molina, Presidente de la República en esos años.

La marcha convocada en el campus central salió a eso de las cuatro de la tarde del portón de la facultad Ciencias y Humanidades, a pesar de todas las amenazas hechas por el gobierno: de no tolerar ningún tipo de manifestación o cualquier intento de salir a las calles.

En las pancartas, carteles y mantas se escribieron únicamente lemas relacionados con el problema Universitario y expresiones en defensa de los derechos y garantías democráticas.

En el trayecto de la 25 av. Norte, no se advirtió ninguna amenaza inminente contra la seguridad de los manifestantes, sin embargo cuando la cabeza del desfile llegó al paso a dos niveles, aledaños al hospital del ISSS (seguro social) aparecieron trepidantes las unidades blindadas llamadas “tanques rayo…” además de las unidades blindadas se situaron a la altura del hospital de maternidad, camiones de fuerza antimotines, pertenecientes a la guardia nacional, policía nacional y policía de hacienda. El despliegue de las fuerzas en las inmediaciones del Hospital Rosales y al lado norte del colegio Asunción, mostraban un escenario espantoso, que perecía destinado a enfrentar a un enemigo poderosamente armado y no a una manifestación pacifica de universitarios.

HORA DE LA MASACRE.

4:20 p.m. del día miércoles 30 de Julio de 1975, la dictadura militar lo marcaría como un momento que quedó grabada en la memoria colectiva de todos los universitarios.

Los que encabezaban la manifestación quisieron ganar la calle que pasa frente a la entrada del ISSS (3 calle Pte.), desviándose hacia la izquierda para tratar de evitar enfrentamientos con las unidades blindadas…sin embargo un contingente de la guardia ya estaba esperándolos atrás del colegio Asunción, obligándolos a retroceder al paso a dos niveles, forzando a fuerza de balas a muchos a lanzarse del puente, en este lugar fueron muchos los estudiantes fracturados, algunos de los cuales fueron rematados a tiros. En el momento en que daban marcha atrás, comenzaron los disparos de fusiles y ametralladoras, a la par del estallido de bombas lacrimógenas descargadas por los cuerpos represivos… la carnicería humana dio comienzo.

…La fría decisión de tirar a matar en la tarde del 30 de Julio, de seguir hasta aniquilar, de lanzar los carros brindados contra la multitud inerte, de machetear salvajemente al que se ponía a su alcance, de dejar sangrar a sus victimas impidiendo con brutalidad cualquier auxilió oportuno que quisieron brindar los médicos y enfermeros del ISSS; refleja la feroz determinación de la dictadura de acabar con la juventud pensante de un país , demuestra la voluntad de mutilar la conciencia de un pueblo.

El fuego cerrado duró pocos minutos, pero suficiente para derramar mucha sangre juvenil…pero no solo fueron balazos, los muchachos y muchachas que quisieron en su desesperada huida saltar los muros del ISSS, recibieron machetazos en la cabeza y otras partes del cuerpo hasta desmembrarlos, quedando en el lugar trágicas señales de la carnicería…

Así aconteció una fecha que caló en lo más profundo del corazón estudiantil, ¡Así murieron muchos compañeros universitarios, murieron para vivir, pues están presentes en cada puño alzado!

Los periódicos de la época hablaban de tres o cinco muertos, pero testigos de aquella tarde triste hablan de centenares de muertos y desaparecidos, la verdad de los hechos fueron ocultados por la prensa nacional, mintiéndole al pueblo del verdadero genocidio cometido por la dictadura militar.

José Domingo Aldana, Carlos Fonseca, Reinaldo Hasbun, Napoleón Orlando Calderón, Sergio Antonio Cabrera, Roberto Miranda… y muchos más muertos y desaparecidos que hoy 33 años después nos convocan a recordar su memoria y su sacrificio inclaudicable de lucha.

Sepan todos, nuestros mártires, que no han muerto por que viven junto a los estudiantes que hoy iniciamos otra etapa para llevar en alto la responsabilidad de construir la teoría y pensamiento que llevará al movimiento estudiantil universitario a su práctica, para luchar por una anhelada trasformación social por la que muchos hombres y mujeres ofrendaron su vida.

Compañeros mártires del 30 de Julio de 1975, hemos jurado continuar su lucha, nuestra lucha, la semilla ahora ha germinado y nos preparamos para construir y como lo expresa un gran hombre:

“nuestra libertad y su sostén cotidiano tiene color de sangre y está lleno de sacrificio”

30 DE JULIO, PROHIBIDO OLVIDAR…

POR QUE EL COLOR DE LA SANGRE JAMÁS SE OLVIDA…

LOS MASACRADOS SERÁN VENGADOS.

POR NUESTROS CAÍDOS JURAMOS VENCER…

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

MOVIMIENTO ESTUDIANTIL UNIVERSITARIO SALVADOREÑO

CIUDAD UNIVERSITARIA, JULIO 2008

IMPEDIR LA GUERRA IMPERIALISTA EN AMÉRICA LATINA

IMPEDIR LA GUERRA IMPERIALISTA EN AMÉRICA LATINA

(Ivan Pinheiro*)

Desde el inverosímil “ataque terrorista” a las torres gemelas de Nueva York, atribuido a los fundamentalistas islámicos, el imperialismo estadounidense trató de promocionar la demonización de Saddam Hussein y de los Talibanes, para poder invadir Iraque y Afeganistán, dos países estratégicos en la disputa por el petróleo, el gas y el agua, algunas de las principales riquezas naturales que decidirán la hegemonía mundial. Contra Saddam, inventaron la mentira de las armas de destrucción en masa, cuya existencia ya fue desmentida hasta por los organismos de la ONU. Contra los Talibanes, la farsa que estos eran narcotraficantes. Tras años de destrucción y exterminio, no hay perspectiva de que los yanquis salgan militarmente victoriosos de esos países, pues sus pueblos, así como el vietnamita, han resuelto enfrentar los verdaderos terroristas.

Pero la crisis económica por la que pasan los EEUU y las necesidades cada vez mayores de reproducción del capital – en medio de crisis cíclicas, disputas de mercados, escasez de fuentes energéticas y recursos naturales, elevación del precio del petróleo y de los alimentos – impulsan el imperialismo para nuevas aventuras militares. En la “división de tareas” del capital internacional, a los Estados Unidos les queda el papel de gendarme principal de sus intereses en el mundo, principalmente en América Latina.

Hay que señalar que, al mencionar la palabra imperialismo, no estamos hablando sólo de su eje hegemónico (los Estados Unidos), sino de todo el sistema capitalista mundial. Hasta porque, aunque la América Latina sea considerada hace décadas como el “patio trasero de EEUU”, en esa región hay muchos monopolios de capitales, la mayoría de ellos originarios de otros países, sobretodo de Europa.

Esto es necesario que sea comprendido por la izquierda, para alejarnos de ilusiones de alianzas con la burguesía europea o mismo con la dependiente burguesía latinoamericana, principalmente la brasileña y la mejicana. Las economías de eses países participan del sistema capitalista internacional. Lo que hay son contradicciones interburguesas e interimperialistas que pueden, en determinadas circunstancias, favorecernos a corto plazo en algunas cuestiones, como en el caso de la política externa brasileña, aparentemente contradictoria, en su relación con EEUU. Acepta liderar las tropas de la ONU que ocupan Haití a pedido de Washington, y al mismo tiempo, ayuda a desmontar la posibilidad de Uribe lograr una guerra contra sus vecinos.

Como intentaremos exponer aquí, los Estados Unidos necesitan de una guerra en América Latina, para recuperar, a través de las armas, su espacio perdido. Al contrario, al Brasil no le interesa esa guerra. Con su eficiente diplomacia, sigue ganando mercados, al paso que Lula presentase como una alternativa moderada al “radicalismo” de Chávez y Evo Morales. Cada vez que nuestro Presidente llega a una capital latinoamericana, lleva consigo, además del “aerolula”, dos o tres aviones llenos de empresarios brasileños para cobrar el precio de la solidaridad: el aprovechamiento de oportunidades en busca de mercados.

El pasado 28 de mayo, Lula visitó Haití por la segunda vez. En la primera, antes de la ocupación, llegó con la selección brasileña de futbol y, enseguida, envió nuestras tropas. Ahora, cuatro años después, fue buscar los resultados. Desembarcó en Puerto Príncipe con decenas de empresarios brasileños, donde se destacaban los ejecutivos de las empresas Odebrecht, Andrade Gutierrez y Camargo Correa, las mismas empresas que han transformado Venezuela en una grande construcción, como retribución por algunas actitudes brasileñas simpáticas a la revolución bolivariana. Recientemente, Lula ha anunciado que Brasil pretende ser el principal socio comercial de Cuba, y apuesta en una improbable restauración capitalista en la isla socialista.

En el fin de semana (18 a 20 de julio), Lula, acompañado de empresarios brasileños, radicalizó su diversificada agenda, destinada a dejarle arriba de las divergencias regionales. Se encontró en Bolívia con Evo Morales y Hugo Chávez, y luego en Colombia, con Álvaro Uribe y Allan Garcia, otro aliado estadunidense. Lula merecía una mención en el famoso libro de los récords, en la categoría malabarismo político.

La fecha del pasaje de Lula y Allan Garcia por Colombia no fue por casualidad. Ellos fueron los dos únicos invitados especiales de Uribe en su tribuna política para un desfile militar en la ciudad de Letícia, en la triple frontera entre Brasil, Colombia y Peru, donde los tres firmaran acuerdos militares (cuyo tenor aún es desconocido). El día elegido fue lo de la independencia de Colombia (20 de julio), por lo que Uribe aprovechóse para convocar mobilizaciones en todo el país y exigir la liberación unilateral de los rehenes en las manos de la guerrila (olvidandose de los presos políticos), como forma de marcar el evento como manifestación contra las FARC. Los periódicos brasileños nos informan que Brasil ha firmado acuerdos de cooperación con Colombia para la localización de “bandos armados”. Periódicos colombianos nos informan que Lula ha ido vender más armas al gobierno colombiano, además de los Super Tucanos, aviones militares de fabricación brasileña, que fueron usados en el ataque al campamento de Raul Reyes, en Ecuador. En la comitiva brasileña, destacabanse los empresarios de la indústria bélica.

Cuando el gobierno brasileño ayuda a hacer inviable el ALCA o lidera la construcción de la UNASUL (Unión de las Naciones Sudamericanas) y del Consejo Sudamericano de Defensa Regional debemos saludarlo, pues esto objetivamente contraría los intereses de EEUU. Pero no podemos olvidarnos del otro lado de la cuestión: Brasil es un contrapunto capitalista al movimiento de la integración antiimperialista de la región, representado por el ALBA y por otras iniciativas de integración solidaria y complementar, lideradas por Hugo Chávez. El capitalismo brasileño es una formación social y económica dependiente y asociada al imperialismo, con sus contradicciones.

A pesar de la gran diferencia de los discursos y prácticas políticas, Uribe y Lula son, de hecho, las dos alternativas del capital para América Latina. Sin embargo, es evidente que no podemos meterlos en el mismo saco. Uribe es, sin dudas, el enemigo principal, a corto plazo. Si no le derrotamos, una onda de retroceso y represión puede desplegarse sobre nuestro continente. Todavía la izquierda no puede hacer conciliaciones y dejar de señalar sus diferencias con Lula, que gobierna fundamentalmente para el capital, tanto en la política externa cuanto en la interna. Su principal tarea es “destrabar” el capitalismo, cueste lo que cueste, incluso el medio ambiente, los derechos laborales, la soberanía nacional.

Tras sufrir derrotas en América del Sur, como en el caso del fracasado golpe contra Chávez, en 2002, y de tener que concentrar esfuerzos inesperados para enfrentar la sorprendente fuerza de la resistencia iraquí, el imperialismo retoma con intensidad la presión sobre la región, en un momento donde sigue creciendo el proceso de cambios. Y es ahí donde queda el peligro! Hoy, los ojos, los oídos y los cañones estadounidenses se vuelven para América del Sur, sobretodo para la región andina. Se trata de intentar, en el plano táctico, frenar el proceso de cambios y, en el estratégico, consolidar y expandir su control sobre las riquezas naturales del continente, que son inmensas. Además del petróleo y del gas, América del Sur tiene las mayores reservas de agua potable del planeta. Al norte, la Amazonia; al sur, un conjunto de grandes ríos que se juntan, el Acuífero Guaraní.

El imperialismo, por muchas razones, ya identificó sus enemigos principales en América del Sur: la revolución bolivariana de Venezuela y la revolución democrática y cultural de Bolivia.

El gobierno venezolano es un enemigo importante, por su ejemplo que inspira procesos semejantes en otros países, por los que presta efectiva solidaridad política y material; por la defensa de Cuba Socialista y por su alineamiento ; por la contribución para hacer inviable el ALCA, con la implantación del ALBA; por haber avanzado más en cambios institucionales y estructurales; por haber resistido a múltiplos golpes (el golpe de Estado, el lockout petrolero); y por tener la economía y las reservas minerales más importantes de la región andina.

Entre los recientes hechos más significativos de la revolución en Venezuela están las nacionalizaciones y estatizaciones de empresas estratégicas de energía eléctrica, comunicación, alimentos, petroleras, cementeras, siderúrgicas. El ejemplo más emblemático ha sido la re estatización de la SIDOR (Siderúrgica de Orinoco), que había sido privatizada por un precio muy bajo en el gobierno anterior. Es como si Brasil re estatizara la Vale Rio Doce!

El diferencial en este caso fue el protagonismo de la clase obrera. Había empezado una huelga que buscaba el fin de la tercerización de la mano de obra y la renovación del contracto colectivo de trabajo, y ella terminó debido la fuerza del movimiento, al añadir la consigna victoriosa de la re estatización de la multinacional. Esta victoria se debe a la lucha de los trabajadores y a la dirección consecuente de las fuerzas de izquierda, principalmente el PCV (Partido Comunista de Venezuela), que impulsó el cambio del objetivo principal del movimiento y el enfrentamiento de la traición del entonces Ministro de Trabajo, que había, incluso, puesto fuerzas policiales para reprimir el movimiento. Fue decisivo también el papel de Chávez, que dimitió el Ministro de Trabajo, acabó con la tercerización y decretó, simbólicamente en el primero de mayo, la re estatización de la empresa.

En Bolivia, hemos acompañado la firmeza del gobierno Evo Morales al enfrentar, con el apoyo del movimiento de masas, el separatismo intentado por la derecha, que tiene la ayuda política y material de la embajada estadounidense. Al revés de curvarse ante la presión de la oligarquía local, el gobierno de Bolivia avanza para la nacionalización de las empresas estratégicas. El proprio Presidente – que declaró recientemente que el capitalismo es lo mayor enemigo de la humanidad – desafía la oposición de derecha a una nueva disputa política decisiva, el próximo 10 de agosto, al convocar un referendo revocatorio de su propio mandato y de sus nueve gobernadores, de los que cinco le hacen oposición, todos estos de la región conocida como “Media Luna”. Después de haber vencido esta etapa importante, ya anunciase un nuevo plebiscito, ahora para legitimar el trabajo de la Asamblea Nacional Constituyente, que ha sido boicoteada por la derecha.

EL VERDADERO EJE DEL MAL:

Hoy hay claros señales de que el imperialismo estadounidense prepara el terreno para provocar guerras regionales en América Latina y juega, en este momento, con dos posibilidades: una guerra civil en Bolivia y, lo que parece más potencialmente explosivo, que es el agravamiento de la tensión de las relaciones entre Colombia, de un lado, y Venezuela y Ecuador, del otro.

Así como en Caracas, en La Paz el embajador estadounidense también es el jefe golpista. La derecha ha organizado milicias paramilitares, los denominados “Comités Cívicos” y “Uniones Juveniles”. Estos grupos ya buscan impedir, incluso, la circulación de Evo Morales en las ciudades de la llamada “Media Luna”, como hicieron recientemente en Sucre, donde torturaron seguidores indígenas del Presidente en plaza pública. Intentarán impedir, a través de la fuerza, la realización del referendo revocatorio.

En la región de Gran Colombia, la ascensión belicista tuvo su ápice con la suspensión, en diciembre del año pasado, de los esfuerzos de Hugo Chávez, de la Senadora colombiana Piedad Córdoba y de las FARC en su busca para retomar el canje humanitario de prisioneros y rehenes en Colombia, proceso que podría crear un clima de dispersión, en un conflicto que ya dura más de 60 años (antes mismo del asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán, en 1948, por lo que se siguió el “Bogotazo”, con la muerte de más de 300 mil personas), en un país donde la violencia política es la marca del Estado burgués.

El canje humanitario sigue suspenso desde 2002, exactamente debido al clima que el imperialismo creó en el mundo con el derrumbe de las Torres Gemelas. Las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, hasta entonces, ya duraban tres años, en una zona desmilitarizada, que caminaba para una solución política negociada. Con el comienzo de la “cruzada contra el terrorismo”, los EEUU incluyen las FARC en el “eje del mal”, la lista de organizaciones y Estados “terroristas”, hecho que sirvió para la derecha colombiana aprovecharse y poner fin a las negociaciones y al canje humanitario. A partir de entonces, llegaron más centenas de miles de “asesores militares” y millones de dólares estadounidenses, de acuerdo con el conocido “Plan Colombia”.

En noviembre de 2007, la orden para acabar con la mediación del presidente venezolano y la posibilidad de una negociación entre la guerrilla y el gobierno partió del jefe de Álvaro Uribe, el mega terrorista George Bush, que decidió hacer con que Colombia ejerza, en América Latina, un papel similar al que Israel representa en el Oriente Medio: un brazo del imperialismo. Uribe es agente estadounidense desde que fue identificado por el FBI como uno de los operadores políticos del narcotráfico en Colombia, asociado al legendario Pablo Escobar, el jefe del cartel de drogas de Medellín en esta época.

El segundo punto de la ascensión agresiva fue muy audaz. En marzo de este año, para dar un golpe más profundo en las negociaciones que avanzaban para la posibilidad concreta de liberación de la franco-colombiana Ingrid Betancourt, la siniestra unión Bush-Uribe asesina el proprio negociador, el Comandante Raul Reyes, en un ataque terrorista al territorio del Ecuador, cuyo Presidente no se acobardó y defendió la soberanía de su país. La deplorable acción militar, mientras las víctimas dormían, casi generó una guerra en la región, si no fuese la firme posición unánime de los demás países de América Latina de condenar la agresión al Ecuador.

El tercero avanzo belicista del imperialismo fue la trampa del ordenador personal de Raul Reyes. Con el apoyo del terrorismo mediático, han sido creadas las mentiras que podrán justificar una nueva guerra, así como se pasó en Afganistán y en Irak.

Cualquier persona un poco más atenta debe desconfiar de como puede quedarse intacto un frágil ordenador portátil sometido a un ataque aéreo con mísiles que fueron capaces de destruir todo el campamento, matando más de veinte personas. Todo que estaba cerca fue destrozado, excepto el ordenador. Los más informados deben desconfiar como un cuadro político experimentado como Raul Reyes, una de las personas más buscadas del mundo, sería tan irresponsable al punto de registrar informaciones extremamente secretas, caso fuesen verdaderas, como supuestas contribuciones financieras para la campaña de Rafael Correa o pagamientos de Hugo Chávez.

A partir de la farsa de la “autenticidad” del ordenador, el imperialismo puede inventar las historias que desear, es decir, las que necesitar. Los ordenadores van seguir hablando mucho, mismo después de un manifiesto (rechazado por los medios de comunicación), firmado por nombrados intelectuales y científicos estadounidenses, que cuestionan la autenticidad del informe de la Interpol, y le acusan de frágil y inconsistente. Esta es una fuente inagotable de provocaciones, que intentan incriminar a algunos y intimidar a otros, independiente de sus nacionalidades.

La más reciente provocación ha sido el listo golpe mediático de Uribe, donde ha intentado transformar en un “rescate” lo que ha sido una liberación unilateral de Ingrid y de otros presos por las FARC. El gobierno colombiano fue el centro de las atenciones, al intentar plantear la imagen de su eficiencia militar, que se oponía a la “infiltración” y “debilidad” de las FARC. En una actitud sucia, no hesitó siquiera en utilizarse del símbolo hasta entonces inmaculado de la Cruz Roja Internacional, practicando un delito político contra la humanidad.

Lo que preocupa es la prisa con que los hechos están pasando. Es evidente que esa prisa tiene que ver con las perspectivas oscuras del imperialismo, al mirar la América Latina. Todo conspira contra sus intereses:

1 La tomada de posesión de Lugo, en Paraguay, el 15 de agosto, que puede contribuir para fortalecer el proceso de cambios progresistas y reforzar la integración soberana y solidaria de América Latina y, quizá, puede representar el fin de la base estadounidense de espionaje para el Cono Sur, instalada en un aeropuerto paralelo al de Asunción.

2 El conteo regresivo para la salida de la base militar estadunidense de Manta, Ecuador, en noviembre de este año, pues Rafael Correa ya ha comunicado oficialmente que no renovará la concesión, dada por el gobierno anterior.

3 La posible victoria de Evo Morales en el referendo revocatorio del 10 de agosto, que puede consolidar la importante revolución democrática y cultural por la que está pasando el país, y con eso, surgen posibilidades más avanzadas.

4 La previsible victoria de la izquierda en las próximas elecciones de Méjico y de Perú (cerrando el círculo de aislamiento de Uribe), si la derecha no conseguir de nuevo cometer fraudes en estos países.

5 Para completar, la esperada victoria de la izquierda en las elecciones de noviembre, en Venezuela, de acuerdo con todas las encuestas recientes que muestran la recuperación del prestigio de Chávez, al volver al nivel histórico de dos tercios de aprobación y intención de voto.

Pero este panorama podrá quedarse más dramático si los cálculos de Baby Bush tuvieren que ver con los intentos de reverter la posible derrota de los republicanos en las elecciones estadounidenses de este año. Por increíble que parezca, para algunas personas civilizadas, puede estar en los cálculos de los republicanos reverter la tendencia electoral desfavorable a través de algún tipo de agresión militar hacia la Venezuela. Una actitud como esta podría contar, incluso, con el apoyo de los demócratas, pues en la política externa, los dos partidos són como hermanos siameses. Barak Obama ha declarado recientemente: “apoyaremos que Colombia ejerza su derecho de atacar terroristas que buscan abrigo cruzando sus fronteras”.

¿Por que dudar de la insensatez del imperialismo estadounidense? Si Chávez ha sido tan satanizado en la opinión pública brasileña (con la manipulación de la Rede Globo y de los demás medios burgueses), ¿imaginen en la estadounidense? Metido en una de las mayores reservas de petróleo del mundo, en el viejo patio trasero donde siempre ha disfrutado el Tío Sam, Hugo Chávez, además de ser presentado al público como un dictador peligroso, “aliado del narcoterrorismo”, aún pone en riesgo la gasolina que llena los hambrientos tanques de los poderosos coches estadounidenses.

Sin dudas, al imperialismo no le basta sólo querer empezar una guerra. Resulta necesario que la relación “costo-beneficio” le sea favorable. Tal vez no emprenda agredir a Venezuela o Irán, debido a una inevitable elevación del precio del petróleo, que puede crecer demasiado, además de otros factores políticos. Pero no podemos depreciar esas hipótesis que, además, no son las únicas. Los Estados Unidos necesitan de guerras. Por eso, en la América Latina, “continentalizan” y diversifican sus provocaciones. Para ellos donde empezar el fuego, queda bien! No es coincidencia que la Cuarta Flota de la Marina de Guerra de EEUU haya vuelto a actuar en nuestro continente, después de más de 60 años de inactividad. No son casuales las recientes incursiones de tropas colombianas en Venezuela, tampoco la violación del espacio aéreo de este país por aviones de guerra estadounidenses. Recientemente fueron presos, en Ecuador, paramilitares colombianos que planeaban el asesinato del Presidente Rafael Correa.

Tampoco es coincidencia que Uribe haya anunciado que la base de Manta (hoy en Ecuador) irá cambiarse hasta el territorio colombiano, exactamente en la frontera con la Venezuela. Además, allí ya se ha empezado la construcción de pistas de aterrizaje y instalaciones que van acoger a un escuadrón de helicópteros y aviones espiones de EEUU, para reforzar el acoso a Chávez, y incluso ya existe una base aeronaval en Curazao, al lado de la cuesta venezolana, a 30 minutos de vuelo desde Caracas!

En Perú, se ha instalado una base yanqui en Ayacucho (donde hay remanentes de la guerrilla del Sendero Luminoso), con el pretexto de prestar “ayuda humanitaria”. Hay indicios, sin embargo, que se trata de un campo de entrenamiento de paramilitares, dirigido por el servicio secreto israelí Mosad, que es destinado a la formación de comandos especiales de mercenarios venezolanos y colombianos, para un posible asalto a Miraflores, el palacio presidencial ocupado, hoy, por Hugo Chávez.

El imperialismo tiene tres planes, que pueden combinarse, para intentar derribar el gobierno venezolano, por el orden: I – victoria electoral en las elecciones de 23 de noviembre, seguida de agitación y campaña por el referendo revocatorio del mandato presidencial; II – magnicidio, es decir, el asesinato del Presidente; III – acción de comandos que quite físicamente a Chávez, a través del secuestro, con la repetición del golpe de 2002. Para cualquier de esas hipótesis, las tácticas son las mismas:

– campaña mediática, con la satanización de Chávez y su vinculación al narcotráfico y al terrorismo;

– boicoteo desde fuera del gobierno (desabastecimiento, guerra mediática, agentes provocadores, violencia urbana, especulación) y desde el gobierno, por medio de la quinta columna contra-revolucionaria que allí aún queda (corrupción, traición, ineficiencia, impunidad).

Muchos de los planes en los que actúa el gobierno estadunidense en el continente son financiados por la USAID, que posee el agradable nombre de Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Desde la famosa Alianza para el Progreso, el EEUU no había metido tantos dólares en América Latina. Ahora, en 14 de mayo, la USAID reunió, en Washington, diversas ONGs mercenarias y les entregó 45 millones de dólares, destinados a intentar la ruptura del proceso revolucionario cubano. En toda América Latina, llueven dólares para ONGs y organizaciones políticas y sociales, incluso en Brasil, principalmente en Amazonia.

Además del financiamiento de la derecha continental, una de las importantes líneas de acción de la USAID es destinada a financiar organizaciones políticas y sociales que tengan un discurso de izquierda, sea para oponerse a los gobiernos antiimperialistas – para confundir las masas y intentar presionar eses gobiernos entre dos oposiciones, una de derecha y otra aparentemente de “izquierda”, y con eso, simular su aislamiento político – sea, en algunos casos, para crear alternativas no revolucionarias debido a la creciente de los partidos comunistas.

Pero, actualmente, el financiamiento más importante de la USAID va para el separatismo, los intentos de “balcanización” de América del Sur. Aunque prácticamente todos los países tengan problemas históricos de separatismo – debido a las guerras coloniales y imperialistas, el exterminio de los pueblos y naciones, la anexión de territorios, los regionalismos, los prejuicios – la actuación del imperio en nuestro continente se resume a los tres países donde más avanza la lucha de clases: Bolivia (separatismo desde Santa Cruz y la “Media Luna”), Ecuador (desde Guayaquil) y Venezuela (desde Zulia).

Las embajadas estadounidenses en eses países dirigen políticamente las oligarquías locales, organizan y financian sus campañas, y enfatizan el separatismo. Especialistas fueron destacados para las misiones “diplomáticas” en eses países. El embajador estadounidense en Bolivia fue el principal articulador de la división en los Balcanes y el creador del Estado fantoche de Kosovo. En Zulia, el gobernador es la mayor expresión de la derecha venezolana, ex candidato a Presidente derrotado por Chávez, y ya lanzó una campaña separatista, con el sugestivo lema “Rumbo Proprio – Zulia para Nosotros”. El legislativo estadual, dominado por la derecha, ya empezó a redactar el “estatuto autonomista”, que sigue el modelo de la derecha boliviana. Lo más grave: cientos de miles de paramilitares han sido entrenados o importados de Colombia para garantizar el separatismo por las armas, además de posiblemente intentar atacar las FARC, desde el proprio territorio venezolano, ya que parte de Zulia queda frontera con parte del territorio sublevado.

DERROTAR URIBE, PARA PODER SEGUIR ADELANTE:

Ante este panorama, la lucha para denunciar y derrotar el gobierno títere de Uribe está puesta a la orden del día de los internacionalistas, humanistas, demócratas y pacifistas de todo el mundo. Las simultáneas manifestaciones ocurridas el día 6 de marzo de este año en varios países deben repetirse y ampliarse. La nuestra acción debe ejercer una grande presión internacional que obligue Uribe a retomar el canje humanitario, premisa para abrir cualquier posibilidad de diálogo político. La liberación unilateral de rehenes, que ha sido practicada por las FARC, genera condiciones para que exijamos también la liberación de las centenas de revolucionarios colombianos presos.

La izquierda necesita comprender que no existe solución política para Colombia sin que haya el protagonismo de las FARC, que están arraigadas entre los trabajadores, sobretodo los campesinos. Al contrario, no seguiría sobreviviendo hace décadas en esta forma de lucha, con la firme ocupación de más de un tercio del territorio nacional, donde funciona como un Estado, con leyes y tributos propios. No se trata de hacer esta forma de lucha como un modelo para exportación, pues a ella cabe la particular realidad de su país. Sino de respetarla.

Las FARC fueron creadas como organización de autodefensa, frente al terrorismo estatal que marca la historia de la dictadura de clase de la burguesía colombiana. Antes del “Bogotazo”, ya habían bandos militares al servicio de las oligarquías. Las FARC no pueden siquiera pensar en desmilitarizarse, pues ya pasaron dramáticamente por una experiencia como esa. Y eso se pasó bajo un gobierno socialdemócrata y no fascista, como es lo de Uribe. En los años 80, la guerrilla se desmilitarizó parcialmente debido a algunos acuerdos y, juntamente al Partido Comunista Colombiano y otras fuerzas antiimperialistas, creó la Unión Patriótica, para participar del juego institucional. El resultado fue que dos candidatos a Presidente de la República, decenas de parlamentares y alcaldes y cerca de 5 mil militantes de la UP fueron asesinados por los paramilitares y por la represión estatal.

Bajo el gobierno Uribe, esta violencia estatal, conocida en el país como parapolítica, solo hay aumentado. Desde 2002, ya fueron asesinados 15 mil militantes políticos y sociales; más de 500 presos políticos son maltratados en los cárceles; centenas de miles de campesinos han sido expulsos de sus tierras, que les són(son) tomadas por los paramilitares. La política de expulsión y exterminio de campesinos es constituida en las regiones limítrofes al territorio dominado por la guerrilla, para intentar alejarla del pueblo. Allí las tierras son pulverizadas intensamente por productos herbicidas tóxicos, para también sacar de la guerrilla sus fuentes de alimentación.

Más de quinientos mil colombianos siguen exiliados, principalmente en Venezuela y Ecuador. Un informe de la ONU, divulgado el 18 de junio, revela que Colombia queda en primero lugar en cuantidad de refugiados internos, con más de 3 millones de personas en esta condición. Recientemente, han asesinado seis miembros de la comisión organizadora de una manifestación por el canje humanitario, por la negociación y por la paz, que llevó 200 mil personas a las calles de Bogotá, para protestar contra el gobierno. Colombia, después de Israel, es el principal país receptor de ayuda militar estadounidense. Sus Fuerzas Armadas tienen 380 mil efectivos, muy bien entrenados, al paso que Venezuela tiene 70 mil y Ecuador 50 mil, sin experiencia.

Este es el mejor momento para acosar Uribe, cuyo gobierno pasa por el infierno astral de la parapolítica. Un tercio de los parlamentares han sido procesados por la justicia, por corrupción y envolvimiento con el narcotráfico. Cerca de sesenta de ellos ya están presos, incluso un primo de Uribe. Gaña fuerza un movimiento por la anticipación de las elecciones generales, por la renuncia inmediata de Uribe y por la convocación de una Asamblea Nacional Constituyente. Uribe se esfuerza, hace de todo para encubrir el escándalo, y llega al punto de, al atropellar el judiciario, “extraditar” por decreto catorce jefes paramilitares a los Estados Unidos, sin la autorización judicial, durante una madrugada, pues sus deposiciones, que ya habían sido marcadas en la justicia colombiana, podrían revelar la putrefacción de la narco parapolítica colombiana.

Debemos todos juntarnos a una campaña mundial contra el gobierno fascista y el estado terrorista colombiano, y levantar las principales propuestas presentadas por todas las fuerzas progresistas colombianas, como condiciones mínimas para el comienzo de un proceso de negociaciones políticas, bajo la supervisión de los países de la América del Sur:

1 reconocimiento de las FARC como fuerza política beligerante;

2 retomada del proceso de canje humanitario;

3 liberación de los presos políticos.

En Brasil, necesitamos crear un amplio y representativo movimiento de solidaidad a la lucha del pueblo colombiano, que denuncie el terrorismo de Estado en aquel país, que sea un contrapunto a manipulación mediática y que ayude en la presión internacional para la retomada de las negociaciones políticas, incluso exigiendo que el gobierno brasileño ejerza un papel importante para que sean viabilizadas.

No tengamos ilusiones. El imperialismo sabe mejor que muchos de nosotros: no hay solución para Colombia y, quizá, para América Latina, que no pase por el reconocimiento del carácter beligerante y político de las FARC. La solución no podrá ser estrictamente militar, pues el conflicto colombiano es, antes de todo, político, económico y social. Por eso, la negociación no puede resumirse a desmilitarización, sino considerar las razones que originaron el conflicto (y todavía aún le hacen actual), arraigadas en las injusticias sociales, en el terrorismo estatal contra los oprimidos, en la falta de libertad de organización y de una verdadera democracia.

No se puede exigir de un ejército popular que deje en las montañas, además de sus armas, todas las banderas políticas que ha levantado hace décadas. No es justo exigirles que acepten la paz de los cementerios.

Entonces, aunque respetemos las opiniones de algunos sectores y liderazgos expresivos de la izquierda latinoamericana que, por ilusión o razones de Estado, presionan las FARC para que se desmilitarizaren unilateralmente, condenamos estrictamente esas presiones. No solamente por el espíritu humanitario, debido al inexorable asesinato en masa de eses militantes revolucionarios, pero si sacar las armas y bajar las montañas.

Resulta ilusorio creer que la guerrilla es el “pretexto” para la agresividad del imperialismo en América Latina. Él no necesita de pretextos; y cuando los necesita, los cría! Esa rendición (y no existe otra palabra para definir esta propuesta) no satisfará el imperialismo, que cobrará más concesiones. Solamente lo “tranquilizaremos” si dejamos de luchar contra el capital. Esa “teoría del pretexto” es como exigir que los palestinos cambien sus arcaicas armas por flores, para no dar pretexto a la agresividad del Estado de Israel en Oriente Medio.

Además de eso, si no queremos conciliar ni retroceder en la lucha por cambios revolucionarios y por la defensa del patrimonio natural del continente, la insurgencia popular puede venir a ser una necesidad en muchos países de la región, y no sólo en Colombia. Resulta necesario recordar que tanto en Iraq cuanto en Afganistán, la resistencia hacia la agresión militar imperialista es ejercida exclusivamente por fuerzas insurgentes populares, y no por las antiguas fuerzas armadas tradicionales nacionales, siempre inferiorizadas en conflictos contra la máquina de guerra del imperio del capital. No cuesta recordar el ejemplo heroico de los vietcongs, que, a través de la guerrilla y de la guerra popular, lograron derrotar el más grande contingente militar que hay informaciones en toda la historia de la humanidad.

Las FARC son un punto de resistencia a la ocupación imperialista de Colombia y, se puede decir también, de Amazonia. El exterminio de las FARC seria hoy una grande victoria del imperialismo: no es casual que esto se ha tornado en su prioridad.

Y aún más: para prestar solidaridad a los pueblos venezolano, boliviano, ecuatoriano; para luchar para que avancen los cambios y la lucha de clases en la América Latina, mismo en procesos más mediados y contradictorios como Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y, posiblemente, Paraguay; para evitar que haya guerra y retroceso en nuestro continente; para todo esto, hay una premisa: derrotar el verdadero eje del mal, los brazos terroristas del imperialismo estadounidense en nuestro continente: el gobierno fascista y el estado terrorista de Colombia!

Finalmente, queda una propuesta para todas las fuerzas antiimperialistas brasileñas y latinoamericanas. Ahora, en este mes de julio, 60 años después de haber sido desactivada, la famosa Cuarta Flota estadounidense ha vuelto a amenazarnos, al costear nuestros mares, manchándoles con su tenebrosa historia. Esta vez con más poder destructivo, con más tecnología, incluso nuclear. Tratase de la mayor provocación ya sido hecha hacia la América Latina. Es este el verdadero terrorismo.

Resulta necesario articular todas las organizaciones y fuerzas políticas y sociales antiimperialistas de América Latina para la construcción de un fuerte y unitario movimiento por la expulsión de eses piratas terroristas de nuestros mares, donde, al apuntarnos con sus instrumentos de espionaje y sus armas de destrucción en masa, buscan nuestras riquezas naturales y esperan el mejor momento para aniquilar nuestros sueños de libertad y justicia.

Es la hora de elegir una fecha, este año aún, para promover manifestaciones simultáneas en las puertas de todas las misiones diplomáticas y de todos los símbolos de EEUU en toda América Latina, y gritar como un solo pueblo:

FUERA LA CUARTA FLOTA TERRORISTA!

(*) Ivan Pinheiro es Secretario General del PCB (Partido Comunista Brasileiro)

Rio de Janeiro, julio de 2008

Fallece Sihuat Tutut, pastora indígena de la Iglesia Luterana Popular

SONSONATE, 26 de julio de 2008 (SIEP) “Con mucha tristeza informamos a nuestros hermano y hermanas de El Salvador que esta madrugada partió hacia nuestro Padre-Madre celestial, la Rev. Sihuat Tutut, pastora de la Iglesia Luterana Popular y candidata a Alcaldesa por el FMLN en Nahuizalco.”expresó el Rev. Ricardo Cornejo.
Agregó que “con Sihuat hemos acompañado las luchas del pueblo salvadoreño por la justicia social, por una democracia verdadera, por el socialismo como meta de nuestros esfuerzos. Hoy inclinamos nuestras banderas en respeto por su testimonio de vida…”

“Sihuat Tutut, Teresa Escamilla nos enseño a respetar la validez y riqueza de la espiritualidad indígena como parte de nuestra tradición teológica luterana salvadoreña, la importancia de conservar nuestro patrimonio cultural para construir una nueva patria.”

Concluyó afirmando “el espíritu de Sihuat, su alegría, su firmeza en la defensa de los principios revolucionarios, su amor a la vida y a nuestro pueblo son hoy semillas que germinaran en las nuevas generaciones. ¡Sihuat presente, ahora y siempre!

Los años 70 fueron años de lucha y resistencia del pueblo salvadoreño…

SAN SALVADOR, 12 de julio de 2008 (SIEP) Más de cincuenta años de entrega a la causa revolucionaria, primero en el movimiento sindical, después en las filas del Movimiento Revolucionario 2 de Abril, luego en el Partido Comunista de El Salvador y finalmente en el FMLN, hacen de Domingo Santacruz un referente primordial de la historia de nuestro pueblo. Publicamos la tercera parte de una entrevista no concluida.

En enero de 1970 regreso a El Salvador luego de tres años de estudio en la Unión Soviética. ¿Cuál es el país que encuentro? Es un país sumido en una profunda crisis, en lo social, lo económico y lo político. Los problemas que eran de carácter estructural, histórico, lejos de resolverse se habían profundizado. Aunque la derecha tuvo la posibilidad de realizar algunos cambios, la crisis se profundizo. La tierra se encontraba en poder de pocas manos, controlaban las mejores tierras cultivables, de buena calidad, un total de 811,919 manzanas. Había un 53 por ciento de tierras ociosas.

Esto creaba una situación con altos niveles de desempleo, la capacidad adquisitiva de la población era reducida, el costo de la vida iba en ascenso. Y esta situación se vio agravada por el conflicto con Honduras, que recién concluía. Lo que se llamó la guerra del futbol, que recién finalizaba. Esta guerra fue la culminación de fuertes contradicciones de grupos de poder centroamericanos que rechazaban el peso de la oligarquía salvadoreña. Debido a esta guerra regresaron de Honduras 200,000 salvadoreños. La situación estaba a punto de estallar.

En esa época como partido estábamos ya trabajando en la construcción de una amplia alianza con sectores democráticos que luego se plasmó en la Unión Nacional Opositora, la UNO. Con esta unidad íbamos a enfrentar a una derecha que estaba dividida en el PCN; el FUDI y el PPS. La derecha se encontraba con una situación en la que su modelo de sustitución de importaciones se encontraba ya agotado, aunque el país económicamente estaba en una situación todavía controlable. Los años 70 fueron años de lucha y resistencia del pueblo salvadoreño.

El Partido no mostraba cohesión ideológica ni organizativa. Había grietas. Carpio en su carácter de secretario general, distribuyó, hizo circular a las bases del partido un Informe al comité central sobre el conflicto con Honduras, y este se encontraba paralizado discutiendo este documento, mientras Carpio andaba formando agrupamientos para enfrentar a la dirección del partido, encabezada por Schafik (Handal) y Raúl (Castellanos Figueroa).

Los desacuerdos entre Carpio y la dirección del Partido, un debate que duro diez años…

El origen de estos desacuerdos entre Carpio y los otros miembros de la dirección del partido los ubico diez años atrás, luego del golpe de estado de derecha del 25 de enero de 1961. Era una época de efervescencia provocada por la Revolución Cubana y los éxitos del Frente Nacional de Orientación Cívica, FNOC, que había derrocado a Lemus. Había un flujo revolucionario, mucho entusiasmo. Incluso dentro de las filas de la recién creada Democracia Cristiana. Y en su ala izquierda, había influencia de la Revolución Cubana. Claro, ellos hablaban de la “revolución de los pobres, sin violencia.” Hasta Memo Ungo andaba en esta oleada.

Este auge se reflejaba, de alguna manera en el FNOC, que estaba conducido por Raúl (Castellanos Figueroa). En su dirección estaban también gente cercana al partido como Mario Salazar Valiente, Gabriel Gallegos, Pedro Mancía Cerritos, Mario Moreira entre otros. Para ese tiempo Carpio estaba estudiando en la escuela de Cuadros en la Unión Soviética. Schafik había regresado de Chile en el 56. Raúl era el dirigente más experimentado del PCS.

El FNOC aglutinaba al Partido Revolucionario Abril y Mayo (PRAM), Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas, la Asociación Juvenil 5 de Noviembre y la Tazumal, AGEUS, el Partido Revolucionario Democrático (dirigido por José María Méndez padre) y la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños (CGTS). Era un movimiento político de masas que logró derrocar a un dictador pero no logró tomar el poder, no se tradujo en poder. El FNOC luego del derrocamiento de Lemus en octubre del 60 se dispersó. Y esto fue evaluado.

Y entonces en 1961 Raúl plantea la necesidad de crear un nuevo instrumento que supere al FNOC, propone la creación de un frente político superior, con características político-militares, que recoja, procese y supere la experiencia del FNOC. Que tome en cuenta que la oligarquía no iba a ceder voluntariamente el poder a los sectores populares.

En este marco, Carpio regresa ese año 1961 de la URSS y se encuentra con esta situación. Y califica estos esfuerzos como expresiones de ultra izquierdismo, que reflejaban desviaciones pequeño burguesas, de sectores pequeño burgueses enquistados en la dirección del PC. Criticó que esa no era una posición del proletariado sino una desviación ideológica. Schafik salió en defensa de la posición de Raúl y desarrolló esa posición.

Explicó que había la necesidad de construir un movimiento de los sectores más avanzados políticamente, altamente organizado, una fuerza organizada, calificada, de choque, con capacidad de respuesta, de auto defensa de las masas, que realizara acciones de propaganda armada, y de lucha armada. Argumentó que se había botado a Lemus, pero no se pudo alcanzar el poder por falta de un instrumento de este tipo.

El debate con Carpio siguió hasta 1963 cuando funcionaba el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR).Carpio logra desplazar a Schafik de la conducción de este instrumento. Carpio estaba interesado en que el Partido promoviera la organización del movimiento sindical y en que este superara su carácter artesanal, la visión de pequeño taller y fuera al encuentro del proletariado industrial y Carpio estaba empeñado en esta dirección…

O sea que las diferencias que hacen crisis en 1970 tenían diez años de venirse gestando. En 1970 por ejemplo, Carpio se opuso a la idea de construir una amplia alianza de fuerzas políticas contra la dictadura militar, que incluyeran al PDC y al MNR. Carpio saltó enojado y expresó en su estilo que tal idea era “avanzar en dirección del pensamiento pequeño burgués y apartarse de la lucha del proletariado.”

Carpio indicó que ya el PAR con la candidatura del Dr. Fabio Castillo en 1967 había demostrado la inconsecuencia de esa línea…que se estaba abandonando al movimiento obrero…En ese momento se le sumó a estas ideas Raúl Padilla Vela. Pero fue un pensamiento que no avanzó, no prevaleció…

Carpio había perdido la batalla dentro del PCS

Ya para ese momento, enero de 1970, Carpio había perdido la batalla interna en la dirección del partido. Había dado la batalla ideológica, la perdió y entonces se dedicó a crear organizaciones con elementos seguidores de él, fieles ejecutores de sus designios, y entonces formó grupos como los Nonualcos, la Tazumal, y otros.

Creo las Fuerzas Armadas revolucionarias salvadoreñas, aglutinando a algunos sindicalistas, a algunos estudiantes universitarios, a los integrantes de la Célula Frank Paiz, entre estos los entonces estudiantes Roberto Vargas, Salvador Moncada, Salvador Menéndez Linares, el Peche Alfredo Quezada, y no pudieron llevarse a Miguel Ángel Sáenz Varela, que también era de esta célula pero que era ya un cuadro de dirección del Partido.

Al regresar de la URSS busque a Carpio ya que él era el secretario general y tenía que informarle de los estudiantes allá. El hizo un fuerte esfuerzo para reclutarme para sus posiciones. Le dije lo que se había discutido en Moscu, que no habíamos estado de acuerdo con la posición sobre la guerra con Honduras, de la Comisión Política del PCS que hizo Pepe Rodríguez Ruiz.

Carpio me invitó a su casa en la Colonia Zacamil para almorzar. Me echó todo un rollo como de 3 horas tratando de denigrar a Schafik, a Raúl y a Roberto (Castellanos Calvo). Los acusaba de ser fieles representantes de sectores pequeño burgueses dentro del Partido. Además agrego que tenía sospechas que trabajaban para los servicios de inteligencia del enemigo.

Me calentó, me indignó que hiciera estas últimas acusaciones. No le ayudaron en nada para convencerme, como era su propósito. Le exprese que no se puede acusar a nadie sin presentar pruebas. Y que él como secretario general debía de presentar pruebas, y ceñirse a los estatutos. Los estatutos de nuestro partido definían el proceso que debía seguirse.

Le dije que me sorprendía que él como secretario general con una larga trayectoria histórica de compromiso político, pudiera llegar a estas conclusiones que eran graves y causaban un grave daño al Partido. Le rete a que si tenía pruebas de lo que estaba diciendo que yo lo acompañaba. Pero que si no las tenía, que debía de rectificar y someterse humildemente al principio de la autocrítica.

Me fui luego a ver a Schafik, que vivía en la Colonia El Roble, al costado sur del parque, en un pasajito, le dije: vengo de ver a Carpio, me ha contado algunas cosas, le manifesté mi preocupación por estas acusaciones y mi deseo de reintegrarme al trabajo político…parece que no era el primero que llegaba porque Schafik no mostró ninguna sorpresa ni mayor preocupación. Me expresó que las diferencias con Carpio llevaban ya bastante tiempo. El incluso había sido sacado del FUAR como resultado de estas divergencias.

Sus relaciones con Carpio habían sido anteriormente fraternas, incluso en un momento vivieron juntos en un cuartito, me expreso que respetaba y admiraba mucho sus valores, capacidades, dotes, su experiencia en la dirección del movimiento sindical, sacrificio, pero que también tenia defectos, si Saúl no encontraba compañeros que se le doblegaban y sometieran entonces chocaban con su personalidad, si alguno le discutía se convertía en su enemigo. Ellos trataron de convencerlo, pero él se fue distanciando, y como representante de los sectores obreros, en 1964, buscó el apoyo de diverso sindicalistas para ser electo en el V Congreso como secretario general. Pero en 1970 había ya perdido la batalla…

En 1970 al regresar, me nombran para integrarme al Comité Departamental de San Salvador como responsable de Educación. El Coordinador era Blas Escamilla, Raúl Padilla Vela el de Organización. Además lo integraba Emma Guadalupe Carpio, Romeo Granadino, Jesús Paz, (que lo expulsaron del país por ser hondureño junto con Salvador Moncada.) Nos reuníamos en la Col. Ferrocarril, en la casa de Padilla Vela.

Yo regrese con mucho entusiasmo, con muchas ideas en la cabeza para poner en práctica lo aprendido y me encuentro con todo el mundo sumido en la lectura del informe de Carpio sobre los sucesos de la guerra con Honduras. Horas y horas, meses enteros dedicadas las células a esta lectura y discusiones, mientras la vida transcurría, la lucha de clases se estaba desarrollando fuera de nuestras largas y estériles lecturas y discusiones.

Y entonces lo primero que propongo en el Comité departamental es que se retire de las bases el Informe de Carpio y logró convencerlo, el único que tuvo dudas fue Blas, por su amistad con Carpio. Ambos venían del sindicato de panificadores.

El centenario del natalicio de Lenin

En aquel momento nos encontrábamos inmersos en los preparativos para la celebración del centenario del natalicio de Vladimir Ilich Lenin. Habíamos organizado dos actividades. Una en el local de la Unión de Trabajadores Ferrocarrileros (UTF) el 24 de enero y otra en el paraninfo de la Universidad Nacional. En su exposición en la UTF Carpio critico abierta y públicamente a la dirección del Partido de la que formaba parte. En la asamblea había militantes y simpatizantes y esto produjo confusión y sorpresa.

Propuse que se convocara de urgencia para discutir la posición del CD en relación a las declaraciones de Carpio en la UTF, en las que hablo públicamente criticando a la dirección del Partido. Nos fuimos para la casa de Raúl. Y para nuestra sorpresa vimos aparecer a Salvador. Explicó que venia solo a saludarnos. Padilla Vela, que no tenía pelos en la lengua, le dijo: mira Salvador, nos vamos a reunir, nos hemos convocado para discutir tu posición pública sobre la dirección del partido, como secretario general tenés derecho a quedarte, pero lo mejor es que no te quedés. Y no se quedo se despidió y se fue.

Luego de una acalorada discusión acordamos enviar una carta exigiendo la aplicación de los estatutos a Carpio por haber criticado a la dirección del Partido, sin permitir espacio para la defensa. Y a Blas se le encargó que entregara esta carta. Carpio comprendió que la Departamental se le venia encima y confió en lograr el apoyo de una parte de las células a las que se dedico a visitar. Pero nosotros también salimos a visitar a las células para explicarle la situación, trabajamos a las células y lo neutralizamos. Únicamente pudo llevarse a Dimas Alas, que era el secretario general de la FUSS, y a Ernesto Morales. A la Chila y a Chepe Martínez, panaderos, y a los de la Frank Paiz.

Luego el Partido retomo la conducción del movimiento social y dio dirección a las huelgas de los panificadores y textileros. Asimismo se convoca al Comité central y se iniciaron los preparativos para el Congreso del partido, que seria el VI. Se convocó a una reunión ampliada del CC que criticó las posiciones de Carpio. Según Schafik en esa reunión Carpio presento la renuncia y no se le acepto, pero después al ver que tenia todo en contra, se le acepto. El CC por mayoría acepto que había que resolver esta situación.

El 30 de marzo Carpio presenta su renuncia. Y es aceptada. Entonces él devolvió bienes, entregó documentos y se le facilitaron fondos por algún tiempo, se le facilito vehiculo y chofer, que era Mayo Sibrian, que era el chofer de Carpio.

El VI Congreso del partido se realizó en agosto de ese año, fue en una casa en Los Planes. También el VII fue en Los Planes. Hubo alrededor de 80 delegados que ingresaron bajo estrictas condiciones de clandestinidad. En este congreso se sometió a crítica el desempeño de la dirección y varios de sus miembros fueron separados de sus cargos. Para algunos compañeros y compañeros fue difícil asimilar la situación con Carpio. Me acuerdo de una compañera maestra, Mercedes López, fue una situación difícil. El congreso analizo la situación política, económica, social del país y trzo orientaciones para el nuevo periodo.

Sostuvo el VI Congreso que el país vivía una agudización de la crisis que reflejaba el agotamiento del modelo lo cual creaba condiciones para derrotar a la derecha en el plano electoral.

Se evaluó necesidad de fortalecer y cohesionar al partido, resolver los problemas acumulados, incluyendo al izquierdismo pequeño burgués y al reformismo dentro del movimiento sindical manifestado como economismo, que retardaba el desarrollo del Partido y su papel de vanguardia entre las masas. El Congreso eligió a los miembros de la dirección, pero se considero prudente no elegir a un secretario general sino quedo un triunviro integrado por Schafik, Raúl y Roberto (Castellanos Calvo). A mi se me envía a fortalecer la Comisión sindical. Y desde este espacio fundo la Escuela Sindical.

Como estrategia política se adoptó la necesidad de organizar la fuerza política que enfrentara y derrotara al Partido de Conciliación Nacional, al PCN. Este era un reto para el cual necesitábamos un instrumento político, aprovechando toda la experiencia positiva acumulada con el PAR. La primera propuesta que hicimos fue una coalición integrada por nosotros como Partido Revolucionario, junto con el Movimiento Nacional Revolucionario y el Partido Demócrata Cristiano. O sea PR-MNR-PDC.

Pero cuando hablamos con el PDC, tanto José Napoleón Duarte como Abraham Rodríguez nos manifestaron que no estaban de acuerdo, que rechazaban hacer una alianza política con el Partido Comunista por medio de un partido ilegal como era el Partido Revolucionario, el PR. Es así como llegamos al UDN, que era un partido legal.

Y nos movemos al UDN

Y decidimos buscar al coronel José Ascencio Menéndez, cariñosamente conocido como Cabro Loco, originario de Apaneca, fundador del partido Unión Democrática Nacionalista, UDN. Fue también el fundador del PAR. Empezamos pláticas con él y los que lo acompañaban, entre estos Chico Lima, Álvaro Magaña, Mario Rodríguez Inclán, su esposa Dalila. Fueron reuniones positivas. Y nos movemos al UDN. Acordamos convocar a la primera Convención Nacional, en la que se eligió una nueva directiva.

Fue electo como secretario general Carlos Humberto Rivera, agrónomo de Santa tecla, dueño del agroservicio La Semilla, que después fue secuestrado y apareció asesinado. Como presidente fue electo Manuel de Paz Villalta, secuestrado y desaparecido. En esa primera directiva estuvieron por parte nuestra, Alfredo Acosta y mi hermano Pedro Santacruz. Teníamos directivas en muchas partes del país, en San Vicente, San martín, Usulután, en Cuscatancingo.

Y por medio de esta alianza política, que bautizamos como Unión Nacional Opositora, UNO, y llevando como candidatos a José Napoleón Duarte y a Guillermo Ungo obtuvimos un significativo triunfo electoral en las elecciones presidenciales de 1972, pero debemos de reconocer que como Partido no estábamos preparados para asumir la conducción estratégica de la respuesta popular al fraude cometido por la dictadura militar.

Y los militares, la dictadura, la oligarquía, se impusieron…esta experiencia señaló, expresó ya a esta altura, el agotamiento del sistema político y creo las condiciones para el desarrollo de modalidades alternativas. Diversos sectores se nos acercan, incluyendo a sectores profesionales, sectores de la UES se incorporan, los intelectuales se incorporan al esfuerzo político en contra de la dictadura militar.

Estas incorporaciones nos comprobaban que las posiciones de Carpio y de otros compañeros estaban equivocadas. La vía electoral todavía no se había desarrollado a plenitud. Había un potencial político que debía de aprovecharse. La inmensa mayoría del pueblo necesitaba todavía transitar por la vía electoral, hacer su propio aprendizaje político, necesitábamos divulgar el programa político de la UNO, construir conciencia política.

Tanto las bases programáticas como las jornadas de lucha electoral de la UNO, del 72 y del 77 fueron claves para este aprendizaje político de los sectores populares que comprendieron la necesidad del cambio. El pueblo salvadoreño estaba como una esponja, ansioso de recibir conocimientos e incorporarse la lucha política electoral. Esto echó al traste la tesis de Carpio de que “el escalón de desarrollo de la conciencia de clase era la lucha económica.”

Comprobamos en la práctica que por medio de la lucha política electoral incluso los sindicatos, los gremios, podían incorporarse. Era la mejor oportunidad para enfrentar el problema de la crisis política existente.

La oligarquía decidió bloquear en 1972 el proceso de entrega de la victoria electoral y al hacerlo exacerbó el sentimiento popular de repudio al régimen militar así como debe reconocerse que la lucha electoral se había lesionado, se había fracturado, y surgió la necesidad de abrir otras vías de expresión de la voluntad popular. Al interior del partido, en las células, se inicia una discusión sobre este fenómeno y concluimos que si bien era cierto que la lucha electoral se había lesionado, no estaba todavía agotada.

Regreso a los países del socialismo

En noviembre de 1971 la dirección del partido me designa como delegado del PCS al VI Congreso del partido Obrero Unificado de Polonia (POUP). Y viajo a Varsovia. En este congreso Gomulka fue sustituido por Edward Gierek. Llegaron varios latinoamericanos, es entonces que conocí al dominicano Narciso Isa Conde, y también estaban La Pasionaria, la española Dolores Ibarruri, el brasileño Luís Carlos Prestes, el costarricense Manuel Mora y otros destacados dirigentes comunistas.

Luego viajo a Praga, Checoslovaquia para n encuentro de la revista Internacional Problemas de la Paz y del Socialismo. No teníamos entonces representante en la revista. Luego viajo a Moscú, y aprovecho para visitar a mi escuela, y me reúno con mis antiguos profesores.

Regreso el 30 de enero de 1972. Lo hago vía Montreal luego México donde soy capturado por la INTERPOL. Y antes me habían interrogado en Montreal.

Capturado y encarcelado en Guatemala.

Me capturan cuando hacia fila para viajar a El Salvador. Me sacan del aeropuerto y me meten en un carro y me desaparecen. Me secuestran durante tres meses, pasándome de El Salvador a Guatemala y viceversa. Me someten a todo tipo de torturas. Pero me mantengo firme, me había preparada psicológicamente para este momento y logro superarlo. Ni siquiera la militancia comunista logran arrancarme.

Experimento toda clase de torturas, desde la capucha hasta la rueda de caballitos, el avión, el fusilamiento, la colgada. En una ocasión me visten de militar y me mandan para la frontera con Honduras. Me inyectan el suero de la verdad. Me aplican choques eléctricos. Me bañan con agua con hielo. Me dislocan los dos brazos. Luego de tres meses me trasladan al Tercer Cuerpo del ejército de Guatemala.

Es una celda oscura, sin servicios sanitarios. Y entonces el suelo esta cubierto de excrementos. Se camina sobre los excrementos. Es una oscuridad completa y un hedor insoportable. Paso doce días colgado de pies y manos. Me acusan de haber viajado a Europa a buscar financiamiento para la campaña de la UNO. Luego me trasladan a El Salvador, al fatídico Palacio Negro del cuartel de la Policía Nacional. Paso siete días en una celda, con los testículos escaldados, golpeado, torturado. No tuve flaqueza. Mis fuertes convicciones ideológicas me ayudaron a vencer la tortura. Los interrogatorios giraban alrededor de dirigentes de la UNO, de contactos en Europa, fuentes de financiamiento…

Al principio en el PCS no se enteraron de mi captura, peor luego al no regresar, entraron en sospechas. Yo logre avisarles a los camaradas del PGT. Sucedió que donde estaba capturado, en el Tercer Cuerpo, fuera de la celda había un pasillo largo, y descubrí que a ambas lados del pasillo había puertas de hierro. Y en una ocasión alguien toco a mi puerta y le respondí. Y me prometió conseguirme lápiz y papel para que enviara un mensaje. Y lo hizo. Como el ya había estado me dijo que me iba a dejar papel y una mina de lápiz en un agujero de la pared. Y así lo hizo. Le envié un mensaje a mi hermano Pedro. Y este envió a su esposa para buscarme. Y me encontraron. Viene a Guatemala y busca a Santiago López, un abogado del PGT para que me ayudara a salir. El se apoyo en magistrados y fueron a todos los cuerpos de seguridad a gritar mi nombre.

Cuando oí mi nombre grite bien fuerte que allí estaba. Y dijeron de nuevo mi nombre y volví a gritar. Y entonces Santiago puso un recurso en los tribunales y me sacaron del Tercer Cuerpo. Me sacaron vendado de los ojos, me cambiaron ropa y me llevaron a un hotel donde llego la Policía y me capturaron, pase de ser desaparecido a ser detenido. Me acusaron de ser traficante de drogas.

Cuando en el juzgado me preguntaron porque había sido detenido explique que no sabía la razón. El secretario del Juzgado que era un estudiante progresista, me dijo: el cuerpo del delito es droga. Y entonces me trasladan para el reclusorio de Pavón. Pase un año preso. Me leí todos los libros que había en esta penitenciaria, organice también una Escuela Política. Estando allí me entere que muere Segundo Ramírez. Un día llego a buscarme Dagoberto Gutiérrez. El Partido lo mandaba. Me pregunto que era lo que había hablado. Y le manifesté que no les había reconocido ni mi militancia comunista.

Todo el año 72 lo paso preso en Guatemala. Fui liberado hasta enero del 73. Y caí con rubéola. Llegue a pesar 122 libras. Pero siempre con la moral en alto, seguro de mis ideales que nunca he abandonado ni lo voy a hacer. Me tuvieron preso por un año. Regreso a El Salvador. Me designan para la secretaria de Educación, la SNE Al Chele Aguiñada lo pasan para la Comisión Sindical. Ese año a Schafik lo eligen como secretario general. Y da comienzo una escalada represiva del régimen militar, crecen las capturas. En 1974 matan al Bitle, a Jorge Alberto Moran Cornejo, lo asesinan en y lo lanzan al Río Acelhuate, en 1975 capturan en La Union al Niño, a Víctor Manuel Sánchez, el chofer de Schafik, junto con otro compañero. Lo detiene la guardia nacional, lo sacan y luego lo vuelven a capturar y lo desaparecen. Luego en septiembre de ese año asesina al Chele Aguiñada…

En 1974 surge el frente de Acción Popular Unificada, el FAPU como un esfuerzo amplio surgido desde el ERP. Lamentablemente se desarrollan conflictos al interior del ERP; y lo mejor del ERP pasa a formar la Resistencia Nacional. Al final el Frente de Acción Popular Unificada deja de ser un frente amplio pero jugó su papel histórico, importante. Todavía a principios de 1975 asistimos a reuniones del FAPU en Suchitoto, en Aguilares, en El Zapote, en el costado norte de Guazapa. Nos reuníamos con el cura Rutilio Grande, de FECCAS. Toni Martínez atendía a un núcleo de la Juventud (Comunista) en Aguilares.

Los años 70 son una época caracterizada por el auge de las luchas populares y surgen las organizaciones de masas y también las organizaciones político-militares. Había una polémica que estimulaba el desarrollo teórico e ideológico. Es también la década del debate. Cada organización contribuía dar la pelea contra la dictadura militar. Algunas consideraban que el PCS era un obstáculo para la revolución. Hay momentos particularmente claves como el 30 de julio de 1975 que desencadeno una serie de movilizaciones populares que hicieron tambalear a la dictadura militar.

En el movimiento sindical dimos el debate contra posiciones economicistas que impulsaban determinados compañeros como El Ratón Hidalgo, Carlos Quijano, Hipólito Calles. El asesinato de Rafael (Aguiñada) debilitó este debate.

Las jornadas políticas de febrero de 1977 que culminaron con la masacre del 28 de ese mes en la Plaza Libertad fueron un punto de quiebre. No obstante que habíamos dado la orientación de defender la victoria electoral de la UNO, el gane del coronel Ernesto Claramunt, no logramos como Partido entender que esa orientación iba en serio. No estábamos preparados. Nuestra participación en las elecciones presidenciales de 1977 fue decidida en el Comité central por medio de dos grandes debates, uno en abril y otro en septiembre de 1976. Ya en esa época había al interior del Partido quienes sostenían que Establecimos una alianza con el Movimiento de Unidad Nacional, el MUN, que estaba dirigido por Neto Claramount, por Mariano Castro Moran, por Mariano Munguía Payes. …..

Abril del 77: el viraje hacia la lucha armada del PCS

En abril del 77se reúne el Comité central y aprueba el viraje del PCS hacia la lucha armada. Se acordó por unanimidad. Pero no se implementaron medidas. Y hubo actitudes que bloqueaban intencionalmente esta orientación. Hubo resistencia pasiva. El si pero no. Y fue la Juventud

(Comunista) la que jugó un papel de vanguardia, impulsando el cumplimiento de este histórico acuerdo. Fueron Dagoberto (Gutiérrez) Norma (Guevara), Lito (Aguiñada), Manuel (Franco), Tito (Bazan), Jorge (Molina, conocido como Candelita), José Luís (Merino), Feliciano, Víctor (Ramos)

Es hasta dos años después, en abril del 79, en el VII Congreso que se rarifica esta orientación. Han pasado dos años, se ha crecido orgánicamente, y la lucha se ha agudizado. El VII Congreso ratifica la línea del compromiso hacia la lucha armada. De esta decisión surgirían en 1980 las FAL.

(Continuara…)