Oportuno encuentro presidencial con organizaciones populares

Martes, 29 de Mayo de 2012 / 08:37 h

Oportuno encuentro presidencial con organizaciones populares

Editorial ARPAS

La masiva concentración de organizaciones campesinas, de veteranos de guerra y otros sectores populares que respaldan la gestión gubernamental realizada ayer en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones fue oportuna por, al menos, tres razones.

La primera es que el multitudinario evento sirvió para contrarrestar la intensa campaña propagandística impulsada por el partido ARENA, las gremiales empresariales, FUSADES y los medios de comunicación de derecha.

Dicha campaña consiste en descalificar al gobierno, y busca generar un clima de opinión desfavorable al FMLN de cara al tercer aniversario de la Administración Funes. El centro de esta estrategia política gira en torno al problema del déficit fiscal, el gasto público y el endeudamiento.

En tal sentido, el esfuerzo por visibilizar los logros gubernamentales y el respaldo social del que gozan es necesario para contrarrestar la campaña política montada por la derecha partidaria, empresarial, académica y mediática.

La segunda es que la presencia de Mauricio Funes en la concentración significa un retorno de la mirada presidencial hacia sectores populares, de los que se alejó cuando el pragmatismo político lo llevó a consolidar alianzas con sectores de derecha y aplicó medidas económicas contrarias a la lógica del cambio prometido.

En estos tres años, Funes se ha reunido más con políticos de derecha y con empresarios, que con representantes del movimiento popular.
Por tanto, el reencuentro con organizaciones populares sugiere un cambio de perspectiva presidencial y un indicio de corrección del rumbo gubernamental.

Y la tercera es que la crítica fuerte contra ARENA y el compromiso de profundizar los cambios, que el Presidente planteó en su discurso, ayudarán a restablecer la esperanza y confianza de la población desencantada del desempeño gubernamental.

Este desencanto creciente fue uno de los factores que propiciaron la derrota del FMLN en las elecciones legislativas y municipales de marzo pasado y podría facilitar un eventual regreso de ARENA al Ejecutivo en los comicios del 2014, lo cual sería un grave retroceso para el país.
Así que la promesa presidencial de profundizar los cambios y el llamado a la población a defenderlos contribuyen a la necesaria articulación Gobierno-FMLN-sectores populares.

Por estas tres razones, el encuentro multitudinario de organizaciones populares con el Presidente Mauricio Funes y su gabinete encabezado por el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén fue muy oportuno.

Sobre los movimientos sociales

Lunes, 28 de Mayo de 2012 / 08:18 h

Sobre los movimientos sociales

Dagoberto Gutiérrez

Cuando el esclavo Espartaco se levantó contra el imperio romano, organizó un movimiento social buscando ganar la libertad mediante una guerra del pueblo pobre que fue capaz de amenazar al poderoso imperio y de demostrar que su condición de esclavo no ahogaba su naturaleza ni su dignidad humana.

En el mundo actual, los seres humanos, al confrontar con el Estado, lo hacen también contra el mercado; aunque no siempre están conscientes de ello. Se trata del Estado de Mercado que, contemporáneamente, expresa el control del mercado sobre el Estado y la conversión de este ultimo en siervo sumiso. Esto significa que los seres humanos son convertidos en consumidores, es decir, en esclavos dedicados a vivir para consumir las mercancías que el mercado produce, y aún más, a depender de esas mercancías para alcanzar un determinado valor como personas.

Los movimientos sociales que defienden los derechos de los consumidores realmente luchan por regular una condición de esclavitud, sin someter a juicio, ni crítica, ni lucha, la misma condición de consumidor que degrada la calidad humana.

Los movimientos sociales, por supuesto, se encargan de la realidad, y la asumen como una carga de la que hay que hacerse cargo. Por eso es que constituyen una insuperable escuela política y el ámbito necesario para la construcción de una realidad alternativa. Es en este terreno donde los seres humanos pueden entender la relación entre un proceso de cambio y un proceso alternativo, porque la figura del cambio resulta ser sinuosa y confusa, y como tal, produce turbulencias en el espíritu humano, sobre todo cuando no se determina por qué se debe cambiar, ni quienes deben hacer los cambios, ni con que se va a sustituir la realidad cambiada, ni cuándo ni cómo se va a realizar este cambio.

Aquí encontramos la diferencia con la alternativa, porque en este terreno ya no se trata simplemente de cambios que pueden ser negativos para las mismas personas que se entusiasman por estos cambios. Más bien, en el terreno alternativo, se trata de sustituir o de negar una determinada realidad para construir otra nueva y diferente. Observemos bien que aquí no estamos ante ninguna figura plural, porque verdaderamente no existen alternativas, lo que sería equivalente a modalidades. Pero, en la lucha de clases, una alternativa aniquila, niega y sustituye a la alternativa derrotada.

Precisamente por eso, porque no se trata de simples cambios y mucho menos de cambios simples, es que para el movimiento social, la construcción requiere de un proyecto alternativo y no simplemente de un listado de medidas o mucho menos de una carta, privada o pública, dirigida a las instituciones del Estado para ser sometidas a su conocimiento y decisión. La construcción de un proyecto es lo que define al movimiento social como constructor de sujetos políticos y la superación de la condición de actores. Un actor es el que cumple un papel asignado por el poder, en tanto que un sujeto es el que descubre, entiende, critica y lucha contra una realidad dada, buscando negarla y sustituirla por otra que sí sea conveniente a sus intereses.

Este es el proceso de sujeticidad, y sin duda que son las realidades sociales, económicas y políticas, el escenario más adecuado para que el ser humano se transforme en sujeto político. Esta calidad presupone un proyecto que encare la realidad alternativa y, desde luego, comprende el compromiso de luchar por llevarlo adelante.

El movimiento social se convierte en fuerza política cuando expresa un proyecto alternativo y un compromiso definido de luchar por él. A partir de este momento, el movimiento muestra su condición multicolora, su composición pluriclasista y también de variados intereses, incluidos aquellos que pueden confrontar entre sí.

Este es un aspecto fundamental en el movimiento social porque no resulta ser la ideología el cemento más fuerte que define a un movimiento, toda vez que lo ideológico expresa siempre una determinada manera de ver, pensar y entender el mundo. En cambio lo político, es una especie de toma de posición ante una serie de aspectos determinados que aparecen en el mundo social, económico y político. Por eso mismo es que pueden darse confrontaciones en el terreno ideológico y acuerdos en el terreno político, o desacuerdos políticos e identificaciones ideológicas.

El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (que es una figura diferente al actual Partido FMLN) fue una típica alianza de fuerzas comunistas, anticomunistas y no comunistas. Aquí nos encontramos ante movimientos sociales multicolor, multiclasista, que encabezó la lucha del pueblo en las décadas anteriores, y que en la cresta social de esa lucha llego a convertirse en el ejército guerrillero más poderoso en la historia de América Latina, capaz de cercar en 1989, a la propia capital del país.

En esas décadas ocurrió la mutación de un movimiento social en movimiento popular, y de ahí a movimiento político. El recorrido de todo el diapasón político, hasta desembocar en la guerra de 20 años, consumió las energías avasalladoras de la lucha del pueblo. Por eso, cuando se pregunta sobre el destino de aquel movimiento social o sobre su desaparición, conviene saber que todo ese inmenso fuego social se hizo lucha armada, lucha política y diplomática, lucha de negociación y acuerdos políticos para lograr un fin político militar de la guerra.

El actual movimiento social se enfrenta a las realidades actuales, al mundo globalizado, al fracaso del neoliberalismo, a la crisis del capitalismo planetario, a la crisis ambiental, a la crisis del patriarcado y a la descomposición social que aparece cuando los movimientos sociales se convierten en instrumentos de los gobiernos o de partidos políticos. En ambos casos puede operar la institucionalización, que equivale a la formalización de un movimiento que deja de ser multicolor y renuncia a su olor de pueblo para convertirse en parte de la aparatura de un Estado, y los dirigentes o directores del movimiento dejan de ser lideres reales para convertirse en empleados o funcionarios de los gobiernos que los cooptan, los compran y los deforman. Esta experiencia aparece en todos los procesos sociales y siempre termina por agotar la fuerza social y política, sin que los seres humanos sean los beneficiarios del orden nuevo aspirado o alcanzado. Entramos así en el terreno de la lucha interna en el seno de los mismos movimientos, que es, pese a todo, una actividad irrenunciable y saludable.

El FMLN en el tercer aniversario del gobierno

La comisión política del FMLN, en ocasión de cumplirse tres años del primer gobierno del cambio, al pueblo salvadoreño expresa:

1- “Esta fase del gobierno del presidente Mauricio Funes ha transcurrido en medio de condiciones extraordinariamente complejas, tanto porque se da en el entorno de la mayor crisis económica mundial de la historia, como también por la quiebra económica del Estado salvadoreño heredada particularmente en las finanzas públicas.

2- Reconocemos el enorme esfuerzo del gobierno de enfrentar la grave situación económica encontrada y destacamos como rasgo esencial del cambio iniciado, LA ELEVACIÓN DE LA INVERSIÓN SOCIAL Y EL FOMENTO DE POLÍTICASBLICAS QUE PRIORIZAN EN LOS SECTORES MÁS POBRES DEL PAÍS.

3- En este sentido expresamos nuestra satisfacción por haber alcanzado la mayor inversión social de la historia, en especial, la relativa a educación y salud, por lo que nos comprometemos para que este proceso de cambio, se consolide y se vuelva irreversible.

4- En este marco creemos que el balance de esta gestión gubernamental es positivo y que, si bien es cierto, ha sido limitado por condiciones objetivas, también ha tenido que enfrentar el obstáculo de la oposición de la derecha política y de los sectores económicamente poderosos del país.

5- Valoramos como principales desafíos para los próximos dos años, continuar impulsando las políticas sociales, apostarle al crecimiento económico, a la generación de empleo, elevar la productividad nacional y bajar el costo de la vida. Además darle sostenibilidad al proceso de reducción de la violencia que se ha iniciado, de manera visible, con la colaboración de la iglesia católica.

6- El FMLN como partido en el gobierno y desde la Asamblea Legislativa ha participado de manera decisiva apoyando con todas sus energías el impulso de esta nueva fase de transformaciones para El Salvador, que la vemos como la continuidad de la revolución democrática que se abrió con los acuerdos de paz en 1992.

7- Conocedores de la voluntad de desarrollar la institucionalidad con enfoque de derechos efectivos, es importante destacar el apoyo que hemos dado y que se expresa en la aprobación de leyes que aseguran derechos a la juventud, mujeres, a la información, a la propiedad de la tierra. Así como la creación de nuevas instituciones, cuyo impacto positivo será mayor en el mediano plazo.

8- El FMLN consciente de que este es un proceso complejo y contradictorio, asumimos el compromiso de redoblar esfuerzos para alcanzar las metas que nos trazamos al inicio de esta lucha y aseguramos que mantendremos nuestra lealtad al pueblo salvadoreño, por lo que llamamos, a los que creemos en este proceso de cambio, a defender los logros alcanzados”.

¡¡¡la lucha continua!!!

Comisión Política
san salvador, 31 de mayode 2012

América Latina:¿Hacia dónde van los gobiernos de izquierda y progresistas?

América Latina:¿Hacia dónde van los gobiernos de izquierda y progresistas?

Roberto Regalado

ALAI AMLATINA, 17/05/2012.- El auge de los movimientos sociales y la elección de gobiernos de izquierda y progresistas, son dos de los grandes acontecimientos ocurridos en América Latina en las postrimerías del siglo XX y los albores del XXI. Pese a la aún hoy no resuelta tensión entre «lo social» y «lo político», es decir, entre las formas de organización y lucha social, y las formas de organización y lucha política, la relativa convergencia de ambas fue la que contuvo y desaceleró la avalancha reaccionaria que azotó a la región en las décadas de 1980 y 1990, festín de la concentración y transnacionalización de la riqueza y el poder político, con su correlato de agravamiento de la pobreza, la miseria y la exclusión social.

Cuando en el mundo se enseñoreaban el desconcierto y el abatimiento provocados por el colapso de los paradigmas comunista y socialdemócrata europeos, en América Latina, la irrupción de los nuevos movimientos sociales y la determinación de un amplio espectro de fuerzas políticas de izquierda de emprender lo que se conoció como búsqueda de alternativas al capitalismo neoliberal, abrieron nuevos caminos en sustitución de los que cerraban. Por esos caminos hemos avanzado desde entonces, pero al adentrarnos en segunda década del siglo XXI, ya no basta con hablar de «nuevos» movimientos ni de «búsqueda» de alternativas.

En rigor, los llamados nuevos movimientos sociales surgen en los años sesenta (¡hace ya más de cinco décadas!) en los Estados Unidos, Europa Occidental y América Latina, con características derivadas de la situación de cada región. En la nuestra, su identificación y reconocimiento generalizado como tales data de los años ochenta (hace ya más de tres décadas) porque hasta entonces habían estado entre-mezclados con los movimientos clandestinos e insurgentes surgidos bajo el influjo de la Revolución Cubana. Ese es el momento en el cual: 1) el cambio en la situación internacional y regional provoca el declive de la lucha armada, y relega a las organizaciones sociales y políticas tradicionales a planos secundarios y hasta marginales; 2) los nuevos movimientos sociales demuestran ser inmunes al efecto de la crisis terminal del «socialismo real» y el advenimiento del mundo unipolar; y, 3) se evidencia su condición de protagonistas principales de la lucha contra el neoliberalismo y contra las más diversas formas de opresión, explotación y discriminación. En lo referente a los gobiernos de izquierda y progresistas, a más de trece años de la victoria de Hugo Chávez en la elección presidencial venezolana de 1998, ya son diez los existentes en América Latina continental, parte de los cuales está en su tercer período consecutivo, otra en el segundo y el resto en el primero.

Es conocido que los procesos históricos, como el tránsito de una formación económico social a otra, por ejemplo, del feudalismo al capitalismo, tardan siglos y atraviesan por etapas de avance y retroceso. No está de más recordar los setenta y cuatro años en la fracasada experiencia de la Unión Soviética. Visto desde esta perspectiva, las cinco décadas transcurridas desde el nacimiento de los «nuevos» movimientos sociales, las tres décadas transcurridas desde que se les reconoce como tales en América Latina, y el poco más de una década transcurrido desde el inicio de la elección de los gobiernos latinoamericanos de izquierda y progresistas, son lapsos incomparablemente breves. Pero, desde otra perspectiva, en esos largos procesos históricos se abren y cierran «ventanas de oportunidad», cuyo aprovechamiento los acelera y cuyo desperdicio los derrota o, al menos, los retrasa. Es en esta perspectiva en la que tenemos que ubicarnos.

Marx afirmaba que capital que no crece, muere. En forma análoga podemos decir que proceso de transformación social revolucionaria o de reforma social progresista que no avanza, muere: abre flancos a la desestabilización del imperialismo y la derecha local, y fomenta la desmovilización, el voto de castigo y la abstención de castigo de los sectores populares defraudados. Por eso es que debemos preguntarnos en qué medida los «nuevos» movimientos sociales, que en los años sesenta, setenta, ochenta y noventa estuvieron a la altura de las circunstancias, se han convertido en movimientos social-políticos, es decir, han logrado desarrollar la vocación y la capacidad de luchar por una transformación social revolucionaria. Y también, por las mismas razones, debemos preguntarnos si los actuales gobiernos de izquierda y progresistas están enrumbados hacia la edificación de sociedades «alternativas» o si serán un paréntesis que, en definitiva, contribuya al reciclaje de la dominación del capital. El objetivo de estas preguntas no es calificar o descalificar a una u otra fuerza política o social-política, o a uno u otro gobierno de izquierda o progresista, sino recordar una sentencia del siglo XX que no pierde vigencia en el XXI: sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario.

Como es lógico, entre la izquierda de épocas anteriores y la actual, hay similitudes y diferencias.. Una similitud es que, como ocurrió de manera periódica en los siglos XIX y XX, el comienzo de una nueva etapa histórica obliga a la izquierda a formular nuevos objetivos, programas, estrategias y tácticas. Una diferencia es que, tanto las corrientes revolucionarias, como las corrientes reformistas del movimiento obrero y socialista nacido en el siglo XIX, habían elaborado y debatido sus respectivos proyectos políticos mucho tiempo antes de que la Revolución Bolchevique en Rusia (1917) y la elección del primer ministro laborista Ramsey McDonald en Gran Bretaña (1924), llevaran al gobierno, por primera vez, a representantes de una y otra, mientras que la izquierda latinoamericana actual llegó al gobierno sin haber elaborado los suyos. La izquierda latinoamericana llega al gobierno sin descifrar la clave para dar el salto de la reforma social progresista a la transformación social revolucionaria, sin la cual quedará atrapada en el mismo círculo vicioso de reciclaje del capitalismo concentrador y excluyente que la socialdemocracia europea. Este es el problema pendiente: construir la imprescindible sinergia entre teoría y praxis revolucionaria..

Los denominados gobiernos de izquierda y progresistas electos en América Latina desde finales de la década de 1990, son en realidad gobiernos de coalición en los que participan fuerzas políticas de izquierda, centroizquierda, centro e incluso de centroderecha. En algunos, la izquierda es el elemento aglutinador de la coalición y en otros ocupa una posición secundaria. Cada uno tiene características particulares, pero es posible ubicar a los más emblemáticos en dos grupos. Estos son: a) gobiernos electos por el quiebre o debilitamiento extremo de la institucionalidad democrático neoliberal, como ocurrió en Venezuela, Bolivia y Ecuador; y, b) gobiernos electos por acumulación política y adaptación a las reglas de juego de la gobernabilidad democrática, caracterización aplicable a Brasil y Uruguay. Además, están los casos de Nicaragua, El Salvador, Paraguay, Argentina y Perú, sobre los cuales el espacio no nos permite siquiera unas escuetas palabras de referencia.

¿Cómo se explica la elección de gobiernos de izquierda y progresistas en el mundo unipolar donde imperan la injerencia y la intervención imperialista?

Se explica por cuatro razones fundamentales, tres de ellas positivas y una negativa. Las positivas son:

1. El acumulado de lucha de las fuerzas populares libradas en la etapa abierta por el triunfo de la Revolución Cubana, en la cual, aunque no alcanzaron los objetivos máximos que se habían planteado, demostraron una voluntad y capacidad de combate que obligó a las clases dominantes a reconocerles los derechos políticos que les estaban negados.

2. La lucha en defensa de los derechos humanos que forzó la suspensión del uso de la violencia más descarnada como mecanismo de dominación.

3. El aumento de la conciencia, la organización y la movilización social y política registrado en la lucha contra el neoliberalismo, que sienta las bases para la participación política y electoral de los sectores antes marginados.

Como contraparte, la razón negativa es la apuesta del imperialismo norteamericano a que la unipolaridad le permitiría someter a los países latinoamericanos a los nuevos mecanismos transnacionales de dominación, motivo por el cual dejó de oponerse de oficio a todo triunfo electoral de la izquierda, como había hecho históricamente.. A todo lo anterior debe agregarse un factor volátil: el voto de castigo a las fuerzas políticas de derecha por los efectos socioeconómicos de la reestructuración neoliberal, es decir, un voto no ideológico, ni político, y mucho menos cautivo de la izquierda, que ésta puede perder si su ejercicio de gobierno no satisface las expectativas.

¿Por qué fuerzas políticas y social-políticas de la izquierda latinoamericana llegan al gobierno sin siquiera haber esbozado las líneas gruesas de sus proyectos estratégicos o, aún peor, en algunos casos sacrifican sus proyectos estratégicos para llegar al gobierno?

Ello es resultado de cuatro factores que ejercen una influencia determinante en las condiciones y características de las luchas populares en el subcontinente:

1. El salto de la concentración nacional a la concentración transnacional de la propiedad, la producción y el poder político (la llamada globalización), ocurrido en la década de 1970, tras un proceso de acumulación de premisas finales que se desarrolla durante la segunda posguerra mundial, que cambia la ubicación de América Latina en la división internacional del trabajo y modifica la estructura socioclasista..

2. La avalancha universal del neoliberalismo, de la década de 1980, desarticula las alianzas sociales y políticas construidas durante el período nacional desarrollista y establece las bases de la reestructuración de la sociedad y la refuncionalización del Estado sustentadas en función de la concentración y transnacionalización de la riqueza.

3. El derrumbe de la URSS y el bloque europeo oriental de posguerra, entre 1989 y 1991, que le imprime un impulso extraordinario a la reestructuración neoliberal, provoca el fin de la bipolaridad estratégica, que actuó como muro de contención de la injerencia y la intervención imperialista en el Sur durante la posguerra y tiene un efecto negativo, a corto plazo, para la credibilidad de todo proyecto social ajeno al neoliberalismo, no solo anticapitalista, sino incluso apenas discordante con él, efecto que llega a ser devastador para las ideas de la revolución y el socialismo.

4. La neoliberalización de la socialdemocracia europea, en sus dos grandes vertientes, la Tercera Vía británica y la Comisión Progreso Global de la Internacional Socialista, en la década de 1990, que recicla la doctrina neoliberal cuando su inducida credibilidad se desploma, la encubre con una presentación humanista, «light» y «progre».

Téngase en cuenta que los primeros triunfos de fuerzas de izquierda y progresistas en elecciones presidenciales latinoamericanas, el de Chávez en Venezuela (1998) y el de Lula en Brasil (2002), se producen cuando el efecto acumulado de estos factores está en su apogeo, en particular, es el momento de mayor impacto en América Latina de las ideas de la Tercera Vía y la Comisión Progreso Global. Esos factores combinados ejercen una influencia determinante en los gobiernos de Brasil, Uruguay, Argentina y otros, y una influencia menos evidente, pero también efectiva, en los de Venezuela, Bolivia y Ecuador.

Tras el derrumbe de la URSS, el desaparecido dirigente revolucionario salvadoreño Schafik Hándal empezó a repetir una idea que parece simplona, pero es más profunda que un sinnúmero de doctas reflexiones: «Habrá socialismo –decía Schafik– si la gente quiere que haya socialismo». Las preguntas que se derivan de esta idea son: ¿Quiere que haya socialismo la gente de Venezuela, Bolivia, Ecuador, los países cuyos procesos políticos se corresponden con la definición de revolución entendida como acumulación de rupturas sucesivas con el orden vigente? ¿Quiere que haya socialismo la gente de Brasil, Uruguay, Nicaragua u otros países latinoamericanos gobernados por fuerzas de izquierda o progresistas? A estas preguntas tenemos que añadir otras: ¿sabe la gente de esos países qué es socialismo? ¿Comparten los líderes de esos países nuestro concepto de socialismo que, al margen de las diferentes condiciones, características, medios, métodos y vías, implica la abolición de la producción capitalista y del sistema de relaciones sociales que se erige a partir de ellas y en función de ellas? ¿Hay en esos procesos fuerzas políticas capaces de concientizar a la gente para que quiera que haya socialismo? ¿Lo están haciendo? Todas estas preguntas son cruciales, pero las definitorias son las dos últimas.

Planteada en términos teóricos, la idea, en apariencia simplona, de Schafik implica que para avanzar en dirección al socialismo los procesos de reforma o transformación social de signo popular que hoy se desarrollan en América Latina necesitan: teoría revolucionaria; organización revolucionaria; bloque social revolucionario, basado en la unidad dentro de la diversidad; y solución del problema del poder, este último entendido como la concentración de la fuerza imprescindible para producir un cambio efectivo de sistema social. Podemos hablar de protoformas de esos cuatro elementos en Venezuela, Bolivia y Ecuador, y quizás en algunos otros gobernados por fuerzas de izquierda y progresistas, pero en ninguno se puede hablar de formas acabadas.

Nada de esto es nuevo. De todo ello habla desde hace años y, quizás, hasta de manera sobredimensionada, porque a esos elementos se atribuye el papel determinante en la formación de la identidad del futuro socialismo latinoamericano. Sin dudas, su papel será crucial, pero lo determinante es cómo, cuándo, dónde y en qué condiciones tendrá lugar el acceso al poder político, sea mediante su conquista o construcción. Sin estas respuestas, no puede hablarse de Socialismo del Siglo XXI, Socialismo en el Siglo XXI, Vivir Bien, Buen Vivir, o cualquier noción similar, más que como una utopía realizable de contornos aún muy difusos.

– Roberto Regalado es Doctor en Ciencias Filosóficas, profesor-investigador del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana y coordinador de varias colecciones de la editorial Ocean Sur. En este artículo se esbozan algunas ideas contenidas en su libro La izquierda latinoamericana en el gobierno: ¿alternativa o reciclaje?, Ocean Sur, México D.F. 2012 (259 pp.).

Este texto es parte de la revista “América Latina en Movimiento”, No 475, correspondiente a mayo de 2012 y que trata sobre “América Latina: Las izquierdas en las transiciones políticas” disponible en http://alainet.org/publica/475.phtml

El Salvador: ¿FMLN a la oposición y ARENA al gobierno?

El Salvador: ¿FMLN a la oposición y ARENA al gobierno?
Por Roberto Pineda 25 de mayo de 2012

El tercer aniversario de la presidencia Funes

Un poderoso pretendiente esta poniendo en peligro la estabilidad matrimonial del presidente Funes y el FMLN. Luego de casi tres años de un matrimonio tempestuoso, parece ser que las diferencias tienden a agravarse. Y lo que el expresidente Saca no pudo lograr, podría hacerlo el expresidente Cristiani. Lograr el divorcio.

Ya no se trataría solo de dormir en camas separadas sino de abandonar el hogar. Hay señales inequívocas que del simple coqueteo iniciado en noviembre de 2011 con la creación del Consejo Nacional para el Crecimiento (con los grandes empresarios Murray Meza, de Sola, Callejas, Eserski y Poma) se ha pasado a comer la fruta prohibida de la infidelidad. Y las próximas semanas serán clave para confirmar o negar en los hechos este nuevo romance.

Efectivamente, el jueves 17 de este mes sucedió en la Asamblea legislativa un hecho insólito: ARENA votó junto con GANA, CN y PES para aprobar una reforma del presupuesto general de la nación y otorgar a la Administración Funes una reasignación de fondos de un préstamo del BID por 100 millones de dólares, para resolver el financiamiento de los subsidios.

El FMLN, partido de gobierno, se abstuvo y no respaldó la solicitud del Ejecutivo en el que participa con varios ministros. Posteriormente, el Ejecutivo autorizó al Alcalde Norman Quijano para desarrollar un proyecto urbanístico en la Calle Arce. Favor con favor se paga. Y este es un favor hecho a la derecha.

Es evidente que mientras el FMLN decide alejarse públicamente del presidente Funes, ARENA no oculta su acercamiento. Hablan de una “nueva relación” a partir de los resultados electorales de marzo de este año que les adjudicaron 33 diputados y la mayoría de alcaldías del gran San Salvador. Hablan de “ser responsables.”

¿Estará ARENA dispuesto a llenar el vacio de una hipotética retirada del gobierno por parte del FMLN? No lo sabemos, pero no puede descartarse, lo que ya en si es paradójico. Y Arena decidió revelar en vísperas del tercer aniversario de la llegada a la presidencia de Funes esta nueva situación. De ahora en adelante para los tricolores, las baterías estarán enfiladas contra el FMLN con exclusividad. Funes va ya de salida. Todos contra el FMLN es la consigna.

Mientras tanto, el FMLN se desmarcó claramente de apoyar esta reasignación presupuestaria y continuo con su estrategia de separarse de aquellos aspectos de la agenda del presidente Funes que puedan golpearlos electoralmente, en especial los vinculados a reducir subsidios (transporte, gas, energía) para cumplir con las exigencias del FMI. “Estamos lejos de salir de la crisis” aseguran.

ARENA por su parte, presento su balance de los tres años de la Administración Funes y habló exclusivamente del FMLN, de un “gobierno del FMLN: 3 años de retroceso. Economía débil, mayor desempleo, aumento de la pobreza, perdida de oportunidades de inversión, populismo, indisciplina, clientelismo político, despilfarro y quiebra fiscal” y enfatizaron que el “país esta en bancarrota.”

En respuesta a ambos partidos el presidente Funes explicó refiriéndose a ARENA que “estamos viviendo la oposición de los que no quieren perder privilegios”, y con respecto al FMLN “estamos viviendo la oposición de los que no han entendido que no se pueden hacer cambios de la noche a la mañana, porque demagógicamente así se lo prometieron a la gente, quizás querían hacer del gobierno su patrimonio”. Palabras estas últimas fuertes y probablemente injustas.

El presidente Funes adopta la misma tesis que fue usada en los años ochenta del siglo pasado por el presidente Duarte: un gobierno de centro asediado por la izquierda y la derecha. Y esto no es casual ya que sus asesores principales parecen proceder del mismo lugar, de las oficinas para América Latina del Departamento de Estado USA. Y es por esto que se habla de “gobierno de unidad nacional.”

En este marco no se descarta la posibilidad que el presidente Funes incluya a partir del cuarto año de su gobierno, a funcionarios procedentes de los partidos GANA, CN y PES al gabinete, incluso del mismo ARENA, esto en armonía con la tesis de “gobierno de unidad nacional.”

Pero esta decisión el presidente Funes debe meditarla concienzudamente. La gente ha aceptado a regañadientes a un presidente de izquierda que aplica políticas de derecha, en particular en el área económica. Pero la gente puede rechazar y con fuerza, a un presidente de izquierda con un gabinete de ministros de derecha. Las habilidades de equilibrista pueden fallarle y puede fácilmente caer al vacío. Aun contando con un padrino poderoso.

Iglesia Católica retira apoyo a Obispo Colindres

El arzobispo de San Salvador, Monseñor Escobar Alas, agradecido y aliviado, informó que la Iglesia se retiraba de su papel como mediador entre las pandillas rivales MS y 18. Parece ser que al Obispo Colindres le serrucharon el piso y a altos niveles. La derecha no podía permitir que le estuviera haciendo los favores al presidente Funes y logró pararlo. Y en seco. Escobar Alas justificó esta postura afirmando que ya habían cumplido con su “oportuno” rol y que correspondía hoy al gobierno asumir esta responsabilidad. La lucha de clases penetrando en los resquicios de las catedrales.

Los órganos del Estado afilan sus espadas

En la próximas semanas esta programado ya en cartelera, el mano a mano entre los partidos políticos FMLN, GANA, CN, PES y la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Y quizás hasta participe el presidente Funes. Van a medir fuerzas. Están en juego posiciones claves del ajedrez institucional, incluso la presidencia de la CSJ. Va ser un combate que permitirá medir recursos y argumentos de ambos contendientes. Al final, un desgaste para el presidente Funes y en especial para el FMLN.

Lo que esta de telón de fondo es la voluntad de sectores de la oligarquía interesados en reducir el rol de los partidos políticos para poder influenciar desde la “sociedad civil” e imponer una agenda política y económica de naturaleza neoliberal. Por su parte, los partidos políticos defienden sus prerrogativas constitucionales. El problema esta en que la mayoría de partidos son de derecha y el FMLN no debería asumir su defensa. No le corresponde autoproclamarse defensor de este sistema.

Por su parte, el movimiento popular se mantiene al margen de este altercado, cuando debería incidir, construir su propia visión ya que resulta negativo defender los privilegios partidarios pero a la vez no se debe de ceder ante la prepotencia oligárquica, disfrazada esta vez de “sociedad civil.”

Visiones en pugna

Existen diversas visiones sobre como enfrentar la actual crisis, que tiene un fuerte componente internacional, que la agudiza. Estas visiones responden a los distintos intereses económicos y políticos que se han ido configurando en la formación social salvadoreña.

El sector económico determinante es el de las transnacionales junto con el bloque de la oligarquía transnacionalizada. Este sector, que fue clave en la alianza que llevó a Funes a la presidencia logra hoy incidir decisivamente en el principal instrumento político de la derecha, el partido ARENA. Y es el sector que lleva como candidato al Alcalde Quijano, en disputa con el sector vinculado a Francisco Flores, con su candidato Laínez. Al final, Cristiani, aconsejado por Calderón Sol, le terminó perdonando a Quijano el desliz de su relación con Saca. Y ya desayunan juntos.

Existen otros sectores del capital nacional mediático, comercial e industrial que no coinciden con este enfoque. La ANEP ha pasado a simbolizar la punta de lanza de este agrupamiento y Jorge Daboub es el principal gladiador, pero acompañado por Javier Siman de la ASI. Y han logrado acumular fuerza social por medio de Aliados por la Democracia. Y tiene capacidad de propuesta por medio de FUSADES. Pretenden desgastar el sistema de partidos políticos y gobernar desde “la sociedad civil.” Para esto necesitan acumular fuerza social. Pueden incluso asumir una actitud crítica ante el FMI.

En el campo popular también coexisten diversas visiones. La más poderosa y representativa es la influenciada por el FMLN, como quedo demostrado el pasado 21 de mayo. Pero hay una gran variedad de expresiones de izquierda, que muchas veces permanece en el anonimato.
Existen tres visiones: la que considera que se debe apoyar incondicionalmente a este gobierno, y que se va expresar pública y políticamente este próximo domingo 27 con una marcha. La que considera que se debe apoyar lo positivo y rechazar lo negativo, y que participa del gobierno, como es el FMLN y su base social. Y la que considera que este es un gobierno de derecha, al que hay que denunciar y combatir, que se expresa en el MDP.

El partido ARENA y sus cadáveres en el closet

Las clases dominante son my hábiles para ocultar sus conflictos internos así como para distorsionar y ampliar los existentes en los sectores populares y en la izquierda. Pero es claro que la derecha atraviesa por serias dificultades en hacer coincidir enfoques, estrategias, personajes e instrumentos para avanzar en el proceso de recuperar el ejecutivo en el 2014. Es una tarea compleja.

Hay conflictos entre sectores empresariales, entre empresarios y partidos de derecha, entre los partidos de derecha, y al interior de cada partido. En particular las decisiones de Cristiani y del COENA no son obedecidas. Hay conflictos entre el COENA y la Fracción Legislativa. Dentro mismo de la fracción legislativa entre los nuevos y los “experimentados.” Hay el fundamentado temor a lo que llaman “transfuguismo” y un fétido ambiente de persecución hacia los posibles desertores.

También ARENA esta midiendo las consecuencias de su acercamiento al presidente Funes. Para su base social va ser difícil explicar las motivaciones de esta riesgosa maniobra de cercanía. Pone en peligro parte sustancial de su voto duro. Y pone en peligro también el voto de sectores indecisos que no van saber a quien estarán apoyando. Están revisando, temen “quemarse.”

Por otra parte, han empezado a soñar con una victoria en la ciudadela del imperio, con un triunfo del candidato republicano Mtich Romney, que venga a terminar con la “pesadilla” de Obama.

El partido FMLN y sus temores
Para el FMLN la actual situación es un callejón con salidas peligrosas y desgastantes. El alejarse, distanciarse o e incluso llegar a la ruptura con el presidente Funes es una decisión que necesita meditarse, definirse, calcularse, medirse con la mayor frialdad. Lo mismo sucede con la selección del candidato presidencial.

Un paso en falso conducirá a una caída de la cual será difícil levantarse. La derecha espera que el FMLN se aparte del Gobierno para ellos ocupar este espacio. Las consecuencias de abandonar el barco deben de ser analizadas desde la óptica de costos y beneficios ya que equivocarse sería políticamente fatal.

El factor decisivo a tomar en cuenta radica en la certeza que el voto duro, histórico, tanto para el FMLN como para ARENA, no garantiza el triunfo. Se necesita buscar, encontrar, la fórmula para cautivar, enamorar a medio millón de votante indecisos. ¿Apartarse del presidente Funes permitirá acercarse a este núcleo poblacional?
Por otra parte continuar acompañando políticas que perjudican a la población tiene también su costo. Y grave. Y costo electoral. La campaña presidencial real inició el 12 de marzo y ayer apareció la primera encuesta en la Prensa Gráfica que naturalmente beneficia a Norman Quijano. Estamos de nuevo en campaña.

En este sentido es muy oportuno y claro el comunicado de la dirección del FMLN del 21 de este mes en el que señala que “es urgente hacer un viraje a fondo del modelo con el que estamos gestionando la economía nacional y las políticas públicas que la acompañan.” Se refieren al modelo neoliberal, sin mencionarlo expresamente.

Y agregan que “es inaceptable golpear a los sectores populares…no aceptaremos eliminar subsidios a los sectores populares…mientras no se cambia el rumbo de la economía se deben de mantener las políticas redistributivas vigentes en este primer Gobierno del Cambio.” En este primer gobierno del cambio, bien dicho.

Es un comunicado que recupera la capacidad de análisis y de posicionamiento. Debe de vincularse a la necesidad de ir definiendo y explicando los mecanismos amplios de consulta para la selección del candidato así como para definir el programa, la estrategia, los ejes y el concepto de campaña. El desafío rebasa al FMLN. Hablamos de la izquierda. Ojala que se entienda en este sentido.

Estos próximos doce meses del cuarto año del gobierno del FMLN y del presidente Funes son cruciales. La derecha va tratar de romper esta alianza. Y avanza fuertemente en esta dirección. La derecha va tratar de lograr que sea un gobierno fracasado, fallido. Y hay una avalancha mediática para convencernos de la validez de este enunciado. La derecha va tratar de convencernos que ya estamos derrotados. Y la pelea recién comienza.

Es por lo tanto clave garantizar que este primer gobierno de izquierda, con todas sus dificultades y deficiencias, problemas y carencias, que reflejan nuestras incapacidades y errores como izquierda política y social, culmine de manera exitosa su gestión. Este gobierno del FMLN y del presidente Funes debe concluir como el primer gobierno que se interesó realmente por sacar a nuestro país de la crisis en que fue hundido por la derecha y la oligarquía.

No podemos asumir una actitud de observadores imparciales, es nuestro gobierno, hay que acercarnos, criticar, cuestionar, señalar, proponer, hacernos escuchar, incidir, lo que no podemos hacer, lo que es imperdonable, es entregarle de nuevo el país a la derecha. Es una tarea de honor.

Los desafíos del movimiento popular

El movimiento popular debe pelear sus propias batallas, que son muchas, empezando por la necesidad de responder a la ofensiva del Fondo Monetario Internacional para imponer la eliminación de los subsidios. Esto esta vinculado a la lucha por el empleo, por la seguridad y por detener el alza en el costo de la vida. Tres banderas de lucha esenciales para modificar el rumbo de este gobierno y obligarlo a alejarse del ahogante modelo neoliberal.

Y en estas luchas los sectores populares necesitamos aglutinar fuerzas. Tanto la Concertación Popular por un País sin Hambre y Seguro, CONPHAS, el Frente Social por un Nuevo País, FSNP y la Coordinadora Intergremial Rafael Aguiñada Carranza, CIRAC, de la corriente pro FMLN, como la recién creada Unidad Nacional por la Defensa de los Cambios, UNDC, en apoyo al presidente Funes; e incluso el Movimiento por una Democracia Participativa, MDP, vinculado a la TR, podrían buscar acuerdos mínimos para enfrentar estos desafíos.

Sería un gravísimo error de sectarismo considerar a la UNDC como enemigos, es un esfuerzo legítimo de construir base social. Que lo logren son otros cinco pesos. Pero tienen derecho a intentarlo. Lo mismo el Movimiento Nuevo País. Incluso en la misma agrupación Aliados por la Democracia, al servicio de las causas de la derecha, hay que saber diferencias a empleados de la ANEP de personas e instituciones que han sido arrastradas a estas posiciones debido a nuestra incapacidad para convencerlas, pero que obviamente han abordado un vehículo equivocado, y van a terminar en un lugar equivocado, del cual les será difícil regresar.

Lo interesante y urgente es buscar puntos de encuentro del movimiento popular y social desde los que podamos empezar a caminar y a reconocernos como expresiones diferentes de un mismo proyecto histórico de cambio social.-

Comunicado del FMLN sobre la crisis económica del país

Comunicado del FMLN sobre la crisis económica del país
Lunes, 21 de Mayo de 2012

ENTORNO ECONÓMICO NACIONAL Y MUNDIAL
El sistema capitalista en su evolución histórica, se ha caracterizado por vivir en ciclos temporales con períodos de auge-bonanza de la economía y luego períodos de recesión, estancamiento económico, cada cierto tiempo; cada treinta años, cada veinticinco,cada veinte y ahora cada vez estos ciclos son de más corta duración, para producirse estas alzas y bajas cíclicas de la economía mundial, con el rasgo de la época, de mucho más lento su proceso de recuperación.

El período de crisis que ahora estamos viviendo comienza a revelarse desde finales del año 2007 desplegando su shock con intensidad en las economías capitalistas en 2008 y haciendo trizas algunas de ellas en los años 2009, 2010 y 2011, como es el caso de Grecia, España, Portugal, Irlanda, para mencionar algunas.

En nuestro país esta situación fue demoledora en 2009 cuando la economía decreció y cayó en 3.3% del PIB y el déficit fiscal alcanzó uno de los más altos de la historia económica del País 5.6% del PIB, las remesas cayeron en 8.5%, las exportaciones casi en porcentaje igual y lo más duro, para nuestra sociedad, entre 2008 y 2009 la pérdida de más de 30 mil empleos, añadiendo a la compleja situación el crecimiento rápido de la inflación en 2010 y 2011.

De esta situación aún no nos recuperamos pues nuestro crecimiento económico no supera el 1.4% en los últimos dos años, hemos salido del foso de la recesión pero estamos lejos de salir de la crisis y alcanzar un ritmo de crecimiento con una tasa del 3,4,6 y 7% que hubiera sido ideal para ingresar al siguiente quinquenio. Para lograr estos objetivos es urgente hacer un viraje a fondo del modelo con que estamos gestionando la economía nacional y las políticas públicas que la acompañan.

Las sociedades bajo el sistema capitalista no podrán seguir gestionando la economía sobre las premisas de la alta especulación financiera, especulación de los precios de la energía, superproducción y sociedades que gastan más de lo que se produce, evasión fiscal alta, la descarga de los ajustes de la economía en las espaldas de empleados y trabajadores de bajos salarios. A la vez que se sangran los ingresos públicos año con año para pagar voluminosas cantidades en servicios de deudas públicas ilegitimas e inmorales y en rescates millonarios a grandes corporaciones privadas responsables en gran medida de los disturbios de la economía en los países donde reina el mercantilismo y el salvajismo del mercado.

CONSENSO DE WASHINGTON Y MODELO NEOLIBERAL

El consenso de Washington es el conjunto de políticas y lineamientos que tiene por objetivo liberalizar las economías nacionales al servicio del gran capital y de los estados que conforman el grupo de las ocho economías más grandes y poderosas del planeta conocido como G-8 y por otra parte achicar el tamaño del Estado como regulador y rector de la vida en los diferentes ámbitos del quehacer de la sociedad, propiciando un funcionamiento de dejar hacer, dejar pasar, aunque se propicien las más inmorales y abusivas prácticas en contra de la sociedad misma.

De estos lineamientos se derivan la eliminación de aranceles y derechos al comercio de manera asistemática entre los estados ricos y los estados pobres, la imposición de tratados de libre comercio, privatización a precios devaluados de los activos más importantes de los países pobres: bancos, teléfonos, comunicaciones, servicios de energía eléctrica, aeropuertos,
puertos, servicios de salud, servicios de agua, abastecimiento de alimentos de la canasta básica, tránsito por carreteras, para luego en poder del gran capital subir las tarifas de éstos servicios, encareciendo la vida de los sectores de menores ingresos que son
la mayoría.

En nuestro País lo más escandaloso y nefasto de estas políticas, fue la venta de la banca nacional por debajo de su valor, la destrucción del Instituto Regulador de Abastecimientos (IRA), la destrucción del mercado público, para dar pie a la inversión de grandes capitales en cadenas de supermercados, que han elevado exponencialmente los precios de la canasta básica; la privatización de producción, comercio de la energía eléctrica, así como los servicios de telecomunicaciones que han encarecido estos servicios sin que las autoridades reguladoras ejerzan control sobre abusos del mercado.

Es en virtud de éstos lineamientos en que se abandonó el sector agropecuario y se destruyó el conglomerado de empresas agrícolas en modelo de cooperativas de la Reforma Agraria y se nos hizo dependiente de otras economías en el suministro de granos básicos, cayó la producción de café y la productividad hasta ocho quintales por manzana. Como resultado de este Modelo Neoliberal, la banca privatizada le negó acceso al crédito a los micro, pequeños y medianos empresarios y emprendedores.

El partido de la oligarquía más atrasada de América latina, ARENA, ha sido el más fiel, obediente y ortodoxo aplicador de este Modelo Neoliberal, inicuo e inhumano, que colmó la conciencia de Juan Pablo II y le llamó CAPITALISMO SALVAJE.

DEUDA EXTERNA Y DOLARIZACIÓN
La crisis de nuestra economía se acentúa y exacerba más que en los demás países de la región centroamericana, debido a una herencia fatídica del partido ARENA, como son, una abultada deuda externa y la dolarización.

La deuda externa al 31 de mayo de 2009, es decir, cuando ARENA deja el gobierno en el Órgano Ejecutivo, ya alcanzaba los diez mil millones de dólares, lo que significó que para los años 2010 y 2011, pagáramos como país, unos dos mil millones de dólares al servicio de esa deuda externa; gasto que destroza los efectos positivos de una mejora en la recaudación de tributos y un alza creciente a la carga tributaria en ese mismo período que fue de un poco más de un mil millones de dólares.

Por otra parte, la dolarización como se conoce la Ley de Integración Monetaria, es equivalente a la desgracia más devastadora que recordará el pueblo salvadoreño, al mediar el presente siglo, nos destrozó la política monetaria y nos dejó mancos para aplicar una correcta política fiscal, nos redujo la capacidad competitiva en la región de Centroamérica y el Caribe nuestros socios naturales y los segundos más importantes en nuestro comercio internacional.

Como si fuera poco, nos neutraliza las posibilidades de una externalidad positiva de las remesas que nuestros compatriotas envían cada día, mes y año al país, los tecnócratas de Power Point le llaman el mal holandés a este fenómeno, para encubrir el grave daño de la dolarización; aunque se realice el balance de impactos positivos y negativos de esta política, la diferencia será tan desproporcionada como el (spread) o diferencial entre la tasa de interés que pagan los banqueros a los ahorrantes y las tasas de interés efectiva que cobran en los créditos de Tarjetas de Crédito.

Nuestro Banco Central de Reserva fue convertido en un excelente centro de estadísticas, monitor de exportaciones e importaciones y editor de una revista en temas de economía muy respetada, pero totalmente ausente de la política financiera y monetaria porque
la reforma castró sus facultades y potestades propias de un Banco
Central o Reserva Federal.

Mientras no cambiemos estas graves imperfecciones de nuestra economía que han impuesto el Consenso de Washington, seguir reventando al pueblo trabajador no será más que el camino a nueva crisis de Estado, como la que superamos hace un poco más de
veinte años.

Vale la pena mencionar que la carga financiera de la deuda, todavía no incluye los tres mil millones de endeudamiento del actual gobierno, esa comenzará a incrementar los gastos de este rubro a partir del 2015.
EL ACUERDO STAND BY CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL
La realidad actual en términos financieros y fiscales es muy precaria y el Fondo Monetario nos exige so pena de lincharnos, que continuemos con la política de reducir los subsidios a costa de vulnerar más el nivel de vida de las grandes mayorías de la población salvadoreña.

La suspensión del Stand By, no es más que una táctica de chantaje para arrodillar al gobierno e imponer nuevos recortes a la frágil política redistributiva que se llaman subsidios, que dicho sea de paso, es la segunda más efectiva después del ocho por ciento del
FODES que se entrega a las municipalidades.

Lo indignante en este nuevo ataque a la estabilidad fiscal y financiera del país, es que se nos exige bajar el déficit fiscal reduciendo los subsidios en Gas, Transporte de Pasajeros, Energía Eléctrica y hasta que privaticemos el agua, entre otros subsidios que reciben las familias en condiciones de pobreza, pero no dicen nada de los subsidios a la energía eléctrica de grandes empresas consumidoras de electricidad, no se dice que reformemos la Ley de Imprenta, para que las grandes empresas evasoras de pagos de impuestos por sus voluminosos ingresos en anuncios de todo tipo que pagan personas naturales y jurídicas.

Esas grandes empresas evaden a la sombra de esta Ley, no dicen nada de los casi mil cien millones de dólares que deja de recibir el Fisco cada año por exenciones a amplios sectores empresariales, no dicen nada de que la banca es el sector económico que menos impuestos paga y cobra elevados intereses a los diferentes sectores y espolia en usura a los tarjetahabientes.

Los banqueros, los empresarios que hacen riquezas aquí y las invierten por Centroamérica, Panamá y Colombia deben pagar, los evasores no deben seguir impunes y deben pagar sus impuestos.

Ya nuestra población en especial los sectores urbanos en grandes ciudades han soportado los ajustes producidos por la crisis descrita y es inaceptable que se siga deteriorando el nivel de vida de la mayoría de la población.
A propósito de el Stand By, toda la estrategia del Fondo Monetario Internacional no está vinculada al desarrollo de nuestro país, ni a la mejora de la economía real, su estrategia está centrada en dos grandes objetivos: que la Política Macroeconómica garantice el pago puntual de la deuda y mantener al Estado débil y altamente endeudado para vivir eternamente sometido al Consenso de Washington.
Por ello el discurso de reducción del déficit fiscal y austeridad a costa de los más desposeídos son parte del catecismo neoliberal.

EL FMLN Y LA POLÍTICA DE SUBSIDIOS A LOS SECTORES POPULARES
Es inaceptable golpear a los sectores populares subiendo el costo de los pasajes en los buses, eliminando o reduciendo el paquete de semillas y abonos, elevando el costo del gas licuado, subiendo le energía eléctrica cuando el país es quién surte la mayoría de la energía eléctrica entre CEL y la Geo, es inaceptable subir las tarifas del agua que suministra ANDA.
No aceptaremos eliminar subsidios a los sectores populares, aumentar el IVA para pagar deuda externa y que quienes gozan de incentivos y prebendas, no aporten al Estado lo que por Ley y responsabilidad social les corresponde.

Mientras no se cambie el rumbo de la economía generando más riqueza, se mejore el clima de seguridad pública y se incrementen los niveles de empleo e ingresos, se deben mantener las políticas redistributivas vigentes en este primer Gobierno del Cambio.

Los países que han eliminado subsidios, recortado pensiones, alargado edad de jubilarse, que han privatizado salud, encarecido la educación y enviando a miles de empleados públicos a la calle, están en bancarrota y son un patético fracaso y aportan una evidencia empírica irrefutable, que no es este el camino para sacar de la crisis un modelo en ruinas.
Por todas estas razones, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional FMLN, se deslinda de cualquier política de reducción o eliminación de subsidios y estará del lado de los sectores sociales, afectados por estas medidas.

Comisión Política FMLN
San Salvador, 21 de Mayo de 2012

Inicia en Universidad de El Salvador II Cátedra José Martí

SAN SALVADOR, 17 de mayo de 2012 (SIEP) “Bienvenidos a la Cátedra José Martí, bienvenidos a la Universidad de El Salvador…” expresó esta tarde la secretaria general de la UES, Dra. Leticia de Amaya al inaugurar esta actividad académica, que por segundo año se realiza en nuestro país.

Por su parte, el Embajador de Cuba, Dr. Pedro Pablo Prada señaló que “es un honor abrir esta cátedra y hacerlo en vísperas del 117 aniversario de la caída en combate de martí, de la ascensión a la eternidad y la memoria perene del pueblo de Cuba.”

Asimismo la Cónsul General, Dra. Magda Arias, explicó que la cátedra se extenderá hasta el 28 de julio, “vamos a estar todos los jueves, vamos a conocer la obra de José Martí, a comprender sus diversos escritos.”

Posteriormente se exhibió el documental “Dos ríos: el enigma” que analiza la caída en combate del Apóstol Cubano elñ19 de mayo de 1895. Entre las obras de Martí que serán analizadas se encuentran los ensayos Nuestra América y Madre América así como su Testamento Político.

Finalmente, el Lic. Guillermo Campos, jefe de la Unidad de Posgrados de la UES y organizador del evento, afirmo que “esta actividad que realizamos por segundo año es una demostración del respeto y admiración del pueblo salvadoreño y su comunidad universitaria con el pueblo de Martí y de Fidel…”

Socialdemócratas “renovadores” versus burocracia “guerrillera” del FMLN

Por Ernesto Sánchez

En el Movimiento por una Democracia Participativa (MDP) se cristaliza el proyecto social demócrata en El Salvador. La dirección de dicho movimiento se encuentra conformada por miembros disidentes y expulsados del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), como producto de la lucha por el control burocrático del mismo FMLN. Entre uno de los dirigentes del MDP está Dagoberto Gutiérrez, líder de la Tendencia Revolucionaria (TR), una escisión socialdemócrata del FMLN, pero que al inicio y ante las mayorías, en sus discursos aparentaba ser revolucionaria.

La socialdemocracia se mueve a donde le conviene

Un sector que conforma actualmente el MDP, se mostraba a favor de Funes y del FMLN al inicio de su gobierno, mientras otro que era crítico. La dirección del MDP se ha caracterizado por criticar las posiciones, las acciones y las políticas de la dirección burocrática del FMLN. Esto es entendible debido a que fueron vencidos por la actual dirección en la lucha por el control del FMLN, pero dicha lucha no fue por posiciones en favor de las mayorías.

Es correcto que se critique las desviaciones de la dirección del FMLN, pero no es correcto que en el afán de atacar a la dirección del FMLN se termine haciendo alianza con el empresariado salvadoreño. Tal es caso de la participación de elementos del MDP en la organización Aliados por la Democracia, el cual es un instrumento creado por la clase dominante tradicional ante las amenazas de nuevos grupos económicos, que buscan tomar el timón del Estado para consolidarse en grupos económicos dominantes.

Las organizaciones políticas revolucionarias y socialistas no podemos permitir el recorte de las ínfimas libertades arrancadas al sistema democrático burgués y debemos luchar por mayores libertades, pero esta lucha debe ser independiente de las organizaciones de la clase dominante, ya que deben prevalecer los intereses de la clase trabajadora, los cuales son antagónicos con los de la burguesía. Como revolucionarios se debe denunciar toda maniobra que atente contra los intereses de la clase trabajadora. En estos momentos, miembros de la dirección del MDP bailan al son del empresariado salvadoreño, pero existe la posibilidad de que recapaciten. Las bases de las organizaciones que integran el MUSYGES y la CTD deben exigirle la convocatoria a asambleas de bases para discutir y determinar la no alianza con el empresariado salvadoreño. Lo anterior plantea la necesidad de luchar para que se garantice la democracia obrera en todas las organizaciones.

Derrota electoral del FMLN y desesperación del MDP

Como se mencionaba al inicio, la dirección del MDP en su mayoría está integrada por ex miembros del FMLN, quienes arrastran las prácticas que tanto le critican a la actual cúpula del FMLN. Pero al igual no escapan de la crítica.

Así como ejemplo se tiene el accionar de la dirección del MDP en la recientes elecciones legislativas, en donde tras haber superado todo los obstáculos impuestos por antidemocrático sistema político electoral levantaron la bandera de las candidaturas independientes, entre las que figuraba la candidatura de William Huezo, miembro de la Asociación de Empleados Públicos y Municipales de El Salvador (AGEPYM) y del MDP. Huezo no alcanzó la cantidad de votos necesarios para ser diputado. Esto se debió en gran medida al proceso burocrático de postulación, el cual no fue el resultado de una amplia consulta a las bases; prevaleció el verticalismo y el autoritarismo.

Tras la anterior derrota electoral nuevamente el proyecto socialdemócrata de los disidentes y expulsados del FMLN, aún con la participación de la TR, fue derrotado. Tras dicha derrota nuevamente buscan consolidar el proyecto socialdemócrata constituyendo el partido Nuevo País que gira en torno a la figura de Dagoberto Gutiérrez, partido que se pretende presentar como una alternativa de izquierda, pero cuya dirección aglutinada en el MDP actualmente ha realizado alianzas con el empresariado salvadoreño, lo cual deja entrever el verdadero carácter de dicho organismo.

El FMLN ha formado una escuela de dirigentes cuya tendencia política es el reformismo: la intención de maquillar el capitalismo con pequeños cambios, sin excluir la alianza con sectores de la burguesía en algún momento. Además, estos individuos tienen como método el autoritarismo y la ausencia de democracia interna en sus organizaciones. Contra esta generación viciada, los revolucionarios debemos contraponer un programa revolucionario de lucha y el funcionamiento democrático de sindicatos, asociaciones, organizaciones de base y organismos políticos.

El Salvador: las cinco promesas del presidente Funes y su cumplimiento

El Salvador: las cinco promesas del presidente Funes y su cumplimiento

El tercer año de gobierno de coalición del presidente Funes y del FMLN están marcados por varios elementos, entre estos por una agudización del enfrentamiento entre los sectores populares y las fuerzas oligárquicas; por la consolidación de la influencia del FMI en nuestra economía, y por una reciente victoria de la derecha en las elecciones municipales y legislativas. A continuación, exponemos algunas ideas sobre estos candentes asuntos de nuestra realidad como país.

El enfrentamiento entre sectores populares y fuerzas oligárquicas
Los resultados de las pasadas elecciones municipales y legislativas han alimentado en las fuerzas oligárquicas desplazadas del gobierno, la necesidad de impulsar con mayor fuerza una estrategia orientada a desgastar a la Administración Funes y al FMLN, presentándolos como ineptos y oportunistas. Y de esta manera preparar las condiciones para la restauración oligárquica en el 2014.

Esto se une a la emergencia de nuevos escenarios institucionales, que como resultado de la llegada a la presidencia del Presidente Funes y el FMLN, han afectado de diversa manera tanto a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia como a otras instancias gubernamentales.

La ruptura de la tradición presidencialista autoritaria, inaugurada por el General Martínez, que amarraba estas instituciones a Casa Presidencial, ha desatado situaciones novedosas, algunas todavía rodeadas de confusión, pero que en términos generales constituyen avances del proceso democrático, rompen con vigas maestras del autoritarismo.

La derecha muy hábilmente ha logrado rectificar su oposición inicial a estos cambios institucionales y hoy se coloca con un discurso y acciones en apoyo al proceso democratizador, en la medida que este entre en choque con medidas del actual gobierno o afecten al FMLN. La derecha se ha apropiado de legítimas banderas democratizadoras y pretende aparecer como partidaria de la austeridad, la renovación institucional y la transparencia. Al perder la iniciativa parlamentaria, despliega sus otros instrumentos.

La izquierda todavía no se adapta a esta nueva modalidad de lucha y muchas veces aparece defendiendo situaciones confusas o tomando decisiones altamente desgastantes, como fue el caso del 747, de los aumentos a diputados, etc.

La campaña política de la derecha abarca varios escenarios, el mediático, el de calle, el institucional y el partidario, así como comprende tres principales líneas de acción. Uno: resaltar sistemáticamente los errores y deficiencias en salud, educación, medioambiente y en especial con respecto a la política económica, la cual señalan se basa en la improvisación, el endeudamiento, promueve la falta de inversión así como la paralización del crecimiento económico.

Dos: enfatizar las diferencias entre Funes y el FMLN. A Funes se le proyecta como un personaje narcisista, incapaz y resentido. Al FMLN se le proyecta como un partido dirigido por personas inescrupulosas y afanadas en acumular poder y riqueza, que olvidaron sus antiguos ideales de lucha social.
Tres: poner en enfrentamiento a la Sala de lo Constitucional de la CSJ tanto con el Presidente Funes como con el FMLN.
Los nuevos desafíos de la izquierda
Los partidos políticos se encuentran en la vitrina de la opinión pública. Y esto es positivo. Los partidos políticos no pueden colocarse por encima de la sociedad. Es un nuevo desafío para el FMLN. El proceso de democratización pasa por la existencia de partidos políticos transparentes y democráticos.

Si la derecha logra convencer a la opinión pública que ARENA camina por este rumbo, aunque sea apariencia y no realidad, va lograr arrinconar y aislar al FMLN de amplios sectores democráticos, aunque este mantenga su militancia intacta. Pero la correlación de fuerzas le va favorecer a la derecha. Las elecciones no se ganan exclusivamente con la militancia sino también y principalmente con los indecisos.

Por eso es importante para la izquierda reagrupar a su base social; impulsar una política de alianzas amplia; y potenciar el movimiento popular y social para cambiar la correlación de fuerzas a favor de las transformaciones sociales. Ir al encuentro de nuevos sectores que se han incorporado a la lucha. Y la clave para esta tarea es impulsar la movilización social. La gente necesita aprender en la escuela de la calle, en la universidad de la lucha, quienes son sus enemigos y quienes son sus aliados.

Funes toma la iniciativa en la lucha contra la delincuencia

La capacidad de convocatoria y de concertación del Presidente Funes ha sido puesta de manifiesto en las reuniones con diversos sectores nacionales. En particular, los grandes empresarios aglutinados en la ANEP han tenido que guardarse sus críticas y se han visto obligados a asistir para no verse expuestos al repudio ciudadano.

La habilidad política del presidente Funes ha quedado también de manifiesto en su manejo de la situación delincuencial. Con el apoyo extraordinario de sectores conservadores de la Iglesia Católica Romana, ha logrado importantes avances en la disminución de los índices de asesinatos entre las pandillas MS y 18.

Y lo ha hecho sin comprometerse formalmente. Incluso desplazando a reconocidos sectores de la derecha religiosa. El presidente Funes recoge los aplausos y a la vez se cuida de un posible fracaso o retroceso, que no podría imputársele directamente. Es un éxito político. La derecha esta sorprendida y todavía no reacciona. El presidente Funes puede fácilmente alegar que es una promesa que se esta cumpliendo. Y con una modalidad de diálogo más que de represión.

Pero lo fundamental en el balance de tres años radica en el fuerte respaldo político que recibe desde Washington. El inicio del segundo componente del programa Fondos del Milenio en la franja costera del país es un sonoro triunfo. Desde el inicio de su presidencia el gobierno de Obama le ha disputado al FMLN la conducción del barco gubernamental. Y al final parece que Obama logró desplazarlo.

Es una situación paradójica de un gobierno de izquierda fuertemente influenciado por Washington. Esa es la realidad y es a partir de esta caracterización que debemos de diseñar nuestras estrategias de lucha. Hay que cambiar la correlación de fuerzas al interior del gobierno al mismo tiempo que se combate y se vuelve a derrotar a la derecha, y esto requiere de fuerza social y de propuesta política.

Seguridad, empleo, alto costo de la vida, reactivación del agro y apoyo a emigrantes fueron los cinco pilares sobre los que el entonces candidato Mauricio Funes construyó su oferta electoral y que logró cautivar los corazones de la población con el lema “nace la esperanza, viene el cambio.” Y el resultado fue la victoria electoral de marzo del 2009 y la llegada al gobierno el 1 de junio del mismo año. El reloj ha avanzado tres años y hoy podemos evaluar el cumplimiento de estos ofrecimientos.

En términos del combate a la delincuencia parece ser que las medidas de diálogo están dando resultados y que el presidente Funes podrá mencionar en su discurso del tercer aniversario que hay avances significativos. Lo mismo podrá decir de la reactivación del agro y del nuevo TPS. Pero sigue pendiente lo del empleo y del costo de la vida. Y en lo que a costo de la vida se refiere hay amenazas en el horizonte, la más inminente es la del transporte que fácilmente le puede empañar las celebraciones. Pero en general, el balance es positivo. Y esto preocupa a la derecha.

El principal reto del FMLN con respecto al presidente Funes es evitar que el peso de la crisis caiga sobre las espaldas de los trabajadores, como pretende el sector alineado con el FMI en el gobierno. La crisis deben pagarla sus responsables: la oligarquía transnacionalizada. No podemos permitir la eliminación de los subsidios, aunque hay que revisarlos.
FMLN asegurando el futuro
Un candidato seguro de una derrota segura no puede ser la propuesta de futuro de la izquierda, tampoco un candidato no confiable aunque asegure una posible victoria. El FMLN debe de aprovechar esta oportunidad para abrir un proceso participativo en el que la base social y la militancia se sientan motivados y los indecisos se sientan de nuevo cautivados. El no hacerlo así proyectara una imagen de un partido cerrado y autoritario, que es lo que la derecha pretende lograr. Si la decisión es claramente la de no ganar, por lo menos se debe de asegurar que el proceso contribuya a acumular fuerza política y no sea un elemento debilitante del proceso.

Y esto tiene que ver con la visión sobre el partido y la izquierda en general.
A partir de los Acuerdos de Paz y la transformación de fuerza guerrillera a fuerza electoral, el FMLN mira exclusivamente hacia la derecha en la construcción de sus alianzas políticas electorales (Amigos de Mauricio) y prioriza sus alianzas políticas legislativas (antes con el PCN, hoy con GANA). Y quizás sea lo correcto en el marco de una estrategia parlamentaria.

Pero es una visión parcial y limitada en el marco de una estrategia global sea de la clásica de toma del poder o de la novedosa construcción de poder popular, e incluso de la limitada estrategia de acumulación de poder institucional. Se necesita mirar hacia la izquierda. Y mirar hacia el futuro. El FMLN puede pero no debe de seguir ignorando o marginando a sus vecinos de la izquierda. Se necesita un gran acuerdo político entre la izquierda que lucha por la democracia pero lucha también por el socialismo. Y claramente no estamos hablando de GANA.

A partir de la década de los noventa del siglo pasado, con el fin de la dictadura militar, surgen nuevas expresiones ideológicas de la izquierda, algunas de estas ausentes desde 1932, como son los movimientos trotskistas y anarquistas. También han surgido nuevos movimientos y sujetos sociales que reclamen protagonismo en las calles, como la lucha contra la minería, y esto es positivo, enriquece al movimiento popular.
Asimismo ocurre un desprendimiento del FMLN hacia la izquierda que se manifiesta en la Tendencia Revolucionaria, TR, en el marco de un debate interno contra corrientes reformistas. La decisión de la TR de impulsar una fuerza política electoral (Nuevo País) viene a reforzar la necesidad de la unidad de la izquierda. La coincidencia básica es el camino electoral como la forma principal de lucha de este momento. Otra coincidencia es la necesidad de desmontar las políticas neoliberales predominantes antes con ARENA y hoy con el gobierno de coalición Funes-FMLN.

Así como en el pasado la lucha por la unidad de la izquierda fue un poderoso combustible para la aceleración del proceso revolucionario, y llevó al nacimiento y la construcción del FMLN, en el presente debe de convertirse en un detonante para el despliegue de las energías revolucionarias hoy adormecidas, de los sectores populares.

El calificar como derechista todo tipo de críticas hacia el FMLN significa sumergirse en una burbuja y considerarse poseedor de la verdad. Con respecto al balance de las pasadas elecciones, en un esfuerzo por evadir la responsabilidad política, de asumir los errores de apreciación estratégica y táctica por parte de la dirección del FMLN, se recurre a justificar que es por culpa del presidente Funes o porque no cuentan con un buen sistema de comunicación con la gente.

En el fondo existe nuestra tradición autoritaria como izquierda que señala que la dirección nunca se equivoca y se confunde el estado de ánimo de la militancia con el de la población en general. Tampoco debería alegarse como justificación de actitudes confusas que ARENA tuvo ese tipo de conductas durante veinte años, porque precisamente por eso es que la gente nos rechazó.
Y lo más importante, los valores de la derecha no son los mismos que los de la izquierda. El pueblo respeta y admira al FMLN precisamente porque mostró una consistencia moral que derrotó a la dictadura militar. Pero si el FMLN termina pareciéndose a la derecha, la gente les va pasar factura. Y esto se mide en detalles, no en discursos. La gente esta observando donde viven, donde comen, como se visten. La dirección del FMLN necesita urgentemente una revisión de sus métodos de conducción y de sus estilos de vida.

En diversas ocasiones, algunas decisiones de la dirección del FMLN han venido a sintonizar con la campaña mediática de la derecha que pretende presentarlos como parte del sistema, en especial cuando tomaron decisiones con respecto al decreto 747. La derecha ha logrado arrebatarle no solo banderas sino formas de lucha y aliados al FMLN. La derecha tiene la habilidad de golpear al FMLN hasta con los bocadillos de una recepción.

20 años de lucha parlamentaria en los marcos electorales impuestos por el sistema, han dejado una profunda y preocupante huella de acomodamiento en el ánimo de lucha de la conducción y la base del FMLN, y de importantes segmentos del movimiento popular y la derecha lo sabe y lo utiliza. Uno de las expresiones de esta situación es el debilitamiento del espíritu antiimperialista. Otro es la burocratización del movimiento popular.

Otro aspecto es el abandono de la organización, la educación política, la lucha popular y social. Otro es la ausencia de construcción de teoría que sistematice la rica experiencia vivida así como de pensamiento crítico sobre la realidad nacional e internacional. Otro es la falta de debate ideológico. Otra es el desinterés por la unidad de la izquierda.
ARENA con mayoría legislativa irrelevante y ANEP en pie de lucha
No obstante que ARENA se convirtió en la primera fuerza política legislativa a partir de las elecciones de marzo pasado, la realidad le golpea el rostro y le enseña que están completamente aislados. Han perdido el ejecutivo, el legislativo y están complicados con la elección de los nuevos magistrados de la CSJ y el Fiscal. No logran cuajar alianzas legislativas.

Esto ha provocado que otros sectores de la derecha asuman de manera protagónica la conducción de la estrategia para derrotar al FMLN. Esto explica la actitud de la ANEP, FUSADES y de universidades de derecha que salen hoy a la palestra política a defender el sistema. Y han avanzado. Han logrado aglutinar fuerza social alrededor de la lucha por una CSJ de derecha.
Movimiento Popular y 1 de mayo

La realización de dos manifestaciones separadas del 1 de mayo no es novedosa. Es casi una constante desde los Acuerdos de Paz. Por diversas razones se rompió la tradición popular unitaria presente durante la década de los ochenta del siglo pasado. Pero revela una debilidad. No podemos ponernos de acuerdo ni para marchar juntos, aunque las banderas de lucha son las mismas. Es un desafío a superar para enfrentar de manera unificada a la derecha e impulsar el proyecto histórico popular de transformaciones estructurales orientadas al socialismo.

No obstante esto, los trabajadores volvieron a manifestar su decisión de transformar este país. Y se desplegó la diversidad y el potencial organizativo de la izquierda social y de la izquierda política. Fue una gran jornada popular de encuentro y de compromiso. Las calles fueron ocupadas por sus legítimos dueños, los trabajadores.
Perspectivas
La apuesta de ARENA es la de construir un escenario de crisis que vuelva al país ingobernable. Para esto necesita sembrar de minas las veredas ministeriales, legislativas y municipales, para lograr que el FMLN se lesione, se desangre y se equivoque. Especialmente para que se equivoque y que la opinión publica lo perciba como parte integral del sistema y no como instrumento de cambios. La meta es clara, el 2014 y el 2015.

La apuesta del presidente Funes y del FMLN es la de terminar este primer mandato en una situación de estabilidad. Y garantizar un segundo mandato. Para esto necesitan fortalecer la alianza que originó la victoria de marzo de 2009 y construir una propuesta política que permita rebasar la gran coalición democrático revolucionaria del 2009 y contar con una candidata o candidato, seguro, confiable y a la vez ganador.
Lo más seguro es que los grises de la realidad se encarguen de matizar el cuadro y que no suceda ni lo primero ni lo segundo, sino que va a haber crisis pero manejable. La administración Funes y el FMLN cuentan con la suficiente fuerza política para enfrentarse a la derecha, aunque no podrán evitar que esta actué, incida, maniobre, trate de subvertir un orden ajeno y peligroso para sus intereses de clase. La derecha sueña con el 2014 y el 2015. La izquierda también.-

Roberto Pineda
San Salvador, 16 de mayo de 2012

Fabio Castillo Figueroa: una vida por la dignidad de El Salvador

Lunes, 07 de Marzo de 2011 / 10:24 h
Fabio Castillo Figueroa: una vida por la dignidad de El Salvador

Por Dr. Víctor M. Valle

El 10 de marzo de 2011 un compatriota destacado y excepcional, Fabio Castillo Figueroa, cumple 90 años. Sean estas letras un tributo a su vida dedicada a construir la dignidad de El Salvador.

En 1942, Fabio, como estudiante de Medicina con apenas 21 años de edad, en la Universidad de El Salvador, fue parte de un comité estudiantil para conmemorar el centenario del fusilamiento de Francisco Morazán y los 150 años de su nacimiento. Sin duda, Fabio era un admirador de Morazán por sus ideales progresistas y unionistas.

En 1944, llegaba a su fin la dictadura del General Hernández Martínez, quien comenzó la dictadura militar, hizo la célebre masacre de 1932 y se mantuvo hasta el 9 de mayo de 1944, cuando un contexto internacional y un pueblo harto de sus abusos de poder lo obligaron a renunciar. En medio de la rebelión popular que precedió a su caída, los estudiantes universitarios organizaron un Comité de Huelga, que fue un ariete contra el dictador, integrado, entre otros, por Fabio Castillo Figueroa, Jorge Bustamante y Raúl Castellanos Figueroa, quien años más tarde llegó a ser Secretario General del Partido Comunista de El Salvador y murió en Moscú en 1970. Desde joven, pues, Fabio fue un valiente luchador contra las dictaduras.

En 1947, Fabio se graduó en la Universidad de El Salvador como Doctor en Medicina. La UES era la única universidad en El Salvador. La tesis doctoral de Fabio fue sobre los problemas de desnutrición en los barrios obreros de San Salvador. Fabio era, pues, un joven interesado en una ciencia al servicio de los problemas sociales que afectan a las mayorías desvalidas.
Se dice que todo lo que emprendía Fabio lo hacía con tesón, perseverancia, lucidez y valentía; pero sobre todo con dignidad. Además de sus logros políticos y académicos, antes de sus 25 años fue un destacado jugador de baloncesto. Uno de sus contemporáneos, Alfredo Martínez Moreno, muy conocida figura intelectual y política, me ha dicho con vehemencia que Fabio ha sido quizá el mejor basquetbolista de la historia salvadoreña.

El juicio es muy absoluto pero en algo refleja la calidad de Fabio como deportista. Sin duda el deporte le dio a Fabio muchos instrumentos para sus otros logros y por eso el es un educador partidario del deporte como parte integral de la educación y no como circo de masas para beneficio de unos cuantos aprovechados. Entre 1950 y 1956, Fabio se dedicó a afirmar su formación como científico. Estudió y trabajó en laboratorios científicos de Estados Unidos y Europa. Se comprometió con una ciencia al servicio de la humanidad que debería ser fundamento para una educación sólida, sobre todo en el área de la medicina y disciplinas afines. A su regreso, Fabio Castillo y su contemporánea María Isabel Rodríguez emprendieron una reforma académica en la Facultad de Medicina que trajo muchos beneficios a la calidad académica y a la productividad intelectual de esa Facultad universitaria. Fue en ese período que Fabio sembró las semillas para la otra reforma universitaria, de mayor alcance, que vendría después.

Desde su retorno a El Salvador, después de hacer estudios científicos avanzados, hasta casi todo 1960, Fabio se dedicó de lleno a la docencia universitaria y al estudio de la ciencia. El 19 de agosto de 1960, en un hecho de represión política del gobernante de turno, Teniente Coronel Lemus, los cuerpos de seguridad sitiaron la Facultad de Medicina por toda la noche. Nos quedamos encerrados y salimos después de negociaciones improvisadas con la Cruz Roja como mediadora.
Esa noche, se ha de haber despertado otra vez el espíritu rebelde, revolucionario y de luchador social que Fabio lleva consigo. Cuando el 26 de octubre de 1960 cayó Lemus por una conjura cívico-militar apoyada por los sectores populares, Fabio Castillo Figueroa fue nombrado miembro de la Junta de Gobierno Cívico-Militar junto a René Fortín Magaña, Ricardo Falla Cáceres (abogados) y los militares Rubén Alonso Rosales, Miguel Ángel Castillo y César Yánez Urías.

Además de ser miembro de la Junta, que se cayó a los tres meses por el embate de las derechas políticas, Fabio tuvo el recargo de Ministro de Educación y desde ahí se proponía hacer reformas educativas para una sociedad educada y un pueblo pensante, productivo, de criterio propio y defensor de su dignidad nacional.

Cuando un contragolpe conservador derribo al breve gobierno, Fabio salió al exilio en México y llevó a cabo un trabajo académico en universidades de Estados Unidos.

Durante el exilio en México, otros universitarios salvadoreños exiliados como Jorge Arias Gómez y Tomás Guerra Rivas comenzaron a hablar de una posible candidatura de Fabio para Rector de la Universidad de El Salvador que, hasta entonces, era aún la única universidad del país. En julio de 1962 llegó Julio Rivera a la Presidencia. Fue candidato único. Había sido compañero de Fabio en el Liceo Salvadoreño pero desde que se alzó, siendo subteniente, contra el dictador Martínez en 1944, lo que le valió una condena a muerte, Rivera había tenido sus temblores progresistas. Y comenzó una apertura política que permitió el retorno de algunos exiliados.

Fabio regresó en agosto de 1962 y, desde ese momento, nos dedicamos a trabajar por su candidatura para Rector, candidatura que tenía el decidido apoyo del Partido Comunista y otros sectores que, en torno a Fabio como aglutinador y conductor, diseñamos y pusimos en marcha una reforma universitaria llamada a tener grandes alcances.

En marzo de 1963, Fabio comenzó su cuatrienio como Rector de la UES. Lo acompañamos en la Comisión de Reforma Albino Tinetti, el científico costarricense Alfonso Trejos Willis, Alejandro Dagoberto Marroquín, (destacado intelectual que no se debe confundir con el diputado del PCN), Mario Flores Macal, José María Méndez, Guillermo Manuel Ungo y yo.

En 1966 Fabio Castillo era una figura nacional conocida. Había pasado por una Rectoría académicamente eficaz y políticamente vistosa. Julio Rivera había abierto espacios políticos y sentó las bases para la representación proporcional en la Asamblea Legislativa, el respeto a la autonomía universitaria y algunos cambios tecnocráticos en la institucionalidad del gobierno: telecomunicaciones, acueductos y alcantarillados, para citar algunos; pero lo más importante es que se le vio inclinado a una ampliación de la libertad política. Por supuesto que aún había represión política de baja intensidad, con algunas muertes de opositores. Se abrían los espacios; pero no para tanto.

En agosto de 1966 se comenzó a hablar de inscribir una candidatura de izquierda. Obviamente la fuerza impulsora más importante de esta idea era el Partido Comunista y hubo reuniones con Fabio y varios izquierdistas entre los que recuerdo a Raúl Castellanos Figueroa, Mario Salazar Valiente, José Domingo Mira, Gustavo Loyola, Jorge Arturo Reina, exiliado hondureño, y otros.

De nuevo Fabio, como aglutinador, hacía posible que otros sectores progresistas no comunistas se adhirieran a esta lucha que fue pionera. Fabio renunció a la Rectoría para dedicarse a la campaña política. A fines de 1966 se le proclamó candidato presidencial de la izquierda. Fabio, una esperanza para el pueblo salvadoreño, según decía un pequeño afiche de propaganda, se dedicó a proclamar la necesidad de las grandes soluciones para los grandes problemas del país.
El instrumento era un pequeño partido –el Partido Acción Renovadora (PAR) – fundado a fines de los 1940 por el Coronel Asencio Menéndez, hijo del Presidente Francisco Menéndez. El partido fue tomado por sectores de izquierda y sirvió para legitimar la candidatura de Fabio.

Los otros candidatos eran Abraham Rodríguez, abogado, por el Partido Demócrata Cristiano, Alvaro Martínez, militar, por el derechista Partido Popular Salvadoreño, y Fidel Sánchez Hernández, militar, por el Partido de Conciliación Nacional, comprometido con la continuidad de los gobiernos militares instaurados en 1931. Ganó Sánchez y la dictadura militar retomó su rumbo.

Fabio quiso volver a la carga política y cuando la dictadura ilegalizó al Partido Acción Renovadora y comenzó con eso a cerrar espacios, intentó organizar, con algún grado de autonomía del Partido Comunista, el Partido Acción Revolucionaria que después tornó a ser el Partido Revolucionario. Por supuesto, la dictadura no estaba para tanta apertura y esos ensayos no prosperaron y la izquierda parlamentaria comenzó a moverse hacia otros instrumentos.

(A la postre el puesto del PAR lo ocupó la Unión Democrática Nacionalista (UDN) partido fundado por el político derechista, recientemente fallecido, Francisco Roberto Lima, quien había sido Vice-Presidente del Coronel Rivera y quien en un movimiento paralelo a la fundación, por el General José Alberto Medrano, de la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN) había fundado un partido que conservara, como denominador común, las palabras Democrática y Nacionalista, como nacionalista fue después la otra organización republicana y nacionalista fundada por un discípulo de Medrano, Roberto d’Aubuisson).

El Gobierno de Sánchez Hernández recrudeció la represión y, con Medrano, reprimió en 1968 la primera huelga de educadores en ANDES. Por ese tiempo, Fabio comenzó a tener reuniones para explorar otras vías de lucha política, es decir la lucha armada. El esfuerzo era incipiente y silencioso; pero ya se sembraban las semillas. Cuando en 1969 el país se embarcó en la guerra contra Honduras, Fabio se dedicó a esclarecer el carácter de la guerra que solo servía los intereses conservadores de ambos países.

En 1972 hubo fraude y represión en las elecciones. El Coronel Molina fue impuesto como Presidente. Benjamín Mejía, un coronel progresista, quiso restaurar la legalidad y dio un golpe que fracasó. El país se agitó. El nuevo gobierno fraudulento insaturado el primero de julio de 1972 ocupó militarmente, el 19 de julio, la Universidad de El Salvador. Fabio fue desterrado a Costa Rica junto a muchos otros ciudadanos, incluido el Rector de la UES de entonces Rafael Menjívar.

En Costa Rica, Fabio Castillo hizo trabajo académico y continuó con su trabajo político. Mantenía comunicaciones permanentes con políticos izquierdistas. Lo recuerdo, cuando compartíamos casa, sobre su máquina escribiendo cartas hasta altas horas de la noche. En el decenio de los 1970s en Costa Rica, Fabio ha de haber tenido tiempo de contribuir en organizar, junto a otros, una organización político militar que después se supo era el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos, el PRTC, una de las fuerzas del FMLN, un esquema pluralista de la izquierda insurgente salvadoreña.

Vino la guerra civil. Durante gran parte de los 1980s Fabio fue miembro prominente de la Comisión Político-Diplomática del FMLN y ahí se le vio desplegar su aporte. Se movía por varios países y era recibido por personalidades que lo veían como un político honrado, progresista y creíble. Tuvo participación destacada en la causa de los derechos humanos en Centroamérica, cuando estos aún eran violados masivamente en las repúblicas centroamericanas. Asimismo, estuvo activo en la promoción de conceptos relacionados con la construcción de zonas de paz en Centroamérica.

En 1990 llegó el impulso final de la negociación para ponerle fin a la guerra interna en El Salvador. Los espacios comenzaron a abrirse y llegó ONUSAL a verificar el estado de los derechos humanos. A mediados de 1991, Fabio Castillo fue elegido, por segunda vez, como Rector de la Universidad de El Salvador, cargo que tuvo hasta 1995. De nuevo la UES tuvo el beneficio de una conducción lúcida y visionaria. Al concluir su período de Rector, Fabio trabajó en la organización de programas de educación sobre derechos humanos de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos.

Recuerdo cuando el 16 de enero de 1992, en la Residencia Presidencial de México, Fabio Castillo, Schafik Handal y yo nos fundimos en un abrazo fraterno porque creímos alegremente que “una larga noche había llegado a su fin” y era posible “hacer una revolución por medio de la negociación”, como dijo con entusiasmo y optimismo el Secretario General de Naciones Unidas Boutros-Boutros Ghali.

Cuando comenzó el siglo veintiuno, Fabio Castillo estaba muy activo en la promoción de la seguridad democrática y las reformas educativas en la región centroamericana. La democracia y la educación continuaban como sus nortes éticos e intelectuales. La sociedad salvadoreña comenzó a hacerle justicia por medio de reconocimientos importantes. En el 2004 la Asamblea Legislativa lo designó como Educador Meritísimo, en el 2006 la Alcaldía de San Salvador lo declaró Hijo Meritísimo y en el 2008 la Universidad de El Salvador le otorgó un doctorado Honoris Causa.

Habían parado las injusticias y ataques contra su vida, como cuando los dictadores de turno lo encarcelaban, golpeaban y desterraban o como cuando, al no poder encontrarlo, en los 1980s, dinamitaron su casa de Ayutuxtepeque hasta dejarla como tierra arrasada.

Hoy Fabio cumple 90 años. Vida fecunda, luchadora y ejemplar la suya. Gran campeón de la dignidad, de la democracia y del progreso en El Salvador. A la distancia le rindo cariñoso y solidario homenaje en el recuerdo de muchas jornadas compartidas.